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ANÁLISIS DEL SECTOR ELÉCTRICO EN

REPUBLICA DOMINICANA

El sector eléctrico en la República Dominicana son los encargados de la


luz eléctrica en el país. Una prolongada crisis eléctrica e ineficaces medidas
correctivas han llevado a un círculo vicioso de apagones habituales, altos costos
operativos de las compañías de distribución, grandes pérdidas (incluyendo robo
de electricidad a través de conexiones ilegales), elevadas tarifas minoristas para
cubrir estas ineficiencias, bajas tasas de cobro de boletas, una significativa carga
fiscal para el gobierno a través de subsidios directos e indirectos, y costos muy
altos para los consumidores, ya que muchos dependen de una electricidad
alternativa autogenerada muy costosa. Según el Banco Mundial, la
revitalización de la economía dominicana depende en gran medida de una
importante reforma del sector.

Capacidad instalada

La generación de electricidad en la República Dominicana está dominada


por plantas térmicas que mayoritariamente funcionan con combustible o gas (o
gas natural líquido) importado. A finales de 2006, la capacidad instalada total
de los servicios públicos era de 3.394 MW, de los cuales el 86% eran de
origen térmico y el 14% hidroeléctrico.
La participación detallada de las diferentes fuentes es la siguiente:

Capacidad Participación
Fuente
instalada (MW) (%)

Turbinas de vapor 606,2 17,9%

Turbinas de gas 572.7 16.9%

Ciclo combinado 804 23,7%

Motores de fuel oil 912 26,9%

Motores diésel 30 0,9%

Hidroelectricidad 469,3 13,8%

Source: Estadísticas de la Superintendencia de Electricidad, 2006

La electricidad total generada en 2006 fue de 10,7 TWh. La generación


experimentó un incremento anual del 7,7% entre 1996 y 2005. Sin embargo,
entre 2005 y 2006 se registró una disminución anual media de aproximadamente
el 10% en el total de electricidad generada.

Expansión planificada

En la actualidad existen planes en el sector privado para la construcción de


dos plantas de carbón de 600 MW: Montecristi y Azua.

También se espera que, para el año 2012, se sumen al sistema de


generación unos 186 MW adicionales de
capacidad hidroeléctrica correspondientes a los siguientes proyectos en
construcción:
Palomino, con 99 MW, en la confluencia de los ríos Yaque del Sur y
Blanco, y

Las Placetas, con 87 MW, que implica una transferencia entre cuencas
desde el río Bao hasta el río Jaguá.

El proyecto hidroeléctrico Pinalito, con 50 MW de capacidad instalada y


localizado en los ríos Tireo y Blanco, está en servicio desde noviembre del
2009.

Fuentes alternativas para autogeneración

En respuesta a la crisis de suministro eléctrico (véase La crisis más abajo),


muchos consumidores optaron por unidades de autogeneración alternativas
como pequeños generadores diésel, sistemas de alimentación
ininterrumpida, queroseno o grandes generadores de electricidad (para grandes
consumidores industriales). Se estima que la capacidad instalada total en 2006
fue de 5.518 MW, lo que significa que la autogeneración representó 2.214 MW,
equivalente al 63% de los 3.394 MW de capacidad instalada total de los
servicios públicos y al 38% de la capacidad instalada total. Los costos asociados
a esta capacidad de autogeneración son muy elevados ya que incluyen la compra
del equipo, su mantenimiento y el combustible. Esto afecta a los sectores
residencial, comercial e industrial. En este último, cerca del 60% de su consumo
eléctrico es autogenerado.

Demanda

La demanda de electricidad en la República Dominicana ha crecido


considerablemente desde inicios de los 90, con un aumento medio anual del
10% entre 1992 y 2003.
El consumo está muy cerca de la media regional con un consumo anual per
cápita de 1.349 kWh en 2003. El total de electricidad vendida en 2005 fue de
3,72 TWh.

La electricidad total generada en 2005 fue de 3,72 TWh.7 La demanda


tiene un suministro limitado (véase La crisis más abajo), lo que a su vez está
limitado por los subsidios (véase subsidios más abajo).

