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UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES

ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO


DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS

Autor: Ricardo Connett

Tutor académico: MSc. Luis Zuccato

San Diego, Diciembre de 2014


UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES

ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO


DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS

Trabajo de Grado Presentado a la Universidad Arturo Michelena como


requisito para optar al grado de Licenciado en Idiomas Modernos
Mención Empresarial

Autor: Ricardo Connett

Tutor académico: MSc. Luis Zuccato

San Diego, Diciembre de 2014

ii
iii
ÍNDICE GENERAL

pp
ÍNDICE GENERAL.................................................................................. iv
LISTA DE GRÁFICOS…………...…………………….…………............ v
RESUMEN.............................................................................................. vi
ABSTRACT............................................................................................. vii

INTRODUCCIÓN................................................................................... 01
CAPÍTULOS
I. EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema............................... 05
Objetivos de la investigación.............................. 11
Objetivo General.............................................. 11
Objetivos Específicos....................................... 11
Justificación....................................................... 12

II. CULTURA, SOCIEDAD Y LENGUA.......................... 15


III. EL SPANGLISH.......................................................... 21
IV. ELEMENTOS SOCIOCULTURALES DEL
FENÓMENO DEL SPANGLISH.................................. 47
V. CONCLUSIONES......................................................... 64

REFERENCIAS................................................................................. 67

iv
LISTA DE GRÁFICOS

Gráfico Pág
.
1 Compilación de palabras en Spanglish…………….…….……… 27
2 Poesía en Spanglish……………………………………….……… 34
3 Spanglish publicitario……………………………………………….. 34
4 Spanglish publicitario II……………………………………….……. 35
5 Letrero en spanglish I………………………………………………. 35
6 Letrero en spanglish II………………………………………………. 36
7 Mapa de hispanohablantes en EEUU según censo del 2000...... 43
8 Mapa de la población hispana en EEUU…………………………. 44
9 Mapa histórico de EEUU entre 1836 y 1853………...…………… 51

v
UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA

FACULTAD DE HUMANIDADES LETRAS Y ARTES

ESCUELA DE IDIOMAS MODERNOS

EL SPANGLISH COMO FENÓMENO SOCIOCULTURAL PRODUCTO


DEL CHOQUE DE LENGUAS Y CULTURAS

Trabajo de Grado
Autor: Ricardo Connett
Tutor: MSc. Luis Zuccato
Fecha: Diciembre 2014
RESUMEN

El propósito principal de este estudio es analizar el fenómeno del


spanglish atendiendo a su naturaleza sociocultural producto del choque
de lenguas y de culturas. Tal análisis es llevado a cabo mediante la
descripción de la relación existente entre los conceptos de cultura,
sociedad y lengua, estableciendo las concepciones que suelen
manejarse del propio término spanglish e identificando los elementos
socioculturales presentes en el fenómeno del spanglish.
Metodológicamente, el estudio se desarrolló bajo los parámetros de una
investigación documental, buscando alcanzar un nivel descriptivo. Para
la recolección de datos se utilizó la técnica de análisis documental. Para
llevar a cabo el análisis de los datos, el autor practicó técnicas de
análisis y síntesis y la redacción de resúmenes según cada tema, en
conjunto con la toma de notas. Todo el proceso de investigación
descrito llevó a conclusiones respecto a la problemática en cuestión

Descriptores: spanglish, fenómeno, sociocultural.

vi
ARTURO MICHELENA UNIVERSITY

FACULTY OF HUMANITIES, LITERATURE AND FINE ARTS

MODERN LANGUAGES SCHOOL

THE SPANGLISH SOCIOCULTURAL PHENOMENON AS A


PRODUCT OF THE COLLISION OF LANGUAGES AND CULTURES

Degree Project
Author: Ricardo Connett
Tutor: MSc. Luis Zuccato
Date: December 2014

ABSTRACT

The main purpose of this study is to analyze the Spanglish phenomenon


in relation to its sociocultural nature as a product of the collision of
languages and cultures. This analysis is achieved by describing the
existing relationship of the concepts of culture, society, and language;
by stating the most common usages of the term Spanglish; and by
identifying the sociocultural elements of the Spanglish phenomenon.
Methodologically, this study was developed within the parameters of a
documentary research in order to reach a descriptive level. Research
data was assembled using source analysis techniques. For the analysis
of data the author implemented techniques of analysis, synthesis and
drafting of abstracts according to each specific topic along with the
process of note taking. The research process described above led to
conclusions and recommendations regarding the issue that was been
explained.

Descriptors: spanglish, phenomenon, sociocultural.

vii
INTRODUCCIÓN

En el contexto de un mundo globalizado en el que las sociedades


se comunican a través de sus manifestaciones culturales más
esenciales –principalmente la lengua– llevada por una imperiosa
necesidad de interacción que responde a numerosas y muy diversas
razones, fenómenos de índole sociocultural se suscitan a través de la
historia. Tales fenómenos abarcan un amplísimo campo de
conocimiento que es preciso estudiar separadamente en cada rama del
saber humano y que, no obstante, es posible analizar minuciosamente
desde los ámbitos lingüístico y social.

Siglos de enfrentamientos, colisiones y encuentros de culturas,


lenguas, idiosincrasias y sistemas disímiles que producen, condicionan
y/o determinan consecuentes y drásticos cambios en lo que respecta a
la identidad misma de pueblos y comunidades enteras son objeto de
estudio por una gran cantidad de especialistas. La lingüística en
general, y la sociolingüística en particular, así como también la
historiografía y otras ciencias afines no menos importantes, ponen su
ojo en procesos de transculturización, aculturación y construcción de
identidad de culturas que en la actualidad se han dado en llamar
híbridas atendiendo a una condición que les es común: ser producto del
choque de lenguas.

A nivel general, es sabido o asumido que el contacto o choque


de dos o más lenguas, que a su vez corresponde al choque de dos o
más culturas, ha existido desde épocas que la humanidad ni siquiera ha

1
registrado de forma escrita. Se sabe, de igual forma, que las lenguas
que hoy se conocen como oficiales en los países en los que se hablan
atravesaron procesos y fenómenos morfológicos, sintácticos y
fonológicos desde sus inicios y que las moldearon hasta hacerse las
que hoy por hoy son conocidas.

El principal motor de tales procesos y fenómenos fue, sin duda,


el choque cultural y el inevitable influjo de diversas lenguas sobre otras,
por lo que cabe entender que probablemente no sea posible hablar de
un idioma totalmente puro; y es en vista de tal hecho que un estudioso
de las lenguas modernas se siente en la necesidad de llevar a cabo un
trabajo de investigación acerca de lo que es ya una realidad
incuestionable y que podría constituir el inicio de una futura o, al menos
potencial, lengua de carácter oficial: el spanglish.

En este orden de ideas, el presente trabajo de investigación se


propone analizar el fenómeno del spanglish como fenómeno
sociocultural producto del choque de lenguas y culturas, que se lleva a
cabo bajo la forma de una tesis documental que busca alcanzar un nivel
descriptivo. Tal trabajo se estructura con cinco capítulos claramente
definidos que se explicarán a continuación.

En el primer capítulo se plantea la problemática existente en lo


que respecta al tema del spanglish como fenómeno sociocultural
derivado del encuentro y choque de dos culturas muy diferentes: la
anglosajona y la hispánica. Tal choque es asimismo un choque de dos
lenguas: la inglesa y la española. El contacto de dos mundos

2
desemejantes es posible a causa de diversos factores que son
explicados y analizados en los capítulos siguientes. Se definen también
en este capítulo los objetivos –general y específicos– de la
investigación y que serán desarrollados a lo largo del presente trabajo.
La justificación, de igual manera, se presenta en el primer capítulo
desde las cuatro perspectivas que la tesis de grado requiere: teórica,
académica, metodológica y social.

Es a partir del segundo capítulo que se marca el inicio de la parte


teórica y que comprende el desarrollo de los objetivos específicos a
través de la descripción del conocimiento, los argumentos, los juicios y
concepciones de los diversos autores que fueron consultados durante el
tiempo en que se llevó a cabo esta tesis de grado de tipo documental,
que finaliza con un quinto y último capítulo en el cual su autor plasma
sus conclusiones y ofrece recomendaciones a tomar en cuenta sobre el
tema tratado.

En el segundo capítulo se describirá la relación que existe entre


los conceptos de cultura, sociedad y lengua. Cada uno de esos
conceptos posee un punto de vista diferente según desde donde han
sido extraídos y que el autor procura vincular a través de un profundo
arqueo de fuentes. Los términos en este capítulo tratados ponen de
manifiesto que es innegable el enlace existente entre ellos y muestra la
indiscutible necesidad de analizarlos a fin de estudiar luego el
fenómeno sociocultural que constituye la lengua híbrida denominada
spanglish.

3
El capítulo tres trata directamente el tema del fenómeno
spanglish como término y concepto desde diversos puntos de vista, con
un claro y más notable énfasis en el aspecto lingüístico. El autor del
presente trabajo de grado muestra el juicio de un elevado número de
autores de diferentes orígenes así como la concepción misma que
tienen del empleo del término spanglish.

En dicho capítulo se observa asimismo la discusión en torno a la


legitimidad de un fenómeno que para sus detractores es considerado
una mera corrupción de alguna de las dos lenguas implicadas y que
para quienes lo ven con buenos ojos suele significar el inicio de una
lengua futura (si no lo es ya) e incluso la manifestación cultural de una
nueva e híbrida identidad producto de un proceso de transculturización
incuestionable. Se ofrece también en este capítulo un conjunto de
ejemplos del uso escrito del spanglish con el fin de esclarecer su
función comunicativa.

En el capítulo cuatro se desarrolla el tema del spanglish como un


fenómeno sociocultural en el que influyen factores y elementos de esta
índole tales como la transculturización, la mundialización, los procesos
migratorios, la construcción y/o búsqueda de identidad, entre otros, que
indican con claridad la naturaleza de esta lengua híbrida más allá de su
aspecto lingüístico. En el último capítulo, el autor, tras haber llevado a
cabo el análisis del fenómeno del spanglish, presenta sus conclusiones
acerca de todos los aspectos tratados y ofrece recomendaciones
acerca de la problemática planteada en el capítulo primero, punto por
punto.

4
CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

Los fenómenos de transculturización y aculturación constituyen


una constante a través de siglos de historia humana. Diversos rasgos
culturales –entre ellos el lingüístico–, antaño autóctonos de
determinados pueblos, son hoy no más que el resultado de una mezcla
cultural producto de siglos de conflictos, conquista, colonización y
dominio de un grupo cultural sobre otro y una fusión y/o hibridación, si
cabe el término, de éstos. Se comprende, por tanto, que las culturas de
hogaño ameriten un estudio profundo cuyo fin sea determinar hasta qué
punto sus rasgos deban considerarse o no pasajeros o ya establecidos
y pertenecientes a una determinada comunidad.

Entre los diferentes rasgos que definen a una cultura, es sin duda
la lengua uno de los pilares que la sustentan y que hacen posible no
sólo su divulgación, sino además su expansión, pues como escribe Lind
(2009), constituye un vehículo de comunicación. La lengua de un grupo
cultural es, en rigor, un asunto no menos social que lingüístico, y
estudiado por ello por la lingüística en general, y por la sociolingüística
en particular, cuyo objeto de estudio es, como señala Paredes (2004),
el lenguaje en relación con la sociedad fundamentándose en el hecho

5
de que el fenómeno lingüístico es analizable dentro del contexto de la
conducta social más allá de la estructura interna de un idioma.

