Está en la página 1de 3

Bertrand Russell, el caballero de la Lógica

A lo largo de sus noventa y siete años de vida, Russell fue ante todo un
hombre apasionado, que ni sus detractores podían negar la lealtad que mostró hacia
las convicciones que tenía a lo largo de su existencia. Se trataba de un hombre
excepcional en más de un sentido, de 1897 hasta 1913, Russell fue un notable
matemático y lógico conocido por su refinamiento al cálculo de predicados
introducido por Gottlob Frege, quien fue un gran defensor del logicismo e inventó la
base de la lógica contemporánea. En la Filosofía, su obra canónica se centra
durante el período de 1905 hasta 1921 y se le consideró, junto con G. E. Moore,
fundador de la filosofía analítica; pero su fama junto con sus premios, incluido el
Nobel de Literatura, los obtuvo por sus escritos sobre diversos temas como el
matrimonio, la libertad sexual, los derechos de las mujeres, y la religión, abordados
desde un punto de vista fuertemente humanista, inteligentes y llenos de humor, a
veces con disquisiciones de gran desenvoltura.

El programa Logicista

Tradicionalmente, la ciencia de las matemáticas representaba conceptos sin


definición alguna que fuese precisa para así permitir su total comprensión. En el año
1820, se inició un proyecto de formalización de la misma, donde trabajaron
matemáticos importantes como Dedekind, Cantor y Peano, entre otros, sin
embargo, no fue hasta 1901 cuando el matemático alemán Gottlob Frege, luego de
más de veinte años de trabajo creyó que había encontrado una solución a la
fundamentación lógica de las matemáticas utilizando su teoría de los conjuntos.

Mencionado con anterioridad, a raíz del estudio de los trabajos de Cantor,


Russell descubrió la paradoja que hoy lleva su nombre. Inocentemente, Russell
creyó que sólo se trataba de un nuevo y divertido desafío, pero tiempo después se
dio cuenta que se trataba de un problema muy serio. Posteriormente, Russell
conjuntamente con Whitehead y Frege, intentó dar una fundamentación lógica a la
matemática, tras un arduo esfuerzo intelectual, Russell encontró una solución al
problema. Sin embargo, años más tarde, el programa logicista recibió un duro golpe
de gracia de parte de Kurt Gödel, quien demostró que los sistemas formales son
incompletos, es decir, no pueden demostrarse todos los teoremas verdaderos o son
contradictorios. Esas dificultades han obligado a los lógicos a limitar el alcance de
sus teorías.

Toda esa problemática fue resuelta por Russell junto con su ex profesor
Alfred Whitehead, en el libro anteriormente mencionado, en Principia
Mathematica (tres volúmenes, 1910-1913). Al completar dicha obra, después de
una década de duro trabajo, Russell se encontraba exhausto. Asimismo, la editorial
rechazó su publicación aduciendo posibles pérdidas económicas. La Royal Society
colaboró, pero los propios autores tuvieron que poner 50 libras cada uno. Diez años
después, aún no habían logrado recuperar esa inversión.

Hoy en día, ese libro se considera el trabajo en Lógica más importante que
se haya escrito desde los tiempos de Aristóteles, no hay biblioteca universitaria
alguna que no posea un ejemplar. Demostró ser una obra legítima del pensamiento
racional, de gran prestigio, no sólo en otros campos de la filosofía como la metafísica
y la epistemología, sino también en áreas tan diversas como la economía, la
lingüística y la informática. Los autores Bertrand Russell y Alfred Whitehead
lograron expresar la lógica moderna de predicados con una mayor claridad, donde
Frege y los lógicos anteriores no habían podido alcanzar.

Además, Russell utilizo estas herramientas para poder aclarar algunas


cuestiones filosóficas. Por medio de un análisis lógico, Russell intentó descubrir en
qué medida el conocimiento es posible. Para él, la imprecisión no es una
característica del mundo, sino de la lengua. Él tenía una gran obsesión por crear un
lenguaje simbólico perfecto que acabara con todas las trampas del lenguaje común,
y fue a través de esta reformulación que encontró la solución de varios desafíos de
ese entonces. Uno de ellos se refiere al funcionamiento de la ley del tercero
excluido, formulada originalmente por Aristóteles, según la cual de dos
proposiciones en las que una niegue lo que se afirma en la otra, una de ellas es
necesariamente verdadera.
Bibliografía: Marotti, Mario. (17 de octubre de 2010). Bertrand Russell, el caballero
de la lógica. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/2010/10/17/sem-
mario.html?#directora

También podría gustarte