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SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE (SENA)

CURSO

COMPETENCIAS CIUDADANAS EN LA SEGURIDAD VIAL

Ficha Técnica 1993830

ALUMNO
CESAR AUGUSTO VARGAS ALFONSO

2019
CHIQUINQUIRA 25/09/2019

Un segundo de distracción puede acabar con toda una vida de ilusión


Introducción

El espacio público puede abordarse desde diversos enfoques complementarios,


referentes a la dimensión jurídica, al uso que puede dársele y a la diversidad de
actividades que genera; esto es, existen rasgos que permiten caracterizar en el
plano del deber ser a un espacio público.

Jurídicamente, el espacio público está sometido a una regulación específica por


parte de la administración pública, propietaria o que posee la facultad de dominio
del suelo, que garantiza su accesibilidad a todos los ciudadanos y fija las condiciones
de su utilización y de instalación de actividades. En cuanto al uso, el espacio público
es el escenario de la interacción social cotidiana, cumple funciones materiales y
tangibles: es el soporte físico de las actividades cuyo fin está orientado a que las
necesidades urbanas colectivas sean satisfechas. Por ejemplo, la práctica de
actividades deportivas, recreativas, artístico culturales encuentran en el espacio
público el lugar idóneo de realización.

De manera complementaria, se puede advertir una dimensión social, cultural y


política en el espacio público, en cuanto es un lugar de relación y de identificación,
de manifestaciones políticas, de contacto entre la gente, de vida urbana y de
expresión comunitaria. En este sentido, los espacios públicos son concebidos como
lugares por excelencia de desarrollo, recreación y ocio en donde se realizan
múltiples y diversas actividades colectivas; allí se favorece el aprendizaje social, y
también se propicia la tolerancia, el respeto, la diversidad y la equidad. En suma, los
espacios públicos permiten detonar relaciones sociales sanas, críticas y
constructivas entre diferentes grupos de la población.

Se puede categorizar a los espacios públicos en dos tipos distintos: los


monumentales, que son aquellos lugares de gran dimensión, de jerarquía urbana, que
tienen valor simbólico para el conjunto de la sociedad y recogen la historia de una
ciudad, región o país. Por otro lado, están los espacios públicos de barrio a los cuales
los vecinos pueden acceder a pie diariamente, son de pequeñas dimensiones, de
jerarquía intra-comunal y tienen valor simbólico para un reducido número de
personas. Por su tamaño, los espacios públicos de barrio son el lugar para conocerse

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cara a cara y para observar acciones cuyo móvil es el afecto, el encuentro y la
recreación cotidiana. Éstos últimos son los que toman especial interés para este
diagnóstico.

Descripción Del Árbol De Problemas

Como ya se mencionó, los espacios públicos permiten el goce y disfrute de los


ciudadanos, al ser escenarios de encuentro, expresión y convivencia; en ellos cada
individuo reivindica su sentido de pertenencia a un grupo, a una sociedad, o a una
nación. Así, su aprovechamiento coadyuva a la construcción de identidades
colectivas y a promover paradigmas de espacios comunitarios: primero, por ser
abiertos, no excluyentes y apropiables por todos; y segundo, por favorecer formas
de relaciones sociales sanas, seguras y constructivas.

Por lo anterior, los espacios públicos son concebidos cómo el soporte material para
crear ciudadanía y civilidad, por ello uno de los grandes retos de todas las ciudades
y zonas metropolitanas del país es la adecuada dotación y el mantenimiento de
espacios públicos para asegurar un equilibro urbano y mejorar las condiciones de
vida de la población.

Sin embargo, a pesar de su libre acceso y uso, los espacios públicos son escenarios
que se redefinen continuamente a través de conflictos y negociaciones sociales a
diversa escala. Si bien el Estado es el garante para su utilización, los grupos sociales
establecen estrategias específicas para su aprovechamiento, organización y
significación, desplegando y recreando los referentes necesarios para su
reproducción.

