Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INTRODUCCIÓN..............................................................................................................2
LA TRANSACCIÓN ..........................................................................................................3
DOCTRINA EXTRANJERA..........................................................................................4
CONCLUSIONES ........................................................................................................ 29
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................... 30
ANEXOS ...................................................................................................................... 30
INTRODUCCIÓN
I. ASPECTOS METODOLÓGICOS
Jurídica dogmática.
1.2 Importancia:
1.3 Objetivos
a. Objetivo general:
b. Objetivos específicos
iii) Identificar cuáles son los criterios jurisprudenciales actuales sobre la transacción en
el Derecho de Obligaciones.
II. FUNDAMENTOS TEÓRICOS
DOCTRINA EXTRANJERA
Al igual que en nuestro país, la transacción es una figura muy utilizada en las legislaciones
del mundo, cada país establece las formalidades y términos bajo los cuales se puede
realizar una transacción, pero la mayoría de ellas permiten que los individuos fijen los
términos y concesiones que les parezcan convenientes para llegar a un acuerdo de
beneficio mutuo, muchos de estos países coinciden de muchas maneras al regular la
transacción en sus respectivos códigos, saliendo a flote coincidencias muy notorias, las
cuales podremos observar a continuación:
“Un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna
cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado”1.
“Si bien enriquece la figura de la transacción cuando indica las prestaciones a través de
las cuales se llega a su celebración, adolece de la misma deficiencia, de omitir el elemento
de las recíprocas concesiones que las partes deben hacer para llegar a la celebración de
este contrato”2.
Por lo tanto se ha debido definir como un contrato por el cual las partes, mediante
recíprocas concesiones, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que habían
comenzado.
La transacción puede ser judicial o extrajudicial según las partes la lleven o no al proceso
para su homologación judicial.
1
Código Civil Español, Editorial Amaya, Bilbao España. Departamento Legal: Bl.3335- 1975. Art.1809
2
La transacción, Bosch, Casa editorial S.A., Barcelona, 1987. Pág.6.
concesiones”. “Las concesiones pueden implicar la constitución, modificación o
extinción de derechos diversos del derecho controvertido”3.
Esta definición nos muestra claramente que las concesiones que las partes se hacen
recíprocamente son las que permiten extender el alcance y el efecto de la transacción a
derechos diferentes a aquellos de los cuales surge el conflicto en cuestión.
Esta concepción nos muestra la restricción que se hace respecto a su efecto en relación
al objeto del mismo.
3
VODANOVICH, ANTONIO. Contrato de transacción. Editorial Jurídica Cono Sur Ltda., Santiago de
Chile, 1993. Pág. 185.
4
Código Civil Boliviano, Decreto Legislativo 12760 del 8 de agosto de 1975. Vigente desde el 2 de Abril
de 1976. Art. 945.
El Código Civil de Chile, al igual que los dos anteriores, en el art. 2446º señala: “La
transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio
pendiente, o precaven un litigio eventual. No es transacción el acto que sólo consiste en
la renuncia de un derecho que no se disputa”. En este código la Transacción se encuentra
en el Título XL y abarca 19 artículos, desde el art. 2446º hasta el art. 2464.
El Código Civil de Chile fue obra de Don Andrés Bello, por lo tanto tiene el mismo origen
que el Código Civil Colombiano, que a la vez tiene influencia del Código Civil Francés
de 1804, influencia que se ve reflejada en el concepto de la transacción:
En este concepto nos muestran que la transacción es el medio para zanjar una diferencia,
para arreglar un derecho controvertido, es decir, es una relación jurídica controvertida y
dudosa, no es la renuncia de un derecho.
El Código Civil de México establece: “La transacción es un contrato por el cual las
partes haciéndose recíprocas concesiones, terminan una controversia presente o previenen
una futura.” (Artículo 2944º). En este código la Transacción se encuentra en el Título
XVI y abarca 20 artículos, desde el art. 2944º hasta el art. 2963º.
5
Código Civil Chileno, promulgado el 14 de diciembre de 1855, entrado en vigencia el 1 de enero de 1857.
Art. 2446.
obligaciones litigiosas o dudosas. “En este código la Transacción se encuentra en el Título
XIX y abarca 30 artículos, desde el art. 832º hasta el art. 861º, contiene 4 Capítulos.
Asimismo en el artículo 834 indica que: “Las diferentes cláusulas de una transacción son
indivisibles, y cualquiera de ellas que fuese nula, o que se anulase, deja sin efecto todo el
acto de la transacción”6.
