DISCURSO DE DESPEDIDA DE SECUNDARIA

GENERACION 2011-2014

La graduación no es el fin, es el principio!

“El futuro no pertenece a quienes saben esperar, sino a quienes saben

prepararse”. PEDRO MANERO.

Hace tres años con un cúmulo de temores bajo el brazo, llegamos por
primera vez a la secundaria. Ahora, ya sin aquellos temores, pero si con
tristeza, llegó la hora de despedida, de decir adiós.

El tiempo ha llegado en que hemos de decir adiós, a los amigos, los

compañeros y los profesores con quienes compartimos tantas horas de
estudio, alegrías, enojos amistosos, y demás componentes de la vida colegial.
Ahora, cada uno de nosotros tomará diferentes caminos en busca de otros
horizontes, en busca de lo mejor que la vida pueda ofrecernos. Estamos
preparados para seguir adelante, muchos se irán a otros colegios, a otras
ciudades, tomarán sus vidas diferentes rumbos, pero nos mantendremos
unidos por medio del recuerdo.

Han sido tres años de esfuerzo y, en ocasiones, los deberes escolares fueron
arduos, pero fueron tres años de recompensas y satisfacciones, de amistades
y recuerdos que permanecerán para siempre en el libro de nuestras vidas.

El tiempo de graduación, es tiempo de despedida, empiezas a darte cuenta

que disfrutabas las clases de mate, las pláticas en la cafetería, la cascarita de
futo bol, nos atemoriza qué haremos ahora, sin el nerd de la clase que nos
explicaba las ecuaciones, y hasta te preguntas si la vida no será muy aburrida,
sin las molestas carrillas. Habrá compañeros que en efecto, no volveremos a
ver, pero muchos de ellos podrán seguir siendo parte de nuestras vidas, y
algunos de ellos nos acompañarán por siempre. No importa donde estén, no
importa cuanto tiempo pase, nos buscaremos, nos encontraremos y
formaremos parte unos de otros, de su misma esencia. Haremos un sitio en
facebook para continuar la historia, donde aún con canas seguiremos siendo
los mismos jóvenes de siempre.

En las turbulencias que pudieran surgir en nuestro camino, cada uno de

nosotros debemos reafirmar una visión de justicia, de paz y de respeto a los
derechos humanos y a las leyes que rigen nuestro país. Por ahora, una cosa
debe quedar clara: El estudio, y nada más que el estudio será la llave que
abrirá las puertas del mañana. En un mundo cambiante como en el que nos
tocó vivir, la preparación es la mejor estrategia para enfrentar la crisis de un
mundo incierto.

El futuro de cada uno de nosotros no está en manos del destino; y aún

cuando pudiéramos creer que el destino es el que barajea las cartas, somos
nosotros quienes las jugamos. Lo que intento decir, es que nosotros
formamos nuestro propio destino, nosotros y solo nosotros somos quienes
debemos preguntarnos qué es lo que deseamos hacer con nuestras vidas.

El respeto que debe empezar por nosotros mismos, y debe continuar con
nuestras familias, con todos los que nos rodean y con la sociedad entera.
Aprendamos a decir si, y aprendamos a decir no, cuando sea necesario.
¡Nosotros somos personas valiosas! ¡No permitamos que nada ni nadie nos
desvíe de nuestro camino como personas dignas y honestas!

A nuestros profesores les damos las más eternas gracias, por haberse
preocupado por cada uno de nosotros, por ir más allá de instruirnos… por
regañarnos y ser duros cuando no hicimos las cosas bien, por limpiar
nuestras lágrimas y aconsejarnos, por los reconocimientos… por motivarnos a
salir adelante, por enseñarnos el hábito del estudio y por enseñarnos no sólo
a pensar en grande, ¡Sino a ser grandes!

Asumamos con entrega, con coraje y con valor la responsabilidad de

empuñar el timón de nuestras vidas que la mar no pertenece.

¡HASTA SIEMPRE Y QUE DIOS LOS BENDIGA!