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Las parasomnias son trastornos del comportamiento o conductas anormales que ocurren durante el sueño. Se dividen en tres grupos: parasomnias del despertar como el despertar confusional y la borrachera del sueño; parasomnias asociadas al sueño REM como el trastorno de conducta del sueño REM y la parálisis del sueño aislada; y otras parasomnias como las pesadillas, los trastornos disociativos del sueño y la enuresis nocturna.
Las parasomnias son trastornos del comportamiento o conductas anormales que ocurren durante el sueño. Se dividen en tres grupos: parasomnias del despertar como el despertar confusional y la borrachera del sueño; parasomnias asociadas al sueño REM como el trastorno de conducta del sueño REM y la parálisis del sueño aislada; y otras parasomnias como las pesadillas, los trastornos disociativos del sueño y la enuresis nocturna.
Las parasomnias son trastornos del comportamiento o conductas anormales que ocurren durante el sueño. Se dividen en tres grupos: parasomnias del despertar como el despertar confusional y la borrachera del sueño; parasomnias asociadas al sueño REM como el trastorno de conducta del sueño REM y la parálisis del sueño aislada; y otras parasomnias como las pesadillas, los trastornos disociativos del sueño y la enuresis nocturna.
Las parasomnias son trastornos de la conducta o comportamientos anormales
que tienen lugar durante el sueño. En la segunda edición de la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño se dividen en tres grupos: parasomnias del despertar, parasomnias asociadas al sueño REM, y otras parasomnias. Despertar confusional. Consiste en episodios confusionales que ocurren durante y después del despertar, especialmente cuando se despierta de un sueño profundo en la primera parte de la noche. El individuo presenta desorientación temporoespacial, habla poco fluida y responde de manera lenta a las órdenes o preguntas. Suele existir amnesia de lo ocurrido durante el episodio. En ocasiones se producen conductas inapropiadas. Los episodios repetidos de despertar confusional son comunes en niños menores de 5 años, disminuyendo hasta el final de la infancia. Son poco frecuentes en la edad adulta. También se conoce este fenómeno como borrachera del sueño. Su prevalencia es mayor en los niños y en los adultos jóvenes, y habitualmente desaparecen con la edad. Sonambulismo se inician durante el sueño e implica que el individuo se levante de la cama y camine, Antes de comenzar a caminar, los individuos pueden sentarse en la cama y mirar alrededor de una forma confusa. Además, pueden llevar a cabo otras conductas aprendidas durante la vigilia, e incluso adoptar comportamientos agresivos. Los ojos suelen permanecer abiertos y con sensación de asombro. Durante los episodios, los sujetos se encuentran profundamente dormidos, siendo difícil despertarles del sueño; cuando esto se consigue, suelen encontrarse confusos, y con amnesia de lo ocurrido. Es más frecuente en la infancia, con una prevalencia aproximada de un 17%, y tiende a desaparecer con la edad, siendo la prevalencia en adultos del 4%. No existe un tratamiento etiológico, siendo necesario el adoptar medidas que eviten accidentes Terrores nocturnos Se caracterizan por un despertar brusco precedido por gritos, llantos o sensación de pánico, acompañados de conductas de intenso miedo y signos vegetativos, como taquicardia, taquipnea, enrojecimiento, sudoración y aumento del tono muscular. El individuo no suele responder a los esfuerzos de terceros por despertarlo. En caso de hacerlo suele presentarse confuso durante unos momentos y no suele recordar más que fragmentos del contenido del terror. Es típica la amnesia de lo ocurrido al levantarse por la mañana. Suelen presentarse, como el sonambulismo, en fase de sueño de baja actividad, en el primer tercio de la noche. Tienen una duración de 1 a 10 minutos. Tienen una prevalencia del 3% en los niños y de menos del 1% en los adultos (sobre todo entre 20 y 30 años). Provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral de otras áreas importantes del individuo. Individuos con estrés postraumático o con trastorno por ansiedad generalizada presentan mayor riesgo de terrores nocturnos.
Parasomnias asociadas al sueño REM
Trastorno de conducta del sueño REM. En este tipo de trastorno aparece una repetición con un contenido violento de los ensueños, acompañados de una actividad física violenta, como golpes, chillidos o patadas, proporcional y acorde a las escenas del sueño. Suelen representarse situaciones de lucha o huida y el paciente sueña que es atacado o está inmerso en una escena de violencia con otras personas o animales y el movimiento físico está acorde con las escenas que transcurren durante el ensueño. Como su nombre indica, este trastorno ocurre durante el sueño REM, etapa en la que el sujeto debe experimentar una completa parálisis por la distensión del tono muscular, y a través de la polisomnografía, únicamente es posible revelar la conservación del tono muscular, que es la causa que posibilita la realización de movimientos. La presencia de este trastorno se ha asociado al desarrollo de enfermedades neurológicas degenerativas en un 70% de los caso. Es por este motivo que es importante detectar estos trastornos de una forma precoz consultando con un especialista en trastornos del sueño.
Parálisis del sueño aislada
Consisten en una incapacidad para hablar y realizar cualquier movimiento voluntario con la cabeza, el tronco o las extremidades, debido a una pérdida completa del tono muscular. Los episodios suelen suceder al inicio de las fases de sueño REM o en la transición sueño-vigilia. Pueden durar unos segundos o incluso minutos. Durante los mismos, especialmente si son los primeros episodios, el sujeto puede experimentar intensa sensación de ansiedad, y puede también tener alucinaciones. Pesadillas Son ensoñaciones muy vivenciadas, de contenido desagradable, y que producen una importante sensación de miedo en el sujeto, llegando a despertarle en muchas ocasiones. Ocurren durante la fase REM del sueño, y a diferencia de los terrores nocturnos, predominan en la segunda mitad de la noche y el sujeto suele recordar y es consciente de lo sucedido cuando se despierta. Aunque es muy frecuente en la infancia, los adultos pueden tener también pesadillas de forma ocasional. Otras parasomnias Se incluyen los trastornos disociativos del sueño, la enuresis, la catatrenia o quejido nocturno, el síndrome de explosión cefálica, las alucinaciones del sueño y el síndrome de comida nocturna.