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IMPUTABILIDAD:

Es la atribución del acto y sus consecuencias al sujeto que lo realizó voluntariamente. Se supone que ha
estado en condiciones de valorar el alcance de su acción. La imputabilidad es un concepto que se
utiliza para establecer si el sujeto demandado tiene suficiente discernimiento o capacidad para atribuir
el resultado.

IMPUTABILIDAD LEGAL

La regla es que, para arrastrar consecuencias a su autor, los actos deben ser voluntarios, los actos
ejecutados sin discernimiento, intención y libertad no producen obligación alguna. “el elemento
fundamental de todo acto es la voluntad del que lo ejecuta". Es por eso que el hecho de un insensato o
una persona que no tiene discernimiento y libertad en sus actos, no es considerado en el derecho
como un acto, sino como un acontecimiento fortuito.
A los fines de la responsabilidad civil, no basta con que una persona sea autora material de un daño,
sino que asimismo debe ser tenida como "imputable" del mismo. Es necesario que la autoría material
del hecho se cumpla por una persona que, con discernimiento, intención y libertad al tiempo de su
ejecución, hubiese estado en condiciones de prever y evitar sus resultados.
Hay imputabilidad cuando el acto procede de una libre voluntad".

FACTORES DE ATRIBUCION:

CONCEPTO:

Para que las consecuencias de un hecho puedan ser atribuido a un sujeto determinado, es necesario
que el mismo obedezca a un factor de atribución.

El hecho dañoso provoca, fácticamente la lección a un sujeto, frente a este fenómeno, el derecho se
pregunta si es justo que el daño quede a cargo, de quién lo ha sufrido o si, por el contrario, debe
desplazar sus consecuencias económicas a otra persona. Si no es justo, y pone la obligación de
responder.

Factor de atribución, es la razón suficiente por la cual se justifica que el daño que ha sufrido una. Se
traslada económicamente a otra

LOS FACTORES DE ATRIBUCION:

Los factores de atribución se clasifican en subjetivos y objetivos.

Los factores subjetivos toman en cuenta la reprochabilidad de la conducta del sujeto ofensor o
dañador, sea, porque obró negligentemente (culpa) sea porque lo hizo con intención dañina (dolo).

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Pineda, Julieta
Los factores objetivos, son los que no tienen en consideración la reprochabilidad de la conducta, sino
alguna otra razón por lo cual es justo provocar el desplazamiento, como sostiene Zabala de González se
tiene en cuenta la acción en sí misma, que el ordenamiento jurídico repudia al considerarla reprobable
o anormal. Son factores objetivos otros, el riesgo, la equidad, la garantía -la obligación de seguridad,
obligaciones de resultado, etc.

LOS FACTORES DE ATRIBUCION EN EL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL:

Este código, hace referencia a los factores de atribución en el art. 1721, cuando dispone que, "la
atribución de un daño al responsable que de basarse en factores objetivos y subjetivos. En ausencia de
normativa, el factor de atribución es la culpa".
La norma, incorpora la culpa como factor residual de atribución, como válvula de cierre del sistema,
justamente, cuando medie vacío legal no existe ninguna norma expresa en el código civil y comercial,
la legislación especial; sobre el tipo de factor de atribución.

LA LÍNEA DIVISORIA DE LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA Y OBJETIVA EN MATERIA OBLIGACIONAL


(CONTRACTUAL):

LAS OBLIGACIONES DE MEDIO Y DE RESULTADO:

Para determinar el ámbito de la responsabilidad objetiva y subjetiva en materia obligacional


(contractual), el punto de partida debe ser emplazado en torno a la distinción entre obligaciones de
medio y de resultado.
La distinción entre ambas obligaciones es útil, relevante y actualmente tiene una función todavía más
trascendente, pues marca una línea divisoria entre la responsabilidad subjetiva (obligaciones de
medios) y objetiva (obligaciones de resultado).
Actualmente la trascendencia del distingo sirve para determinar el factor atribución.
En tal sentido el artículo 1723 del nuevo código dispone que:
¨responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las
partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva.¨
En las obligaciones de medios, también llamadas de prudencia o de diligencia, el deudor se
compromete a realizar una conducta "diligente orientada a la obtención de un resultado, esperado y
querido por el acreedor, pero no asegurado. Así, por ejemplo, el médico que asume la obligación de
diagnosticar y tratar a un paciente enfermo, contrae una obligación de medios, por la que se
compromete a poner sus conocimientos y diligencia para alcanzar una finalidad que es procurada por
el acreedor (su curación), de carácter aleatorio, pues su obtención no depende exclusivamente del
obrar del profesional sino también de otros factores.

