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LA PSICOLOGIA SOCIAL SEGÚN ENRIQUE PICHON RIVIERE

Departamento de Psicología

Lic. Diana D. Cacciola

El Dr. Enrique Pichón Riviere es uno de los referentes más importantes en


nuestra historia, de la puesta en práctica de la psicología social, con un estilo
muy propio, con una impronta muy nuestra, muy argentina, y siempre cerca del
que sufre, del que no tiene voz, con dignidad y respeto.

Breve biografía:
Es importante conocer cómo la vida de Pichón Riviere ha influido enormemente
en su obra.
Nació en Ginebra el 25 de junio de 1907 y llega a la Argentina con su familia,
tres años después en plena fiesta del Centenario de la Revolución de Mayo.
Pasan un breve tiempo en Buenos Aires, y su padre consigue una concesión
de tierras en el Chaco y toda la familia se muda hacia allá, para trabajar la
tierra en plantaciones de algodón.
Allí la naturaleza no los ayudó y la plaga de langostas terminó con todo el
esfuerzo. Cierta vez cuando una manga de langostas les comió el techo de
paja de su humilde casa, recuerda Pichón Riviere (en una prolongada
entrevista que le realizara Vicente Zito Lema), su padre, mirando hacia arriba,
exclamó: ¡qué hermoso cielo azul! Pichón relacionará esta actitud de su padre
como un hecho que lo marcará para poder desarrollar posteriormente la
“adaptación activa” frente a la realidad, en contraposición con la adaptación
pasiva y resignada que no genera ninguna posibilidad de cambio.
Su familia estaba compuesta por seis hermanos, dos mujeres y cuatro varones,
de los cuales él era el menor. Pero teniendo más o menos siete años, recién se
entera que sus hermanos no son hijos de su madre, sino sus sobrinos. Su
padre había enviudado, teniendo cinco hijos y se casa con su cuñada, de quien
nace Enrique. Esto también lo llevó a elaborar mucho más tarde, que en toda
familia hay un secreto familiar, secreto que a veces es conocido y ocultado por
todos. Su familia fue el primer “grupo operativo” que tuvo. El mismo se referirá
diciendo que podría caracterizar a su familia: “básicamente como muy fuerte,
unida y muy luchadora. Trataba de transformar la realidad. Jamás aceptaba
pasivamente las desgracias. No reculaba ante el desafío”. (Zito Lema 1991).
Posteriormente su familia se muda a la ciudad de Goya (provincia de
Corrientes), donde cursará sus estudios secundarios, en el Colegio Nacional
que fundó su madre.
De su adolescencia hay una anécdota muy interesante que ya va perfilando al
futuro fundador de la Psicología Social en Argentina.
Recuerda, demostrando ya su curiosidad:
“Una vez por semana, se reunían en nuestra casa, las señoras del
pueblo para conversar. Mi madre participaba activamente. Yo me había
agenciado un agujero para ver y escuchar. Y así me daba cuenta de las
contradicciones y de todo lo que pasaba en esos grupos. Y creo que así
hice, como “observador no participante”, mi primer aprendizaje sobre el
funcionamiento de los grupos humanos. Diría que es la enseñanza del
ojo de la cerradura”. (Zito Lema 1991).
Explicaba cómo él desde fuera de la situación grupal, podía percibir las
contradicciones o aquellas manifestaciones tal vez no verbales o gestuales,
que su madre desde dentro no notaba.
Las anécdotas de su vida van de la mano de su obra. Pudo enlazar su
aprendizaje de la vida con la construcción de una psicología social al alcance
de todos. Pero aquí sólo haremos unas pocas puntualizaciones.
Años después, Enrique Pichón Riviere se recibe de médico psiquiatra, y ya
desde sus primeros pasos en las residencias médicas, rescata al enfermo
mental del estado de apatía y abandono en que estaba otorgándole siempre la
posibilidad de tomar un rol activo frente a la enfermedad.
Su paso por el Asilo de Torres y por el Hospicio de las Mercedes (actual
Hospital Borda) fueron los lugares donde empezó a trabajar con grupos
convertidos en grupos operativos.
Fue fundador de la Asociación Psicoanalítica Argentina, junto a Angel Garma,
Celes Cárcamo, Arnaldo Rascovsky, Mauricio Abadi, entre otros.
En los años 50 va a crear la Primera Escuela Privada de Psicología Social, y
también el Instituto Argentino de Estudios Sociales.
Fallece en Buenos Aires, el 16 de julio de 1977.