Acá nos podemos dar cuenta del aporte que nos hace esta definición al incluir el elemento
de la indivisibilidad en el pacto. El autor argentino Carlos A.R. Lagomarsino integra esta
definición así: “Es el acto jurídico bilateral indivisible, por el cual las partes, haciéndose
concesiones recíprocas extinguen obligaciones litigiosas o dudosas”7.
El Código Civil de Paraguay, en el artículo 1495 del Código Civil de 1987 con la
reforma del 1991:
“Por el contrato de transacción las partes, mediante concesiones recíprocas, ponen fin a
un litigio o lo previenen. Por medio de ella se puede crear, modificar o extinguir, además,
relaciones jurídicas diversas de las que fueron objeto del litigio o motivo de la
controversia”8.
6
Código Civil Argentino, Ley 340 del 29 de septiembre de 1869. Arts. 832 y 834.
7
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXVI, Editorial Bibliográfica Argentina-Buenos Aires. Págs. 342 y
343.
8
VODANOVICH H. Antonio. Op. Cit., pág.191.
9
Código Civil Venezolano, Disposición Legal I.F. 82-1702 bajo el decreto 10-79-092 Tomo I, Folio 34 del
19 de Agosto de 1975 modificado Julio de 1982. Art. 1713
legislaciones acogen la figura de transacción como una medio opcional de solución o
prevención de conflictos, dejando bajo la voluntad de las personas los términos en los
cuales podrán llegar a un acuerdo, siempre bajo normas y formalidades que están
establecidas por ley, diferente en cada país.
DOCTRINA NACIONAL
ORIGEN
La palabra transacción deriva del latín "transactio", esta expresión significa todo acuerdo
de voluntades sobre un objeto cualquiera, o más concretamente, una operación mercantil
o bursátil. Se dice así, que se realiza una transacción, para referirse, por ejemplo, a la
venta o compra-venta de un bien, a operaciones efectuadas por una bolsa de comercio,
entre otros.
DEFINICION
La transacción es, un contrato por el que las partes se hacen reciprocas concesiones con
el fin de terminar una contienda judicial presente o de conjurar una futura.
Por otro lado tenemos a Gustavo Palacio Pimentel, que nos dice que la transacción es una
convención entre dos personas quienes, a fin de prevenir un litigio, arreglan sus
diferencias de mutuo consentimiento en la forma o pacto que mejor les parezca,
prefiriendo este medio a fluctuar entre la esperanza de salir airosos y el temor de perder,
poniendo en paragón el “costo y el rendimiento del acto” en lugar de la alternativa a que
quedan sujetas en el litigio, o sea entre una ventaja y una pena.
Ahora, según el antiguo código civil peruano de 1936, de acuerdo al artículo 1307 se
definía, “que por la transacción dos o más personas deciden sobre algún punto dudoso o
litigioso, evitando el pleito que podría promoverse, o finalizando el que está promovido”.
Es importante recalcar que esta definición omitía algo fundamental y es que la transacción
solo puede pronunciarse “mediante concesiones reciprocas de las partes”, pues de otra
manera se confundiría con otros actos jurídicos como el desistimiento, la confirmación,
el reconocimiento de derechos.
Colmo lo expresa, en una definición más concisa y precisa, nos dice, que es un acto
jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndose concesiones reciprocas, extinguen
obligaciones litigiosas o dudosas.
Frente a las definiciones antes nombradas, podemos decir en general que la transacción
en su sentido jurídico, si bien en cuanto al fondo hay identidad o reconocimiento en la
definición, la palabra transacción tiene un alcance bastante más restringido, puesto que lo
enfoca a un acto jurídico cuya finalidad es resolver mediante concesiones recíprocas, un
asunto dudoso (incierto) o litigioso. Esto lo vemos en nuestro vigente código civil en el
artículo 1302 ya que adopta un concepto restringido de transacción, pues cuando utiliza
este término se refiere a un medio extintivo de obligaciones, y no lo emplea en su
significado más amplio, que se definiría, como un negocio o acuerdo entre las partes.
De forma general podemos decir que la transacción es una convención entre dos o más
personas quienes, a fin de prevenir un litigio arreglan sus diferencias de mutuo
consentimiento en la forma o pacto que mejor les parezca, es decir que la transacción es
un medio para prevenir el litigio.
Según Raúl FERRERO COSTA, citando el artículo 1302 del Código Civil Peruano,
señala que “la transacción consiste en un acuerdo mediante el cual las partes, haciéndose
concesiones reciprocas sobre algún asunto dudoso o litigioso, lo resuelven haciendo
innecesaria la intervención judicial que podría promoverse o finalizando la ya iniciada”10.