En las obligaciones de medios, el factor de atribución es subjetivo, sin perjuicio de que la prueba de la
culpa del deudor pueda descansar (como de ordinario sucede) sobre el acreedor o, en casos más
excepcionales, ser presumida iuris tantum, correspondiendo al deudor la acreditación de un obrar
diligente (prueba de la no culpa).

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principio consagrado expresamente por el nuevo código en el art 1734 que dispone ¨excepto
disposición legal, la carga de la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias eximentes
corresponde a quien los alega¨

El código civil y comercial, como vemos, adopta como principio general la concepción tradicional: la
carga de la prueba de los elementos de la responsabilidad civil, ya se trate del factor de atribución (art.
1734), de la relación causal (art. 1736) o del daño (art. 1744), recae sobre quien alega su existencia,
que normalmente será el damnificado, actor en el proceso de daños.

En principio el factor de atribución debe ser probado por quien alega su existencia (art. 1734)

Esa regla puede a veces ser muy dificultosa, por cuanto que, muchas damnificado carece de los
conocimientos o los elementos necesarios como para probar ese factor de atribución, lo que se
patentiza todo en materia de responsabilidad profesional: el paciente imputa mala praxis a los médicos
que lo atendieron no sabe, por ejemplo, que ocurrió en el quirófano, mientras que los facultativos
demandados podrían explicar y acreditar con mucha mayor facilidad su eventual obrar diligente.
Por tal motivo, se ha expandido en la doctrina y la jurisprudencia argentinas la aplicación de la doctrina
denominada "de las cargas probatorias dinámicas", que postula que la carga de la prueba de un hecho
debe ser puesta en cabeza de quien se encuentre en mejores condiciones de producir. La carga
probatoria es, entonces, dinámica, por cuanto no se encuentra atada a principios rígidos, sino que todo
dependerá de las circunstancias del caso concreto, de quién se encuentre en mejores condiciones para
probar.
La idea es dar primacía a la verdad objetiva por sobre las normas excesivo rigor formal.
Principio que ha sido reconocido expresamente por el nuevo en el art. 1735, en cuanto dispone

¨no obstante, el juez puede distribuir la carga de la prueba de la culpa o de haber actuado con la
diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla en mejor situación para aportarla. Si el juez lo
considera pertinente, durante el proceso comunicará a las partes que aplicará este criterio, de modo
de permitir a los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que hagan a su defensa¨

La teoría de las cargas probatorias dinámicas aparece como una excepción al principio general, con una
aplicación acotada a la prueba de un específico factor de atribución (la culpa).

En este caso, la norma faculta al juez a distribuir la carga de la prueba ponderando cuál de las partes se
halla en mejor situación para afrontarla. Ya sea por su estructura empresarial, por el más fácil acceso a
los medios de prueba, por sus conocimientos especiales, etcétera, entonces el juez se encuentra
autorizado a invertir la regla, e imponer al demandado la carga de la prueba de su falta de culpa, es
decir, de haber actuado con la diligencia debida.
Y a efectos de preservar el derecho de defensa de las partes se dispone que el juez deba comunicar
previamente a los litigantes que aplicará ese criterio.

SUPUESTOS DE OBLIGACIONES DE MEDIOS:


Se consideran obligaciones de medios a las obligaciones de prestar en particular, a las que provienen
de los contratos de locación de servicios, del contrato de trabajo y del mandato.

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La mayor parte de los servicios de profesionales de la medicina y de la abogacía encuadran dentro de
esta categoría. También se ha considerado que la obligación del arquitecto que dirige una obra de es
medios.
De igual naturaleza son las obligaciones que emergen de contratos asesoramiento profesional.
En las obligaciones de resultado en cambio el deudor asegura un resultado exitoso y asume todas las
contingencias que puedan presentarse en el desempeño de la conducta proyectada salvo aquellas
absolutamente por fortuitas, generadas por una causa ajena.
Ha sido Bueres quien ha proclamado que las obligaciones de resultado, el factor de atribución es lisa y
llanamente objetivo.

