Está en la página 1de 1

Señor director, señora sub directora, queridos docentes, padres de familia, compañeras de la

Promoción fratelli

Es un privilegio poder dirigirme a todos ustedes y en especial tener la palabra de todas mis
compañeras para expresar nuestro agradecimiento hacia nuestros padres y profesores, lo cual
me llena de emoción, pero a la vez de nostalgia.

Hoy celebramos el fin de una etapa especial en nuestra vida, hoy celebramos la culminación de
años de esfuerzo, el final de una etapa de logros, de luchas por alcanzar lo que hoy podemos
llamar “promoción”.

Aún es difícil hacernos la idea que ya no volveremos a ser alumnas, que no volveremos a
portar el uniforme, que no nos volveremos a encontrar en las aulas día tras día o que los
profesores nos llamen la atención por alguna travesura.

Pero no hay que olvidar todos aquellos momentos que hemos compartido como compañeras,
como amigas, no hay que olvidar nuestros logros, y todo el esfuerzo que utilizamos para
alcanzarlos, todos estos recuerdos que ahora forman parte de un pasado que solo podremos
mirar con nostalgia, porque a partir de ahora cada una de nosotras tomaran su propio rumbo,
no dejen que nadie frene sus sueños y siempre sean persistentes, que las adversidades
siempre van a estar presentes.

Compañeras, espero muy dentro mio poder verlas más adelante, tal vez como coleas o por
coincidencias de la vida y poder hablar de cómo fue el después de las aulas, de las dificultades
de la vida, y de las metas que pudimos conseguir y las que no. Pero más que todo deseo que
todas sean mujeres de bien, que todas sean gratamente de recordar y saludar con un abrazo
fraterno. Deseo que todas alcancemos nuestros sueños, pero sobretodo que seamos felices.

Sin embargo todo esto este ideal es trabajo conjunto entre profesores y padres, quienes
cumplieron un rol muy importante en nuestra formación personal y siempre nos impulsaron a
ser mejores cada día.

Pero el lugar más preciado en nuestros corazones, se lo llevan definitivamente los maestros,
los cuales más allá de impartir una materia vieron como una hija en cada una de nosotras, la
cual educaron e instruyeron para afrontar el mundo que estamos a punto de conocer, por esos
maestros que si más grande satisfacción es vernos forjar un buen futuro.

Es nuestro deber, tomar el ejemplo y hacerlo nuestro, de rescatar lo bueno y corregir los
errores, de ser agentes de cambio y avanzar sin miedo a la senda del bien y del honor, sin
temor a equivocarnos porque sé que aquí se encuentra el futuro de Tacna y si nosotras
queremos también del Perú.

Para culminar con estas palabras, compañeras; esta es la culminación de una etapa de 5 años
pero es el comienzo de otra, demostremos quienes somos, quienes nos han formado y que
herramientas nos han dado para construir una viada exitosa, no nos dejemos llevar por la
pereza, en el conformismo. Y no olviden que en cada una de nosotras hay una amiga que está
dispuesta a ayudar cuando lo necesiten. GRACIAS

También podría gustarte