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El contexto de la educación en México

FELIPE DE JESÚS BALD ERAS


OPINIÓN
Viernes, Diciembre 9, 2016 - 18:29

Nadie se puede evadir del contexto en el que vive. Los tiempos y el entorno de alguna forma
nos condicionan, pero para no despertar críticas, no nos determinan. Vivimos y actuamos
conforme al contexto y sin lugar a dudas una de las variables más importantes es el modelo
económico que enmarca las relaciones de los individuos que conformamos este gran país.

Del neoliberalismo se creyó en un momento de la historia, que sería el modelo que traería el
bienestar y el progreso social y hasta el momento no ha sido así.

Desde mediados de los ochenta se instaló en México con sus variables básicas, la
preeminencia del mercado y la libre competencia. Todo esto, tiene sus complicaciones,
porque en el mercado y la libre competencia participan quienes tienen los medios y las
capacidades, no todos pueden participar. En ese sentido, el modelo educativo mexicano y
las universidades se alinearon para “formar” en competencias ¿pero cuáles competencias?
Por supuesto, las del libre mercado.

Por eso, cuando surge la entrega de la prueba PISA (Programa Internacional para la
Evaluación de Estudiantes), una prueba internacional promovida por la OCDE
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), que tiene como consigna
medir elrendimiento de estudiantes en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias
naturales, nos rasgamos las vestiduras por los resultados obtenidos.

“México, último lugar de la prueba PISA”, dicen las notas. Pero, por qué nos extraña, si desde
que la prueba apareció; es decir, desde el año 2000, estamos siempre en el mismo lugar. Los
resultados presentados y que tanto ruido hicieron en esta semana corresponden al 2015,
pero no creo que al final de 2016 las cosas hayan cambiado así que se dan como un reflejo
cierto en materia educativa.

México en su dimensión educativa se encuentra en el lugar 53 de 65 países. La realidad es la


siguiente: en el área de Matemáticas somos el lugar 53; en lectura se ocupa el lugar 52, y en
ciencias el sitio 55. El examen fue aplicado a 33 mil 806 estudiantes.

Shangai ésta en el primer lugar, obtuvo 580 puntos; Hong Kong, 555; Singapur, 551; Japón
con 547 y Finlandia con 545. Abajo se encuentra México con 165 puntos. Lo sorprendente
de todo esto son las reacciones. Políticos, empresarios, académicos, líderes en general que
dicen, esto es una vergüenza y comienza la cacería de brujas.

El Secretario de Educación nacional, afirma que los responsables son Vicente Fox (porque
su gobierno tuvo como punto de partida el año 2000, fecha en la que la prueba inicia)
Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo. Se deslinda diciendo que la Reforma
Educativa es actual, comenzó apenas hace dos años y añade: “Los cambios educativos no se
pueden dar de un día a otro”. La reforma educativa tardará 10 años en dar frutos, o sea 7 a
partir de ahora. Sin tener bola de cristal, vaticino que en siete años seguiremos en las mismas
porque esa no es la causa. Lo que el Secretario revisa son las consecuencias. Las causas son
otras.

El problema es una concatenación de momentos inconclusos y en otros casos entrecortados.


Es decir, en razón de la dinámica histórica del sistema educativo mexicano, por el contexto
político, los determinantes de la tarea del maestro, la tradición y la práctica del sistema
escolar, la escuela mexicana; no produce, ni reproduce valores que enaltezcan el trabajo, la
diligencia y la responsabilidad. Estos atributos, aunque parezcan como objetivos en algunos
programas, no se pueden enseñar por la vía del currículum formal, sino por medio de
didácticas que favorezcan la colaboración en todos los sentidos.

El Secretario de Educación coloca la reforma educativa como la panacea, no es solamente la


evaluación del docente lo importante como lo determina la sacrosanta reforma. Son
importantes también los procesos, el modelo educativo, el rol del profesor en la enseñanza,
el rol del alumno en la construcción del aprendizaje, la administración escolar, la
elaboración del currículum, las famosas tecnologías de información, pero sobre todo hay que
tener en cuenta que las personas, no son el resultado pasivo de los genes o del ambiente,
sino de las experiencias activas que dan sentido a sus vidas.

La base de la educación en México en el siglo 20 se fundamenta en las ideas de Vasconcelos


que buscó forjar la identidad nacional y creyó en la educación como un elemento de
liberación humana. Moisés Sáenz proyectó un plan donde la escuela debía prepara al ser
humano para la vida, bajo el presupuesto de la recuperación de los valores más profundos
de la humanidad. Bassols propuso una educación incluyente que dejara de lado los
prejuicios. Torres Bodet propone una educación para la democracia y la paz, donde la
construcción de la ciudadanía es fundamental, y Jesús Reyes Heroles, por su parte, tendrá
en claro la importancia del humanismo en la sociedad. ¿Qué paso con el pasado?

El sistema educativo en México, hoy promueve competencias, pero ¿quiénes pueden


competir? ¿Todos? Es importante que se tenga en cuenta que en los asuntos del aprendizaje
todos somos diferentes. No todos tenemos la comprensión al respecto de las mismas áreas
de oportunidad y de interés. Se educa para poseer, para consumir, para tener no para ser,
para ser eficiente, para el pragmatismo, pero no para que se preserve la cultura, para que se
asimile y desarrolle la ciencia, para que se amplíen el estado de las artes, para que el
individuo alcance un buen número de libertades, para vivir en comunidad y que genere
ambientes democráticos, que es la teleología del sistema educativo mexicano. No se requiere
tanto.

Los resultados de la prueba PISA no develan que los estudiantes mexicanos no tengan
capacidades intelectuales, sino que evidencia la incapacidad de quienes están al frente de los
gobiernos y sus políticas públicas, particularmente en materia educativa.
Develan el poco interés que tenemos los profesores, los padres de familia y la sociedad en
general en una educación que comprometa y transforme. Los países punta en la prueba PISA
no solo son los mejores en las matemáticas, lectura o ciencias naturales, en la mayoría de los
casos son punteros en calidad de vida, anticorrupción e investigación.

No son solamente los maestros y su evaluación los responsables de “la catástrofe silenciosa”
de la que hablaba Gilberto Guevara Niebla en su famoso libro, ni es Fox, Zedillo, Calderón y
Elba Esther Gordillo, como afirma el Secretario, ni son los chicos que se ven evidenciados
en la competencia, somos todos los mexicanos los que nos seguimos negando a tomar un
libro, a tener voluntad para salir adelante, a ofrecer oportunidades a los que menos tienen,
a abrir espacios públicos para el aprendizaje o bien, como dice Paulo Freyre, a “educar para
la libertad”.

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