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TEMA 3. Las fuentes del Derecho Constitucional.

La Constitución

Estimado estudiante, el presente material está concebido como una guía de orientación para
el estudio del Tema, es necesario que utilices la bibliografía recomendada por la
Universidad-Facultad de Derecho, y las indicadas por el profesor
Las obras aquí señaladas Bibliográfica básica recomendada para este tema son esenciales
para el estudio de este Tema y han sido utilizadas para su elaboración

Tema 3. Las fuentes del Derecho Constitucional. La Constitución. Conceptos. Tipologías.


Funciones de la Constitución. Otras fuentes: La ley, la jurisprudencia, la costumbre
constitucional. Los principios de la Supremacía y Rigidez Constitucional  y su aplicación
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La jerarquía normativa de los
tratados internacionales sobre Derechos Humanos

Fuentes del Derecho Constitucional

Primero debemos precisar que el término fuente alude al origen de las normas jurídicas. Por
ello debemos hacer abstracción de la realidad que ha originado la norma, ya que para que la
misma exista se requiere que se genere el acto o manifestación normativa que la eleva a esa
categoría

Las fuentes se clasifican en directas e indirectas, como fuentes directas tenemos:

 La Constitución. Leyes Constitucionales.


 La Costumbre.
 Las fuentes indirectas son:
 La Jurisprudencia..
 La doctrina.
 Derecho Comparado.

La Constitución. Leyes Constitucionales. Concepto de Constitución.

La Constitución se refiere a una pluralidad de normas jurídicas que determinan la estructura


del Estado, sus órganos, funciones y relaciones entre sí (parte orgánica), así como los
derechos fundamentales de los particulares que limitan el ejercicio de las funciones de los
poderes del Estado (parte dogmática).

Pero además la Constitución es expresión de los valores de la población que le da vida al


propio Estado, lo que se refleja en el Preámbulo de la misma.
No hay Estado sin Constitución. La Constitución es la norma suprema del ordenamiento
jurídico.

Tipología de los Conceptos de Constitución


A) Concepto racional-normativo: Parte de la idea de que la Constitución es un conjunto de
normas que es capaz de regular situaciones de hecho presentes como futuras. Que nada
existe fuera de la norma, se constituye un sistema normativo cerrado que es suficiente para
reglar la vida dentro del Estado. Esta concepción afirma que la razón es suficiente para la
creación del derecho, por lo que se hace abstracción del aspecto realidad social, económica
e histórica. La Constitución crea la paz y la vida del Estado y la Sociedad descansa en la
Constitución. Por ello se caracteriza en:

•Una Constitución rígida.


•Una Constitución escrita establecida de una sola vez.
Afirma la posibilidad de planificar el acontecer político.
Todo existe gracias a la Constitución, con lo cual la Soberanía descansa en ella.
Materializa una diferencia entre Poder Constituyente y Poder Constituido.

B) Concepto Histórico -Tradicional: La Constitución de un pueblo no es un sistema


producto de la razón, sino una estructura resultado de una lenta transformación histórica, en
la que intervienen frecuentes motivos irracionales y fortuitos irreductibles a un esquema. 
En el hecho mismo de la transformación radica su continuidad, de modo que sólo podemos
explicar el presente en función de un pasado, y, por consecuencia, del ser de ayer debemos
extraer el deber ser de hoy y de mañana.
Por lo que está claro que:
•La Constitución no es creación de un acto único y total, sino de actos parciales reflejo de
situaciones jurídicas concretas.
•La constitución es la expresión individual de cada pueblo, por lo que no puede ser
extendida a otros.
•La constitución no requiere ser escrita y no es necesario una distinción entre la ley
constitucional y ley ordinaria.
•La Constitución es flexible y la soberanía reside en un órgano del poder.
•La ley no crea la norma sino que la expresa. Los actos constitutivos o las leyes
fundamentales escritas no son  jamás otra cosa que títulos declarativos de derechos
anteriores, de los que no se puede decir sino que existen.
•No existe distinción entre leyes constitucionales y leyes ordinarias. En efecto: si la historia
es un constante acaecer de nuevos hechos singulares, de situaciones originales, de
acontecimientos que fueron una vez, no tiene sentido dar mayor relevancia a regulaciones
que surgieron dentro de una circunstancia dada.
No cabe considerar dentro de esta tendencia a aquellos que conciben la Constitución como
la reconstrucción de una estructura histórica sin relación de continuidad con el presente,
pues es claro que al faltar la continuidad no se trata de la afirmación de una permanencia
histórica, sino de la creación de un orden nuevo más o menos coincidente.

