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PALABRA POÉTICA EN JAIME GARCÍA MAFFLA, UNA APROXIMACIÓN
HERMENÉUTICA
(TRABAJO DE GRADO MONOGRAFÍA)
JULIÁN ALBERTO RAMÍREZ BELTRÁN
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON
1
ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
BOGOTÁ D.C.
2015
TRABAJO DE GRADO – MONOGRAFÍA
PALABRA POÉTICA EN JAIME GARCÍA MAFFLA, UNA APROXIMACIÓN
HERMENÉUTICA
JULIÁN ALBERTO RAMÍREZ BELTRÁN Cód. 20101160049
PEDRO JOSÉ VARGAS MANRIQUE
Director de la monografía
Trabajo monográfico para optar al título de Licenciado en Educación Básica con
Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
2
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON
ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA
BOGOTÁ D.C.
2015
TRABAJO DE GRADO MONOGRAFÍA
PALABRA POÉTICA EN JAIME GARCÍA MAFFLA, UNA APROXIMACIÓN
HERMENÉUTICA
Rector de la Universidad
CARLOS JAVIER MOSQUERA SUAREZ
Vicerrector Académico de la Universidad
GIOVANNI RODRIGO BERMÚDEZ BOHÓRQUEZ
Decano Facultad de Ciencias y Educación
MARIO MONTOYA CASTILLO
3
ADRIANA GORDILLO ALFONSO
Coordinadora Proyecto Curricular
Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua
Castellana
BOGOTA D.C
2015
Resumen Analítico Especializado
RAE
Aspectos Formales
Tipo de documento:
Monografía investigativa.
Tipo de impresión:
Impresión digital formato carta.
Acceso al documento:
Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Facultad de
Ciencias y Educación.
Título del documento:
Palabra poética en Jaime García Maffla, una aproximación
hermenéutica
Autor:
RAMÍREZ BELTRÁN, Julián Alberto.
Director:
VARGAS MANRIQUE, Pedro José.
Aspectos de Investigación
Palabras clave:
Poesía, eidética, logos poético, Poesía, teoría poética, hermenéutica,
comprensión y sentido.
Descripción:
En esta monografía se indaga sobre la teoría poética. Desde la obra
¿Qué es la
poesía?
Del poeta colombiano Jaime García Maffla se desarrolla un análisis
4
eidéticohermenéutico que desarrolla una comprensión de la esencia de la Poesía
desde el acto de creación.
Bibliografía:
Para el desarrollo del trabajo investigativo se emplean dos tipos de fuentes; la primera
en sentido teórico, se busca una fundamentación de lo eidético y comprensivo desde
los planteamientos de Husserl y Gadamer; la segunda en sentido investigativopráctica,
pues se indaga en las fuentes primarias que se encuentran detrás de los fundamentos
poéticos de Jaime García Maffla, en artículos que anteceden la escritura del texto y en
autores que mantienen una relación central con sus postulados.
Contenidos:
Justificación y presentación de la temática a tratar, desarrollo de los sustentos teóricos
para un análisis eidéticohermenéutico, descripción eidética, comprensión del logos
poético y conclusiones.
Metodología:
Se plantean algunos elementos de la fenomenología descriptiva en el primer Husserl
(Investigaciones lógicas) para comprender el sentido de relación entre vivencia
intencional, conciencia y lenguaje, de este nexo se logra evidenciar la formulación por
el sentido del texto ¿Qué es la poesía?
Posterior a la fundamentación netamente eidética se desarrolla una hermenéutica
filosófica, esta desde un planteamiento gadameriano que no se reconoce a sí misma
como método, sino como una actitud esencial frente a toda significatividad en el mundo.
De allí que en la Poesía, la comprensión del silencio desde el análisis anteriormente
logrado, sea la forma esencial del decir poético en Jaime García Maffla, de la valencia
del silencio y la ausencia, como formas esenciales del comprender en esta teoría
poética.
Conclusiones:
5
Se llega a la reflexión de lo inefable en la Poesía, un silencio que ronda su actuar y su
sentido. Esto impide la categorización, conceptualización o definición estática del decir
poético, dejando la salida a la renovación constante desde el acto comprensivo como
un sentido o apertura de lo significativo desde el silencio reinterpretado como forma
comprensiva en el diálogo.
Universidad Distrital Francisco José de Caldas no se hará responsable de las ideas
expuestas por el graduando en el trabajo de grado.
Artículo 117, Capítulo 5, Acuerdo 029.
RESUMEN
El siguiente trabajo monográfico desarrolla una investigación desde la obra ¿Qué es la
poesía? Del poeta colombiano Jaime García Maffla. La investigación parte de una
búsqueda de sentido de la obra desde el develamiento de los antecedentes de la obra,
posteriormente, se desarrolla una presentación de los fundamentos teóricos para el
tratamiento de la misma; dentro de estos se encuentran los postulados del primer Husserl,
la relación de lenguajeser desde la noción de comprensión en la hermenéutica filosófica
de Gadamer.
De esta forma, al ser presentados los fundamentos teóricos se propone un análisis
eidético de la obra, posteriormente se propone las formas de comprensión del decir
6
poético en Jaime García Maffla, para finalmente llegar a una reflexión final donde se
aclara que el valor del logos poético es de silencio, inefabilidad y padecimiento.
SUMMARY
The following research monograph develops from the work What is poetry? Colombian
poet Jaime Garcia Maffla. The research part of a search for meaning in work since the
unveiling of the history of the work, then a presentation of the theoretical foundations for
the treatment of it takes place; within these are the tenets of the first Husserl, the
relationship of languagebeing from the notion of understanding Gadamer's philosophical
hermeneutics.
Thus, to be presented the theoretical foundations one eidetic analysis of the work is
proposed, then the ways of understanding the poetic saying in Jaime Garcia Maffla, to
finally reach a final reflection which clarifies proposes that the value of the poetic logos It is
silence, ineffable and suffering.
Keywords:
Eidetic, poetic logos, Poetry, poetic theory, hermeneutics, understanding and
meaning.
TABLA DE CONTENIDO
7
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………. 9
1. CAPÍTULO UNOAnálisis eidético y fundamentación de una comprensión
existencial sobre el ποιητικόσ…..
λόγοσ ……………………………………………… 24
1.1 Filosofía y Poesía………………………………………………………………………….. 24
1.2. La disputa entre la Filosofía y la Poesía………………………………………………... 26
1.3. Tensión y relación en las distinciones, entre
el pensamiento filosófico y el sentimiento poético…………………………………............. 31
1.4. Instancias de escisión…….………………………………………………………………. 34
1.5. Horizonte de la pregunta por la Poesía…………………………………………………. 42
1.6. Conciencia poética: vivencia intencional y configuración verbal…………………….. 46
1.7. Aclaración del modo de aproximación a la noción de conciencia de lo poético…… 53
1.8. El giro de Orfeo: la inmanencia y lo absoluto de la conciencia poética…………….. 56
1.9. El valor de gradación de lo inefable de la Poesía y del logos poético……………… 62
1.10. El sentido fáctico de la conciencia poética o aproximación
a una hermenéutica de la Poesía……………………………………………………………. 65
8
2. CAPÍTULO DOS descripción y comprensión de la teoría poética
de Jaime García Maffla………………………………………………………………………. 71
2.1. Pasos sobre la senda…………………………………………………………………….. 71
2.2. La base armónica de la Poesía o de la configuración verbal ……………………….. 74
2.3. Lugar del lector en la poética de Jaime García Maffla………………………………... 79
2.4. El habla poética de Jaime García Maffla, expresión del escuchar y el callar………. 84
2.5. Comprensión de lo eidético en la palabra poética
de García Maffla: El padecimiento……………………………………………………………. 89
3.
CAPÍTULO TRES Reflexiones finales…………………………………………………… 91
3.1. De las relaciones que se hallan………………………………………………………….. 91
3.2. Hallazgos concretos……………………………………………………………………….. 93
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………………….. 96
9
0. INTRODUCCIÓN
Justificación y mención inicial sobre la pregunta
i. Aclaraciones iniciales
El fenómeno poético, ya sea mencionado por medio del poema, del poeta o de la Poesía
hay posibilidad de extirpar el sentido de la Poesía, poner alfileres en sus partes y
congelarlo para ser guardado en los estantes. Como tal, todo intento de apresar a la
Poesía queda en la sencilla aproximación, puesto que, no hay examen que agote en
sentido de la Poesía.
ante todo, brinde una visión reflexiva sobre la Poesía. Todo lo contrario, propondré en las
próximas páginas un acercamiento a la Poesía. Desde la creación poética se abrirá un
Se dejan de lado posiciones frívolas, superfluas y afanosas, ya que no nos interesa
exponer hipótesis sobre las experiencias sociales del poeta al momento de escribir, ni
aparatosas justificaciones de las temáticas que encontramos en un poema o
consecuentemente, planteamos un análisis más sencillo y por tanto más profundo.
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Entonces propongo un acercamiento a la Poesía desde un análisis eidético y
llegar a una comprensión e interpretación existencial de lo poético. Lo primero desde
ciertas nociones propuestas por la fenomenología Husserliana, lo segundo desde los
planteamientos de una hermenéutica filosófica en Heidegger y Gadamer, esto como una
forma de elección en los andamiajes teóricos de estas dos posturas. De forma clara, no
tomaré el método fenomenológico de forma estricta, sino, ciertos elementos que
proporcionan claridad y rigurosidad para lo que nos compete en este trabajo, de igual
forma, estos elementos son apropiados a la luz de una hermenéutica que universaliza la
filosófica que ya no toma la comprensión como herramienta o técnica investigativa, sino
que, de forma sumamente distinta postula la comprensión e interpretación como sustentos
esenciales a la existencia fáctica de todo ser en el mundo. Esta propuesta metodológica
que comprendo como un análisis eidéticohermenéutico se llevará a cabo con un caso
específico: la teoría poética de Jaime García Maffla.
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1
Lo que se denomina como teoría poética
, es comprendida en este caso como la
propuesta rigurosa y clara sobre el acto de creación poética. Igualmente, puede ser
denominada como arte poética o reflexión poemática, y la encontramos en poemas, en
reflexiones en prosa como manifiestos, artículos y textos donde se trata el
cómo en el acto
comprender los problemas fundamentales de la escritura poética, de las cuales surge la
a la esencia de la Poesía.
Anteriormente se mencionaba el escollo más común para el tema propuesto: lo inefable,
esto se consolida como un limitante, pero es como tal, un sustento. La poesía es en sí
misma indefinible ya que no está en sus manifestaciones el dejarse disecar ni apresarse.
1
En sentido estricto comprenderemos poética en cercanía a U. Eco, Apocalípticos e integrados ante
la cultura de masas, Barcelona, Editorial Lumen, 1968, pp. 8889.”Entenderemos por «Poética», por
un lado, al conjunto de ideas estéticas —en especial, literarias— de un autor, y, por otro, al resultado
de la sistematización de cuantos textos referentes a la labor creadora y los factores que la
acompañan pueden encontrarse en las obras de un determinado autor.” Es decir, una teoría Poética
es pues práctica en el sentido de la reflexión activa y consciente del
cómo en el escribir, así pues, y
de acuerdo al planteamiento de P. AULLÓN DE HARO, es Introducción a la crítica literaria actual,
Madrid, Playor, 1984, pp. 10 ss. Como se sabe, Campoamor escribió una Poética; la de Bécquer está
dispersa (las Cartas literarias a una mujer, la «Introducción Sinfónica», «El poeta» y el «Prólogo» a La
Soledad de Ferrán, una sección de las Rimas, etc.); comprendemos que la teoría poética no es el
sentido sistemático de marco teórico, referencias y objetivos, sino todo escrito que se de en la tarea
de aproximarse reflexiva y descriptivamente al fenómeno poético.
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formas dinámicas en que se desplaza de forma constante el sentido y su significatividad.
Este desplazamiento de sentido renueva lo poético, lo cual impide un apresamiento
totalizante, pero permite la descripción de este movimiento y consecuentemente su
comprensión e interpretación.
Dentro de las distintas formas de teoría poética podemos encontrar
Filosofía de la
composición Consejos a los jóvenes literatos
de Edgar Allan Poe o de Charles Baudelaire.
El primero es un ensayo donde el mismísimo autor de
El cuervo expone los
procedimientos de escritura del poema; mientras el segundo es un texto crítico y
sarcástico, en él se plantea de forma cínica consejos para la escritura poética. De la
Trabajo e inspiración
misma forma, estarán los textos críticos de Ezra Pound, de Denise
nadaístas, entre otros. Todo el anterior corpus, además de señalar que sí se escribe sobre
el acto de creación poética, que sí debemos atrevernos a preguntar por lo poético, indica
igualmente, el punto álgido de lo poético ¿De qué forma surge del ser lo poético, bajo
cuáles condiciones el ser logra crear un poema? O ¿Cuándo surge esa entidad que
denominamos poema, la cual nos permite cercar a lo poético y aproximarnos a la Poesía?
cómo
Lo que vemos de forma sencilla, el asunto de surge el acto de creación poética, da
2
sustento y profundidad a la cuestión de la teoría poética
: cuál es la esencia de la Poesía
2
No buscamos en este trabajo una teoría poética con exigencia de ser tal, con un objeto método
científico con hipótesis y tesis comprobables en actitud natural como dando una hipostasis de la
comprensión en Poesía, como se logra ver en las líricas que tratan de ser sistemáticas. Tales como la
de en Campoamor quien señala que defiende su propio sistema poético: «Llamo POÉTICA a estos
pensamientos inconexos sobre el arte en general y la poesía en particular, porque, si no pueden
constituir una obra de preceptiva, son la expresión de actualidad, en la cual, con la pasión inherente a
toda controversia, van expuestos, en rasgos generales, todos los procedimientos que practico al
componer mis insignificantes obras literarias (...) lo hago con el objeto de defender mi sistema
literario.» (R. DE CAMPOAMOR, Poética, Valencia, Librería de Pascual Aguijar, pp. 56).
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desde el acto de creación de sentido. Válery propone este asunto como el ¿Por qué no
concebir como obra de arte a una obra de arte? Como tal, a nosotros nos interesará
comprender el sentido del poema, en tanto obra de arte, en sentido cercano a lo anterior;
la teoría poética como expresión esencial de la Poesía, concebir la comprensión del acto
creador del verso y del acto del dar sentido al poema por medio de la lectura, como
expresiones fundamentales y sustentadoras de la aproximación a la Poesía.
Ars
En el caso concreto colombiano tendremos en los versos de de José Asunción Silva
una muestra de teoría poética en la forma de arte poética:
El verso es un vaso santo. ¡Poned en él tan sólo,
un pensamiento puro,
en cuyo fondo bullan hirvientes las imágenes
como burbujas de oro de un viejo vino oscuro!
La unidad inicial de análisis descriptivo es el verso, su forma de cohesión la encontramos
en la musicalidad y el temple de ánimo que logra crear el sentido en la palabra poética,
por su gracia logramos la inmanencia del pensamiento puro, entonces brota de lo más
profundo de ser que crea el sentido, ya sea el poeta ya sea el lector al recrear el poema,
las imágenes hirvientes y vibrantes, e igualmente, el pensamiento puro además de
absoluto.
De la misma manera, Giovanni Quessep escribe un arte poética aunque en prosa, donde
indica que “El poeta no teme a la nada. Sabe de la existencia de lo que nunca ha sido
dicho, de lo que aún no tiene nombre en los ideogramas de la escritura divina: cree en la
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palabra, pero también en el silencio, en lo callado, en lo oculto, en lo que podría hacerse
3
fantasma a la luz de la vigilia o abarasadora presencia en la penumbra del sueño.” El
silencio y su compromiso con la poética, en tanto lo inefable a lo que el poema desea
aproximarse es común al diálogo en la Poesía. De la misma manera, el vigía que atento
se entrega al mundo y sus formas nos hacen acercarnos a poeta que abordaremos en
este trabajo.
ii. El epicentro del análisis eidéticohermenéutico
Difícil no es la muerte,
Es la agonía,
Dicha y desdicha,
Pérdida y recompensa.
La caza
Entonces al hablar de teoría poética se debe concretar el caso colombiano, que es el
interés principal de este trabajo. Todo preguntar se configura en situación y en este caso
que se da en Colombia. Mencionamos dos casos, que además de los manifiestos
nadaístas, surgen como ejemplificación de los horizontes o antecedentes de la teoría
poética en Colombia. No obstante, el primer texto con intención clara en ser formulado
3
QUESSEP, Giovanni. Arte poética. [en línea]: Círculo de poesía revista electrónica de literatura
[fecha de consulta: 2 de agosto del 2015].
15
para tratar la creación poética desde la reflexión interior y emanada desde la conciencia
del mismo poeta se da con el poeta Jaime García Maffla.
Quessep y Fernando Charry Lara, y ganador del premio nacional de poesía de la
Universidad de Antioquia en 1997, Jaime García Maffla es uno de los poetas de mayor
importancia en la historia de la poesía colombiana contemporánea que aún permanece
vivo.
pero este oriundo de Cali ha publicado cada vez menos libros nuevos aunque persiste en su
búsqueda ontológica mediante el vocablo polisémico de su poesía que parece asemejarse
también a los ejercicios espirituales e intelectuales de un místico y asceta. Sus modelos más
cercanos han sido desde el comienzo de su obra Fernando Charry Lara y Giovanni Quessep
(Alstrum 2008, p. 10)
poco tiraje de sus libros, además, de que su obra aún no es estudiada de forma rigurosa.
En la Historia de la Poesía colombiana, Jaime Alstrum estudioso de la llamada generación
La caza
el punto de tener una publicación de sólo 200 unidades en el poema largo . De
acuerdo a Alstrum el poeta Jaime García Maffla:
Presenta una lírica en un hondo autocuestionamiento casi místico y existencial. Su voz busca su
identidad, se nutre y vive de la indagación. Toda esta peregrinación ontológica ha hecho de
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Jaime García Maffla probablemente el más prolífico poeta de su generación, pero con tirajes
editoriales de sus obras tan ínfimos que nunca será reconocido por el lector popular que
García Maffla y representa cabalmente todo el impulso de su carrera poética.
(Alstrum 2009, p.p. 605606)
La
Así púes, sí poco se conoce su gran poema extenso caza, de la misma forma, es
en plantear una poética en sentido estricto, una reflexión extensa sobre la conciencia
creadora, sobre la relación entre el ser y el lenguaje poético, además, de las formas de
aproximación a
la existencia de la Poesía, a su materia a la vez inasible e indecible. El
el año 2001, sin embargo, a partir de este trabajo reflexivo e investigativo se reconoce
que este texto tiene una semilla inicial en un artículo de la revista del mismo claustro
Universitas Humanísticas.
llamada Allí en el año de 1994 podemos encontrar un ensayo
La poesía.
titulado Con una extensión de seis páginas donde encontramos que:
Desde la antigüedad, el pensamiento se ha ocupado de la existencia de la poesía; ha
preguntado por su ser y por su manera de ser, su presencia, su gravitación y su ausencia, su
aliento y su halito, su materia y secreto. Los hombres saben que hay algo llamado poesía, que
los poemas están ante sus ojos, y tienen una vaga noción de lo poético. (García Maffla
1994, p.8)
17
La pregunta que desea aproximarse a la Poesía, la reflexión consciente sobre el acto
creador, en las instancias de: Poesía, poema y poético, que plantea en el texto del 2001,
un acto intencional de reflexión que gravita sobre el acto de creación. No importa si se
hace en un texto prosaico, un artículo académico, crítico o manifiesto. Ahora, en el caso
colombiano hemos tomado la poética de Jaime García Maffla.
No obstante, y a pesar de que el texto
La poesía sea el antecedente directo de
¿Qué es la
poesía? Encontramos un texto de antecedente indirecto mucho más remoto que nos
habla del pensamiento poético en García Maffla como el:
el pensar que es sincero debe tender sus manos hacia lo misterioso… La conciencia que
contempla hace de sí misma su obra, para poder descifrar en el bosque de los signos y en la
desolación (García Maffla 1983, p.p. 6364)
Así, el acto de la reflexión es definido claramente como una autoreferenciación de la
conciencia que contempla hacia sí misma, en tanto una conciencia que se recrea por
de alrededor de tres décadas, entre los años ochenta e inicios del dos mil, para llegar a
sustentar los elementos de la creación poética, para lograr comprender en su interior, los
sustentos que se patentan y manifiestan en su acto de escritura. Con esto quiero decir,
que el acto de creación poética está mucho más allá de iluminaciones diletantes por la
divinidad, de genialidades artísticas o de manifestaciones instantáneas. El sacrificio del
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lenguaje, la condena a lo innombrable que padece la conciencia poética es el puente que
da fundamento a la búsqueda del verso armónico, y su reflexión, como teoría poética,
será entonces el testimonio de este padecimiento:
La poesía encuentra su razón no sólo en el acto de invocar el misterio, sino en el de crearlo
fijarlo; en la visión poética y en la percepción de lo poético el hombre vuelve a su ser más
auténtico, el espiritual y por esto devuelve al lenguaje su capacidad de nombrar; la razón de la
poesía está en el principio individual y temporal no en las verdades abstractas y por ello en el
herido (García Maffla 1982, p. 9)
4
Entonces, encontramos que en el corpus de la obra poética de Jaime García Maffla se ha
olvidado el sentido de temporalidad en el pensamiento del poeta. Es decir, la obra ¿
Qué
es la poesía? No es un texto que surja en la inmediatez o brote sin más como si fuese
conducto de lo divino. Más bien de forma distinta, el curso de reflexiones que van desde
Razón de la poesía
el año 1982 con Pensamiento poético y pensamiento
, pasando por de
La poesía
1983, hasta llegar a de 1994, logran la consumación de la teoría poética de
4
Lo que denominamos corpus hace referencia al cúmulo de trabajos investigativos en torno a la obra
poética de Jaime García Maffla. Principalmente los siguientes textos: Aproximación a La caza de
Villareal en ICC,
Para el ocultamiento de la poesía de Westphalen en revista Eco mayo 1979, La
poesía de Jaime García Maffla de Cobo Borda en revista Eco mayo 1972. En cuanto a trabajos de
grado o investigativos por estudiantes encontramos: Jaime García Maffla El laberinto de la
existencia de Carolina Alonso en Revista Casa Silva No. 11 (1998), Ecos del silencio, lectura de la
poética de Jaime García Maffla de Carolina Alonso en Cuadernos de literatura Vol. 2, No. 3 (EneJun
1996),
Reflexiones del ser poético: caballero en la orden de la desesperanza de Carolina Mantilla
(2002) microficha en PUJ. Entonces logramos sintetizar los trabajos predominantes que conforman el
corpus de estudio sobre la poética de Jaime García Maffla, la gran mayoría de la PUJ, claustro donde
el poeta ejerció el cargo de profesor y director del departamento de literatura. En el caso concreto de
¿Qué es la poesía? (2001) solamente encontramos un artículo académico que funciona a manera de
síntesis de la obra en
Una poética de lo inefable de María Liliana Herrera en Cuadernos de literatura
Vol. 14, No. 26 (JulDic 2003), p. 145160. Con todo esto se resalta la importancia investigativa de
este texto, para la literatura colombiana.
19
García Maffla con la propuesta reflexiva de la conciencia creadora en ¿
Qué es la poesía?
En el 2001. Con esto, considero, se puede argumentar que la reflexión intencional que
brota de la autoreferencia a una poética que comprende a la Poesía, se consolida como
forma central y como columna vertebral en la obra poética en Jaime García Maffla.
toda lectura no nos lleva a la vida del poeta, sino que nos remite como una elación
suprema de la Poesía en sí misma. En García Maffla, esta elación funciona a partir de un
de lo duradero, que la del sufrimiento, ninguna otra vía para arribar a una verdad posible”
(García Maffla 1983, p. 63) y esta verdad es una verdad interior que:
los versos, qué hace con sus palabras al disponerlas en las formas del verso, o qué dicen, qué
quiso decir al dibujarlas (García Maffla 2001, p.p. 2728)
autoreferenciación como enclave para encontrar lo poético hace de la reflexión de la
mismo, se denomina verdad interior o emanación de un absoluto poético. La Poesía
emana una verdad del mundo en la palabra, esta verdad es inmanente desde la
20
las formas esenciales de la Poesía. Este enclave de verdad interior se denomina en la
reflexión de García Maffla como padecimiento.
Ahora, hemos indicado ya que la teoría poética en este poeta se da como un acaecer
histórico personal a partir de un trabajo constante en una serie de textos que mantienen
una linealidad en temáticas que se aproximan al valor de la Poesía. Entre estas están: el
sufrir el acto de creación de lo innombrable, la relación entre pensamiento con las forma
más sublimada de lo poético o una elación de la Poesía como forma de pensamiento, un
pensamiento poético que expresa una verdad interior, y finalmente, la autoreflexión de la
decir, sus sustentos y las formas de darse en el ser del lenguaje.
Con todo lo anterior, hemos señalado que el epicentro o temática central a tratar en la
aplicación de los sustentos teóricos – que se presentarán más adelante – será la teoría
poética que subyace del acto de comprensión en el texto
¿Qué es la poesía? Del poeta
que representa en la literatura colombiana, radican en la necesidad de proponer formas
rigurosas de acercamiento a la Poesía, y de igual forma, reconocer y difundir
planteamientos sobre el pensamiento poético que aún se desconocen en la academia.
teóricos para un acercamiento a lo poético
Hemos pasado las instancias de justificación, antecedentes y comprensión del porqué
adelantado algunos pasos precisos en una hermenéutica de tipo efectual, no prescriptiva
21
o metódica, sino, con un fuerte reconocimiento en las formas históricas del preguntar.
Como tal, hemos fundamentado la historicidad de los constructos teóricos en la poética de
García Maffla a manera de una ilación consecuente, una formación constante de la idea
de lo poético y por tanto, de una verdad inmanente en su conciencia. Esta historicidad
como forma fundamental del ser poético desarrolla el principio hermenéutico de la
comprensión. Con esto, lo que se consolidará será pues: una conciencia poética que se
la Poesía, y finalmente, la esencia de lo poético desde una comprensión e interpretación
del ser desde estas instancias.
No obstante se deben fundamentar los supuestos teóricos desde los cuales se llegará a la
esencia de lo poético desde la teoría poética de García Maffla. Por lo pronto, hemos de
hermenéutica, harán posible el giro hacia el pensamiento poético. Por tanto, lo que se
buscará en esta reflexión será: la relación del ser del lenguaje con el ser de lo poético, lo
llegaremos a plantear las formas de darse de este ser a partir de la palabra poética, y
finalmente, llegaremos a la autoreflexión de la Poesía, como vuelta sobre sí misma para
encontrar el
cómo de la creación poética en Jaime García Maffla, brindando una
aproximación en forma de conclusión incipiente sobre cuál es la forma del padecimiento
en su palabra poética. El sufrir en el acto de creación de lo innombrable: la Poesía.
iv. Nociones previas de lo poético y una nueva postura
22
Se ha indicado que se adelantará una comprensión de una teoría poética, no obstante es
claro que se pueden encontrar disímiles formas de explicación sobre lo poético, que no
sólo se recogen en teorías sino en artes poéticas y en una diversidad de textos como:
aproximación a qué es la Poesía y al fenómeno de lo poético. Así pues, se aclararán
algunos elementos en cuanto a la noción de poética. Como tal, una delimitación teórica.
Περὶ Ποιητικῆς, es la obra aristotélica acroamática que consta, básicamente, de la
menos trabajadas –al parecer por la pérdida del texto– , como la historia de las artes del
lenguaje y su comparación con la poesía, consideraciones sobre el lenguaje y sobre la
mímesis. Esta obra con una composición original de dos partes atendería la tragedía, la
comedia, la épopeya y la poesía yámbica. Luego con los romanos llegará la Epistula ad
pisones
, más conocida como el
Ars poëtica de Horacio, quien a partir del modelo
poetas, y elementos vitales del modelo clásico de creación como: la unidad de la obra, la
concepto de poética encontraremos que:
se podrá decir de poética –tal como nos ha sido transmitido por la tradición–; uno, toda teoría
interna de la literatura; dos, la elección hecha por un autor entre todas las posibilidades en el
23
literaria, conjunto de reglas prácticas cuyo empleo se hace obligatorio. (Ducrot y Todorov 1989,
p. 98)
De estos conceptos, el más cercano a la escucha común es el primero: una teoría como la
aristotélica sobre nociones orgánicas e interiores dentro de las obras literarias. Ahora,
tanto el ejemplo aristotélico como el de Horacio dejan entendida la poética como el
desarrollo de categorias que permitirán comprender toda unidad, y al tiempo, diversidad
de las obras literarias. Como indica el diccionario enciclopédico de Ducrot y Todorov, la
poética podría ser toda teoría que desde la descripción que evidencie lo común a un
conjunto de textos, “pero no se preocupará por dar cuenta de la descripción de un texto
particular.” (Ducrot y Todorov 1989, p. 98), En este sentido, estaríamos cometiendo una
falla teórica al llamar ¿Qué es la poesía? Una teoría poética en este análisis
eidéticohermenéutico. A pesar de esto, se difiere de esta posición y propongo la noción
de poética, ya sea de arte o teoría, como la manifestación reflexiva del acto de creación
de la palabra poética en la Poesía.
Prosiguiendo con la noción común de poética, Todorov la definirá como el discurso teórico
que presiden el nacimiento de la obra, una posición cercana a la propuesta en este
trabajo.
“El objeto de la poética no es la obra literaria misma: lo que ella interroga son las propiedades de
ese discurso particular que es el discurso literario. Entonces toda obra sólo es considerada
como la manifestación de una estructura abstracta mucho más general, de la cual ella es
meramente una de las realizaciones posibles.” (TODOROV, 1975, P. 22).
24
La distinción conceptual es necesaria, debido a que la poética se puede interpretar como
que en realidad no es el interés de este trabajo, pues considero no hay provecho en la
búsqueda de leyes que puedan regir a los textos, a la conciencia creadora, y mucho
y hermenéutica, lo que conlleva a desarrollar con énfasis el valor de la comprensión, a
pesar de esto se puede pensar que comprender e interpretar no es más que
”hablar del texto mismo; con otras palabras: se trata de la fidelidad al objeto, al otro, y por
sentido sino únicamente un sentido, sometido a las contingencias históricas y psicológicas. Ideal
y drama que serán modulados a lo largo de toda la historia del comentario, la que a su vez es
coextensiva a la historia de la humanidad” (Todorov 1975, P. 19).
Se puede visibilizar que Todorov proponga un desarrollo científico del discurso literario, y
la obra literaria. Esto se evidencia más en la negación del estatuto epistemológico de la
comprensión y de la interpretación:
“El famoso <<círculo hermenéutico>>, que postula la copresencia necesaria del todo y de sus
partes y precisamente anula con ello la posibilidad de un comienzo absoluto, atestigua ya la
pluralidad necesaria de las interpretaciones. Pero todos los “círculos” no son equivalentes:
permiten pasar por más o por menos puntos del espacio textual... Y en la práctica cada uno
1975, P. 20).
25
El valor de este círculo, tanto en la manifestación del ser de la obra, como en el sentido
del conocimiento; será fundamento para la comprensión del ser del poeta y para la
aproximación a la Poesía. Pues este círculo como manifestación del pensamiento es la
razón de ver a la obra como acaecer constante, y sin posibilidad de terminación como
verdad absoluta.
En tanto la comprensión sea un proceso en que el lenguaje encuentra su dimensión
sujetocéntrica, se refuta la posición de Todorov respecto a la imposibilidad de la
interpretación como forma de conocimiento rigurosa. Puesto que, el hecho de la
innecesario, sino que, adquiere en cambio, la centralidad entre lenguaje y ser donde
–como lo critica Todorov– jamás se concluye, cierra, termina o finaliza la obra llegando a
una verdad irreductible.
Al no darse una finalidad o cierre total de la obra surgen aperturas de mundo. La obra es
generales, se renueva en cada interpretación, en cada nueva construcción de una
precomprensión que lleva a otra y de allí al develamiento de su verdad ya no estática e
irreductible, sino absoluta en la conciencia y por tanto, recreable en cualquier momento.
26
1. CAPÍTULO UNO
ANÁLISIS EIDÉTICO Y FUNDAMENTACIÓN DE UNA COMPRENSIÓN
EXISTENCIAL SOBRE EL ΠΟΙΗΤΙΚΌΣ
ΛΌΓΟΣ
1.1. Poesía y Filosofía
«Trataré de descubrir que la filosofía y el arte de
Comprender un poema, tan repetidamente tenidos por
antitéticos, están por lo contrario en la más estrecha unión.»
(A. Baumgarten, Reflexiones acerca de la poesía)
27
La Poesía y la Filosofía podrán ser, lo fueron en un momento prístino, dos sendas que en
se halla como indica Holguín en:
Santayana en su Tres poetas filósofos, Lucrecio Dante, Goethe se torna filosofía, y alguna de
las más altas expresiones de la filosofía Platón, San Agustín, Schopenhauer, Nietzsche,
Scheler, Bergson Se tornan a menudo en elevadísima poesía, en el más alto plano humano,
poesía y metafísica se hermanan. (Holguín 1980, p. 403).
Así mismo, se pueden recordar las relaciones de procedencia de estas manifestaciones
del pensar y del sentir, ¿Cuándo se siente y cuándo se razona?, ¿Cómo la vivencia
emotiva entra en relación con los modos y variaciones del pensamiento para crear
manifestaciones de una verdad?, ¿Es posible una razón poética, un horizonte en el que
se encuentre ese instante privilegiado entre el sentimiento y el pensamiento?
Es este un camino espinoso y lleno de incertidumbre. No obstante, es un anhelo de
su manifestación moderna, pero el pensamiento se negó a dirigir la mirada del espíritu
hacia la ciencia positiva como forma única o como fuente exclusiva de verdad, de otra
forma, el pensamiento filosófico desciende a lo abismal: diálogo y Poesía. Esto, en tanto,
una búsqueda de otras manifestaciones de la verdad, en las vivencias o experiencias del
arte. Así se da un reencuentro consigo misma: pensamiento filosófico con la mirada
dirigida al sentimiento de la experiencia estética, en el caso de este trabajo monográfico,
de la experiencia poética.
28
En este camino aparecen Friederich Nietzsche, Martin Heidegger y Roman Ingarden; pero
importarán un poco más, HansGeorg Gadamer, María Zambrano, Chantal Maillard y
ellos apuntan a la experiencia del pensamiento en el arte; y los últimos con más énfasis,
quizás con una completa fe, por una comunión entre Filosofía y Poesía, por una nueva
mirada y percepción de la Filosofía desde un encuentro distinto con la verdad en unas
renovadas relaciones con la Poesía. Por lo tanto, sostengo que recorrer ese momento
privilegiado de esa senda, de las relaciones entre Filosofía y Poesía, es un modo distinto
del pensamiento; otra perspectiva, en especial, otro horizonte, que en su concreción
arroja otra luz y otra sombra sobre el pensamiento y el sentimiento. Se abre así,
simultáneamente, otro camino para la manifestación de una verdad interior.
1.2. La disputa entre la Filosofía y la Poesía
Así pues, de acuerdo a la búsqueda de un instante en la senda (1.), se brindará una
perspectiva amplia de la relación entre: la experiencia del pensar, lo filosófico, y la
Poesía. Estas relaciones son: su forma incipiente, de cierta comunión o una inclusión
mutua; luego se da la disputa, una exclusión de la Poesía en la Filosofía; y
posteriormente, la separación y exclusión total del pensar en lo poético. Lo anterior da
cimiento al prejuicio de lo irracional y falso en la Poesía. Este prejuicio, como condición
hermenéutica de la experiencia frente al conocimiento, será reevaluado para poder dar
29
sentido y horizonte a la pregunta sobre la razón poética, la verdad interior y finalmente el
reconocimiento de la teoría poética como manifestación del pensamiento y el sentimiento
en la obra ¿Qué es la poesía? Para el poeta Jaime García Maffla.
Sobre ésta disputa (Holguín 1980, p. 404) resalta: que como se ha observado en varias
ocasiones, la pugna entre el mito primitivo y el logos innovador, se agudiza entre los
griegos hacia el siglo VI a.C. con la interpretación racional y naturalista sobre el conjunto
de fenómenos sobre el cosmos. Es decir, Holguín afirma que la consolidación de los
proyectos racionales que buscan una verdad del mundo, ya en desarrollo entre los
griegos, es lo que ocasiona la pugna entre lo mítico y el logos. Sin embargo, esta última
afirmación merece ser revisada en sus supuestos y aclarar de forma más rigurosa este
paso del μῦθος (mito) al λόγος (logos). Lo cual conllevará a distinguir ese privilegiado,
prístino e iniciático instante de relación y tensión, además, de la inevitable escisión entre
la Poesía y la Filosofía en occidente. La aproximación inicial a esta división partirá de la
conceptualización de λόγος.
ζῷον λόγον ἔχον, La expresión que utiliza Aristóteles nos da ya una luz de esta antigua
disputa. Cotidianamente estas palabras se traducen como animal racional o animal
racional dotado de lenguaje o animal que da razón de las cosas. En ocasiones más
viviente que posee lenguaje,
precisas se traducen como: aunque haya cierta vaguedad en
estas palabras, ya se empieza a visibilizar el conflicto. ¿Por qué denominar λόγον como
razón en lugar de lenguaje?, ¿En tanto λόγον es el objeto del acusativo, sabemos que el
siendo o el viviente tienen λόγον, pero es razón o lenguaje?, ¿Hay pues un lenguaje
irracional? Es necesario aclarar. El ser de este viviente es definido esencialmente por la
30
facultad de hablar, λέγειν (decir); a su vez, esta facultad es dividida y obligada, ya desde
ser poética pero sin capacidad racional? Entonces, hay ya una tensión entre poesía y
filosofía, pero ¿En qué se basa, de qué forma surge y de encontrarnos en realidad en
esta escisión, en qué radicaría? Estas tensiones se harán verídicas al momento de
distinguir cómo surge la disputa y la forma como entran en relación la Filosofía y la Poesía
a partir del lenguaje, del λόγος.
De plantearse la noción de λόγος como habla o lenguaje, se da una noción general de
esta palabra, en contracorriente a esta traducción literal, se tendrá múltiples visiones a lo
largo de la Filosofía. Significaciones que se encuentran entre: razón, juicio, concepto o
razón de ser. Todas estas acepciones encarnan lo racional atado a una manifestación
la verdad y la unidad, corresponderá a la base racional de la Filosofía no de la Poesía:
El primer frente a frente del pensamiento y la poesía en su encuentro originario, es cuando la
razón que capta el ser, ser que expresado en el logos nos muestra la verdad. La verdad...
¿Cómo teniéndola no ha sido la filosofía el único camino del hombre desde la tierra, hasta ese
alto cielo inmutable donde resplandecen las ideas? El camino sí se hizo, pero hay algo en el
hombre que no es razón, ni ser, ni unidad, ni verdad —esa razón, ese ser, esa unidad, esa
su generosa presencia jamás se afirmó polémicamente. No surgió frente a nada. (Zambrano
2010, p. 25)
31
La Filosofía busca atrapar al ser del ser y al ser de las cosas, lo trata de hacer por medio
de la razón para lograr llegar a la verdad, a pesar de esto, la Poesía no tiene su sustento
huidizo, las apariencias. Este ειμιὄντος (sersiendo) de la Filosofía, visto desde la razón,
tiene como correlato griego a la verdad. El ser que busca la verdad por medio del λόγος
la Poesía. Esta esperanza tendrá como momento culmen a Platón. Sobre la primera
distinción, a saber: verdad, ser y razón, como base racional volveremos más adelante.
Por lo pronto, ya es claro que Filosofía y Poesía tienen como manifestación común el
lenguaje, cuya única diferencia indicada hasta este momento ha sido que: una evoca las
imágenesapariencias, mientras, la otra establece la verdad del ser. Ahora, las dos
manifestaciones del lenguaje que posee el viviente o el ser, Poesía y Filosofía, se darán
en dos formas del λόγος es esta una segunda distinción. Como nos indica (Zambrano
2010, p.p. 1920); por un lado, No encontraremos la totalidad de lo humano en la Poesía,
pero tampoco la unidad del hombre en la Filosofía. Por otro lado; En la Poesía sí estará
directamente el hombre concreto e individual, e igualmente, en la Filosofía se dará al
hombre en su historia universal, en su querer ser.
32
Es de importancia recalcar en esta disputa que esta dualidad ha sido pasada por alto en
varias ocasiones. Filosofía y Poesía, una como acto de pensar, rigurosidad en la
búsqueda de la verdad; mientras la segunda al parecer, es el acto de sentir o de
sensibilidad musical en el lenguaje y de apariencias efímeras, en la búsqueda del instante,
son manifestaciones del lenguaje del ser en el mundo, y aunque surjan exclusiones entre
estos actos, no pueden ser separados, ni puede hablarse de una escisión total entre
unen: la Poesía como encuentro, don, hallazgo por gracia; en favor de una Filosofía, que
busca rigurosidad guiada por un método hacia la verdad.
A partir de lo anterior, se logra plantear de forma general la segunda distinción: el λόγος
φιλοσοφικός (logos filosófico) se brindará como la senda del método o de la persecución
de la verdad, mientras el λόγος ποιητικός (logos poético) es un hundimiento en las
apariencias en el lenguaje. Tanto la persecución como el hundimiento, tienen una
manifestación del ser en el lenguaje, por lo cual, deberán tener una cierta actitud de la
cual derivan.
La ciencia griega, balbuciente a partir del Siglo VI a.C., se emancipa abiertamente de los
prejuicios religiosos durante el siglo de Pericles y colabora así, eficazmente, con la filosofía en la
liberación del espíritu y en la formación de una nueva, integrada y racional concepción del
mundo y del hombre (…) Sin esta tendencia racional, sin esa concepción fundada
primordialmente en el logos, no hay filosofía (Holguín 1980, p. 405)
Esta actitud de la Filosofía, ha emergido ya en el hombre, en el momento de declararse en
contra de lo divinotrágico. Una elección del λόγος en dos sentidos: de lanzarse a la
33
verdad del ser de las cosas y del ser, persecución; por otro lado la actitud en la Poesía, el
embelesarse con las imágenes del mundo o con sus “falsedades”, hundimiento. Esta
elección marca la diferencia del λόγος. Sin embargo, se verá más adelante que las dos
distinciones: la base racional de la filosofía en el λόγος y la actitud diferenciada frente al
mundo, se dan en inicio, gracias a la fuente de la Poesía.
Además de las dos distinciones logradas hasta el momento, Interesa especificar la
manifestación del crear en el λόγος. Si se retoma el enunciado ζῷον λόγον ἔχον para el
es decir, ζῷον λόγον καί ποίησις ἔχον el viviente que posee lenguaje y capacidad de
creación, lo cual implica que el lenguaje no es únicamente racional y metódico, sino que
además, puede crear un mundo; no importa si es este caótico, incomprensible en inicio o
su manifestación central la creación por medio del lenguaje. Por qué la exclusión a la
ποίησις, a la creación del sentido del λόγος ¿De dónde surge este conflicto? Por el
momento es claro que nos lleva a la cuna del pensamiento occidental, en efecto, a un
de mejor forma, las distinciones ya planteadas por medio de la tensión y relación que se
dan entre las actitudes diferenciadas frente al mundo: el pensamiento filosófico y el
logos) que se mencionó al inicio con Holguín.
34
1.3. Tensión y relación en las distinciones, entre el pensamiento filosófico y el
sentimiento poético
A partir de Maria Zambrano, comprendo la tensión que se da en los griegos entre: lo
sagrado y lo divino, como un momento clave de esta disputa (1.2.). En la primera
distinción surge el problema del ser; invención griega por excelencia, será el punto clave
5
de esta tensión en lo sagrado; y su consiguiente relación, el abandono a los dioses para
ingresar a las vías de la verdad del hombre. Si se quiere ver, son los momentos entre lo
mítico; como la relación del hombre con una explicación de su mundo a partir del fondo
sagrado de los dioses; hacia la verdad dialéctica, que surge del atreverse a preguntar del
hombre, donde este se lanza en persecución de la verdad del ser de las cosas. De lo
relaciones, no como formas de separación o aislamiento, sino para dar justa estima a las
manifestaciones que se dan entre Filosofía y Poesía, pero no como formas distintas. En
este paso de lo mítico a lo dialéctico, esencial en la disputa se podrá ver mejor en las
6
instancias que propone (Zambrano 2001, p. 73)
:
1) La pregunta filosófica que se descubre en la actitud netamente filosófica.
2) El descubrimiento filosófico de la realidad poética del ἄπειρον (ápeiron).
5
Como un soltar la cadena, el descubrimiento del ser griego implicará un abandono del camino de
los dioses, para iniciar el camino de la verdad del hombre.
6
Las etapas están desarrolladas por María Zambrano en El hombre y lo divino con la intención de
evidenciar lo sagrado en la antigüedad. Como el interés de este texto varía, así mismo el orden de
estas etapas.
35
3) La unidad entre filosofía y poesía habida en Parménides
4) La denuncia de la “mentira” de la Poesía por Platón.
Es claro, que estas instancias van más allá de la clásica condena platónica y dan mayor
sustento a la disputa en la que se viene ahondando, cosa que trataremos más adelante.
Retomo la segunda distinción λόγος φιλοσοφικός καί λόγος ποιητικός (distinción entre el
logos filosófico y el logos poético) las actitudes diferenciadas frente al mundo, y a
propósito de estas, los dos tipos de λόγος: la persecución y el hundimiento; búsqueda de
instancias propuestas por Zambrano.
Quien primero busca a los dioses y mantiene un encuentro con lo divino es el poeta,
entonces el hombre se enfrenta al mundo oculto de lo sagrado, al destino y al arcano. El
poeta jamás tiene respuestas de sus acciones, sus palabras son infructuosas para dar
apariencias. De aquí surgen dos elementos: el argumento de la condena platónica y la
hundimiento y a las palabras incompletas, carentes de verdad del poeta, surge la
necesidad de la actitud metódica y la búsqueda de verdad del filósofo.
ahonda. La poesía es realmente, el infierno. El infierno, que es —como siglos más tarde un
la poesía es lo único rebelde ante la esperanza de la razón. (Zambrano 2010, p. 33)
36
En la poesía se da la condena y el hundimiento en la oscuridad del mundo, como un
adentrarse a lo más profundo de la caverna, una adoración incesante a lo efímero, a las
imágenes de la vivencia cotidiana. Este abandono a la luz o esperanza de la razón, a la
iluminación de las ideas es un hablar en delirio, la embriaguez completa del λόγος. Su
corrupción más alta es el alejamiento de la verdad como unidad. Su aparición clara, de
forma inicial, se da en la instancia de lo numénico y lo sagrado. Sin embargo y gracias a
ello, esta actitud de hundimiento es la base existencial del filósofo.
iniciaba una lucha y violencia por la verdad; construía, sólo por deseo a la unidad del ser
y de poseer el mundo: el método. El filósofo quiere lo uno, porque lo quiere todo,
contrario al poeta que no quiere propiamente todo, porque teme que en este todo se
pierdan o no estén pequeños matices de las cosas, en suma, su relación con las
apariencias; el poeta quiere una, cada una de las cosas sin restricción, sin abstracción ni
renuncia alguna. (Zambrano 2010, p. 22) Así pues, la Filosofía lograba llegar al
descubrimiento del ser y la Poesía entre el ser y el noser seguía creando. El λόγος
ποιητικός se arrojó al abismo para sacar según Zambrano: de la nada a la misma nada y
darle rostro y nombre, lo que se ha comprendido a esta altura como lo sagrado y lo divino.
Filosofía manifestación de lo ascendente a lo trascendente y Poesía como trazo de lo
es la garantía de llegar a la verdad del λόγος φιλοσοφικός, y de allí surgen diversas
relaciones entre unidad del ser y el mundo al que se enfrenta sistemáticamente. Por otro
37
lado, la poesía encontrará manifestaciones de la verdad —claramente distintas a la del
método filosófico— que es donde encontramos la relación, pero ¿Cuáles son estas
manifestaciones, cuál la senda y su forma, la forma en que el poeta presencia un
clave. Clave por el sentido y horizonte del preguntar de la poesía y de lo poético y del
poema. Mas la verdad que surge en el encuentro del λόγος ποιητικός es susceptible de
ser señalada como mentira o falsedad, los versos vacuos engañan; un elemento que
indicó Platón al escribir su condena, porque para él, mencionará Zambrano:
que la que refleja al ser que es. Lo demás es casi crimen. La creación humana es puramente
reflejante; limpio espejo el hombre, en su razón, del ordenado mundo, reflejo a su vez de las
la sombra en la pétrea pared de la caverna (2010, p. 22)
Entonces recordando la segunda distinción donde hay un λόγος φιλοσοφικός: hay una
unión de razón y esperanza que se brindó en la filosofía, a su vez en el λόγος ποιητικός,
la poesía se revelaba para la actitud filosófica como irracional; sin dar un suelo firme tan
solo un abismo en el lenguaje, en el λόγος. Posteriormente, punto al que llegaremos más
adelante, según Zambrano, los papeles se invierten: la Filosofía como el reino de la
desolación, al igual que la Poesía como desconsuelo. Inversión que se traduce como
relación y encuentro entre estas sendas.
La incapacidad del decir poético respecto a los dioses, y en sí, al no poder dar respuestas,
da lugar a la existencia de la actitud filosófica. La actitud de hundimiento será el
38
antecedente necesario a la actitud filosófica de la persecución. Donde se dará la escisión
poética. Es esto lo que comprendemos como pensamiento, persecución de la Filosofía por
la verdad en el mundo; frente al sentimiento, hundimiento en el sí mismo, una afirmación
retrospectiva de la Poesía para dar con una verdad interior. La tensión y relación de las
actitudes implica que se debe reconocer que la actitud poética es previa a la actitud
filosófica es decir, además de antecedente. El hundimiento es la instancia
fundamentadora, el lanzarse o un ser arrojado en busca de una verdad en el mundo. El
filósofo busca y persigue una comprensión del mundo a partir del método, el poeta se
sobrecoge en su interior: en el hundimiento está la clave de su conocimiento y su saber.
1.4. Instancias de escisión
Este hundimiento como ética del poeta donde puede darse el sentimiento y lo poético, si
que dará cimiento al λόγος racional, este horizonte es visible a partir de dos instancias: la
ignorancia como actitud filosófica originaria en el ἄπειρον, el oráculo de Delfos y su
sentencia, γνῶθι σεαυτόν (gnoti seauton, conoceté a ti mismo).
El poeta retrocede en el mundo hasta las imágenesapariencias. Originariamente,
buscaba el diálogo con deidades; sirviendo, además de ποιητής (poeta), de ἑρμηνεύς
(interpretante); interpretante y mensajero de su mundo circundante. Servía más como
conducto de los dioses, ya algunos han señalado esta diferenciación frente a quien es
activo en el conocimiento. Al fallar en dar explicaciones, al ser un mero camino de
39
7
expresión de lo más bello, surge el filósofo
, quien parte igualmente, de la ignorancia.
Pero este irá más allá aún:
Y así, la pregunta inicial de la filosofía: ¿”Qué son las cosas”?, suena todavía en nuestro oídos
con ese aire de brusquedad y hasta de impaciencia, como si dijera: “basta de dioses y de
el que se decidió a preguntar por las cosas mucho más de lo que lo estuvieron los que
configuraron a los dioses y los que creían en ellos. (Zambrano 2001, p. 68)
Ya es claro que es primero la actitud poética como respuesta a lo sagrado, de la cual
surge la actitud filosófica como respuesta a la incapacidad de la primera, Zambrano
8
señalará esto como el triunfo de la Filosofía sobre la poesía
. A pesar de esto, la tensión
máxima se encontrará en el ἄπειρον de Anaximandro y en el descubrimiento de la
ignorancia como actitud filosófica, frente a la injusticia del ser algo. Donde el poeta antes
no daba respuestas, ahora, se da forma a lo que puede tenerse como la primera hazaña
de la actitud filosófica:
es la realidad más poética, la fuente de toda poesía. Diríamos que la victoria de la filosofía se
logró por haber arrebatado a la poesía su secreto, su fuente. Por haberle dado nombre por
7
No se tratará, pero ya es claro que muchos filósofos han sido poetas o han escrito versos. Esto se
puede ver en la Poética de Aristóteles, donde se aclara que no todo lo escrito en verso es poesía,
también en Parménides y Empédocles. Y quizás el caso más excepcional sea el mismo Platón, quien
según Diógenes Laercio al escuchar este las palabras de Sócrates incendio todos sus versos y se
dedicó de lleno a la filosofía.
8
Es curioso que al hablar de la relación entre Filosofía y Poesía, se tome como punto único, la
expulsión de la Poesía de la República. Pasando por alto esta importante tensión: lo poético como lo
incontestable, que contrasta pues frente a la victoria de la filosofía como el saber hallar respuestas a
través de la ignorancia en el preguntar.
40
haberle dado nombre, por haber descendido hasta esa profundidad en que la conciencia
originaria, el asombro aún mudo, se despierta rodeado de tinieblas. (Zambrano 2001, P. 72)
La búsqueda poética inicial sobre lo sagrado, anticipaba ya el suelo del apeiron de
9
Anaximandro, esta forma de ἀπείρως ἔχειν τινός
, el ser ignorante de las cosas, más bien,
el ser ignorante del ser de las cosas y su existencia como injusticia, para llegar a la
claridad y capacidad de la inteligencia en poder conocer al ser del ente entre todas las
cosas. Se genera como tensión, cuyo resultado es la victoria ya mencionada. La
conciencia originaria, como tiniebla en el ser, es la percepción pura en el flujo de las
vivencias que es donde hallaremos la verdad interior de la teoría poética. La conciencia
poética se hallará en el mutismo de esta profundidad.
Lo anterior será la primera consolidación del ser y unidad de la actitud filosófica plantea a
su vez una tensión con lo poético, un intento infructuoso que tendrá versiones en Heráclito
10 11
, e igualmente, en Parménides
. Se resaltan los fragmentos existentes del poema del
Ser, a manera de ejemplo de la tensión entre Filosofía y Poesía. Como sabemos, la
indagación parte de dar un grado de claridad, para encontrar este valor entre la relación
del λόγος poético y el λόγος filosófico.
El decir del poeta y el decir del filósofo, desde (Zambrano 2001, p. 70) es ver que bajo el
logos de la poesía no encontramos unidad coherencia, continuidad de alguien que no
solo da razones, sino que ofrece también razones de sus razones, tal es el filósofo. En
9
ἄπειρος (apeiros) comprendido por Heródoto y Anaximandro como estar sin juicio o experiencia
frente a algo, ser ignorante frente a cierto elemento.
10
No se debe olvidar el devenir del mundo como logos y la relación de una estructura vérsica y
aforística en Heraclito.
11
Como en el caso de los fragmentos que se conservan del poema del Ser. En este y el anterior caso
se dan instantes prístinos de unión entre Filosofía y Poesía.
41
este punto es relevantemente tratar el encuentro prístino de la Filosofía y la Poesía:
12
Fragmento 7
Pues nunca esto dominarás: ser los no entes.
Aparta tu el pensamiento de esta vía de indagación;
ni la costumbre diversa te fuerce por ella
a agitar el ojo sin vista y el oído retumbante
y la lengua; más discierne con el logos el polémico reproche
por mí expresado.
La comprensión literal de los versos es entendible, no es pues necesario dar las razones
de explicación de estas palabras. En cambio su repercusión en el saber de la Poesía debe
ser comprendida. El grado de claridad en el decir de la Poesía se brinda como la
partir de un hundimiento en la imagen y la musicalidad del verso.
que no dominaré el ser de los entes es ahora junto a todo: uno, el verso. La
manifestación del decir del poeta. El hundimiento en el poema, es una posibilidad de
Gaos, José.
12
Antología filosófica: la filosofía griega.
agosto 8 2015, de cervantes virtual Sitio web:
http://goo.gl/22ke38
Poema del ser de Parménides.
42
halla en el mundo de las imágenesapariencias: se discierne con el logos toda polémica o
reproche hacia la Poesía como fuente de verdad metódica. Es decir, de forma más
de indagación a partir del λόγος φιλοσοφικός, puesto que el logos poético surge de otra
forma ¿Cuál es esa forma?, ¿Cuál es la senda del logos poética?, ¿A pesar de ser una
vía paralela del logos filosófico la verdad de la Poesía es una aproximación, nunca un
escribe?, ¿Y el lector jamás hallará más su propio camino a partir de lo poético?, ¿y el
universo del poema es entonces como siempre se nos ha señalado un placer simple, un
goce y un engaño para quienes buscan un sentido de existencia? Como tal el hundimiento
suscita elementos de indagación, a decir por caso: el mandato del apeiron es base del
pensamiento filosófico, y este surge de la actitud poética:
Pues el apeiron sería el nombre, no sólo de la realidad que es pura palpitación, germinación
inagotable, sino de la vida misma humana antes de que el hombre tome un proyecto de ser
aniquilada, ya no en la oscuridad originaria, sino en la claridad final. (Zambrano 2001, p. 72)
Además del triunfo de la actitud filosófica sobre la poética a partir de la sustentación del
ser, la unidad; y posteriormente de la verdad metódica, que impulsa a dar nombre a las
cosas y a descubrir el mundo más allá de designios numénicos, se tiene como como
evidencia efectual de la constante escisión que vengo señalando, los mandatos apolíneos.
43
En el templo de Apolo en Delfos, el proceso moral de los jóvenes era llevada a cabo
primero por los παιδαγωγοί y los παιδοτρίβης, posteriormente con los oráculos. Aquellos
además de manifestar la voluntad de los dioses –de allí la importancia y la relación con la
actitud poética, recordemos la relación entre el ποιητής y el ἑρμηνεύς– fundamentan un
orden moral. En el Oráculo de Delfos, en su templo, se mantiene una serie de preceptos,
más estos mismos no son filosofía, de otra forma, hacen parte de una sabiduría popular.
la Grecia: Tales de Mileto, Pítaco de Mitilene, Solón de Atenas, Bías de Priene, Cleóbulo
de Lindos, Periandro de Corinto y Quilón de Esparta.
Entre los muchos preceptos que se encuentran en el templo está ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ.
Conócete a ti mismo. Las palabras allí grabadas se brindan a manera de contacto con el
dios de la luz ¿Cómo las palabras llegan a ser forma de encuentro con quien representa la
iluminación, no nos ciega el contacto directo con la luz, como si nos fuese negado el giro
hacia la verdad?, ¿No es pues el giro hacia la luz, el contacto inmediato con las
expresiones más altas del universo: ser, verdad, totalidad del mundo y de la luz más que
pues él mismo está rodeado abismalmente, las palabras son prueba de esto, más esta
relación es sólo válida en lo poético. La escisión radica en la forma en que el filósofo
concibe al mundo: totalidad; mientras el poeta únicamente lo padece, entre lo efímero, la
pérdida y la finitud.
44
El dios Apolo ofrece una sola sentencia, conócete a ti mismo, una clave para los designios
de las profecías píticas que deben salvarse frente a lo excesivamente coloquial. La
respuesta es una manifestación interior en armonía con el espacio del templo. Apolo es
quien permite, a partir de la sentencia, un pensamiento luminoso, claro y preciso. Hacer
surgir del interior de la conciencia de quien está en el mundo la respuesta a toda
indagación: el origen de toda manifestación poética. Para hallar el sentido de lo poético,
se acude no a la ética del γνῶθι σεαυτόν como rectora de la existencia, sino yendo más
obra no sólo del poema, sino, implacablemente de la conciencia del poeta. El poeta es. Se
es en el lenguaje. Desde lo más originario de la conciencia, una prueba irrefutable, tan
válida a las manifestaciones del saber como lo pueden ser las verdades metódicas de la
actitud científica la sentencia γνῶθι σεαυτόν es la manifestación de cierta actitud poética
en el λόγος ποιητικός.
La base y sustento inicial de la actitud filosófica se compone por: verdad, ser y unidad, a
su vez, la actitud poética emana ciertas formas de conocimiento: la verdad interior en la
conciencia del poeta. Este ya no se conoce a sí mismo como un intento de virtud o de
excelencia, se conoce porque se enfrenta a hacerse en la urdimbre del lenguaje, se
sentido de sus palabras en el tejido del poema. La Poesía es conocimiento del ser del
del poema. Con la sentencia, se aclara que la actitud del poeta se separa de una actitud
filosófica. Desde la consolidación por una filosofía primera, y antes de esto, por una
filosofía metódica, se extingue el conocimiento de una realidad que esté fuera de un
45
método. Modernamente surge la cientificidad, y con ello se catapulta el avance y el
haga perder el rumbo, la voz interior que siempre ha construido el sentido del mundo. Lo
anterior se fundamenta de la siguiente manera: sí con la actitud poética dirigimos nuestra
mirada hacia formas de aprehensión e indagación en la conciencia pura, en el absoluto
ser propio del lenguaje manifestado en el poema, corremos el riesgo de apegarnos a
imágenesapariencias, a perder el ser verdadero e imperecedero de las cosas y quedar
embelesados por la bella musicalidad, y la fuerza de las imágenes, por lo tanto, se va de
las manos la totalidad de una realidad, intento de persecución que no se ha refrenado.
Conócete a ti mismo es una sentencia que obliga a la conciencia del poeta a volverse
sobre sí misma. Este volver sobre sí, este círculo, permite una forma de conocimiento y
una verdad interior, consecuentemente, manifiesta una separación total del ser, de una
verdad unívoca y la unidad que busca cierta cientificidad, lo poético se diferencia
claramente de esto. Pero no por ello, la verdad interior debe ser devaluada o puesta a un
lado, al contrario se consolida, cuando esta se da de forma rigurosa y paciente, en el
acontecimiento del ser inmanente de la conciencia vemos que si bien la conciencia
creadora no tiene un método, si emana una verdad, y si bien la creación no puede ser
fosilizada en pasos, si puede ser estudiada rigurosa y teóricamente.
Hasta este punto he planteado algunas formas de relación incipiente entre Poesía y
λόγος φιλοσοφικός, al igual que entre una actitud filosófica y una poética. Es cierto que
una necesidad por señalar las posibilidades de conocimiento o de una cierta
46
epistemología a partir de la Poesía es un estudio profundo, por lo cual me he limitado a
trabajar arbitrariamente ciertos elementos. No obstante, considero que es claro que
Filosofía y Poesía, más allá de la discusión platónica muestran una relación conflictiva, y
ante todo, fructífera. Estas mantienen un fuerte lazo. A propósito de esto Ramón Xirau
(2003, p. 335) ya plantea la pregunta sobre el porqué relacionar Poesía y Filosofía.
Poesía y conocimiento. ¿Por qué unir estos dos términos: poetizar, conocer? a lo cual
amplio. Lo que Xirau propone como «persuasión probable».
apunta a demostrar esta persuasión probable, sino de mejor forma, a comprender la
esencia del decir poético en la conciencia del ser, y por tanto, en su justificación e
importancia. Lo cual implica señalar el valor de la verdad interior. La Poesía es el campo
esencial del lenguaje. No obstante este tipo de afirmaciones requieren un sustento. Ahora,
a la Poesía, que implique una profunda tarea de reflexión en actitud poética, y que a su
vez, fundamente un lugar sólido en la reflexión del acto de creación en la conciencia del
precisos se tornan en trazos sobrepuestos para el ser del lenguaje.
1.5. Horizonte de la pregunta por la Poesía
La indagación que emprendo mantiene un sentido u horizonte. En palabras de Danilo
Cruz Vélez propondré “una filosofía del lenguaje poético, una rama de una filosofía del
lenguaje que debe ser desarrollada y sistematizada si se quiere que las disciplinas
47
literarias que se ocupan de la poesía alcancen seriedad y rigor.” (Cruz 1995, p. 11) A
partir de una obra precisa: ¿Qué es la poesía? del poeta Jaime García Maffla. Inserto este
objetivo en búsquedas análogas, como la de María Zambrano en Poesía y Filosofía,
Chantal Maillard con La creación por la metáfora. Introducción a la razón poética o
Mauricio Beuchot y su obra El ser y la poesía. El entrecruce del discurso metafísico y el
discurso poético. La verdad interior en la conciencia del poeta emergerá en este
horizonte, ὅρος, límite y señal: la Poesía es la manifestación de una verdad interior. En
poeta Jaime García Maffla.
Puesto que siempre nos encontraremos con prejuicios en la experiencia de la creación
poética tales como: la Poesía es indefinible, la creación es una acción innata, divina o
sujeta a la inspiración, se llega irreductiblemente a la imposibilidad de aclarar el fenómeno
poético. En oposición a este planteamiento, adelantaremos en este espacio una
indagación desde una actitud poética que a partir de un grado de claridad, posibilite la
comprensión del λόγος ποιητικός. El poema que surge en la conciencia, ya sea en su
composición o lectura, declara en cualquier contacto que tengamos con él su fuerza: sus
imagen, rechazan a su vez toda disección o explicación de su ser. En un aula
convencional el docente toma un poema, escande los versos, con diccionario en mano
explica a sus estudiantes las palabras desconocidas, aplica hipótesis de la intención del
poeta al escribir; mientras, sus estudiantes no logran comprender la palabra poética.
Como si el poema se resguardara cada vez más en su interior. Así mismo, el lingüista
48
problema de la significación, la polisemia y la musicalidad, a pesar de esto, no logra llegar
al sentido esencial de lo poético: el poema parece esquivar o resistir todo análisis. Toda
impotencia de encontrarnos frente a algo que no nos es comprensible.
Consecuentemente, se indica que la Poesía no tiene una explicación en realidad su
esencia no corresponde a una explicación o disección de su ser de forma sumamente
distinta se puede llegar a la esencia de su ser, y de allí, a una forma de conocimiento del
lenguaje del ser, a partir, de la propia determinación comprensiva de la palabra y su
ni mucho menos, a la esencia del logos poético.
De acuerdo al objetivo, consolidar una posible forma del conocimiento en la Poesía a
partir del logos poético en Jaime García Maffla, se desarrollará un análisis eidético de la
conciencia poética y una comprensión de la teoría poética de este autor desde un
planteamiento hermenéutico. Planteo un análisis eidético desde la actitud fenomenológica,
menciono que es un análisis eidético porque no se llevará a cabo toda una metodología
fenomenológica como ciencia trascendental, más bien, el empleo de elementos
Maffla.
una hermenéutica centrada en el lenguaje y en la comprensión como condición existencial
49
y universal del conocimiento humano. Desde Gadamer se reconocerán elementos
en la comprensión de la Poesía y el concepto de razón imperante en las ciencias
objetivistas. Así se lograrán aperturas de sentido, con las que se llegará a la esencia del
acto de creación poética consolidando el conocimiento que surge en el logos poético: la
verdad interior en el ser esencial de la Poesía.
crear creador en el lenguaje. Por ello, al tratar la obra ¿Qué es la poesía? (2001) se
el papel del lenguaje poético, la constitución del poema, y por lo tanto, de una visión de
mundo con un sentido significativo puede sustentarse en un análisis eidético. Entonces,
13
los cálculos objetivos de una naturaleza extensiva que no corresponden a la esencia de
la Poesía deben ser reemplazados por un análisis eidético: en primera instancia de la
conciencia poética, en segunda instancia de la esencia de lo poético en el ejercicio de
comprensión. Ahora, puede pensarse que en la actitud poética se dará una relación de
contradicción de principio entre el sentir y el pensar, como ya lo hemos señalado en la
13
Denomino naturaleza extensiva a toda aquella explicación sobre la Poesía o el logos poético que
está por fuera del campo de la conciencia del poeta, del lector o del ser del poema. Es decir, toda
aquella explicación empírica, científica naturalista, objetivista que declare una explicación de lo
poético en una región que no corresponde al contacto con la Poesía: el flujo de vivencias puras en la
conciencia ya sea del poeta o del lector. El análisis que se emprende surge de lo eidético en la
Poesía a partir de las vivencias intencionales “En este sentido son Vivencias o contenidos de
conciencia las percepciones, las representaciones de la imaginación y de la fantasía, los dolores, las
esperanzas y temores, los deseos y las voliciones, etc. tal como tienen lugar en nuestra
conciencia...Indiquemos en seguida que este concepto de vivencia puede tomarse de un modo
fenomenológicamente puro, esto es, de tal suerte que resulte eliminada toda referencia a una
existencia empíricoreal.” (HUSSERL, 1995. P. 476477)
50
disputa. De aquí surgen varios riesgos, principalmente, aquellos que dicen que la Poesía
es indefinible, lo que implica un mutismo frente a cualquier comprensión de lo poético, a
su vez, surge de este riesgo aquel que puede tratar a la Poesía de cualquier manera,
hasta reducirla a un mero goce o superficialidad. Se hace pues necesario adelantar una
comprensión del logos poético desde un acercamiento a la creación en la conciencia,
pero, sin caer en palabras ligeras ni veleidosas.
¿Qué es la poesía? se tratará a manera de teoría poética, es decir, presentará un
bien todo lo contrario, la comprensión de este fenómeno desde el campo inagotable de la
en su devenir, más como acto, o como se le denomina convencionalmente como
actividad, que como producto. En tanto el poema es un trabajo en constante renovación,
movimiento en el horizonte, la conciencia del poeta en un inicio; posteriormente la
conciencia del lector, hace del sentido que surge en el poema, una unión dinámica entre
la imágen, la musicalidad, y el sentido existencial del ser: la conciencia poética hace del
verso la expresión del pensamiento, como tal, de lo poético.
Entonces, teoría poética es lo que denominó como la comprensión del acto de creación
desde la conciencia del poeta. Lo que pretendo con este paso en el horizonte del
preguntar es una superación del subjetivismo relativo que rodea el fenómeno de lo
poético, dando un sustento riguroso sobre la Poesía, dejando de lado toda tesis que
implique una contradicción de principio en la conciencia poética. De allí que el preguntar
51
se dé desde la relación entre conciencia y lenguaje, pues antes de la constitución de los
objetos o del tejido de una naturaleza física, está el encuentro entre el ser y el lenguaje
Tanto el logos poético como la conciencia en la que se articula y conforma, sostienen
cierto circundar, una correlación donde no hay acceso a la una sin la otra, el logos se
hace sentido en el mundo desde la conciencia, y a su vez, la conciencia brinda al logos
poético un sentido existencial al hacerla en el mundo: no hay acceso al lenguaje sin la
conciencia y todo lenguaje comporta una comprensión de la conciencia.
Por esto último es que toda explicación desde una naturaleza extensiva que no
riguroso del logos poético. Por lo tanto, toda explicación o intento de comprensión de la
Poesía, no se encuentra en la relación entre el mundo exterior, natural o empírico del
la Poesía desarticulada con cualquier elemento que no le atañe, logramos concentrar
nuestra indagación en lo que realmente nos interesa, un conocimiento sustentable de la
creación poética.
1.6. Conciencia poética: vivencia intencional y configuración verbal
interesa la creación poética se aclararán algunos elementos de indagación, pues se
deben reconocer las maneras de acercarnos al acto de crear, a la esencia de la Poesía.
Iniciemos con los prejuicios constantes en este campo. En la explicación de la creación
poética suelen percibirse en los siguientes sentidos: iluminación divina, inspiración
52
numénica, genialidad artística, inspiración o creación instantánea. Todas estas formas
la Poesía.
En un principio se tenía al poeta como ἑρμηνεύς de los dioses, un mensajero: ἄγγελος
entre los hombres. Luego, a las musas se encomendaba el don de la musicalidad y de la
metáfora precisa en el verso; en todo momento la creación poética ha sido posesión,
influencia o despojo de la conciencia en el hombre. De acuerdo a esto, el pensamiento
decimonónico resaltó el lugar del hombre, e igualmente resaltó una genialidad propia del
artista; de esta manera, el creador servía más como un conducto para el genio que como
conciencia en el mundo, dejando de lado la comprensión de la creación poética.
Finalmente, cuando se logra percibir el valor de la conciencia se la expulsa del acto de
creación; esto conlleva a ejercicios poemáticos que tratan de relacionarse con un
desasimiento del subconsciente, además, del inconsciente: el automatismo, el azar del
verso y de la creación.
En síntesis, puede verse que la conciencia del poeta no ha sido el aspecto central para
abordar la creación. Sin embargo, es necesario comprender que el movimiento de lo
en el análisis del poema o en la conciencia del lector de poesía. En tanto la Poesía entra
en contacto con lo interior del ser, ya sea en forma de inconsciencia o en otras como lo
íntimo o personal, su acción y hálito se dan consecuentemente en lo más profundo del
53
en hechos, a pesar de que su manifestación sea la escritura, el verso y el poema; todo
elemento que corresponda a una naturaleza extensiva, ajena o que no corresponde a lo
esencial de la Poesía, debe ser puesta a un lado. Pero, se pensará como objeción que
desconocemos lo esencial de la Poesía. A pesar de no tener sólidamente consolidado el
logos poético, si reconocemos que no se puede explicar el verso, ni el poema, ni la
conciencia poética, a partir de explicaciones exteriores a la Poesía como lo puede hacer el
lingüista, el profesor o cualquier conocedor de ciencia. Al contrario, la Poesía es en su ser,
en sí misma está su sentido, esto de acuerdo a que su forma de encuentro se haya en la
conciencia. Está el decir autoreferencial o retroactivo de lo poético, que surge en la
el movimiento puro de las vivencias de quien entra en contacto con la Poesía:
que no es visible, le hace ser lo que esencialmente es y al crearse lo crea.
(García Maffla 2001, p. 16)
La problemática que surge al abordar la creación poética radica en el carácter ontológico
que tiene su reflexión. No es posible aproximarse el acto de crear en el lenguaje dejando
de lado la búsqueda de interpretación y comprensión de la existencia del ser que surge en
la Poesía. Crear y hacer en el lenguaje es dar cuenta del fluir de vivencias a las que se
desea brindar significado, una búsqueda de sentido que es componente esencial de la
Poesía; y por lo tanto, componente esencial en el enfrentamiento que tiene todo ser,
frente a su finitud en el mundo. Pues bien, el hilo conductor de esta indagación sobre la
creación poética, parte de la vivencia intencional en el lenguaje poético, su creación en la
54
conciencia. Pues en esta radica la relación entre el ser del poeta, el lenguaje y el mundo
en que busca dar sentido a su existencia.
Frente al reduccionismo que se aplica a la creación poética, intento comprender la teoría
lector; en una configuración verbal, de la que surge un desborde de toda expresión
conceptual, llegando al sentido de un encuentro de horizontes, de sentidos y de encuentro
con lo esencial de la Poesía:
que toca algo que ha de llamarse “otro”, y una configuración que hunde sus raíces en la
inconsciencia y en lo ancestral, en el cielo y en la sangre, en lo que sólo es presentido,
explicarlos. Por esta razón última ha de revelarse en el alma humana la dimensión pura del ser
(García Maffla 2001, p. 20)
Así pues, cielo y sangre es el límite o señal de encuentro: horizonte en el preguntarse; la
perseguir la verdad del mundo. Al contrario es la comprensión de la existencia del ser en
el lenguaje, es hallar, renovar y transformar el sentido del ser y del lenguaje en la región
del espíritu que procura, en el sentido de cuidar entre el coidar y el cogitare, hacer
suceder en el mundo el sentido de la palabra: surgimiento de una configuración verbal o
de lo poemático. Ahora, la conciencia como término puede tener distintas significaciones,
pero en forma de categoría de análisis eidético, se plantea como una unidad o síntesis
fenomenológica de las vivencias del ser. Es decir, el yo puro: fenomenológicamente
55
reducido: “Si distinguimos el cuerpo del yo y el yo empírico, y restringimos el yo psíquico
puro a su contenido fenomenológico, el yo puro queda reducido a la unidad de la
conciencia, o sea, a la complexión real de las vivencias” (Husserl 1995, p. 480) Para
García Maffla, el verso como señal interior es la razón última por la que se revelará el
alma humana en la dimensión pura del ser; análogo a esto, parto de la corriente pura de
las vivencias en la conciencia, según Husserl, para encontrar la complexión real de las
vivencias en la conciencia del poeta.
Esto es lo que quiero trabajar en tanto un análisis eidético. Puesto que, al considerar la
pureza del ser de la que habla García Maffla, lo que nos interesa alcanzar es la conciencia
poética, entonces el concepto de vivencia intencional será el constituyente inicial. Como
la misma forma con:
La actitud fenomenológica sofrenamos, con universalidad de principio, la ejecución de todas
estas tesis con lo demás” a los fines de las nuevas indagaciones; en lugar de vivir en ellas, de
llevarlas a cabo, ejecutamos actos de reflexión dirigidos a ellas, y aprehendemos estos actos
en que se da el campo infinito de las vivencias absolutas” (Husserl 1949, p. 116)
La teoría poética, en algunos casos arte poética, no vive en explicaciones empíricas y
naturalizadas a cerca de la creación poética. Puede guardar silencio, en una especie de
mutismo por el poder de la palabra al crear o por la palabra gastada que no puede lograr
56
un sentido completo frente al desgarro de existir. Pero de ninguna forma, la palabra que
surge en la conciencia poética se vive como una palabra cualquiera: el poeta hace un acto
de reflexión dirigido intencionalmente hacia su propia conciencia y en este acto intencional
surge la creación. De forma más clara, el poeta tiene percepciones en su conciencia:
común como una vivencia, mientras la flor y la lluvia pueden ser llamados objetos. Pero
del espíritu se dirige intencionalmente a la esencia de la ausencia en la conciencia o a la
percepción de la flor en la conciencia, la forma intuitiva de estas percepciones se
denomina vivencia intencional.
lo circunstancia, al modo que lo trivial deja de serlo para llegar a intemporal. Pero más
intensamente, es lo que a un mismo tiempo está y no está, como lo invisible se une a lo
forma a qué se hace referencia entre una vivencia es sentido común y una vivencia en
sentido fenomenológico e intencional. El poeta vive con el yo empírico en un mundo
natural como cualquiera de nosotros, como el lingüista o el profesor o como el lector
mismo. Pero en la actitud de hundimiento dirige su conciencia a lo trivial: a una fracción
del mundo, y dice:
Ella, misma de la materia de la nieve
Su conciencia toma una vivencia cualquiera por ejemplo el encuentro con lo femenino,
pues una cosa es vivir la vivencia, y otra distinta es que en la conciencia se traiga una
57
vivencia en especial: una cosa es ver la nieve y tocarla, otra es no entrar en contacto con
intencional, en donde la conciencia a partir del recuerdo o la fantasía, se dirige
intuitivamente a este correlato de las vivencias puras. El poeta dirige la mirada de su
espíritu hacia esta vivencia, la nieve y lo femenino: en su interior, la intencionalidad que es
sea ahora en su conciencia una vivencia intencional, precisamente porque en su fluir ella
es nieve o ella es de la misma materia de la nieve. En esta vivencia intencional, hay una
mirada que se emana de la conciencia pura del poeta. Esto no es más que la conciencia
del poeta dirigida a lo esencial de lo femenino y de la nieve, estos objetos correlativos a
flujo de vivencias, ya no son de una naturaleza tangible, al contrario:
mientras que ahora estamos vueltos en el modo “cogito” al objeto puro, “aparecen” variados
que así aparece puede volverse un especial percibir (un cogito percipiente), pero no en el mismo
sentido que si los matices de sensación vivencialmente presentes.(Husserl 1949, p. 199)
eidético, se aclara que “toda vivencia cae como objeto bajo la mirada de la reflexión
posible, aunque sólo sea una nota abstracta de la vivencia. La intencionalidad es lo que
caracteriza la conciencia en su pleno sentido y lo que autoriza para designar a la vez la
corriente entera de las vivencias. Como corriente de conciencia y como unidad de una
conciencia” (Husserl 1949, p. 198) Todas las vivencias entran en el fluir de la conciencia,
de aquí que, a partir de un análisis esencial de una vivencia intencional se logre llegar al
58
fluir puro y esencial de la conciencia. El poeta, como ya se mencionó, logra crear a partir
del acto intencional. No es una percepción cualquiera lo que le permite crear, sino, un
especial percibir de las vivencias en su conciencia. Esto se manifiesta en unidades de
sentido puras: los versos.
En resumen: lo que la poesía quiere decirnos no lo captamos con la mirada fija en el tema y el
motivo, sino entregándonos al modo de presentación henchida de temple de ánimo y de su
atemperada significación. El temple de ánimo no tiene nada que ver con el “humor”, en el
como pura cáscara, como cobertura inesencial; los contenidos objetivos.
(Pfeiffer 2005, pp. 5051)
palabra poética hay una equivalencia con la armonía del mundo: un temple de ánimo. No
en los contenidos objetivos que menciona Pfeiffer, sino todo lo contrario, se encuentra en
los contenidos de la conciencia que son las vivencias intencionales. En la configuración
verbal de la poesía se suscitan, además del temple de ánimo, el ritmo y la melodía, la
metáfora: manifestaciones puras de las vivencias en la poesía, en palabras de García
Maffla “
Existe la poesía como región del espíritu y del mundo, y como configuración
59
verbal
, una región que toca algo que ha de llamarse <<otro>>, y una configuración que
14
hunde sus raíces en la inconsciencia y en lo ancestral” (García Maffla 2001, p. 20)
La conciencia poética es esa región del espíritu que se hace manifiesta en una
que se revelará en el alma humana la dimensión pura del ser de la creación, y por tanto,
la esencia de la poesía. Entonces, a partir de García Maffla y de acuerdo a Pfeiffer se
podrán reconocer los constituyentes esenciales del logos poético. Si a la base del logos
filosófico le corresponden: lo racional, la verdad y la unidad del ser, al logos poético en
tanto conciencia creadora en el mundo, le son armónicos: el temple de ánimo, la metáfora,
y unidad pura de la conciencia poética la “Experiencia poética de una esencia que
reclama en nosotros una verdad, un ser y un actuar ante la vida en libertad interior y en
percepción de lo invisible, de nuestros actos más próximos como de algo más vasto”
(García Maffla 2001, p. 78).
1.
7. Aclaración del modo de aproximación a la noción de conciencia de lo poético
En un inicio está el lenguaje, la manifestación de sentido que da apertura al ser en el
mundo. Ya aclaramos que el mundo no es la totalidad de objetos que nos rodean (1.5),
sino, el tejido de sentido, aperturas significativas que permiten a la conciencia del ser
posarse en la existencia: la correlación entre conciencia y lenguaje. No obstante no
hemos indicado a qué nos referimos con inmanente y absoluto en la conciencia,
únicamente, la mención constante de las vivencias intencionales en un fluir puro. De la
14
El subrayado es mio.
60
misma forma, no está señalado si la conciencia del poeta es la misma conciencia del
lector. Claramente no es de esta forma, entonces no podríamos tener acceso a la
conciencia del poeta a partir de la conciencia de un ser cualquiera, ¿La conciencia del
poeta es una manifestación singular y por tanto cercada y sin acceso a otra conciencia?
con esto tendríamos otra contradicción en el sentido de lo inefable en lo poético y por lo
tanto no podríamos sustentar ningún análisis, ¿La conciencia del lector mantiene la misma
relación con la Poesía que la conciencia del poeta?¿Qué rastro encontramos en la
conciencia con la creación de un poema?
el alma y las cosas o la persona y la objetividad, sólo que puestos en la esfera de los
movimientos de lo íntimo, de lo interior, así como de la percepción profunda del tiempo y de la
de la vida concreta de alguien (García Maffla 2001, p. 21)
El autor señala, lo cual puede servir ya como sustento de los elementos planteados, que
la cercanía a la Poesía es un movimiento interior: el movimiento de lo íntimo. De igual
forma, se insiste que toda naturaleza extensiva no debe infringir el tratamiento de lo
poético por tanto hay una desconexión en este sentido. Es decir, al mencionarse que la
vivencia está condenada a ser una misma y aislada frente a otras vivencias, y estas a su
vez imposibilitadas de un encuentro con otro ser?
61
La conciencia que se plantea fenomenológicamente en este análisis eidético se entiende
los yos que mantienen a su vez un encuentro con la Poesía, forman su sentido en la
síntesis de las vivencias, ya sea en la existencia esencial del ser de la poesía por medio
de la creación o por medio de la creación de sentido en la lectura. Cuando García Maffla
remite al lector a aquel que lo escribió sino a la poesía, quiere decir que el poeta no
con lo poético no llegamos a la vivencia vivida empíricamente por el poeta, sino a la
vivencia intencional de su ser que es en sí misma absoluta por medio del lenguaje. El
lector tampoco interesa en tanto lector, sino en cuanto conciencia inmanente que brinda
sentido a la configuración verbal, pues esta conciencia es la que brinda la apertura de
sentido que logra entrar a lo poético.
encuentro, no con ellas mismas como manifestaciones aisladas sino con la Poesía,
cobran inmanencia y el sentido absoluto en la existencia de lo poético. Por esta razón,
de la conciencia de él como una conciencia cualquiera, sino que llego a la conciencia
poética y por tanto a la esencia del ser de la Poesía. Por esta misma razón, en tanto
busco la esencia de una conciencia poética no llego a las anécdotas o experiencias
empíricas, que no son más que trivialidades de las vivencias de cualquier yo.
Todo lo
contrario, busco la conciencia inmanente de la creación que me llevara justamente a la
esencia de la Poesía. Por tanto, al aproximarme a la conciencia de la creación de García
62
Maffla, no estoy viendo en este análisis eidético una confusión de mi conciencia con
vida concreta de alguien, la Poesía es de un sentido inmanentemente existencial, en la
Poesía está en clave del sentido de un encuentro, porque “La poesía, junto con el vacío,
gravita en nuestra esencia como por vías de lo poético profundizamos en la realidad”
(García Maffla 2001, p. 25).
1.8. El giro de Orfeo: la inmanencia y lo absoluto de la conciencia poética
15
Ὀρφεύς ἄειδε τόν φόβος καί πόνον. Se conoce la historia de Orfeo y en lo mítico de su
hazaña encontramos un valor de claridad sobre la conciencia poética. Eurídice está
hayan escuchado. Se le aconseja bajar al Hades en búsqueda de la ninfa: logra encantar
la condena de la muerte.
La condición para recuperar a su amada es no girar el rostro, no dirigir su mirada a
juntos ¿Cómo saber que la ninfa está efectivamente en su espalda? La mirada de Orfeo
está hacia adelante, al progreso y avance de cada paso, no obstante, el peso de su
existencia está en girarse y en dirigir la mirada hacia el atrás: hacia el momento en que
Eurídice está con él, hacia el momento en que vivía el idilio. Sus ojos están hacia el frente,
15
Ovidio: Las metamorfosis, X, 8 85. Orfeo y Eurídice en Las metamorfosis, X, 1 – 85.
63
pero su conciencia se dirige hacia un hundimiento a lo que se le presenta en su interior y
en su vivencia:
Este yo es un todo real, que se compone realmente de múltiples partes, y cada una de estar
partes se llama <<vivencia>>. En este sentido, lo que vive el yo o la conciencia es justamente su
vivencia (Husserl 1995, p. 479)
Orfeo mantiene en sus pasos, en su deseo, en sus intenciones el girar para llegar al
encuentro con Eurídice. Mientras mantiene su mirada hacia un mundo más vivo, más
tangible o real:
Se coge cuesta arriba por los mudos silencios un sendero,
arduo, oscuro, de bruma opaca denso,
y no mucho distaban de la margen de la suprema tierra.
Aquí, que no abandonara ella temiendo y ávido de verla,
giró el amante sus ojos, y en seguida ella se volvió a bajar de nuevo,
y ella, sus brazos tendiendo y por ser sostenida y sostenerse contendiendo,
16
nada, sino las que cedían, la infeliz agarró aura
busca de Eurídice no de los pasos para salir del Hades, curiosamente, los pasos hacia
adelante son el deseo de volver: entre más alejamiento hay con Eurídice más cercanía
hay con la intención del encuentro. Si Orfeo ve la roca difuminada por la bruma, esta es
tan sólo un escorzo o manifestación de un fragmento de un todo, el cielo y la margen
suprema de la tierra son lo que denominamos una realidad y jamás se podrá tener en su
16
Ibid.
64
totalidad: Orfeo ve la roca en la bruma, pero ve sólo una forma, un color o un tamaño. En
cambio, la percepción de su amada es total y absoluta, Orfeo a cada paso percibe su
mundo natural, pero a cada paso se hunde más en la imagenapariencia de su mundo
interior: la síntesis absoluta del deseo por Eurídice.
sobre la trascendencia, no cabe sacarlo de ninguna otra parte que no sea el contenido actual
propio de la percepción, o bien de los complejos de índole bien determinada que llamamos
experiencia comprobatoria (Husserl 1949, p. 109)
Orfeo puede comprobar en su experiencia la roca, el suelo y sendero están ahí en los
17
realidad trascendente
contenidos actuales de su percepción en la . Él percibe los matices
o modos de aparecerse de los objetos en una realidad inmediata, en esta podemos ver
que “todo ser trascendente, de cualquier género que sea. Entendido como ser para un yo,
sólo puede llegar a darse de un modo análogo al de la cosa, o sea. Sólo por medio de
apariencias” (Husserl 1949, p. 240) Este modo análogo es una claridad entre el sentido
de vivencia intencional y el de cosa.
Tanto Orfeo, el poeta, el lector: como tal la conciencia poética, no están en modo de
revisar o percibir los objetos de una realidad. Esta distinción entre cosa y vivencia
“implica que la percepción de vivencias es un simple intuir algo aquello que se da (o
17
La roca, el sendero, como tal, el mundo natural que percibe Orfeo o toda conciencia poética es en
sentido fenomenológico trascendente “ A la cosa en cuanto tal, a toda realidad en su auténtico sentido
estricto, que todavía tenemos que explicar y fijar, es inherente, por esencia y de todo punto <<por
principio>>, la incapacidad de ser inmanentemente perceptible y, por ende, de encontrarse con ella
dentro de la complexión de las vivencias en general. En este sentido se dice que la cosa es, en sí y
puramente, trascendente.” Puesto que esta realidad se conforma de los matices o escorzos de un
cogitatum, objetos, distintos de una vivencia de la conciencia o cogitatio en el sentido Husserliano. en
§ 42. El ser como conciencia y como realidad en sentido Estricto. Distinción de principio entre los
modos de la intuición .
65
puede darse) en la percepción como <<absoluto>> y no como lo idéntico de los modos de
18
aparecer por medio de matices o escorzos.” (Husserl 1949, p. 242) Es decir, los pasos
de Orfeo perciben los matices de la bruma, de la niebla o del sendero, a su vez, pero con
mayor intensidad se da de manera inmanente la percepción absoluta de su amada.
Intuye, o mejor, en su conciencia se presenta la forma absoluta de Eurídice. La roca
puede ser percibida de distintas formas, pero su amada se presenta de una forma
absoluta.
Es inherente el que en ninguna se dé la cosa como una apariencia “absoluta" de ella, en lugar
como ingredientes en la vivencia de la percepción de cosas, funcionan a buen seguro como
matices o escorzos. (Husserl 1949, p. 101)
En síntesis, la diferencia entre cosa y vivencia, se da en tanto la cosa o como tal la
realidad se percibe en escorzos o formas en que un algo se percibe, lo cual nunca se da
en forma total: jamás tendré la totalidad de la piedra al percibirla, tan sólo los escorzos
que dan unidad de sentido de la roca a mi conciencia. Una vivencia intencional no puede
de esta, si la conciencia le dirige mirada a esta vivencia, la verá como un absoluto, sin
lados para percibirla, sino como el emanar mismo del fluir de la conciencia: las vivencias
18
En este apartado insistiremos en las ideas planteados por Husserl en Ideas I: párrafo
§ 44 . El ser
meramente fenoménico de lo trascendente Y el ser absoluto de lo inmanente.
66
intencionales están absolutamente ahí en la mirada de la conciencia, sin matices. De Este
modo, nos dirigimos intencionalmente a la vivencia, una percepción inmanente en el fluir
para llegar a su esencia pura.
Ahora, la importancia del mirar en Orfeo radica en el sentido de su percepción. Puesto
que él no dirige su conciencia al mundo natural que le rodea: su conciencia no va en
Lo que mueve la existencia de Orfeo no es la ουσίᾳ o la materia o lo real o la cosa que
puede percibir; lo que impulsa su conciencia, el actuar y la existencia de Orfeo es la
ἀπουσίᾳ o ausencia. Sus cantos son la manifestación del dolor de una ausencia, que es
en sí misma una vivencia inmanente en el sentido de que lo ya ocurrido que debe ser
revivificado trascendentalmente: una vivencia intencional que mueve a su espíritu en
busca de su amada.
El punto culmen de Orfeo es el giro. Está de frente al mundo real en contraposición al
mundo en el Hades o mundo de la ausencia: ουσίᾳ frente ἀπουσίᾳ, materia frente a
ausencia. En su frente está el haz de Apolo y el enceguecimiento de encontrarse en lo
real: el sentido de una claridad total. En su espalda está Eurídice, están la ausencia, las
sombras, las imágenes y la apariencia del mundo. El llamado está en ver a su amada,
67
fin tomar la apariencia de Eurídice. Falta poco para salir a la claridad total y sabe que
cuenta con el obsequio de Perséfone y Hades. Por un lado está la totalidad de las cosas
como hechos inmediatos a los que su experiencia empírica y su percepción pueden
acceder, por otro lado, está la esencia de su existencia en el sacrificio por el encuentro,
que es la patencia de su amada en lo inmanente de su conciencia.
No puede ser de otra forma. Los poetas están condenados al desgarramiento de sentirse
desasidos, no buscan la totalidad de las cosas. Orfeo dirige su mirada a la imagen de
pues el acto de creación poética siempre se dirige a lo que emana la conciencia, nunca a
los objetos de una realidad totalizadora lo que lleva implacablemente a un desgarro. “En la
esfera absoluta no hay espacio para la pugna, la falsa apariencia, el ser de otra manera.
Es la esfera de la posición absoluta.” (Husserl 1949, p. 106) Lo patente en el fluir de la
conciencia, lo cual ya hemos denominado como lo absoluto es una percepción que
abandona a la cosa como cosa y se dirige a la esencia de la cosa en cuanto intuición de
esta en las vivencias. Ahora, Orfeo no puede retener la imagen de su amada, lo absoluto
jamás puede ser apresado estáticamente o congelado en un sentido único: es la
puede ser de otra forma, Orfeo pierde a su amada:
En la plenitud de su unidad no es adecuadamente apresable. Es por su esencia un río al que,
dirigiendo la mirada de la reflexión a él, podemos seguir a nado desde el punto del ahora,
68
retención tenemos conciencia de lo que acaba de fluir, o bajo la forma de la rememoración
retrospectiva. (Husserl 1949, p. 105)
El giro de Orfeo sustenta las formas de lo inmanente y absoluto en la conciencia del
últimos son claves para una comprensión hermenéutica de toda obra. En Orfeo se hace
patente la retención del sentido de sus vivencias, de igual manera, logra la concreción de
vivencias. Esto último implica un dinamismo y movimiento de las vivencias intencionales.
Esto es obvio en el sentido en que decimos “un fluir de vivencias en el sentido unitario de
la conciencia”. A manera de ejemplo, En el horizonte hermenéutico la retención del
una interpretación única, máxima o perfecta. Todo lo contrario, Se manifiesta el acto de
lectura, el acto de creación, el acto del logos poético como un movimiento o devenir. Un
proceso de apertura de sentido en el fluir puro de las vivencias en la conciencia poética.
Fluir absoluto e inmanente que mantiene al lenguaje como fuente primaria frente a las
cosas del mundo. García Maffla señalará esto en el cuestionamiento sobre el qué nos
entrega la Poesía:
Un punto de llegada que es el único punto de partida en cuanto movimiento de la interioridad
de manantial a la lengua del poema. Y el manantial de la poetización, como senda hacia lo
Absoluto y al misterio, está depositado en lo más hondo del existir individual y en lo más
indecible del sujeto poético (García Maffla 2001, p.37)
69
Un más allá en el ahora, retención, que mediante una nueva patencia del sentido del
lenguaje, transfiguración, sirve de manantial para la configuración verbal del poema:
poetización. El giro órfico es entonces muestra del acto de creación. Toda conciencia
poética se enfrenta a este giro, abandono de lo real inmediato a peso del hundimiento en
lo inmanente de las vivencias para llegar a la esencia de toda ausencia, ἀπουσίᾳ, ἀπο:
por encima de toda materia de lo decible, lo indecible del sujeto poético que es
comparable a lo inefable de la poesía.
1.9. El valor de gradación de lo inefable de la Poesía y del logos poético
Äπουσίᾳ será fundamental para la teoría poética en Jaime García Maffla, a esto
volveremos al momento de iniciar su lectura hermenéutica como acto circundante,
aproximación al sentido de ¿Qué es la poesía?, al momento de ir al texto mismo. Ahora,
absolutas. Inicialmente sabemos que toda conciencia puede tener una experiencia de
cualquier tipo, pero nuestro interés radica en una forma especial de vivencia:
Por ejemplo, la vivencia del árbol no puede equipararse o reducirse a la cosa física árbol,
cosas que contiene nos importan no como meras cosas sino como sentido, como eidos, en
como vivencias y es como vivencias como trascienden y se hacen esenciales. (GUEVARA, 2014
p. 120)
Entonces como lo señala Guevara las percepciones del mundo, o de mejor forma, las
manifestaciones intuitivas de este en la conciencia: la manifestación del árbol, el sentido
70
de las palabras en el verso, las imágenes que evoca el poema, son el εἶδος que importan.
Lo que se hace esencial en el logos poético. No obstante, aproximarnos a estas
consciente, en un campo de percepción indeterminado. Por esto Guevara propone una
oscuras. Lo que es planteado como gradaciones para la aprehensión de las esencias de
las vivencias intencionales. Ahora, surgirá la pregunta sobre el valor de esto para la
comprensión de lo poético. Ante esto se debe señalar que: “Siguiendo a Husserl
entonces, podría decirse que la poesía es un camino, un horizonte válido, en la
aprehensión de las esencias. Para este filósofo, las obras poéticas tienen un puesto
preferente en la fenomenología de la percepción y en general, en las ciencias eidéticas.”
(Guevara 2014, p. 124) Para Guevara lo que importa en el acto poético es un acontecer
acorde al camino que hemos venido trazando.
apertura de sentido. Pues más allá de una deconstrucción o reconstrucción del mundo por
a partir del logos poético. Por ahora retomemos, el horizonte de la gradación como un:
Traer a la perfecta claridad de una cercanía normal lo que en el caso flota en una oscuridad
71
valiosas intuiciones en que se den con plenitud las esencias y las relaciones esenciales
mentadas. (Husserl 1949. p. 151)
Esta plenitud es un dirigir o lanzar la mirada a lo que tenemos ahí delante en el fluir de la
conciencia. Lo circundante al campo de mi percepción. Recordemos Orfeo, él mantiene
delante de sus ojos un sendero, la luz y un mundo tangible, pero lo que está ahí delante
en su campo de su percepción es la imagen de Eurídice. Esta imagen es a lo que se
la conciencia poética: la ἀπουσίᾳ. De este modo, cuando no están presentes los objetos
una forma intuitiva, a manera de lo presente en la ausencia que es lo patente en la
esencia de lo poético. El grado de claridad radica en los modos en que se pueden hacer
patentes las esencias, ya en ocasiones oscura y difusamente, ya en otras de forma clara y
sencilla. Entonces en los modos de su manifestarse:
Si se dirige la mirada de la investigación a las vivencias, éstas se ofrecerán en general en un
cierto vacío y cierta vaga lejanía, que no permiten fijarlas ni singular, ni eidéticamente. Otra cosa
darse y si quisiéramos investigar la esencia de ese vacío y esa vaguedad mismos, que, en
contraste, no se dan vagamente, sino con la más perfecta claridad. (Husserl 1949, p. 151)
En la ausencia es donde más se ratifica la manifestación del vacío o vaguedad, de la
imprecisión u oscuridad. En el logos poético nos encontramos con una configuración y
transfiguración del mundo por medio del lenguaje, esto se logra en grados de claridad y
oscuridad: de lo cercano y lo lejano de “la experiencia poética prisma único del sueño, con
lo que éste tiene de relación con la intuición y ese momento del Ser que es cada ser en
72
cuanto emoción pura” (García Maffla 2001, p. 24) dependerán los valores de creación y de
encuentro con los sentidos que evocan esa emoción pura cuya forma esencial es en la
Poesía la ausencia.
El modo de percepción de la ausencia configura el sentido de lo poético, frente a lo
oscuridad para quien no logra atemperarse al verso y no llega a la revelación de la
fuerza del sentido, a quien logra comprender la vibración interior en un grado tal de
claridad que llega a una cercanía absoluta de la vivencia. Esta cercanía absoluta es lo que
Ser del logos poético que describe García Maffla deviene en ser poético en cuanto
emoción pura.
de la Poesía
Partir de la conciencia, de lo intencional en las vivencias y los grados de claridad, hace
pensar a cualquier lector que estos elementos constitutivos del método fenomenológico,
lo poético y una manifestación del conocimiento de la Poesía, que es esto lo que
buscamos. No obstante, en este caso no se plantea un análisis de la conciencia poética
73
aproximación descriptiva a la conciencia poética. Como tal, no nos corresponde llegar a
una fenomenología como ciencia rigurosa o a una reducción trascendental de la Poesía,
intencionales, que por lo tanto, conforman esta forma peculiar de logos.
Consecuentemente, se debe describir y clarificar la esfera inmanente de la conciencia
poética. En este punto, vemos que nos encontramos en las formas de aprehender
directamente lo esencial de la Poesía a partir de forma eidéticas, o señalado de mejor
singular de las manifestaciones inmanentes del lenguaje en la conciencia.
comprender las manifestaciones inmanentes?, ¿Cuáles son esas formas de relación
dificultad con respecto a un solipsismo anclado en lo inmanente aunque ya aclaramos
hermenéutica filosófica,
las formas de contacto entre las conciencias (1.7.); y la que
puede plantearse desde Heidegger como una facticidad que presenta la comprensión
o descripción, como en este caso de lo inmanente, que se dé
El problema hermenéutico asume así ese papel constitutivo que en Husserl a la vez se
reconocía y se superaba con el motivo de trascendentalismo. El sentido metódico de la
fenomenología como pura posibilidad trascendental a una fundación de la filosofía como
74
19
hermenéutica de la efectividad, de lo
concreto cosa que excluye la eventualidad de una
epoché
, de una puesta entre paréntesis del mundo en la reducción fenomenológica. (Ferraris
2000, p.p. 217218)
Es decir, la forma de aproximarnos a la teoría poética de Jaime García Maffla, no debe ser
sólo en un sentido de la inmanencia, es este un primer paso descriptivo, sino también, en
cuál es el valor del sentido en sí mismo. ¿Cuáles es el sentido del sentido poético, el
modo de ser de las descripciones inmanentes que abordaremos? pues son estos una
forma de interpretación y comprensión del ser de lo poético y por tanto de lo esencial del
logos poético. Esto representa un paso más allá de la descripción, en tanto análisis
efectivas existenciales y ontológicas de lo poético, como tal: una transición de la
19
El subrayado es mío. En constancia de especificar una conciencia que no es sólo una forma de
percepción “desinteresada” o totalmente objetiva al momento de lograr una mirada trascendental, sino
de forma distinta, resaltar esa relación entre: conciencia, lenguaje y mundo, donde los presupuesto
históricosexistenciales hacen que no se den descripciones trascendentalmente puras, pues más allá
de esto, las interpretaciones transforman fácticamente la existencia. Manifestación de una
hermenéutica fáctica que apuesta por las formas de transformación a partir de toda comprensión e
interpretación.
20
Gadamer comprende esta discusión en el apartado de Verdad y método “El proyecto
Heideggeriano de la fenomenología hermenéutica” donde menciona de forma clara la comprensión
como forma originaria de realización del estar ahí.
75
Comprender no es un ideal resignado de la experiencia vital humana en la senectud del espíritu,
a la ingenuidad de ir viviendo, sino que por el contrario es la forma originaria de la realización del
cuanto que es poder ser y <<posibilidad>>. (Gadamer 2003, p.p 324325)
Lo que indica con esto Gadamer no es más que la facticidad del estar ahí, claramente que
ya un método, una herramienta para el entendimiento, tampoco “como en el intento de
Dilthey, de fundamentar hermenéuticamente las ciencias del espíritu, una operación que
seguiría, en dirección inversa, al impulso de la vida hacia la idealidad. Comprender es el
carácter óntico original de la vida humana misma” (Gadamer 2003, p. 325) De una forma
concreta: se reconoce, a partir de una hermenéutica filosófica, que la comprensión no es
se constituye como forma en que se da el ser. Esta radicalización de la hermenéutica, de
la interpretación y la comprensión indica que:
corazón mismo de su situación fáctica, de un determinado estado de interpretación de la vida
fáctica, estado que le viene predado, que sostiene inicialmente la misma hermenéutica
fenomenológica de la facticidad y que ya no puede ser enteramente erradicado (…) continúa
(Heidegger 2002, p. 49)
76
De esta forma, al momento de investigar sobre
¿Qué es la poesía? señalo que en la
facticidad, o en el valor de la comprensión en lo existencial, se hallan las diferentes
nosotros mismos hacia lo poético. Esta situación fáctica o este preguntarme, ya no es el
solipsismo fenomenológico trascendental, más bien, es el constituyente de experiencias
singulares de un estado predado: aperturas de horizonte cuya influencia determinan
constantemente un modo especial de abrirnos a los sentido en que puede surgir toda
comprensión de la poesía, este modo especial es el sentido que tenemos en tanto la
acción del preguntar que tengamos. Cuando la vida fáctica se encuentra en el arrojo al
mundo, como un encuentro de sentido, se ve arrojada a horizontes de sentido
preestablecidos que implican entonces ver a la hermenéutica como un ejercicio que
conciencia al momento de preguntarse, elemento que ya hemos hecho al momento de
indicar todos los prejuicios que están alrededor de la conciencia poética (1.6.). De otra
forma, en la vida fáctica siempre nos encontramos en condición interpretativa, lo
fundamental del ejercicio hermenéutico pasa por identificar la situación interpretativa y
establecer sus modos de darse.
Entonces, ya está especificado que la comprensión se encuentra como condición del
preguntarse en situación hermenéutica, lo que conlleva a que la facticidad funde cierto
sentido existencial. Las formas en que esto se da en lo poético es lo que nos ocupa en
77
en facticidad, como condición hermenéutica y las formas en que se brinda un
conocimiento a partir de todos los elementos aportados hasta este momento.
Cuando denominamos que el grado de claridad de la vivencia, junto a la situación
hermenéutica se indica que, este valor de vivencia no se desaparece al momento de ser
descrito o analizado, todo lo contrario: se piensa como unidad en el fluir de la vivencia y
gana sentido único precisamente en este fluir, pues recobra significatividad en el mundo.
A esto es lo que denominamos situación hermenéutica. Esta relación de lo parcial y lo
total gana fuerza en el ejercicio de comprensión. Pensemos en el texto, allí comprendo la
unidad de sentido de un elemento particular, y lo logro en relación con la significatividad
hace inagotable pues toda determinación significativa del texto puede llevarse a cabo en
desplazamientos de sentido, lo que hace que nosotros recobremos nuevas formas de
comprensión.
En este punto, parece incuestionable que podamos señalar que quien logra comprender el
ganado, lo significativo, a su propia existencia. Esto es lo que posibilita a Gadamer
mencionar una vivencia estética, y lo que nos posibilita a nosotros plantear una
78
énfasis en este apartado, al lector quien comprende y transforma su existencia desde el
ejercicio lector, puesto que la lectura jamás llegaría a agotarse ni a ser estática, pues:
Una vivencia estética contiene siempre la experiencia de todo un infinito. Y su significado es
experiencia, sino que representa inmediatamente el todo. (Gadamer 2003, p. 107)
Ahora, este proceso abierto que nos indica precisamente nuestra finitud como seres que
se ven enfrentados a lo infinito de la totalidad, indica un primer momento de los
desplazamientos de sentido. Estos se logran en un elemento ya señalado, pero que no
hemos explicado con minuciosidad: el horizonte. Este concepto que se consolida de forma
fundamental en las investigaciones de Husserl, y que a su vez es desarrollado por
Gadamer, intenta desplegarse como “ un horizonte [que] no es una frontera rígida sino
algo que se desplaza con uno y que invita a seguir entrando en él” (Gadamer 2003, p.
horizóntico
309) Así pues, la intencionalidad vista desde lo constituye un ejercicio
dinámica, movible y en constante renovación, lo que implica a su vez, un ser por
comprender en cada caso, de acuerdo a su horizonte y a su existencia.
79
2. CAPÍTULO DOS
DESCRIPCIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA TEORÍA POÉTICA DE JAIME
GARCÍA MAFFLA
Porque por encima de la palabra
está la acción y por encima
de la acción está el silencio.
La caza
2.1. Pasos sobre la senda, instancias de aproximación en la Poesía
El libro
¿Qué es la poesía? Se compone de diez capítulos, todos ellos están entretejidos
en el tercero y cuarto. Puesto que el sentido de esta poética es la verdad interior del
poeta, y como ya lo hemos señalado anteriormente, las vivencias que logran ser un fluir
constante de la conciencia, se entiende el porqué de esta particularidad del texto. En un
siguiente capítulo abordaremos netamente el texto, apoyándonos con variantes en los
sustentos teóricos que ya hemos planteado con antelación. Con esta propuesta
de allí a comprender la verdad interior que se emana en la conciencia poética.
80
Para esto se analizarán eidéticamente y bajo la noción de descripción: las instancias de la
Poesía que propone el texto, la configuración verbal que surge del acto de escritura
en la palabra poética como forma eidética del lenguaje, y finalmente de acuerdo a estos
sustratos, la descripción comprensiva del acto de creación poética en Jaime García
Maffla. Posteriormente, y desde la concreción de sentido que logremos del acto de
creación, plantearemos el sentido esencial de este acto desde la comprensión e
interpretación del ser poético. La conciencia que encontraremos en el acto poético, nos
llevara a la conciencia netamente poética, al ser de la Poesía, y allí podremos comprender
e interpretar su sentido existencial.
Desde donde abordar a la Poesía, toda aproximación o cercanía debe tener un espacio
hacia el que se brinde esta noción de encuentro. Dónde hallar la conciencia poética, si
fuese en el poema, en la poesía o en la experiencia poética, no sabríamos aun donde
hallar el sentido esencial de esta. Para García Maffla la existencia de la Poesía se da en
forma abstracta de esencia, como un momento del espíritu y del sentimiento. Pero ¿Cuál
es la manifestación de ese momento del espíritu y cuál la patencia del sentimiento?
Dónde encontrarlas.
La Poesía no es apresable bajo un concepto, pues su forma está bajo la noción de
sentido: es interpretable en situación existencial. Toda manifestación del sentido es un
desplazamiento de lo significativo del ser que tiene contacto con el lenguaje; es decir,
recrea un mundo. Dinámica del significado en lo poético. Entonces, tendremos que toda
81
esto la palabra deja de decir, pues en lo que no dice está el sentido. Esto lo
comprendemos en tanto, “definir la poesía resulta imposible; tan sólo se puede indicar y
rodear el fenómeno (…) Así la forma verbal <<es>> adquiere un carácter descriptivo”
ser.
brindar una manifestación clara que logre enfatizar en valor de lo poético. Estos pasos
funcionan en tanto un desplegar de sentido de la Poesía. En contra de lo inefable como
absoluto, encontramos lo absoluto como vivencia en lo poético y por ende, la posibilidad
“el poder ser” en cada caso para cada conciencia. Entonces, según García Maffla
encontramos una senda que recorrer: “Su pregunta es antigua como el canto, y su
respuesta se ha dado con la poetización misma” Hallamos en primera instancia el
preguntar; cuestionar y responder son la configuración inicial del diálogo, con estas
logramos el horizonte del lenguaje en el mundo. Más adelante el poeta señala que “a la
poesía responde lo poético, y a lo poético responde el poema. [y que] También existe la
noción paralela de la experiencia poética, dentro de lo inefable, lo sin habla” (García
Maffla 2001, p. 15) Surge entonces que nuestra aproximación se da en tanto un diálogo:
pregunta y respuesta, en cuya circularidad no encontramos respuestas estáticas, sino
de apertura que posibilita el diálogo.
82
Luego, viene la señal: la Poesía está en lo poético, y esta responde a la primera por
medio del poema. De nuevo la circularidad que renueva las posibilidades significativas. A
el todo de la Poesía, no en una secuencia de Poesíapoéticopoema. Encontramos el
estas no son desligables en sí mismas. De otra forma, estas instancias no pueden ser
separadas y tenidas como entidades separables y disgregables, pues según García Maffla
la superposición de estas manifestaciones se muestra como un unísono:
según sus estancias (la poesía, lo poético, la experiencia poética, el poema…), sino, al
contrario, una superposición, un decir al unísono de lo que es y de lo que no es, de lo que
muestra y lo que no, así como de las figuras inmediatas o etéreas del alma o de la vida.
(Garcia Maffla 2001, p. 19)
Esta denominada superposición, declara la expresión cotidiana de la Poesía. Es decir, la
Poesía no es apresable bajo un nominalismo o conceptualización, pero la declaración de
es
su presencia por medio de la descripción –específicamente de un en sentido eidético
se puede brindar en cualquiera de sus instancias o en la apertura de sentido en el decir
unido a esta noción de superposición posibilita un paso más de claridad o de traer a la
cercanía de
lo dado en la teoría poética, para la comprensión esencial de la palabra
poética.
83
El diálogo se dará en distancias superpuestas, en el entrecruzamiento de: palabra, ser en
el mundo y conciencia poética. Su expresión se dará en el encuentro entre el ser, la
lectura comprensiva de la palabra poética y el encuentro con la expresión unísona de la
Poesía.
2.2. La base armónica de la Poesía o de la configuración verbal
es revelación, para el hombre de sí mismo y para el mundo de su condición auténtica”
pensamiento. Toda la teoría poética de este poeta se remite con insistencia a la
superposición de las instancias poéticas. Sin embargo, en algunos capítulos da énfasis a
esto en caso de que el lector desee comprender directamente en el poeta los
planteamientos sobre este aspecto. No obstante adelantaremos un análisis de los
texto.
La poesía mantiene en su sentido en una base armónica compuesta de: la musicalidad
del lenguaje, la imagen poética, y el temple de ánimo. Este elemento, que ya ha sido
presentado con antelación se sintetiza en el pensamiento poético de García Maffla de la
siguiente forma:
84
¿Pero por qué escribío el poeta su poema? Por una razón sobre otras: sabe de la poesía y ha
conocido antes muchos otros poemas. La fórmula de los versos existe en su mente antes de la
aparición de la imagen, y esa imagen toma en su mente la forma de los versos. También hubo
antes armonía interior, algo como un acorde prerracional e íntimo. Es así, no sólo como se
poeta, el lector sabe lo que es un poema. (García Maffla 2001, p. 74)
La unión de las palabras conforman la unidad del verso que unidas con el sentido de la
musicalidad y de la imagen dan cimiento a la noción de poema. “A la pregunta por la
poesía se responde con la existencia del poema, una configuración verbal que es
virtualidad pura. Y a la pregunta por el poema y lo poético se responde con la poesía
como presencia del misterio en la emoción humana” (García Maffla 2001, p. 77)
Configuración verbal es la forma en que García Maffla puede llegar a comprender la
armonía interior, pues tanto el acorde íntimo como la virtualidad pura no son más que el
temple de ánimo que ya hemos mencionado. Primero está la creación del verso, un
ejercicio personal que a partir de las vivencias en el mundo posibilita la creación del
sentido, luego viene la conformación versica que da nacimiento al poema, para llegar
es el encuentro de un ser con la esencia del lenguaje en lo poético.
rítmicomelódica; y que en cuanto masa de sentido, lo que importa es su virtud proteica.
La
85
21
cierto hondo temple de ánimo
; su articulación sintáctica y su significado objetivo le confieren
virtud de conjurar una figuración dinámicamente atemperada por un temple de ánimo.
(Pfeiffer 2005, p. 31)
Tanto la curva melódica del lenguaje como la figuración metafórica están conformadas por
el temple de ánimo del poeta. Lo que se denomina configuración verbal, lo encontramos
principalmente en las descripciones desarrolladas por García Maffla en torno a la noción
de verdad interior “La poesía es la mirada del hombre hacia su interior” que es lo que
lenguaje poético crea una tensión espiritual que devuelve al hombre tanto a lo que él es
por alguna determinación profunda de su estar en la vida” (2001, p.41).
Entonces, concretamos que configuración verbal es la noción que sustenta el valor
esencial del poema, puesto que los constituyentes que se dan desde el temple de ánimo,
son precisamente la tensión espiritual que permiten al ser preguntarse (ratificando la
noción de diálogo que ya hemos presentado), en determinación comprensiva y fáctica.
Ahora, García Maffla define de forma más precisa el temple de ánimo de Pfeiffer. Es decir,
teoría poética. Entonces, la base armónica que se sustenta en el pensamiento de García
Maffla se da desde una armonía interior que componen cinco condiciones para el poema:
21
El subrayado es mío.
86
1 Sentido musical; 2 sentido del lenguaje; 3 Ejercicio de imaginación; 4 Conciencia de los
Estos cinco puntos pueden tener variantes; son objeto de conocimiento y de aplicación, de
experimentación que ayuda a crear un temperamento poético (García Maffla 2001, p.p. 7475)
Este temperamento poético, no es solamente análogo al planteamiento del temple de
ánimo, sino que explica de mejor forma que quien mantiene la búsqueda por la verdad
relación con su vida, vivencia, y con los otros, el mundo, desde la relación fáctica de la
existencia. Para finalizar la noción de la curva del lenguaje en ¿Qué es la poesía?
Podemos ver las formas intuitivas de lo musical según García Maffla, sintetizadas en:
El motivo y la forma el verso; el primero es seleccionado por la emoción, y la segunda se
de las palabras. Y nos reuniremos en torno a los poemas con sus variantes en los temas, las
palabras, la prosodia, y los temples de ánimo, situándose todo en el terreno del hacer.
(García Maffla 2001, p. 74)
Entonces, además de “las líneas melódicas del lenguaje poético [que] van dibujando una
ποιητικός en nuestra búsqueda por una forma de conocimiento de la Poesía desde la
teoría poética de García Maffla. La imagen poética en García Maffla se brinda desde la
relación con las cosas del mundo, lo totalizante y el sentido de lo intuitivo.
87
Como tal, la conciencia poética, según García Maffla, se expresa como un manantial que
emerge de lo más profundo del ser, de forma sintética se pensaría que el fluir de los
de esto la imagen poética en:
ese mundo, así como hacia aquello que puede o ha de trascenderlo. De ese camino se hará
cargo la visión. (García Maffla 2001, p.p. 2223)
Es decir, podemos comprender que en los planteamientos de García Maffla hay una
región del ser en la que mantenemos un encuentro con lo esencial del lenguaje se logra
percibir que el hombre está encerrado en el cerco de su propia vida, es decir, el ser lo
pero así mismo, es la forma de contacto con los otros y con el mundo. El cerco es la
sucesión de estancias que en este caso se dan en la percepción de lo poético: una orilla
en la que la sucesión de ondas (vivencias, palpitaciones de lo cotidiano, o experiencias)
se entrelazan en la visión.
El camino que se anuncia por medio del presagio o la manifestación de lo evocado en la
visión es el enclave en que la imagen poética suscita desde un pensamiento intuitivo la
verdad interior de la conciencia poética. Así pues, estos entrelazamientos de nuestros
cercos o nuestras visiones del mundo se dan en la valencia de una figura perenne, en el
88
entretejido de las palabras que logran conectar: poetalector, un tejido infinito en que los
hilos de la palabra poética se atan y entrelazan la imagen del verso. Ahora, esta imagen,
claramente no es del tipo físico sensorial, sino de la vibración interior que evoca la
desde una introproyección de la conciencia, parte para llegar en algún momento a la
trascendentalidad de su inmanencia. Aquí de forma contraria, desde la vibración interior,
logramos percibir que el pensamiento intuitivo que es suscitado por la valencia de la
imagen poética ha superado desde la inmanencia la búsqueda por lo trascendente.
Puesto que el encuentro de las imágenes que se entrelazan logran la unión de
conciencias para una conformación única de encuentro a partir del diálogo: la conciencia
poética.
Con todo lo anterior hemos dejado en concordancia: la base armónica que hemos
propuesto para comprender el fenómeno poético con la conciencia poética que
encontramos descriptivamente en García Maffla; para llegar más adelante, a la noción de
verdad interior, y finalmente, a la expresión esencial de la Poesía.
2.3. Lugar del lector en la poética de Jaime García Maffla
La conciencia poética es en sí misma una expresión propia del ser del lenguaje, como tal
no es exclusiva del poeta, ni del escritor. En tanto haya un desplazamiento de sentido en
la obra de arte, entonces tendremos que conceder un valor de creación a lo patentizable
del sentido, de lo contrario la obra se agotaría, y más que esto, no existiría. Sin
espectador la obra no se da en el mundo, e igualmente, sin lector, la obra literaria; en
89
especial la obra poética no se daría, esto debido a que no podría generar un
acontecimiento en el sentido sin un lector.
No obstante ya se ha especificado que la conciencia poética es aquella que está en
contacto intuitivo con el ser de la Poesía. De allí que una experiencia, o mejor, una
vivencia intencional, que se convierta en acto creador de la palabra poética no es el
mismo de la vivencia que provoca la lectura de un poema, suscitando aperturas de
sentido. Los dos de alguna manera son actos recreadores del lenguaje, uno porque
transforma al lenguaje por medio de la creación, el otro porque transforma la existencia en
sí misma por medio del contacto con la creación.
¿Qué nos entrega la poesía? Lo poético es una senda para la trascendencia y para penetrar la
“otro” que hace nuestro íntimo y secreto de vivir. (…) Y el manantial de la poetización como
lo más indecible del sujeto poético. (García Maffla 2001, p. 37)
Si el lector se acerca al poema, lo toma entre sus manos, tendrá en forma física un papel
no le habrá expresado nada. Si adelanta la lectura empieza a sumergirse en un sentido de
en la esencia del lenguaje y por tanto se encontrará con su ser más puro: el fluir de sus
vivencias, las cuales se conectarán con la noción más esencial de vida interior. ¿Qué es
lo que le entrega la poesía al lector? Entrega una manifestación de lo absoluto.
90
¿Pero esta manifestación no ha emergido entonces de la conciencia del poeta? En
realidad y como ya lo hemos aclarado anteriormente:
el poema, pero el poema escrito no remite al lector a aquel que lo escribió sino a la poesía.
(García Maffla 2001, p.p. 2021)
Una aclaración que repetimos, la conciencia creadora y la conciencia lectora son remitidas
por medio de los desplazamientos de sentidos, de la concreción y retención de vivencias
en su fluir puro, a la conciencia poética. Por esta razón, todo este análisis eidético me
lleva al manantial de la poetización como senda hacia lo Absoluto. En el texto
encontramos un capítulo centrado exclusivamente a esta dimensión de la Poesía, el
capítulo ocho.
el texto de su sentido, claramente, debido a que el texto puede ser el mismo, más las
posibilidades de sentido que suscita pueden ser sumamente distintos. A su vez se
distingue del lector porque en evidencia de claridad los lectores cambiarán. Ya hemos
aclarado el valor esencial del poema: estructura vérsica con una configuración verbal
sujeta a una base armónica. De igual manera, adelantaremos aquí la descripción del
lector de poesía para la consecución de la conciencia poética.
91
Llegamos a la lectura del poema. Con ella hay un segundo motivo, que puede enunciarse como
las relaciones temporales de la poesía con la vida, una vida que no se da de modo abstracto,
cosa” y se la recibe en nuestra mente. Hay, pues un distanciamiento de los objetos útiles y una
aproximación a nuestro respirar (García Maffla 2001, p.p. 6162)
manifiesto o teoría poética, tomamos en sí cualquiera de las instancias de las
El mundo se contrae hacia las palabras y logramos ese entrelazamiento de la imagen
poética que junto a la curva melódica del lenguaje recrea nuestra facticidad en el mundo,
es decir, tomamos actitud frente al mundo desde el texto y desde la lectura. Nos
de forma inmediata, pero al tiempo, hay un distanciamiento con los objetos útiles de la
vida. Con esto el poeta indica que toda lectura poética va en conexión con una vida
interior, con un fluir inmanente de la conciencia y fácticamente con el sentido que rodea,
“cerca”, el sentido del ser, en palabras de García Maffla, vemos que la lectura se conecta
a las vivencias intencionales evidenciando formas esenciales con el ser:
Como cuando cae una piedra en un lago una sucesión de ondas, dejamos la lectura, y no
seguimos en lo que hemos leído, sino que eso leído sigue en nuestro interior, creando una
silenciosa y misteriosa relación de sensaciones, de percepciones únicas, de vacíos y plenitudes,
92
de sensaciones y visiones de la existencia depositada en nuestros ser. (García Maffla 2001, p.
69)
La relación temporal del poema junto a un grado de cercanía y lejanía proveen la forma de
comprensión en la lectura poética. Es decir, al escuchar el verso (lo escucho aunque sea
aparto de mí el mundo natural que me rodea, aunque circundantemente siga ahí. En
existencia: la temporalidad se aboca a reunir lo significativo del poema que da
y uno de cercanía en toda lectura poética – he aquí la falla en la educación poética –,
poético: el respirar, la cadencia de las imágenes que brotan y se imbrican con mis
vivencias más auténticas.
Esto es lo que distingue García Maffla como relaciones temporales de la poesía con la
del poema, cerramos las puertas a todo lo que no haga parte de nuestro propio ser” Con
de naturaleza extensiva o de experiencia empírica que tiene todo lector, frente a las
análisis debe efectuarse en grado existencias puesto que “La lectura del poema es un
instante de conciencia del tiempo, del ritmo universal, pero a la vez una separación de la
93
historia; conciencia que el hombre tiene de sí mismo, independiente de la naturaleza, a al
cual alude el poema pero en camino hacia lo impalpable” (García Maffla 2001, p. 52), en
tanto esto impalpable es la esencia de los objetos en el mundo o de la conciencia en
cercanía al mundo circundante, la Poesía será la forma de contacto más esencial e
interior que el ser del lenguaje pueda lograr.
el primer grado la escritura poética, y dejando un tercer grado de cercanía la experiencia
poética. Lo lejano y lo cercano posibilitan la gradación de claridad sobre la esencia de la
Poesía. Por esta razón el poeta es quien mejor logra describir la cercanía entre el ser del
lenguaje con la esencia de la Poesía, al describir esta relación logramos evidenciar las
formas vitales de este nexo. El lector de Poesía, igualmente, podrá tener cercanía a este
sentido y logrará encontrar los grados de claridad que describe el poeta, pues su ser
“Entra en relación consigo mismo, como si se mirara o se pensara, en un cercado de
silencio interior que se abre gracias a la armonía de la lengua poética” (García Maffla
del diálogo entre el preguntarse de lo poético y el padecimiento recrean esa significativa
instancia señalada, para finalizar con esto: ¿Cuál es el valor de la apertura del silencio y
su importancia en el logos poético de Jaime García Maffla?
2.4. El habla poética de Jaime García Maffla, expresión del escuchar y el callar
94
Hemos llegado al grado de claridad de la teoría poética, comprendemos las instancias
propuestas por García Maffla, sus grados de claridad y la posibilidad de estas para llegar
cómo
a la esencia de su Poesía. Ahora debemos comprender el de su acto de creación
poética desde sus planteamientos. Poesía es la expresión de sentido, sentido es toda
forma de significatividad para el ser en el mundo, ya sea la imagen, la palabra o el acto,
todo constituyente del ser que exprese una forma de significatividad podrá ser tomado
sentido.
como En el poeta el sentido esencial de expresión es la configuración verbal, sus
constituyentes eidéticos son: musicalidad del verso, imagen poética y temple de ánimo.
Estos constituyentes generan cohesión a partir de formas físicas como la entonación, las
sginificación semántica de las palabras, el espacio en blanco entre estas y entre los
versos. A estos espacios blancos los denominamos silencios.
Entonces comprendemos que lo esencial al sentido de toda configuración verbal le es
enfático un valor de significatividad (con los constituyentes que hemos descrito
anteriormente) y de la misma forma un valor de silencio. Los valores de silencio no
son las posibilidades de apertura en el lenguaje poético. El silencio es la expresión de
aquella comprensión que interpreta para sí mismo el sentido de lo que se le da: es el giro
órfico, la autoreferenciación de la conciencia sobre la conciencia poética, y ante todo, la
expresión del diálogo.
El silencio es un espacio de conexión y entrelazamiento, cada espacio de sentido
tangible, de la misma forma, el silencio que une a las palabras y que funciona como
95
cohesionante comprensivo que no es expresable físicamente. Con esto no nos referimos
a que no se pueda comprobar que el silencio existe, naturalmente puedo evidenciar que
no articulo sonido, y que allí, hay silencio. De forma sumamente distinta, si digo: no
entiendo, significa que no he escuchado, porque cuando entiendo no soy una avalancha
no entiendo,
de explicaciones o de una articulación al decir pues este no entiendo ha
ocupado el espacio del silencio comprensivo: cuando comprendo escucho y si escucho
esto el silencio expresa, porque es la pausa comprensiva que hila las manifestaciones
vivencias, con las formas musicales del cuerpo físico de los versos.
En una discusión no hay espacio del silencio y por esto no hay expresión de la
comprensión, puesto que no hay acto de escuchar y consecuentemente, los puentes de
apertura de sentido anclados al escuchar no existen. En la discusión el tú y el yo expresan
sentidos, palabras y formas significativas sin dar espacio para la escucha, es decir, sólo
hay una única avalancha sin pausa. En cambio en el diálogo hay aperturas de sentido
donde el preguntar da cabida al silencio, y donde nos prestamos a la construcción de
sentido que no es más que un desplazamiento de lo significativo. Allí tendremos
la
estructura eidética de lo poético: el verso es un diálogo sin respuesta, pero con
construcción de sentido del mundo.
El poeta cuestiona, su poema no cesa un preguntarse, aunque este sea descriptivo o
contemplativo, toda palabra poética es en sí misma un cuestionamiento del mundo
circundante. Allí surge el diálogo, pues el lector escucha este hundimiento poético,
¿Recordamos que el poeta jamás da respuestas del mundo y su palabra es un solo
96
hundimiento en las apariencias del mundo (Cap II)? Y en el silencio que rehace el sentido
de este preguntarse, abriga en su interior este desplegar que se produce en el
cuestionamiento.
pronunciación de los versos. De lo sin habla, que es lo inefable, va a la letra escrita. Es decir,
aquello que no puede decirse y hace nuestra mirada, pensamientos, acciones y recuerdos
,
22
ideal y deseos. (García Maffla 2001, p. 23)
Hemos llegado a la razón principal por la que se denomina inefable a lo poético: El
silencio que cerca la esencia de la Poesía. La materia de la poesía es el silencio o la
ἀπουσίᾳ, la ausencia de la forma física. La ἀπουσίᾳ (apousía) es ἀπο, hacia, ουσίᾳ, la
materia; ausencia es el espacio en blanco entre los versos, es el espacio en blanco entre
lo esencial del objeto que se patentiza en la vivencia intencional: es gracias a la
manifestaciones del ser, el hundimiento en el mundo de las apariencias y el
enfrentamiento con la muerte y la inmanencia de lo absoluto en la imagen de la amada.
de encuentro en el diálogo y por tanto, no se da una apertura de sentido.
Silencio es lo
análogo de la expresión poética como ἀπουσίᾳ, a la manifestación de la razón filosófica
de la unidad del ser. Por ello la base armónica de la configuración poética mantiene el
22
El subrayado es mío.
97
sentido esencial del silencio, y genera la confusión con lo inefable como camino
intransitable hacia el decir poético. Lo inefable está, puesto que está la ausencia y el
silencio, pero este no es un escollo, sino que es el constituyente comprensivo del logos
poético y conforma la función del “poder ser” de la comprensión en la existencia. “Este
hablar está vuelto a lo indecible. Poetizar es una relación, un contacto despojado con el
Ser, con los hilos secretos que unen lo que existe.” (García Maffla 2001, p. 52).
La poesía y la oración tienen que ver con las voces del silencio, con su cifra en el orden del
sólo un evocar, un llamado a la luz de lo invisible. De lo callado y de lo no dicho hacen parte el
pensar solitario y la oración mental, esos estados de aislamiento límite en los que sólo puede
mirarse hacia el alma (García Maffla 2001, p. 55)
claridad descriptivos la cercanía de la ausencia al decir poético, Evidenciamos que el
y logramos describir su manifestación en lo poético.
el escuchar:
Sólo donde es dada la posibilidad existenciaría de hablar y oír puede alguien escuchar.
Quien “no puede oír” y “tiene que tocar” quizá puede muy bien y justamente por ello
escuchar. El “no hacer más que andar oyendo” es una privación del comprender oyendo.
andar oyendo. (Heidegger 2010, p. 183)
98
Sólo quien ya comprende es porque ha escuchado, y la esencia del escuchar es el
silencio. Esta posibilidad esencial del lenguaje, el callar expresado en el silencio implica
faltan las palabras” (p. 183) Esta relación del silencio como el callar comprensivo
evidencia la valencia señalada, y su expresión se haya en el diálogo “el decir muchas
cosas sobre algo no garantiza lo más mínimo que se haga avanzar la comprensión” ante
las palabras prolijas en lo explicativo la Poesía guarda silencio, busca la verdad interior
expresada en su verdad interior, puesto que
“Sólo en el genuino hablar es posible un verdadero callar. Para poder callar
necesita el “ser ahí” tener algo que decir, esto es, disponer de un verdadero y rico
“estado abierto” de sí mismo (…) La silenciosidad es un modo del habla que articula
tan originariamente la comprensibilidad del “ser ahí”, que de él procede el genuino
183184)
de sentido del ser en el mundo
. Que de forma concreta es un despliegue de lo significativo
del lenguaje en la esencia poética. Cuya mayor expresión se da en la esencia de la
ausencia. Encontramos, entonces, a partir de todo lo anterior que para forjar la
el sentido del silencio como la posibilidad del diálogo en Poesía.
99
Para finalmente franquear la barrera de lo inefable y comprender el telos del análisis
eidético adelantado hasta este punto, debemos comprender el sentido del diálogo en el
logos poético, y en especial, en la teoría poética de García Maffla. No obstante, veremos
que el diálogo que es la expresión de todas las descripciones adelantadas hasta este
punto, es la muestra de un padecimiento y un sufrir la creación poética. Así pues, en la
última recta de nuestro análisis de esta teoría poética evidenciaremos el
cómo de la
que se ve abocado el sentido que comprende el logos poético. Esto, como resultado de
superar la barrera de lo inefable a partir del silencio.
2.5. Comprensión de lo eidético en la palabra poética de García Maffla: El
padecimiento
Como ya se ha señalado, ¿Qué es la poesía? Es un fluir que es anticipado por varios
padecer. Para García Maffla, no hay otra forma de experiencia que permita la mejor
expresión del logos poético que el padecimiento.
¿Por qué la palabra poética? Al ser humano le es necesaria para hacerse, dase ser y perdurar.
100
el vacío que es llenado por la evocación o que es asumido por el viaje interior. Un poema
remite tanto a Ser como al vacío. (García Maffla 2001, p.43)
El aliento de la palabra poética es la desesperanza y el deseo, de la primera surge la
cuya forma mantiene una relación con el silencio, o la posibilidad del no decir, en cuanto
un sentido no alcanzado, manifiesta su cercanía en la conciencia creadora con el
entrega del ser, cuya finalidad última es la realización de este ser en ese acto, como la
elación suprema. Se dice entonces que el artista es apasionado pues tiene una entrega
se revele su ser más íntimo como artista. De igual forma, el decir poético o el logos
su vida interior, y es remitido por esta pasión al padecimiento de la creación:
Y en la poesía vive el tiempo, el fluir silencioso de la vida para la unión del sueño y la vigilia. Si
en cuanto zona del mundo habla al hombre de otros mundos y de otras formas del mundo,
como región del espíritu y como experiencia habla al hombre de la libertar y soberanía
interiores
… Por esto el poema, siempre del lado del sufrimiento humano y de su elevación,
habla de una condición que es la de todos, de la misma manera que dice lo que todos
quisiéramos decir. (García Maffla 2001, p. 48)
La creación se verá impelida por una consecuencia que surge del cerco del silencio que
se teje en lo poético.
101
3. Capitulo IV
REFLEXIONES FINALES
3.1. De las relaciones que se hallan
102
El acercamiento que se ha adelantado funciona como una descripción hermenéutica del
fenómeno poético desde Jaime García Maffla, uno de los poetas más importantes y poco
propuesta de desarrollar una teoría poética, como el sustrato literario para fundamentar un
pensamiento sobre la Poesía, espera ser desarrollada para otras obras poéticas.
Se proponen de forma clara, sustentos del lenguaje a partir del estudio riguroso del logos
poético, y de la descripción de su esencia en el lenguaje para una aproximación a la
Poesía desde su propio ser. Estos elementos desarrollados en la hermenéutica y en la
comprensión, hacen que tomemos la palabra poética aquella manifestación que hace
transformar al lector. La generación de sentido y sus desplazamientos en la apertura de
horizontes, son fundamentos que deben desarrollarse en una teoría poética mucho más
amplia, sin contar la relación entre historia y ser, que en Poesía debería verse como
tradición poética y ser que aún está a la espera de ser propuesta.
finalmente Gadamer, se considera que hemos logrado presentar, así como lo hiciera
a la
García Maffla, teoría poética como una posibilidad del conocimiento del ser del
lenguaje. Esta tiene como formas básicas el retorno a la esencia de la Poesía en sí, una
investigación de las esencias en enclave hermenéutica, es decir, comprensiva. Ir a la
Poesía en sí consiste en buscar los fundamentos primeros del acto de creación poética;
el silencio y su valencia comprensiva. Debido a las limitaciones de las descripciones
desarrolladas, es necesario investigar los fenómenos a partir de las vivencias fundantes
103
que profundicen lo que hemos propuesto en este espacio. Para alcanzar un conocimiento
seguro y riguroso, tal como lo hemos propuesto, sobre la Poesía.
Pero entonces, ¿en qué consistió este análisis eidético y hermenéutico, esta vuelta hacia
es
la Poesía en sí misma? Según García Maffla, todo el valor del en Poesía, no es más
que una descripción, una aproximación o cercanía, como una flecha que roza un objetivo
pero que nunca lo alcanza. En concordancia con este decir, forma central en el
pensamiento de García Maffla, a la Poesía en sí no le corresponden los contenidos de la
en la conciencia y con la presentación Absoluta de las vivencias en ella. Aquí hemos
conciencia del poeta, conciencia poética, es un proceso renovable, nunca estático y por
es posible captar las verdades filosóficas, que son ellas mismas infinitas, inmutables y
evidentes. Este método es la manifestación más eficaz para adelantar el hallazgo de las
formas vitales en la creación poética.
De acuerdo a esto, se proponen los elementos de este trabajo como una posibilidad más
para adelantar la investigación literaria. Así mismo, se hace especial énfasis en el uso que
proyecto curricular LEBEHLC, en textos literario donde se evidencia una postura en la
104
creación literaria, e igualmente, en la posible aplicación para desarrollar una práctica de
creación literaria desde los elementos encontrados en cada análisis eidético.
3.2. Hallazgos concretos
En dónde hallamos la poesía y cuál es su manifestación en las palabras. En el sentido
objeto. Esta es una de las ideas alcanzadas después del tránsito de lo poético como
silencios, el padecimiento y un asistir al sentido del mundo, entonces podemos afirmar
la Poesía: nos señala y aproxima a regiones distintas del ser en el lenguaje.
de la sustancia o presencia para el pensamiento, y su replanteamiento en el sustento
poético como la ausencia. Por otro lado, desde este paso eidético se propone un
acercamiento hermenéutico que deja como resultado los elementos clave en el texto
acercamiento a la conciencia poética desde la simultaneidad de instancias que propone
acto de creación: el padecimiento.
105
Recrear el fenómeno en lo que calla el verso es el lanzamiento de la palabra que
configura el poema. Este acto esencial que da nacimiento al poema tiene un sustento
Poesía no es posible, puesto que ya demostramos que los desplazamientos de sentido
provocan una relación dinámica en el significado, tanto en quien crea el verso, como quien
lo lee. La aproximación del arquero que arroja la palabra, será pues, ese acaecer en que
el ser del poeta se verá envuelto una y otra vez en el sentido del logos poético. El
presente, en la conciencia del poeta, es la recopilación de sucesos de un ensueño,
lejanos a él mismo y que logra acercar al poema, vagos pero inequívocos.
El presente se conforma de la corriente fenomenológica del yo puro: de ese yo que
aislado del cuerpo físico del poeta y del yo empírico de la cotidianidad, llega a tener
percepciones de las vivencias que conforman su conciencia, esta corriente unitaria
fenomenológica es lo que constituye la conciencia del poeta, esta corriente unitaria es la
añoranza y el traer de vuelta la vivencia que conforma su intencionalidad, el traer de
vuelta, nostalgia y padecimiento. Sufro luego existo. El poeta padece la existencia. El
riesgo de un abismo que se vive entre palabra y palabra.
En esta instancia se puede rodear y volver, girar sobre lo ya construido para dar sentido
de la aproximación a la intención de la conciencia del poeta. La poesía es indefinible, y
ella misma se presenta al ser del hombre, al parecer, como un a priori en la conciencia. La
Poesía parece se presenta, como si fuera un antes del acto de la conciencia, La poesía es
nuestra alma que anda a solas por las sendas del tiempo señala García Maffla. Poesía
106
habita en el alma gracias al lenguaje, anda a solas en el transcurso de la corriente del yo
puro, que consolida la conciencia y buscar este sustento es la función teórica de la
Poética.
Afirmo que en la poética de García Maffla es patente, ya no aparente, la presentación en
poeta. Al crearse –lo poético– lo crea –el existir del ser del poeta–, lo que se presenta
como una perogrulllada: que el ser del poeta es en tanto este crea o tiene una existencia
poética, en realidad se hace patente como la esencia misma del ser nuevamente en la
experiencia del sufrir en la que se logra crear. Pues la pregunta por la Poesía siempre ha
estado ahí, es más, es el pensamiento quien se pregunta por el ser, la presencia y
existencia de la Poesía sin saber el cómo y el cuándo surge el lenguaje poético, más sin
embargo, con una respuesta que se haya en el fondo de esta misma indagación. El
intención por el cómo surge, ya presenta en sí misma su pregunta y su respuesta, la
pregunta es el poema y su respuesta es en sí misma la Poesía, un rodeo que da el
devenir del ser del poeta: la ensoñación y la añoranza.
El poeta no sabe qué es la poesía, sabe que su conciencia lo impulsa a algo,
intencionalidad creadora, esta se da en su yo puro y llega a la configuración verbal
llamada poema. La reflexión sobre esta intención poética, es lo que García Maffla
encuentra como inmanente, emerge de la conciencia del ser en sí mismo lo poético.
107
Y así lo poético en los niveles encontrados de forma clarificada, llevan a que la poética de
García Maffla sea un texto de importancia en la literatura colombiana, cuyo cuerpo
compuesto de palabras; texto o tejido que nos lleva al padecimiento de la palabra, sea
una liberación del ser, que deja atrás las formas finitas de la palabra unívoca y despliega
una verdad sensible de la conciencia del poeta. García Maffla desteje en un sentido
personal el acto de creación en Poesía, lo que nos deja ante el sentido de su intención:
toda la Poesía es a la vez un haz de palabras que en la transformación que se da por
medio de la lectura, en las curvas musicales del lenguaje y en las imágenes poéticas,
hace surgir la actitud interior del poeta que recrea el mundo.
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