10
FERRERO COSTA, Raúl, 1988. Curso de Derecho de las Obligaciones, Segunda edición, Cultural Cuzco
Editores, Lima
a) La transacción concebida como un acto jurídico.- Implica una reciprocidad para
obtener un resultado positivo, además que en ella se crea, regula, modifica y extingue una
relación jurídica surgida de un estado de incertidumbre11. Se diferencia del contrato, pues
la transacción no implica prestaciones recíprocas de por sí, no da surgimiento a ellas sino
que son derivadas de una principal, pues extingue obligaciones, en vez de hacerlas
contraer, que es hasta en la palabra, lo propio de un contrato.
ELEMENTOS DE LA TRANSACCION
11
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal: CÓDIGO CIVIL, Sexta edición, IDEMSA, Lima, TEMIS, Bogotá, 2002
c. Concesiones recíprocas. -
El artículo 337° del Código Procesal Civil congruente con la doctrina, exige igualmente,
entre otros, el requisito de las concesiones recíprocas, como requisito para su aprobación
por el Juez y su posterior homologación a una sentencia con calidad de cosa juzgada. La
norma contenida en el artículo 1302° del Código Civil igualmente hace referencia a este
elemento.
CARACTERÍSTICAS DE LA TRANSACCIÓN
Debe versar sobre Asuntos Dudosos o Litigiosos. - El acuerdo debe versar sobre la
forma de extinción de un conflicto, ya sea que este se encuentre fuera del ámbito judicial
(asunto dudoso) o forma parte de un asunto judicial (asunto litigioso).
Debe constar por escrito bajo Sanción de Nulidad. - La ley prescribe con sanción de
nulidad a la transacción que no se celebre por escrito, conforme lo señala nuestra
normatividad.
CLASES DE TRANSACCION
Transacción Pura: Si las partes que transigen resuelven su conflicto haciéndose las
reciprocas concesiones sobre la base de lo que recíprocamente pretendía la una de la otra,
es decir, simplemente agotan el conflicto preexistente dentro de la propia dimensión del
conflicto sin crear, modificar o extinguir otra relación jurídica entre las partes, distinta de
la relación jurídica controvertida. Ejemplo: Si una persona pretende demandar a otra el
cobro de una suma de dinero, amabas pueden transigir el conflicto si el acreedor
12
OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Tratado de las Obligaciones, Primera
Parte, Tomo l. Biblioteca Para Leer el Código Civil. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica
del Perú. Lima, 2001
renuncia a los intereses devengados y el deudor reconoce la obligación fijándose un
cronograma de pagos. En este caso, se tratará de una transacción pura. A ella se refiere el
primer párrafo del artículo 1302 bajo comentario.
Transacción Judicial: Es la que realiza durante el curso de una litis, de una controversia
judicial.
Los efectos de ambas clases son idénticos, siendo iguales las reglas. La transacción
judicial es título de ejecución, dando lugar al proceso de ejecución de resoluciones
judiciales (Art. 713° y siguientes del C.P.C.). La transacción extrajudicial es título
ejecutivo y da lugar al proceso ejecutivo (Art. 693° y siguientes del C.P.C.)13.
13
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Ob. citada.
De una y otra se ocupa el art. 1304 del Código Civil, estando ambas clases sometidas a
las mismas reglas; las dos producen iguales efectos. Es importante aclarar que el C.C de
1852 era más explícito al precisar el contenido de la transacción, puntualizándose como
sus requisitos; los nombres de los contratantes; la relación puntual y lacónica de sus
pretensiones, y si hay pleito pendiente, su estado y el juez ante quien se dirige luego, la
forma y las circunstancias del convenio bajo el cual se hace la transacción. En la
actualidad se considera que no hace falta enumerar tales requisitos, que más corresponde
a la técnica de los instrumentos públicos, a la práctica notarial o profesional.
El Código ha optado, al igual que el legislador de 1936, por regular la institución como
una modalidad más de extinción de las obligaciones, a diferencia de otros Códigos, como
el Peruano de 1852, el Alemán, el Mexicano y el Colombiano, que la consignan en el
libro relativo a los Contratos. Como explican los autores del Proyecto del Código Civil
de 1936, inspirados en la legislación brasileña, si por la transacción se extinguen
obligaciones dudosas o litigiosas, debe admitirse que más que un contrato es un modo de
extinguir obligaciones.
El primer párrafo del artículo 1302 encuentra su origen en el artículo 1307 del Código
Civil de 1936, pero agrega un concepto esencial para que exista transacción, esto es, las
concesiones recíprocas que deben hacerse las partes.