C) Concepto Sociológico: Establece que la estructura política de un pueblo no es creación


de la norma, sino reflejo de su realidad social. La Constitución no es más que la
sistematización de los factores de poder reales de una sociedad. De acuerdo a esta
concepción tenemos:

•Una Constitución formal, expresada por las normas determinadas en su texto y una
Constitución real  que es el reflejo del acontecer social de la población.
•La Constitución es una forma de SER y no de DEBER SER.
•La Constitución no es una circunstancia del pasado, sino el reflejo d acontecer presente de
la sociedad.
•La Constitución no es una creación normativa, sino expresión de la estructura de la
sociedad.

En todo caso, es característica del concepto sociológico de Constitución entender que la


estructura política real de un pueblo no es creación de una normatividad, sino expresión de
una infraestructura social, y que si tal normatividad quiere ser vigente ha de ser expresión y
sistematización de aquella realidad social subyacente.

 Estas diversas concepciones y modelos que se han ofrecido y desarrollado en torno a la


Constitución enfocan un lado del fenómeno y expresan un momento en los procesos
políticos, lo cual muestra la relación entre el Derecho y el Poder.

La creación de la Constitución, la determinación de sus funciones y de los facultados para


su aplicación ha de realizarse en un plano múltiple, logrando la integración de todos los
elementos componentes de la definición.

En definitiva, una Constitución que ha de ser dirigida a la ciudadanía en general y permitir


el pleno desarrollo de la personalidad de los seres que existen en la sociedad
En conclusión, una Constitución es la expresión jurídica de una sociedad en un momento
dado, que contiene el reflejo de su realidad sociopolítica y se caracteriza por ser un
conjunto de normas y principios supremos que  señalan la organización de los Poderes del
Estado y sus Instituciones y sus limitaciones frente a los derechos individuales, los cuales
están debidamente consagrados o enunciados en el mismo texto.

Se trata de un instrumento jurídico, normativo, organizador y limitante del poder del


Estado, contenedor de sus instituciones creadas conforme al mandato del poder originario y
soberano constituyente, que responden al convencimiento sociopolítico mayoritario de una
sociedad, que a la vez que determina la estructura del poder político en el Estado, especifica
y garantiza los derechos individuales del ciudadano.

Por lo tanto partimos de la premisa de que siendo el pueblo el detentador de la soberanía, de


el emana el poder político y las formas de garantizar los derechos individuales de cada
ciudadano, que son previos y superiores al Estado el cual motoriza los mecanismos para el
mantenimiento de esos principios, libertades y derechos.

Ha de ser por tanto una normativa superior a toda ley; toda norma debe ser interpretada
conforme a la Constitución y su aplicación debe ser directa en materia de derechos y
libertades y finalmente, como expresión de la realidad sociopolítica de un pueblo, debe
permitir su adaptación a las nuevas realidades sociales que vaya experimentando esa
sociedad

Otras fuentes: la costumbre y la jurisprudencia


Una costumbre es una práctica social arraigada. Usualmente las leyes son codificadas de
manera que concuerden con las costumbres de la sociedad que rigen, y en defecto de ley, la
costumbre puede constituir una fuente del derecho. Sin embargo en algunos países de
aplicación del Derecho anglosajón la costumbre es fuente de derecho primaria y como tal se
aplica antes (o a la vez) que la ley.

Es la "repetición constante y uniforme de una norma de conducta, en el convencimiento de


que ello obedece a una necesidad jurídica". También se le define como "el conjunto de
normas derivadas de la repetición más o menos constante de actos uniformes".
La costumbre jurídica tiene dos requisitos:

El factor subjetivo u opinio iuris, que es la creencia o convencimiento de que dicha práctica
generalizada es imperativa y como tal produce derechos y obligaciones jurídicas.
El factor objetivo o inveterata consuetudo, que es la práctica de la costumbre en sí y que
debe ser reiterada y unívoca.