Un ejemplo de conflicto en un espacio público surge al presentarse conductas de


riesgo derivadas de la apropiación del lugar por un sector de la comunidad que le da
un uso diferente al original, generalmente calificado como antisocial. Cuando esas
conductas de riesgo se aúnan al deterioro físico de los espacios, a la falta de
correspondencia con las necesidades de la ciudadanía o las insuficientes actividades
recreativas que promuevan la concurrencia de la población, se tienen las condiciones
para observar un espacio público abandonado o subutilizado, que resulta poco

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funcional para el barrio o colonia en que se ubica y que en el mejor de los casos se
convierte únicamente en un lugar de tránsito

Situación

Un reconocido consorcio de obras públicas ha decidido contratarlo como asesor vial


por su alto conocimiento y manejo del Código Nacional de Tránsito Terrestre, esto
con el fin de generar estrategias que permitan solucionar la problemática vehicular
que se está presentando debido a que por motivos de invierno el consorcio incumplió
con el contrato de reparación de un tramo de la vía Terminal - Aeropuerto, lo que
dio lugar a que empleados de las empresas vecinas, estacionen sus vehículos en este
espacio, bloqueando el normal tránsito de la vía, tenga en cuenta que los propietarios
de los vehículos manifiestan que no tienen donde parquear y por tal razón hacen uso
de la vía pública como estacionamiento.

Determine qué estrategias puede generar el consorcio para proceder ante esta
situación.

En las ciudades tradicionales, el Espacio Público es el que da identidad y carácter a


la ciudad, el que permite reconocerla y vivirla en sus sitios urbanos: naturales,
culturales y patrimoniales. Aunque los gobiernos locales se ocuparon de su gestión a
través de la regulación, la normativa y los proyectos urbanos, no pudieron prevenir ni
corregir las constantes y, muchas veces toleradas, invasiones privadas que
deterioraron la calidad de vida y el medio ambiente.

Con importantes inversiones en centros de recreación y consumo (los nuevos


espacios del encuentro) y en las urbanizaciones privadas, introduce el concepto de
espacio privado de uso público. Sin embargo, el tratamiento de los espacios públicos
cotidianos, con fuerte participación ciudadana, multiplica las acciones y la diversidad
de soluciones mejorando la calidad ambiental del conjunto. Esta ponencia presenta
algunas experiencias desarrolladas con resultados positivos.

Generar un área peatonal consiste básicamente en facilitar el desplazamiento de


peatones y el desarrollo de actividades complementarias que hacen más atractivas
los paseos ciudadanos, los paseos de compras.

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Se utilizaron diversas modalidades de peatonalización:

 Peatonalizar separando espacialmente el flujo peatonal del vehicular


resolviendo cada uno de ellos en forma independiente, a veces en diversos
niveles. Los puentes y calles sobre elevadas y los túneles son soluciones
utilizadas para separar los flujos peatonales de los vehiculares.
 Peatonalizar reservando todo el espacio circulatorio vehicular, la calzada, a
los peatones.
 Peatonalizar de manera parcial, es decir incrementar los recorridos
peatonales a expensas de los vehiculares, ampliando la superficie de la vereda
y reduciendo en la calzada el espacio de estacionamiento y circulación de los
vehículos. La peatonalización parcial mantiene la convivencia de los flujos
peatonales y vehiculares en una misma arteria; incrementa el espacio
destinado a peatones mejorando sus desplazamientos y las posibilidades de
detenerse en el encuentro informal sin que ello implique la eliminación del
paseo en auto, las operaciones de carga y descarga de mercadería, o la
adaptación a la época del año o de la semana más conveniente.

Es una solución menos costosa en términos económicos y de menor impacto sobre el


sistema circulatorio, sobre todo en las áreas centrales en general congestionadas.

Diseñe una propuesta para presentar al organismo de tránsito con el fin de


subsanar esta problemática y aminorar los trancones que se están presentando
constantemente en este tramo de la vía.

La fórmula mágica para acabar los


trancones con solo tronar los dedos no
existe. Lo que hay es una serie de
soluciones que indudablemente deben ir de
la mano para que sí se pueda acabar con el
problema.

El problema radica en que el País se ha


llenado de normas que han sido dictadas
sin haber tenido un plan vial concebido; a
congestión se debe también a que no se
toman otras alternativas.

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No todas las soluciones en materia de movilidad implican inversiones y obras de gran
envergadura. Existen nueve acciones puntuales, de costo e inversión relativamente
bajos, que podrían contribuir a reducir los trancones que a diario se toman las calles.

Talleres participativos donde, los vecinos se encuentran en talleres de discusión,


actualización y seguimiento de las actuaciones sobre el espacio público.

- concursos de ideas no vinculantes

Las soluciones para el manejo sustentable y administración del espacio público


deben contener mecanismos para que la ciudad gestione sus espacios públicos con
un Plan Integral, comprometiendo a las entidades ejecutoras que deben actuar
en el medio urbano a elaborar planes de administración y manejo.

