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CASTILLO TAPIA CON ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE OVALLE.

MATERIA: Despido incausado, indebido o improcedente; cobro de prestaciones e


indemnizaciones laborales.
RIT N° O-20-2015

Ovalle, a siete de septiembre de dos mil quince.


VISTO, OIDO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, compareció en estos autos don Juan Pablo Corral Gallardo,
abogado, domiciliado en calle Libertad N° 555, Ovalle, en representación
convencional de don LUIS GUILLERMO CASTILLO TAPIA, cédula de identidad N°
6.315.007-K, Profesor de Estado en Historia y Geografía, domiciliado en Victorino
Lastarria N° 335, Villa Educación, Ovalle; deduciendo demanda laboral en
procedimiento de aplicación general en contra de la ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE
OVALLE, persona jurídica de derecho público, RUT Nº 69.040.700-0, representada
por don Claudio Fermín Rentería Larrondo, Alcalde, ambos domiciliados en calle
Vicuña Mackenna N° 441, Ovalle; para que en definitiva se declare incausado o en
subsidio improcedente, injustificado o indebido el despido del cual fue objeto su
representado y se condene a la demandada a hacerle pago de las indemnizaciones
y demás prestaciones que demanda, solicitando se declare al efecto que:
1.- Existió una relación laboral bajo vínculo de subordinación y dependencia
entre el actor y la demandada
2.- Dicha relación laboral estuvo vigente desde el 1 de octubre de 2009 hasta
el 28 de febrero de 2015, fecha en que se produjo el despido, y que el referido
despido es incausado, o en subsidio, improcedente, injustificado o bien indebido.
3.- Se condena a la demandada a pagar al actor las siguientes
indemnizaciones y prestaciones laborales:
a) Recargo legal del artículo 168 del Código del Trabajo correspondiente al 50
% de la indemnización por años de servicios, equivalente a $ 5.863.977.-, si se
determinare que el despido es incausado o carente de causa legal. En subsidio,
aplicar un recargo del 30 % en caso de establecerse que el despido es
improcedente, lo que equivale a la suma de $ 3.518.386.-; o en subsidio el recargo
legal que se determine conforme al mérito del proceso.
b) Indemnización sustitutiva del aviso previo por la suma de $ 1.954.659.-
c) Indemnización adicional o complementaria del artículo 87 del Estatuto
Docente, por la suma de $ 23.455.908.-, equivalente al total de las remuneraciones
que al actor le corresponderían por el período académico 2015 (desde el 1 de
marzo de 2015 al 28 de febrero de 2016).
d) En subsidio de la indemnización anterior, se condene a la demandada al
pago de aquella establecida en el inciso final del artículo 73 del Estatuto Docente,
equivalente a $ 651.553.-
e) Intereses, reajustes y costas de la causa.
g) En subsidio de todo; se condene a la demandada al pago de las
prestaciones laborales que arroje el mérito del proceso, más intereses, reajustes y
costas.
SEGUNDO: Que, el actor fundó sus pretensiones en las consideraciones de
hecho y derecho que señaló; exponiendo al efecto que ingresó a prestar servicios
para la demandada con fecha 01 de octubre de 2009, a fin de cumplir funciones
como Director del Liceo Estela Ávila Molina de Perry. Se trató del cumplimiento de
funciones bajo la dirección y supervisión de la Municipalidad de Ovalle que es la

