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Elemento de competencia 3:

Conocer y profundizar la revelación Divina en su fuente escrita en los otros textos joánicos. Adentrarse en el
marco histórico de cada una de dichas obras. Identificar los géneros literarios y la correcta hermenéutica de
cada obra. Saber aplicar a cada obra los criterios de análisis literario y teológico.
Criterios de desempeño.
1) Fundamentos objetivos sobre los autores, su relación con la comunidad joánica y
con el apóstol Juan.
2) Extraer los planes y estructuras de cada obra joánica diversa al evangelio.
3) Argumentar la revelación Divina según la teología que nos presenta cada libro.
4) Conocer muy bien el contexto histórico y cultural para poder interpretar mejor
en nuestra época los mensajes.
5) Objetividad en el género apocalíptico, manejar las diversas herramientas para
poder llegar al misterio oculto en el apocalipsis y comunicarlo con eficacia a nuestros
contemporáneos, sin caer en extremismos fatalistas o negativos de la acción salvífica de
Dios.
Desarrollo temático:
TEMA 1. LAS CARTAS JOÁNICAS:
Las Cartas Joánicas: son tres las cartas que se clasifican dentro del estilo y teología joánica.
Existe una afinidad entre el cuarto evangelio y las tres cartas, por lo cual se designas cartas joánicas.

1. Dimensión Histórica:

a. El ambiente de la comunidad: se deduce de la lectura atenta del texto. Se trata de una


comunidad influenciada por la predicación y enseñanzas del apóstol Juan.
b. Ubicación espacial de la comunidad: la región de Asia Menor, con una mayoría que proviene del
helenismo, y algunos judeocristianos.
1) La carta a “Electa” o a Gayo más que cartas dirigidas a un individuo, lo hacen a la
comunidad o a un jefe de comunidad.
2) La tradición joánica se afianzó con el paso del tiempo sobre todo en Asia Menor,
sobresaliendo Éfeso con centro de religiosidad del inicio del cristianismo.
c. Ubicación temporal: lo más posible, a finales del siglo primero. La primera Carta de Juan era
conocida por Policarpo y por Justino, por ende existía antes del 150 d.C. Eusebio refiere que
Papías se había referido en sus predicaciones (que son del año 130 aproximadamente) a la
primera carta. Otro dato importante proviene de las citaciones que Ireneo de Lion hace de la
primera carta de Juan en sus escritos, y también dice que Juan el discípulo del Señor, se
trasladó a Asia Menor y escribió allí, durante el reinado de Trajano (98-117). Por todo lo
anterior se puede concluir que las cartas fueron escritas entre los años 90 y 100 d.C.

2. Características esenciales: han logrado un desarrollo teológico que proporciona a la comunidad las
siguientes características:

a. Una continua mirada retrospectiva a lo que se anunció desde el principio (Cf 1Jn, 1-4). Es por
ello que dicha comunidad ya no está en contacto directo con el evento transmitido, y más bien
apoya su fe en lo que oyó (Cf. 1Jn 3, 11).
b. La apostasía, por ello se debe apartar a los anticristos que buscan conquistar seguidores entre
los fieles cristianos, “salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros” (1Jn, 2, 19). Se
presentan divisiones dentro de la misma comunidad (el caso de Diotrefes, Cf. 3Jn, 9-10).
c. Claro esfuerzo de las comunidades por conservar la propia identidad apostólica, rechazando las
herejías (1 Jn, 4,4), especialmente las que proceden del gnosticismo.
d. Una estructura jerárquica, deducida de la autoridad del que escribe (expresiones como “hijos
míos”, título de “presbítero” para designar un miembro con autoridad), predicadores
ambulantes.
e. Surge en las comunidades diferentes interpretaciones de los hechos y enseñanzas del apóstol.

1) Problema cristológico: niegan que Jesús sea Mesías, el Hijo de Dios. Separan el
Jesús histórico del Cristo de la fe y del Hijo de Dios (cf. 1Jn 2,22-23; 4,3.5-6). Es por esto
que se enseña “Éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesús el
Cristo” (1Jn 3,23).
2) Problema soteriológico: proviene de una cristología errónea, docetista: el Hijo de
Dios no murió realmente en la cruz. Ante esto se afirma la verdadera soteriología: “El
Hijo de Dios es el que vino por el agua y por la sangre: Jesucristo” (1Jn 5,6).
3) Problema eclesiológico: división eclesial, causada por los anticristos, ellos
“salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros” (1Jn 2,19). Desunen con su
palabra y su comportamiento. Desobedientes. El caso de Diotrefes (cf 3Jn 9-10). Ellos
olvidan la tradición histórica sobre Jesús (cf 1Jn 4,1-6) y desprecian la vida ética para
lograr la salvación, puesto que se consideran iluminados, sin pecado (Cf. 1Jn, 5-20-21), y
descuidan el mandamiento del amor (1 Jn 3,11-18; 5, 2-4).

f. El autor confiesa la auténtica fe en Jesucristo, remarcando:


1) la preexistencia de Jesús: “lo que existía desde el principio” (1Jn 1,1), “el que es
desde el principio” (1Jn 2,13).
2) El acontecimiento salvífico de la encarnación: “lo que contemplaron y tocaron
nuestras manos” (1Jn 1,2), “el Hijo de Dios se manifestó” (1Jn 3,8).
3) La muerte expiatoria de Jesús por el derramamiento de su sangre: “La sangre de
su Hijo nos purifica de todo pecado”(1Jn 1,7), “Él es víctima de propiciación por nuestros
pecados” (1Jn 2,2).
4) La filiación divina, divinidad de Jesús: “El que niega al Hijo no posee al Padre” (1Jn
2,23), “Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo” (1Jn 5,20).