Ya en 1951 Terracini había advertido la problemática que existe


entre los conflictos de lenguas y de culturas, expresando que “el
declarar uno que pertenece a una comunidad lingüística no es efecto de
reflexión, ni tampoco de estudio, sino de un sentimiento elemental que
arraiga en el propio carácter social de la actividad lingüística” (p. 15).
Dicha realidad lleva ineludiblemente a plantearse la tarea de analizar
los problemas socioculturales que traen algunos fenómenos lingüísticos
de fondo y que repercutirán, a mediano o a largo plazo, en la estructura
misma de toda una sociedad al trastocarse su sistema de comunicación
verbal y, con ello, el probable y significativo cambio en la cosmovisión
misma de un grupo cultural cada vez más heterogéneo.

En el contexto de un mundo globalizado, en el que la


interculturalidad es más frecuente en las sociedades al mismo tiempo
que algunas de estas se ven en cierta forma amenazadas ante la
pérdida de identidad al ser menos avanzadas en cuestiones de técnica
y menores en peso económico, fenómenos de tal envergadura cobran
una importancia cada vez mayor.

Uno de los casos más llamativos desde el punto de vista


demográfico es el del spanglish, fenómeno lingüístico de hibridación o
mezcla de la lengua española con la lengua inglesa –erróneamente
confundido con el mero empleo en el español de préstamos lingüísticos,
extranjerismos o calcos del inglés, como señala Marcos Marín (2001)–

6
producto del contacto entre dos culturas que, si bien ambas son ya
occidentales casi en su totalidad, distan de ser en esencia similares por
motivos que van más allá de lo puramente lingüístico.

Puesto que, como sostiene Gimeno (2002), no hay lenguas


totalmente exentas de mezclas ni sistema lingüístico que no sea
producto del mestizaje lingüístico, puede entenderse que existan
fenómenos semejantes al del spanglish y que este, naturalmente, no se
trate de un fenómeno aislado o meramente accidental.

Casos análogos pueden verse en los siguientes fenómenos: el


Portuñol, variación lingüística empleada por pobladores de las zonas
fronterizas de Brasil y los países de habla hispana con los cuales
comparte límites (en el caso americano) y por los pobladores de las
zonas fronterizas de Portugal y España (en el caso europeo); el
Chinglish, derivado de la mezcla de la lengua inglesa con las lenguas
chinas; el Guarañol, claro indicio de un proceso de transculturización
llevado a cabo en el Paraguay y que ha mezclado el guaraní (lengua
autóctona y cooficial de ese país) con el español, lengua allí oficial; el
franglais, producto de la mezcla del francés y el inglés; el taglish, que
resulta del idioma tagalog (hablado principalmente en Filipinas) y su
mezcla con el inglés; el hinglish, que pone de manifiesto la influencia
recíproca que tienen sobre sí el hindi y el inglés en la India, entre otros
casos menos relevantes estadísticamente hablando.

Es posible advertir la continuidad del proceso expansivo de la


lengua española a nivel mundial. Obediente (2009), quien estudia los

7
orígenes, el desarrollo y la expansión de la lengua española a través de
numerosos trabajos e investigaciones académicas, escribe que:

Hoy por hoy, el español es la lengua materna de


muchos millones de individuos, y la lengua de
interacción diaria de muchos otros. Además de
hablarse en aquellos países que lo tienen como
lengua oficial o cooficial, existen numerosas e
importantes comunidades hispanohablantes en
países cuya lengua oficial o común es otra. (p.
405)

En las naciones anglófonas, especialmente en el territorio


estadounidense, donde la presencia de hispanoparlantes es cada vez
más evidente y ha alcanzado hasta hoy dimensiones sin precedentes a
causa de la inmigración, el español es ya un fenómeno que precisa de
especial atención. Como señala Triantafilian (2011):

Las estadísticas nos permiten observar la


importancia de la presencia del español en los
Estados Unidos y su crecimiento a través de los
años. Según el Censo de 1990, había entonces
más de 22 millones de hispanohablantes, lo que
constituía el 9% de la población. Estas cifras
indican que el país era el cuarto del mundo con
más hispanohablantes. La población continúa
creciendo, tal y como podemos observar en las
estadísticas más recientes del año 2009, con 48.4
millones de hispanos, esto es el 16% de la
población total es de origen hispano. Entre julio de
2008 y 2009 más de 1.4 millones se añadieron a
la población, convirtiéndose en el segundo país
con más hispanohablantes, después de México.
Las previsiones para 2050 estiman en 132.8
millones el número de hispanohablantes, lo que
representa el 30% de la población. (p. 119-120)

8
Asimismo, Oppenheimer (2007), quien partió de cifras y
estadísticas del Instituto del Tercer Mundo publicadas en el citado año,
publicó que la población hispanoamericana constituye desde entonces
la primera minoría en los Estados Unidos de América, superando así a
los afroamericanos.

Paz (2005) sostiene que uno de los puntos más controversiales


en la discusión sobre el futuro de la población de origen hispano en
Estados Unidos es el que trata la interrogante acerca de cuáles serán
los rasgos definitorios de su identidad y condición. En uno de sus
escritos plantea la necesidad de estudiar los fenómenos lingüísticos que
surgen como consecuencia de esta realidad de la siguiente forma:

La confirmación de que la población hispana se ha


convertido en la nueva primera minoría en los
Estados Unidos y que esta circunstancia impondrá
una agenda política, cultural, social y educativa
inaplazable, aunada a la discusión dentro y fuera
de este país sobre el papel que el español debe
desempeñar en el nuevo siglo, nos indican a
nosotros, maestros, escritores, intelectuales,
hispanos y anglos, que hay que reavivar
acuciosamente el debate sobre la(s) lengua(s) que
serán habladas por esa primera minoría y que
perfilarán los rasgos de esa “hispanidad”. (p. 55)

No obstante tal situación, un importante subsector de la


población hispanoamericana allí presente no tiene un dominio total (y a
veces ni siquiera parcial) de alguna de las dos lenguas, hecho que
suscita la colisión de ambos idiomas y el intento de sustituir uno por otro

9
sin lograrlo a cabalidad, produciendo lo que se conoce como spanglish.
En otros casos, sin embargo, el bilingüismo es evidente y el empleo del
spanglish, tal como sugieren autores como Betti (2009), Tarantino
(2011) y Stavans (s/f), corresponde a un fenómeno sociocultural de
identidad.

Pese a que la presencia del fenómeno del spanglish es


fundamentalmente estadounidense, abarca un sector geográfico mucho
más amplio. En palabras de Lind (2009):

Básicamente, el spanglish es una variedad híbrida


que tiene su origen en las lenguas española e
inglesa y su interacción continua a través de varios
años. Desde la segunda mitad del siglo XX hasta
hoy, la afluencia de inmigrantes de países
hispanohablantes a los Estados Unidos ha tenido
la influencia fundamental en el desarrollo y
crecimiento del spanglish. Actualmente, el
contacto entre las dos lenguas se mantiene,
especialmente en las ciudades estadounidenses
con grandes poblaciones hispanohablantes,
aunque no es limitado a los Estados Unidos. (p. 8)

También Guerra (2001) escribe que:

La importancia de analizar el impacto del


spanglish en la cultura estadounidense radica en
cómo se ha ido extendiendo su uso, tanto en la
vida cotidiana de un gran número de habitantes de
tal país, como en los medios de comunicación
masiva, con lo cual ha rebasado las fronteras
estadounidenses para ejercer un efecto lingüístico
en diferentes países alrededor del mundo. (s/p)

10
Contemplando lo citado, es preciso entender que la dimensión
del fenómeno es cada vez mayor y que atañe, hoy por hoy, al resto de
países hispanófonos del continente que de alguna u otra forma ven a su
lengua nativa influenciada por el inglés hasta el punto de entrar en lo
que la mayoría de los autores denominan spanglish. Por tal motivo, y
siguiendo este orden de ideas, se plantean las siguientes interrogantes:
¿cuál es la relación que existe entre cultura, sociedad y lengua? ¿Qué
suele entenderse por spanglish? ¿Cuáles son los elementos
socioculturales presentes en el fenómeno del spanglish?

Objetivos de la investigación

Objetivo general:

Analizar el spanglish como fenómeno sociocultural producto del


choque de lenguas y culturas.

Objetivos específicos:

Describir la relación existente entre cultura, sociedad y lengua.

Establecer las concepciones que del término spanglish se tienen.

11
Identificar los elementos socioculturales presentes en el
fenómeno del spanglish.

Justificación

La pluralidad cultural en los Estados Unidos de América es claro


indicio de que allí es llevado a cabo un proceso que, en muchos
aspectos, podría considerarse de transculturización, y que es producto
de la mezcla y/o la colisión de los diferentes grupos etnolingüísticos que
habitan el país.

De la creciente cantidad de hispanohablantes que pueblan los


Estados Unidos de América se desprende un hecho: que los problemas
de índole cultural y social que trae consigo la globalización al
expandirse como proceso alcanzan a verse en todas sus
manifestaciones, una de ellas la lengua, por lo que es preciso conocer
el impacto cultural en general y lingüístico en particular que ha tenido la
influencia de estos habitantes a través de la historia y que han dado
paso a la aparición de un fenómeno que se presenta como lengua
híbrida, el spanglish, y que constituye un fenómeno que refleja una
importante e innegable fusión cultural. De tal manera cabe entender que
el presente trabajo de investigación sostiene una teoría que justifica su
realización.

12
Casos similares en otros idiomas como el portuñol, el guarañol,
el franglais y el chinglish, entre otros, demuestran que no se trata de un
hecho aislado o únicamente propio del español en contacto con el
inglés y viceversa sino que, lejos de serlo, significa un proceso
evidente a ojos de todo aquel que estudie los conflictos y/o encuentros
forzados o inevitables entre culturas y lenguas que de una u otra forma
tienen la necesidad de vincularse.

En este orden de ideas, es preciso señalar que desde el punto de


vista académico una investigación al respecto es necesaria dado el
hecho de que dicho fenómeno forma parte del amplio campo que
cubren las ciencias inexactas, sociales y humanas, tales como la
lingüística, la sociolingüística, entre otras, que no sólo atañen al
estudiante de idiomas modernos en el contexto de un mundo
globalizado en el que se mezclan y fusionan culturas y elementos
esenciales de ellas, sino que además forman parte de su preparación
académica y profesional en el área de las lenguas, siempre en
constante evolución. La complejidad sociocultural que trae de fondo el
surgimiento del spanglish no puede ni debe ser ignorada por quienes
estudian los idiomas que a tal fenómeno dieron origen.

La necesidad de mantenerse al tanto de los incesantes cambios


que experimenta una lengua al momento de estudiarla, lo mismo que
una cultura, hace que sea precisa y consecuentemente útil la presente
descripción del fenómeno del spanglish, de igual forma que hace
necesario el análisis de su naturaleza, de manera que en lo que
respecta a la metodología el presente trabajo documental de grado
busca servir de antecedente a futuras investigaciones en las escuelas

13
de idiomas modernos y en las áreas de la lingüística general, la
sociolingüística y otras ciencias afines, así como, desde el punto de
vista social, se propone el fin de brindar un aporte al conocimiento
general de temas poco tratados en la sociedad venezolana y que de
una u otra forma, directa o indirectamente, ejercen influencia sobre ella.

14
CAPÍTULO II

CULTURA, SOCIEDAD Y LENGUA

La cultura, es sabido, abarca un amplísimo concepto sobre el


cual toda investigación y/o estudio sociocultural debe partir a fin de
esclarecer aquello de lo cual se habla. Sintetizado por Ortega y Gasset
(1930) como “el sistema de ideas vivas que cada tiempo posee” (p. 341)
o, incluso, como “el sistema de ideas desde las cuales el tiempo vive”,
el término cultura requiere de una generalización tan amplia como su
concepto mismo implica.