SUPUESTOS DE OBLIGACIONES DE RESULTADO:


Las obligaciones de dar son (por lo general) de resultado, ya que su cumplimiento solamente se
obtiene a través de la efectiva entrega de lo adeudado. La doctrina mayoritaria es pacífica en tal
sentido (diez picazo, Bueres)
Tratándose de obligaciones de hacer, se considera obligación de resultado la de ejecutar una obra,
material o intelectual. La prestación de obra es, por definición, una obligación de resultado, por lo que,
si el contratista fracasa en su realización, aquélla se juzga incumplida, sin derecho a obtener la
contraprestación. La razón obedece a que, en el contrato de obra, la remuneración del contratista no
es debida por el trabajo o el tiempo empleado; si por la conclusión completa y total de la obra. Esto
determina que sea el quien soporte el riesgo de su fracaso y de la eventual pérdida de la misma antes
de operada su entrega.

Las conclusiones antes vertidas son aplicables tanto en materia de obra material cuanto intelectual
(por ejemplo: elaboración e instalación de programas de computación personalizados, elaborar un
proyecto de arquitectura, o de ingeniería para una obra determinada). Algunas prestaciones médicas o
sanitarias pueden también ser calificada de resultado. Así por ej: una placa radiográfica, la realización
de un análisis de sangre, que constituyen resultados en sí mismos, sin mayor margen para la
aleatoriedad
Y el azar, lo cual es claramente diferenciable del diagnóstico que pueda inferirse de ellas.
Se consideran también obras intelectuales, y verdaderas obligaciones de resultado, la elaboración de
prótesis (miembro ortopédico, prótesis dental, marcapasos, aparatos anticonceptivos).
La cirugía estética da lugar a verdaderas obligaciones de fines por cuanto, por su propia índole, se
asegura al paciente-acreedor un resultado, que es garantizado por el médico-deudor.
Son también de resultado aquellas que derivan de la obligación de seguridad que asume el centro
hospitalario respecto de que no ocurran accidentes al enfermo.
Es de resultado la obligación del transportista de transportar a destino las personas y cosas a él
confiadas, en el tiempo y modo convenidos y en condiciones de indemnidad.
En lo que hace a las obligaciones de no hacer, se considera que, por lo general, son de resultado, ya
que su cumplimiento suele depender exclusivamente del deudor, siendo allí inexistente el margen de
aleatoriedad. Quien se obliga a una abstención asume un compromiso que va mucho más allá de poner
su diligencia para que éste se cumpla: asume el deber de que aquella no tenga lugar. Sería absurdo,
dice Cabanillas Sánchez, que quien vende un fondo de comercio y se obliga a no hacer

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Competencia, “sólo se compromete a hacer lo posible para evitar competencia. Con la obligación de no
competencia promete un resultado: garantiza que no la hará al adquirente del fondo de comercio".
FACTORES SUBJETIVOS DE ATRIBUCION:

Los factores subjetivos de atribución son el dolo y la culpa.

EL DOLO:
CONCEPTO:
En un sentido lato el dolo implica una idea de mala fe, de conducta deliberada contraria al derecho.

El código anterior contemplaba distintas acepciones:


 vicio de la voluntad
 elemento del delito
 el dolo en el incumplimiento obligacional

El código civil y comercial, sigue reconociendo distintas acepciones del dolo:

1) dolo como vicio de la voluntad (art. 271 cc). consiste justamente en el engaño que se utilice
para conseguir la ejecución del acto.
2) dolo obligacional: se refiere al incumplimiento intencional de una obligación y habilita la
resolución del contrato.
3) dolo como factor de atribución de responsabilidad subjetivo (art 1724), cuando dispone que “el
dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta
indiferencia por los intereses ajenos”. la norma identifica el concepto de dolo con la idea de
dolo obligacional y dolo delictual, que se consideran subsumidos en el art 1724,las que se
unifican en función de querer el resultado previsible de la acción: sea por la intención de dañar
o por desentenderse de ese resultado probable con relación a los intereses ajenos.