Además, es importante advertir que no es necesario, que las concesiones sean de valor
igual o equivalente. También debe observarse que el concepto de “dudoso” es subjetivo,
pues está vinculado a las partes que le otorgan tal calificación o a razones que a ellas
conciernan para evitar un proceso judicial. El concepto de “litigioso” es más claro: la
discrepancia ya se estaría ventilando ante los tribunales. Si el asunto no fuese dudoso o
litigioso y las partes no se otorgaran concesiones recíprocas, podrían intervenir otras
formas de extinción de las obligaciones, tales como el pago o la condonación, pero no la
transacción14.
El primer párrafo del artículo 1302 tiene su origen en los artículos 2044 del Código
Francés, 1702 del Código de 1852, 1809 del Código Español, 332 del Código Argentino,
1025 del Código del Brasil de 1916, 2044 del Código Dominicano y 2944 del Código
Mexicano.
El segundo párrafo del mismo artículo 1302, encuentra su origen en el segundo párrafo
del artículo 1965 del Código Italiano, donde se aclara que las concesiones recíprocas no
tienen por qué circunscribirse al asunto dudoso o litigioso objeto de la transacción; ellas
también pueden crear, regular o extinguir derechos ajenos a los controvertidos.
El tercero párrafo del artículo 1302 declara que la transacción produce los efectos de la
cosa juzgada. Esta regla, que no consignó el Código de 1936, fue incluida por la Comisión
OSTERLING PARODI, Felipe. “Las Obligaciones”. Editora Jurídica Grijley. Octava Edición. Lima, Perú
14
El eminente jurista argentino Dalmacio VÉLEZ SARSFIELD, autor del Código Civil
Argentino, en su nota al artículo 850 de dicho cuerpo legal -que ha inspirado el tercer
párrafo del artículo 1302-, escribe lo siguiente: “El principio que se halla en todos los
Códigos de que la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada, es por
la razón de que el objeto de la transacción es establecer derechos que eran dudosos, o
acabar pleitos presentes o futuros, y se juzga que las mismas partes hubiesen pronunciado
sentencia sobre esos pleitos o derechos dudosos. De este antecedente se originan
consecuencias importantes (...) sin embargo, debe decirse que las transacciones difieren
de las sentencias en que ellas en sus cláusulas forman un todo indivisible y no pueden ser
anuladas en parte mientras que las sentencias que hubiesen decidido muchos puntos
litigiosos, son susceptibles de ser reformadas en algunos de estos puntos y confirmadas o
llevadas a efecto en cuanto a los otros. Se ha observado también con razón, que no había
una perfecta analogía entre la autoridad de las transacciones y la autoridad de las
sentencias. Las transacciones tienen muchas veces más fuerza que las sentencias y en
otras menos, pues que ellas no pueden ser atacadas por los mismos medios que las
sentencias, y por otra parte, están sujetas a causas de nulidad por las cuales las sentencias
pasadas en cosa juzgada no pueden ser atacadas”.
La transacción debe contener las circunstancias del convenio, ya que ellas constituyen el
objeto del contrato; y, por lo tanto, tal como lo manda el artículo 1303, deberá contener
la renuncia de las partes a cualquier acción que tenga una contra la otra, siendo éste el
efecto sustancial de la transacción. No es que sea indispensable declarar en forma expresa
esa renuncia, sino que resulte de manera indubitable la voluntad de las partes sobre
aquello que es materia de la transacción.
Según Castillo Freyre “Al transigir, cada parte hacen las concesiones; lo que, sin
embargo, no quiere decir que las confesiones tengan un valor económico idéntico ni
similar, por lo que la lesión queda descartada.”15
La transacción debe hacerse por escrito, bajo sanción de nulidad, o por petición al juez
que conoce el litigio.
Al examinar la solución adoptada por el Código Civil de 1984, es claro que, habiendo
considerado la existencia previa de un contrato o relación jurídica obligacional, además
de un conflicto respecto de algún punto interno de ésta, sumado a los actos de disposición
que implican las concesiones recíprocas y al carácter de cosa juzgada de la transacción,
el legislador de 1984 llegó a la conclusión de que era indispensable otorgar seguridad
plena a las partes, exigiendo una formalidad ad solemnitatem.
15
CASTILLO FREYRE, MARIO. TRATADO DE LAS OBLIGACIONES. Tomo IX. Primera edición.
PUCP. Lima. 1999
16
OSTERLING PARODI, Felipe. LAS OBLIGACIONES volumen VI. Segunda edición. PUCP. Lima.
1988. pág. 190
que las concesiones mutuas consten por escrito, a fin de que ambas partes tengan a su
alcance un medio accesible para probar la existencia del acuerdo transaccional.