Respecto a lo anterior, Álvarez (2007) señala que:

El concepto de cultura tiene en su origen la idea


de cultivo, de lo que se produce ayudado por el
cuido de los seres humanos. Allí están implicados
tanto los conocimientos como los modos de vida y
costumbres, las artes y las ciencias, la industria y
la religión. (p. 19).

A propósito del término cultura, Ducrot y Todorov (1974)


establecen que:

La cultura es el conjunto complejo de las


representaciones, de los juicios ideológicos y de
los sentimientos que se transmiten en el seno de

15
una comunidad. En esta acepción, la palabra
engloba, pero desbordándolos ampliamente, los
conceptos que pertenecen a la literatura y a las
bellas artes; igualmente los conocimientos
científicos de un individuo, frecuentemente
designados como «cultura científica», sólo una
parte de su cultura en el sentido sociológico del
término. La cultura comprende así singularmente
todas las maneras de representarse el mundo
exterior, las relaciones entre los seres humanos,
los otros pueblos y los restantes individuos. (p.
164-165).

Otra forma de entender lo que es la cultura es enfocando el


concepto sobre la base de un código adquirido o traspasado de
generación en generación, a través del cual el individuo moldea su
personalidad y se adapta a las circunstancias de la misma o, en
palabras de Kroeber y Kluckohn (1952) recogidas por Aguirre (1988):

La cultura consiste en patrones de


comportamiento, explícitos o implícitos; adquiridos
y transmitidos mediante símbolos, que constituyen
los logros distintivos de los grupos humanos,
incluyendo su plasmación en utensilios; el núcleo
esencial de la cultura se compone de ideas
tradicionales (es decir, históricamente obtenidas y
seleccionadas) y, sobre todo, de sus valores
asociados; los sistemas culturales pueden, por un
lado, ser considerados como productos de la
actuación y, por otro lado, como elementos
condicionantes de las actuaciones sucesivas. (p.
208-217)

A juicio de Kottak (1997), y señalado también por Álvarez (2007)


en la obra citada anteriormente, la cultura se aprende por la propia
experiencia (que se conoce como aprendizaje individual situacional),

16
aprendizaje que también se da entre los animales (‘el fuego quema’),
pero también mediante la observación (aprendizaje social situacional) y
de la conciencia de lo bueno y lo malo.

Es preciso tomar en cuenta que uno de los rasgos más


llamativos de toda cultura es su carácter ineludiblemente social. Toda
sociedad, en rigor, posee una cultura que le es propia o le es impuesta
y a la que tiene que adaptarse bien sea por necesidad o por
conveniencia. Las sociedades, primitivas o civilizadas, dueñas como
son de una identidad propia y de la manifestación de esta a través de
las diferentes vías de comunicación que les son dadas, muestran al
exterior aquello que se ha dado en llamar cultura y que tantas
definiciones tiene. Existe, por tanto, un estrecho vínculo entre cultura y
sociedad, un enlace que no puede ni debe omitirse en ningún caso y
que enseña a los estudiosos que cultura y sociedad son dos conceptos
inseparables a lo largo de la historia.

Por sociedad puede entenderse, según el Diccionario de la Real


Academia Española (2001): “Agrupación natural o pactada de personas,
que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin
de cumplir, mediante la mutua cooperación, todos o alguno de los fines
de la vida”. En el campo filosófico, mientras tanto, Abbagnano (1963)
expresa tres acepciones del término sociedad:

1) El campo de las relaciones intersubjetivas, o


sea de las relaciones humanas de
comunicación y, por lo tanto, también 2) la
totalidad de los individuos entre los cuales

17
existen estas relaciones; 3) un grupo de
individuos entre los cuales existen tales
relaciones en forma condicionada o
determinada de una y otra manera. (p. 1087)

Sin embargo, en el ámbito de la sociología, mucho más


específico a efectos de estudio, la sociedad es, según lo recopilado por
Álvarez (1986) “el conjunto histórico concreto de las relaciones
interhumanas, grupos y estructuras sociales comparado varias veces
como una mancomunidad determinada racionalmente de la
colectividad” (p. 168).

Asimismo, los individuos que forman parte de una sociedad,


llevados por su necesidad comunicativa en el propio contexto social,
utilizan el recurso del lenguaje para relacionarse, y más que cualquier
otro tipo de lenguaje, la lengua, símbolo que caracteriza al hombre en
relación con otros y que posibilita el recíproco y cabal entendimiento y
el consecuente logro de sus fines.

Cabe hacer, entonces, la distinción entre lenguaje y lengua, e


indicar que los enlaza un vínculo no siempre necesario. Alonso (1986)
diferencia lenguaje de lengua. Le da al primero una extensión que
incluye a todos los seres humanos; al segundo, sin embargo, le atribuye
una extensión de naturaleza comunitaria, de “nación-pueblo” (p. 26-27).
Dicha distinción le lleva a definir al lenguaje como aquella facultad que
tiene el hombre para comunicarse con su entorno, y a la lengua como
un sistema determinado de signos o códigos.

18
Tal como dicen Alcaraz y Martínez (1997):

La faceta cultural es fundamental en el estudio de


las lenguas, ya que los hablantes de una
comunidad dada hacen continuas referencias
implícitas a conocimientos compartidos, lo que les
permite incluir en su discurso importantes
caudales de información que sería muy difícil tener
que hacer explícitos en cada intervención. (p. 156)

Sobre el específico carácter social de la lengua se abre una


discusión que, si bien en la actualidad podría parecer poco útil a causa
de las teorías mayormente asumidas, cabe advertir y que data del siglo
XIX. Obediente (2009), quien se pregunta si, al hablar de la historia de
un idioma, puede emplearse el término biografía, señala que fue en
aquel siglo en el cual algunos lingüistas sostuvieron la tesis de que las
lenguas eran organismos naturales con vida propia. En torno a esto, el
autor explica que tal teoría lingüística biologicista fue propulsada por
August Schleicher y refutada, entre otros, por Otto Jespersen, quien,
atinadamente según Obediente, consideraba las lenguas como
fenómenos de carácter social que evolucionan atendiendo a su
dinamismo propio y no según leyes naturales fijas.

Álvarez (2007), siguiendo la tradición de lingüistas y


sociolingüistas como Hymes (1974) y Labov (1972), y tal como lo había
hecho décadas antes Terracini (1951) enlaza estrechamente los
conceptos de lengua y sociedad de la siguiente manera:

Lengua y sociedad son dos realidades


interrelacionadas, de tal manera, que es imposible

19
concebir la existencia de una sin la otra. La
finalidad básica de una lengua es de servir de
instrumento de comunicación y, por lo tanto, es
parte de la cultura de la que forma parte. Pero la
lengua no es simplemente un vehículo para
transmitir información, sino también un medio para
establecer y mantener relaciones con otras
personas. La función de la lengua de establecer
contactos sociales, y el papel social de transmitir
informaciones acerca de los mismos hablantes
forman parte de la íntima relación entre la lengua y
la sociedad. (p. 7).

De igual forma, Ducrot y Todorov (1974) enlazan lengua y cultura


al señalar que:

Se acepten o no las relaciones establecidas por


los lingüistas entre la lengua y la cultura, el estudio
lingüístico implica de una manera u otra la
descripción de una cultura. El lenguaje contiene,
efectivamente, una serie de elecciones sobre la
manera de representarse el mundo: por ejemplo,
el número gramatical con la existencia de una
oposición singular/plural o de un sistema de tres,
cuatro o cinco números o más es ya una cierta
organización del mundo. Esto no significa, por el
contrario, que la representación contenida explícita
o implícitamente en una lengua colme la cultura
del pueblo que la habla y constituya la única
realidad que conoce. (p. 164-165)

También Paredes (2004) establece una relación directa entre


ambos elementos culturales al afirmar que la lengua es un hecho social
que se impone al individuo, razón por la cual la sociolingüística cobra
mayor relevancia al momento de analizar los cambios y variaciones que
va sufriendo un idioma con el pasar del tiempo; y Bordieu (1991) quien
argumenta que la lengua existe en determinadas condiciones sociales.

20
CAPÍTULO III

EL SPANGLISH

Estudiando los conceptos de cultura, sociedad y lengua y la


inevitable y estrecha vinculación que hay entre ellos, planteada por los
autores y teóricos expuestos anteriormente, resulta preciso estudiar
asimismo los resultados que algunas veces tal enlace produce. A través
de procesos de naturaleza sociocultural que se describirán a
continuación, fenómenos de índole lingüística han surgido y captan la
atención de especialistas, así como su debate. Torres (2004) advierte
que:

Con la lingüística ocurre que, a diferencia de otras


disciplinas, los límites entre lo científico y lo
popular a menudo se quiebran. Como la lengua es
un hecho social compartido por todos, en todos
despierta interés y suscita reflexión y debate. Este
debate se desarrolla tanto entre los propios
especialistas como entre quienes no tienen una
formación específica en ese terreno. (s/p)

Dicho lo anterior, resulta evidente que el spanglish (también


escrito “espanglish”), de span- (spanish) más -glish (english) es, sin
duda, uno de tales fenómenos. Siendo un término empleado por
primera vez por el periodista y escritor puertorriqueño Salvador Tió, tal
como indica Betti (2009), el spanglish consiste en una manifestación
oral y escrita cuya descripción es compleja puesto que, por factores de
edad, nacionalidad, y posición social de los hablantes, como sugiere

21
Lind (2009), es diversificado. Existen estudiosos que opinan que es el
nombre que se da a un conjunto de fenómenos, desde los cambios de
códigos de los bilingües, a préstamos y calcos del inglés, e incluso a
veces a la creación de nuevos términos y a variedades de español
anglicadas y de inglés hispanizadas, como lo son, por ejemplo, el
español chicano y el inglés puertorriqueño (Betti, 2009).

Por préstamo lingüístico debe entenderse aquella palabra que


una lengua toma de otra para añadirla a su léxico con cierta adaptación
(fonética, por lo general) como sugieren autores como García (1984) y
Grijelmo (2004), como, por ejemplo, el término béisbol en español, del
inglés baseball. Cabe señalar, no obstante, que ambos autores
coinciden en que es preciso entender que algunos especialistas en
lingüística general y en traductología distinguen préstamo de
extranjerismo, significando este último una palabra que una lengua
adquiere de otra sin adaptación lingüística alguna. Mientras tanto, el
calco refiere, según explica Grijelmo (1984), a una palabra que un
idioma toma de otro traduciéndola literalmente con el fin de crear un
nuevo término: balompié (del inglés football), por ejemplo.

Torres (2004), quien realiza un profundo análisis a propósito del


fenómeno lingüístico del spanglish, argumenta que desde la perspectiva
del contacto de lenguas el concepto suele entenderse de diversas
maneras pues en algunos casos alude a la interlengua de hablantes de
la lengua inglesa que aprenden el español, y en otros alude al uso de
préstamos del inglés en el español que pueden estar más o menos
integrados.

22
Advirtiendo que ha causado polémica en el ámbito lingüístico y
que ha sido tratado despectivamente por los estudiosos más puristas,
Trantafilian (2011) indica que el spanglish ha sido catalogado de
diferentes maneras, y que constituye un fenómeno lingüístico que
afecta a todos los niveles del sistema lingüístico (fonético, morfo-
sintáctico y léxico-semántico). En su trabajo acerca de este fenómeno,
escribe:

Es posible pensar que el spanglish es el fenómeno


lingüístico contemporáneo más importante en los
Estados Unidos. Los préstamos lingüísticos, los
calcos semánticos, los cambios de código, el
español ‘vestigio’ y el Junk Spanish son todos
aspectos directamente relacionados con él.
Producido por el contacto de lenguas, considerado
como nueva ‘lengua’ por unos, otros no aceptan
tal creación y temen la pérdida del español
normativo, y de la cultura hispana. Lo cierto es que
el spanglish se considera como una variante del
español de los Estados Unidos, variedad que
puede producir cambios en ambas lenguas. (pp.
124-125)

Moreno (2004), define al spanglish como una “mezcla de lenguas


bilingüe” que, en paráfrasis de Betti (2009) cubre un amplio espectro de
manifestaciones lingüísticas, que van desde el empleo del español
salpicado de anglicismos, al uso de un inglés salpicado de hispanismos,
con una notable y creciente presencia de préstamos, calcos,
alternancias (de código) y mezclas aleatorias en la medida en que el
hablante se sitúa en las áreas intermedias del contacto bilingüe.

23
El anglicismo alude a un préstamo del inglés y que está presente
en otro idioma, como advierte Lind (2009), quien sostiene que en la
actualidad la incorporación de estos al español crece continuamente
tanto en la vida cotidiana como en áreas especializadas del
conocimiento como, por ejemplo, la informática y los medios de
comunicación, además de tener una notable presencia en el mundo
deportivo.

Dueñas (2001), de igual manera, establece que “el spanglish es


un lenguaje híbrido generado a partir de la continua interacción de
códigos lingüísticos perfectamente discernibles: el español y el inglés”,
(p. 126) y luego afirma que su reconocimiento como fenómeno
lingüístico es relativamente cercano en el tiempo, pese a que se
remonta al siglo XIX, como se apreciará más adelante. En cuanto a sus
fundamentos lingüísticos, escribe:

En términos generales, en las manifestaciones de


spanglish se detectan múltiples variaciones de dos
fenómenos básicos: el code-switching y la
incorporación de préstamos. El code-switching
consiste en pasar de una lengua a otra de
diferentes formas alterando oraciones, enlazando
frases en las dos lenguas a lo largo del discurso,
incorporando palabras aisladas, etc. (“Tienes que
mostrar tu driver’s licence”; “Tiempo es money”;
“¡Tenemos lo que necesita… and if we don’t let us
know!”). (p. 127)

Asimismo, Valenzuela (1997), quien advierte que un artículo de


The New York Times calificaba al spanglish como la tercera lengua de
Nueva York después del inglés y el español, describe al spanglish
como:

24
Un castellano salpicado de palabras inglesas -
ticket (multa), income tax (impuesto sobre la
renta), okey (de acuerdo), liability (responsabilidad
civil), nice. (simpático).-y traducciones literales de
palabras y frases inglesas -chores (shorts,
pantalones cortos), marqueta (market, mercado),
taipear (to type, escribir a máquina), parquear el
carro (parking the car, aparcar el coche), vacunar
la carpeta (vacuum the carpet, aspirar la
alfombra), te llamo para atrás (I call you back, te
vuelvo a llamar), el rufo del bildin (the roof of the
building, el techo del edificio). (s/p)

Valenzuela (1997) concibe al spanglish como algo impuesto en


todos los barrios de Nueva York en los que existe presencia hispana y
enfatiza, como puede apreciarse, el hecho de que tal fenómeno se pone
de manifiesto con el mal empleo de la lengua española de parte de
quienes han asimilado el inglés como lengua de uso diario. Un ejemplo
de esto, arguye, puede verse en el uso de frases en español empleadas
por hispanos en territorio estadounidense cuyo origen radica en una
mala y literal traducción de expresiones que proceden del inglés de
dicho país, así como en la confusión que crean los falsos cognados
entre los bilingües: “está corriendo para la oficina de mayor" (está
compitiendo por el cargo de alcalde), o que tal tienda "delibera
groserías" ("deliver grocery", reparte la compra)”. (s/p)

Escribe en un artículo de una revista universitaria Valíková


(2002) que “por lo general se define el spanglish como una invasión del
español por el inglés, como una mezcla deforme y alterada de los dos
idiomas, o un torrente de anglicismos que está afectando al español” (p.

25
55); coloca asimismo una serie de ejemplos de palabras que llama
“espanglesas” de uso corriente:

Bíldin = edificio (building), carpeta = alfombra


(carpet), culear = enfriar (to cool), chotear =
charlar (to chat), chopear = ir de tiendas (to shop),
enjoyar = divertirse (to enjoy), estorma = tormenta
(storm), fisar = congelar (to freeze), grosería =
mercancía (grocery), jaigüey = autopista
(highway), marqueta = mercado (market), rufo =
tejado (roof), viaje redondo = viaje de ida y vuelta
(round trip), yarda = jardín (yard), etc. (p. 56)

Guerra (2001) argumenta que el spanglish es un híbrido


lingüístico que no es ni español ni inglés, sino “una amalgama que nace
del encuentro (o choque) entre ambos idiomas” (s/p), cuya función
considera comunicadora, y que se ha dado a causa de una carencia de
vocabulario en alguna de las dos partes que forman un diálogo, razón
por la cual es necesario adaptar las palabras conocidas al esquema en
el que se necesita manifestar una idea. Señala, además, que es “por
ello por lo que se le considera una muestra de alto nivel de creatividad
lingüística, que por sus características informales no sería posible
estandarizar académicamente” (s/p).

En su trabajo, Guerra (2001) coloca una lista de palabras en


spanglish que se pueden apreciar en el siguiente gráfico.

26
Gráfico 1. Compilación de palabras en spanglish.

Fuente: Guerra (2001)

Indica también Guerra (2001) que el spanglish posee pocas


reglas y muchas variaciones, “constituyéndose en un paseo sin
esfuerzo entre los dos idiomas” (s/p). Las frases y oraciones, explica,
vienen y van de manera prácticamente inconsciente en el momento en

27
que la intuición de quien está hablando va allegándose de las mejores
expresiones para expresar la idea que tiene pensada, pudiendo
inclusive crear nuevas palabras. Escribe asimismo que:

Generalmente, hay dos enfoques del spanglish


con incontables variaciones. Puede consistir en la
combinación de palabras correctas ya sea en
español o en inglés: dos idiomas se unen and they
both win something (dos idiomas se unen y ambos
ganan algo). El segundo enfoque ha sido el creado
por los inmigrantes para sobrevivir y consiste en
que las palabras en inglés se "tomen prestadas"
para cambiarlas y pronunciarlas en una forma de
español: to hang out a hanguear. De esta manera
se hacen palabras bajo las reglas de ortografía del
español, pero no precisamente de manera
correcta. (s/p)

En este orden de ideas, argumenta Guerra (2001) que el uso del


spanglish generalmente se da cuando un individuo de habla hispana no
puede expresarse en un idioma extranjero, y da el ejemplo del
inmigrante hispanófono recién llegado a un país que combina el inglés
con su lengua nativa con el fin de compensar su deficiencia. Añade que
en otras ocasiones “quienes lo usan lo hacen tan sólo por diversión, ya
que está lleno de adaptaciones disparatadas del inglés” (s/p). Y,
finalmente, advierte que existen situaciones en las que el cambio de
código se pone de manifiesto cuando se tiene el deseo de expresar
solidaridad con un determinado grupo social, cuando se busca
demostrar una actitud particular hacia quien lo escucha o cuando se
quiere excluir personas que no entienden el idioma de la conversación.

28
Sumado a lo anterior, Guerra (2001) advierte que la influencia
entre ambas lenguas en los procesos a través de los cuales se da este
fenómeno es recíproca. Tal como señala:

De hecho, hay que considerar que hay un gran


número de palabras en inglés norteamericano que
se han tomado del español, y que son ejemplos de
la importancia e influencia que también ha tenido
este idioma en la sociedad estadounidense. Las
palabras bronco, burro, rodeo, palomino,
sombrero, reata, coyote, tequila, guerrilla, patio,
han sido incorporadas. Por otra parte, puesto que
la comida mexicana es ya tan popular en todo
Estados Unidos, palabras como taco, nacho,
enchilada y tortilla se usan ampliamente. En
muchas películas norteamericanas se han
utilizado palabras en español, como amigo,
hombre y macho. Claro ejemplo de ello es cómo
en la película Terminator II, Arnold
Schwarzenegger popularizó la frase "hasta la
vista, baby", o la ya clásica frase "living la vida
loca", adaptada a partir del éxito de Ricky Martin.
(s/p)

Valíková (2002), explicando parte importante de los motivos del


surgimiento del fenómeno del spanglish, escribe que:

Hoy día el inglés, y sobre todo el americano, está


penetrando no sólo en español por muchas
fuentes. Por la primacía del inglés en campos
como la tecnología, ciencia, técnica, medicina,
etc., y también por el hecho de que el inglés pase
a ser, ya indiscutiblemente, la "lingua franca" en
todo el mundo, algunos términos suyos deben ser
incorporados al español. Esto se debe a que la
cantidad de nuevos vocablos es enorme y gracias

29
a las comunicaciones modernas, la información
original llega muy rápido a todas partes y hay muy
poco tiempo para buscar una traducción adecuada
en otros idiomas. También la bibliografía técnica y
especializada basada en conceptos y sistemas
creados en países no hispanohablantes está
lógicamente afectada por el idioma original, que es
el inglés en la mayoría de los casos. (p. 58)

Una clara muestra de este fenómeno, en este caso a nivel de la


traducción literaria, es el siguiente fragmento de una traducción al
spanglish del primer capítulo de la célebre obra de Miguel de Cervantes
Saavedra, Don Quijote de La Mancha, llevada a cabo por uno de sus
más célebres defensores, Stavans (2003):

In un placete de La Mancha of which nombre no


quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno
de esos gentlemen who always tienen una lanza in
the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y
un grayhound para el chase. A cazuela with más
beef than mutón, carne choppeada para la dinner,
un omelet pa’ los Sábados, lentil pa’ los Viernes, y
algún pigeon como delicacy especial pa’ los
Domingos, consumían tres cuarers de su income.
El resto lo employaba en una coat de broadcloth y
en soketes de velvetín pa’ los holidays, with sus
slippers pa’ combinar, while los otros días de la
semana él cut a figura de los más finos cloths.
Livin with él eran una housekeeper en sus forties,
una sobrina not yet twenty y un ladino del field y la
marketa que le saddleaba el caballo al gentleman
y wieldeaba un hookete pa’ podear. El gentleman
andaba por allí por los fifty. Era de complexión
robusta pero un poco fresco en los bones y una
cara leaneada y gaunteada. La gente sabía that él
era un early riser y que gustaba mucho huntear.
La gente say que su apellido was Quijada or
Quesada –hay diferencia de opinión entre aquellos

30
que han escrito sobre el sujeto– but acordando
with las muchas conjecturas se entiende que era
really Quejada. But all this no tiene mucha
importancia pa’ nuestro cuento, providiendo que al
cuentarlo no nos separemos pa’ nada de las
verdá. (p. 253)

Stavans (s/f), quien ha mostrado un interés persistente por el


tema del spanglish y su carácter social, se opone a la idea de concebir
al fenómeno como la destrucción o degeneración de una de las dos
lenguas implicadas. Sobre la situación actual, dice que: “existe la
percepción generalizada de que es "la jerga loca", la lengua de aquellos
sin acceso al poder. Pero el spanglish es mucho más sofisticado y está
muy a salvo de lo que esta percepción pretende hacernos creer”. (s/p);
contrastando notablemente con autores como Valíková (2002), quien
arguye que el spanglish constituye básicamente la lengua de los
hispanohablantes pobres, casi analfabetos tanto en inglés como en
español. Stavans (s/f) añade que:

Su diversificación es asombrosa: de una jerga


callejera de escasa estimación, ha pasado a
convertirse en la última década en un fenómeno
cultural decisivo. Las variantes nacionales
empiezan a confluir en el spanglish mediático que
apunta a una especie de estandarización verbal.
Hay programas de TV que emplean spanglish,
anuncios publicitarios, estaciones radiales,
revistas femeninas... Las corporaciones no ignoran
su valor comercial. (s/p)

Entrevistado por Marx y Escobar (s/f) en The Barcelona Review,


revista en la cual argumentó lo anteriormente expuesto, Stavans explica

31
sobre la huella que el fenómeno del spanglish ha ido dejando en
manifestaciones culturales de trascendental papel en el mundo como la
literatura, la música y la gastronomía, entre otras. Sobre la primera,
dice:

Hay una corriente literaria que se remonta por lo


menos a la década de los setenta cuyo vehículo
de comunicación es el spanglish. Esta corriente,
en los últimos años, se ha diversificado. Ya no es
practicada únicamente por poetas nuyorriqueños o
chicanos sino por un grupo más amplio y
heterogéneo de ensayistas, cuentistas y
novelistas. (s/p)

Sobre la gastronomía y la moda, indica que:

El spanglish también se deja sentir en la llamada


"nueva cocina latina", que es una fusión de
sabores y extracciones diversos. Los nombres e
ingredientes de los platillos que lanzan los
restaurantes en Miami o Los Angeles o las recetas
que se promueven en revistas están en spanglish.
Además, la moda muestra estrategias similares.
Estamos en un momento de "pan-latinización",
una época en la que la identidad hispánica es
presentada ya no como una serie de herencias
nacionales divergentes sino como una
aglomeración de partes. El spanglish mediático,
obviamente, es el ejemplo perfecto de esa
aglomeración. (s/p)

Sobre la música, mientras tanto, señala que:

La música latina en EE UU, ni que decirlo, es el


ámbito donde esta aglomeración se deja sentir

32
más claramente. Cada grupo de inmigrantes en el
país halla su vehículo de expresión favorito, que si
bien no es exclusivo, se convierte en una
dimensión con propiedades únicas: para los judíos
fue la literatura y el cine, para los africanos la
danza y la música, para los irlandeses la política.
En el caso de los hispanos ese "aceite social" es
la música y el spanglish es su expresión. (s/p)

Y luego añade:

Su influencia es liberadora. Hoy el spanglish da la


impresión de ser ubicuo en la música latina. Pero
esta es una impresión superficial. Hay rastros de
él desde la época de los corridos revolucionarios
de Pancho Villa y Emiliano Zapata, ni hablar de la
popularidad de ritmos urbanos como el mambo, la
rumba y el cha-cha-cha, y otros de extracción
rural, como las rancheras. Debo añadir que en la
música latinoamericana también ha dejado huella.
Hoy por hoy, hay un número importante de
cantantes y grupos que lo utilizan. Piensa, por
ejemplo, en Café Tacuba de México o en Juan
Luis Guerra de la República Dominicana. O bien
los grupos Orishas y Quetzal. Sin embargo, su
influencia en el quehacer músical hispánico al
norte del Río Bravo, en efecto, es incuestionable.
¿Es ésta una muestra de su aceptación por el
statu quo? Yo estoy convencido de ello. Hay
raperos afroamericanos que lo frecuentan porque
saben que a través del spanglish llegarán a un
público más amplio, o por lo menos serán vistos
como "cool" por su propia gente. Así, bandas
como Cypress Hill lo promueven, a veces sin
saber que tipo de vocabulario emplean. (s/p)

Otro importante ejemplo del spanglish en el ámbito literario, y


específicamente en la poesía, es el poema que My graduation speech,
extraído del libro La carreta made an U-turn que Fairclough (2003)
muestra en su obra y que Trantafilian (2011) recoge en su trabajo:

33
Gráfico 2. Poesía en spanglish. Fuente: Triantafilian (2011)

En un artículo digital, Solache (2014) trata el tema del spanglish y


muestra fotos que exhiben la presencia de tal fenómeno en la
publicidad y que pueden apreciarse a continuación.

Gráfico 3. Spanglish publicitario I. Fuente: Solache (2014)

34
Gráfico 4. Spanglish publicitario II. Fuente: Solache (2014)

Asimismo, muestra fotos de avisos o letreros de diferentes tipos


en los que también existe presencia del spanglish.

Gráfico 5. Letrero en spanglish I. Fuente: Solache (2014).

35
Gráfico 6. Letrero en spanglish II. Fuente: Solache (2014).

En la discusión acerca de qué es el spanglish y si es legítimo


hablar de él como lengua o no, pueden verse contrastes en las
opiniones, pues como advierte Tarantino (2011) “hoy por hoy, aún no
hay consenso en cuanto al grado de aceptación y reconocimiento de
este fenómeno que ya ha trascendido fronteras” (p. 69), puesto que hay
quienes lo denomina dialecto o variante del español o del inglés y
quienes lo consideran una jerga temporal o incluso quienes creen que
se trata del nacimiento de una nueva lengua.

Están, por un lado, autores como Bernal (2009), que observan


con poco agrado el surgimiento y la continuidad del fenómeno, así
como también discute el nombre del mismo al decir:

36
Yo propongo que esta mezcla de idiomas deje de
llamarse spanglish porque estamos tratando de
definir un fenómeno que es precisamente la nociva
influencia del inglés en el español. Debemos usar
espanglés para definir un fenómeno que es la
subversión del idioma. (s/p)

Lipski (2004), de igual manera, concibe al fenómeno del


spanglish como una mezcla de español e inglés “universalmente
considerada como enfermedad lingüística de consecuencias mortales
para la vitalidad de la lengua española, no sólo en Estados Unidos, sino
a través del mundo” (p. 5). Basándose en esta concepción, afirma que
la palabra misma con que se designa a esta lengua híbrida se ubica
entre otras, igual de despectivas, que sugieren “una procreación y
proliferación de lenguas bastardas” (p. 5), entre las cuales sitúa al
franglais (mezcla de francés e inglés), al taglish (mezcla de tagalog e
inglés), al hinglish (mezcla de hindi e inglés), al portuñol (mezcla de
portugués y español), al guarañol (mezcla de guaraní y español) y al
yanito (lengua híbrida hablada en Gibraltar).

González-Echeverría (1997), a quien Lipski (2004) hace


importante mención en su trabajo, considera asimismo al spanglish
negativamente al escribir lo siguiente:

El spanglish, la lengua compuesta de español e


inglés que salió de la calle y se introdujo en los
programas de entrevistas y las campañas de
publicidad, plantea un grave peligro a la cultura
hispánica y al progreso de los hispanos dentro de
la corriente mayoritaria norteamericana. Aquellos
que lo toleran e incluso lo promueven como una
mezcla inocua no se dan cuenta de que esta no es

37
una relación basada en la igualdad. El spanglish
es una invasión del español por el inglés. (s/p).

De acuerdo a las circunstancias, se suele conocer con el nombre


de spanglish, dice Lipski (2004), a las siguientes manifestaciones
lingüísticas: el uso de préstamos integrados y no integrados del inglés
en español; el empleo de calcos sintácticos de modismos y
circunlocuciones ingleses en el español; la intercalación de forma fluida
y frecuente del español y el inglés en una sola conversación u obra
literaria; y las desviaciones del español gramatical vistas entre
hablantes vestigiales del español, es decir individuos de ascendencia
hispana cuya competencia en español no alcanza la de un verdadero
hablante nativo, debido al desplazamiento lingüístico.

Sumado a lo anterior, añade Lipski (2004) que, en ciertos casos,


se conoce como spanglish aquella serie de características del español
hablado y escrito como segunda lengua por millones de
estadounidenses que no provienen de familias hispanas, pero que han
aprendido algo del español debido a su utilidad en su vida personal o
profesional.

Posteriormente, agrega Lipski (2004) que ninguno de los


fenómenos o manifestaciones lingüísticas antes descritas constituye
una amenaza a la integridad de la lengua española, pese a que, a su
juicio, algunas señalan la erosión gradual y natural de una lengua de
inmigrantes después de varias generaciones. Algo similar opina
Trantafilian (2011), quien escribe que: “La razón por la que los puristas
temen la pérdida de la lengua española viene del abandono del español

38
en las segundas y terceras generaciones de hablantes; fenómeno
lingüístico y social que se produce con rapidez”. (p. 125).

Otra autora que considera al spanglish negativamente hasta el


punto de catalogarlo de peligro para la cultura hispánica y el avance de
la integración latina es Koroliova (s/f), quien escribe que “los vocablos
de este extraño idioma implantado por las nuevas generaciones
hispanas en los EEUU se enriquece cada día y admite todo tipo de
variantes”. (p. 1). Según ella, los especialistas más ortodoxos
manifiestan su ira y consideran que tal fenómeno obedece a causas
estructurales, individuales y específicas, que son las siguientes:

Causas estructurales: Carencia de directrices de


organismos oficiales, nula coordinación entre
directivos, técnicos, profesionales y publicitarios.
Nula coordinación entre los distintos grupos de
profesionales y críticos literarios y periodistas.
Nula coordinación entre profesionales y lingüistas.
Causas individuales: Pedantería, búsqueda de un
prestigio falso, mimetismo, comodidad, pereza,
falta de sensibilidad, primacía de la afición al habla
por encima de la preocupación por la lengua, falta
de imaginación, incultura. Causas específicas:
Conciencia de las ventajas prácticas que
acompañan al dominio del idioma inglés, escasa
creatividad española, carencia de voces españolas
idóneas, alta dependencia extranjera, dificultad de
translación al español de voces inglesas. (p. 1)

Por otro lado, se encuentran quienes como Torres (2004) lo


estudian con la mayor objetividad posible y esclarecen la dinámica y la
naturaleza de esta discusión al explicar a través de ensayos, artículos y

39
otros textos los diferentes usos que se dan al término spanglish en los
diferentes ámbitos; y, por otro, quienes a causa de su relevancia
sociocultural y lingüística (Stavans), buscan hacerlo notar al plantearse
las siguientes interrogantes: “¿Cómo explicar nuestro rechazo a las
lenguas que se mezclan? ¿De dónde viene la actitud que tomamos ante
criollismos como el franglais, el spanglish o el portuñol, que
frecuentemente son descritas como meras "corrupciones" lingüísticas?”
(s/p) y al dedicarse a la investigación y difusión de su importancia.

Hay, mientras tanto, autores como Marcos Marín (2001), que


entienden al spanglish como una suerte de lengua franca (lingua
franca), pues argumenta que, al entrar en contacto dos lenguas, tienden
éstas a producirse. Señala, de igual modo, que el término lengua franca
ha pasado a significar también, mal empleado, lenguas comunes,
generales o internacionales. Una lengua franca, en sus palabras, “no es
más que una mezcla simplificada de lenguas que sirve para la
intercomprensión, generalmente en dominios limitados” (p. 76), a lo que
luego añade:

Espanglish y portuñol son lenguas francas, que


sirven para que hablantes que no manejan bien el
inglés o el portugués usen una fórmula
simplificada, con un fuerte componente español,
en los Estados Unidos o en el Brasil (limitándonos
a América, porque también hay un portuñol en
Portugal). Son hablas de ida, no de vuelta y
tampoco son situaciones totalmente simétricas.
(p.76)

40
En este orden de ideas, Marcos Marín (2001) observa el
fenómeno del spanglish como un problema que afecta a la lengua
española y no a la inglesa al considerar que:

Quien habla espanglish lo que quiere es hablar


inglés, se ha decidido ya por una evolución hacia
el inglés y trata de abandonar el español para
expresarse en una nueva lengua que todavía no
domina. No intenta conservar las estructuras
lingüísticas del español, sino ir sustituyéndolas por
las inglesas, empezando por la más simple, el
inventario léxico. (p. 76)

Años más tarde, Marcos Marín (2005) juzga que no se puede


hablar de la existencia de un spanglish, sino de múltiples fenómenos de
interferencias dialectales de la lengua española con la inglesa al argüir
que:

Ni existe un spanglish general, ni tampoco


dialectos: no puede hablarse de un spanglish
puertorriqueño o uno cubano o uno mexicano, son
individuales, sujetos a modas u oscilaciones. Un
individuo, en un momento determinado, a falta de
una palabra, o por juego, con frecuencia, introduce
una palabra de la otra lengua. (s/p)

Lind (2009) entiende al spanglish como un fenómeno lingüístico


que reúne una serie de características especiales. Dichas
características pueden hacerlo ver como dos tipos de lengua
claramente distinguibles: pidgin y lengua criolla. Un pidgin, señala, es
una lengua mixta que se caracteriza por la simplificación de los

41
componentes fundamentales de una lengua, esto es, la sintaxis, la
fonología y la morfología, y constituye una variedad lingüística que no
es la lengua nativa de nadie y suele ser inicialmente muy inestable. En
sus palabras:

El spanglish tiene varios elementos de un pidgin,


como la gran cantidad de préstamos del inglés que
son necesarios para obtener un código común de
comunicación. Las lenguas son vehículos de
comunicación y para lograr tal comunicación es
necesario que ambas partes entiendan lo que se
dice. No es el caso en cuanto al spanglish, que
tiene diversos orígenes y por tanto, variantes
regionales. (p. 4-5)

De igual modo, Lind (2009) advierte que si el pidgin se convierte


en la lengua propia de una comunidad este pasa a denominarse lengua
criolla. Según señala, para un porcentaje minoritario de usuarios, “el
spanglish es una lengua criolla pero la mayoría de los hablantes de
spanglish son bilingües y pueden expresarse en cualquiera de las dos
lenguas”. (p. 5). Parafraseando a Ardila (2005), explica que el spanglish
está convirtiéndose en la lengua nativa de un elevado número de niños
de segunda generación de hispanos que están expuestos
principalmente al spanglish en sus hogares, de modo que cabe
considerar al spanglish, en este caso, como una lengua criolla.

Agrega Lind (2009), además, que el uso del spanglish no se


limita a los Estados Unidos, puesto que se habla en todos los países
hispanoamericanos y en España, aunque en menor medida que en
Estados Unidos, razón por la cual, aunado al hecho de que por no estar

42
estandarizado el spanglish es muy difícil especular el número de sus
hablantes, ve preciso saber el número de hispanoparlantes en territorio
estadounidense.

A continuación se presenta un mapa en el cual se aprecia la


distribución en términos porcentuales de habitantes estadounidenses de
5 años o más de edad que hablan español en casa por condado, según
un censo del año 2000. Seguidamente, se muestra un mapa indicando
la población de origen hispano como porcentaje de la población total
estadounidense.

Gráfico 7. Mapa de hispanohablantes en EEUU según censo


del 2000. Fuente: Lind (2009)

43
Gráfico 8. Mapa de la población hispana en EEUU como porcentaje
de la población total en 2007. Fuente: Lind (2009).

Asimismo, Lind (2009) hace hincapié en una serie de


características esenciales del fenómeno del spanglish: la presencia de
cognados y falsos cognados, préstamos lingüísticos y el cambio de
código; características en las que coinciden la mayoría de los autores a
la hora de describir el spanglish.

No obstante, es Stavans (s/f) quien marca un precedente al


brindarle al spanglish, como se ha apreciado anteriormente, una
importancia que no debe ser ignorada, pues como explica, “ya llegará el

44
momento, en una década quizá, en que surja una contracorriente a
través de la cual se ataque esta identidad añadida. Pero por ahora
estamos en su apogeo” (s/p). Asimismo, añade que:

En su lúcido libro filosófico de 1961, La invención


de América, Edmundo O’Gorman habla del
descubrimiento que hizo Cristobal Colón del
continente americano. La opinión de O’Gorman es
que el marinero genovés, si bien no conocía la
existencia del otro lado del océano Atlántico, la
sospechaba de manera inconsciente. Para probar
su tesis, ofrece el siguiente paradigma: un peatón
que al andar la acera se tropieza de pronto con
una pequeña piedra de oro, su primera reacción
es levantarla. ¿Por qué? La respuesta es fácil:
sabe que el oro tiene valor social y no quiere
perder la oportunidad de beneficiarse. Si
perteneciera a un periodo histórico anterior al
nuestro en el que el oro carecía de valor, ¿se
inclinaría de cualquier manera? Obviamente no.
Algo similar le ocurre al spanglish: su existencia no
es reciente pero solo en los últimos años nos
hemos dado cuenta de él. Y al hacerlo,
empezamos a entender que, como el oro, había
estado presente en épocas previas a la nuestra,
aunque poca gente le prestaba atención. Sin
embargo, en la actualidad se ha convertido en un
artefacto de valor e ignorar sus posibilidades es
una forma de ceguera. (s/p)

Otro autor que exhibe una actitud positiva hacia el surgimiento


del spanglish es Guareschi (2001), quien considera que el fenómeno
traería importantes beneficios para las dos lenguas que a él dieron
origen si tan sólo se modificaran las condiciones actuales. Betti (2009)
recoge sus palabras en su investigación:

45
Algunos creen que es algo transitorio. Sólo lo
hablan los monolingües, escuché decir en este
ámbito. Para refutar esto, sólo basta comprobar
que lo hablan muchos hispanos fluentes en ambos
idiomas. Y no lo hablan porque les faltan las
palabras; algunos hispanos cultos lo emplean
como una manera de identificarse y hasta como
una moda. [...] puede crecer. Ya hay
manifestaciones artísticas interesantes de
hispanos en la música popular, en la poesía. No
sería aventurado apostar a que esa pujanza
comience a condensarse también en
construcciones literarias de valor artístico. Y
además, sobre todo el spanglish va a progresar
gracias a la creciente integración entre EE.UU. y
México, es decir, por la política y la economía. [...].
No tiene sentido subestimar al spanglish. (s/p)

46
CAPÍTULO IV

ELEMENTOS SOCIOCULTURALES DEL FENÓMENO DEL


SPANGLISH

Partiendo del hecho de que, como arguye Paredes (2004),


“resulta evidente que un cambio social trascendental puede tener
consecuencias lingüísticas” (p. 12), y de las palabras de Terracini
(1951), quien nos dice que “consideramos más bien el lenguaje en su
calidad de producto de una actividad cultural” (p. 13), cabe entender al
spanglish como un fenómeno no sólo lingüístico, sino además cultural y
social; esto es: un fenómeno sociocultural desde su surgimiento.

En Estados Unidos se encuentran en contacto dos lenguas


universales: el inglés como lengua mayoritaria y el español como
lengua minoritaria, tal como advierte Betanzos (1997), quien considera,
por tanto, lógico que ambas lenguas forcejeen y se entrecrucen. Señala
Lind (2009) que:

A lo largo de la historia, lenguas híbridas han


surgido como resultado del contacto de dos o más
lenguas. Es un desarrollo natural. Las lenguas
vivas cambian y evolucionan continuamente,
moviéndose de un lugar a otro. En cambio, una
lengua que no sigue el camino normal de
desarrollo y evolución se clasifica como una
lengua muerta. Este choque o contacto de lenguas
no es nada nuevo, ha existido desde que la
especie humana empezó a hablar más que una
lengua. (p. 11)

47
Resulta evidente que el spanglish constituye un fenómeno que
parte del contacto de lenguas, más específicamente, como escribe
Stavans (2001), del “encuentro verbal entre las civilizaciones hispánicas
y anglosajonas” (p. 5). Lind (2009) indica que “se habla de contacto de
lenguas cuando dos o más lenguas son utilizadas por las mismas
personas de manera alternativa” (p. 3), y agrega luego que “en casos
extremos de contactos de lenguas, el resultado es la creación de una
nueva lengua” (p. 3). Desde el momento en que dos o más grupos de
gente tienen que comunicarse precisan de un código en común, explica
Lind (2009); tal código puede ser en relación al comercio, la
colonización, la esclavitud u otros motivos, por lo que surge una lengua
nueva, el pidgin, fenómeno lingüístico que reúne varios elementos que
pueden apreciarse en el spanglish, según advierte.

Stavans (2001) se pregunta si es posible establecer un lugar del


comienzo del spanglish para de esa forma estudiar más directamente
su origen. Lind (2009) escribe que desde la llegada de Cristóbal Colón a
América en 1492 hasta mediados del siglo XIX, las crónicas escritas por
varios exploradores y misioneros en el continente fueron escritas en
castellano. Con la llegada paulatina pero incesante de anglo-
americanos a las regiones de Nuevo México, Texas, California, Arizona,
entre otros estados, a mediados del siglo XIX la situación lingüística
cambió de forma drástica. El contacto de las dos lenguas que en
consecuencia tomó lugar resultó en el uso aumentado de ambos inglés
y español.

Señala Betti (2009), argumentando que el spanglish no


constituye un acontecimiento nuevo que, como indicó años antes

48
Stavans (2001), sus antecedentes pueden observarse en 1848, con la
firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo mediante el cual el dictador
mexicano Antonio López de Santa Anna vendió a Estados Unidos dos
tercios de territorio mexicano a la Casa Blanca y que marcó el final de la
Guerra entre México y Estados Unidos. Estos dos tercios, señala
Triantafilian (2011), comprendían los estados de California, Nevada,
Utah, algunas partes de Colorado, Nuevo México, Arizona y Wyoming.
Dueñas (2001) acota que:

En el documento que se firmó, a pesar de


mencionarse las buenas intenciones por ambas
partes en lo que respecta a la población afectada,
no se incluye referencia alguna a la cuestión de la
lengua madre de aquellos individuos nacidos
mexicanos que de un día para otro y sin previa
consulta pasaron a ser ciudadanos
estadounidenses. Sí hay evidencia de que existió
el compromiso político de que ambas lenguas
serían usadas a efectos oficiales por los gobiernos
de los nuevos territorios; no obstante, la historia
muestra que tal compromiso fue incumplido y que
los derechos lingüísticos de los hablantes de
español quedaron totalmente ignorados. Aun así,
comienza a apreciarse a partir de entonces una
cierta influencia lingüística recíproca,
incorporándose términos de cada una de las
lenguas en la otra. (p. 126)

También Paz (2005) escribe sobre este hecho:

De un plumazo, las fronteras se corrieron más


abajo y la población de entonces tuvo que elegir
entre dejar lo que le pertenecía y mudarse a
México, o quedarse en un nuevo país y adoptar

49
una cultura, una lengua y una religión diferentes.
Suponemos que en este momento el español se
hizo “extranjero” con relación a la lengua
mayoritaria del nuevo país. Si bien el tratado
apunta claramente al libre ejercicio de la religión y
al usufructo de las propiedades, no dice nada de
manera específica con respecto a la lengua. (p.
58)

Asimismo, Betti (2009) argumenta que la nueva frontera marcada


constituyó una arbitrariedad ya que, de repente, los hispanohablantes
que hacían vida en esas zonas se vieron en una situación muy peculiar
al ser tratados como extranjeros en la tierra que les vio nacer. Tal como
escribe: “en pocas palabras, se convirtieron en extranjeros en su propia
tierra, se les impuso el inglés como lengua oficial y se les prohibió
hablar el español”. (p. 103).

Según Betti (2009), gran parte de la población anteriormente


mexicana quería formar parte del nuevo sistema y, al mismo tiempo,
conservar su identidad. Por tal motivo, arguye, la evolución del
spanglish dependió asimismo de la zona geográfica. Indica además que
con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo “se intensificó en el
Suroeste el tránsito bilingüe entre la población de habla hispana que se
vio forzada a utilizar el inglés como la lengua de los negocios y la
educación”. (p. 103)

En este orden de ideas, Torres (2007) escribe que:

Estos borderígenas, atravesados, habitantes de


Mexamérica, de un Aztlán redescubierto,
reinventado, junto con el resto de mitos aztecas,
vivirán la frontera como un lugar poroso, de
transgresión, de forja de una identidad pluriforme,

50
entrecultural, una identidad hecha de intersección,
híbrida, mestiza. (s/p)

El siguiente mapa histórico muestra a los Estados Unidos en el


período comprendido entre los años 1836 y 1853.

Gráfico 9. Mapa histórico de EEUU entre 1836 y 1853. Fuente: Lind


(2009)

Lind (2009) escribe que “los nuevos ciudadanos mantuvieron el


uso del español en casa y en las escuelas, pero el inglés llegó a ser la
lengua dominante en los negocios y la diplomacia” (p. 12). Tal situación
es denominada diglosia, que refiere a una situación en la que coexisten
dos o más variedades o dialectos de la misma lengua, usadas con
funciones diferentes, una para la conversación corriente y otra escrita y
más formal.

51
El spanglish, pues, es el fruto del encuentro (o la colisión) entre
dos mundos que distan de ser iguales, de dos sensibilidades, dos
culturas y lenguas cuya familia lingüística es diferente: el hispánico y el
anglosajón. De igual forma, el spanglish puede entenderse como la
representación del mestizaje cultural, referencias a culturas dobles o
híbridas que gestan algo nuevo, como sugiere Morales (2002).

Betti (2009), quien parafrasea a Fernandez-Ulloa (2004) escribe


que el fenómeno del spanglish comenzó de manera informal en los
barrios de clase baja a lo largo de la frontera con México y que logró
una mayor aceptación después del movimiento de los derechos civiles
de los años 60. En palabras de Fernandez-Ulloa (2004):

Debido a la opresión política, social y económica a


principios del siglo XX, el español no era visto con
buenos ojos, era considerado la lengua de una
minoría que rehusaba aceptar el inglés como
lengua oficial. Irónicamente, la marginación hizo
que estos hablantes buscaran ciertos elementos
de cohesión que los unieran y los ayudaran a
identificarse como chicanos. Uno de ellos fue un
nuevo dialecto que ellos crearon y que se conocía
en ese entonces como el lenguaje de los
pachucos (el espanglish de ahora). El espanglish
surgió en la calle y se introdujo en los programas
de televisión y las campañas de publicidad hasta
llegar a la situación actual, en que es usado, al
menos en ocasiones, por hispanos de todas las
capas sociales. Fue en la segunda mitad del siglo
XX cuando empezó a tenerse conciencia de que el
espanglish era un lenguaje nuevo, ni inglés ni
español, aunque, en realidad, aún no se ha
alcanzado un acuerdo5 sobre si el spanglish es

52
una forma transitoria de comunicación o una jerga
que va camino de convertirse en dialecto. La
polémica está servida, y no hay más que entrar en
Internet para ver que es un tema de apasionada
discusión en múltiples foros. (p. 89-90)

Algo similar sucede en la actualidad cuando se trata el tema del


elevado número de hispanoparlantes que han emigrado hacia Estados
Unidos y se ven inmersos en un mundo que, si bien no dista demasiado
de ser el propio, le es ajeno. Ya Terracini señaló algo cercano a esta
realidad en 1951, cuando escribió que “los grandes ejemplos de cambio
lingüístico son el resultado de inmigraciones o de infiltración colonial” (p.
19). De igual forma, Torres (1997) advierte que algunos estudiosos han
demostrado que es en la propia condición bilingüe en la cual se dejan
ver los principales signos de identidad etnolingüística y no en la
preferencia o lealtad hacia una de las dos lenguas. De tal manera que
el fenómeno del spanglish corresponde, asimismo, al resultado de un
problema de identidad.

Explica Tarantino (2001) que desde el punto de vista del contexto


social e histórico puede afirmarse que la aparición del spanglish se
debe fundamentalmente a la inmigración hispanoamericana en los
Estados Unidos durante el siglo XX, aunque, en rigor, ya existen
muestras del fenómeno desde mucho antes. Destaca además que,
como consecuencia de esta emigración masiva de los hispanos a
diferentes estados en busca de unas mejores oportunidades y
condiciones de vida, se incrementó de igual forma la presencia del
idioma español y de la cultura hispanoamericana en Estados Unidos.

53
Asimismo, Triantafilian (2011) sugiere que, además y luego de lo
acontecido a causa del Tratado de Guadalupe Hidalgo a mediados del
siglo XIX, el spanglish, dada la presencia de la lengua hispana en
Estados Unidos, se desarrolló a medida que los hispanos fueron
arribando a tal país. Escribe que:

Un gran número de mexicanos inmigró, también


desde finales del siglo XIX, debido a los procesos
de industrialización del país vecino, y a principios
del XX a causa de la Revolución Mexicana, si bien
en los años de la Gran Depresión muchos de ellos
fueron deportados a México a pesar de que ya
eran ciudadanos de los Estados Unidos. El caso
de la inmigración puertorriqueña es otro. Más de
50.000 personas llegaron entre 1945 y 1955,
después de la Segunda Guerra Mundial, para
instalarse en el país, especialmente en ciudades
como Nueva York y sus alrededores. Desde el
Caribe, muchos cubanos emigraron a La Florida
como refugiados políticos cuando Fidel Castro
tomó el poder en 1959. Y de los países de
Centroamérica, miles de salvadoreños,
guatemaltecos y nicaragüenses emigraron durante
las guerras civiles de sus países en las décadas
de los setenta, ochenta y noventa. Hoy en día la
inmigración todavía continúa, y se ha potenciado a
causa de numerosos problemas en los países
latinoamericanos como la superpoblación, la
pobreza, la inestabilidad económica o la
inseguridad social. (p. 119)

Guerra (2001) arguye que en el ámbito de los intelectuales se


suele alegar que el spanglish carece de legitimidad y de una esencia
propia. Advierte que la realidad es que actualmente, y debido a la fuerte
presencia de los inmigrantes hispanoamericanos “se está registrando
en Estados Unidos un cambio acelerado en el ámbito social, político,

54
religioso, pero fundamentalmente un cambio verbal, representado por el
spanglish”. (s/p). A diferencia de otros grupos también inmigrantes,
señala, estos han descubierto que su idioma étnico se mantiene con
firmeza en tierra estadounidense y que su resistencia es hoy por hoy
más fuerte que nunca.

Valíková (2002), a propósito del spanglish, compara la situación


de los aborígenes en Hispanoamérica respecto a la lengua española
con la de los hispanos que viven en Estados Unidos respecto al inglés,
pues señala que, en algunas zonas con población indígena en sus
países, los padres de familia evitan que sus hijos empleen el español en
detrimento de su lengua autóctona con el fin de procurarles un futuro
prospero. Advierte, siguiendo dicha idea, que es por ello que una gran
parte de los hispanohablantes inmigrados en Estados Unidos no tienen
al español como un idioma de identidad nacional o étnica sino como
una lengua aprendida de manera insuficiente que sólo les es útil para
encontrar un empleo y vivir más dignamente. En su artículo, escribe
que:

En este contexto podemos observar una cierta


analogía social: en América Latina el español
destroza las posibilidades del desarrollo cultural de
las comunidades indígenas y, al revés, en los
Estados Unidos un hispano que no entienda y no
hable inglés está excluido de la vida corriente.
Muchos hispanohablantes incorporan entonces
palabras y construcciones inglesas a su habla de
todos los días opinando que traducir directamente
las expresiones idiomáticas inglesas significa
reclamar la calidad de miembro de la corriente
mayoritaria, tal vez se avergüenzan de su origen y
por eso tratan de usar palabras inglesas lo que les

55
da la impresión de conseguir un modo de vida más
fuerte desde el punto de vista económico. (p. 56)

Algo similar siente Paz (2005), quien opina que es crucial que los
intelectuales y escritores de origen hispano asuman su lengua nativa,
en cualquiera de sus variantes, como lengua para la creación literaria. A
propósito, escribe:

Entiendo que estos escritores están enfrentados a


un dilema casi patético: escribir en español, en
spanglish o en inglés. El mercado ha determinado
la opción por el último. Como intelectual
latinoamericana trabajando en una universidad
estadounidense, escribiendo sobre literatura y
lingüística del y en español, he observado
incrédula que mis posibilidades de publicación son
menores por ese solo hecho. En otras palabras,
que para hablar de nuestras realidades tenemos
que autotraducirnos. (p. 65)

Sin embargo, Grijelmo (2001) va más lejos al afirmar que, pese a


que no puede tratarse al inglés como una lengua invasora sobre el
español, el asunto es patético, pues considera que determinados
hablantes del español tienen el deseo de ser invadidos porque en ellos
anida un desprecio inconsciente hacia su propia cultura, a la cual
consideran inferior frente a la estadounidense, y ante la cual sienten la
obligación de rendirse.

En su artículo para la Revista Hópax de Salamanca, Tarantino


(2001) escribe que:

56
A pesar de que, en su mayoría, estos emigrantes
hispanos que llegaron a los Estados Unidos
desconocían el idioma inglés, no tenían educación
ni trabajo, y se sentían marginados y
discriminados por la sociedad norteamericana,
consiguieron adaptarse e integrarse en su nuevo
ambiente. El spanglish es el reflejo, en parte, de
las duras condiciones sociales de estos
emigrantes y de su lucha por superar ese choque
social y cultural vivido. Con las sucesivas
generaciones de hispanoamericanos, empezaron
a convivir en EE.UU hablantes monolingües de
español, hablantes monolingües de inglés y
hablantes bilingües, lo que ha dado lugar a
influencias en ambas direcciones creando una
fusión cultural, social y lingüística, hoy día
conocida como spanglish. (p. 70)

Guerra (2001) explica que pese a que todos los segmentos de


hispanoamericanos identificables en Estados Unidos guardan vínculos
culturales y lingüísticos con sus países originarios, su conducta y
actitudes hacia los mismos tienen diferencias cualitativas según el
grado de pertenencia y arraigo al entorno estadounidense. Escribe que:

Muchos hispanos buscan las posibilidades de


educación bilingüe para preservar sus raíces
culturales o, por lo contrario, hay quienes se han
adaptado al estilo de vida y cultura
estadounidense y ni siquiera llegan a aprender el
español, a costa de ser llamados "vendidos". (s/p)

Indica también que las habilidades que requieren los hispanos


para dominar el inglés son diferentes, ya que en las regiones cercanas

57
a la frontera con México, por ejemplo, los niños chicanos no se ven en
la necesidad de usar el inglés en su vida cotidiana y por lo tanto es
difícil para ellos aprenderlo, pues “es más usual utilizar el español o, en
otro caso, es muy normal que al crecer en un ambiente donde la gente
habla tanto español como inglés, mezclen los dos idiomas”. (s/p). Esa
mezcla ha propiciado, según argumenta, que el español no se haya
propagado en su totalidad de forma pura en Estados Unidos.

Tarantino (2011) argumenta que no es válido decir que los


usuarios del spanglish se avergüenzan de su identidad y cultura
hispánica, puesto que ha sido el spanglish, precisamente, el que les ha
permitido encontrar su lugar en la sociedad estadounidense en la que
han nacido y viven, manteniendo, a la vez, sus raíces
hispanoamericanas. Tal como escribe: “para sus hablantes se ha
convertido en algo más que una forma de hablar ya que representa de
alguna manera esa doble identidad y cultura que les rodea, reforzando
su autonomía como individuos de una sociedad multiétnica” (p. 72).

El problema de identidad –que es un problema cultural y


consecuentemente social– que trae de fondo el fenómeno lingüístico del
spanglish deja verse a través de un sinnúmero de testimonios de
hispanohablantes y/o descendientes de hablantes nativos de la lengua
española en los Estados Unidos. Saz (s/f), quien hace un análisis
sociocultural de las obras literarias de un conjunto de escritoras
estadounidenses de origen hispanoamericano, escribe:

58
Según Sandra Cisneros, nacida en 1954 en
Chicago en el seno de una familia mexicana
americana, no se dio cuenta de que era diferente
hasta que se marchó de casa para hacer estudios
de postgrado en la universidad en Iowa City. "Yo
suponía –escribe que el mundo era como Chicago,
compuesto de gente de muchas culturas que
conviven aunque, a veces no felizmente, pero, sin
embargo, que coexisten. En lowa, de pronto me di
cuenta de que yo era extraña cuando hablaba,
como si yo fuera extranjera. Pero éste era mi país
también. Esto no quiere decir que nunca hubiera
sentido esta sensación de "otredad" antes en
Chicago, pero no lo había sentido tan agudamente
como me pasó en los estudios de postgrado. No
podía expresar lo que me pasaba, excepto que
sabía que me avergonzaba cuando hablaba en
clase, así que elegí no hablar". (p. 317)

El término spanglish, según explica León (2003), sirve para


ilustrar de forma metafórica la diversidad cultural de los hablantes y,
además, sitúa al cambio de código en una posición de honor entre los
emblemas con los que expresan la identidad de su pueblo por ejemplo,
los miembros de la comunidad chicana. Señala también que es gracias
al cambio de códigos que los hablantes ayudan a crear y transmitir una
serie de significados sociales cuyo análisis hace posible identificar
muchos de los rasgos de la identidad de los interlocutores a través de
su comportamiento verbal.

En este orden de ideas, Betti (2009) señala que el cambio de


códigos que implica el spanglish constituye una estrategia expresiva
que da la posibilidad a los individuos pertenecientes a ese contexto
sociocultural de comunicarse pasando de un código a otro, del inglés al
español o viceversa, o de mezclar ambas lenguas en los discursos

59
dialógicos espontáneos, o incluso inventar nuevos términos, y tiene por
eso una función comunicativa, gracias también a la versatilidad
sintáctica que posee. Explica también que, sin embargo, el spanglish no
sólo es una modalidad de expresión, sino que además se trata de “la
manera de vivir, marcada de hibridación, de identidad, de
multiculturalismo, que en los Estados Unidos representaría
perfectamente a muchos latinos que viven entre estas dos realidades”.
(p. 110).

Betti (2009) añade luego que:

La identidad sociocultural se desarrolla en relación


con los otros. A los hispanos poder comunicarse
en inglés y en español les permite tener contacto
con dos culturas y dos mundos diferentes, pero
cabe recordar, sin embargo, que los conflictos que
pueden nacer en los Estados Unidos atañen no
solamente a cuestiones lingüísticas, sino también
a conductas sociales y al modo de entender
conceptos como la familia, el dinero y el individuo.
(p. 110)

Entiende Betti (2009), por tanto, que el spanglish no pueda


considerarse un lenguaje deficiente o marginal empleado por gentes
pobres o por individuos que no dominan el inglés, el español o ambos
sino un “tercer código” (p. 111) que es utilizado a menudo incluso por
escritores latinos que presupone un alto grado de competencia bilingüe
y una considerable habilidad, viveza lingüística para alternar o mezclar
los idiomas a lo largo de una interacción dialógica o de un escrito, y
que:

60
Es en la literatura, de hecho, que el spanglish
adquiere su sello de legitimidad, dando a ese
lenguaje autoridad y verosimilitud. La fuerza de
esos autores chicanos, puertorriqueños,
cubanoamericanos, dominicanos, entre otros,
reside en su literatura, y su identidad se refugia en
la lengua, una lengua algunas veces mestiza,
híbrida, a veces rebelde, pero siempre expresión
de una vida in-between, que les hace únicos. (p.
111)

Guerra (2001), de manera similar, destaca que en Estados


Unidos los jóvenes que luchan orgullosamente por su identidad como
miembros de minorías culturales, dan un uso al spanglish como jerga,
pero que los adultos han ido aceptando. Resalta además que, aunque
es más hablado por las clases bajas y medias, se expande de forma
paulatina, pero pasos agigantados y que en definitiva su popularidad ha
crecido, ya que lo que en algún momento fue una moda, una forma de
expresión casi contracultural, es ahora para muchos una necesidad
misma.

Sobre la inevitable relación entre migración y rasgos culturales


Zulma (2008) dice que:

La migración conlleva dejar atrás vínculos,


profundas raíces personales, sociales y
culturales. Se pierde la continuidad de la propia
historia vivida en el lugar donde transcurrió.
Implica poder soportar la distancia de aquello que
hasta ahora se había dado por seguro, arriesgarse

61
a lo nuevo, atreverse a la incertidumbre y a
construir un nuevo entramado interno y externo de
certezas y de vínculos. (s/p).

De tal forma, cabe considerar las migraciones y su debate


cultural, la hibridez creciente y la gravitación de la lengua española en
Estados Unidos temas decisivos, como indicó Ortega ya en 1999, quien
explica que la presencia hispánica en la nación norteamericana da a
“esta triangulación el común denominador de lengua” (s/p) y que las
nuevas prácticas bilingües y las tesis en torno a la hibridación y al
multiculturalismo forman parte de ese espacio de reflexión acerca de las
nuevas identidades políticas y sus discursos de mediación.

También Lind (2009) trata el tema del spanglish como identidad.


A su juicio, el fenómeno une a los estadounidenses de origen hispano
que a menudo comparten experiencias similares. Advierte que durante
más de 150 años los hispanoparlantes han mantenido en Estados
Unidos su lengua nativa en mayor o menor grado pese a ser forzados a
aprender el inglés y que, además de representar cierta resistencia ante
la cultura anglosajona dominante, el spanglish cumplía y cumple una
función de símbolo de identidad para sus hablantes.

Una obra literaria de Fuentes (1995) exhibe la identidad de los


chicanos en Estados Unidos a través de un fragmento que alude de
forma implícita al spanglish de la siguiente manera:

62
Y cuando empezó a escribir, a los diecinueve
años, le peguntaron y se preguntó, ¿en qué
idioma, en inglés o en español? Y primero dijo en
algo nuevo, el idioma chicano, y fue cuando se dio
cuenta de lo que era, ni mexicano ni
norteamericano, era chicano, el idioma se lo
reveló, empezó a escribir en español las partes
que le salían de su alma mexicana, inglés las que
se le imponían con un ritmo yanqui, primero
mezcló, luego fue separando, algunas historias en
inglés, otras en español, dependiendo de la
historia, de los personajes, pero siempre unido
todo, historia, personajes, por el impulso de José
Francisco, su convicción: -Yo no soy mexicano. Yo
no soy gringo. Yo soy chicano. No soy gringo en
USA y mexicano en México. Soy chicano en todas
partes. No tengo que asimilarme a nada. Tengo mi
propia historia. (p. 294)

De manera que al analizar el spanglish se encuentra el analista


ante un problema transculturación, término por el cual se entiende,
según lo recogido por Álvarez (1986) “las fases del paso de una forma
de vida cultural a otra nueva en el transcurso de la cultura”, (p. 182),
que pasó con el tiempo a ser de hibridación cultural y lingüística y,
como fue señalado anteriormente, de identidad. Tal y como Betti (2009)
escribe:

El spanglish llega a ser, entonces, no solamente


un medio comunicacional eficaz en determinados
contextos, sino un signo de hibridación, de una
nueva identidad in-between, mestiza, además de
un modo de vida bien definido, que facilita la
comprensión entre hispanos que no hablan inglés
y norteamericanos que no hablan español. (p. 113)

63
CAPÍTULO V

CONCLUSIONES

En este último capítulo se presentan las conclusiones del autor


del presente trabajo de grado tras haber hecho una investigación a
través del arqueo de fuentes y documentos y tras haber analizado cada
uno de ellos hasta alcanzar apreciaciones referentes a la problemática
tratada y que corresponde a la naturaleza sociocultural del fenómeno
del spanglish como un producto del choque de lenguas y culturas. A
partir del segundo capítulo, y hasta el cuarto, se desarrollan los
objetivos específicos planteados. Cada uno de estos objetivos lleva a
conclusiones por separado.

En el segundo capítulo ha podido apreciarse la siempre


inevitable vinculación que existe entre los conceptos de cultura,
sociedad y lengua, trío indispensable de términos que son manejados
por lingüistas, sociolingüistas, historiadores, sociólogos e incluso
psicólogos, dada la amplitud de su implicancia en el estudio de toda
comunidad o grupo etnolingüístico desde diferentes campos y
enfoques. Dado que la cultura constituye la base de todos los rasgos
que definen a una sociedad, cabe entender que la lengua es parte de
ella y que tal sociedad sólo es posible si la comunicación a través de su
uso es óptima o, al menos, efectiva. Toda cultura es, o ha sido, mixta, o
nunca pura, lo mismo que las lenguas, hecho que es un claro indicio de
que no existe sociedad sin interacción previa de individuos o grupos de
individuos de diversas identidades.

64
En el tercer capítulo se buscó esclarecer los conceptos
comúnmente sostenidos del spanglish. Como pudo leerse, muchos son
sus detractores y a su vez muchos quienes contemplan con buenos
ojos su surgimiento y le auguran un buen futuro. Quienes lo repudian
expresan una clara aversión a las lenguas híbridas y, a juicio de quien
esto escribe, parecen olvidar dos cosas que serán explicadas a
continuación.

La primera es que cada lengua es producto de la colisión de dos


o más realidades y culturas que distan de ser semejantes por diversas
razones o, lo que es lo mismo, que no existe lengua (al menos viva) que
no haya resultado de la interacción cultural, tal como afirma la mayoría
de los estudiosos de la lingüística. Idiomas como el yiddish, señalado
por Stavans (s/f), lenguas que hoy se conocen como criollas, e incluso
lenguas que se remontan a la Edad Media y que en la actualidad
constituyen gran parte de las más habladas del planeta como las
denominadas romances y germánicas, fueron en su momento un cruce
del latín con las lenguas bárbaras habladas en cada región.

La segunda, es que el spanglish, según lo estudiado, une a los


hispanohablantes de diversos orígenes geográficos en los Estados
Unidos que en él hallan un vínculo en común que los identifica; de
manera que se ignorara una parte de evidente importancia cuando el
estudioso se toma la tarea de abordar el tema de este fenómeno
enfocándolo desde un punto de vista mera y exclusivamente lingüístico,
apegándose, quizás erróneamente, a su carácter purista en lo que a

65
cuestiones de la lengua se refiere. Preciso resulta recordar, por
ejemplo, que la propia identidad europea, hoy tan incuestionable, sólo
es reconocible si se toman en cuenta tres herencias mezcladas de cuya
presencia no se admite ningún tipo de discusión: la germánica, la
grecorromana o grecolatina y la judeocristiana.

En el cuarto capítulo, que corresponde a la identificación de los


elementos socioculturales presentes en el spanglish, se evidenció la
doble naturaleza de este fenómeno que es a la vez una realidad
lingüística y sociocultural. Es un fenómeno lingüístico debido a la
presencia de dos lenguas en contacto: la inglesa y la española; y
sociocultural, dado el encuentro en una misma sociedad de dos culturas
diferentes: la hispanoamericana y la anglosajona. La identidad que une
a los hispanoparlantes radica en una lengua híbrida que de una u otra
manera se han visto forzados en un principio a crear y posteriormente a
adoptar como rasgo distintivo de sus orígenes, y tal hecho debe
estudiarse como lo que es: una realidad que no puede esconderse más
allá de toda valoración del analista.

En síntesis, como conclusión general puede decirse que pese a


toda polémica y debate provocado por una u otra voz de renombre que
exhiba su opinión, y más allá de todo juicio de valor por demás subjetivo
acerca de lo que se conoce como spanglish, el fenómeno está presente
en Estados Unidos y se expande por toda América y España, y se debe
analizar como tal.

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