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¿Cuál es la relación entre la Constitución, el Estado y del orden

jurídico?

El Estado no puede existir sin la presencia del orden jurídico pues no habría una regulación de
su organización y funcionamiento ni de la convivencia social; la ausencia de un orden jurídico
normativo se traduce en desorden y caos que caracteriza al Estado de naturaleza mencionado
por los contractualistas donde no existe derecho que el del más fuerte.

Resulta, por tanto, indispensable regular la convivencia humana mediante un conjunto de


normas jurídicas, léase generales, abstractas, impersonales, obligatorias y coercitivas, es decir
de un orden jurídico, en cuya cúspide figuran en el caso mexicano la Constitución (para normar
tanto la convivencia social como la organización y funcionamiento de los órganos depositarios
de las funciones del poder del Estado, las relaciones de éstos entre sí y de ellos con los
gobernados) y los Tratados Internacionales en materia de derechos humanos tal y como lo
establece el artículo 133 Constitucional.

Todo orden jurídico no es sino un sistema de normas que constituyen una unidad. La unidad
de esta norma se halla constituida por el hechos de que la creación o el contenido del grado
más bajo se encuentra determinada por otra de grado superior, cuya creación, a su vez, esta
prescrita por otra todavía más alta hasta llegar a la norma de mayor

rango: La constitución, la cual representa la suprema razón de validez de todo ordenamiento


jurídico.

Definido por la constitución el ámbito espacial de validez de un orden jurídico, en un sistema


de carácter centralista todas las normas valen para dicho territorio sin distinción de
parcialidades territoriales; eso quiere decir que todas las normas pueden válidamente ser
aplicadas en cualquier parte del territorio, sin que los órganos encargados de su ejecución
tengan que hacerlo únicamente dentro de una circunscripción especifica.

La Constitución es entendida en una dimensión tanto formal como material. Desde su


concepción formal se hace referencia al documento solemne, que contiene el “conjunto de
normas jurídicas que sólo pueden ser modificadas mediante la observancia de prescripciones
especiales, cuyo objeto es dificultar la modificación de tales normas”.

Mientras que en su sentido material se constituye por los “preceptos que regulan la creación
de normas jurídicas generales y especialmente, la creación de leyes”.
El Estado moderno, tras largos siglos de evolución y de luchas se nos presenta en íntima
relación con el Derecho: es, en sí mismo, un Estado de Derecho. La línea constante del
desarrollo del Estado en los pueblos civilizados, va de la organización arbitraria y despótica que
pasa por encima de los derechos de los individuos y grupos, a la institución jurídicamente
regulada y limitada, que respeta los derechos de los demás y trata de armonizar con los suyos.

Estado y Derecho forman un binomio indisoluble en la vida social. El derecho como tal, es una
norma constante que regula la conducta del hombre en sociedad. En sí mismo se origina en la
naturaleza propia del hombre –ser racional y social- Por tal razón, no hay sociedad alguna de
hombres que no haya tenido Derecho ni se concibe ninguna en el futuro que pueda carecer de
él.

Pienso que la relación que existe entre la Constitución el Estado y el Orden Jurídico, se da en
dirección la Constitución ya que es ante que todo una función, ya que su labor es dar
permanencia a las decisiones que toman los soberanos acerca de la forma de ser del Estado, la
Constitución es más que una simple hoja de papel, pues es la suma de componentes
verdaderos del poder, en su pensamiento jurídico, la Constitución es la norma que conceptúa a
los órganos de gobierno que deben encargarse de lograr los objetivos planteados por el tipo de
Estado, precisando esta primera norma sus capacidades y cómo deben ejercerlas desde sus
límites formales y materiales, decretando también la creación del resto del entramado y
estableciendo el contenido de las normas secundarias, incluso en su materia o contenido.
También para ello sirven los Derechos Humanos que cumplen con la función de prohibir la
existencia de normas discriminatorias o retroactivas.

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