Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TESIS PROFESIONAL
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
LICENCIADO EN FILOSOFÍA
PRESENTA
DIRECTOR DE TESIS:
Dr. Luis Xavier López Farjeat
2
Índice
Introducción 4
1. Evolución de las ideas en el sentido del gusto 8
1.1. Hutcheson y su teoría básica del gusto 8
1.2. La asociación en Alison 15
1.3. Los principios del gusto en Hume 19
1.4. El juicio de gusto en Kant 24
2. El gusto en la comida 32
2.1. Placer en la comida 33
2.2. Degustación y entendimiento 41
3. Análisis de La Fisiología del gusto de Brillat-Savarin 59
3.1. El sentido del gusto 59
3.2. Sentido unificador 69
3.3. Armonía en Vasconcelos 78
Conclusiones 81
3
Introducción
Por otro lado, hay autores que han defendido el lugar estético de la
comida, sobre todo en el caso de algunos pensadores empiristas. Es
mucho más sencillo defender que hay belleza en la cocina desde el
1 PLATÓN, Diálogos., Trad. J. Calonge Ruiz., Ed. Gredos., Madrid, 1999., 462d
5
punto de vista donde lo que más importa es el contacto físico con las
cosas que nos rodean.
7
1. Evolución de las ideas en el sentido del gusto.
3Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises., Ed. Liberty Fund, Inianapolis, U.S.A., 2004., p. 20
8
llamar a la reflexión. Esto es porque el sentido interno es
considerado como el poder innato que tienen los seres vivos
(también considerando a los animales) para responder con placer a
los estímulos físicos.4 Al tratarse de una reacción ante los estímulos
sensoriales no se podría decir que sea causa alguna de
conocimiento. Esto quiere decir que, tanto la relevancia de los
sentidos internos como la posibilidad de conocimiento, queda
completamente subordinada a los sentidos externos y a las
percepciones físicas.
4 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p. 21
5 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
8 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p. 63
9 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
10 Cfr. DICKIE, George., The Century of Taste., Oxford University Press, New
York, Oxford., 1996., p. 13
11 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
13 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p. 28
14 HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty and
18 HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty and
Virtue in Two Treatises… p. 61, “Void of Beauty”
19 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
14
proponga la educación del sentido estético con respecto a la
asociación de ideas, para llegar a objetivar la experiencia de la
belleza.21
21 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p. 20
22 Cfr. DICKIE, George., The Century of Taste…, p. 55
23 Cfr. DICKIE, George., The Century of Taste…, p. 55
24 Para Alison, no parece haber distinción entre lo sublime y lo bello.
15
divide en dos tipos: el que deriva del objeto percibido y el que
relaciona el objeto con la cualidad mental correspondiente.
17
encuentre diseñada la estructura de una pieza musical, si no causa
ninguna emoción en el oyente no puede ser considerada como bella.
Uno de los argumentos que usa Alison para demostrar este punto es
que las personas que no poseen ningún conocimiento estrictamente
musical pueden ser capaces de tener una experiencia de gusto al
escuchar una melodía propiamente bella. 31
34 Cfr. HUME, David., “El criterio del gusto”, en De la tragedia y otros ensayos
sobre el gusto., Editorial Biblos., Buenos Aires., 2003., p. 53
35 Cfr. HUME, David., “El criterio del gusto”… p. 54
20
sutilezas, sino que también puede comparar y relacionar los
distintos conocimientos o percepciones que se van obteniendo de las
experiencias en el mundo físico. La imaginación es la facultad
mental que siempre está actuando en el sujeto, por lo que puede
lograr una neutralización en las percepciones físicas; como se habla
de una facultad racional los sentimientos pueden quedar excluidos.
A esta neutralización se le llama ‘percepción incidental’, y se refiere
al cambio que sufre una percepción física al anteponer una
descripción o contenido racional.
22
estética. De la misma manera que Hutcheson, propone identificar,
de alguna manera, los sentidos internos y los externos.
Los tres autores antes vistos se dan cuenta que el juicio de gusto
necesita de la participación de algún sentido interno. Ya sea la
imaginación, el sentido de lo bello o la combinación de ambos. La
belleza se percibe, en primera instancia, por medio de las
estimulaciones físicas. Sin embargo, para ninguno de los tres
filósofos profundamente empiristas la experiencia estética está
completa hasta la intervención de los sentidos internos.