g. El comportamiento ético: dogma y moral son inseparables. La ética surge del dogma cristiano.
No se puede conocer a Dios y al mismo tiempo no cumplir sus mandamientos: “Todo el que
permanece en él, no peca. Todo el que peca, ni le ha visto ni conocido” (1Jn3,6) y “En esto
consiste el amor de Dios, en que guardemos sus mandamientos” (1Jn 5,3).

h. Por lo tanto en las tres cartas hay una finalidad común: sostener y afianzar la confesión de la
fe en Jesucristo, enfrentando posturas adversas como el docetismo, la gnosis. Ejemplos de esa
finalidad de preservar la fe: “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia
para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo”
(1Jn 5,20). En la segunda carta, “todo el que se excede y no permanece en la doctrina de Cristo,
no posee a Dios” (2Jn 9). Y en la tercera carta el presbítero escribe: “No experimento mayor
alegría que oír que mis hijos viven según la verdad” (3Jn 4).

3. El Autor:

a. Elementos en los que los exegetas concuerdan:


1) Miembro de la comunidad joánica, testigo de la tradición joánica, posiblemente
jefe de la comunidad de Éfeso.
2) Las tres cartas tienen un mismo autor.

b. ¿Nombre del autor? Opiniones:


1) Ireneo: el apóstol Juan. Él afirma que el autor del cuarto evangelio es también el
mismo de la primera carta.
2) En el Canon de Muratori: se atribuye a Juan las cartas. Lo cierto es que según la
tradición, las tres llevan el nombre de Juan.
3) Dos personas distintas: muchos exegetas consideran que se trata de dos juanes:
uno el apóstol Juan y el otro el “presbítero” Juan, heredero y continuar de la tradición
joánica.

4. El comma joánico (“comma” significa parte de una frase): se refiere al texto de 1Jn 5,7-8: “Pues tres
son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno; y tres
son los que dan testimonio enla tierra: el Espíritu, el agua y la sangre y estos tres son uno”. Las
palabras en cursiva no constan ni en los manuscritos griegos, ni en las versiones orientales antiguas
(siríaca, copta, etiópica, armenia),ni en los manuscritos más antiguos de la Vulgata. Tampoco lo citan
los Padres de la Iglesia de Oriente, ni los escritores eclesiásticos latinos anteriores al siglo IV.
El texto no lo hallamos en las controversias trinitarias de los primeros siglos, y si fuera auténtico, sería
muy extraño que no lo hubieran usado.
TEMA 2. CARTAS JOÁNICAS. Dimensión literaria.

1. El género literario de la primera carta de Juan: contamos con tres documentos joánicos bajo el nombre
de cartas. Pero ¿Realmente lo son los tres? Hay diferencia de género entre la 2Jn y 3Jn y la 1Jn.
a. Clasificamos la 2Jn y 3Jn como cartas. Ellas cumplen con las características propias del “género
carta”: el praescriptum y el postscriptum, el cuerpo de la carta, el uso de la primera persona,
brevedad y espontaneidad, carácter privado.
b. Lo que no es la primera Carta: no es una misiva circular, no es una epístola (se mezclan
elementos circunstanciales característicos de la carta) con desarrollos universales.
c. La primera Carta podría ser más bien una homilía bautismal, por su carácter parenético y
exhortatorio.

2. Lengua y estilo: las tres poseen un mismo estilo, y emplean recursos literarios semejantes.
a. Uso del griego propio de la koiné, con pobreza en las preposiciones, por ejemplo en el capítulo
1 se usan 17 veces cinco preposiciones y además en los mismos casos. Las construcciones
gramaticales son simples.
b. Recursos literarios: se emplea mucho el paralelismo antitético. Primero se expresa una idea de
modo positivo para después pasar a su modo negativo, o viceversa, por ejemplo: “Dios es luz y
ninguna tiniebla hay en él” (1Jn 1,5), “caminar en la tiniebla...caminar en la luz” (1Jn 1,6-7).
Otro recurso es la repetición bajo la forma de recapitulación: “Queridos, no os escribo acerca
de un mandamiento nuevo, sino acerca de un mandamiento antiguo, que tenéis desde el
principio: el mandamiento antiguo es el Verbo que habéis oído. Con todo, os escribo acerca de
un mandamiento nuevo...”(1Jn 2,7-8).
c. Propio del estilo joánico es el ritmo, donde la repetición y el paralelismo desempeñan un papel
importante. Textos con cadencias binarias o ternarias (Cfr. 1Jn 2,12-14).

3. Unidad de las cartas: la segunda y tercera carta no presentan problema de unidad. Ambas son
circunstanciales y desarrollan el esquema literario propio del género. La dificultad se centra en la
primera carta, dado que ofrece aspectos literarios y doctrinales que despiertan la duda de su carácter
unitario.

a. La teología liberal del siglo XIX distinguió en la primera carta dos redacciones. Bultmann
argumenta que en la carta hay una primera redacción de carácter doctrinal, y que después se le
añadió una glosa homilética y parenética. Por su parte Schnackenburg presenta dos
redacciones así: una como resultado de la obra de un responsable de la comunidad, que
buscaba suscitar en dicha comunidad la fe; ante esto la mayoría de la comunidad reaccionó
bien, pero los falsos con sus seguidores se excluyeron; así superada la crisis, el autor regresa
sobre los mismos acontecimientos con una visión más amplia, destacando la fe y el agape.
b. Para R. Fabris, no obstante las tensiones y problemas que surgen del análisis literario, el texto
es una obra unitario, pero redactado con tradiciones y diversas aportaciones.