En 2001, la participación de cada sector en la electricidad vendida por las


tres compañías de distribución (EdeNorte, EdeSur y EdeEste) fue la siguiente:

 Residencial: 44%

 Comercial: 10%

 Industrial: 30%

 Público: 16%

Proyección de demanda

Se ha estimado un incremento en la demanda anual de aproximadamente


el 6% en los próximos años.

Acceso a la electricidad

La red de distribución cubre al 88% de la población; se sospecha que el


8% de las conexiones son ilegales. Los planes del gobierno tienen como
objetivo llegar a una cobertura del 95% en 2016.

Calidad del servicio

La calidad del servicio en la República Dominicana ha sufrido un deterioro


constante desde la década de los 80. Apagones frecuentes y prolongados
producidos principalmente por razones financieras (es decir, altas pérdidas del
sistema y bajo cobro de boletas) que además se agravan por factores técnicos
(es decir, inversiones inadecuadas en transmisión y distribución). La baja
calidad del servicio también se caracteriza por grandes y frecuentes
fluctuaciones de voltaje.

Frecuencia y duración de las interrupciones

El sistema de transmisión en la República Dominicana es frágil, está


sobrecargado (aunque al 2010 la construcción de la primera etapa del sistema
de transmisión a 345 kV está en 60%), no puede suministrar energía confiable
y ocasiona apagones en todo el sistema. Es necesario reforzar las líneas de
transmisión este-oeste y norte-sur para poder suministrar electricidad a la
capital y a las regiones del norte, y para transportar la energía desde las nuevas
plantas generadoras de la región oriental.

Pérdidas en distribución

La distribución es el elemento que peor funciona en el sistema energético


del país. Las pérdidas en distribución en la República Dominicana han sido
históricamente elevadas y se han incrementado aún más en los últimos años. En
2005, el porcentaje de pérdidas fue del 42,5%, por encima del 28,5% de 2002.
Estas cifras se encuentran muy por encima del promedio de 13,5% para ALyC.
Una baja calidad del servicio constante y unos precios relativamente altos han
inducido al robo a través de conexiones ilegales y al impago de las boletas de
electricidad. Datos recientes de 2007 demuestran que sólo cerca del 59% de la
electricidad comprada por las compañías distribuidoras es finalmente abonada
por los consumidores (el 88% sería el porcentaje mínimo aceptable para una
compañía de distribución correctamente administrada).
Responsabilidades en el sector eléctrico

Política y regulación

La Comisión Nacional de Energía (CNE) es el organismo a cargo de las


políticas energéticas; una de sus mayores responsabilidades es la elaboración
del Plan Nacional de Energía. La CNE presentó en 2004 el Plan Nacional de
Energía para el período 2004-2015, así como el Indicative Plan of Electricity
Generation (PIEGE) para el período 2006-2020.

La Superintendencia de Electricidad (SIE) es el ente regulador, mientras


que el Organismo Coordinador (OC) fue creado para coordinar el despacho de
electricidad.

La Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE)


es un conglomerado de empresas que reúne a todas las compañías de
generación, transmisión y distribución que pertenecen al gobierno y los
programas oficiales asociados del país. Está compuesta por:

 Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana, EGEHID;

 Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana, ETED;

 Unidad de Electrificación Rural y Suburbana, UERS;

 Programa de Reducción de Apagones, PRA;

 50% de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte, EdeNorte;

 50% de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur, EdeSur; y

 50% del conglomerado público de la Empresa Distribuidora de


Electricidad del Este, EdeEste.
Generación

El 86% de la capacidad de generación se encuentra en manos privadas


(excluyendo la autogeneración) y el 14% es de propiedad pública. La capacidad
de generación está compartida por diferentes empresas de la siguiente manera:

Áreas
Capacidad
Participación geográficas
Empresa de generación
(%) (Norte,
(MW)
Sur, Este)

Haina (privada) 663,3 19,5% N, S, E

Itabo (privada) 630,5 18,6% N, S, E

Hidroelectricidad
469,3 13,8% N, S
(pública)

Productores de
energía independientes 515 15,2% N, S, E
(IPP) (privada)

Unión
FenosaUnión Fenosa 194,5 5,7% N
(privada)

CEPP (privada) 76,8 2,3% N

Trans Capital
116,3 3,4% S
Corporation (privada)
Monte Río
100 2,9% S
(privada)

AES (privada) 555 16,4% E

Metaldom
42 1,2% S
(privada)

Laesa (privada) 31,4 0,9% N

TOTAL 3.394,1

Fuente: Estadísticas de la Superintendencia de Electricidad

Transmisión

El sistema de transmisión, que se encuentra bajo total responsabilidad de


la compañía pública ETED (Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana),
consta de 940 km de líneas de circuito simple de 138 kV que parten radialmente
desde Santo Domingo hacia el norte, el este y el oeste.