PRUEBA DEL DOLO


El dolo no se presume. La prueba del mismo pesa siempre sobre quien invoca su existencia, quien debe
aportar elementos que lleven al juzgador a una convicción segura al respecto. Son aplicables los
principios generales. Lo que surge expresamente del art.1734 del ccyc, que dispone “la prueba del dolo
incumbe a quien lo alega y son admisibles todos los medios de prueba”

EFECTOS DEL DOLO:


Si bien en principio se indemnizan las consecuencias inmediatas y mediatas previsibles (art 1726 ccyc).
En los contratos celebrado de manera paritaria, el texto legal se aparta del principio general sentado
en el art. 1726 del ccc, estableciendo un parámetro distinto (art. 1728 del ccc) ,4 en consecuencia el
deudor incumplidor responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber
previsto al momento de su celebración (y no al momento del hecho), salvo que medie dolo del deudor.
Esta es una diferencia a subsiste a pesar de la unificación de las orbitas contractual y aquiliana y
Significa conceder una indemnización agravada aplicable al incumplimiento doloso de los contratos.

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OTRAS CONSECUENCIAS DERIVADAS DEL DOLO
1) son inválidas las cláusulas que dispensan anticipadamente la responsabilidad derivada del dolo
(art. 1743 ccyc).
2) cuando existe pluralidad de responsables, la responsabilidades solidaria, los efectos personales
y no existe acción de regreso (arts. 838 y 1751 del ccyc).
3) no lo libera en el caso de consentimiento del damnificado (art. 1720 ccyc), por cuanto que,
dicho consentimiento pudo haber sido producto de una cláusula abusiva.
4) improcedencia de la atenuación de la indemnización, ello no es procedente en caso de dolo del
responsable (art. 1724 ccyc)

LA CULPA:
Para que se configure la culpa es menester que se dé la presencia de dos requisitos: "la omisión de
realizar la conducta que exige la naturaleza de causar un daño" y la ausencia de propósito deliberado
de incumplir o de causar un daño”
El nuevo código en el art. 1724, transcribe literalmente el texto del art. 512 del código anterior,
¨la culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la
Impericia en el arte o profesión.¨

La culpa puede manifestarse como negligencia, imprudencia o impericia.

1) la negligencia, consiste en no prever lo que era previsible o, habiendo hecho, en no adoptar la


diligencia necesaria para evitar el daño. se trata de una conducta emisiva de cierta actividad
que, de haberse desplegado, habría evitado el daño.
En la negligencia no se toman las debidas precauciones; se hace menos de lo que se debe o no
hizo lo que se debía hacer.
2) la imprudencia se traduce en una conducta positiva, precipitada o irreflexiva, que es llevada a
cabo sin prever sus consecuencias. La imprudencia importa falta de previsión o de precaución.
3) la impericia consiste en "la incapacidad técnica para el ejercicio de una función determinada,
profesión o arte.¨

LA VALORACIÓN DE LA CONDUCTA

Vélez Sarsfield se había apartado del sistema de graduación de la culpa del derecho romano (culpa
grave, culpa leve y culpa levísima),
Pero a pesar de no existir graduación de culpas, si existen distintos tipos de conductas, el obrar muy
mal no es igual que obrar mal y los diferentes grados de la conducta de una persona deben ser
analizados y juzgado después de producida la misma, no como un preconcepto sino ex post facto, es
decir, "en la omisión de aquellas diligencias que exigiere la naturaleza de la obligación y que
correspondiesen a las circunstancias de las personas, del tiempo y el lugar.

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Teniendo cuenta, las circunstancias de las personas: no es igual la diligencia esperada de chofer
experimentado que de uno principiante; las circunstancias del tiempo: por ejemplo, conductor debe
extremar las precauciones está lloviendo; las circunstancias del lugar: por ejemplo, requiere mayor
grado de cautela conducir un camino montañoso que hacerlo una ruta desértica.

