Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ironías del destino, en el año 2000, cuando Netflix aún era un servicio
de alquiler de películas a domicilio y todavía no había dado el salto al
streaming, Blockbuster tuvo la oportunidad de comprar Netflix, por 50
millones de dólares. Pero el consejero delegado de la compañía, John
Antioco, desestimó la compra porque pensaba que los clientes preferían
ir a buscar películas a una tienda... Hoy Netflix vale 100.000 millones de
dólares.
Internet y los formatos digitales de vídeo primero trajeron la piratería
masiva de películas. Después, el alquiler y venta en formato digital, y el
streaming con servicios tipo Nerflix. Los videoclubes sucumbieron a
todo esto. ¿Para qué ir a una tienda a alquilar una película y tener que
devolverla dos o tres días después, si puedes verla al instante en
Internet? Blockbuster se declaró en bancarrota en 2010, aunque en
España cerró como franquicia alrededor de 2005.
Los restos de la compañía fueron vendidos a Dish Network, un
proveedor de televisión de pago cuya idea era cerrar las tiendas y usar
la marca como un servicio de streaming tipo Netflix, que no prosperó.
Dish ha permitido a algunos franquiciados seguir usando el
nombre Blockbuster en sus comercios, bajo acuerdo comercial. Ya
solo quedan seis Blockbuster en Alaska, y solo uno en el resto de
Estados Unidos, en Bend (Oregón). La web Geekwire ha viajado hasta
allí para conocer de primera mano cómo sobrevive el último gran
videoclub de América, más allá de los negocios particulares y los
kioscos de alquiler de películas Redbox.