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Los gérmenes pueden desarrollarse en
Cuando se habla de higiene del hogar se
tiende a pensar solo en la limpieza diaria de
la casa, pero en la práctica este concepto es
mucho más amplio y corresponde a la suma de
todas las medidas tendiente a prevenir
infecciones, sus transferencias y en
definitiva cuidar la salud de los integrantes
del hogar.
Hay más gérmenes en el estropajo de la
cocina que en la taza del baño
La desinfección es un procedimiento que
nunca debe saltarse al momento de limpiar,
de lo contrario el ciclo de la higiene no está
completo y se corre el riesgo de contaminar.
Muchos son los elementos contaminantes que
podemos encontrar en una casa y que pueden
desencadenar reacciones alérgicas como el
asma, la rinitis o la conjuntivitis.
La cocina es una habitación en la que conviven
diferentes lugares y condiciones, pero hay
ciertas situaciones que hacen más propicia
su localización y transmisión. Suelen
desarrollarse en el medio ambiente en
condiciones de temperatura normales, y el
agua y el aire son sus ámbitos preferentes
para crecer y propagarse.
Cualquier objeto puede convertirse en
un ámbito idóneo para el desarrollo de
bacterias peligrosas para nuestra
salud.
Los suelos, las alfombras, los muebles,
los pomos de las puertas, el teléfono y
hasta el mando del televisor pueden ser
refugio de virus o bacterias.
Por ello, es necesario prestar atención
a la higiene de todo el hogar, aunque
hay dos zonas que exigen un mayor
esfuerzo a la hora de la limpieza: la
cocina y el cuarto de baño..
un conjunto de elementos potencialmente
peligrosos, como zonas húmedas (el
fregadero y el escurreplatos), los elementos
utilizados para la limpieza (estropajos,
bayetas y paños de cocina) y hasta las mismas
superficies en las que se preparan los
alimentos (las tablas de cortar, la encimera y
los utensilios). Además de limpiar
regularmente estas superficies y objetos es
fundamental prestar mucha atención a la
higiene de los alimentos, en especial de
aquellos que comamos sin ningún tipo de
cocción, como pueden ser las frutas y las
verduras.
El cuarto de baño es el otro ambiente en el
que debemos tener un especial celo por la
higiene. Allí realizamos cada día nuestras
necesidades fisiológicas y lo utilizamos para
cuidar la higiene corporal. Al igual que en la
cocina, las condiciones de calor y humedad
del cuarto de baño favorecen la proliferación
de bacterias.
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El aseo contribuye poderosamente a la Detergentes, friegasuelos, quitamanchas,

conservación de la salud, porque mantiene amoníacos, disolventes de grasas, limpiacristales,
siempre en estado de pureza el aire que espumas para limpiar el horno... la lista de
respiramos, y porque despojamos nuestro productos químicos que ayudan a mantener el
cutis de toda parte extraña que embarace la
hogar limpio, libre de gérmenes y con buen
transpiración, favorece la evaporación de los
aspecto.
malos humores, causa y fomento de un gran
número de nuestras enfermedades.

Diariamente: - tender la cama. - sacar la

basura. - lavar la loza.

2 veces por semana:

- lavar los pisos.
- cambiar toallas de mano y paños de Mantener en perfectas condiciones de higiene
cocina. todas las superficies de la cocina.
- lavar ropa y planchar. Cambiar y limpiar adecuadamente los
elementos de limpieza.
La higiene es un hábito
El cuarto de baño debe brillar
Cada 15 días: - limpiar vidrios y espejos. fundamental para reducir
Mantener secos los objetos utilizados para la
las posibilidades de que
- dar vuelta colchones. - aspirar limpieza corporal.
nuestro organismo entre en
almohadas y colchones. Las manos, limpias.
contacto con gérmenes
lavar su ropa, sábanas y baberos utilizando
peligrosos para nuestra
detergentes o jabones apropiados.
salud.

Una limpieza correcta

Todas las habitaciones
deben limpiarse a fondo,
empleando agua con
detergente para los
pisos, y quitando el polvo
con un paño humedecido,
porque lo retiene
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