Para que la costumbre represente una voluntad colectiva y espontánea debe ser general,
constante, uniforme y duradera

La costumbre Constitucional se genera de la forma de actuar de los órganos del Estado, que
crean un modus operandi no determinado en la propia Constitución. Requiere de la práctica
constante y de la creencia de su obligatoriedad jurídica.

Para algunos autores la costumbre no es fuente de derecho constitucional si no está


establecida de esa forma en la propia constitución. La Costumbre puede ser secundum
legem, praeter legem y contra legem. La primera implica una práctica interpretativa de la
norma constitucional, la segunda conlleva un complemento de la norma constitucional ante
los vacios que pueda presentar y la tercera consiste en práctica contraria a la norma
constitucional.

Se entiende por jurisprudencia las interpretaciones que de las normas jurídicas hacen los
tribunales de justicia en sus decisiones, y puede constituir una de las Fuentes del Derecho,
según el país; por ejemplo, en el Derecho anglosajón es una fuente de primera magnitud,
debido a que los jueces deben fundamentar sus decisiones o sentencias judiciales mediante
un estudio minucioso de los precedentes.

 En Venezuela el artículo 335 de la Constitución establece que el Tribunal Supremo de


Justicia garantizará la supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales;
será el máximo y último intérprete de la Constitución y velará por su uniforme
interpretación y aplicación. Las interpretaciones que establezca la Sala Constitucional sobre
el contenido o alcance de las normas y principios constitucionales son vinculantes para las
otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de la República.

Funciones de la Constitución

1-.Garantía de las libertades fundamentales:


 Estos derechos fundamentales se pueden interpretar como dispositivos de resistencia
contra los avatares del poder político.Son derechos que se ejercen frente al Estado y sirven
como límite a su poder

2-.Función constitutiva del estado:


Las constituciones sirven para demostrar internacionalmente el surgimiento de un nuevo
estado.  Por ello todos los estados luego de independizarse se muestran ante los demás
como poseedores de una constitución propia.

3-.Función de estabilización:
Las constituciones otorgan estabilidad al poder político que se apoye en ellas.

4-Función de racionalización:
Las constituciones permiten racionalizar el poder político, por parte esto se logra a través
de la separación  de las funciones del estado (Legislativa, Ejecutiva y Judicial) que
garantiza el control del poder público en virtud de la prohibición de concentrar el poder en
un solo órgano.

5-. Función de legitimación del poder político:


Debido a que las constituciones incorporan principios políticos, democráticos  y liberales,
como soporte del poder político lo legitiman, pues configuran el título con base al cual se
ejerce el poder.

6. Función de cohesión social:


La constitución es el instrumento principal que posee un estado para mostrarse como un
estado nacional, de esta manera, la constitución  cumple una función simbólica.

7. Función como base fundamentadora del sistema jurídico:


 La constitución es la norma básica del ordenamiento jurídico, ello significa que toda la
estructura normativa tiene s fundamento en la constitución.

La Supremacía Constitucional

El principio de la supremacía constitucional, se encuentre consagrado expresamente o no en


el propio texto constitucional, coloca a la Constitución como ley suprema del Estado y por
ello todo el ordenamiento jurídico se encuentra condicionado por las normas
constitucionales, y ninguna autoridad estatal tiene más poderes que los que le reconoce la
Constitución, pues de ella depende la legitimidad de todo el sistema de normas e
instituciones que componen aquel ordenamiento.

El principio de supremacía constitucional caracteriza al tipo de constitución rígida, en


cuanto que ésta no puede modificarse por los mismos procedimientos que se utilizan para
dictar y reformar las leyes ordinarias, sino que deberá cumplirse con una vía mucho más
compleja y exigente.
Cuando el Constitucionalismo moderno elaboró el tipo de Constitución escrita o codificada,
adosó a la Constitución formal el rango de supremacía y el carácter de súper-ley. Esta
superioridad implica:
•El poder de donde la Constitución proviene es distinto al del Estado, el cual es limitado,
subordinado y condicionado por ella.
•La Constitución, emanada del poder constituyente, encabeza un orden jurídico jerárquico y
graduado que exige la coherencia de una prelación a favor de la constitución suprema.
Cuando el orden de prelación se fractura, la norma o acto infractor de la constitución se
encuentra viciado de inconstitucionalidad.
En definitiva la constitución no puede ser modificada por otra ley o acto de gobierno,
pudiendo únicamente modificarse a través del procedimiento determinado en su propio
texto para ello.

Al lado de este principio de primacía constitucional se encuentra el respeto y el acatamiento


que por ella deba existir, que valen tanto o más que la construcción técnico jurídica de la
supremacía. Se trata de un problema de legitimidad en sentido sociológico, es decir, de la
representación colectiva que se forja en torno de la imagen de la Constitución, de la idea
que de ella se tiene.

El primer antecedente de la consagración del principio de la supremacía constitucional la


encontramos en la Constitución americana de 1787, cuando en su artículo 6 párrafo
segundo estableció: “Esta Constitución, y las leyes de los Estados Unidos que se expidan
con arreglo a ella, y todos los tratados celebrados o que se celebren bajo la autoridad de los
Estados Unidos, serán la Suprema ley del país y los jueces de cada Estado están obligados a
observarlos (…)”.  No obstante, en Inglaterra, donde no rige le principio de la supremacía
de la Constitución, se pueden encontrar ciertos actos que denotan que el Common Law
limita a la ley del Parlamento.

La Supremacía Material de la Constitución resulta del hecho de que ella organiza las
competencias. En efecto, al crear las competencias, ella es necesariamente superior a los
individuos que están investidos de esas competencias. Por consiguiente, los gobernantes no
pueden ir en sus actos contra la Constitución, sin despojarse, al mismo tiempo, de su
investidura jurídica.

La Supremacía Formal de la Constitución surge, fundamentalmente, del hecho de que sus


normas han sido consagradas mediante procedimientos especiales, diferentes a los de la ley
ordinaria, y para modificar esas normas se requiere igualmente de procedimientos
especiales.

La Supremacía constitucional se consagra de forma expresa en la Constitución venezolana


en su artículo 7.

Artículo 7. La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento


jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución.
Los siguientes artículos de nuestra Constitución nacional, son consecuencia de este
principio: 25, 27, 137, 139, 333, 334 y 335.

El principio de Rigidez Constitucional.

La rigidez de la Constitución se concretiza en la previsión de procedimientos y vías


institucionales específicas para la reforma de la Constitución, la cual en ningún caso puede
hacerse por la Asamblea Nacional, el Congreso o Parlamento mediante el solo
procedimiento de formación de las leyes.

En todo caso, se exige para la  enmienda y reforma, el cumplimiento de requisitos y


formalidades especiales, y para la modificación sustancial de la constitución, en la cual se
vean afectados sus principios o su estructura, la participación del pueblo como poder
constituyente originario.

El principio de rigidez constitucional en Venezuela está consagrado en el artículo 333


Constitucional, el cual establece:

Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de
fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal
eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el
deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia. (Subrayado nuestro)

Jerarquía de Los Tratados Internacionales Sobre Derechos Humanos en Venezuela

Según lo dispuesto en el artículo 23 de la Constitución


“Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados
por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la
medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas por esta constitución y en las leyes de la república, y son de aplicación
inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del poder público”
Con relación al término Tratado, podemos acudir a la Convención de Viena sobre Derecho
de los Tratados, según la cual es:

“Todo acuerdo internacional celebrado por escrito, entre Estados y regido por el Derecho
Internacional, (…) cualquiera que sea su denominación particular”.

En tal sentido, podemos afirmar que nos encontramos con un tratado relativo a los derechos
humanos, cuando afecta o interesa a la protección de éstos, tal circunstancia se da:
1.Ello es cuando en definitiva su objeto y propósito es el reconocimiento y la protección de
los derechos de la persona humana. Al aprobar estos tratados sobre derechos humanos, los
Estados se someten a un orden legal dentro del cual ellos, por el bien común, asumen varias
obligaciones, no en relación con otros Estados, sino en relación con los individuos bajo su
jurisdicción.
2.También podemos considerar dentro de este grupo aquellos tratados que tienen como
propósito y objeto la protección de las víctimas de violación de los derechos humanos o
asegurar la investigación y sanción de los responsables de los crímenes internacionales
contra los derechos humanos.
3.Por último, también gozan de esta jerarquía aquellas normas que conciernen a los
derechos humanos, contenidas en tratados internacionales cuyo objeto y fin no es el
reconocimiento de los derechos de las personas y su protección. Tal es el caso, por ejemplo,
de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, la cual contiene normas sobre la
notificación o aviso consular de nacionales (Artículo 36, literal b). En este sentido la Corte
Interamericana de Derechos Humanos  ha expresado que “(…) un tratado puede concernir a
la protección de los derechos humanos, con independencia de cuál sea su objeto principal
(OC-16/99)”.

Consecuencias de la Jerarquía Constitucional de los Tratados Relativos a los Derechos


Humanos
1. Incorporación al Bloque Constitucional

Ahora bien, una de las consecuencias de otorgar a los tratados internacionales de derechos
humanos rango constitucional es su incorporación al bloque de la constitución.
Así, podemos decir que en los sistemas como el de Venezuela, donde los tratados
concernientes a los derechos humanos tienen jerarquía constitucional, el bloque de la
constitución está integrado por el propio texto de la constitución y por todos los tratados
relativos a derechos humanos ratificados por el estado.

2. Criterio de la Primacía de la norma más favorable


Otra de las consecuencias es que los tratados relativos a derechos humanos no sólo tienen
como principio general la misma jerarquía que la propia Constitución, sino que incluso
prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y
ejercicio más favorables a las establecidas en la propia Constitución y en las leyes de la
República.

Este criterio de la primacía de la norma más favorable contribuye a minimizar las


posibilidades de conflictos entre instrumentos legales. Asimismo, facilita la obtención de
una mayor coordinación entre tales instrumentos en su dimensión tanto vertical (tratado-
leyes), como horizontal (entre dos o más tratados).
Incluso, este criterio puede llevar a los organismos internacionales a la aplicación del
derecho constitucional con preferencia sobre el derecho internacional, cuando el primero
consagre una norma más favorable.

3. Su integración es total.

Otras de las consecuencias es que la equiparación a rango constitucional de estos tratados


internacionales se realiza en un todo, con lo cual se acepta el sistema de protección de los
derechos humanos que pueda estar consagrado en alguno de esos tratados, con todas las
consecuencias que se puedan derivar de las decisiones adoptadas por los organismos
internacionales encargados de velar por el respeto y protección de los derechos humanos.
No obstante, incluso sin que dicha consecuencia se derive de tal consagración, no podemos
dejar de afirmar que:
Todos lo actos del Estado, desde su Constitución hasta los actos administrativos
individuales, están sometidos al control de los órganos internacionales de protección de la
persona humana creados por los tratados.
•No pueden alegarse ni la soberanía ni la conformidad con el ordenamiento jurídico interno,
ni la patria libre como causas de excluir la sujeción de determinados actos del Estado a la
jurisdicción internacional protectora de los derechos humanos. (Art. 27.1 de la Convención
de Viene sobre Derecho de los Tratados)
El compromiso de respeto y garantía plena a los derechos humanos comprende, según los
artículos 1 y 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,  las medidas de
cualquier naturaleza que deben adoptar los órganos del Estado, dentro de los cuales se
encuentra por supuesto el poder judicial.

4. Adquieren Rigidez Constitucional.

Por último, otra de las consecuencias de otorgar rango constitucional a los tratados
internacionales de derechos humanos es la rigidez constitucional que adquieren; por tal
motivo, los tratados relativos a los derechos humanos sólo podrán ser denunciados, en los
casos en que proceda conforme al derecho internacional, siguiendo para ello los
procedimientos de enmienda o reforma constitucional.

Bibliografía básica para estudiar este tema:

ARISMENDI ALFREDO. Derecho Constitucional. Universidad Central de Venezuela.


Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Instituto de Derecho Público. Caracas 2006

BREWER-CARIAS ALLAN R. La Constitución de 1999. Derecho Constitucional


Venezolano. Editorial Jurídico Venezolana. Caracas 2004

COMBELLAS RICARDO. Derecho Constitucional. Una Introducción al Estudio de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela Ed. Mc Grau Hill- 2001

HUMBERTO J LA ROCHE. Derecho Constitucional. Tomo I. Parte General. 2da edición.


Editorial Vadell. 1991. Caracas
   
MANUEL GARCÍA PELAYO. Derecho Constitucional. Colección Textos Jurídicos
Universitarios. Manuales de la Revista occidente. 5ta Edición. Madrid

MANUEL GARCIA PELAYO. Derecho Constitucional Comparado. Madrid

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