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Concepto-De-Conflicto-Laboral (1) - 1
Concepto-De-Conflicto-Laboral (1) - 1
Concepto-De-Conflicto-Laboral (1) - 1
TEMA:
CONFLICTO JURÍDICO Y CONFLICTO LABORAL
AUTORES:
SANDOVAL MENDOZA, Lindon
ORTIZ PADILLA, Kevin
HUERTA TAMAYO, Diego
BLAS SALAZAR, Anthony
DOCENTE:
Edgar Epifanio Rucana Macedo
HUARAZ – PERÚ
(2018)
DEDICATORIA
Individuales y colectivos
La distribución responde al carácter del titular de los intereses comprometidos que
provocan el choque. Si por parte de los trabajadores se lesiona el interés, el conflicto es
individual (Ej.: falta de pago), aunque pudiera haber varios empleados en las mismas condiciones,
sigue siendo un conflicto individual. Cuando el interés lesionado no es el de uno o varios
trabajadores, sino el de toda la categoría profesional, el conflicto se considera colectivo.
En el caso, no es el interés de uno o varios empleados sino el de la totalidad. Son sujetos
de derechos colectivos: el sindicato, las asociaciones de trabajadores, comités de
empresas etc. Un conflicto que pudo originarse como individual puede convertirse en colectivo en la
medida en que el grupo considere que a través de él se viola no solo un derecho subjetivo,
sino también uno propio. Con frecuencia, en virtud de la solidaridad de los trabajadores,
los conflictos que son de naturaleza individual se transforman en colectivos. En muchas
ocasiones la distinción no es clara, por ejemplo, de conflicto colectivo seria el
reconocimiento de un plus a abonar a favor de una categoría profesional, sin embargo, la cantidad a
pagar a cada trabajador puede ser distinta. Para estos casos, habrá que repasar la
legislación local. La clasificación es importante para determinar el organismo que debe
intervenir en la composición del conflicto que se ha traducido en medidas de acción
directa. Si es de carácter colectivo, interviene el órgano de administración laboral, que
actúa a fin de acercar a las partes. Si fuera individual, la intervención de dicho órgano
administrador se limita a tratar de lograr una conciliación, ofrecer fórmulas de arreglo y
en su caso, homologar los acuerdos a que lleguen las partes. La intervención de los
órganos correspondientes dependerá de la legislación y las normativas laborales locales.
Propios o impropios
El conflicto propio, es aquel que se da entre el empresario y trabajador, así se califican
todos ellos. Por el contrario, el conflicto impropio, es aquel en los que no hay una
contraposición entre intereses de empresarios y trabajadores, sino que se producen en
una sola de las partes de las relaciones laborales. Así se califican los que se producen
entre sindicatos o entre el sindicato y sus afiliados o entre grupos de trabajadores. Ej. (Se
negocia un convenio colectivo y no se ponen de acuerdo en el nº de representantes en la comisión
negociadora).
Otras clasificaciones
Otra clasificación que podemos tener en cuenta, es según el origen de las causas el
conflicto.
De acuerdo con la clase de la relación se ha dado motivo a la cuestión, éste puede ser
de carácter laboral o extra laboral. La causa más común es la que se origina en
diferencias que se producen en el seno de la relación entre trabajadores y empleadores
y el interés afectado (individual o colectivo).
Algunos conflictos tienen su origen en las relaciones que se dan entre sindicatos
(intersindicales) relacionados a problemas de representación para ampliar el ámbito
geográfico o de actividad. En otros casos, no se trata de un problema de lucha por
ampliar el ámbito de acción sino de defensa de derechos. Esta clase de conflictos tienen
por lo común un mayor campo de acción en el régimen de pluralidad sindical que en el
de unidad. El ámbito de representación de acuerdo al régimen de pluralidad se obtiene
mediante la acción sindical, se ofrecen mayores perspectivas de razonamiento en el
intento de copar otro sector. En cambio, en uno de unidad, el reconocimiento se obtiene
a través de una resolución administrativa que tiene que sujetarse a ciertas pautas
objetivas (número de afiliados), lo que disminuye la posibilidad de conflictos de esta
naturaleza. No obstante, se dan casos en que una asociación intenta mediante la firma
de un convenio colectivo ir más allá de su ámbito natural para conseguir nuevos
trabajadores. Ello plantea cuestiones en la alteración de la paz laboral. En otras
circunstancias, se produce en el seno mismo del que ejerce la representación
(intrasindicales). Es un hecho interno que trasciende al ámbito de la asociación y se
proyecta en el seno de la empresa, la que recibe el impacto del choque. Un ejemplo son
las llamadas huelgas salvajes en las que un grupo del sindicato, para demostrar su poderío y
capacidad de hecho, paraliza el trabajo o provocan deterioros en su prestación. El origen del
desequilibrio corresponde a una causa vinculada por lo menos a sectores relacionados con la
prestación laboral, aunque el verdadero motivo sea otro, con las cuestiones de intereses
partidistas, la aspiración a liderazgos personales, aunque se disfracen con motivaciones
de ese carácter.