23
1.4. El juicio de gusto en Kant
41Cfr. KANT, Immanuel., Crítica del juicio., Trad. José Rovira Armengol., Ed.
Losada., Buenos Aires, 1961., par. IV
24
argumenta que hay juicios acerca de la experiencia empírica que
todos pueden tomar como verdaderos y necesarios, a pesar de no
ser a priori. Para esto, introduce el término de las categorías, que son
conceptos a priori que ordenan el pensamiento humano. 42
42 Cfr. KANT, Immanuel., Crítica de la razón pura., Trad. Pedro Ribas., Ed.
Taurus., México, 2006., A. 77, B. 103
43 Cfr. KANT, KrV, A. 24, B. 39
25
En esta obra, el alemán divide el juicio en dos: el determinante y el
reflexionante. El primero trata con los universales y la experiencia
unificada que se da en el fenómeno de la experiencia 44. Por otro
lado, el juicio reflexionante, estrictamente hablando del caso del
juicio de gusto, une lo sensible sin conceptos; se refiere nada más al
sujeto y no determina al objeto. En este último tipo de juicio es
donde se encuentra el juicio de gusto. 45
26
complacencia. Fuera de ese sentimiento no hay cabe ningún otro
interés en el juicio estético.
Por último, con respecto a la relación, lo bello tiene la forma del fin,
no el fin. Es a priori por la estructura de cada ser humano racional
antes mencionada, pero no por los conceptos. Para encontrar la
belleza en algo no es necesario saber qué clase de cosa es el objeto,
no son necesarios los conceptos.48 Al experimentar la belleza el
sujeto puede reconocerla sin decir qué o cuáles son los elementos
que la componen.
Existen dos tipos de juicios estéticos: los empíricos, que son los de la
sensación y su objeto es lo agradable físicamente; y los juicios de
gusto, que son contemplativos y respecto de la forma, esto es, la
captación de la pura representación. Kant sostiene que lo que el
sujeto valora son las determinadas pautas de composición con las
que se encuentra de manera inmediata o espontánea, sin que haya
28
un contacto directo con el órgano pues lo que ve o capta es la
composición pura.
Todos los demás juicios que se puedan hacer acerca de una obra de
arte (o de la naturaleza) son posteriores al juicio de gusto. Esto es
porque la belleza que se da en éste, se da inmediatamente.
30
mismo Kant. Sin embargo, hay un aspecto fundamental donde los
tres primeros difieren del cuarto: la participación del entendimiento.
31
2. El gusto en la comida, ¿placer estético o cognición?
32
2.1. Placer en la comida
Por otro lado, los placeres superiores son los que pueden ser
tomados como fines en sí mismos. Están directamente relacionados
con la racionalidad. Esto nos lleva a la conclusión de que estos
placeres son exclusivos del género humano.
Cfr. TELFER, Elizabeth., Food for thought, Philosophy and food., Routledge.,
54
35
2.1.2. Comer y degustar
55Cfr. TELFER, Elizabeth., Food for thought, Philosophy and food… p.30
56Cfr. KORSMEYER, Carolyn., Taste, food and the limits of pleasure., Edited:
Richard Shusterman and Adele Tomlin, Ed. Routledge. N.Y., 2008., p. 113
36
supervivencia. En la otra, lo que se busca es el placer de los sabores
combinados armoniosamente, no por hambre, sino por gusto.
38
algún sentido, del sentido con su objeto es necesario para que se
pueda dar cualquier experiencia estética.
66Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p. 19
43
aplicable tanto para las obras de arte visuales como para la belleza
en lo natural como para cualquier cosa que lleve al hombre a
identificar un objeto como bello. La única condición es que el
estímulo externo se identifique con la idea de belleza para ser
captado por este nuevo sentido.
a. Conocimiento y error
46
La persona que ya sepa de qué va una tarta de manzana, cómo se
prepara y a qué debe de saber puede realizar un juicio cuando la
que está probando está mal hecha o se trata de una cosa distinta.