Distribución

En la República Dominicana hay tres empresas de distribución. El


gobierno es propietario de dos de ellas, EdeNorte y EdeSur, a través de la
CDEEE (50%) y del Fondo Patrimonial de las Empresas (FONPER). También
controla el 50% de la tercera, EdeEste (el otro 50% pertenece a Trust Company
of the West (TCW), operada por AES Corporation, su comprador original). Las
tres empresas prestan servicio a una cuota de mercado similar.
Recursos de energía renovable

La mayor parte de la generación de electricidad en la República


Dominicana proviene de fuentes térmicas. Sólo el 14% de la capacidad instalada
es hidroeléctrica y, si se toma en cuenta toda la autogeneración térmica, este
porcentaje desciende al 9%. La explotación de otros recursos renovables (es
decir, solar y Energía eólica|eólico) es muy limitada. Sin embargo, se espera
que esta situación se modifique tras la promulgación en mayo de 2007 de la Law
of Incentives to Renewable Energy and Special Regimes (enlace
roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última versión). (ley
nº 57-07). Entre otros incentivos, esta ley establece la financiación, a tasas de
interés ventajosas, del 75% del costo del equipamiento en hogares que instalen
tecnologías renovables para autogeneración y en comunidades que desarrollen
proyectos a pequeña escala (menos de 500 kW).

Hidroelectricidad

El plan de expansión de EGEHID contempla el incremento de 762 MW de


capacidad hidroeléctrica durante el período 2006-2012. Según la CDEEE, la
primera de la nueva serie de represas y plantas hidroeléctricas (Pinalito) es un
"modelo de administración del medio ambiente", ya que sólo 12 familias fueron
reubicadas y se ha realizado una amplia reforestación.13

Eólico

Un estudio realizado en 2001 estimó que la República Dominicana tiene


un potencial de generación eólica de 68.300 GWh por año, lo que equivale a
más de seis veces la producción de energía actual.

Historia Del Sector Eléctrico En R. D.


La situación previa a las reformas

Antes de la reforma de los 90, el sector energético dominicano se


encontraba en manos de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE),
propiedad del estado y verticalmente integrada. Las operaciones de la empresa
se caracterizaron por grandes pérdidas de energía, bajo cobro de boletas y
funcionamiento y mantenimiento deficientes.

Durante los 90, el rápido crecimiento del sector energético reflejó en el


gran crecimiento económico que experimentó el país.

La demanda total de electricidad se elevó a una tasa anual del 7,5% en el


período 1992-2001, mientras que el crecimiento del PIB fue del 5,9%. La
capacidad de generación no era suficiente para cubrir la demanda en los picos,
lo que derivó en constantes restricciones del suministro y apagones masivos de
hasta 20 horas. A mediados de los 90, para solucionar la escasez en la capacidad
de generación, el gobierno animó a varios productores de energía
independientes (IPP, por sus siglas en inglés) a firmar contratos de compra de
energía (PPA, por sus siglas en inglés) con la CDE. Estos contratos, a menudo
interesados y poco transparentes, dieron lugar a unos altos precios para la
electricidad.