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sostenedora del referido establecimiento. En dicha virtud recibía órdenes, el pago
de un estipendio fijo en dinero llamado remuneración (por la suma de $
1.954.659.-) y cumplía una jornada de trabajo de 44 horas semanales distribuidas
de lunes a viernes. Dicha relación laboral se extendió por 5 años y fracción superior
a 6 meses ya que fue despedido y luego separado de sus funciones a contar del 28
de febrero de 2015.
En lo referente al término de su relación laboral, indicó que con fecha 24 de
febrero de 2015, recibió vía correo una comunicación que le informaba que su
relación laboral concluía el día 28 de febrero de 2015. El tenor de aquella
comunicación era el siguiente: “ILUSTRE MUNCIPALIDAD DE OVALLE.
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN SECCIÓN DE PERSONAL. OFICIO.: N° 0322/2015.
MAT.: Comunica Termino de Relación laboral. OVALLE, 23 de febrero de 2015. DE :
SERGIO GALLEGUILLOS ALVAREZ ALCALDE (S) COMUNA DE OVALLE A : LUIS
GUILLERMO CASTILLO TAPIA DIRECTOR (S) LICEO ESTALA AVILA MOLINA DE PERRY
Junto con saludarle cordialmente, por el presente informo a usted lo siguiente: El
concurso para proveer el cargo de Director de establecimiento en el cual usted
permaneció por el periodo determinado en el respectivo nombramiento como
titular ganador del concurso respectivo, hasta el día 01 de octubre de 2014, ha
concluido con fecha 6 de febrero de 2015.- Como es de su conocimiento, desde el
pasado mes de octubre de 2014, usted fue designado en calidad de suplente
transitorio en el cargo, hasta el resultado del concurso llamado para proveer el
cargo en calidad de titular y/o hasta el día 31 de diciembre de 2014, luego se
extendió dicha designación transitoria hasta el resultado del concurso, y/o hasta el
día 28 de febrero de 2015.- En nuestra calidad de sostenedor del establecimiento
educacional, en uso de las facultades contenidas por el art. 2° Transitorio de la Ley
20.501, habiéndose dispuesto el término de la relación laboral a contar del 28 de
febrero de 2015, tiene los derechos contenidos en la norma citada, esto es, a la
indemnización establecida en el antiguo artículo 73 del Estatuto Docente.- Sus
cotizaciones previsionales se encuentran al día, su finiquito y el cheque de pago
correspondiente se encontrara a su disposición a contar del día 06 de marzo de
2015.- Agradeciendo su aporte a la educación comunal, se despide cordialmente,
SERGIO GALLEGUILLOS ALVAREZ ALCALDE (S)."
Luego, explicó que su despido es incausado, en subsidio improcedente o
indebido, básicamente por cuanto:
a) La demandada no pudo hacer uso de lo dispuesto en el artículo 2°
Transitorio de la ley 20.501 (de fecha 26 de febrero de 2011) para desvincular al
actor, puesto que éste no ingresó a prestar sus servicios en virtud de la referida ley
sino que lo hizo conforme al Código del Trabajo, en virtud de la relación laboral que
data del año 2009. Debiendo tenerse presente además lo dispuesto en el artículo 9
inciso 1° del Código Civil (La ley solo puede disponer para lo futuro y no tendrá
jamás efecto retroactivo) y en el artículo 22 de la ley sobre efecto retroactivo de las
leyes, que señala que a los contratos se les aplican las leyes vigentes a la fecha de
su celebración; por lo que se concluye que la demandada carecía de la facultad de
aplicar al actor lo dispuesto en el artículo 2° Transitorio citado, lo que determina
que el despido sea improcedente, o en subsidio injustificado o indebido.
b) La carta no contiene la exposición de alguna causa legal que permita
fundar un despido; siendo que las causales aplicables a los docentes se encuentran
en el artículo 72 de la ley 19.070 (Estatuto Docente), y supletoriamente en el
Código del Trabajo.
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c) La carta de aviso de termino de relación laboral no contiene la
exposición de ningún hecho que sea constitutivo de alguna de las causales de
termino de contrato laboral que se contengan o en el Estatuto Docente (artículo 72
de la ley 19.070) o en el Código del Trabajo (artículos 159, 160 y 161), de modo que
el despido del actor es improcedente, o en subsidio, injustificado o indebido.
De esta manera, siendo incausado o improcedente el despido del actor
corresponde que la demandada deba ser condenada a pagarle su indemnización
por años de servicio, recargo legal, la indemnización complementaria o adicional y
en subsidio de ésta la indemnización contemplada en el artículo 73 de la ley 19.070,
más la indemnización sustitutiva del aviso previo.
En relación a la indemnización por años de servicios, hizo presente que la
demandada le pago una indemnización por años de servicios equivalente a 5 años y
fracción superior a 6 meses por la suma de $ 11.727.954.-, a través de cheque SERIE
DP 2061123 de la cuenta corriente N° 13309000018, entregado el día 19 de marzo
de 2015, por lo que este concepto está pagado.
En relación al recargo legal del artículo 168 del Código del trabajo, a la
indemnización por años de servicio deberá aplicarse un recargo del 50 %,
equivalente a $ 5.863.977.- en caso de determinarse que el despido del actor es
incausado o carente de causa legal. En subsidio, deberá aplicarse un recargo del 30
% en caso de establecerse que el despido es improcedente, lo que equivale a la
suma de $ 3.518.386.-.
Respecto de la indemnización adicional o complementaria del artículo 87 del
Estatuto Docente, la demandada debe ser condenada a pagar al actor todas las
remuneraciones que le hubieran correspondido por todo el año lectivo o
académico 2015 (marzo 2015 - febrero 2016), por cuanto el aviso de despido no le
permite exonerarse de su pago, porque para que ello ocurra se debe cumplir con
ciertos requisitos legales y reglamentarios como lo son: 1) Hacer efectivo el despido
el día anterior al primero del mes en que se inician las clases en el año escolar
siguiente; y, b) El aviso de tal desahucio sea otorgado con no menos de sesenta días
de anticipación a ésta misma fecha. En la especie, la demandada no ha cumplido
con las formalidades que le habrían permitido exonerarse del pago de la
indemnización adicional o complementaria, debido a que, el aviso de termino de
contrato laboral solo lo comunicó por escrito el día 26 de febrero de 2015, en
circunstancias que el año escolar comenzó con el ingreso de docentes el día 2 de
marzo de 2015, según consta en la resolución exenta N° 000017 del 8 de enero de
2015 del Ministerio de Educación. Así, considerando que el año escolar comenzó el
2 de marzo de 2015, el aviso de término de contrato de trabajo debió ser
comunicado al actor a lo menos 60 días anteriores al día 01 de marzo de 2015, lo
que no ocurrió en la especie. Además, el aviso que debía enviarse en el plazo
señalado debía ajustarse a la ley, esto es, a lo que dispone el artículo 162 del Código
del Trabajo, explicando causal legal y hechos en los que se funda. Además, debe
tenerse presente que conforme lo ordena el artículo 21 del Estatuto Docente, la
dotación docente de cada establecimiento de educación municipal debe quedar
fijado a más tardar el día 15 de noviembre de cada año, de modo que el aviso
extemporáneo entregado por la demandada ha causado un perjuicio al actor, por
cuanto lo ha privado de la posibilidad de buscar un nuevo trabajo.
Acerca de la indemnización contemplada en el inciso final del artículo 73 del
estatuto docente, citando la norma, señaló que es plenamente procedente su pago,
determinándose su monto en la suma de $ 651.553.-.
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finalmente expuso que la declaración de despido incausado, o en subsidio
improcedente, injustificado o indebido se fundamenta en lo dispuesto en el artículo 168 del
Código del Trabajo (El trabajador cuyo contrato termine por aplicación de una o más de las
causales establecidas en los artículos 159, 160 y161, y que considere que dicha aplicación es
injustificada, indebida o improcedente, o que no se haya invocado ninguna causal legal, podrá
recurrir al juzgado competente, dentro del plazo de sesenta días hábiles, contado desde la
separación, a fin de que éste así lo declare.).
TERCERO: Que, la demandada Ilustre Municipalidad de Ovalle, representada
por su alcalde don Claudio Rentería Larrondo, a través de su apoderado, el abogado
don Claudio Ardiles Araya, contestó la demanda solicitando su rechazo con costas.
Fundando la contestación, expuso que efectivamente el actor ingresó a
prestar servicios a favor de la Municipalidad de Ovalle, en virtud de la ley 19.070,
en conformidad a lo dispuesto en Decreto N° 2502 de fecha 9 de septiembre de
2009, por medio del cual fue nombrado como Director Titular del Liceo "Estela Ávila
Molina de Perry", estableciéndose como fecha de inicio de la relación el día 01 de
noviembre de 2009, señalándose en el mismo acto como fecha de término para
dicho nombramiento el día 1 de octubre de 2014.
Indicó que a partir del día 02 de Octubre de 2014, y en virtud de
nombramiento efectuado mediante Decreto N°4309, de fecha 01 de Octubre de
2014, el demandante comenzó a ejercer funciones como Docente Directivo
Suplente en el Liceo ya señalado, estableciéndose como fecha de término el día 31
de Diciembre de 2014 o, en forma alternativa, el término del concurso de Director
para el cargo. Llegada la fecha recién señalada, y no habiendo aún concluido el
concurso para proveer el cargo de director que en calidad de suplente cubría el
demandante, se optó por no hacer valer el plazo fijado, y se decidió esperar el
cumplimiento de la condición, esto es, el resultado del llamado a concurso; para no
perjudicar al docente. Luego, se extendió este nombramiento en calidad de
suplente a partir del día 01 de Enero de 2015 hasta la resolución del Concurso
Público para el nombramiento del cargo de Director Titular del aludido
Establecimiento y/o hasta día 28 de Febrero de 2015, conforme se desprende del
Decreto N° 445 de fecha 19 de Febrero de 2015, de la Ilustre Municipalidad de
Ovalle, a través del cual la Municipalidad de Ovalle, prolongó el nombramiento en
orden a extenderle el contrato hasta el día 28 de febrero de 2015, ya que se optó
nuevamente por no hacer uso de la condición alternativa "término del concurso de
director" ya que el concurso de director para el Liceo Estela Ávila Molina de Perry
terminó el día 06 de Febrero de 2015, día en que pudo haberse ya materializado la
desvinculación, siendo esto una nueva manifestación de la buena fe con la cual se
procedió con el actor, incluso, en contra de lo resuelto mediante la Jurisprudencia
Administrativa de la Contraloría General de la República, Dictamen N° 21.647, de
fecha 10 de Abril de 2013, que dispuso que no resulta procedente nombrar en
calidad de reemplazante a los Directores de Establecimientos Educacionales, por
cuanto el espíritu de la Ley N° 20.501 es precisamente propender la rotación en el
cargo que ostentaba el actor.
Luego, indicó que el actor prestó servicios bajo vínculos que revistieron
distintas naturalezas jurídicas en concordancia con lo expuesto en los artículos 25
de la Ley N° 19.070 y 69 del Decreto Supremo N° 453 de 1991, de Educación, que
aprueba el Reglamento de dicha ley, que disponen que los profesionales de la
educación al ingresar a una dotación docente pueden hacerlo en calidad de
titulares o de contratados, siendo titulares los profesionales de la educación que se
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incorporan a una dotación docente previo concurso público de antecedentes y
contratados aquellos que desempeñan labores docentes transitorias,
experimentales, optativas, especiales o de reemplazo de titulares.
Explicó que como el mismo actor admite, fue Director Titular del Liceo Estela
Ávila Molina de Perry desde el año 2009 a 2014, distinguiendo el estatuto docente,
que la naturaleza jurídica de los profesionales contratados y los titulares son
distintas, así lo establece el artículo 85 del reglamento del estatuto docente, al
señalar que "Las vacantes para ejercer el cargo de director serán provistas
mediante concurso público de antecedentes y oposición y el nombramiento o
designación tendrá una vigencia de cinco años.”
Señaló que el actor ganó el concurso público e ingresó en calidad de titular al
cargo de Director del Liceo Estela Ávila Molina de Perry con fecha 1 de octubre de
2009, nombramiento que se extendió hasta el día 1 de octubre de 2014, según
Decreto N° 2.502 de fecha 09 de Septiembre de 2009.
Respecto del término de la relación laboral; expuso que con fecha 1 de
octubre de 2014 se cumplió el plazo de cinco años por el que se extendía el
nombramiento en calidad de titular del actor en el cargo de Director del Liceo
Estela Ávila Molina de Perry, pudiendo ponerse término inmediato a la relación
laboral. En cambio, señaló que se optó por extender dicho nombramiento,
designando al actor a contrata en calidad de Director Suplente Transitorio, fijando
como fecha para el término del nombramiento el día 31 de diciembre de 2014 o el
resultado de llamado a concurso. Llegado el plazo se optó por hacer uso de esta
última condición alternativa, la que se verificó el día 06 de Febrero de 2015, fecha
en la que concluyó el concurso (declarándose desierto) procediendo a nombrar en
calidad de Director Suplente Transitorio a doña María Susana García Galleguillos,
manteniendo empero al actor en el cargo hasta el 28 de Febrero de 2015, para no
perjudicarlo. Así, con fecha 23 de Febrero de 2015, mediante Decreto N° 462, se
puso término a la relación laboral del actor en virtud de lo dispuesto en el artículo
2° Transitorio de la Ley N° 20.501. Mediante Oficio N° 0322/2015, de fecha 23 de
Febrero de 2015, la Ilustre Municipalidad de Ovalle procedió a informar al actor de
la circunstancia anterior (el término de su relación laboral).
Relató que, con fecha 06 de Marzo de 2015 se pagó al actor una
indemnización equivalente a la suma de $ 11.727.954.- (que el propio actor calculó
y proporcionó al Departamento de Educación), calculada a partir de las últimas
remuneraciones percibidas durante el lapso por el cual ejerció funciones Directivas
en calidad de suplente, teniendo presente que lo pertinente era el cálculo de la
referida indemnización a partir de las remuneraciones percibidas durante el
periodo por el cual se desempeñó como Director Titular, de manera tal que el
monto real de la indemnización correspondía a la suma de $ 9.316.255.-
procurándose al proceder de beneficiar al docente.
Acerca de la improcedencia de la demanda; indicó que:
a) Respecto de no ser procedente la aplicación en la especie de lo
preceptuado en el artículo 2° Transitorio de la ley N° 20.501: Debe considerarse que
el actor ha mantenido una relación laboral con la demandada en virtud de diversos
nombramientos, en calidad de titular y reemplazo, los cuales se rigen por lo
estatuido en el Estatuto Docente y cuerpos legales que lo modifican, lo anterior
conforme el artículo 1° de dicho Estatuto; ello en concordancia con los Decretos
expedidos por la Ilustre Municipalidad de Ovalle que señalan expresamente que los