Con forme se va experimentando con la comida, al igual que con
cualquier otra cosa, el hombre va formando un criterio a partir del
cual juzgar. Esto mismo es lo que sucede en la estética de Hume,
donde es necesaria la experiencia y educación para poder juzgar y
decir si una obra es bella o no lo es. Si el sujeto no compara distintas
formas de preparar los mismos platillos, distintos sabores o texturas
jamás podrá distinguir entre lo que está bien hecho de lo que no.
b. En la sociedad y cultura
b. 1. ¿Qué comer?
49
Esto, aunque pueda parecer algo trivial y evidente, trae
consecuencias importantes que hay que tomar en cuenta. Una de
estas es que la comida es un indicador importantísimo del status
social al que se pertenece. El simple hecho de sentarse a la mesa en
un restaurante con servilletas de tela indica ya todo un contexto
social importante.
b. 2. ¿Cómo comer?
50
b. 3. ¿Con quién comer?
51
Definitivamente estamos hablando de asociaciones un poco más
complejas que traen consigo una carga cultural y antropológica
importante y que, además, influye profundamente en la experiencia
sensorial a la hora de comer. El placer que se experimenta en cada
uno de estos casos no es simplemente la eliminación del dolor que
trae el hambre, los fines se relacionan directamente con las fibras
más sensibles de la naturaleza humana revelando así que se trata de
placeres más elevados que los que se experimentan cuando lo único
es la necesidad de saciar el hambre para seguir viviendo.
Hay que decir que si las asociaciones personales fueran las únicas
por las cuales la comida tuviera significado, su relación con la
racionalidad no tendría por qué tener relevancia estética ni
filosófica. Pero esto no es así. Los significados resultantes de estas
asociaciones no se limitan a los patrones psicológicos individuales
que dejan la comida como meros componentes sociales. A través de
los patrones en la comida y bebida que se repiten con el tiempo en
intervalos significativos, tanto platillos específicos como comidas
enteras se convierten en artefactos culturales complejos y
tremendamente significativos. 70
Hay muchas razones por las cuales hay normas que regulan la dieta
judía. Muchas veces, si no es que la mayoría, las reglas del
Deuteronomio y el Levítico tienen su fundamento en cuestiones
simbólicas o son alegorías de virtudes o vicios. Por ejemplo, Moisés
53
prohíbe la ingesta de ratas por ser un animal destructivo, pero no
porque fueran dañinas para la salud.
54
ornamentos donde se come. Por ejemplo, la comida que se sirve en
platos de oro o plata es considerada como impura y, también, está
prohibido comer o beber utilizando la mano izquierda o soplar a la
comida o bebida. Sin embargo, en caso de necesidad, este tipo de
reglas pueden ser rotas y el implicado será juzgado con base en sus
intenciones.76
58
3. La Fisiología del gusto de Brillat-Savarin
59
atrae a ambos sexos opuestos, teniendo por fin la propagación de la
especie.”79
60
por más abstracta que sea, buscan alcanzar sensaciones gratas a los
sentidos o perfeccionar, de alguna manera, a los mismos. 81
Para esto, hay que decir que el gusto es un sentido que necesita del
tacto y del olfato para poder llevar a cabo su tarea perceptiva.
Incluso, muchas veces se confunde al gusto con el tacto. Esto es un
error. Aunque no sean separables, el tacto nada más necesita del
contacto con el objeto para poderlo percibir. Por otro lado, el gusto
capta elementos mucho más difíciles de identificar: se trata de los
componentes más primarios de la cosa. Por eso es necesario que los
cuerpos que se van a saborear se disuelvan revelando la
combinación de sustancias que forman el sabor específico de cada
cosa.83
Las razones por las cuales busca justificar, al menos en una primera
instancia, la afirmación anterior son las siguientes: porque comiendo
moderadamente se recibe el único deleite que no provoca cansancio,
es propio de todas las edades y condiciones (porque todo el mundo
necesita comer), porque se repite al menos una vez al día, puede
a. Placer de la comida
Este tipo de placer no tiene mucho que ver con el estudio estético
del sentido del gusto. De hecho, su contenido se limita a la
experiencia física inmediata y aislada de todo lo demás.
