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El derecho de propiedad de la recurrente está debidamente establecido por la

inscripción del predio Paraje de Chinchipata ante SUNARP, con la Partida


electrónica 07050382. Esta inscripción fue sostenida por un Fallo del Juez de
tierras con fecha del 24 de abril 1980. El asiento D00001 de la partida 07050382
indica el carácter de Patrimonio Cultural del predio, y las cargas y gravámenes
asociadas, derivadas de la la Ley 29286 sobre el Patrimonio Cultural.
Generándose de este modo la posesión mediata en favor de la recurrente.

Por resolución del 11 de setiembre 2009, la agraviada fue nombrada


Administradora Judicial de los bienes de la Sucesión Hugo Orellana Bonilla,
incluyendo el Parage de Chinchipata. (Expediente 2008-0234-0-1506-JRCI-01.)

El ejercicio continuo de la posesión mediata del predio se puede demostrar con


los contratos de arrendamiento y de alquiler de una superficie de 825 m2, y de
guardiania del predio restante donde se ubica el corazón de la obra artística
(aprox. 3 hectáreas), han sido suscritos por el finado Hugo Orellana Bonilla y su
Sucesión con el denunciado Juvenal Huaman Ore desde el año 2002.

Del mismo modo, por el pago continuo del impuesto predial a la Municipalidad
de Ingenio (ver hojas 336 a 395 de la Carpeta Principal); es más, dentro del
marco de la gestion por la Administradora, se he llevado a cabo el monitoreo
del estado del conjunto paisajistico y de las actividades de mantenimiento
realizadas por Juvenal Huaman Ore.

Lo anterior está acreditado por los informes mensuales realizados por Luis Kevin
Perez Alejandro. (Ver declaración del 22 de febrero 2019, alinea 8, y anexo a la
declaración ampliatoria del 12 de julio 2019).

Como se puede apreciar, en sus informes semestrales, la Administradora Judicial


rienda cuenta al Juzgado Civil de Jauja, describiendo, entre otras, las
actividades de gestion y mantenimiento realizadas para el predio de
Chinchipata (ver hojas 645 a 647 de la Carpeta Principal).

De otra parte, tenemos el pedido de una inspección del Ministerio de Cultura


en 2019, tras el desarrollo de una construcción inconsulta por parte de el ex
inquilino Juvenal Huaman Ore.

A la fecha existe potenciales riesgos y daños a la propiedad, los mismos que son
el retiro de los carteles Patrimonio Cultural (ver hojas 673 y 674 de la Carpeta
Principal.

También fallas en el mantenimiento de la obra paisajística: corto de una rama


de quinual y mallezas que fueron consignados en Acta de Inspección del 18 de
Febrero 2019 (ver hojas 395 a 403 de la Carpeta Principal).
Podemos apreciar la realización de una construcción inconsulta de 2 pisos
dentro del Paraje de Chinchipata que es zona clasificada (ver hojas 674 a 677
de la Carpeta Principal).

Existen acciones del Ministerio de Cultura: en su inspección del 4 de diciembre


2018 (mas de 6 meses después de la presunta usurpación), el Ministerio de
Cultura constata la realización de obras inconsultas, y recomienda iniciar un
proceso sancionador. (ver hojas 330 a 333 de la Carpeta Principal).

De otra parte, sobre la figura de poseedor mediato, podemos afirmar que es


quien confirió el título y el poseedor inmediato es la persona que recibió el título
del poseedor mediato. Por ejemplo, y para el caso, en el arrendamiento, el
poseedor mediato es el arrendador y el poseedor inmediato es el arrendatario.

Si bien existe una figura similar, que se llama «servidor» o «tenedor» de la


posesión, que es una persona que actúa bajo órdenes del poseedor, por
ejemplo, un guardián o un peón; sin embargo, aquel no es poseedor ya que
tiene una relación de dependencia con el poseedor y actúa bajo sus órdenes.