En este sentido el art. 1725 del establecer claramente ¨cuanto mayor sea el deber de obrar con
prudencia pleno conocimiento de las cosas, mayor es diligencia exigible al agente y la valoración de
previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una confianza especial, debe tener en cuenta la
naturaleza del acto las condiciones particulares de las partes. Para valorar la conducta no toma cuenta
condición especial, o la facultad intelectual de una persona determinada, no ser en los contratos que
suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, se estima grado de responsabilidad,
por la condición especial del agente.¨

Las reglas vertebrales que sienta el artículo 1725 son las siguientes:

1) debe obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas vitando causar un daño
injustificado (art. 1710), de acuerdo al comportamiento medio y abstracto, lo que era previsible
para un hombre normal, es decir "según el curso natural y ordinario de las cosas" (art. 1726).
2) cuando mayor es el deber de obrar con prudencia y pleno cono cimiento de las cosas, también
es mayor la diligencia exigible al agente y la rigurosidad en la valoración de la previsibilidad de
las consecuencias (art. 1725, 1° párr.). se trata de los ejemplos clásicos de la mayor diligencia
exigible al médico especialista que al no especialista pero dentro de la pericia normal y
ordinaria dentro de los especialistas.
3) para valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial o la facultad intelectual de
una persona determinada (art. 1725, 3a párrafo, primera parte), sino el cartabón general de
diligencia y previsibilidad ordinaria.
El artículo alude a un estándar de conducta general, un módulo de comportamiento medio y abstracto
fundado en los principios de normalidad, buena fe, razonabilidad y confianza.
En la culpa el juez valora en concreto, pero en base a un tipo abstracto de comparación que permita
confrontar como actuó efectivamente el sujeto con relación a la naturaleza de la obligación o del
hecho, a las circunstancias de las personas, tiempo y lugar, al mayor grado de previsibilidad requerido
si las condiciones personales del agente o la confianza imponían un mayor deber de diligencia.

LA PRUEBA DE LA CULPA
La carga de la prueba de la culpa incumbe, a quien la alega, salvo disposición legal o convencional en
contrario. En la culpa, se prevén específicamente facultades para la distribución de la carga de la
prueba de la culpa o de haber obrado con la diligencia debida, ponderando cuál de las partes se halla
en mejor situación de aportarlas, las que surgen de la llamada “teoría de las cargas dinámicas de la
prueba”

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DISPENSA ANTICIPADA DE LA RESPONSABILIDAD
El código anterior regula expresamente la dispensa anticipada del dolo en el art. 507, donde establecía
que eran nulas las cláusulas que anticipadamente dispensen al deudor de la responsabilidad por el
incumplimiento doloso de la obligación. El problema se suscitó respecto de la culpa, que a diferencia
de la dispensa anticipada del dolo, el código anterior guardaba silencio en esta materia. La doctrina
clásica se pronunciaba, en principio, por admitir la validez de dichas cláusulas basada justamente en la
ausencia de normas prohibitivas similar al artículo 507. La mayoría de la doctrina fue contraria a esa
posición, sosteniendo que tampoco es admisible la dispensa anticipada de la culpa cuando se
pretende excluir o limitar anticipadamente la responsabilidad por daños a la persona ya sea
patrimonial o moral, o cuando ella importe desnaturalizar la esencia misma de la relación contractual o
atenten contra el orden público y el principio de la buena fe. Lo que llevaría en forma inexorable a la
invalidez de la cláusula.

En el ámbito del derecho del consumo, la ley número 24,240 tiene porno convenidas a las cláusulas
que desnaturalicen las obligaciones o limite la responsabilidad por daños. La solución normativa es
amplia y no distingue según el factor de atribución que se trate. En todos los casos, se tiene a la
cláusula por no convenida.

situación que ha sido subsanada por el nuevo código, superando las controversias a que dio lugar este
tema, en el artículo 1743 que dispone ¨son inválidas las cláusulas que eximen o limitan la obligación de
indemnizar cuando afectan derechos indisponibles, atentan contra la buena fe, las buenas costumbres
o leyes imperativas , o sean abusivas. Son también inválida si liberan anticipadamente, en forma total o
parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas por las cuales debe responder.¨

LOS FACTORES OBJETIVOS:


Los factores objetivos prescinden de la conducta reprochable del sujeto y ponen el acento en la víctima
que sufre un daño y necesariamente debe obtener el resarcimiento del mismo.
El código civil y comercial hace referencia este factor de atribución en el artículo 1720, que dispone,
¨el factor de atribución dejo objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los defectos de
atribuir responsabilidad. En tal caso, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto
disposición legal en contrario.¨

