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Está compuesto por: los revestimientos de fricción (1), unidos por remaches (2) a los
segmentos elásticos, o amortiguadores del revestimiento (3). Estos segmentos elásticos
están a su vez remachados al disco de arrastre (17). Los pernos o remaches tope (6) unen
al disco de arrastre con el contradisco (18). Todo este conjunto se centra sobre el buje
(15), pero gira libremente.
Entre disco de arrastre y contradisco se ubica la brida (19), que si está unida al buje (15).
De esta manera, el torque es transmitido desde los revestimientos al disco de arrastre y
contradisco, y a través de los resortes del amortiguador principal (12 y 13) y los del pre-
amortiguador (10 y 11) a la brida, que está unida al buje, y así llega a la transmisión.
Amortiguadores de torsión
Anteriormente dijimos que en sus inicios, el disco de embrague tenía la sola función de
transmitir el par del motor a la caja, al estar presionado entre placa y volante, pero que
hoy en día, y como consecuencia del desarrollo de la tecnología automotriz, el embrague
había sumado la importantísima función de amortiguar las vibraciones torsionales
generadas en el motor entre otras.
Las masas del volante cada vez más pequeñas y la construcción ligera de vehículos
modernos amplían estos efectos no deseados. Otros factores que influyen negativamente
en la generación de vibraciones torsionales son la construcción de transmisiones cada vez
más livianas, de motores de menor cilindrada y mayor compresión, y el uso de la inyección
electrónica. Así, en la actualidad hay que realizar un ajuste especial para cada vehículo, lo
que ha conducido a una gran variedad de amortiguadores y tipos de construcción.
Tenemos a las tres capas mencionadas en párrafos anteriores. En primer plano podemos
ver al perno o remache tope que une solidariamente al disco de arrastre con el
contradisco. Todo el paquete es arrastrado por el torque del motor sobre los
revestimientos de fricción, pero gira independiente del buje. En medio de éstas, pero
girando concéntricamente, se ubica la brida, unida al buje.
Como el par entregado por el motor no es constante sino que varía instante a instante,
también lo hará la longitud del resorte, que irá comprimiéndose y expandiéndose
continuamente frente a estas variaciones. Ello se reflejará en un giro relativo del paquete
disco de arrastre- contradisco respecto de la brida, según las variaciones de par del motor.
De esta forma, al someter al giro del volante a la acción de los resortes, obtendremos en
el buje un giro más parejo, es decir, amortiguado respecto del que entrega el motor.
Los otros tres tipos van incrementando la solidez del resorte, pero como
contrapartida aumenta su costo, y su peso, influyendo negativamente en la
velocidad de pasaje de cambios.