4. ESTRUCTURA:

a. 2Jn y 3Jn: conservan la estructura típica de una carta: Praescriptum (2Jn 1-3; 3Jn 1-2); cuerpo de
la carta (2Jn 4-11; 3Jn 3-12) y postsriptum (2Jn 12-13; 3Jn 13-15).

b. La Primera Carta: Diversas opiniones.


1) División ternaria. Un ejemplo tomado de Th. Häring, quien la presente
estructurada en tres partes:
1. 1,5 - 2,7 Tesis ética: Caminar en la luz signo cierto de la unión con Dios. Tesis
cristológica: La fe en Jesús Mesías es el fundamento de la unión con Dios.
2. 2,28 - 3,24 Tesis ética: Practicar la justicia es el signo de que se ha nacido de
Dios. Tesis cristológica: El Espíritu de Dios confiesa a Jesucristo venido en carne.
3. 4,7 - 5,21 Fusión de ambas tesis: el amor sobre el fundamento de la fe, y la fe
como fundamento del amor.
2) División ternaria según I. de la Potterie: presenta un movimiento en espiral de las
ideas rectoras de la carta. La idea fundamental: despertar en los creyentes la conciencia
de la comunión con Dios y mostrar las condiciones para llegar a esta comunión. Tres
ciclos:
1. Primero (1,5 - 2,28)
a. Caminar en la luz libres del pecado (1,5 - 2,2)
b. Observar el mandamiento del amor (2,3-11)
c. La fe contrapuesta a los anticristos (2,12-28)
2. Segundo (2,29 - 4,6)
a. Practicar la justicia y no pecar (2,29 - 3,10)
b. Practicar la caridad (3,11-24)
c. Discernimiento de los espíritu por la fe en Jesús (4,1-6)
3. Tercero (4,7 - 5,12)
a. (omitido)
b. El amor viene de Dios y se radica en la fe (4,7-21)
c. La fe, fundamento de la caridad (5,1-12).
3) Estructura binaria según J. Bonsirven:
1. 1,5 - 2,29 Condiciones de la comunión divina y de la comunión eclesiástica.
2. 3,1 - 5,4 El amor de Dios y los hijos de Dios.
4) Estructura binaria según Feuillet: dos secciones:
1. 1,5 - 2, 8 (29) Exigencias de la comunión con Dios, que es luz.
2. 3,1 - 5,12 La conducta de los auténticos hijos de Dios.
5) Resumiendo las diversas opciones tenemos:
1. El autor no busca exponer sistemáticamente su pensamiento.
2. El texto presenta cortes que sirven para organizar el conjunto de la carta
(especialmente 2,18 y 3,24).
3. Ayuda para diseñar una estructura las transiciones y las asociaciones de
palabras.

Completar el estudio de estos temas con el siguiente resumen presentado en diapositivas: la escuela joánica,
las cartas.

También puede servir el resumen del P. Antonio Rivero, las Cartas de S. Juan.

TEMA 3. RELACIÓN ENTRE LAS CARTAS Y EL EVANGELIO.

1. DIFERENCIAS:

a. Vocabulario: 39 términos propios de 1Jn no aparecen en el evangelio, tales como: “koinonía”,


“chrisma”, “antichristós”. Y términos del evangelio ausentes en las cartas, por ejemplo:
“doxa”,“graphein”, “anabainein” y “katabainein”, etc.
b. Estilo y expresión del pensamiento: las cartas son más monótonas, menos semíticas que el del
evangelio. Pocas referencias en las cartas al Antiguo Testamento, mientras en el evangelio
abundan.
c. Doctrinal: las cartas reflejan la espera primitiva de la parusía (la presencia de los anticristos
prueba la llegada de la última hora), y el evangelio la escatología se traslada al futuro.
d. Pensamiento de la época: las cartas están más cercanas que el evangelio a las ideas del
gnosticismo, por ejemplo: “Dios es luz”, la deificación del hombre por el simple conocimiento
de Dios.
e. Tener presente la longitud y el género literario para comprender mejor las diferencias.
6)
2. SEMEJANZAS:

a. La fraseología. Expresiones que se hallan en las cartas y en el evangelio y no aparecen en otros


escritos del Nuevo Testamento: “tener un pecado”, “hacer la verdad”, “nacer de Dios”, “ser de
Dios”, “ser de la verdad”, “guardar la palabra”, etc.
b. Las proposiciones coordinadas, el uso de participios sustantivos, el paralelismo sinonímico y
antitético, repetir el pensamiento dos veces, una en forma positiva y otra en negativa.
c. En las ideas centrales: Jesús como Logos, Unigénito, Salvador, y se acentúa su encarnación. Ser
cristiano como pasar de la muerte a la vida, un nuevo nacimiento. Las antítesis entre Dios y el
mundo, Dios y el diablo, la luz y las tinieblas, la vida y la muerte, la verdad y la mentira.
Importancia de la acción iluminadora del Espíritu Santo y la caridad fraterna. El verdadero amor
se demuestra cumpliendo los mandamientos. El mundo aborrece a los discípulos de Jesús. El
que cree posee ya la vida eterna.
d. Si no se trata de un mismo autor, sí se encuentra una misma comunidad y tradición joánica.
e. Más que acentuar el hecho de que un término sea utilizado una o muchas veces en un escrito y
ninguna en el otro; habría que centrarse en los términos vinculados a una concepción teológica.
Descargar el siguiente archivo en DOC, La Cartas de San Juan, otra visión para enriquecer lo ya visto.