Influencias teóricas:
Sin duda alguna la primera influencia que recibió fue la de Freud a quien
consideraba como el fundador de la psicología social y quien le había dado
sentido a su inquietante búsqueda desde su niñez, abriéndole los caminos para
ir descubriendo lo desconocido a partir de lo conocido. Su encuentro fue casi
casual.
“…Estábamos un grupo de muchachos ensayando una pieza de teatro
para representar en la Escuela Normal de Goya, … cuando tropecé con
unos cajones que había detrás del escenario. Estaban llenos de revistas,
casi todas científicas; me puse a hojearlas y me topé por primera vez
con Freud; allí fue donde éste me dio su primera lección. Sentí que me
pedía que leyera lo que había ahí…. La lectura precipitada me impuso el
descubrimiento del psicoanálisis. Había encontrado el camino hacia lo
que desde mi infancia pretendía: saber qué hay detrás de lo dicho….
Desde ya me indujo a hacer mi propio análisis, lo que me permitió
progresos posteriores…. el psicoanálisis me abrió todos los campos por
la manera especial de indagar lo desconocido a través de lo conocido…”
(et.al.1991).
Otro referente importante fue Kurt Lewin, tomando en cuenta al hombre como
un ser en situación, que influye en su entorno y que a su vez es influenciado
por lo que lo rodea.
Herbert Mead, quien, desde su interaccionismo simbólico, considera que el
hombre surge de la experiencia social. En palabras de Pichón Riviere (1985):
“concibió al hombre como un ser habitado y dinamizado por las imágenes de la
realidad externa, que, al ser incorporadas y actuadas en el interior, revisten en
cada uno de nosotros una forma personal y se transforman en el signo de
nuestra identidad”.
Y Melanie Klein, con una influencia importante, ya que, en la época de la
fundación de la APA, el psicoanálisis llega a la Argentina a través del análisis
didáctico que sus primeros fundadores realizaban con discípulos de Melanie
Klein. Pichón va a tomar muchos conceptos básicos de la teoría kleiniana que
luego reformulará en su Psicología Social tales como las ansiedades
depresivas y paranoides en miedos básicos universales y la relación de objeto
que va a dar lugar a la noción de vínculo.
También se puede señalar como influencia a la comunidad guaraní. Pichón
Riviere en sus años compartidos en Corrientes, aprendió de la comunidad
guaraní la importancia de la vida en grupo para afrontar situaciones límites o
catastróficas, como por ejemplo las inundaciones. Un grupo es una situación de
aprendizaje constante, donde se pasa del ser individual al ser social. El grupo,
operativo, le permite al hombre tomar una actitud activa frente a las
adversidades.
Y es en su obra “Del psicoanálisis a la psicología social” donde Pichón va a dar
el gran salto epistemológico. El psicoanálisis se democratiza en la psicología
social, ya que puede llegar así a más personas.

Conceptos importantes:
Son muchas las ideas, conceptos y aportes que Pichón Riviere, brindó a la
Psicología General, como a la Psicología Social y también a la Psiquiatría. De
todas maneras, aquí se expresarán tan sólo algunos de los conceptos más
destacados en su referencia con la Psicología Social.
Esquema de los ámbitos:
Pichón Riviere destaca la importancia del individuo que se halla inmerso en
diferentes situaciones a la vez. Los conflictos sociales, que pueden ir desde el
desempleo, crisis económicas, desastres naturales, entre otros, golpean en la
familia y no se pueden dejar de considerar.
Para esto concibe un esquema que describe a uno en relación a los otros,
donde se pueden distinguir:
- El ámbito psicosocial o personal: aquí está el individuo, que es un
hombre que siempre está en relación a una situación, un sujeto con sus
características personales.
- El ámbito sociodinámico o grupal: aquí toma en cuenta al sujeto dentro
del grupo, donde se dan las interacciones y se juegan los diferentes
roles. Este es el ámbito del que se ocupará Pichón Riviere. Aquí está el
grupo familiar, por ejemplo, que se abre a la sociedad.
- El ámbito institucional: son las relaciones que se dan dentro de las
instituciones (escuela, iglesia, universidad, empresa, etc.)
- El ámbito comunitario: el individuo, el grupo, las instituciones, inmersos
en una comunidad con sus costumbres, normas y valores.
Estos ámbitos influyen en el individuo, pero éste puede incidir a su vez en
todos ellos.

Esquema Conceptual Referencial Operativo (E.C.R.O.)


Define el propio Pichón Riviere:
“Conjunto organizado de conceptos generales teóricos, referidos a un
sector de lo real, a un determinado universo de discurso, que permite
una aproximación instrumental al objeto particular” (1985)
Describiendo por partes:
Esquema: porque se refiere sólo a una parte de la realidad, aunque al
estar en un movimiento dialéctico, intenta dar una visión abarcativa de la
realidad. Es un conjunto articulado de conceptos o conocimientos.
Conceptual: son ideas que provienen tanto de la realidad de la vida
cotidiana como de la interioridad del sujeto. Pueden ser conscientes o no
conscientes. Aquí están los juicios, los prejuicios, los conceptos, los
preconceptos.
Referencial: pues sirven de punto de referencia al observador. Interpreta
los fenómenos o intenta así comprenderlos.
Operativo: no basta con comprender a los fenómenos. Hace falta
“actuar” sobre ellos.

Esquema del cono invertido con sus seis vectores:


Después de observar y trabajar mucho con los grupos, Pichón explica que hay
ciertas características que se dan en casi la mayoría de los grupos. Estas
características las articuló llamándolas vectores.
Concibe un esquema donde aparece un cono con su base hacia arriba, donde
Pichón Riviere va a ubicar todo lo manifiesto, todo aquello que trae el grupo, lo
conocido y explícito. Y desde allí a través de una espiral dialéctica, va a ir
llegando hasta su vértice donde confluye lo no dicho, lo no consiente, lo
implícito.
Es decir, que partiendo de lo explícito se puede llegar a lo implícito en una
espiral dialéctica, analizando qué elementos juegan y cómo pueden romper la
estructura rígida de la situación, que no permite los cambios o las nuevas
adaptaciones, para poder llegar a una situación de progreso y a un nuevo
planteamiento.
En este esquema incluyó los “vectores” que son una serie de fenómenos, que
se repiten y que se constituyen como vías regias o directas para la
comprensión de las situaciones grupales. Se pueden distinguir seis a saber:
1) Afiliación-pertenencia: tiene que ver con el grado de ligazón, que se da
en tres niveles, ligazón de los integrantes entre sí, ligazón con la tarea y
ligazón con el objetivo grupal, que para el grupo operativo consiste en el
aprender a conformarse como grupo. La pertenencia es la que va a
favorecer a una mayor integración grupal. Este vector se mide por el
grado de responsabilidad asumida frente al grupo y la tarea.
2) Cooperación: tiene que ver con la contribución, aún silenciosa, de cada
uno de los integrantes del grupo. Esta contribución se realiza en el grupo
a través del desempeño de diferentes roles complementarios, que hacen
posible que la tarea se lleve a cabo. La complementariedad es
importante, ya que favorece el intercambio sin que esto signifique ni
reemplazar ni desplazar a nadie. Se mide a través del grado de eficacia
para asumir las tareas.
3) Pertinencia: es la capacidad de centrarse en la tarea. Hacer las cosas
que corresponden y hacerlas bien.
4) Comunicación: es el vector sobre el que más se va a abocar Pichón
Riviere, en el trabajo grupal. La comunicación es tomada como un
intercambio de significados entre las personas, que se hace posible si
los individuos tienen en común conocimientos, deseos y actitudes. Se
produce a través del lenguaje, que no necesariamente tiene que ser
verbal y explícito, sino también se considera la transmisión no verbal.
5) Aprendizaje: El grupo operativo tendrá por tarea el aprender a aprender,
el aprender a pensar. En el grupo el aprendizaje es mucho más que la
suma de información que aporta cada uno de los miembros del grupo,
aquí se da el pasaje de la cantidad a la calidad. Es un salto de lo
cuantitativo a lo cualitativo, que va a dar paso a la adaptación activa, a la
resolución de ansiedades, a la creatividad. Es un proceso de ida y
vuelta, un “enseñaje”, donde confluyen enseñanza y aprendizaje. El
aprendizaje también conlleva un enseñar/aprender. El que enseña
también aprende y viceversa.
6) Telé: concepto tomado de Jacobo Moreno, creador del psicodrama. Es
la disposición positiva o negativa para trabajar con un miembro del
grupo. Aquí se juegan factores previos, ya que todo encuentro en
realidad es un “re encuentro” con figuras de nuestro mundo interno y de
nuestro pasado que se reactualizan ante la nueva situación.

