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SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE (SENA)

CURSO

COMPETENCIAS CIUDADANAS EN LA SEGURIDAD VIAL

Ficha Técnica 1877442

ALUMNO
CARLOS ENRIQUE ACUÑA

Meta, Villavicencio

2019

Un segundo de distracción puede acabar con toda una vida de ilusión


Introducción

El espacio público puede abordarse desde diversos enfoques complementarios,


referentes a la dimensión jurídica, al uso que puede dársele y a la diversidad de
actividades que genera; esto es, existen rasgos que permiten caracterizar en el plano del
deber ser a un espacio público.

Jurídicamente, el espacio público está sometido a una regulación específica por parte de
la administración pública, propietaria o que posee la facultad de dominio del suelo, que
garantiza su accesibilidad a todos los ciudadanos y fija las condiciones de su utilización
y de instalación de actividades. En cuanto al uso, el espacio público es el escenario de la
interacción social cotidiana, cumple funciones materiales y tangibles: es el soporte físico
de las actividades cuyo fin está orientado a que las necesidades urbanas colectivas sean
satisfechas. Por ejemplo, la práctica de actividades deportivas, recreativas, artístico
culturales encuentran en el espacio público el lugar idóneo de realización.

De manera complementaria, se puede advertir una dimensión social, cultural y política en


el espacio público, en cuanto es un lugar de relación y de identificación, de
manifestaciones políticas, de contacto entre la gente, de vida urbana y de expresión
comunitaria. En este sentido, los espacios públicos son concebidos como lugares por
excelencia de desarrollo, recreación y ocio en donde se realizan múltiples y diversas
actividades colectivas; allí se favorece el aprendizaje social, y también se propicia la
tolerancia, el respeto, la diversidad y la equidad. En suma, los espacios públicos permiten
detonar relaciones sociales sanas, críticas y constructivas entre diferentes grupos de la
población.

Se puede categorizar a los espacios públicos en dos tipos distintos: los monumentales,
que son aquellos lugares de gran dimensión, de jerarquía urbana, que tienen valor
simbólico para el conjunto de la sociedad y recogen la historia de una ciudad, región o
país. Por otro lado, están los espacios públicos de barrio a los cuales los vecinos pueden
acceder a pie diariamente, son de pequeñas dimensiones, de jerarquía intra-comunal y
tienen valor simbólico para un reducido número de personas. Por su tamaño, los espacios
públicos de barrio son el lugar para conocerse cara a cara y para observar acciones cuyo
móvil es el afecto, el encuentro y la recreación cotidiana. Éstos últimos son los que toman
especial interés para este diagnóstico.

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Descripción Del Árbol De Problemas

Como ya se mencionó, los espacios públicos permiten el goce y disfrute de los


ciudadanos, al ser escenarios de encuentro, expresión y convivencia; en ellos cada
individuo reivindica su sentido de pertenencia a un grupo, a una sociedad, o a una nación.
Así, su aprovechamiento coadyuva a la construcción de identidades colectivas y a
promover paradigmas de espacios comunitarios: primero, por ser abiertos, no
excluyentes y apropiables por todos; y segundo, por favorecer formas de relaciones
sociales sanas, seguras y constructivas.

Por lo anterior, los espacios públicos son concebidos cómo el soporte material para crear
ciudadanía y civilidad, por ello uno de los grandes retos de todas las ciudades y zonas
metropolitanas del país es la adecuada dotación y el mantenimiento de espacios públicos
para asegurar un equilibro urbano y mejorar las condiciones de vida de la población.

Sin embargo, a pesar de su libre acceso y uso, los espacios públicos son escenarios que
se redefinen continuamente a través de conflictos y negociaciones sociales a diversa
escala. Si bien el Estado es el garante para su utilización, los grupos sociales establecen
estrategias específicas para su aprovechamiento, organización y significación,
desplegando y recreando los referentes necesarios para su reproducción.

Un ejemplo de conflicto en un espacio público surge al presentarse conductas de riesgo


derivadas de la apropiación del lugar por un sector de la comunidad que le da un uso
diferente al original, generalmente calificado como antisocial. Cuando esas conductas de
riesgo se aúnan al deterioro físico de los espacios, a la falta de correspondencia con las
necesidades de la ciudadanía o las insuficientes actividades recreativas que promuevan
la concurrencia de la población, se tienen las condiciones para observar un espacio
público abandonado o subutilizado, que resulta poco funcional para el barrio o colonia en
que se ubica y que en el mejor de los casos se convierte únicamente en un lugar de
tránsito.