TEMA 4. EL APOCALIPSIS EN GENERAL

Apocalipsis significa “revelación”, descubrir lo que está escondido.

2. Aspectos generales de la apocalíptica:

Existe un movimiento apocalíptico, éste deriva de grupos de sabios judíos que analizan e interpretan con
una mirada de futuro el desfase entre las promesas de Dios y las realidades históricas.

En el antiguo testamento la figura más representativa de este movimiento es Henoc, sabio que observa la
totalidad de la historia con una óptica que se extiende hasta el fin, el eschaton (cf 1 Henoc 72-82).

El eschaton en dichos autores no se refiere a un fin cronológico, la fecha del fin del mundo y de la llegada
de un mundo nuevo; más bien como algo oculto en el designio divino, concerniente al juicio o a la salvación, y
que se presenta con inminencia.

Al movimiento apocalíptico pertenecieron a lo largo de la historia judía grupos provenientes de los círculos
sapienciales o proféticos, que permanecieron después del exilio, y se valieron de las visiones como medio para
comprender la voluntad de Dios. Los secretos divinos estaban ocultos en la creación y en el
orden del universo.

Ellos ponen como base de sus revelaciones una experiencia personal de lo divino, por medio de
prácticas espirituales como el ayuno, la meditación de las Escrituras, antiguas tradiciones secretas. Reflexionan
sobre los avatares históricos en los cuales se ubica su existencia.

Estos sabios emplean la pseudonimia, es por ellos que los libros apocalípticos pertenecen a grandes
héroes de la antigüedad, con ello enfatizan que lo que el autor apocalíptico revela proviene de un hombre de
Dios (Moisés, Enoc, Daniel, Esdras, etc,) en cuyo nombre dicho autor trasmite y escribe.

La apocalíptica remarca el dualismo temporal (tiempo presente - tiempo venidero), el dualismo


espacial (esfera celeste, divina - esfera terrestre, humana), y el dualismo ético (bien – mal)
Predomina en ellos el pesimismo, denominado a su vez “apocalíptico”. Se refuta el mundo presente,
porque se alejó de lo divino siendo presa del demonio. Hay una degeneración de la humanidad y del universo
cósmico (catástrofes y calamidades).

Su mentalidad suele ser milenarista. Antes de la instauración de ese reino de Dios, tiene que darse un
reinado de mil años del mesías en un mundo renovado.

Para ellos todo determinado en el plan de Dios. Así se asegura la soberanía de Dios sobre el mundo y
todos los eventos históricos. Usan en sus revelaciones la división de la historia en diversos esquemas: cuatro
reinos, setenta semanas de años, doce períodos.

3. El género “Apocalipsis”:

a. Elementos generales:
b. Relato de una visión concedida a un ser humano por medio de la intervención de un ser celeste.
El visionario puede ser guiado por un ángel hacia el lugar de la visión, o recorrer una larga
distancia hasta llegar al ámbito celeste.
1) Al ser humano, visionario, se le revelan cosas secretas: transformaciones
cósmicas, conclusión del mundo presente y advenimiento de un mundo nuevo.
2) La visión del mundo por venir, ofrece los criterios para interpretar las
circunstancias y eventos del tiempo y mundo presente, las cuales por lo general son
trágicas, llenas de calamidades y desastres cósmicos.
3) Las visiones del mundo venidero están acompañadas por una gran simbología,
números misteriosos.
4) Algunos consideran la literatura apocalíptica como la continuación de la profecía
y otros más bien como el desarrollo de la literatura sapiencial.
5) El género apocalíptico es el género profético evolucionado, donde algunos
elementos proféticos se han quedado rezagados y otros se han desarrollado en nuevas
expresiones. Tanto la profecía como el apocalipsis habla de los misterios del futuro, los
cuales desvelan. Ahora bien, esa función de desvelar que es secundaria en la profecía,
ocupa el primer lugar en la apocalíptica, y en cambio las inquietudes morales, que era
prioritario en la profecía, en la apocalíptica ocupa un segundo lugar.
6) Por ende el género apocalíptico es una síntesis nueva de profecía y sabiduría. Se
aplica a la historia concreta la visión religiosa veterotestamentaria por medio del
discernimiento sapiencial. El sabio comprende el plan de Dios sobre la historia y lo sabe
explicar.
7) Contraposición dualista entre presente y futuro, entre el mundo actual y el
mundo venidero, entre lo viejo y lo nuevo, entre el cielo y la tierra.
8) Este género precisa de un ambiente de persecución. Y la superación de dicha
desgracia no se logra por medio de las estructuras presentes, se debe sustituir este
mundo por otro mejor, gracias exclusivamente a la intervención divina.
9) El claroscuro en su lenguaje es también una parte esencial del género. Por medio
de la compleja simbología, lo enigmático y misterioso de su contenido: la historia de la
humanidad y su término final desde la perspectiva divina.
10) El simbolismo permite el paso de lo abstracto a lo concreto, por ejemplo: “la
dignidad sacerdotal del hijo del Hombre” se concreta en las imágenes de su larga
vestidura, “su poder real” por medio de la imagen el cinturón de oro, “la eternidad” con
sus cabellos blancos, “el conocimiento” con el ardor de sus ojos.
11) Lo importante es traducir intelectualmente los símbolos y no dejarse abrumar
por la incoherencia en muchos de ellos. Difícil por ejemplo de visualizar un cordero de
siete cuernos y de siete ojos (5,6) o la bestia de siete cabezas y diez cuernos (13,1), y
tratar de ubicar gráficamente diez cuernos en siete cabezas. El objetivo de los símbolos
es traducir las ideas que el vidente ha recibido de Dios y no el describir tanto una visión
como si las imágenes –símbolos sean tal cual en la realidad.
Complementar con la lectura sobre la APOCALÍPTICA, un texto de Pierre Grelot.

4. Presencia del género apocalipsis en la Sagrada Escritura y ambiente circundante:


a. En los libros proféticos. Los textos que encontramos en estos libres están relacionados con la
conquista de Jerusalén, la destrucción del templo, y el exilio babilonio (587 a.C.).
1) Ez 1-3; 37; 40-48. Visiones donde se gesta importantes características del
lenguaje e imágenes apocalípticas para la posteridad. Por ejemplo: los cuatro seres
vivientes, el personaje entronizado, adornado de piedras y metales preciosos, la
arrogante ciudad blasfema, etc.
2) Joel: une al mensaje profético las imágenes apocalípticas tales como: el día del
Señor, la invasión de las langostas, etc.
3) Zac 4,1-6,8; 9-14: aumenta el vocabulario y las imágenes apocalípticas. Por
ejemplo: visiones de candelabros, de cuatro caballos de diversos colores, la descripción
de un juicio, la descripción de la Jerusalén ideal.
b. Literatura apocalíptica intertestamentaria (siglos III y II a.C.): durante el período de las dinastías
griegas de los ptolomeos (Egipto) y de los seleúcidas. Florece en la persecución del judaísmo
cuando estos no aceptan el culto a las divinidades griegas y a la cultura helenística (época del
rey seléucida Antíoco IV Epifanes, 176 - 164 a.C.). La novedad de este período es el paso de
textos apocalípticos en medio de los en libros proféticos a libros de Apocalipsis propiamente
desarrollados. De esta época hay libros canónicos y apócrifos de este género:
1) Daniel: sin dudas es el Apocalipsis más grande del Antiguo Testamento, escrito
hacia el 165 a.C. Influencio mucho en la apocalíptica venidera con sus visiones: las
cuatros bestias monstruosas, la coronación celeste de un hijo de hombre, las setenta
semanas de años.
2) 1 Enoc 1-36; 91-105. En esta obra encontramos: la descripción del juicio final de
los ángeles malos, y la predeterminación histórica en una estructura de semanas.
3) Los esenios de Qumran: expresan elementos apocalípticos, como la guerra de los
últimos tiempos entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas (1QM).
4) Libro de los Jubileos, Oráculos sibilinos III, Testamento de los Doce Patriarcas,
Salmos de Salomón, y Asunción de Moisé.
c. Literatura apocalíptica en los siglos I y II d.C. Surge ambientada en la primera (66-73) y segunda
guerra judía (132-135):
1) 4 Esdras y 2 Ba: después de la destrucción de Jerusalén. Se actualiza en sus
escritos la destrucción de la ciudad por el ejército babilonio, con la figura del imperio
romano, como la encarnación del mal.
d. Textos apocalípticos entres los escritos del Nuevo Testamento:
1) Mc 13, Mt 24, Lc 21; 1Cor 15; 1Tes 4,16-17; 2Tes 2; 2Pe 3,1-13.
2) En la tradición paulina: Cristo lleva a cumplimiento el fin de los tiempos.
3) Obviamente el libro del Apocalipsis es la obra más apocalíptica del Nuevo
Testamento. Dicho libro se base en muchos elementos de sus predecesores: Ezequiel,
Zacarías, Daniel, Isaías.
e. Obras posteriores al Nuevo Testamento: el género apocalíptico continuó en el cristianismo
primitivo, tanto en círculos ortodoxos (Didaché c.16, Pastor de Hermas, Apocalipsis de Pedro),
como en los grupos gnósticos (Apócrifo de Juan, Apocalipsis de Pablo). También el mundo judío
continúo con dicha literatura: Ascensión de Isaías, Vida de Adán y Eva, Apocalipsis de Abrahán,
Oráculos Sibilinos IV, Testamento de Abrahán.

El siguiente artículo completa el tema de las obras apocalípticas apócrifas.

TEMA 5. EL APOCALIPSIS DE JUAN (NUEVO TESTAMENTO):


Nuestra obra presenta novedades en relación con la apocalíptica precedente: el que escribe esta obra se
denomina en cuatro ocasiones “Juan” (1,1.4.9; 22,8). Es una obra netamente cristiana, está centrada en el
misterio de Jesús, el Cristo, el Señor. Presenta claramente elementos litúrgicos del culto paleo-cristiano:
adoración del Cordero (7,9), himnos evocados en la liturgia celeste (4, 8-11; 5, 8-14; 15, 2-4; 19, 2-8), la
primera visión se tiene en el día del Señor, la forma invocatoria final está tomada de la liturgia: Amén. Ven,
Señor Jesús. Y se dirige a la iglesia universal, representada en las siete iglesias a las que escribe, a las cuales les
envía cartas.

1. Autor del Apocalipsis (N.T.):

El mismo libro nos presenta al autor con el nombre de Juan (1,1.4.9; 22,8). Él tuvo su primera visión en la isla
de Patmos (1,9), allí fue desterrado y recibió la misión de profetizar.
Se deduce que este Juan, no es el apóstol, porque él se coloca entre los profetas (22,9) y no reclama para sí el
título de apóstol. Se trata de un profeta Juan, judeocristiano que vivió un tiempo en Asia.
Papías, Justino, Clemente de Alejandría, Tertuliano, Hipólito de Roma, sí identificaron a este Juan con el
apóstol. El motivo principal de dicha identificación: salvaguardar el origen apostólico del Apocalipsis y su
canonicidad.
Hoy en día no se le atribuye ni a Juan el apóstol ni a Juan el Presbítero. Se trata por tanto de otro Juan, un
profeta.
Se le ofrece la película del Apocalipsis de Juan, realizada por la RAI (televisión italiana), recordando que es una
película nos puede ayudar a ambientar, pero sin tomarla como una película con todo el rigor propio de la
exégesis.

2. Comunidades de destino:

Las comunidades cristianas de la provincia romana de Asia, perseguida sobre todo por Roma, bajo el imperio
de Domiciano quien ostentó su autoridad denominándose “Señor y Dios”. De la persecución de Nerón hay
frágiles indicios (Cf. el número 666 en 13,18; o la referencia a cinco reyes que ya han fallecido en 17,9-10). En
el Apocalipsis se da a entender
que el templo de Jerusalén ya fue destruido (cf. 11,2) y la referencia a Nerón en 13,18 es correcta, pero se
presenta como ya muerto.

Plinio el Joven, que escribió alrededor del año 110, desde Asia Menor, cuenta que algunos eran acusados de
confesar a Cristo. Por otra parte, el hecho de que los cristianos rechazarán el culto imperial, sin honrar a
Domiciano como una divinidad, les hacía comparecer ante los tribunales y terminar siendo mártires de su fe.

3. Fecha de composición:

Ireneo, Eusebio de Cesarea, Jerónimo: afirman que fue escrito hacia finales del reinado de Domiciano, entre el
92 y 96. Epifanio lo data en tiempos de
Claudio. El canon muratoriano y Tertuliano lo datan en tiempos de Nerón.

En definitiva la datación está en relación con el problema literario. Si se argumenta sobre la unidad de la
redacción, entonces se data en los últimos
años del primer siglo, una prueba de ello estaría en que las cartas a las siete iglesias corresponden a las
condiciones religiosas de Asia Menor en
esas fechas. Pero si se sostiene que hay diversas redacciones de un mismo autor, se podría datar las primeras
redacciones en tiempos de Nerón.
Además se debe tener siempre presente en todos los temas relacionados con el Apocalipsis que este libro se
escribió para consolar y afianzar en época de persecución a los cristianos de las comunidades de Asia Menor.
De este modo, históricamente, es durante la persecución de Domiciano donde mejor encaja la obra.
Complementar con la lectura del artículo sobre EL APOCALIPSIS Y EL IMPERIO ROMANO, de este modo
entenderemos mucho mejor el marco histórico de la obra y su influencia.

4. Composición:
a. Hay opiniones comunes de los especialistas de que se compuso en tres secciones, como plan
general de la obra: el prólogo (1,1-3), las cartas a las 7 iglesias (1,4-3,22) y el epílogo (22,6-21).
b. Pero también hay dificultades para comprender esta composición y plan general de la obra:
i. En la estructura de 4,1 - 22, 5 (las visiones de Juan): una repetición entre la primera (4,1
- 11,19) y la segunda parte (12,1 - 22,5).
ii. Duplicados: la descripción del juicio sobre los pueblos gentiles (14,14-20) es un
duplicado de 20,1ss; las visiones de las siete copas (c. 15) en su contenido se distinguen
poco de las visiones de las trompetas (8-11); sobre la caída de Babilonia se habla en dos
capítulos, 14,8 y 18; en el capítulo 21 se describe por dos veces la ciudad de Jerusalén
(vv. 1-8; vv. 9ss).
iii. Algunos fragmentos fuera de lugar: los muertos (20, 1-20) se encuentran ya ante el
trono de Dios, antes de que el mar, la muerte y el hades hayan devuelto sus muertos
(20,13);
iv. 22,3-5 es la continuación natural de 21,1-4.

5. ESTRUCTURA: La mayoría de los planes para estructurar la obra se basan en los números (siete), en
indicios literarios o en motivos teológicos.
a. Según el número siete (P. Loenertz):
i. Primer septenario: Las cartas a las Iglesias (1, 9 - 3,22)
1. Sección preparatoria (1, 9-20)
ii. Segundo septenario: Los sellos (4, 1 - 7, 17)
1. Sección preparatoria (4,1 - 5,14)
iii. Tercer septenario: Las trompetas (8, 1 - 11, 14)
1. Sección preparatoria (8, 1-6)
iv. Cuarto septenario: Los signos en el cielo (11, 15 - 14, 20)
1. Sección preparatoria (11, 15-19)
v. Quinto septenario: Las copas de la ira divina (15,1 - 16,16)
1. Sección preparatoria (15,1 - 16,1)
vi. Sexto septenario: Las voces del cielo (16, 17 - 19, 5)
1. Sección preparatoria (16, 17-21)
vii. Séptimo septenario: Las visiones del fin (19, 6 - 22, 5)
1. Sección preparatoria (19, 6-10).
b. Según indicios literarios ( U. Vanni).
i. Primera parte: Mensaje a las siete iglesias (1, 4 - 3, 22)
1. Diálogo litúrgico inicial (1, 4-8)
2. Encuentro con Cristo resucitado “en el día del Señor” (1, 9-20)
3. El mensaje a siete iglesias de Asia Menor (2,1 - 3,22)
ii. Segunda parte (4,1 - 22,5)
1. Primera sección introductoria (4,1 - 5,11)
2. Segunda sección de los sellos (6,1 - 7, 17)
iii. Tercera sección de las trompetas (8,1 - 11,14)
iv. Cuarta sección de los tres signos (11,15 - 16,16)
v. Quinta sección conclusiva (16,17 - 22,5)
c. Según motivos teológicos (Mollat)
i. Primera parte: Una visita pastoral de Cristo resucitado (cc. 1-3)
1. Visión del Hijo del hombre: Cristo fuente y centro de la Iglesia (1,4-20)
2. Cartas a las iglesias (2,1 - 3,22)
ii. Segunda parte: La Iglesia comprometida en las luchas del mundo (cc. 4 - 18)
1. La Iglesia comprometida en las luchas del mundo (cc. 4-6)
2. A través de las tribulaciones la Iglesia es reunida, y enviada (cc. 7-11)
3. La Iglesia frente a las dos bestias: la política y la espiritual (cc. 12-13)
4. La Iglesia rescatada y fiel sigue a Cristo (cc. 14-18)
iii. Tercera parte: La Iglesia transfigurada (cc. 19-22)
1. La humanidad recreada.

6. LA LENGUA: Características de la lengua y gramática del


Apocalipsis.
a. El sustrato semítico: se puede deber a una mala traducción del arameo o del hebreo, o a que
está basado en estructuras gramaticales hebreas en un contexto griego. Ejemplos de estos
semitismos: repetición del pronombre, del artículo, formas verbales, etc.
b. El griego empleado es el de la koiné, de carácter más bien popular. No obstante, el autor es
muy particular organizando la gramática, y algunos hablan de una gramática propia del
Apocalipsis.
c. El autor maneja la evocación, sobre todo el uso del Antiguo Testamento, pero sin hacer
mención explícita del mismo. Para evocar usa mucho también el simbolismo.

7. INTERPRETACIÓN: El libro nos enseña el sentido de la historia, la historia de la salvación de los


hombres, las dificultades de la Iglesia, la victoria de Cristo Señor. La hostilidad que sufrió Cristo en su
pasión, ahora la sufre la Iglesia, pero al igual que Cristo, la Iglesia saldrá vencedora. Hay unos
principios teológicos que nos sirven para la hermenéutica correcta del Apocalipsis, ellos son:
a. Ante todo invocar al Espíritu Santo.
b. Dado que contiene más de quinientas citas implícitas del Antiguo Testamento, es necesario
conocer bien sus referencias, su contexto propio, su significado originario en la biblia hebrea,
para después deducir consecuencia y las nuevas aplicaciones. El autor del Apocalipsis combina
las citas apocalípticas del Antiguo Testamento, las completa y también las modifica con
libertad. Por ejemplo: en el capítulo 11 usa las visiones de Zacarías para describir los dos
testigos, pero además de ello corrige la profecía (está presenta un solo candelabro), pues
pondrá dos candelabros, y así indicará que cada uno de los dos testigos es presentado con este
símbolo del Espíritu.
c. Una vez descifrado el símbolo, se podrá aplicar su mensaje a la realidad actual. deberá aplicar el
mensaje del Apocalipsis a la realidad concreta, teniendo presente un componente objetivo que
lo conforma el plan salvífico de Dios, y otro componente subjetivo, que lo conforma la sabiduría
como capacidad de explicar el símbolo.
d. Criterios literarios: los valores lexicales, gramaticales y estilísticos que le son propios; las líneas
de fondo de la estructura literaria del libro, y así evitar todo subjetivismo en la interpretación.

8. EL SIMBOLISMO: En la base de todo símbolo hay una expresión realística. Por ejemplo: Al decir que
Cristo tiene potencia y energía (5,12), afirmamos una expresión realística; pero al llamarlo “León de
Judá” usamos una expresión simbólica con el mismo significado de potencia y energía. En el Apocalipsis
se acumula símbolo tras símbolo, como una edificación vertical con diversos niveles simbólicos. Para
interpretarlos bien hay que identificarlos, asimilarlo y descifrarlos, para traducirlos a su expresión
realística.

Un Ejemplo: Ap 5,6: “Entonces vi, de pie, en medio del trono y de los cuatro Vivientes y de los Ancianos, un
Cordero, como degollado. Tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios, enviados a toda
la tierra”. Al descifrarlo descubrimos que el Cordero es Cristo, degollado representa su muerte cruenta,
mientras que de pie a su resurrección; el número siete indica totalidad y la palabra cuernos se refiere a poder,
con lo que el Cordero es descrito con la totalidad del poder. Lo ojos significan el Espíritu o el conocimiento de
las cosas; por lo tanto el Cordero posee la plenitud del conocimiento o de los dones del Espíritu.
Complementar con la lectura sobre los símbolos del APOCALIPSIS, claves para su interpretación.

Clasificación de los símbolos apocalípticos:


a. Símbolos tomados del Antiguo Testamento: el cielo simboliza la trascendencia divina, la
tierra el lugar propio de la existencia humana, la nube como el lugar donde reside y se
manifiesta la trascendencia, los siete candelabros la plenitud de la comunidad mesiánica, el
desierto el lugar de los perseguidos, Jerusalén el lugar en el que se dará la salvación, etc.
b. Símbolos de convulsiones cósmicas: sol oscuro, luna color sangre, estrellas que se
desploman, terremotos, etc. Con todo ello se resalta la presencia omnipotente de Dios,
dueño y Señor de la naturaleza y la historia. También ayudan a expresar la cólera de Dios (cf
6,12-17).
c. Símbolos teriomorfos. términos como cordero, león, caballos, bestias, langostas, etc. El león
simboliza la nobleza, el toro la fuerza, el hombre la inteligencia, el águila la agilidad, el
dragón el poder del mal contra Dios, el caballo las modalidades de los acontecimientos
intrahistóricos, la bestia el imperio romano y sus emperadores, el cordero a Jesucristo.
d. Símbolos aritméticos. La realidad humana o sobrehumana es medible y determinable
numéricamente. Por ejemplo:
a. El número uno es el número divino por excelencia, solo un Dios.
b. El número dos es el del contraste y de la complementación.
c. El número tres también es sagrado, pues todo lo abarca y comprende.
d. El número cuatro significan la totalidad, pero sólo del mundo físico.
e. El número cinco indica en cierta manera imprecisión e indeterminación.
f. El número seis y sus derivados son signos de lo creatural, inferior a siete.
g. El número siete y sus múltiples expresan totalidad, y la mitad de siete y las
fracciones indican una parte. Siete es el número perfecto, sagrado.
h. El número ocho subraya un nuevo inicio.
i. El número nueve se usa como múltiplo de tres.
j. Mil equivale a una cantidad muy grande, etc.
k. “Miríadas de miríadas” expresa el infinito.
l. Tres años y medio viene a ser la duración típica de toda persecución, e indica por
tanto un límite temporal.
e. Símbolos cromáticos:
a. Blanco: algo trascendente, sobrenatural, pero también victoria.
b. Rojo: color sanguinario, símbolo de violencia.
c. Negro: destrucción y muerte.
d. Púrpura: la riqueza y la dignidad soberana.
e. Escarlata: el lujo y el desenfreno.
f. Azul: símbolo del cielo.
g. Verde: la vitalidad y la esperanza.

Para profundizar el tema de la dimensión teológica en el Apocalipsis, leer los siguientes textos:
- Apocalipsis de Juan y visión trinitaria.
- La teología en la Apocaliptica.
- Del artículo, el Apocalipsis de Juan, el tema III, sobre su teología.
-
Para un comentario detalla a cada uno de los CAPITULOS DEL APOCALIPSIS, leer el Comentario al Apocalipsis -
EDUARD SCHICK

- Las cartas a las siete iglesias, con reflexión para la actualidad:


-

Stedman.Iglesias
Apocalipsis.rtf

Teniendo presente todo lo analizado, podemos ahora observar algunos de los documentales que se han
elaborado con relación al libro de Apocalipsis. Los diferentes elementos que hemos estudiado nos ayudarán a
hacer una crítica objetiva de los que nos presentan algunos documentales apocalípticos y poder discernir su
contenido.

- Documental: las siete señales del apocalipsis.


- Séptimo sello y el fin de los tiempos.
-
Actividades:
Actividad 1: Leer las TRES CARTAS e ir sacando el esquema que contienen.
Instrucciones: Usar la biblia de Jerusalén, o buscar su versión on-line. La versión impresa, contiene un
esquema propio que lo puedes usar como base.
Criterios de valoración: Se busca que tengas un contacto directo con la obra de inicio a fin, y que sin ser un
experto en la materia, puedas extraer un índice de contenido o esquema, entre más detallado mejor.
Tiempo estimado: una semana.
Actividad 2: Leer el APOCALIPSIS e ir sacando el esquema que contienen.
Instrucciones: Usar la biblia de Jerusalén, o buscar su versión on-line. La versión impresa, contiene un
esquema propio que lo puedes usar como base.
Criterios de valoración: Se busca que tengas un contacto directo con la obra de inicio a fin, y que sin ser un
experto en la materia, puedas extraer un índice de contenido o esquema, entre más detallado mejor.
Tiempo estimado: una semana.
Actividad 3: Diálogo personalizado con el profesor (por medio de Skype u otro medio de internet que permita
voz), donde el profesor evaluará esta competencia y sus temas.
Instrucciones: Leer muy bien cada uno de los temas, asimilarlo y ser capaz de explicarlo, apoyándose también
las lecturas complementarias.
Criterios de valoración: Se busca que asimiles el tema de modo que puedas expresarlo según tu propio
esquema mental, el profesor será quien te interrogue, escuche y evalúe.
Tiempo estimado: En acuerdo con el profesor.

Bibliografía:

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

BARRET, C. K., El Evangelio según San Juan. Una introducción con comentario y notas a partir
del texto griego (Cristiandad; Madrid 2003).
BLANK, J., El evanagelio según San Juan (Herder, El Nuevo Testamento y su Mensaje, 4;
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BROWN, R.E., El Evangelio según Juan (2 vols.; Cristiandad; Madrid 21999-22000) [11979; orig.
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DODD, C. H., Interpretación del cuarto evangelio (Cristiandad; Madrid 1978).
GUIJARRO, S., Los cuatro evangelios (Biblioteca de Estudios Bíblicos 124; Sígueme, Salamanca
2010).
LÉON-DUFOUR, X., Lectura del Evangelio de Juan (4 vols.; Biblioteca de Estudios Bíblicos 68-70,
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MATEOS, J.-BARRETO, J., El Evangelio de Juan. Análisis lingüístico y comentario exegético
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MOLONEY, F. J., El Evangelio de Juan (Verbo Divino; Estella 2005).
MUÑOZ LEÓN, D., “Evangelio según san Juan”, Comentario Bíblico Latinoamericano (ed.
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CARTAS DE JUAN
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SCHNACKENBURG, R., Cartas de San Juan. Versión, introducción y comentario (Herder, Barcelona
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APOCALIPSIS DE JUAN
MUÑOZ LEÓN, D., Apocalipsis (Comentarios a la Nueva Biblia de Jerusalén - NT 8; Desclée de
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VANNI, U., Apocalipsis. Una asamblea litúrgica interpreta la historia (Estudios Bíblicos; Verbo
Divino, Estella 92004).
_______, Lectura del Apocalipsis. Hermenéutica, exégesis, teología (Verbo Divino, Estella 2005).

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