En otros conflictos el motivo responde a razones ajenas a ese ámbito en los que un
sector, para ganar apoyo, se vale de la presión que ejerce sobre otro para decidirlo a su
favor.
De acuerdo a los sujetos que intervienen y siguiendo con lo desarrollado arriba, podemos
concluir que existen:
Conflictos intersindicales
Los conflictos entre sindicatos desde la perspectiva estrictamente laboral, se reducen, en
nuestro concepto, a dos hipótesis: la reclamación de la titularidad de un contrato
colectivo de trabajo o de la administración de un contrato-ley.
Como todo conflicto social, los conflictos laborales suponen una serie de etapas
que dan cuenta de su origen, desarrollo y desenlace, sin que exista necesariamente una
o lineal preestablecida. No obstante, resulta importante tener en cuenta las
posibles etapas que pueden adoptar los conflictos laborales dado que en cada
una de éstas se requiere implementar estrategias específicas de acuerdo a la
naturaleza y estado de la controversia. Como Autoridad de Trabajo no es lo mismo
prevenir un conflicto laboral en su etapa germinal, que gestionar una huelga que se
encuentra en situación de crisis o escalamiento.
Todo conflicto social presenta etapas que pueden ser clasificadas en función del nivel
de intensidad que estos adquieren. A continuación presentamos la tipología de
etapas de un conflicto social en la perspectiva de la PCM [2011].
Una primera está relacionada con el estado de estancamiento del conflicto. En esta
etapa las partes involucradas toman posiciones divergentes sin lograr acuerdo.
En estos casos los actores en conflicto suelen recurrir al Poder Judicial, al arbitraje u a
otras formas de solución alternativa que permitan ponerle fin al conflicto. Una segunda
etapa está relacionada con la conclusión del conflicto. En esta fase las partes arriban a
un acuerdo mediante la suscripción de un acta de acuerdo, de un convenio colectivo o
mediante la firma de un acta de compromiso de cumplimiento. Sintetizando las
clasificaciones presentadas líneas arriba, es posible plantear cuatro etapas
vinculadas con los conflictos laborales. Estas etapas están clasificadas de la siguiente
manera: 1] Emergencia, 2]Escalamiento y confrontación, 3] Estancamiento, 4]
Conclusión. Ello resulta de suma utilidad para entender la naturaleza del conflicto y cuál
el tipo de tratamiento que debe darles la Autoridad Administrativa de Trabajo.
CUADRO N°3
ETAPAS DE LOS CONFLICTOS LABORALES Y MEDIDAS A ADOPTAR POR LA
AUTORIDAD DE TRABAJO
De acuerdo a este esquema, los conflictos laborales colectivos se originan, por un lado,
por el agotamiento [sin acuerdo] de la etapa de trato directo. En estos casos,
el fracaso de la negociación bilateral deriva en acciones colectivas de
presión o reivindicativas [huelgas, paros, etc.]; como se indica en el Gráfico N° 2.
Por otro lado, están los conflictos laborales colectivos cuya solución se encuentra
en la vía judicial [conflictos colectivos de carácter jurídico] o que exigen fórmulas o
mecanismos heterodoxos de diálogo y negociación tripartita [como son los extra
procesos o las mesas de diálogo]. Se trata de conflictos de interés o controversias
laborales que se dan y se resuelven por fuera del marco del procedimiento
formal de negociación colectiva [ver Gráfico N° 3]. Asimismo, habrá casos en los
que los conflictos supondrán la implementación de una acción inspectiva de la autoridad
de trabajo [de parte o de oficio], a fin de determinar el incumplimiento de un
derecho o infracción.
Mecanismos para la solución de conflictos laborales.