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Situación

Un reconocido consorcio de obras públicas ha decidido contratarlo como asesor vial por
su alto conocimiento y manejo del Código Nacional de Tránsito Terrestre, esto con el fin
de generar estrategias que permitan solucionar la problemática vehicular que se está
presentando debido a que por motivos de invierno el consorcio incumplió con el contrato
de reparación de un tramo de la vía Terminal - Aeropuerto, lo que dio lugar a que
empleados de las empresas vecinas, estacionen sus vehículos en este espacio,
bloqueando el normal tránsito de la vía, tenga en cuenta que los propietarios de los
vehículos manifiestan que no tienen donde parquear y por tal razón hacen uso de la vía
pública como estacionamiento.

Determine qué estrategias puede generar el consorcio para proceder ante esta
situación.

En las ciudades tradicionales, el Espacio Público es el que da identidad y carácter a la


ciudad, el que permite reconocerla y vivirla en sus sitios urbanos: naturales, culturales y
patrimoniales. Aunque los gobiernos locales se ocuparon de su gestión a través de la
regulación, la normativa y los proyectos urbanos, no pudieron prevenir ni corregir las
constantes y, muchas veces toleradas, invasiones privadas que deterioraron la calidad
de vida y el medio ambiente.

Con importantes inversiones en centros de recreación y consumo (los nuevos espacios


del encuentro) y en las urbanizaciones privadas, introduce el concepto de espacio privado
de uso público. Sin embargo, el tratamiento de los espacios públicos cotidianos, con
fuerte participación ciudadana, multiplica las acciones y la diversidad de soluciones
mejorando la calidad ambiental del conjunto. Esta ponencia presenta algunas
experiencias desarrolladas con resultados positivos.

Generar un área peatonal consiste básicamente en facilitar el desplazamiento de


peatones y el desarrollo de actividades complementarias que hacen más atractivas los
paseos ciudadanos, los paseos de compras.

Se utilizaron diversas modalidades de peatonalización:

 Peatonalizar separando espacialmente el flujo peatonal del vehicular resolviendo


cada uno de ellos en forma independiente, a veces en diversos niveles. Los
puentes y calles sobre elevadas y los túneles son soluciones utilizadas para
separar los flujos peatonales de los vehiculares.
 Peatonalizar reservando todo el espacio circulatorio vehicular, la calzada, a los
peatones.
 Peatonalizar de manera parcial, es decir incrementar los recorridos peatonales a
expensas de los vehiculares, ampliando la superficie de la vereda y reduciendo en
la calzada el espacio de estacionamiento y circulación de los vehículos. La

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peatonalización parcial mantiene la convivencia de los flujos peatonales y
vehiculares en una misma arteria; incrementa el espacio destinado a peatones
mejorando sus desplazamientos y las posibilidades de detenerse en el encuentro
informal sin que ello implique la eliminación del paseo en auto, las operaciones de
carga y descarga de mercadería, o la adaptación a la época del año o de la semana
más conveniente.

Es una solución menos costosa en términos económicos y de menor impacto sobre el


sistema circulatorio, sobre todo en las áreas centrales en general congestionadas.

Diseñe una propuesta para presentar al organismo de tránsito con el fin de


subsanar esta problemática y aminorar los trancones que se están presentando
constantemente en este tramo de la vía.

La fórmula mágica para acabar los trancones


con solo tronar los dedos no existe. Lo que
hay es una serie de soluciones que
indudablemente deben ir de la mano para
que sí se pueda acabar con el problema.

El problema radica en que el País se ha


llenado de normas que han sido dictadas sin
haber tenido un plan vial concebido; a
congestión se debe también a que no se
toman otras alternativas.

No todas las soluciones en materia de


movilidad implican inversiones y obras de gran envergadura. Existen nueve acciones
puntuales, de costo e inversión relativamente bajos, que podrían contribuir a reducir los
trancones que a diario se toman las calles.

Talleres participativos donde, los vecinos se encuentran en talleres de discusión,


actualización y seguimiento de las actuaciones sobre el espacio público.

- Concursos de ideas no vinculantes

Las soluciones para el manejo sustentable y administración del espacio público deben
contener mecanismos para que la ciudad gestione sus espacios públicos con un Plan
Integral, comprometiendo a las entidades ejecutoras que deben actuar en el medio
urbano a elaborar planes de administración y manejo.