En el período 1998-1999, bajo el primer gobierno de Leonel Fernández,


el sector se desagregó y el monopolio público verticalmente integrado de
la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) fue disuelto en una serie de
compañías de generación. Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE
Haina) y EGE Itabo, que operaban las plantas térmicas, fueron privatizadas;
también se crearon y privatizaron tres compañías de distribución: EdeNorte
(Empresa Distribuidora de Electricidad), EdeSur y EdeEste.
Ley de Electricidad de 2001

No se promulgó un marco regulador integral hasta julio de 2001, cuando


se aprobó la Ley de Electricidad (ley nº 125-01) bajo el gobierno de Hipólito
Mejía. Bajo esta ley, la presencia operativa del gobierno en el sector se haría a
través de tres entidades:

 la corporación de servicios públicos antiguamente integrada CDE,


que mantuvo los contratos con los productores de energía independientes
(IPP),

 una empresa de transmisión, Empresa de Transmisión Eléctrica


Dominicana (ETED), y

 una empresa de generación hidroeléctrica, Empresa de Generación


Hidroeléctrica Dominicana (EGEHID).

Se estableció un nuevo conglomerado de empresas, la Corporación


Dominicana de Empresas Eléctricas (CDEE), para que asumiera la propiedad
de ETED y EGEHID, y para que finalmente sustituyera a la CDE. Inicialmente,
el gobierno pensó en transferir sus activos para administrar las empresas como
una inversión bajo un fondo en fideicomiso independiente de las entidades
reguladoras del sector, en lugar de usar su titularidad como instrumento
potencial para las políticas del sector. Sin embargo, este cambio no se realizó.

La Ley de 2001 y sus normas complementarias de 2002 incluyeron la


creación de una agencia reguladora autónoma, la Superintendencia de
Electricidad (SIE). También se creó la Comisión Nacional de Energía (CNE) y
un mercado mayorista bajo la responsabilidad de un Organismo Coordinador.
Desarrollo desde el año 2000

La crisis y renacionalización de las compañías de distribución

La reforma favoreció la instalación de nuevas plantas generadoras,


construidas y financiadas por el sector privado, y la inversión en distribución a
cargo de las empresas privatizadas. Gracias a las nuevas inversiones, entre fines
de 2000 y mediados de 2003, la capacidad efectiva experimentó un aumento del
43%; también se registraron mejoras en la red de distribución. Esto condujo a
la reducción provisional de los apagones y las pérdidas en distribución, y a un
incremento en la eficacia operativa; una combinación que se tradujo en mejoras
en la calidad del servicio. El suministro de energía no atendido disminuyó al
11% de la demanda potencial en 2002, por debajo del 40% de 1991.

En el mismo período, se estima que el déficit de capacidad para afrontar


abiertamente la demanda cayó del 30% al 16%. Sin embargo, el aumento en el
precio del petróleo, la aparición de subsidios generalizados y las interferencias
políticas afectaron negativamente a la salud financiera del sector. En 2003, estas
condiciones desfavorables y una fuerte presión política llevaron al gobierno a
volver a adquirir las acciones de Unión Fenosa en las empresas de distribución
privatizadas EdeNorte y EdeSur. Desde su renacionalización, estas empresas
han experimentado un deterioro en su eficacia operativa.

El sector eléctrico ha permanecido en una crisis sostenida desde 2002,


caracterizada por pérdidas muy elevadas (tanto técnicas como comerciales) y
apagones frecuentes de larga duración. Esta situación derivó en costos
económicos y sociales muy elevados: costos fiscales elevados para el gobierno,
altos costos de producción e incertidumbre para los consumidores industriales
como resultado de las interrupciones en el servicio, altos costos para los
consumidores industriales y residenciales por la generación pública y privada
de energía, y creciente inestabilidad social, incluyendo el incremento en la tasa
de delitos como consecuencia de los frecuentes apagones y los cortes en los
servicios públicos básicos (por ejemplo, hospitales, clínicas y escuelas).
Además, se desalentó la inversión doméstica e internacional, especialmente en
sectores que dependen de un suministro confiable para sus actividades, aunque
muchas instalaciones (como los complejos turísticos) cuentan con fuentes de
energía propias.

