La ética de la liberación La ética de la liberación
La Ética de la Liberación parte de la conciencia de la situación de opresión en
que se encuentra el pueblo latinoamericano así como los demás pueblos de del tercer mundo y también tiene como peculiaridad asumir los grandes temas tratados por las éticas filosóficas desde la perspectiva de las víctimas de la historia, considerando el proceso de globalización a finales del siglo XX. Nacida en la década de los 60 en América Latina, intenta integrar en el presente los diversos procesos de dominación, situándolos dentro de una perspectiva mundial.
La ética de la liberación implica un ejercicio permanente al máximo grado. La
ética nace de una decisión personal que no puede ser impuesta por nadie, y en esto se diferencia de la ley.
A su vez la liberación es posible como resultado de la práctica de las virtudes
que llevan a la excelencia personal y profesional. Puesto que nadie le da la libertad a nadie, la liberación es creación de lo mejor de cada persona.
Hablar, de ética de la liberación es hablar de un hombre libre de alguien que ha
realizado el proyecto de ser humano. Esto se entiende mejor si se mira el papel de la liberación en la actividad de los humanos en la sociedad. La ética de la liberación es agente de cambio porque aporta la materia prima para la liberación de los ciudadanos y de la sociedad. Y nos hacemos libre al decidir, pero solo podemos decidir cuando estamos bien informado. La ética de la libertad, cuyos principios se basan en el respeto a los derechos de propiedad, pacto de no agresión y respeto a los contratos; o bien, que dichas normas o leyes posean características de universalidad, simetría y funcionalidad. Manifiesta que el objetivo ético liberal es intentar reducir las prohibiciones y tratar de tener un conjunto de normas mínimas dentro de la sociedad. Finalmente, refiere que estas ideas pretenden dejar que las personas tomen decisiones propias sin imponerles preferencias, no violencia, así como derecho de defensa y justicia, entre otros.
Las Interacciones Sociales y Culturales Del Individuo Con Las Instituciones y Demás Miembros de La Sociedad Generan Un Paradigma Entre La Concepción Ideologica de La Ética y La Libertad