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Pyotr Ilyich Tchaikovsky nació el 7 de mayo de 1840 en Rusia, y fue el creador de

grandes obras como El Cascanueces y La Obertura 1812.

Sus primeras enseñanzas estuvieron a cargo de tutores franceses y desde joven mostró
habilidades musicales extraordinarias, por ello es enviado en el año 1850 a la escuela
imperial de San Petersburgo, donde reside dos años en el internado de la escuela
preparatoria, hasta que llega a la edad de doce años, donde comienza sus estudios que
durarían siete años en la Escuela Imperial de Jurisprudencia.

Cuatro años después, muere la madre del compositor tras una epidemia de cólera que
afecta a gran parte de Rusia. Después del fallecimiento de su madre se dedica por
completo a sus estudios graduándose en 1859 con el título de redactor de
ministerio.Tras su graduación, decide explorar el mundo que está a su alrededor,
viajando por Francia, Alemania e Inglaterra donde debate las opciones que se presentan
ante él y su futuro, el cual estaba dividido entre la música, el arte y su profesión.
Los primeros pasos de Tchaikovsky por increíble que parezcan no dieron revelación de un
talento especial ni para la interpretación musical y tampoco para su creación, su primer
poema conocido como Sinfónico Fatum “Sueños de Invierno” carecía de relevancia.
Es con el ballet de “El lago de los cisnes” que se catapulta, pues fue su gran éxito el
cual presento en el teatro de Bolshoi en el año de 1877 y gracias al mismo fue conocido y
aclamado como compositor de relevancia, carácter y gran talento. Otra de sus
composiciones más conocidas es la “Obertura Romeo y Julieta” del año de 1869,
donde esta composición va mucho más allá de lo romántico o el toque floral, sino que se
inspira en el destino de esta pareja y de lo que tienen que vivir.
Tiene esta composición gran expresividad, donde el oyente puede sentirse identificado,
fue tanto de esta manera que se escribieron tres versiones de la misma obra. A este le
sigue el ballet de “La bella durmiente”, el cual se consagra como su segundo gran
ballet y también logra catalogarse entre uno de los primeros que unifican en un mismo
espacio el mundo musical y la coreografía, Tchaikovsky se propone romper los esquemas.
Cada composición se une perfectamente en el mundo dramático, y la música que
interpreta este, haciendo que quien la escuche se pierda en todos estos sentimientos.
Finalmente, este gran compositor ruso muere el 6 de noviembre en San Petersburgo, en el
año de 1893.
Musica
Chaikovski escribió varias obras que son populares entre el público aficionado a la música
clásica, entre las que se encuentran Romeo y Julieta, la Obertura 1812, sus tres ballets (El
cascanueces, El lago de los cisnes y La bella durmiente) y la Marcha Eslava. Estas, junto
con dos de sus cuatro conciertos, tres de sus seis sinfonías numeradas y, de sus diez
óperas, La dama de picas y Eugenio Oneguin, son probablemente sus obras más
familiares. Casi tan populares son la Sinfonía Manfredo, Francesca da Rimini, el Capricho
italiano y la Serenata para cuerdas. Sus tres cuartetos de cuerdas y tríos para piano
contienen bellos pasajes, así como sus 106 canciones siguen siendo interpretadas en
recitales.93 Chaikovski también escribió unas cien obras para piano, a lo largo de su vida.
La Chanson Triste (Canción Triste) del compositor ruso, es la segunda pieza de 12 para
piano solo del libro “12 piezas para piano de dificultad moderada” del Op. 40 terminado
en 1878. Todas las piezas de este libro remarcan por su belleza y carácter compositivo.
Pero que hace de Chanson Triste única. Escrita en Sol menor, en un compas de 4/4 la
melodía superior llena de gozo y esperanza mientras que la armonía envuelve al que
escucha con una cálida progresión de acordes. A simple vista, esta pieza no parece ser de
una gran dificultad, pero no solo es la dificultad técnica si no la interpretación lo que hace
de esta pieza una maravilla, respiraciones, calderones y ralentandos que no vienen
escritos en el área de la dinámica, para el buen interprete estas indicaciones están
escondidas en la armonía. La tensión y distención de los acordes hacen que el que escuche
sienta algo mas que música, cualquiera puede tocar notas escritas en un pentagrama pero
solo un buen musico puede hacer música, dicho de otra forma un buen musico hace
mucho con poco.

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