Depende del preparar, por lo que hay que tener identificadas las
recetas y platillos. También se han de conocer las distintas
costumbres, reglas de educación y tradiciones. Como se ha dicho
anteriormente: a la hora de comer no solamente satisfacen
necesidades básicas, se trata de todo un marco social, cultural,
psicológico e, incluso, cognoscitivo y antropológico que se hace
presente.
Podría parecer que analizar estos efectos es tratar con detalles poco
importantes. Sin embargo, lo que hay que tomar de Brillat-Savarin
en este aspecto es la forma en la que expresa el carácter unificador
del placer de la mesa.
Así como Hume busca las características necesarias que debe tener
un objeto para ser considerado bello, el francés expone una lista de
cosas y disposiciones necesarias para que se pueda disfrutar de una
buena comida. Estas características, más que centrarse en lo que el
sujeto necesita, se enfocan en su alrededor. Por ejemplo, en la teoría
humeana, es necesario que el órgano con el que se va a percibir se
encuentre en perfectas condiciones. En el caso de Brillat-Savarin,
esto se da por hecho y prefiere exponer detalladamente los
elementos externos de los cuales no se puede prescindir; como la
temperatura del comedor o el orden de los platillos.94
70
3.2.1. Unión entre sentidos
71
El ser humano tiene que hacer uso de sus sentidos para conocer qué
es lo que le conviene comer y qué no. En principio, ya se está
hablando de un trabajo en equipo donde el aspecto, el olor, la
textura y el sabor están revelando si se trata de algo sano o no. Por
supuesto que los resultados que pueden arrojar los sentidos en este
respecto sin mayor conocimiento no son completamente verdaderos
o confiables. Sin embargo, es un primer acercamiento que deja clara
la colaboración sensorial, al menos en lo que respecta a la comida
como medio de supervivencia.
95 Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p.8
96 Cfr. HUME, David., “El criterio del gusto”… p. 59
73
3.2.2. Unión entre sentidos internos97
74
puede dar lugar a errores importantes que luego son corregidos al
contacto con el objeto. Aún así, los errores en el sentido del gusto
manifiestan el uso del intelecto.
Vasconcelos dice que “el arte del sabor tiene también sus sordos y
sus ciegos, pero el buen gustador dispone de variedad y
abundancia.”99 Es necesario viajar y conocer otros estilos de cocina
para poder apreciar la belleza en la gastronomía y en la obra del
francés no se encuentra este contraste entre culturas, sino el
exclusivo ensalzamiento de la cocina francesa.
77
3.3. Armonía en Vasconcelos
79
Por otro lado, y como ya se mencionó anteriormente, para poder
estudiar los placeres de la comida es necesaria la experiencia. Si no
se conocen la mayor cantidad posible de sabores será imposible
juzgar qué está bien hecho y qué no, qué sabe bien y qué no. El
francés es acusado abiertamente de haber viajado poco y no conocer
la comida latina. ¿Cómo sería posible presentar un tratado
gastronómico con pretensiones filosóficas sin conocer la riqueza de
la comida americana y española?107
1. Necesidad y placer
81
vida continuará son las razones principales por las que se busca la
comida, en primera instancia.
82
Pero el fin puede cambiar. Buscar el placer en primer lugar al comer
hace que toda la acción tenga un sentido distinto. La nutrición y la
preservación de la vida siguen presentes, sin embargo, al buscar el
placer en el sentido del gusto que actúa a la hora de comer entran en
acción una serie de facultades y cuestiones antropológicas
exclusivas del ser humano en tanto que racional.
108Cfr. HUTCHESON, Francis., An Inquiry into the Original of Our Ideas of Beauty
and Virtue in Two Treatises… p.35
87
hambre, o satisfacer una necesidad biológica. Definitivamente, se
está hablando de una experiencia estética de gusto.
90
KANT, Immanuel, Antropoligía en sentido pragmático., Trad. José
Gaos., Ed. Alianza., Madrid, 1991., pp. 299.
KANT, Immanuel, Crítica del juicio, Trad. José Rovira Armengol, Ed.
Losada, Buenos Aires, 1961, pp. 340.
91
VASCONCELOS, José., Estética., Ed. Botas, México, 1945, pp. 653.
92