Si la negociación entre las partes no supera el conflicto entran en juego los denominados
medios de solución de conflictos. La mayor parte de la doctrina califica los medios de
solución:
Heterónomos (la ley y los laudos arbitrales obligatorios)
Autónomos (negociación colectiva, la consulta y la participación en las
decisiones)
La legislación laboral y los laudos arbitrales representan decisiones definitivas por
imperio de la ley. En el caso de la legislación, dicha potestad puede ser más o menos
específica dependiendo de que únicamente fije un marco normativo general o que reglamenten
cuidadosa y detalladamente las relaciones individuales y colectivas. En el caso de los
laudos arbitrales obligatorios se trata de una «última solución» cuando no existe
acuerdo entre las partes.
Dichos laudos se restringen habitualmente, casos muy específicos y ligados al interés
estatal de proteger el funcionamiento de servicios esenciales. Existen sistemas de
carácter administrativo y jurisdiccional a través de los cuales se intentan establecer
bases de conciliación a nivel de los propios interesados o de un tercero (juez o arbitro).
Observamos entonces, que la solución a los conflictos viene acompañada por la
intervención de un tercero. En la esfera administrativa se destaca:
La Conciliación
El órgano estatal trata de acercar a las partes, mantener o en su caso reestablecer el
diálogo para poder encontrar las vía de solución posible. Este es uno de los medios más
eficientes que posee el Estado para lograr la paz laboral. Dicha actuación se realiza
acerca de conflictos individuales y colectivos, aunque estos últimos son los que más
preocupan, próximo a la figura de conciliación.
La Mediación
En la que la acción de la administración laboral es mayor. No solo puede actuar como
puente sino que media a través de la proposición de fórmulas conciliatorias. Con el fin
de lograr el objetivo, se tiene que reunir no solo a brindar a las partes en disputa la
posibilidad de un diálogo, sino también a ofrecerles soluciones alternativas. La
negociación es una herramienta excelente para la resolución de conflictos y debería ser
utilizada en la medida de lo posible. Sin embargo, aun cuando las partes tengan las
mejores intenciones, hay situaciones en las cuales no pueden superar los impases y
obstáculos que surgen. En estos casos es cuando aparece la necesidad de la mediación.
La mediación es la facilitación de la negociación aplicada por un tercer actor totalmente
neutral. El mediador puede dar su opinión sobre el problema, pero en ningún evento
puede tomar una decisión sobre el resultado o el acuerdo entre las partes. La mediación
es un proceso voluntario, las partes en disputa están ahí voluntariamente y así mismo
deciden llegar o no a un acuerdo. Una vez que las partes llegan a un acuerdo, el carácter
voluntario del proceso es lo que permite que el acuerdo usualmente se sostenga y sea duradero.
Otro procedimiento es el arbitraje, que se aplica cuando ninguna de las anteriores
funciones. La posibilidad que resta es la de ofrecer que el litigio lo resuelva un tercero
que supla la voluntad de las partes que no han podido ponerse de acuerdo. Se distingue entre
el llamado arbitraje facultativo y el obligatorio.
En el facultativo:
Son los mismos interesados, por si o a instancias de la autoridad judicial o
administrativa, los que resuelven someter el litigio a la decisión de un tercero.
En el obligatorio:
No son las partes sino la autoridad pública (Ministerio de Trabajo y Seguridad Social) la que
decide que la cuestión se resuelva, ante la imposibilidad de que los interesados
den directamente solución al conflicto.
A través de mecanismos de fuerza por parte de una de las partes.
Los conflictos de trabajo son las diferencias que surgen en la relación laboral, esto es,
entre los trabajadores y el empleador, a causa de actos que vulneran las leyes
laborales, el contrato o las relaciones colectivas.
Los empleadores se preocupan más por el contrato y la relación individual, y el
conflicto laboral esta influido por el social, muchas de sus causas son de carácter extra
empresa, ideológicos, frustraciones en la vida social, incertidumbre sobre el futuro a la
que se les suma las causas del ámbito laboral.
Hoy en día en la mayoría de centros de labores los jefes y los encargados abusan de su
poder jerárquico, así agraviando o atropellando los derechos laborales por ejemplo
tenemos que los privan de comida, agua y necesidades que todo ser humano tiene y
pesar que las empresas siguen generando más empleo los trabajadores se ven
explotados y como trabajadores por necesidad nos vemos obligados a seguir
laborando pese a estar sujetos a estas condiciones laborales deplorables y abusivas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS