Primero, saber diferenciar entre una patología y los rasgos de cada etapa resulta

un punto de partida indispensable. Debemos tomar en cuenta que implica cada

concepto, y a su vez no descartar la aparición de comportamiento como una
regresión y entender lo que llevo a que surgiera esta misma.
Partamos además de lo que las pulsiones, como lo plantea Freud en su obra “Tres
ensayos de la teoría Sexual y otras obras (1901-1905)”, entender el surgimiento y
destino de las pulsiones sexuales nos llevara a comprender de manera mas
amplia el nacimiento de las patologías que más tarde podrán hacerse presentes.
Una vez planteado lo anterior, podremos entonces hablar de manera mas
específica sobre los mecanismos de defensa correspondientes a cada etapa.
Para que todo lo siguiente tenga mayor sentido, indispensablemente es necesario
comprender la función de los mecanismos de defensa, Freud, describe el termino
defensa como “luchas del yo contra ideas y afectos dolorosos e insoportables”
Freud, (1984)
Anna Freud propone estos como los “medios psicológicos que el yo utiliza para
solucionar los conflictos que surgen entre las exigencias instintivas y la necesidad
de adaptarse” Anna Freud, (1954)
Aunque para Klein, estos mecanismos surgen a partir de su teoría de las
posiciones, para Freud radican en el resultado de las pulsiones sexuales.
Dentro de la etapa oral, hablaremos sobre el placer sexual se es relacionada con
aquel ejercicio que produzca sexual mediante la boca, algunas de las patologías
correspondientes a esta etapa son, depresión, melancolía, adicciones,
dependencia, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad
narcisista, los mecanismos de defensa en esta etapa son: Proyección, Negación,
control.
En la etapa anal, la función de expulsión y retención es el punto destino de la
pulsión, hablar sobre el trastorno obsesivo compulsivo (neurosis obsesivas),
sadomasoquismo, señalaría las patologías correspondientes a la etapa, los
mecanismos de defensa son escisión, control.
Para la etapa fálica, podríamos identificar las patologías tales como fobias,
patologías sexuales, los mecanismos de defensa son, desplazamiento y
represión.
Por su parte, la sublimación “universal” es el mecanismo de defensa que debería
estar presente para la formación de las neurosis, este tiene como función de
modificar los impulsos, hablando de personalidades neuróticas podríamos asumir
que se encuentra presente en todas las etapas.
Como se hizo mención, para Klein, los mecanismos de defensa van en relación
con la teoría de las posiciones, para la posición esquizo-paranoide, en esta
posición, se hará presente la ansiedad persecutoria, relación con el objeto y los
mecanismos de defensa que Klein plantea son la disociación, la identificación
proyectiva, la introyección y la negación. Para la posición depresiva situada entre
los tres y seis meses, observaremos en el niño una ansiedad depresiva, y relación
con el objeto total, el mecanismo de defensa principal es la reparación.
Finalmente, los mecanismos de defensa, en cual sea de las teorías, ayudan a
mantener una estructura de la personalidad en equilibrio y evitan la
desestructuración derivada de las exigencias del mundo exterior.

Bibliografía
Anna Freud, El yo y los mecanismos de defensa, 1949, Buenos Aires Paidós.
Norberto M. Bleichmar, Celia Leiberman de Bleichmar, El psicoanálisis después de
Freud teoría y clínica, México, Paidós.