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nombramientos del actor se efectuaron en virtud de las normas contenidas en la
Ley N° 19.070.
Reiterando, señaló que los profesionales de la educación al ingresar a una
dotación docente pueden hacerlo en calidad de titulares o de contratados; de lo
que se desprende que las funciones que desempeñó el actor desde el día 2 de
octubre de 2014 hasta el día 28 de Febrero de 2015, lo fueron en calidad de
contratado (por ser éstas transitorias, experimentales, optativas, especiales o de
reemplazo de titulares).
b) Respecto de la supuesta falta de exposición de causa legal que permita
fundar el despido: Debe considerarse que el despido se produjo por el término del
período de contratación en el contexto de haberse realizado ésta en cuanto el actor
resultó ganador del concurso de Director efectuado en el año 2009; causal que de
acuerdo al Estatuto Docente, no establece formalidad alguna para los efectos de
que se trata, y así, la demandada no habría estado obligada a dar aviso previo al
docente para la aplicación de la referida causal, de manera tal que la comunicación
de fecha 23 de Febrero de 2015 -recibida por el actor con fecha 25 de Febrero del
presente-, no cumple la función de ser una carta de aviso previo que se regule en el
artículo 162 del Código del Trabajo; más si se tiene presente el hecho que las
causales por las cuales debe cumplirse con la obligación de aviso previo son
taxativas y no pudiendo pretenderse por el actor agregar causales que no están
contempladas en el artículo 162 del mentado Código. Al efecto, citó como
antecedente el Ordinario N° 1657/0081, de fecha 08 de Mayo de 2001, de la
Inspección del Trabajo el cual expresaría: "...el cese de la relación laboral, en la
situación en análisis se produce por el término del período de contratación y, por
otro lado, que respecto de dicha causal el Estatuto Docente, cuerpo legal que regula
expresamente la terminación del contrato de trabajo de los docentes del sector
municipal, no establece formalidad alguna para los efectos de que se trata, posible
es sostener que la Corporación Municipal no se encontraría obligada a dar aviso
previo al docente para la aplicación de la referida causal. En nada altera la
conclusión anterior la circunstancia que el Código del Trabajo, contemple en su
actual artículo 162 la obligación de dar aviso previo del término del contrato de
trabajo por vencimiento del plazo dentro de los tres días hábiles siguientes a la
separación del trabajador, toda vez que dicho cuerpo legal no resulta aplicable
supletoriamente en la especie, al tenor de lo expuesto en el artículo 71 de la Ley N°
19.070.”.
Expuso que la comunicación enviada al actor señala expresamente los
hechos y circunstancias en virtud de las cuales se procede a su desvinculación,
basándose en lo preceptuado en el artículo 2° Transitorio de la ley 20.501; actuar
que además estaría refrendado por una Jurisprudencia Administrativa de la
Contraloría General de la República, expresada en Dictamen N° 69.354, de fecha 07
de Noviembre de 2012, que señala que se reserva a la discrecionalidad
administrativa del ente sostenedor del Establecimiento la facultad de desvincular al
docente cumplidas sean las circunstancias contempladas en la norma del artículo 2°
Transitorio en cuestión: “...siguiendo con el tenor del artículo 2° transitorio de la Ley
N° 20.501, es dable señalar que al cumplirse el plazo por el cual fue nombrado el
jefe de dicho departamento, por mandato legal se produce la desvinculación laboral
de ese cargo directivo, momento a partir del cual el sostenedor debía hacer uso,
discrecionalmente, de las facultades alternativas que consagra la ley...".

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Señaló que, por lo dicho, no existía para la demandada la obligación de
otorgar aviso previo al actor para desvincularlo por no resultar aplicable al presente
caso lo dispuesto en el artículo 162 del Código del Trabajo, por existir una norma
especial que regula la situación de los docentes contratados a plazo fijo como
ocurre en la presente causa, cual es el artículo 71 de la Ley N° 19.070; agregando
que la comunicación referida, que no tiene la naturaleza jurídica de carta de aviso
previo, contempla los hechos y la causal en virtud de la cual se procedió al cese del
vínculo laboral. Agrega que el actor siempre tuvo cabal conocimiento de que su
nombramiento en calidad de contratado transitorio para servir como director
suplente, duraba sólo hasta que terminara el concurso para proveer el cargo en
calidad de titular, puesto que de otro modo se le habría desvinculado al término del
plazo de cinco años, lo que le hubiese impedido percibir sueldos durante los meses
de Octubre de 2014 hasta el mes de Febrero de 2015; siendo ello prueba de que
siempre se tuvo la intención de no perjudicar al actor, cuestión que fue conversada
con él y también con cada uno de los directores salientes, en reunión verificada con
el Alcalde a la fecha en que se cumplió el plazo de cinco años por el cual fue
nombrado como titular.
Explicó que debe considerarse lo que dispone el inciso 1° del artículo 75 de la
ley 19.070 en cuanto expresa que el hecho de que el profesional de la educación
reciba parcial o totalmente la indemnización a que se refieren los artículos 73 y 73
bis, importará la aceptación de la causal, sin perjuicio de su derecho a reclamar las
diferencias que estime se le adeudan; y, por ende, sólo podría ser materia de
discusión en este juicio la diferencia en su indemnización que alega el actor.
Estimándose además que, conforme lo dispone el inciso segundo del artículo 75
citado, lo que debería pedirse en autos es la reincorporación del actor a sus
funciones, no siendo entonces procedente la acción en la manera propuesta.
Respecto de la procedencia de las indemnizaciones demandadas; expuso lo
siguiente:
a) Las indemnizaciones reclamadas resultan improcedentes por cuanto
la ley 19.070 no exige la existencia de una carta de aviso previo para proceder al
despido del docente en virtud de la causal esgrimida por la demandada, en especial
tomando en consideración el hecho que ya le ha sido pagada íntegramente la
indemnización contemplada en el artículo 73 de dicha ley. Sobre dicho pago, indicó
que habiéndose producido el término del plazo de cinco años al día 1 de octubre de
2014, existió duda acerca de si correspondía considerar como base de cálculo la
última remuneración de este periodo de cinco años (septiembre de 2014, por $
1.870.513.-) o la del mes de Febrero de 2015, por $ 1.954.659.-, última
remuneración en calidad transitoria. Ante la duda se usó la remuneración más alta
realizándose por tanto la interpretación más conveniente al trabajador, aplicando el
principio indubio pro operario, y actuando de buena fe.
b) En cuanto al recargo legal del artículo 168 del Código del Trabajo; éste
no resulta procedente por cuanto el cese de la relación laboral no se produjo en
virtud de las causales establecidas en los artículos 159, 160 y 161 de dicho cuerpo
legal, sino en virtud del artículo 2° Transitorio de la ley 20.501, normativa especial
que faculta al sostenedor para, de manera discrecional, desvincular a los Directores
de Establecimientos Educacionales.
c) En cuanto a la indemnización del artículo 87 del Estatuto Docente; no
resulta aplicable toda vez que la desvinculación no se ha producido en virtud de
alguna de las causales contempladas en el artículo 163 del Código del Trabajo, sino
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conforme lo estatuido en el artículo 2° Transitorio de la ley 20.501 que modificó la
Ley 19.070, norma plenamente aplicable al vínculo laboral que existía entre las
partes. Además, no resulta procedente la emisión de una carta de aviso previo en
este caso, tal como lo ha expuesto la Inspección del Trabajo mediante Ordinario N°
1657/0081, de fecha 08 de Mayo de 2001, esto en consideración a que el Estatuto
Docente no contempla la exigencia del mentado aviso previo, de forma tal que al no
ser este requerido, malamente podría resultar aplicable la indemnización regulada
en el artículo 87 del precitado cuerpo legal. Sin perjuicio de lo anterior, igualmente
la demandada comunicó al actor su desvinculación exponiendo claramente los
fundamentos de hecho y de derecho en los cuales se sustentó.
d) Respecto de la indemnización reclamada de forma subsidiaria; no
resulta aplicable por cuanto ya ha sido pagada la indemnización a la cual tenía
derecho el actor conforme al artículo 73 de la ley 19.070, siendo calculada de la
manera más favorable posible para éste.
e) Por otro lado, la indemnización por falta de aviso previo es inaplicable
e incompatible con el despido en cuestión toda vez que no se requiere de la carta
de aviso para proceder a la desvinculación del docente en virtud de lo preceptuado
en el artículo 2° transitorio de la ley 20.501.
CUARTO: Que, en audiencia preparatoria celebrada con fecha 19 de junio de
2015, se llamó a las partes a conciliación a fin de poner término anticipado a la
presente causa, la que no se produjo; estableciéndose como hechos no discutidos
entre las partes, los siguientes:
1. Base de cálculo de las indemnizaciones por un monto de $ 1.954.659.-
2. Que se puso término a la relación laboral del actor con fecha 28 de
febrero de 2015, mediante carta que estaba fechada 23 de febrero de 2015 y
notificada con fecha 24 de febrero de 2015.
3. Que la relación laboral de las partes de este juicio se inició con fecha
01 de octubre de 2009.
En tanto que, recibida la causa a prueba, fueron fijados como hechos a
probar los siguientes:
1. Efectividad de haber cumplido la demandada con las formalidades del
término de la relación laboral con el actor. Procedencia de dichas formalidades.
QUINTO: Que, la audiencia de juicio fue llevada a efecto el día 20 de agosto
de 2015 con la presencia de ambas partes. Se rindieron las siguientes probanzas
según consta del registro respectivo:
I.- PRUEBA DE LA DEMANDADA.
A.- DOCUMENTAL:
1. Decreto N° 2502 de fecha 09 de septiembre de 2009. Documento por
el cual se designa al actor como integrante de la Dotación Docente Municipal, en
calidad de titular, en el cargo de Director del Liceo Estela Ávila Molina de Perry;
desde el día 1 de octubre de 2009 y hasta el día 1 de octubre de 2014.
2. Decreto N° 462, de fecha 23 de febrero de 2015, mediante el cual se
dispone el término de la relación laboral en su calidad de Director del
Establecimiento Liceo Estela Ávila Molina, a don Luis Guillermo Castillo Tapia, en
virtud de lo dispuesto en el artículo 2° transitorio de la ley 20.501, a contar del día
28 de febrero de 2015.
3. Oficio N° 322, de fecha 23 de febrero de 2015 suscrito por don Sergio
Galleguillos Álvarez, Alcalde (S) comuna de Ovalle, dirigido al actor; comunicando el
término de la relación laboral, en virtud de lo dispuesto en el artículo 2° transitorio
de la ley 20.501, a contar del día 28 de febrero de 2015

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4. Decreto de pago N° 462, de fecha 17 de marzo de 2015, a través del
cual se dispone el pago de la suma de $ 11.727.954.- por concepto de término de la
relación laboral a don Luis Guillermo Castillo Tapia.
5. Decreto N° 445, nombramiento de personal suplente de fecha 19 de
febrero de 2015, en donde se nombra a don Luis Guillermo Castillo Tapia, en
calidad de suplente transitorio como director en el Liceo Estela Ávila Molina de
Perry, desde el 01 de enero de 2015 al 28 de febrero de 2015 y/o hasta resolución
del concurso.
6. Oficio Ordinario N° 1220, de 22 de octubre de 2009, enviado por la
alcaldesa de la época doña Marta Lobos Insulza a la Contraloría General de la
República, con nombramiento de don Luis Guillermo Castillo Tapia, en el cargo de
director como ganador de concurso público.
7. Decreto N° 2190, de fecha 06 de febrero de 2015, por medio del cual
se declara desierto el concurso público para proveer el cargo de Director del Liceo
Estela Ávila Molina, suscrito por el Alcalde don Claudio Rentería Larrondo.
8. Decreto N° 4309, nombramiento de personal suplente, de fecha 01
de octubre de 2014 y se nombra a don Luis Guillermo Castillo Tapia, como Director
Suplente, en calidad de suplente transitorio, desde el 02 de octubre de 2014 al 31
de diciembre de 2014 y/o llamado a concurso.

B.- TESTIMONIAL:

1. Hilda Alejandra Silva Araya, dependiente; quien advertida de las


penas del falso testimonio en juicio e interrogada legalmente, expuso en esencia lo
siguiente: Soy la encargada de remuneraciones del departamento de educación
municipal. Al demandante se le comunicó su despido en el mes de febrero de 2015 y
se le pagó una indemnización según consta en los decretos de pago del
departamento. Para ese pago se consideró el periodo en que él estuvo como
Director en el Liceo Estela Ávila Molina de Perry, fue por años de servicio. Trabajó
cinco años, se le pagaron once millones setecientos veintisiete mil y fracción, se le
consideraron 5 años 11 meses para el finiquito, además se le consideró el año que
ejerció como coordinador pedagógico del Departamento, pero hubo una laguna. El
primer cálculo que se hizo eran 9 millones y fracción, el cálculo del finiquito lo
efectué yo, junto con una colega, donde consideramos fechas de inicio y termino del
cargo de Director por concurso público.
2. Nelson Alberto Olivares Manques, Jefe de Personal del
Departamento de Educación Municipal de Ovalle; quien advertido de las penas del
falso testimonio en juicio e interrogada legalmente, expuso en esencia lo siguiente:
Se efectuaron varias comunicaciones respecto del término de la relación laboral al
demandante, primero en el mes de octubre, en que el Alcalde citó a los 14
Directores que estaban en situación de término de los concursos que habían
ganado, diciéndoles que les iba a extender el contrato en los meses de noviembre y
diciembre para que pudieran finalizar el año escolar normalmente, ellos estuvieron
conformes. Luego, por el hecho de haber llegado a diciembre con una extensión de
sus contratos como suplentes, se les comunicó que tenían derecho a remuneración
en enero y febrero y así se les extendió sus cargos y entre medio salieron los
concursos nuevos y por ende los Directores nuevos que ganaron los concursos iban
a ingresar a trabajar el primero de marzo. Al demandante se le pagó la
indemnización correspondiente, de acuerdo al cálculo de los años de servicios como
ganador de concurso, pero no estuvo de acuerdo al principio porque se había
desempeñado en un periodo anterior como coordinador comunal, solicitando que
se le incluyera ese año. Se hizo de nuevo el finiquito por un monto mayor. Ese
9
finiquito lo calculó la sección finanzas.
Preguntado por el Tribunal dijo que: Al actor se le reconoció el periodo que
estuvo como coordinador comunal de educación, aunque entre ese cargo y el de
Director hubo una laguna o periodo en que no trabajó con el Departamento de
Educación, al que volvió cuando ganó el concurso para Director del Liceo Estela
Ávila Molina.
II.- PRUEBA DE LA DEMANDANTE.
A.- DOCUMENTAL:
1. Certificado N° 978/2014, de fecha 14 de noviembre de 2014, emitido
por Sigfrido Villar Vega, Jefe del Departamento de Educación Municipal de Ovalle,
referente a la antigüedad laboral y funciones del demandante. Este documento da
cuenta de que al 14 de noviembre de 2014, el señor Luis Guillermo Castillo Tapia,
contaba con una antigüedad laboral de 5 años, 11 meses y 10 días al servicio de la
educación. Certificado emitido a petición del interesado para ser presentado al
Concurso Público de Departamento de Educación de la Ilustre Municipalidad de
Ovalle.
2. Decreto N° 2502, de 09 de septiembre de 2009, sobre nombramiento
de personal, del Departamento de Educación, Sección Personal de la I.
Municipalidad de Ovalle. Este documento da cuenta del nombramiento del actor en
calidad de Director Titular del Liceo Estela Ávila Molina de Perry, desde el día 1 de
octubre de 2009 y hasta el día 1 de octubre de 2014, como ganador del concurso
público respectivo.
3. Decreto N° 462, de fecha 23 de febrero de 2015, por el cual se dispuso
el término de la relación laboral del demandante. Documento emanado de la
Ilustre Municipalidad de Ovalle, Departamento de Educación, Asesoría Jurídica; por
el cual se decreta el término de la relación laboral del actor como Director Titular
del Liceo Estela Ávila Molina de Perry, a contar del 28 de febrero de 2015, conforme
la facultad discrecional contenida en el artículo 2° Transitorio de la ley 20.501,
ordenándose el pago al docente de la indemnización establecida en el artículo 73
de la ley 19.070 y se notifique al actor personalmente o por carta certificada.
4. Oficio N°0322/2015, por el cual se comunica el término de la relación
laboral con el demandante. Documento emanado de la Ilustre Municipalidad de
Ovalle, Departamento de Educación, Sección Personal; por el cual se comunica al
actor el término de su relación laboral con el Municipio y cuyo contenido fue
reseñado en el motivo segundo de este fallo.
5. Acta de notificación de fecha 24 de febrero de 2015. Suscrita por la
abogada DEM María José Cerda Arancibia, y en que consta firma del actor.
Documento por el cual consta la notificación personal al actor del Decreto 462 de
fecha 23 de febrero de 2015 que dispuso el término de la relación laboral.
6. Decreto de pago N° 0402 (462), de fecha 23 de febrero de 2015, por el
cual se dispuso el pago de una indemnización por años de servicios al demandante.
Documento que da cuenta que se pagó al actor la suma de $ 11.727.954.- por el
concepto de desahucio e indemnización. Contiene reserva de derechos del actor,
respecto de las acciones por despido injustificado, indebido o improcedente,
nulidad de despido, acción de tutela y respecto de todas las indemnizaciones o
prestaciones a que tenga derecho.
SEXTO: Que, debe dejarse asentado que es un hecho pacífico en autos que el
actor se desempeñó en funciones docentes en el sector público de la educación,
para la Ilustre Municipalidad de Ovalle, desde el día 1 de octubre de 2009. Lo
anterior implica que las normas jurídicas aplicables en la especie son, por un lado,
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el Estatuto Docente (ley 19.070) por expresa disposición de su artículo 1°, y por
otro –supletoriamente- el Código del Trabajo, por expresa disposición del artículo
71 del primer cuerpo legal mencionado. A la vista de dichas disposiciones debe ser
analizado el presente caso.
SÉPTIMO: Que, la prueba rendida en la audiencia de juicio lo fue de manera
legal, no siendo objetada la documental ofrecida ni cuestionados los dichos de los
deponentes en estrados. Tal y como se mencionó en el motivo cuarto de este fallo,
lo que debía acreditarse en autos era la efectividad de que la demandada, al
despedir al actor, cumplió con las formalidades del término de la relación laboral,
prueba que era de su cargo. Además, debía analizarse la procedencia de las
formalidades para el caso.
Recuérdese en este punto que se tuvo como hecho no controvertido de este
juicio la real y efectiva existencia de una relación laboral entre las partes, la que
terminó, por decisión de la demandada, con fecha 28 de febrero de 2015.
OCTAVO: Que, en lo relativo al punto de la procedencia de las formalidades
debe señalarse que la ley 19.070 que regula el Estatuto de los Profesionales de la
Educación, efectivamente no contiene una regulación acabada acerca de esta
materia, pero, contiene una norma expresa de remisión –como legislación
supletoria- en su artículo 71 inciso 1°, que dispone que “Los profesionales de la
educación que se desempeñan en el sector municipal se regirán por las normas de
este Estatuto de la profesión docente, y supletoriamente por las del Código del
Trabajo y sus leyes complementarias.”, lo que se ve complementado por el inciso 3°
del artículo 1 del Código del Trabajo que respecto de los trabajadores del sector
público (entre los que se cuentan los municipales) señala “Con todo, los
trabajadores de las entidades señaladas en el inciso precedente se sujetarán a las
normas de este Código en los aspectos o materias no regulados en sus respectivos
estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a estos últimos.”.
Por su parte, el Código del Trabajo regula la materia estableciendo las bases
generales en el inciso 1° del artículo 162 que dispone: “Si el contrato de trabajo
termina de acuerdo con los números 4, 5 ó 6 del artículo 159, o si el empleador le
pusiere término por aplicación de una o más de las causales señaladas en el
artículo 160, deberá comunicarlo por escrito al trabajador, personalmente o por
carta certificada enviada al domicilio señalado en el contrato, expresando la o las
causales invocadas y los hechos en que se funda.”.
Entonces, de lo señalado, queda claro que son requisitos o formalidades
esenciales del acto de término de una relación laboral por el empleador el que esa
decisión se comunique por escrito al trabajador y que en ella se señale una causal
legal y los hechos en las cuales se funde.
NOVENO: Que, en lo que atañe a las formalidades del término de la relación
laboral en este caso, es un hecho acreditado con la prueba del juicio que al actor se
le despidió en virtud del Decreto N° 462, de fecha 23 de febrero de 2015, acto
administrativo que se funda -en esencia- en la facultad legal contenida en el
artículo 2° Transitorio de la ley 20.501; acto que luego se volcó en el Oficio
N°0322/2015, que como consideraciones de hecho señala que “El concurso para
proveer el cargo de Director de establecimiento en el cual usted permaneció por el
periodo determinado en el respectivo nombramiento como titular ganador del
concurso respectivo, hasta el día 01 de octubre de 2014, ha concluido con fecha 6
de febrero de 2015.- Como es de su conocimiento, desde el pasado mes de octubre
de 2014, usted fue designado en calidad de suplente transitorio en el cargo, hasta el