Según este artículo, se deja en claro que los derechos extrapatrimoniales, que son los
derechos inherentes a la persona, no son susceptibles de renuncia por las partes. En este
punto la doctrina no tiene resquicios de disconformidad, admitiendo como materia de
transacción a todos los derechos dudosos o litigiosos que, siendo de interés privado y
estando en el comercio, sean susceptibles de disposición y renuncia por los particulares.
Como los derechos extrapatrimoniales, no pueden formar parte del contrato, no pueden
ser objeto de transacción, por lo que, solo los derechos patrimoniales se considerarían
objeto de transacción.
Conforme a lo que señala el autor antes mencionado “El artículo 1305 norma que sólo los
derechos patrimoniales son susceptibles de transacción. Los derechos extrapatrimoniales
son inalienables y, por tanto, no pueden ser objeto de enajenación ellos están fuera del
comercio de los hombres.”17
Este tema es regulado en forma muy similar por los Códigos Civiles Uruguayo,
Ecuatoriano, Venezolano, Chileno, Boliviano, Guatemalteco, Español, Brasileño de 1916
y Argentino.
Según Mario Castillo Feyre “Se sabe que no se puede transigir sobre derechos que se
encuentren fuera del comercio de los hombres, incorporándose dentro de este rubro a las
17
OSTERLING PARODI, Felipe. Ob. cit. pág. 190
acciones penales, por interesar al orden público y escapar, por tanto, del ámbito de los
particulares.”18
Sin embargo, caso distinto es la responsabilidad civil que proviene del delito, ya que trata
de intereses puramente económicos, es decir, susceptibles de disposición y, en
consecuencia, transigibles.
1. Qué poniendo en manos del propio interesado la valuación del daño a cuya
indemnización tiene derecho, no se encontraría ningún principio esencial del derecho
penal, ni se afecta la naturaleza y fines de la acción pública.
Los representantes de ausentes o incapaces pueden transigir con aprobación del juez,
quien para este efecto oirá al Ministerio Público y al consejo de familia cuando lo haya
y lo estime conveniente.358.
El artículo 1307 permite que los representantes de ausentes e incapaces transigen con
aprobación del juez, el que deberá escuchar al ministerio público o al consejo de familia
18
CASTILLO FEYRE, Mario. LA TRANSACCION. pág. 15
19
FERRERO COSTA, Raúl. CURSO DE DERECHO DE OBLIGACONES. Primera edición. Cultural
cuzco. Lima. 1987
cuando exista y la autoridad judicial lo estime conveniente. Se busca y amparar
eficazmente a los incapaces; a quiénes, debido a su condición, les es difícil entender los
factores que pueden entrar en consideración para juzgar la conveniencia de ceder en algo
para obtener otra ventaja que les puede resultar más beneficiosa.
Se autoriza así para trazar a los representantes de ausentes o incapaces, pero para ello se
exige la intervención tanto del poder judicial como la del Ministerio Público, por
considerar que ellas constituyen garantías suficientes para cautelar los derechos de las
personas bajo representación por su condición de ausentes e incapaces.
Según Felipe OSTERLING PARODI, “La norma regula supuestos especiales, ya que los
ausentes e incapaces requieren la máxima protección por parte del ordenamiento jurídico.
Puesto que la transacción supone concesiones, las cuales pueden consistir en verdaderas
renuncias o disminución de derechos, resulta indispensable cautelar el interés de los
ausentes e incapaces, mediante la exigencia imperativa de que sus representantes legales
obtengan la aprobación del Juez, quien por su parte debe oír previamente al Ministerio
Público y al consejo de familia (si lo hubiere).”20
20
OSTERLING PARODI, Felipe. Ob. cit. pág. 191
novación, pero con la peculiaridad, debido a la naturaleza de la figura jurídica analizada,
de permitirse transigir válidamente respecto al acto jurídico sobre el que exista
controversia acerca de su nulidad o anulabilidad. Se obvia en este último caso la necesidad
de confirmar dicho acto.
El artículo 1309 legisla los casos en que la materia central de la transacción sea zanjar las
diferencias existentes entre las partes sobre si el acto originario era nulo, o sobre si el acto
originario era anulable. De no adoptarse este criterio, sería imposible transigir respecto a
actos jurídicos cuya nulidad o validez se discute.
Conforme a lo que señala Felipe OSTERLING PARODI “Creemos que se podría esbozar
una interpretación en el sentido de que, en el caso de los actos nulos de pleno derecho, la
transacción sobre dicha nulidad no sería válida, a pesar de lo expresado por nuestra norma
positiva. La nulidad absoluta quiere decir que el acto jamás se celebró, por lo que no
cabría transigir sobre algo que no existe. En cualquier caso, las partes podrían intentar
celebrar otro acto nuevo que no adolezca de nulidad.”21
En tal caso, se restablecen las garantías otorgadas por las partes pero no las prestadas
por terceros.
El artículo 1310 constituye una excepción al artículo 224 «La nulidad de una o más de
las disposiciones de un acto jurídico no perjudica a las otras, siempre que sean separables.
La nulidad de disposiciones singulares no importa la nulidad del acto cuando éstas sean
sustituidas por normas imperativas. La nulidad de la obligación principal conlleva la de
las obligaciones accesorias, pero la nulidad de éstas no origina la de la obligación
principal» plenamente justificada.
21
OSTERLING PARODI, Felipe. Ob. cit. pág. 192
La transacción resuelve un asunto dudoso o litigioso, mediante concesiones recíprocas.
La nulidad y algunas de sus estipulaciones salvo pacto en contrario, debe acarrear la de
los demás. Se agrega, sin embargo, el principio contenido en la parte final del artículo
1287. A lo que señala el autor ya nombrado “En los casos previstos por el artículo 1310
(al igual que en los previstos por el artículo 1287) no subsistirán las garantías prestadas
por terceros en la obligación dudosa o litigiosa que se transigió. Solo se restablecerán las
garantías otorgadas por las partes, sin perjuicio de los derechos de terceros.” 22
Esta norma se justifica, como expresa Rousset, en que: “la transacción es un acto único
que Resuelve la situación de derechos litigiosos o dudosa mediante concesiones
recíprocas; cada una de las partes consciente en renunciar hasta cierto punto a sus
pretensiones, teniendo en vista la ventaja que las demás cláusulas de la transacción le
proporcionan; al menos así debe entenderlo la ley, que no podría imponer a las partes el
sacrificio consentido en condiciones diferentes de aquellas en que lo consintieron.” Que
es nombrado por Raúl Ferrero costa.23
Cuando las partes se sirven de la suerte para dirimir cuestiones, ello produce los efectos
de la transacción y le son aplicables las reglas de este título.
En este artículo lo que nos quiere decir, es que nada impide que las partes se sirvan de la
suerte para decidir cuestiones. En ese supuesto tal acto producirá los efectos de una
transacción y se someterá a las normas contenidas en el título dedicado a ella como lo
indica.
El autor Felipe como lo señalamos antes se refiere expresando que “El artículo 1312
resuelve una cuestión de evidente valor práctico que la jurisprudencia no había definido
cabalmente. La transacción judicial se ejecuta como una sentencia por lo que son de
22
OSTERLING PARODI, Felipe. Ob. cit. pág. 191
23
FERRERO COSTA, Raúl. Ob. cit. pag. 255
aplicación en ese caso las normas del código procesal civil peruano de 1993 sobre la
materia; la transacción extrajudicial se ejecuten cambio en la vía ejecutiva.”24
Este artículo abarca también a los supuestos en que existan derechos dudosos, pero no
sometidos a debate judicial. La finalidad, al igual que en la transacción judicial, es agilizar
la ejecución de la transacción. Por ello, a fin de asegurar su eficaz cumplimiento, el
legislador le atribuyó carácter de título que apareja ejecución, además de la fuerza
obligatoria que el ordenamiento jurídico confiere a todo contrato.
Guillermo A. BORDA, nos indica que, “la transacción es el acto de virtud del cual las
partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o dudosas,
obligándose a renunciar parcialmente a sus derechos a cambio de conseguir su
reconocimiento a su pago inmediato”25.
Al igual que en nuestro país, la transacción es una figura muy utilizada en las legislaciones
del mundo, cada país establece las formalidades y términos bajo los cuales se puede
realizar una transacción, en Argentina se permite que los individuos fijen los términos y
concesiones que les parezcan convenientes para llegar a un acuerdo de beneficio mutuo,
regulando la transacción en su respectivo código, el cual podremos observar a
continuación:
El Código Civil de Argentina define la transacción en su artículo 832º como: “…un acto
jurídico bilateral, por el cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen
obligaciones litigiosas o dudosas. “En este código la Transacción se encuentra en el Título
XIX y abarca 30 artículos, desde el art. 832º hasta el art. 861º, contiene 4 Capítulos.
24
OSTERLING PARODI, Felipe. Ob. cit. pág. 193
25
Citado por AVENDAÑOS ARANA, Francisco. Código Civil Comentado, tomo V; primera edición,
Gaceta Jurídica S.A. - Lima; 2003, pg. 601
Asimismo en el artículo 834 indica que: “Las diferentes cláusulas de una transacción son
indivisibles, y cualquiera de ellas que fuese nula, o que se anulase, deja sin efecto todo el
acto de la transacción”26.
Acá nos podemos dar cuenta del aporte que nos hace esta definición al incluir el elemento
de la indivisibilidad en el pacto, en cambio en nuestra legislación lo menciona en el art.
1310 del Código Civil. El autor argentino Carlos A.R. Lagomarsino integra esta
definición así: “Es el acto jurídico bilateral indivisible, por el cual las partes, haciéndose
concesiones recíprocas extinguen obligaciones litigiosas o dudosas”27.
“Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún
punto dudoso o litigioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que
está iniciado. Con las concesiones recíprocas, también se pueden crear, regular, modificar
o extinguir relaciones diversas de aquellas que han constituido objeto de controversia
entre las partes. La transacción tiene valor de cosa juzgada”.
Aquí podemos comparar que su definición en nuestro código civil nos dice que la
transacción tiene una doble naturaleza, pues es tanto un acto procesal como negocio
jurídico material. El fin de este acuerdo es alcanzar una solución amistosa para un
procedimiento judicial que todavía está pendiente. A través del acuerdo se resuelve el
litigio y por lo tanto se pierde su litispendencia.
Del contexto de un procedimiento de conciliación ante una oficina estatal ofrece a las
partes la posibilidad de lograr la solución del conflicto, bajo la mediación de terceros y
mediante unos criterios de evaluación neutrales de manera que todas las partes salgan
beneficiadas.
26
Código Civil Argentino, Ley 340 del 29 de septiembre de 1869. Arts. 832 y 834.
27
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXVI, Editorial Bibliográfica Argentina-Buenos Aires. Págs. 342
y 343.
2.3.1. CASACION 2667-2010, Lima
El 25 de junio del 2004, los demandantes (una sociedad conyugal) plantearon una
pretensión de indemnización por daños y perjuicios por la suma de US$ 1.000.000.00
dólares americanos, más intereses legales; por el fallecimiento de uno de sus hijos en el
incendio ocurrido en la discoteca “Utopía”, ubicada en el interior de las instalaciones del
Jockey Plaza Shopping Center, el 20 de junio del 2002. Dicha pretensión se dirigió, en
calidad de deudores solidarios, contra diversos funcionarios y/o accionistas de la
mencionada discoteca: Inversiones García North SAC, el Banco Wiese Sudameris (luego,
Scotiabank S.A.A.), la Municipalidad de Santiago de Surco, la Administradora Jockey
Plaza Shopping Center S.A., Pacífico Peruano Suiza Compañía de Seguros y Reaseguros,
entre otros.
Mientras el proceso aún seguía en primera instancia, esto es, el 21 de junio del 2006, la
sociedad conyugal demandante suscribió una transacción fuera del proceso (que no
necesariamente implica que sea extrajudicial), con algunos de los codemandados: Centros
Comerciales del Perú S.A., Administradora Jockey Plaza Shopping Center S.A. y la
Compañía de Seguros y Reaseguros Rímac Internacional, en virtud del cual, por el
concepto demandado, la sociedad conyugal recibió la suma de US$ 99.000.00 dólares
americanos “…por los hechos constitutivos del siniestro y/o contaminantes y/o
consecuencias directas o indirectas, incluyendo cualquier responsabilidad contractual o
extracontractual que pudiera derivarse del siniestro”
Frente a ello, la sociedad conyugal demandante apeló el auto de conclusión del proceso,
en el extremo referido a que el proceso debía continuar contra aquellos que no hubieran
participado o no se encontraban comprendidos como beneficiarios en la transacción,
específicamente, entre otros, contra el codemandado Scotiabank S.A.A..
En segunda instancia, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
confirmó el auto de conclusión de proceso respecto a todos los codemandados, motivo
por el cual la sociedad conyugal demandante interpuso recurso de casación. La Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, declaró fundado el citado
medio impugnatorio, y revocaron la resolución de vista ordenando que el proceso
continúe contra los codemandados que no hubiera participado de la transacción
homologada, entre otros, Scotibank S.A.A., la Municipalidad Distrital de Santiago de
Surco y Pacífico Peruano Suiza Compañía de Seguros y Reaseguros.
En el presente caso, la parte demandante también estuvo conformada por una sociedad
conyugal, cuya pretensión ascendía a la suma de US$ 1.000.000.00 Dólares Americanos,
por concepto de indemnización por daños y perjuicios por el fallecimiento de su hija, en
el incendio ocurrido en la discoteca “Utopía”, el 20 de junio del 2002.
