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Hay múltiples
momentos en la relación comercial que son una oportunidad de oro para hacer la
diferencia y sorprender a los clientes.
Cómo agradecer
Algunas recomendaciones para que el agradecimiento tenga sentido y sea
relevante para el cliente:
Sea genuino
Se nota cuando un agradecimiento se hace de manera genuina o cuando
simplemente es un por cumplir un formalismo. Si no lo siente, no lo haga. Si
continuamente está agradeciendo a todo el mundo por todo, pierde la objetividad
y resta importancia a cuando de verdad se merece.
Hágalo personal
No agradezca de manera genérica, tipo «Gracias por la reunión». Hágalo dirigido
a la persona haciendo referencia a algo en particular, tipo «Gracias Mónica por la
reunión de ayer, la retroalimentación que nos dio sobre el alcance esperado del
proyecto nos será de mucha utilidad para ajustar la propuesta».
Hágalo a tiempo
Sea que haga una llamada, envíe un email, una nota escrita a mano o un pequeño
detalle, hágalo justo después del acontecimiento o del momento al cual está
haciendo referencia. Agradecer por la orden de compra que el cliente envió hace
dos meses no tiene mucho sentido.
Sea específico
Enfoque su agradecimiento con un hecho específico para que el cliente
comprenda exactamente por qué le está dando las gracias. De lo contrario puede
sonar extraño y poco genuino. En vez de decir «Gracias por su apoyo», diga
«Gracias por tenernos en cuenta y habernos recomendado a la compañía ABC.
Ya nos pusimos en contacto con ellos y estamos avanzando en el proceso».
Piense en todos
No solo en aquellas personas con las que tiene contacto más frecuente.
Agradezca a otros miembros del equipo, especialmente en las áreas de soporte.
Mucho trabajo hecho con esmero pasa desapercibido.
Conclusión
Es sorprendente el poder de un simple «Gracias». Piense en cada cliente como en
esa persona que tanto aprecia y que silenciosamente lo acompaña por el
camino. La relación que no se cultiva todos los días, muere todos los días. Nunca
es tarde para empezar a agradecer. Conviértalo en un hábito. Agradecer no solo
hace sentir bien a los clientes, nos hace sentir bien a nosotros.