Es necesario repensar la ciudad desde sus espacios públicos, imponerlo como


principio colectivo y recuperar el protagonismo y liderazgo por parte de la
administración en la regularización y construcción de los mismos.

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A fin de viabilizar las estrategias de mejora de la calidad de los espacios públicos se
deben encarar en forma simultánea acciones de carácter informativas, indicativas,
normativas, de ejecución, control y mantenimiento.

Sin embargo, creo que en la actualidad las posibilidades de actuación directa de los
municipios (sobre todo de los más pequeños) sobre el Espacio Público a través de
grandes operatorias urbanísticas es limitada, sin embargo esas posibilidades aumentan
cuando se encaran actuaciones concertadas público privadas en emprendimientos de
menor escala.

Así, cuando en las estrategias gestión del espacio público se incorpora el tratamiento de
los espacios de la cotidianeidad, de los espacios urbanos intersticiales, muchas veces
mejorados con procesos de autogestión, de los espacios ligados a las infraestructuras de
circulación que vertebran la ciudad, las posibilidades de proyectar, ejecutar y mantener
actuaciones de carácter público privadas se potencian.

El tratamiento de los espacios cotidianos multiplica las posibilidades de generar


acciones pequeñas, diseminadas por la ciudad, con fuerte participación ciudadana,
ampliando así la diversidad de soluciones, la oportunidad de acceder a esos espacios
en diversos sectores de la ciudad (con equidad de oportunidades) y la mejora la
calidad ambiental del conjunto.

Las intervenciones y su localización pueden ser diversas, como son los barrios de la
ciudad donde están ubicadas; lo que sí seguramente tendrán en común será la
escasez de recursos económicos tanto para su ejecución como para su
mantenimiento.

Es necesario entonces seleccionar maneras simples de hacer las cosas, por ello se
deben impulsar acciones orientadas a la mejora de los espacios públicos con medidas
sencillas que requieren de inversiones menores pero que exigen de un mayor
esfuerzo conjunto.

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Conclusiones

El derecho a un nivel de vida "adecuado" y dentro de él, específicamente, a una vivienda


"adecuada", se trata de la facultad que debe tener todo ser humano para desarrollar su
vida en un lugar apropiado para vivir, para habitar. En este sentido, el espacio público
constituye un elemento fundamental, que puede contribuir a la satisfacción de
necesidades humanas como la identidad, el sentido de pertenencia y la belleza. Para ello,
es necesario que esté dotado de cualidades tanto espaciales como materiales que
convoquen a diversos grupos humanos para que accedan a él en condiciones de
igualdad. Así, la presencia de espacios públicos de calidades similares en las diferentes
áreas habitacionales urbanas, más allá del nivel socio-económico de la población que
habite en cada una de ellas, puede contribuir a alcanzar condiciones de equidad para
todas las personas que habitan nuestras ciudades.

Sin embargo, en el desarrollo de los procesos urbanos relacionados con la planificación,


el diseño y la construcción de áreas de vivienda social, importantes esfuerzos y recursos
se han concentrado en resolver la urgencia por un techo digno, desde una perspectiva
que -en general- comprende al problema como una carencia de objetos habitables más
que como la necesidad de espacios para habitar. Este enfoque ha desencadenado una
predominante preocupación por la construcción de gran cantidad de unidades de vivienda
y ha concentrado reflexiones y aportes principalmente en la solución de la unidad
habitacional, descuidando la calidad del diseño y la materialidad del entorno de estas
unidades, lo que propicia diversos problemas espaciales que, al ritmo de dicho proceso
de construcción, se reproducen masivamente en la periferia urbana.

Al respecto, es importante señalar que buena parte de dicho entorno está constituido por
espacios nominalmente destinados al dominio público, pero que en realidad se
transforman en áreas baldías debido a su baja calidad, influenciada -entre otros aspectos-
por su configuración residual derivada de una ocupación territorial mecánica, centrada en
las edificaciones y no en el espacio urbano, circunstancia que las predispone como foco
de problemas tanto espaciales como sociales.

En este contexto, la reflexión sobre diseño urbano a la cual se recurre, constituye un


aporte significativo a la búsqueda de una mejor calidad en los espacios públicos
habitacionales, ya que hace énfasis en la relación entre las personas y el espacio que
habitan, integrando en parámetros de diseño aspectos vinculados a la dimensión física
de éste, así como a la subjetiva de quienes lo ocupan.

Esta integración signo-significado, determina la comprensión del espacio público


habitacional como paisaje urbano, a través de la cual se pretende dirigir la mirada sobre
la forma de aquel, considerando al ser humano que la percibe y a partir de esa percepción
construye paisajes. En ese sentido, aunque la reflexión mencionada surge como crítica a
la ciudad en contexto histórico socio-cultural y político-económico diferente a la actual, se
basa sin embargo en una preocupación por la deshumanización del espacio urbano, que

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es análoga a la descrita en torno a los espacios públicos de la ciudad contemporánea, la
cual también manifiesta como uno de los temas centrales la pérdida del ser humano como
eje en el diseño y construcción de estos espacios.

Por otra parte, gracias a que cada uno de los libros analizados tiene un autor que -por su
diferente procedencia o formación académica con respecto a los otros- aborda la reflexión
sobre el diseño del espacio urbano desde una perspectiva propia, los parámetros de
diseño que pudieron ser identificados conforman un amplio espectro de aspectos
complementarios a considerar para el logro de una buena calidad en los espacios
públicos.

Esta diversidad de parámetros es propuesta por todos los autores, a partir de una
estructura general coincidente, que, aunque de acuerdo al enfoque de cada uno fue
presentada y nombrada de manera distinta, pudo ser sistematizada en este caso bajo el
concepto de principios básicos, los cuales constituyen -como lo constata la mencionada
coincidencia- un grupo de valores que se consideran esenciales independiente del
contexto, para la configuración del espacio público.

Este planteamiento, sin embargo, debe ser tenido en cuenta considerando que lo
permanente es el valor que representa cada principio, pero que la manera en que dicho
valor se alcanza debe adaptarse a los cambios en las demandas y el contexto en el cual
se encuentra un espacio público en particular. Dada esta premisa, confrontar los
principios a través de sus parámetros, en el análisis valorativo de espacios públicos
localizados en sectores de vivienda social en la ciudad de Santiago de Chile, permitió
hallar problemáticas asociadas a ellos, aunque distintas en lo específico a las situaciones
que motivaron la reflexión teórica de la cual fueron identificados dichos parámetros. Estas
nuevas problemáticas correspondientes a las características particulares que presenta
actualmente la pobreza en Chile, están asociadas en su mayoría a necesidades sociales
en donde los factores espaciales son determinantes, haciendo evidente el papel del
espacio público en áreas urbanas de vivienda social.

Así mismo, se pudieron verificar los cambios cualitativos que la presencia de los principios
mencionados aporta al ser considerados mediante los parámetros en el diseño de
espacios públicos. Verificación representada a través de imágenes objetivo que no
buscan constituir modelos de aplicación sino expresar las ideas subyacentes en el hecho
material, ya que de igual forma que en el análisis, lo que interesa es confrontar cómo la
ausencia o presencia de estos principios determina la existencia del espacio público como
lugar de encuentro con el otro, de placer espiritual, de vínculo con el territorio, como
paisaje.

De esta manera, la investigación realizada no pretende entregar una respuesta definitiva


al problema, sino más bien constituirse en un punto de partida para la reflexión sobre el
espacio público habitacional desde la perspectiva del paisaje, enfocándose
exclusivamente en el diseño del espacio de la ciudad como estudio específico de la
dimensión física del paisaje urbano, sin desconocer la importancia de aspectos como la

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incorporación del punto de vista del habitante o la consideración de procesos de gestión,
pero pudiendo afirmar -en consecuencia- que mejorar las cualidades físicas del espacio
público como objeto de valoración, contribuye a la vez a un mejoramiento significativo en
las condiciones de vida de los habitantes de sectores urbanos de vivienda social.

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Fuentes Bibliográficas

Atria, Raúl, Marcelo Siles, et al. (Compiladores). Capital social y reducción de la pobreza en
América Latina y el Caribe: en busca de un nuevo paradigma. CEPAL, Santiago de Chile, 2003.

Borja, Jordi, Ciudadanía y espacio público”, en Ambiente y desarrollo, septiembre 1998.

Cabrales, L. F. (2002) Latinoamérica: Países abiertos, ciudades cerradas, Universidad de


Guadalajara, México.

Instituto Ciudadano de Estudios sobre la Inseguridad. Inseguridad en México. Resultados de la


Quinta Encuesta Nacional sobre Inseguridad. 2008. disponible en
http://www.icesi.org.mx/documentos/publicaciones/articulos/inseguridad_en_mexico.pdf

Ramírez Kuri, Patricia, La fragilidad del espacio público en la ciudad segregada, septiembre 2006.

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