Grupo Operativo:
Una apropiada definición describe al Grupo Operativo como un conjunto
restringido de personas que, ligados por constantes de tiempo y espacio y
articulados por su mutua representación interna, se proponen en forma
explícita o implícita una tarea que constituye su finalidad y estas personas
interactúan a través de complejos mecanismos de asunción y adjudicación de
roles. (El proceso grupal I. Técnica de los grupos operativos).
El tiempo y el espacio hacen posible el encuentro y la mutua representación
interna, permite la internalización recíproca de sus miembros.
Para Pichón Riviere, el grupo siempre es una “estructura operativa”, pues tiene
como sentido una finalidad, una tarea, ya sea la satisfacción de una necesidad
o una tarea convencional.
El grupo operativo tiene propósitos, problemas, recursos y conflictos, que a
medida que van apareciendo son estudiados, analizados y atendidos por el
mismo grupo. Es un grupo que está centrado en una tarea que es la que tiene
por finalidad aprender a pensar en términos de resolución de las dificultades
creadas y manifestadas que se presentan en el campo grupal y no en el de
cada uno de los integrantes. (El proceso grupal 1985).
La actividad va a estar centrada en la movilización de estructuras
estereotipadas, dificultades de aprendizaje y comunicación, debidas al monto
de ansiedad que despierta todo cambio.
Estereotipo son conductas rígidas que surgen por los miedos básicos y las
ansiedades. Son situaciones dilemáticas (donde no hay opción de cambio) que
deberán transformarse en situaciones dialécticas (situaciones de movimiento
dentro del grupo que posibilita el aprendizaje).
Los miedos básicos son: el miedo a la pérdida (ansiedad depresiva) de lo ya
adquirido, es decir la enfermedad. Y el miedo al ataque (ansiedad paranoide)
que surge al encontrarse el individuo sin instrumentos ante la nueva situación y
por lo tanto más vulnerable.

El grupo operativo atraviesa tres etapas que Pichón Riviere distinguió de esta
manera:
- Pre-tarea: es el primer momento donde emergen las ansiedades y se
producen mecanismos de disociación entre lo bueno y lo malo, entre los
sentimientos y la acción.
- Tarea: todo el grupo se pone a trabajar. Hay una tarea explícita, que
todo el grupo conoce y por lo tanto se aboca a ella. Y una tarea implícita,
que consistirá en elaborar las ansiedades, analizar las dificultades en el
aprendizaje, aprender a ser y hacer un grupo.
- Proyecto: es una planificación del futuro. Se plantean objetivos que van
más allá del aquí y ahora.