Programa de Reducción de Apagones

El Programa de Reducción de Apagones (PRA) fue establecido por el


gobierno en 2001. Inicialmente diseñado para que durara dos años, se ha ido
ampliando para suplir la ausencia de una alternativa para resolver los temas
tratados por este programa. Este programa tiene como objetivo la asignación de
subsidios a los pobres según la distribución geográfica y la realización de
apagones rotativos de forma más organizada. Los barrios más pobres de las
ciudades tendrían un suministro de electricidad de aproximadamente 20 horas
por día a un precio altamente subsidiado por el gobierno y por la empresa de
servicios públicos. Al principio, el PRA fue considerado un éxito. Sin embargo,
la crisis macroeconómica del país, los incentivos perversos que incorpora el
PRA y la deficiente asignación del esquema de subsidios han puesto en riesgo
la continuidad del programa a mediano plazo. La ausencia de una
administración de la demanda, la falta de sistemas de medición del consumo.
las pérdidas constantes, una cultura de impago y la ausencia de incentivos para
que las empresas de distribución solucionen los problemas técnicos hacen que
sea urgente diseñar un nuevo sistema de subsidios y racionamiento como parte
de un enfoque más amplio para solucionar los problemas del sector energético.
Medidas contra el fraude: modificación de la Ley de Electricidad

En el 2002 el gobierno creó el Programa Nacional de Apoyo a la


Eliminación del Fraude Eléctrico (PAEF) (decreto nº 748-02), cuyo principal
objetivo es ayudar a las empresas de distribución en su esfuerzo por eliminar el
fraude.14 Sin embargo, los resultados del PAEF hasta el momento han sido
modestos.15 El avance más serio para combatir el fraude se realizó en 2007 con
la modificación de la Ley de Electricidad. La ley nº 186-07, que modifica a la
ley nº 125-01, convierte en delito el fraude eléctrico (es decir; conexiones
ilegales, impago, etc.), penalizando con multas y/o condenas de prisión a
quienes no la cumplan.

Plan Integral del Sector Eléctrico

En 2006, a petición del Presidente Leonel Fernández, la CDEEE, la CNE


y la SIE diseñaron un Plan Integral del Sector Eléctrico para el período 2006-
2012. Este plan tiene como objetivo alcanzar la autosuficiencia del sector
eléctrico en la República Dominicana. Los principales objetivos del plan son:
lograr que el sector sea financieramente sostenible, reducir los precios de la
electricidad para los consumidores finales y promover el uso eficiente de la
energía. Para el mediano plazo recomienda la renegociación de los contratos
con los generadores, la construcción de plantas a carbón, el desarrollo de planes
de transmisión, el aumento de la capacidad hidroeléctrica, la promoción de
fuentes de energía renovable, una revisión de los subsidios cruzados y el
fortalecimiento de la Superintendencia de Electricidad (SIE).
Tarifas y subsidios

Tarifas

Las tarifas de electricidad en la República Dominicana se encuentran entre


las más altas de la región de América Latina y el Caribe. Esto se debe a diversos
factores: dependencia del combustible importado, frágil ambiente institucional,
dificultades para demandar a grandes deudores morosos, altos precios
negociados inicialmente en contratos de compra de energía con los generadores,
elevados riesgos comerciales a los que hacen frente los generadores, como el
impago o pago atrasado de las empresas de distribución y/o del gobierno, bajo
índice de recuperación de efectivo (CRI, por sus siglas en inglés) y altos costos
operativos en las empresas de distribución.

La política del país de subsidiar de forma cruzada las tarifas residenciales,


con aumentos desproporcionados en las tarifas comerciales e industriales, se
traduce en precios más altos para estos consumidores en comparación con los
residenciales.

Subsidios

Se estima que los subsidios superaron los 1000 millones US$ en 2008, lo
que corresponde a un sorprendente 3% del PIB.19La necesidad de subsidios ha
crecido porque han aumentado los precios del combustible mientras que las
tarifas eléctricas se han mantenido constantes. Los subsidios se canalizan a
través de dos mecanismos principales: el Programa de Reducción de Apagones
y el Fondo de Estabilización de la Tarifa.

El Programa de Reducción de Apagones (PRA) está destinado a las áreas


pobres. Debido a los bajos índices de cobro, estos consumidores han estado
recibiendo electricidad prácticamente gratis desde que se inició el programa.
A los consumidores residenciales que habitan fuera de las áreas del PRA,
y que probablemente no se encuentren entre los más pobres, se les cobra la
electricidad por debajo del costo para consumos inferiores a 700 kWh
mensuales, un límite muy elevado de acuerdo con los estándares
internacionales. Cerca del 80% de los usuarios residenciales de áreas externas
al PRA entran en esta categoría. Este subsidio proviene del Fondo de
Estabilización de la Tarifa (FET), que fue diseñado para reducir el impacto de
los altos precios del combustible. La carga financiera se transfiere en este caso
a las empresas de distribución, que se han visto imposibilitadas de cubrir sus
propios costos en un escenario con precios del combustible en aumento, una
baja eficiencia y una base limitada de clientes a los que se les puede cobrar para
financiar el subsidio cruzado. Esta situación ha forzado al gobierno a
proporcionar al sector más subsidios que los previstos, lo que a su vez se ha
traducido en una menor capacidad para financiar inversiones en otros sectores
clave como la salud y la educación. El gobierno ha comenzado a reducir
gradualmente los subsidios cruzados con el objetivo final de limitarlos a hogares
con un consumo mensual inferior a 200 kWh, lo que se encuentra más cerca de
los límites de electricidad residencial subsidiada de otros países.

Inversión y financiación

El sector eléctrico atrajo una importante cantidad de inversión directa


extranjera (FDI, por sus siglas en inglés) luego de la privatización de las
principales plantas generadoras y empresas de distribución de 1999 y la
subsiguiente expansión de la capacidad de generación.
Generación

Como se indicó anteriormente, la causa principal de la precaria situación


del sector eléctrico en la República Dominicana no es la limitada capacidad de
generación.

Aunque una reducción de pérdidas podría conducir a una solución más


económica de la crisis, hay planes para nuevas inversiones significativas en
capacidad de generación, especialmente hidroeléctrica.

Las empresas privadas de generación recaudan capital en el mercado. Por


ejemplo, en abril de 2007, EGE Haina recaudó 175 millones US$ de capital a
través de bonos a 10 años que tuvieron un nivel de suscripción 10 veces superior
al disponible.

En cuanto a la energía hidroeléctrica, EGEHID ha identificado en su plan


de expansión 2006-2012 nuevos proyectos por un valor estimado de 1.442
millones US$. La construcción de las primeras tres represas (Pinalito, Palomino
y Las Placetas) y de las plantas hidroeléctricas asociadas será financiada
parcialmente a través de un fondo condicionado a la exportación del Banco
Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social (BNDES) de Brasil
aprobado en noviembre de 2006. Los préstamos para los proyectos de Palomino
y Las Placetas suman 152,5 millones US$, mientras que el total de las plantas
se estima en 512,5 millones US$. Ya había sido aprobado anteriormente un
préstamo para el proyecto de Panalito. La financiación adicional la
proporcionarán bancos comerciales como ABN y BNP Paribas.
Transmisión

En el sistema de transmisión existen cuellos de botella que requieren una


solución. El propietario del sistema, la CDE (Corporación Dominicana de
Electricidad), no cuenta con los recursos financieros necesarios para mejorar la
red y la legislación vigente no ha permitido otros mecanismos para movilizar
recursos del sector privado para la transmisión.

La Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) ha trazado un


plan de expansión para la red de transmisión que se ejecutará en el período
2006-2012. Ya se ha obtenido financiación por 284 millones US$ para el
período 2006-2008 y se están negociando otros 80,75 millones US$ adicionales.
Además, se necesitarán 222,5 millones US$ para financiar los proyectos
contemplados en el plan de expansión para el período 2008-2012.

Electrificación rural

El gobierno dominicano afirma tener planes para invertir, a través de la


Unidad de Electrificación Rural y Suburbana (UERS), aproximadamente 1.500
millones RD$ (50 millones US$) en una gran cantidad de proyectos diversos.
Conclusiones
El problema del sector eléctrico no tendrá solución mientras desde el
aparato gubernamental se sigan creando falsos mitos y expectativas para desviar
la atención de los reales problemas que afectan a dicho sector y no se tome la
firme decisión de enfrentar los mismos.

No habrá solución mientras se mantenga un nivel exagerado de pérdidas


totales (diferencia entre energía comprada a los generadores y cobrada a los
usuarios) las cuales son ocasionadas en gran parte por que más de un millón de
usuarios (viviendas, locales) consumen energía y su consumo no es facturado
por carecer de contadores.

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