Es necesario repensar la ciudad desde sus espacios públicos, imponerlo como


principio colectivo y recuperar el protagonismo y liderazgo por parte de la
administración en la regularización y construcción de los mismos.

A fin de viabilizar las estrategias de mejora de la calidad de los espacios


públicos se deben encarar en forma simultánea acciones de carácter
informativas, indicativas, normativas, de ejecución, control y mantenimiento.

Sin embargo, creo que en la actualidad las posibilidades de actuación directa de los
municipios (sobre todo de los más pequeños) sobre el Espacio Público a través de
grandes operatorias urbanísticas es limitada, sin embargo esas posibilidades
aumentan cuando se encaran actuaciones concertadas público privadas en
emprendimientos de menor escala.

Así, cuando en las estrategias gestión del espacio público se incorpora el


tratamiento de los espacios de la cotidianeidad, de los espacios urbanos
intersticiales, muchas veces mejorados con procesos de autogestión, de los espacios
ligados a las infraestructuras de circulación que vertebran la ciudad, las
posibilidades de proyectar, ejecutar y mantener actuaciones de carácter público
privadas se potencian.

El tratamiento de los espacios cotidianos multiplica las posibilidades de generar


acciones pequeñas, diseminadas por la ciudad, con fuerte participación ciudadana,

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ampliando así la diversidad de soluciones, la oportunidad de acceder a esos
espacios en diversos sectores de la ciudad (con equidad de oportunidades) y la
mejora la calidad ambiental del conjunto.

Las intervenciones y su localización pueden ser diversas, como son los barrios de
la ciudad donde están ubicadas; lo que sí seguramente tendrán en común será la
escasez de recursos económicos tanto para su ejecución como para su
mantenimiento.

Es necesario entonces seleccionar maneras simples de hacer las cosas, por ello se
deben impulsar acciones orientadas a la mejora de los espacios públicos con
medidas sencillas que requieren de inversiones menores pero que exigen de un
mayor esfuerzo conjunto.

Conclusiones

El derecho a un nivel de vida "adecuado" y dentro de él, específicamente, a una


vivienda "adecuada", se trata de la facultad que debe tener todo ser humano para
desarrollar su vida en un lugar apropiado para vivir, para habitar. En este sentido, el
espacio público constituye un elemento fundamental, que puede contribuir a la
satisfacción de necesidades humanas como la identidad, el sentido de pertenencia y
la belleza. Para ello, es necesario que esté dotado de cualidades tanto espaciales
como materiales que convoquen a diversos grupos humanos para que accedan a él en
condiciones de igualdad. Así, la presencia de espacios públicos de calidades similares
en las diferentes áreas habitacionales urbanas, más allá del nivel socio-económico de
la población que habite en cada una de ellas, puede contribuir a alcanzar condiciones
de equidad para todas las personas que habitan nuestras ciudades.

Sin embargo, en el desarrollo de los procesos urbanos relacionados con la


planificación, el diseño y la construcción de áreas de vivienda social, importantes
esfuerzos y recursos se han concentrado en resolver la urgencia por un techo digno,
desde una perspectiva que -en general- comprende al problema como una carencia de
objetos habitables más que como la necesidad de espacios para habitar. Este
enfoque ha desencadenado una predominante preocupación por la construcción de

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gran cantidad de unidades de vivienda y ha concentrado reflexiones y aportes
principalmente en la solución de la unidad habitacional, descuidando la calidad del
diseño y la materialidad del entorno de estas unidades, lo que propicia diversos
problemas espaciales que, al ritmo de dicho proceso de construcción, se reproducen
masivamente en la periferia urbana.

Al respecto, es importante señalar que buena parte de dicho entorno está


constituido por espacios nominalmente destinados al dominio público, pero que en
realidad se transforman en áreas baldías debido a su baja calidad, influenciada -
entre otros aspectos- por su configuración residual derivada de una ocupación
territorial mecánica, centrada en las edificaciones y no en el espacio urbano,
circunstancia que las predispone como foco de problemas tanto espaciales como
sociales.

En este contexto, la reflexión sobre diseño urbano a la cual se recurre, constituye


un aporte significativo a la búsqueda de una mejor calidad en los espacios públicos
habitacionales, ya que hace énfasis en la relación entre las personas y el espacio que
habitan, integrando en parámetros de diseño aspectos vinculados a la dimensión
física de éste, así como a la subjetiva de quienes lo ocupan.

