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Slow life en la ciudad?!

Este movimiento que surgió en los ´80s en Italia y nos


propone bajar un cambio, reducir el estrés y mejorar tu ca-
lidad de vida… suena muy lindo… casi un sueño hecho
realidad, pero ¿Cómo aplicarlo a mi día a día cuándo ten-
go tantas cosas para hacer?

Me levanto cada mañana, hago el desayuno para la fami-


lia, preparo todo para Matteo (si es que no llegué la noche
anterior), lo visto y salimos a la guardería… reuniones,
responder mails, chequear las redes sociales, coordinar
entregas, productos, diseñar nuevas líneas, probar mate-
rias primas nuevas y formulaciones, conversaciones tele-
fónicas, bancos y demás antes de que Matteo salga a las
14:00hs… pasarlo a buscar, hacer juntos las compras, ju-
gar, cocinar, entre medio siguen apareciendo mails, lla-
mados, reuniones familiares, compromisos… ufffff… visto
así todo parece más que agobiante. Millón de actividades
para unas pocas horas en el día… Todas las que somos
mamás sabemos que no es fácil, y con nuestros trabajos y
obligaciones parece más cuesta arriba todavía…

¿Y qué hacer al respecto?

Lo que te propongo es que vayas a tu ritmo. Cada una de


nosotras es diferente, organiza y disfruta de cosas total-
mente distintas.
El cable a tierra o momento slow que encontré, son los
baños de inmersión. Es un tiempo sólo para mí: me relajo
y bajo los decibeles, puedo pensar claramente… es mi ri-
tual de 30 minutos en el que tranquilamente lleno mi bañe-
ra y me dejo llevar, regalándome tiempo para mí, relaján-
dome en el agua.

¿Cómo lograr mi objetivo?

Tomar un baño de inmersión ayuda a que mi cuerpo baje


revoluciones, mis músculos se repongan, mi ritmo cardía-
co baje y oxigene mejor mi sangre, mis poros se abran y
liberen todas las impurezas que traigo de la ciudad….
Agrego productos para nutrir mi piel, y uso aceites esen-
ciales para que ayuden a equilibrar mis emociones.

Lo hago en un ambiente cálido, con una música que me


transporte y lleve a mi mente a donde quiero ir ese día.
Algunas veces llevo conmigo a la bañera ese artículo o li-
bro que hace tiempo estoy pateando leer porque no tengo
tiempo.
Otras, me preparo un rico té que me recuerde a los que
me hacía mi abuela.
En ocasiones me sirvo una copa de buen vino que me sa-
yuda a relajar al finalizar la semana. Así disfruto mi mo-
mento mientras analizo todo lo bueno que se logró y qué
me faltó para ponerlo como prioridad la semana siguiente.

Te invito a que lo intentes y elijas ese cambio en tu rutina


por otra que te permita reconectar, recargar, redireccionar.
Y la próxima te contaré sobre ese efecto dominó que ve-
rás se desencadena en tu vida gracias a que te animaste
a dedicar sólo un tiempito para vos!

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