El presente material se realizó de manera independiente y para fines meramente académicos.

Se
tratará de explicar de manera simple el texto de Juan David Nasio que lleva por nombre: el placer de
leer a Freud. Si bien es cierto que el contenido del mismo ya es por sí mismo bastante asimilable, se
pretende crear un contenido audiovisual, a modo que pueda ser discernido por todo tipo de
audiencias. Además, nos sentimos en la necesidad de poner a prueba nuestra capacidad para
sintetizar la información en forma de clase. Sin más preámbulos empecemos por el primer capítulo.
Esquema de la lógica del funcionamiento psíquico
Nasio nos dice que la concepción Freudiana de la vida mental puede formalizarse en un esquema
elemental. Según él, dicho esquema resume en una síntesis asombrosa la lógica implícita de los
textos freudianos en su conjunto. Por eso nos pide que, una vez terminado el libro, agarremos al
azar cualquier texto de Freud, leerlo tomando en cuenta el esquema que vamos a ver a continuación,
y verificar si la lectura nos resultó más comprensible y menos laboriosa. Todo eso suena muy bien,
sin embargo, no es tan sencillo como lo plantea Nasio. Primero hay que comprender el esquema
base, del que se basa para crear su propio esquema.
Dicho esquema base, es el del arco reflejo, que se usa para explicar la circulación del flujo nervioso.
Primero pondré un ejemplo, y después explicaré él concepto. ¿Recuerdas cuando te golpearon
ligeramente la rodilla, y en consecuencia hiciste un movimiento involuntario con la misma? Exacto.
Este es el arco reflejo. El esquema del arco reflejo tiene dos extremos: el de la izquierda, polo
sensitivo, donde el sujeto percibe la excitación, es decir, se inyecta de una cantidad "x" de energía,
cuando recibe, por ejemplo, un ligero golpe de martillo para reflejos en la rodilla. EI de la derecha,
polo motor, donde el sujeto libera la energía recibida mediante una respuesta inmediata del cuerpo.
En otras palabras. Cuando la rodilla se mueve, está liberando la energía inyectada por el golpe de
martillo. Mencionamos que hay dos polos o dos extremos. Bueno, entre ellos se instala una tensión
que aparece con la excitación, es decir con el golpe de martillo, y desaparece con la descarga, es
decir con el movimiento de rodilla. Es bastante simple el principio que regula este trayecto en forma
de arco; consiste en recibir la energía, transformarla en acción para así disminuir la tensión del
circuito.
En el psiquismo no es tan fácil como eso. Digamos que tiende a obedecer ese mismo principio,
orientado a la descarga total de la tensión, pero no lo logra. No lo logra porque la tensión en la vida
psíquica es infinita, no se agota nunca. Mientras vivimos estamos constantemente bajo tensión. El
principio de disminución de la tensión es una tendencia, digamos una intensión, pero nunca se lleva
a cabo, porque como ya dije, la tensión es infinita. Llamaremos a esto, según psicoanálisis, principio
de displacer-placer, que ya explicaremos mas adelante.
Por ahora, piensa en el mismo esquema del arco reflejo que mencioné antes, pero ahora, imagina
que esos dos polos pertenecen al aparato psíquico, que se encuentra inmerso en la realidad exterior.