Al igual que el caso anterior, la parte demandante suscribió una transacción con algunos
de los codemandados, Centro Comerciales del Perú S.A., Administradora Jockey Plaza y
Rímac Internacional Compañía, en beneficio de los mencionados así como de otros
codemandados (principalmente los funcionarios y/o accionistas de la discoteca), por el
que los demandantes recibieron por el concepto de la pretensión, un pago único (en la
sentencia no se especifica el monto), en el mismo que no participaron ni fueron
comprendidos como beneficiarios los codemandados Scotiabank S.A.A., la
Municipalidad Distrital de Santiago de Surco y Pacífico Peruano Suiza Compañía de
Seguros y Reaseguros.
ANALISIS CRÍTICO
La transacción suscrita en el proceso civil del caso “Utopía”, materia de análisis, nunca
implicó una liberación del vínculo de solidaridad de los deudores beneficiarios de la
transacción, pues en su tenor jamás se hizo referencia a un eventual porcentaje
participativo en la responsabilidad civil extracontractual de los codemandados
participantes de la transacción; por lo que la interpretación realizada por la Sala Civil
Permanente de la Corte Suprema, resulta insostenible.
Y si bien las sentencias materia de análisis dejan una sensación de que el Tribunal optó
por hacer prevalecer un espíritu de justicia en el proceso civil del caso “Utopía”, para
lograr dicho resultado, considero, no necesariamente se debió tergiversar gravemente el
alcance del marco normativo que regula los efectos de una transacción, concluida con uno
de los deudores solidarios.
En Cajamarca, situada en los Andes del norte de Perú, se ubica la Minera Yanacocha, la
mina de oro más grande de América Latina. El día viernes 2 de junio del año 2000, un
camión de transporte produjo el derrame de 151 kg de mercurio metálico; más de un
millar de campesinos y campesinas que no conocían los efectos tóxicos del mercurio
fueron afectados por este accidente. A raíz de los reclamos de los pobladores se inició el
proceso judicial, estos reclamos tomaron tres vías, por un lado, un grupo de víctimas viajó
hasta Denver EE.UU. donde consiguieron acuerdos favorables, no mediante un proceso
judicial sino producto de una transacción económica que oscilaba entre 7 mil y 80 mil
dólares por persona, este fue el grupo más favorecido. Mientras que el grupo que no pudo
viajar a EE.UU. transó directamente con la minera, la empresa valiéndose de la pobreza
y la ignorancia de los pobladores, optó por llegar a acuerdos extrajudiciales. La cifra de
la “indemnización” se definía de acuerdo a las negociaciones directas, que eran entre
1,000 a 4, 500 nuevos soles. Con ello las víctimas sellaron un acta de liberación de todos
los reclamos y demandas, además del reconocimiento de la recepción de los fondos de
transacción.
El abogado Juan Carlos Miranda explica que el grupo que negoció directamente con la
empresa decidieron seguir en los procesos judiciales civiles hasta que la Corte Superior
de Cajamarca estableció que las transacciones que habían firmado con Yanacocha eran
válidas, esa determinación excluyó del proceso a aproximadamente 300 personas.
Actualmente el proceso sigue abierto, Miranda representa a 110 víctimas que nunca
recibieron ningún tipo de indemnización.
Verónica Sánchez es una de las víctimas que tranzó con la minera, ahora debe resignarse
y pasar el trago amargo de sentirse burlada. “Recibí 4,500 soles, ese dinero lo gaste en
medicinas para mí y mis hijos. Nosotros, por acordar extrajudicialmente el monto de
reparación, ya no podemos denunciar ni nada. Había una cláusula en el documento que
nos hicieron firmar que indicaba eso, nosotros nos enteramos después”, afirma.
A Elsa Edita Nimboma Minchán le encontraron uno de los más altos porcentajes de
mercurio en la sangre; pero denuncia que su historial clínico desapareció. Los síntomas
de ella y de sus hermanos eran los mismos: dolores de cabeza, mareo y cansancio.
Yanacocha le pagó dos mil soles de reparación. Elsa es analfabeta y no recuerda si en el
documento que firmó al recibir el dinero, se le impedía retomar medidas legales contra la
minera.
ANALISIS CRÍTICO
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
Código Civil Argentino, Ley 340 del 29 de septiembre de 1869. Arts. 832 y 834.
Enciclopedia Jurídica Omeba. Tomo XXVI, Editorial Bibliográfica Argentina-
Buenos Aires. Págs. 342 y 343.
CASACION 2667-2010, Lima
CASACION 3065-2010, Lima
CASACIÓN N° 1465-2007-CAJAMAR
ANEXOS