Esta integración signo-significado, determina la comprensión del espacio público


habitacional como paisaje urbano, a través de la cual se pretende dirigir la mirada
sobre la forma de aquel, considerando al ser humano que la percibe y a partir de esa
percepción construye paisajes. En ese sentido, aunque la reflexión mencionada surge
como crítica a la ciudad en contexto histórico socio-cultural y político-económico
diferente a la actual, se basa sin embargo en una preocupación por la
deshumanización del espacio urbano, que es análoga a la descrita en torno a los
espacios públicos de la ciudad contemporánea, la cual también manifiesta como uno
de los temas centrales la pérdida del ser humano como eje en el diseño y
construcción de estos espacios.

Por otra parte, gracias a que cada uno de los libros analizados tiene un autor que -
por su diferente procedencia o formación académica con respecto a los otros-
aborda la reflexión sobre el diseño del espacio urbano desde una perspectiva propia,
los parámetros de diseño que pudieron ser identificados conforman un amplio
espectro de aspectos complementarios a considerar para el logro de una buena
calidad en los espacios públicos.

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Esta diversidad de parámetros es propuesta por todos los autores, a partir de una
estructura general coincidente, que, aunque de acuerdo al enfoque de cada uno fue
presentada y nombrada de manera distinta, pudo ser sistematizada en este caso
bajo el concepto de principios básicos, los cuales constituyen -como lo constata la
mencionada coincidencia- un grupo de valores que se consideran esenciales
independiente del contexto, para la configuración del espacio público.

Este planteamiento, sin embargo, debe ser tenido en cuenta considerando que lo
permanente es el valor que representa cada principio, pero que la manera en que
dicho valor se alcanza debe adaptarse a los cambios en las demandas y el contexto
en el cual se encuentra un espacio público en particular. Dada esta premisa,
confrontar los principios a través de sus parámetros, en el análisis valorativo de
espacios públicos localizados en sectores de vivienda social en la ciudad de Santiago
de Chile, permitió hallar problemáticas asociadas a ellos, aunque distintas en lo
específico a las situaciones que motivaron la reflexión teórica de la cual fueron
identificados dichos parámetros. Estas nuevas problemáticas correspondientes a las
características particulares que presenta actualmente la pobreza en Chile, están
asociadas en su mayoría a necesidades sociales en donde los factores espaciales son
determinantes, haciendo evidente el papel del espacio público en áreas urbanas de
vivienda social.

Así mismo, se pudieron verificar los cambios cualitativos que la presencia de los
principios mencionados aporta al ser considerados mediante los parámetros en el
diseño de espacios públicos. Verificación representada a través de imágenes
objetivo que no buscan constituir modelos de aplicación sino expresar las ideas
subyacentes en el hecho material, ya que de igual forma que en el análisis, lo que
interesa es confrontar cómo la ausencia o presencia de estos principios determina la
existencia del espacio público como lugar de encuentro con el otro, de placer
espiritual, de vínculo con el territorio, como paisaje.

De esta manera, la investigación realizada no pretende entregar una respuesta


definitiva al problema, sino más bien constituirse en un punto de partida para la
reflexión sobre el espacio público habitacional desde la perspectiva del paisaje,
enfocándose exclusivamente en el diseño del espacio de la ciudad como estudio
específico de la dimensión física del paisaje urbano, sin desconocer la importancia
de aspectos como la incorporación del punto de vista del habitante o la

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consideración de procesos de gestión, pero pudiendo afirmar -en consecuencia- que
mejorar las cualidades físicas del espacio público como objeto de valoración,
contribuye a la vez a un mejoramiento significativo en las condiciones de vida de los
habitantes de sectores urbanos de vivienda social.

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Fuentes Bibliográficas

Atria, Raúl, Marcelo Siles, et al. (Compiladores). Capital social y reducción de la


pobreza en América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma. CEPAL,
Santiago de Chile, 2003.

Borja, Jordi, Ciudadanía y espacio público”, en Ambiente y desarrollo, septiembre


1998.

Cabrales, L. F. (2002) Latinoamérica: Países abiertos, ciudades cerradas,


Universidad de Guadalajara, México.

Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad. Inseguridad en México.


Resultados de la Quinta Encuesta Nacional sobre Inseguridad. 2008. disponible en
http://www.icesi.org.mx/documentos/publicaciones/articulos/inseguridad_en_mexi
co.pdf

Ramírez Kuri, Patricia, La fragilidad del espacio público en la ciudad segregada,


septiembre 2006.

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