Roles:
Tomando en cuenta al individuo como un ser que está en relación a otros, el rol
es interpretado también en una relación dialéctica, ya que se expresa en
función a un otro. Para Pichón Riviere, el rol es un modelo organizado de
conducta que se da en una red de interacción, ligado a expectativas propias y
de los otros. Esto es que no sólo el rol es interpretado desde lo que los demás
esperan del mismo, sino que el propio individuo lo encarna de acuerdo a sus
propias características y a la tarea que realice. Es el producto dialéctico entre
sujeto, grupo y sociedad.
Pichón Riviere distingue tres tipos de roles dentro del grupo operativo: el
coordinador, el observador y el integrante.
- El coordinador: el aquel que se va a encargar de ayudar a los miembros
del grupo a pensar. Es el que va a ir propiciando desde dentro del grupo,
que lo implícito, lo no dicho, vaya saliendo a la luz. Va a intervenir
ayudando a resolver las dificultades en el aprendizaje grupal, a propiciar
una nueva red de comunicaciones, a trabajar sobre las ansiedades o
miedos básicos que van apareciendo. Su instrumento es el
señalamiento.
- El observador no participante: es el encargado de registrar todo lo que
acontece en el grupo, ya sea expresado verbal o no verbalmente.
Realimenta con su información al coordinador, permitiéndole a éste
realizar los ajustes que sean necesarios para una mejor operatividad del
grupo. Está en una situación de una más amplia percepción, ya que
puede observar situaciones, gestos, murmuraciones que tal vez escapen
al coordinador.
- Integrante: es cada miembro que compone el grupo. A su vez, dentro del
grupo, los integrantes asumen distintos tipos de roles, que pueden ser
rígidos (es decir que siempre ocupan el mismo rol dentro de ese mismo
grupo, pudiendo tener otro distinto en otra situación grupal) o bien
pueden desplazarse o bien subsumirse unos en otros. Pichón distingue
estos cuatro:
• Portavoz: es el que lleva la voz del grupo, en donde se da el juego de
las tres D (es el depositario que se hace cargo de lo depositado
(como las fantasías, ansiedades y necesidades) de los depositantes
(los otros miembros del grupo). Es el vehículo por el cual se
manifiesta lo emergente. Como resultado de la interacción grupal, se
convierte en depositario. Es el más fuerte dinámicamente (y no el
más débil), pues su estructura le permite hacerse cargo de la
enfermedad grupal.
• Chivo emisario: también se da el juego de las tres D, pero para
depositar los aspectos negativos o más atemorizantes del grupo y de
esta manera, preserva la función del liderazgo. Es el culpable de que
el grupo funcione mal. Al recaer en él todas las “culpas” el grupo
mantiene un cierto “equilibrio”. Sobre él se generan los mecanismos
de segregación, esto es que sobre él se ejercen la discriminación y el
distanciamiento.
• Saboteador: es el líder de la resistencia al cambio. Es quien genera
las interferencias que no permiten que el grupo pueda llevar adelante
la tarea grupal.
• Líder: es la persona sobre la cual se depositan los aspectos positivos
del grupo. Define la situación y ordena la acción. Sus características
guardan relación con las características de sus seguidores.
Siguiendo a Kurt Lewin, Pichón Riviere toma algunos tipos de
liderazgo y luego agrega otros más. Estos son:
1) Líder autocrático: es un líder paternalista, que genera
dependencia favoreciendo las conductas estereotipadas. Es
autoritario y no favorece la sociabilidad entre los miembros del
grupo. El rendimiento grupal disminuye en ausencia de este tipo
de líder.
2) Líder democrático: es el que favorece la participación grupal,
genera un buen clima grupal, sabe delegar y escuchar a los
integrantes del grupo. Promueve la motivación y el compromiso
con la tarea. Genera la toma de decisiones entre todos.
3) Líder laissez faire: es el que deja al grupo librado a su propia
suerte. No hay definición de roles ni funciones, no hay una clara
presencia. El grupo se le va de las manos y cuando entra en caos
y confusión, se produce en muchos casos, la destrucción del
grupo.
4) Líder demagógico: este tipo de liderazgo es un falso democrático.
Seduce al grupo, es un hábil manipulador, pero en el fondo es
sumamente autoritario. Cuando es descubierto, se convierte en
un laissez faire y, por consiguiente, es muy probable que el grupo
termine desintegrándose.
5) Líder mesiánico: sus miembros lo toman como el salvador del
grupo. Depositan en él atribuciones y cualidades capaces de
sacar al grupo de la situación en la que está. Se cree que puede
ayudar a todos y resolver cualquier problema. Lo peor es que si
se lo cree, se coloca en una situación de omnipotencia que lo
llevará al fracaso.
Hay mucho más para desarrollar acerca de la Psicología Social elaborada por
el Dr. Enrique Pichón Riviere, pero eso excede el marco del presente ensayo.
Y, para terminar, un párrafo del libro “Psicología de la vida cotidiana” de Pichón
Riviere y Ana Quiroga:

“El contraste que más sorprende al psicoanalista en el ejercicio de su


tarea, consiste en descubrir con cada paciente que no nos encontramos
con un hombre aislado, sino ante un emisario; en comprender que el
individuo como tal no es sólo el actor principal de un drama que busca
esclarecimiento a través del análisis, sino también el portavoz de una
situación protagonizada por los miembros de un grupo social (su familia),
con los que está comprometido desde siempre y a los que ha
incorporado a su mundo interior a partir de los primeros instantes de su
vida”. (1985)
Referencias Bibliográficas

PICHON RIVIERE, Enrique. (1985). El proceso grupal. Del psicoanálisis a la


psicología social (I). Buenos Aires, Argentina; Editorial Nueva Visión

PICHON RIVIERE E. y QUIROGA A. (1985). Psicología de la vida cotidiana.


Buenos Aires, Argentina; Editorial Nueva Visión

PICHON RIVIERE, Enrique. (1985). Teoría del vínculo”. Buenos Aires,


Argentina; Editorial Nueva Visión.

ZITO LEMA Vicente. (1991). Conversaciones con Enrique Pichón Riviera sobre
el arte y la locura. Buenos Aires, Argentina; Editorial Ediciones Cinco.

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