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Albóndigas de pescado en salsa

Autora: Rosa Ardá | Para imprimir, pulsa AQUÍ

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Hola de nuevo. Esta semana ya veis que voy a tope con recetillas nuevas y no hemos hecho
nada dulce :DD Lo tengo reservado…

Hoy me apetecía compartir mi experiencia de hace unos días sobre un tema muy
interesante. Desde que me he hecho mayor, reflexiono más y me he dado cuenta que hay
ciertos temas que tenemos que abordar de una forma u otra a lo largo de nuestras vidas para
ser más felices. El dinero mejor invertido -en mi opinión- es el que gastas en salud mental y
en tener un entorno vital agradable, que nos de estabilidad emocional. Por todo esto la clase
de Escuela de Cocina Telva de hace unos días me llegó mucho.

Hay gente a la que le da vergüenza decir que ha ido a un psicoterapeuta porque aunque ya
nos somos los que éramos, todavía tenemos esos tabúes de que ir a ciertos especialistas es
para personas que “no están bien de la cabeza” y no es cierto. Con el tema de la
inteligencia emocional, pasa lo mismo. Hay gente que cree que es una absoluta tontería
y lo cierto es que es una herramienta maravillosa para conocernos, para ser más
conscientes del porqué y para que hacemos las cosas -entre otras muchas cuestiones- y en
consecuencia para tomar las decisiones correctas y ser más felices. Para hacer lo que
realmente queremos hacer.
Piensa lo que te voy a escribir: Si tu frase de cada mañana empieza por “Tengo que”
(indica una obligación que a veces hace que nos saturemos ¿verdad?, implica actitud
negativa, y estamos tannnn cansados :D), cámbialo por “Quiero” (solo el cambio de una
palabra hace que todo se transforme, la actitud cambia, es positiva y seguro que nos hace
sentir que lo que hacemos es más placentero). Pues esto, amigos, es solo un mínima idea de
como nuestro vocabulario puede cambiar nuestra percepción y experiencias, nuestras
sensaciones. Es un ejemplo muy simple para que os deis cuenta, de que nosotros podemos
transformar nuestro día a día y el de las personas que nos rodean si sabemos manejar
ciertas herramientas. Cómo dijo Olga Cañizares -coaching- “Sé el cambio que quieras ver
en el mundo”. Cambia, si tu quieres claro.

En esta foto de las chicas de Bebestilo.com, se descubre la otra parte de la clase, aquí se
cocina con Sesé San Martín y todo su equipo, por eso el curso se llama “Cocina de la
Felicidad”. Desde luego la mezcla de inteligencia emocional+ ingredientes + alumnos, no
dejan indiferente, cada palabra de Olga tiene más contenido del que en unas horas podamos
asimilar, pero el subidón con el que sales hace que seas capaz de comerte el mundo, aunque
aviso, también remueve conciencias y hace que te conozcas más, con tus virtudes y tus
fallitos :D

La experiencia ha sido más que positiva y os recomiendo sin duda este tipo de actividades.
Hasta las albóndigas nos ha parecido “la leche”, jejejeje. En la escuela las hicimos un poco
diferentes, usamos 400 gr de merluza y 200 gr de gambas, pero da igual, quedan exquisitas
de cualquier manera. De acompañamiento usamos patatas paja pero en casa nos adaptamos
a lo que tengamos…

A mi me gustan las patatas cortadas finitas y bien fritas para que estén crujientes, por
supuesto, fritas en aceite de oliva virgen extra, normalmente uso un picual de Jaén, aunque
últimamente tengo unas cuantas botellas de aceite ecológico gallego, de Abril® y que
también está delicioso. Cualquier aceite bueno -virgen extra- hará que os queden
buenísimas.

Sed felices. Si algún día tenéis la oportunidad de asistir a charlas de inteligencia emocional,
por favor, id. Nuestras madres y padres no tenían esto a su alcance, somos unos afortunados.
Besos mil

4.9 de 30
Albóndigas de pescado en salsa
opiniones
Tipo de receta: Primeros, Pescados
Cocina: Española
Autor: Rosa Ardá
Tiempo de preparación: 15 mins
Cocción: 30 mins
Tiempo total: 45 mins
Raciones: 4
Otra forma de introducir el pescado en las comidas de diario. Albóndigas de pescado que
aceptan todo tipo de ingredientes del mar. Con marisco salen deliciosas.
Ingredientes:

Para las albóndigas:


1 huevo
½ cubilete de perejil picado fresco
40 gr de nata líquida para cocina o para montar (la cantidad de materia grasa a tu
gusto)
6 cucharadas de pan rallado
sal
600 gr de merluza congelada sin piel (descongelado y cortado en taquitos pequeñitos)
Para la salsa:
Una cocotte bajita
Aceite de oliva virgen extra
2 cebollas
1 diente de ajo
2 cucharadas de harina
150 gr de vino blanco
500 gr de caldo de pescado

Preparación:

1. Pon en el vaso de la thermomix todos los ingredientes de las albóndigas


menos el pescado que tendrás que cortar a mano para que no quede hecho una
pasta. Mezcla 10 segundos en velocidad 4.
2. Vierte esta mezcla en un bol y añade el pescado picado (el pescado puede ser
cualquier pescado blanco que te guste y se puede mezclar con gambas, langostinos,
salmón...). Con las manos amasa para que el conjunto se mezcla bien y
puedas formar bolas de albóndigas que luego pasarás por harina. Si te queda
demasiado líquida la mezcla aumenta la cantidad de pan rallado, si se queda al revés,
pon un poco más de nata. Todo dependerá de si has escurrido bien el pescado o
todavía suelta un poco de agua de la descongelación.
3. En una sartén, fríe las albóndigas enharinadas y apártalas a un plato.
Vuelta y vuelta. Solo queremos formar un poco de costra, no necesitamos que se hagan
por dentro ya que luego las acabaremos en la salsa.
4. Usa el aceite de freir la albóndigas -si no está demasiado sucio o quemado de la
harina- para hacer la salsa. Pon en ella la cebolla troceada y rehoga.
5. Añade el ajo finamente picado y rehoga.
6. Ahora por las dos cucharadas de harina y haz el roux. Solo tienes que remover un
par de minutos para que la harina se cocine y luego no sepa a crudo.
7. Incorpora el vino, remueve y deja que reduzca.
8. Ya solo falta que viertas el caldo, dejes cocinar 5 minutos, añadas las
albóndigas y cocines 5 minutos más. Ya las tienes listas :D
9. Puedes acompañar este plato con patatas fritas. Que lo disfrutes

Fotografía en la Escuela de cocina Telva, de Bebestilo.com

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