Define a las circunstancias que configura la responsabilidad objetiva y precisa como pira la exhibición
de responsabilidad, total o parcial, en el terreno de la causalidad.
La responsabilidad es objetiva cuando la culpa no es necesaria para atribuir responsabilidad; más aún
la culpa del agente es indiferente, y se prescinde de ella, por lo que la obligación de reparar se efectúa
con la extracción de la imputación subjetiva. También se señala como rasgo que caracteriza a la
responsabilidad objetiva la forma como opera la eximente, el sindicado como responsables exonera si
acreditar la causa ajena, o sea la ruptura total o parcial del nexo causal, el hecho la culpa del
damnificado, el hecho la culpa de un tercero por el que no debe responder y el caso fortuito o fuerza

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mayor. Si bien el artículo no lo dice expresamente, la exoneración puede ser total o parcial, lo que
resulta también de su interpretación armónica con los restantes artículos.

SUPUESTOS MÁS RELEVANTES DE LA RESPONSABILIDAD OBJETIVA:


LA TEORIA DEL RIESGO:
Riesgo, según el diccionario de la lengua española, significa " contingencia o proximidad de un daño".
Pero en cuanto factor objetivo de atribución el concepto se afina, por cuanto que, se introduce en
sociedad el uso de cosas o el despliegue de actividades, que agravan, que aumentan el peligro de
dañar, se multiplican las posibilidades de sufrir un perjuicio. Por lo tanto, si se produce un hecho
dañoso, es justo que responda quien ha generado el peligro, es legítimo que quien introdujo un riesgo
asuma la consiguiente responsabilidad por daños injusto a terceros.
Esta teoría se sintetiza de la siguiente manera: quien es dueño o se sirve de cosas, o realiza actividades
que, por su naturaleza o modo de empleo generan riesgos potenciales a terceros, debe responder por
los daños que ellas originan.
A esta concepción se la denomina "teoría del riesgo creado", que fue acogida extensamente por los
ordenamientos jurídicos occidentales durante el siglo xx, y que fue incorporada expresamente nuestro
Derecho positivo en el art. 1113 del código anterior (incorporado por la ley n° 17711).
La ley n° 17711 marco el comienzo de un periodo de objetivación del deber de reparar. Tanto en
materia contractual como extracontractual, los factores objetivos de atribución incrementaron de
manera significativa su importancia.
Sin embargo, omitió contemplar expresamente los daños generados por actividades riesgosas.
Una actividad es riesgosa, cuando por propia naturaleza, o por las circunstancias de su realización
genera un riesgo o peligro para tercero...

Dos grandes corrientes de opinión dividieron en nuestra doctrina, en cuanto que, si el artículo 1113
contemplaba o no la responsabilidad por actividades riesgosas...

Situación que ha sido subsanada con el código civil y comercial, que trata de la responsabilidad
derivada de la intervención de cosas y de ciertas actividades en la sección ocho en los artículos 1757 y
1758.
Como vemos, este código contempla dos supuestos:
1) el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, que mantiene la ya referida del art 1113 del código
anterior;
2) la incorporación expresa, como lo reclamaba la doctrina mayoritaria, de las actividades que sean
riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por medio empleado por las circunstancias de su realización.

En todos los casos la responsabilidad objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el
uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención...

En cuanto lo sujeto responsable, se admite que el dueño del guardián son responsables
indistintamente del daño causado por las cosas. Se considera guardián hay quien ejerce, por sí o por
terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño no
responde si prueba que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de

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actividad riesgos o peligrosa responde quien la realiza, se sirve o tiene provecho de ella, por sí o por
terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.

EL FACTOR DE GARANTIA
La idea de "garantía" constituye un factor objetivo de atribución suele mencionar dentro de este
supuesto, a la responsabilidad a principal por el hecho de los dependientes arts. 1753 a 1756 del ccyc
en lo que respecto a la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente, el código civil y
comercial introduce modificaciones al régimen del código de Vélez-art. 1113 primera parte,
estableciendo con carácter expreso factor de atribución aplicable en la especie (objetivo), lo que nos
lleva a tomar posición acerca del fundamento de la responsabilidad (garantía) y, paralelamente,
establecer con precisión los requisitos necesarios para que opere la extensión al principal del deber de
reparar los daños derivados de hechos protagonizados por el dependiente (daño injustamente causado
por el dependiente a un tercero; relación de dependencia entre el autor material del hecho y el
principal, y relación causal entre la función y el daño.