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resultado del concurso llamado para proveer el cargo en calidad de titular y/o hasta
el día 31 de diciembre de 2014, luego se extendió dicha designación transitoria
hasta el resultado del concurso, y/o hasta el día 28 de febrero de 2015.- En nuestra
calidad de sostenedor del establecimiento educacional, en uso de las facultades
contenidas por el art. 2° Transitorio de la Ley 20.501, habiéndose dispuesto el
término de la relación laboral a contar del 28 de febrero de 2015, tiene los derechos
contenidos en la norma citada, esto es, a la indemnización establecida en el antiguo
artículo 73 del Estatuto Docente”, agregando que “Sus cotizaciones previsionales se
encuentran al día, su finiquito y el cheque de pago correspondiente se encontrara a
su disposición a contar del día 06 de marzo de 2015”.
Este oficio por su parte fue notificado al actor de manera personal el día 24
de febrero de 2015, según da cuenta el acta de notificación de la misma fecha;
siendo estas circunstancias hechos de la causa.
DÉCIMO: Que, analizado el mérito de la comunicación de despido transcrita
en lo pertinente en el motivo anterior, puede constatarse el cumplimiento de los
requisitos o formalidades del despido, por lo menos en los referido a la existencia
de una comunicación escrita notificada al trabajador, la que contiene hechos. Cabe
la duda, empero, si efectivamente de la manera en que fue fundada, la carta en si
contiene o no una causal legal de término de una relación laboral y si puede en
consecuencia sostenerse la legalidad de despido del actor.
DECIMO PRIMERO: Que, la demandada esgrimió razones de fondo para
justificar la legalidad de la desvinculación del actor, básicamente señalando que:
a) Ello se hizo en virtud de la potestad discrecional contenida en el artículo 2°
Transitorio de la ley 20.501.
b) No sería procedente que el actor demande ilegalidad de su despido por
cuanto recibió la indemnización referida en el artículo 73 del Estatuto Docente,
procediendo en cambio que demandara la reincorporación a sus funciones, en
virtud de lo que dispone el artículo 75 de dicho estatuto.
c) La mentada disposición (artículo 2° Transitorio de la ley 20.501) no le
obligaba a enviar comunicación de despido ni a invocar hechos o causal, cuestión
que sin embargo igualmente se cumpliría con el aviso remitido.
Para la adecuada resolución de esta materia, debe dejarse establecido como
hecho de la causa –y no ha sido controvertido- que el actor fue desvinculado de sus
funciones por la demandada, decisión que le fue comunicada el día 24 de febrero
de 2015 (según acta de notificación) para hacerse efectiva el día 28 del mismo mes.
DECIMO SEGUNDO: Que, respecto de la alegación de que el despido haya
estado fundado en la aplicación de la facultad discrecional contenida en el artículo
2° de la ley 20.501, resulta útil recordar el texto de la disposición legal citada: “Una
vez finalizado el período de nombramiento de aquellos Jefes de los Departamentos
de Administración de la Educación Municipal y directores de establecimientos
educacionales que al publicarse esta ley se encontraren ejerciendo sus cargos y
cuyos sostenedores no hubiesen adelantado sus concursos de acuerdo a lo prescrito
en el artículo primero transitorio de esta ley, el sostenedor podrá optar entre que
continúen desempeñándose, en el caso de existir disponibilidad en la dotación
docente, en alguna de las funciones a que se refiere el artículo 5º del decreto con
fuerza de ley Nº 1, de 1997, del Ministerio de Educación, en establecimientos
educacionales de la misma Municipalidad o Corporación, por el mismo número de
horas que servían sin necesidad de concursar, o ponerles término a sus relaciones

12
laborales en cuyo caso tendrán derecho a las indemnizaciones, establecidas en el
artículo 73 del mencionado decreto.”.
Al respecto puede señalarse que la norma en comento contempla una
facultad en pos de los sostenedores del ámbito educacional municipal para
desvincular a cierto personal docente directivo cuando se cumplen las condiciones
que la misma se encarga de señalar, como son, que haya concluido el periodo de
nombramiento del director de establecimiento educacional y que en ese preciso
momento se opte por el sostenedor entre que el docente continúe prestando
servicios o se le ponga término a los mismos y se le pague la indemnización
establecida en el artículo 73 del Estatuto Docente; tal y como se ve corroborado por
la jurisprudencia administrativa de la Contraloría General de la República que citó la
propia demandada al contestar el libelo, Dictamen N° 69.354, de fecha 07 de
Noviembre de 2012 que en lo esencial dispone que“...siguiendo con el tenor del
artículo 2° transitorio de la Ley N° 20.501, es dable señalar que al cumplirse el plazo
por el cual fue nombrado el jefe de dicho departamento, por mandato legal se
produce la desvinculación laboral de ese cargo directivo, momento a partir del cual
el sostenedor debía hacer uso, discrecionalmente, de las facultades alternativas que
consagra la ley...".
En el caso de marras, lo cierto es que no puede considerarse que se haya
dado aplicación a la facultad mencionada de manera correcta, por cuanto es un
hecho no controvertido que con fecha 1 de octubre de 2014 terminó el plazo de 5
años por los cuales había sido nombrado el actor como Director Titular del Liceo
Estela Ávila Molina de Perry, debiendo haberse puesto término a su cargo con esa
fecha, lo que no ocurrió pues como señaló la demandada al contestar el libelo, optó
por que el actor continuara sirviendo el cargo prorrogando su nombramiento –pero
en calidad de Director Suplente Transitorio- hasta la resolución del concurso público
para nombrar Director o hasta fechas determinadas, la última de estas el día 28 de
febrero de 2015, invocando en esa fecha la facultad que le otorgaba el artículo 2°
Transitorio indicado, lo que implica que si bien fue invocada para despedir al actor
no lo fue –técnicamente- de manera legal, lo que conlleva a desechar este
argumento de defensa de la legalidad o corrección del despido.
Debe considerarse que la Municipalidad demandada debió necesariamente
desvincular al actor el día 1 de octubre de 2014 u optar por que continuara
desempeñándose en alguna de las funciones a que se refiere el artículo 5º del
decreto con fuerza de ley Nº 1, de 1997, del Ministerio de Educación (funciones
docentes, directivo docentes o técnico pedagógicas) en el mismo establecimiento u
otro dependiente de la Municipalidad, por el mismo número de horas que servía
sin necesidad de concursar, ya de manera permanente, en aplicación de la norma
transitoria interpretada necesariamente a la luz del criterio protector y el principio
de estabilidad en el empleo; para poder amparar esa decisión en la norma del
artículo 2° Transitorio de la ley 20.501, respetando el mandato de legalidad que
constriñe su actuar conforme a los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la
República; cuestión que no ocurrió puesto que en vez de lo anterior, la demandada
se limitó a mantener en carácter de suplente transitorio –calidad no reconocida en
el artículo 25 del Estatuto Docente- al actor, nombrando a un tercero en el cargo y
desvinculándolo con fecha 28 de febrero de 2015.
Lo reprobable de esta situación se ve corroborado en la jurisprudencia
administrativa de la Contraloría General de la República, Dictamen N° 94.190 de
fecha 4 de diciembre de 2014 que en lo pertinente señala que: “Aclarado lo
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expuesto, resulta oportuno destacar que como se desprende claramente de su tenor
literal, el precepto transitorio en comento constituye una norma protectora para el
trabajador, por lo que sería contradictorio que derivara en un perjuicio para este, ya
que, si bien aquel no precisa si los exdirectores a quienes el sostenedor decide
mantener en funciones pueden ser designados en cargos que por sus características
impliquen cesar al cabo de un cierto tiempo o por la sola voluntad de la autoridad
llamada a realizar su nombramiento, de la sola lectura del mismo se colige que la
protección que concede se encuentra establecida para dar certeza a los educadores,
que en el evento de que exista disponibilidad de horas en la dotación docente solo
van a ser desvinculados si concurre a su respecto alguna de las causales de término
que contempla el artículo 72 de la ley N° 19.070.
Un criterio distinto, provocaría la vulneración del bien jurídico que
precisamente se pretender amparar, esto es, que todos los profesionales de la
educación que se encuentren en tal condición tengan derecho a la estabilidad en las
horas definidas en los actos administrativos que los vinculan con el municipio.”
En ese orden de ideas, el hecho de no haber procedido la demandada
conforme a lo que mandataba la norma analizada, implica que la legalidad del
despido no puede sostenerse como lo plantea.
DECIMO TERCERO: Que, respecto de la alegación de que la demanda sería
improcedente por cuanto lo que debió demandarse era la reincorporación a las
funciones conforme al artículo 75 del Estatuto Docente, resulta útil al efecto revisar
lo que dispone dicha norma: “El hecho de que el profesional de la educación reciba
parcial o totalmente la indemnización a que se refieren los artículos 73 y 73 bis,
importará la aceptación de la causal, sin perjuicio de su derecho a reclamar las
diferencias que estime se le adeudan.
Si el profesional de la educación estima que la Municipalidad o Corporación,
según corresponda, no observó en su caso las condiciones y requisitos que señalan
las causales de término de la relación laboral establecidas en la presente ley,
incurriendo por tanto en una ilegalidad, podrá reclamar por tal motivo ante el
tribunal de trabajo competente, dentro de un plazo de 60 días contado desde la
notificación del cese que le afecta y solicitar la reincorporación en sus funciones. En
caso de acogerse el reclamo, el juez ordenará la reincorporación del reclamante.”.
Del texto legal citado, podría desprenderse que el argumento de la defensa
tiene algún asidero, pero ello no es así, ya que en la especie tal interpretación es
insostenible, por cuanto significaría establecer que en la práctica el único reclamo
posible que podría realizar un profesor despedido es aquel que tenga como fin su
reincorporación, lo que no es aceptable sobre todo si se considera que por vía del
artículo 71 del Estatuto Administrativo en relación con el inciso 3° del artículo 1 del
Código del Trabajo, ante cualquier discrepancia o conflicto relacionado con el
despido, resulta plenamente aplicable el artículo 168 del Código del Trabajo como
legislación supletoria.
DECIMO CUARTO: Que, respecto del argumento de que la facultad legal
ejercida para despedir no obligaba a la demandada a comunicar su decisión al actor
de la manera que el Código del Trabajo lo exige, y que aun así, el aviso enviado haya
cumplido igualmente los requisitos legales; debe señalarse que ello no es efectivo.
Debe reiterarse que la desvinculación del actor no se produjo en virtud de la
facultad que a la demandada reconoce el artículo 2° Transitorio de la ley 20.502,
circunstancia que lógicamente lleva a concluir que el despido del actor se produjo

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sencillamente por la llegada del plazo impuesto unilateralmente por el Municipio,
esto es, la llegada del día 28 de febrero de 2015.
Esta situación permite sostener que el término de la relación laboral se
produjo -en los hechos- conforme a las reglas generales, debiendo haberse
invocado alguna causal legal al efecto, por ejemplo, la del artículo 72 letra d) del
estatuto docente (término del período por el cual se efectuó el contrato) o aquella
del artículo 159 N° 4 del Código del Trabajo (vencimiento del plazo convenido en el
contrato); no pudiendo sostenerse, como ya se dijo, que la comunicación del
despido haya reunido los requisitos exigidos por la ley en cuanto a la exigencia de
invocar una causal legal de despido.
Lo anterior por cuanto, si bien el Estatuto Docente no regula mayormente las
formalidades del acto denominado despido, resulta claro que el mismo cuerpo legal
establece una norma expresa de remisión a la regulación del Código del Trabajo, el
artículo 71 ya citado, siendo por lo tanto indubitado que se aplican a los docentes
municipalizados las prescripciones relativas al término de la relación laboral,
complementando este tópico la norma especial con algunas causales de despido
propias a la actividad docente. En virtud de lo anterior, como ya señalara supra,
resulta patente que es exigible como requisito de legalidad del despido de un
docente municipalizado el cumplimiento de las formalidades básicas de publicidad
y fundamentación del acto como son el comunicar su despido al docente e invocar
hechos determinados y además una causal legal. Si se entendiera el punto de la
manera en que lo propone la demandada, en orden a que el despido de un docente
municipal no requeriría de comunicación alguna, se estaría dejando en la más
absoluta indefensión jurídica a los profesores al no poder acceder a los motivos de
la decisión y por tanto a no poder preparar una defensa jurídica acorde.
El criterio anterior, además de fundarse en norma legal expresa como lo es el
inciso 1° del artículo 162 del Código del Trabajo (aplicable en la especie por vía del
artículo 71 del Estatuto Docente), ha sido reconocido y elevado a la categoría de
principio por la Jurisprudencia de Unificación emanada de la Excelentísima Corte
Suprema, en fallo Rol N° 19.352-2014 de fecha 9 de junio de 2015, el que en su
parte pertinente dispuso:
Número 14. Párrafos 2°,3°,4° y 5°:
“Es por ello que no ha sido indiferente al derecho el tema de la perduración
de la fuente de trabajo. De ahí que el código de fuero ha concebido el Título V de su
Libro I, precisamente dedicado a “LA TERMINACIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO Y
ESTABILIDAD EN EL EMPLEO”, que con la finalidad de amparar el vínculo, sujeta su
finalización a ciertas y determinadas exigencias que, de no ser acatadas por quien
intenta extinguirlo, dan lugar a sanciones, en algunos casos mayormente
agravadas.
Entre esos requisitos legitimantes de una exoneración, se cuenta la necesaria
invocación de una o más de las causales que describe el código; pero no sólo su
mención o cita, sino el señalamiento de los hechos, conductas, comportamientos y
circunstancias que la o las configuran, de manera tal que la invocación normativa
no sea una mera mención vacua, sino la expresión de lo que el legislador ha puesto
a disposición de los contratantes, para cuando acontezca alguna de las hipótesis de
realidad sobre la base de las cuales están indefectiblemente elaboradas.
La causal y los hechos en que se la funda deben, también, expresarse al
despedido en una comunicación escrita, por manera que obviamente la ley ha

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querido descartar esa suerte de nebulosa de que no pocas veces se rodea el decir
puramente oral de quienes experimentan una situación conflictuada.
Todavía todo lo anterior no bastó al legislador para regularizar una
separación, resultando indispensable que esa comunicación escrita que, como
dicho, ha de explicitar la causal exoneratoria y los hechos en que se la acoda, sea
notificada al trabajador, personalmente o mediante su envío por carta certificada al
domicilio registrado en el contrato, lo que ha de perfeccionarse dentro de tercero
día hábil siguiente a la cesación, con copia a la Inspección del Trabajo, dentro del
mismo plazo;”
Número 19:
“En esas perspectivas hermenéuticas -a las que bien cabría incorporar la
dimensión histórica de un extenso peregrinar hacia la consolidación lo que se viene
presentando- el esclarecimiento de la cuestión no merece mayores dificultades.
Así, estos jueces asumen que, en todo evento, la legitimidad del despido de
un trabajador pasa por la comunicación escrita, debida y oportunamente
efectuada, del motivo legal en que se apoya, con expresión detallada de los hechos
que lo configuran, al punto que si el exonerado reclama judicialmente de ello, lo
primero que en la audiencia de rigor la judicatura ha de obrar, es la receptación de
la prueba ofrecida por quien tomó la iniciativa exoneratoria, que no podrá recaer
sobre hechos y circunstancia de esa índole que no hayan sido expresamente
incluidos en tal comunicación, prohibiéndose presentar evidencias que apunten a
dicha justificación, durante el curso del señalado procedimiento;”
Criterio que se comparte por este sentenciador y que sirve de
argumentación al efecto.
DECIMO QUINTO: Que, desechados los argumentos vertidos por la
demandada para justificar la legalidad del término de la relación laboral del actor,
corresponde, a la luz de los antecedentes fácticos ya determinados, analizar las
consecuencias jurídicas que trae aparejado el despido del actor.
Al efecto, debe considerarse que la comunicación de despido a que se hiciera
referencia en el motivo anterior, no contiene causal legal, ya que, como se dijo sólo
se invocó una facultad legal de despedir (artículo 2° Transitorio ley 20.501) la que
no pudo tenerse como correcta y legalmente ejercida y por lo tanto justificativa del
despido. En ese orden de ideas, debe recordarse que las causales de despido están
reguladas en el artículo 72 del Estatuto Docente que dispone en su inciso 1° que
“Los profesionales de la Ley educación que forman parte de una dotación docente
del sector municipal, dejarán de pertenecer a ella, solamente, por las siguientes
causales: […]”; y, además en el Código del Trabajo, aplicable supletoriamente en la
especie. En ese entendido, y analizando el tenor literal de la norma transitoria
invocada por la demandada para proceder al despido del actor, se concluye que la
misma no constituye una causal de despido sino la consagración de una facultad de
despedir, lo que se ve reforzado ya que la misma otorga opciones al empleador
(despedir o mantener en el servicio al docente). Dicha norma no tipifica hechos que
puedan constituir causal de despido, sino sólo especifica presupuestos para
proceder al despido –o no- de un docente, lo que queda claro cuando establece
que se faculta al empleador para “ponerles término a sus relaciones laborales”,
opción que en la especie debe ser ejercida conforme a la ley, invocando causal legal
para ello, como pueden serlo las ya mencionadas del artículo 72 del Estatuto
Docente o cualquier otra del Código del Trabajo.