En la investigación se ha logrado acreditar que el denunciado Juvenal, a la


fecha es un poseedor precario, de modo que, conforme al artículo 911.° del
Código Civil afirmamos que su ejercicio posesorio se realiza sin título y que, el
que se tenía ha fenecido.

Sobre el artículo en análisis, se hace alusión a la carencia de título o al


fenecimiento del mismo, que no se está refiriendo al documento que hace
alusión exclusiva al título de propiedad, sino a cualquier acto jurídico o
circunstancia que hayan expuesto las partes y que las autorice a ejercer el pleno
disfrute del derecho a la posesión, hechos o actos que se pueden presentar a
través de cualquiera de los medios probatorios que el ordenamiento procesal
admite.

Precisamente, la Corte Suprema estableció como doctrina vinculante lo


siguiente: Una persona tendrá la condición de precaria cuando ocupe un
inmueble ajeno sin pago de renta y sin título para ello o cuando dicho título no
genere ningún efecto de protección para quien lo ostente, frente al
reclamante, por haberse extinguido.

Cuando se hace alusión a la carencia de título o al fenecimiento de este, no se


hace referencia al documento que alude exclusivamente al título de
propiedad, sino a cualquier acto jurídico que autorice a la parte demandada a
ejercer la posesión del bien, puesto que el derecho en disputa no será la
propiedad sino el derecho a poseer. En el caso se aprecia que la Comunidad
campesina de ingenio no era propietaria del bien y desconoce haber otorgado
título alguno que permita acreditar una legítima posesión del denunciado
Ahora bien, la pretensión que se persigue es la restitución del bien inmueble;
para ello es indispensable responder a la interrogante, ¿qué se entiende por
restitución del bien?

Dada la situación problemática, resulta necesario interpretar el artículo 585° del


Código Procesal Civil, puesto que su primer párrafo hace alusión a la restitución
del bien, que se entiende como la entrega del bien.

Sucedía que el denunciado alegaba que no estaba obligado a restituir el


inmueble a la recurrente por la sencilla razón de que no era propietaria y/o
administradora del predio, sino lo era la Comunidad campesina de Ingenio.

Cabe señalar que un conceptos previo es el desalojo, que se encuentra


regulado en el artículo 585.° del Código Procesal Civil y mediante esta
pretensión se exige la restitución del uso del bien. De esta manera, la
legitimación activa la tiene no solo el propietario, sino también el administrador
y todo aquel que considere tener derecho a la restitución del predio.

Respecto a la legitimidad para obrar pasiva, esta es poseída por todo aquel
que ocupa el bien sin acreditar su derecho a permanecer en el disfrute de la
posesión inmediata o que, en todo caso, haya perdido el derecho a poseer.

Nótese que, a diferencia del proceso de reivindicación regulado en el artículo


923.° del Código Civil, en el que el demandante tiene que ser necesariamente
propietario del bien, en el proceso de desalojo, no solo tiene legitimación para
obrar el demandante, sino también el administrador y todo aquel que considere
tener derecho a la restitución de un predio, tal como lo señala el Pleno Casatorio
(Casación 2195-2011, Ucayali).

En el Pleno se estableció como precedente lo siguiente: Interpretar el artículo


585.° del Código Procesal Civil, en el sentido de que «restitución» del bien se
debe entender como ‘entrega de la posesión’ para garantizar que el sujeto a
quien corresponde dicho derecho ejerza el pleno disfrute del mismo,
independientemente de si es propietario o no. Conforme al artículo 586.º del
Código Procesal Civil, el sujeto que goza de legitimación para obrar activa no
solo puede ser el propietario, sino también el administrador y todo aquel que
considere tener derecho a la restitución de un predio. Por otra parte, en lo que
atañe a la legitimación para obrar pasiva, se debe comprender dentro de esa
situación a todo aquel que ocupa el bien sin acreditar su derecho a
permanecer en el disfrute de la posesión, porque nunca lo tuvo o porque el que
tenía ha fenecido.

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