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LA MUERTE DE LOS 2 TESTIGOS DEL APOCALIPSIS

11:7 Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del


abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará.
11:8 Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que
en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también
nuestro Señor fue crucificado.

Gloria a Dios, el Señor Jesús, permite que los dos testigos mueran
a manos de Satanás para después glorificarse en ellos, como se
glorificó en el poder de la resurrección en Cristo Jesús.

Muchos teólogos enseñan que estos dos testigos mueren porque no


habían sufrido muerte, y en este sentido los únicos profetas que la
Biblia registra son Enoc (Gn. 5.24) y Elías (2 Reyes 2.11) y aquí
surge la otra enseñanza de que los dos testigos son Enoc y Elías.

Personalmente no me atrevo a suponer tal cosa.

11:9 Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus


cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean
sepultados.
11:10 Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se
alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos
profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.
11:11 Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu
de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó
gran temor sobre los que los vieron.

Gloria a Dios, Dios una vez más glorificando y exaltando su


nombre sobre las naciones, después de tres días y medio los
resucita ante la expectación y temor de los que lo vieron.

11:2 Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y
subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.

Su misión ha sido cumplida y nuevamente van al Padre Celestial.


Pero ¿qué después de esto, cuál fue su propósito al venir?, ¿Qué
nos quiere decir el Señor Jesús, con esto?
Sigamos escudriñando el contexto de los demás versículos para
entender el mensaje completo.

11:13 En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte


de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en
número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y
dieron gloria al Dios del cielo.

Sabemos que los dos testigos vienen a profetizar pero, ¿qué vienen
a profetizar?, algunos teólogos creen y enseñan que vienen a
evangelizar al pueblo judío y después de esto el fin. Déjeme decirle
que hay una gran diferencia en profetizar y evangelizar dando a
conocer al Señor Jesús, como el Mesías prometido.

Quiero recordarle que a estas alturas de los últimos tiempos la


Iglesia ya no está presente, cuando se abra el séptimo sello que da
inicio a la Ira de Dios sobre los moradores de la tierra, y la última
evangelización la realiza un Ángel de Dios que tiene el evangelio
eterno para predicarlos a los moradores de la tierra, a toda nación,
tribu y lengua, en advertencia antes que desate su Ira. (Ap. 14.6-7)

Entonces, ¿qué profetizan los dos testigos?, para entender esto


analicemos el verso 11 del capítulo 10, cuando el Apóstol Juan, oye
la voz del cielo que le dice:

‘Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos,


naciones, lenguas y reyes’

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