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Así, en el caso de autos, no puede sostenerse que exista una causal legal que
justifique el término de la relación de trabajo entre las partes, razón por la cual
debe considerarse el despido del actor como incausado o carente de causa. Lo
anterior, a mayor abundamiento, si se considera que el municipio no invocó alguna
de las causales de término de la relación laboral contempladas en el artículo 72 del
Estatuto Docente, o alguna –por vía del artículo 71- de las contenidas en los
artículos 159, 160 y 161 del Código del Trabajo.
Lo anterior hace aplicable la regla del artículo 168 inciso 1° y letra b) del
Código del Trabajo, como se hará más adelante.
DECIMO SEXTO: Que, en relación a las peticiones contenidas en el libelo,
siendo aplicable en la especie el artículo 168 letra b) del Código del Trabajo y
atendido que se tuvo al despido del actor como carente de causal legal,
corresponde aplicar el recargo de 50% establecido en dicha norma, calculado sobre
la indemnización por años de servicio pagada al actor ($ 11.727.954.-), lo que
resulta en la suma de $ 5.863.977.-.
DECIMO SÉPTIMO: Que, en relación a la indemnización sustitutiva del aviso
previo, por así disponerlo el artículo 168 del Código del Trabajo, corresponde su
pago, determinándose en la suma de $ 1.954.659.-.
DECIMO OCTAVO: Que, en relación a la indemnización complementaria del
artículo 87 del Estatuto Docente pedida por la demandante, resulta útil al efecto
recodar lo que dispone dicha norma: “Si el empleador pusiere término al contrato
de trabajo de un profesor por cualquiera de las causales señaladas en el artículo
161 del Código del Trabajo, deberá pagarle además de la indemnización por años
de servicios a que se refiere el artículo 163 de ese mismo código, otra adicional
equivalente al total de las remuneraciones que habría tenido derecho a percibir si
dicho contrato hubiese durado hasta el término del año laboral en curso.
Esta indemnización adicional será incompatible con el derecho establecido
en el artículo 75 del Código del Trabajo.
El empleador podrá poner término al contrato por la causal señalada en el
inciso primero, sin incurrir en la obligación precedente, siempre que la terminación
de los servicios se haga efectiva el día anterior al primero del mes en que se inician
las clases en el año escolar siguiente y el aviso de tal desahucio haya sido otorgado
con no menos de sesenta días de anticipación a esta misma fecha. De no ser así, tal
desahucio no producirá efecto alguno y el contrato continuará vigente.”.
De la disposición citada, se desprende que en primer término para que sea
procedente esta indemnización es necesario que se haya invocado por el
empleador cualquiera de las causales señaladas en el artículo 161 del Código del
Trabajo. En la especie y como se ha señalado, el empleador no invocó causal alguna
de despido, lo que determina que la indemnización solicitada es improcedente. No
obsta a lo anterior el argumento vertido por la demandante en las observaciones a
la prueba, en orden a que debe interpretarse teleológicamente la regla legal y
además aplicarse la ficción legal de Código del Trabajo (artículo 168 inciso 4°) en lo
relativo a considerar cada despido injustificado, indebido o improcedente como un
despido por necesidades de la empresa; por cuanto el inciso 4° del artículo 168 del
Código del Trabajo dispone: “Si el juez estableciere que la aplicación de una o más
de las causales de terminación del contrato establecidas en los artículos 159 y 160
no ha sido acreditada, de conformidad a lo dispuesto en este artículo, se entenderá
que el término del contrato se ha producido por alguna de las causales señaladas
en el artículo 161, en la fecha en que se invocó la causal, y habrá derecho a los

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incrementos legales que corresponda en conformidad a lo dispuesto en los incisos
anteriores.” debiendo concluirse que la ficción legal esgrimida sólo se configura
cuando el juez establece que la aplicación de las causales de los artículos 159 y 160
no ha sido acreditada; caso que no es el de autos en que siquiera se aplicó causal
de despido alguna.
DECIMO NOVENO: Que, en relación a la indemnización demandada como
subsidiaria de la anterior, esto es, aquella establecida en el artículo 73 del Estatuto
Docente; debe indicarse que en la especie no es procedente, por cuanto para que
lo sea, la desvinculación del docente debe haberse efectuado en virtud de la causal
establecida en el artículo 72 letra j) del Estatuto. En efecto, la norma citada dispone
en su inciso 1° que: “El Alcalde de una Municipalidad o el representante de una
Corporación que aplique la causal de término de la relación laboral contemplada en
la letra j) del artículo anterior, deberá basarse obligatoriamente en la dotación
aprobada en conformidad al artículo 22 de esta ley, fundamentada en el Plan Anual
de Desarrollo Educativo Municipal, mediante el cual se haya resuelto la supresión
total de un número determinado de horas que puedan afectar a uno o más
docentes.”.
Atendido lo dispuesto en la norma legal citada, la indemnización solicitada es
improcedente, por cuanto en el caso de marras el despido del actor se produjo sin
invocar una causal legal, ejerciendo en cambio una facultad de despido de manera
ilegal, según se señalara en el motivo noveno de esta sentencia.
VIGÉSIMO: Que, atendido que la demandada no resultó totalmente vencida,
se le eximirá del pago de las costas de la causa.
Y, por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 1, 7, 161, 162,
163, 168 y 172 del Código del Trabajo; artículo 2° Transitorio de la ley 20.501;
artículos 25, 26, 71, 72, 73, 75 y 87 de la ley 19.070 (Estatuto Docente); y demás
normas legales pertinentes; SE RESUELVE:
I.- Que, careciendo de causa legal el despido del actor don LUIS GUILLERMO
CASTILLO TAPIA, ya individualizado, se acoge parcialmente la demanda, sólo en
cuanto se condena a la demandada ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE OVALLE, ya
individualizada, al pago de las siguientes prestaciones que se indican al actor:
a) Indemnización sustitutiva del aviso previo correspondiente a la suma de $
1.954.659.-
b) Recargo establecido en la letra b) del artículo 168 del Código del Trabajo
correspondiente al 50 % de la indemnización por años de servicio correspondiente
a la suma de $ 5.863.977.-
II.- Que, las sumas ordenadas pagar se incrementarán en la forma que
disponen los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo;
III.- Que, cada parte asumirá el pago de sus costas, por no haber resultado
completamente acogida la demanda.
IV.- Ejecutoriada esta sentencia, cúmplase lo dispuesto en ella, dentro de
quinto día. En caso contrario, certifíquese dicha circunstancia y pasen los
antecedentes a la Unidad de Cobranza Laboral y Previsional de este Juzgado.
Regístrese, notifíquese y archívese, en su oportunidad.
RIT Nº O-20-2015

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Dictada por don ANDRÉS BERARDO MAURICIO ELGUETA MUÑOZ, Juez
Subrogante del Tercer Juzgado de Letras de Ovalle con competencia laboral.

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