El art. 1753 de ccyc, señala textualmente:


¨el principal responde objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o
las personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso
acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas. La falta de discernimiento del
dependiente no excusa al principal. La responsabilidad del principal es concurrente con la del
dependiente.¨

Asimismo, contempla dos hipótesis: por un lado, la de los daños causados por aquellos que están bajo
la dependencia del principal y, por el otro, en una suerte de reafirmación del dispositivo previsto en el
artículo 732 del código civil y comercial, para el caso de los auxiliares no dependientes, los generados
por cualquier tercero del que el principal se sirva para ejecutar una obligación.

EL DEBER DE SEGURIDAD:
A este factor de atribución se le asigna especial trascendencia en el ámbito contractual.
La obligación de seguridad tiene carácter de obligación secundaria pero autónoma y por ende no
subordinada a la principal. El cumplimiento de la obligación denominada principal no conlleva el de la
obligación de seguridad, del mismo modo que se su extensión no provoca similar efectos respecto de
esta última.
Este tipo de obligación tiene sustento en el principio de la buena fe justamente este principio de la
buena fe permite admitir la existencia de la obligación de seguridad, aun cuando no se la haya
establecido expresamente al celebrarse el contrato.
En el ámbito de aplicación de la obligación de seguridad sólo se consigue en aquellos contratos que por
las características de sus prestaciones, de carácter riesgoso o peligroso, imponen al deudor la
obligación de velar por las personas y bienes del acreedor, de los daños que puedan ocasionarse
durante su ejecución.

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La obligación de seguridad tiene por finalidad preservar la indemnidad de la persona y bienes del con-
contratante, durante la ejecución del contrato.
En general son obligaciones de resultado, el factor de atribución es objetivo. Esto provoca importantes
consecuencias en la teniente de la carga de la prueba de las existentes. En tal sentido, el deudor para
excluir su responsabilidad debe probar el caso fortuito, el hecho culpa de la víctima o el hecho de un
tercero por quien no debe responder.
la obligación de seguridad tiene carácter constitucional surge de la interpretación del artículo 19 de la
constitución nacional que establece el principio de no dañar y se encuentra fortalecida por la reforma
constitucional de 1994 que incorporó con jerarquía constitucional diversos tratados internacionales
sobre derechos fundamentales. En tal sentido, señala que a partir de la incorporación de estos tratados
internacionales, se ha consagrado la obligación de seguridad como principio general del derecho.
La obligación de seguridad tiende a la prevención del daño. Procura que el empresario adoptará las
medidas que fueran necesarias para evitar el acaemiento del daño.
Entre ellos mencionamos por su importancia: el contrato de transporte, el contrato de enseñanza
intelectual, clubes deportivos, responsabilidad te los propietarios de establecimientos bailables,
responsabilidad civil de las empresas de catering, responsabilidad civil del propietario de un garaje, el
contrato de espectáculo deportivo: si bien la ley fue pensada para los partidos de fútbol, pero eso no
impide su aplicación en otras competencias deportivas, la ley de defensa del consumidor.

OTROS FACTORES DE ATRIBUCIÓN OBJETIVOS


La equidad, el exceso en la normal tolerancia entre vecinos y el abuso del derecho también suelen
funcionar como factores objetivos de atribución, permitiendo que la responsabilidad de ciertos sujetos
se presuma, con prescindencia de un reproche subjetivo sobre tales sujetos. Así por ejemplo, el nuevo
código impone una indemnización de equidad a cargo del autor de un daño causado involuntariamente
(art. 1750 ccyc). Se trata sin duda de una reparación debida en base a un factor de atribución objetivo,
pues el agente responsable no será culpable, al haber obrado sin discernimiento, intención y libertad. Y
la equidad, como fundamento de la responsabilidad objetiva, presenta particularidades bien
diferenciadas: la indemnización no es integral, sino atenuada, en función del patrimonio del deudor, la
situación personal de la víctima y las circunstancias del hecho (conf. art. 1742 ccc).

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