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Voces: LABORAL - REGÍMENES LABORALES ESPECIALES - DIFERENCIAS SALARIALES


- PRUEBA - TRABAJADOR - CONSTRUCCIÓN DE OBRA

Partes: Cañete Andres c/ Bigi Daniela | cobro de pesos

Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Laboral de Rosario

Sala/Juzgado: II

Fecha: 15-ago-2011

Cita: MJ-JU-M-70282-AR | MJJ70282

Producto: LJ,STF,MJ

El reclamo por diferencias salariales requiere pautas mínimas suficientes para que el
sentenciante pueda pronunciarse sobre la validez de la petición, porque tanto la presunción
'juris tamtun' a favor de sus afirmaciones como la inversión del 'onus probandi' sobre el monto
y el cobro de las remuneraciones no opera cuando dichos montos sólo son objeto de reclamo
global.

Sumario:

1.-Corresponde rechazar el rubro de diferencias salariales y consecuentemente la


indemnización prevista por el art. 19 de la ley 22.250 en virtud de que la actora no ha probado
la existencia de diferencias remuneratorias.

2.-Sabido es que quien alega un hecho en sede judicial tiene la carga procesal de probarlo, es
decir que, de acuerdo a los principios generales que rigen en materia probatoria, frente a la
negativa expresa de la accionada acerca de la existencia de las diferencias remuneratorias
invocadas por el trabajador, correspondía a éste la carga probatoria de su veracidad para
obtener de tal forma el derecho reclamado.

3.-La prueba informativa rendida por UOCRA solo hace referencia a un determinado mes,
porque más allá de la indicación que efectúa dicha institución acerca de que se adjunta planilla
con los datos requeridos , de la simple lectura de la misma emerge sin duda alguna que la
escala salarial informada, corresponde a un empleado de la construcción que se desempeña
en la categoría laboral oficial albañil, vigente a ese momento y no por todo el período de la
relación laboral como pretende la quejosa, por lo que al no haber sido adecuadamente
producida la prueba informativa cuestionada, resulta insuficiente para acreditar las diferencias
salariales reclamadas, limitando la posibilidad de confrontación con la remuneración
denunciada, en pos de la acreditación de la veracidad del reclamo.
4.-Todo reclamo de diferencias salariales requiere como punto de partida y de modo
indispensable pautas mínimas suficientes para que el sentenciante pueda pronunciarse sobre
la validez de la petición, exigencia insoslayable aun cuando el trabajador no esté inscripto en
los libros y registraciones laborales del empleador, porque tanto la presunción juris tamtun a
favor de sus afirmaciones (art. 55 de la LCT) como la inversión del onus probandi sobre el
monto y el cobro de las remuneraciones, no opera cuando dichos montos sólo son objeto de
reclamo global.

5.-Ausente el cumplimiento de la carga de especificar los rubros y montos que fundaban el


reclamo por diferencias salariales, dado que en la demanda sólo se arriesga una suma global
cuyo origen no se precisa ni se puede determinar por simples operaciones aritméticas, así
como ausente también la posibilidad de determinarlas por todo el período trabajado en atención
a las particularidades del horario cumplido y de la retribución percibida, no pueden receptarse
los agravios expresados por el accionante (del Voto de la Dra. Aseff por sus fundamentos-
mayoría).

En la ciudad de Rosario, a los 15 días del mes de agosto del año dos mil once, se reunieron en
Acuerdo las Sras. Juezas de la Cámara de Apelaciones en lo Laboral, Dras. Lucía María Aseff,
Roxana Mambelli y Adriana María Mana, Vocales de la Sala Segunda, para resolver en autos:
"Cañete, Andres c/ Bigi Daniela s/ Cobro de pesos." (Expte. N° 118/2010), los recursos de
apelación parcial y conjunta nulidad interpuestos por la actora contra el fallo Nro. 1405 del 29
de diciembre del 2009, dictado por el Juez de Primera Instancia de Distrito en lo Laboral de la
6ta. Nominación de la ciudad de Rosario. Hecho el estudio del juicio, se resolvió plantear las
siguientes cuestiones:

1- ¿Es nulo el fallo recurrido?

2- ¿Es justa la sentencia apelada?

3- ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?

Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación debía realizarse en el siguiente orden: Dras.
Mana; Aseff. y Mambelli.

A la primera cuestión: La Dra. Mana dijo: El recurso de nulidad interpuesto por la actora a fs.
73, no ha sido mantenido en la Alzada y como no existen vicios de procedimiento ni de
pronunciamiento que ameriten su declaración de oficio, cabe desestimarlo.

Voto pues por la negativa.-

A la misma cuestión: Las Dras. Aseff y Mambelli dijeron: Atento lo expuesto precedentemente,
votamos en idéntico sentido.-

A la segunda cuestión: La Dra. Mana dijo: La sentencia Nro. 1405 de fecha 29 de diciembre
del 2009 a cuyos fundamentos de hecho y de derecho me remito en mérito a la brevedad,
resuelve lo siguiente: "I) Rechazo la tacha deducida a fs. 50 vta. contra la testigo Marta Haydee
Olivera, con costas al actor incidentista perdidoso.II) Recepto parcialmente la pretensión
contenida en la demanda y en consecuencia condeno a Daniela Alejandra Bigi a pagar a
Andrés Cañete dentro del término de cinco días la suma que surja de la planilla de capital e
intereses que habrá de practicarse conforme a los considerandos precedentes y a entregarle
dentro del plazo de dos días el certificado de servicios y constancia documentada del pago de
aportes bajo apercibimiento de aplicar astreintes en caso de incumplimiento, contándose
ambos términos desde que quede ejecutoriada la presente. III) Difiero la imposición de costas
del principal y la regulación definitiva de honorarios a la aprobación de la liquidación antes
mencionada, debiendo acompañar los profesionales intervinientes constancia de inscripción
frente a la AFIP, insértese y hágase saber. (Expte. N° 371/2006)". (fs. 72 vta.)

Contra la sentencia de fs. 68/72 se alza en apelación parcial y conjunta nulidad la actora a fs.
73. Concedidos los recursos y elevadas las actuaciones, expresa sus agravios a fs. 85/87; los
que no son contestados por la demandada, a pesar de estar debidamente notificada;
debidamente sustanciados quedan los presentes en estado de resolver.

Agravios

Los reproches vertidos por la actora se dirigen a cuestionar: 1) que la sentencia en crisis haya
rechazado el rubro diferencias salariales entendiendo que la informativa rendida a fs. 38 por
UOCRA solo refiere al mes de abril/06 pese a que la propuesta de la actora (fs.22) incluyó todo
el período de la relación laboral (abril 2005 a abril 2006) presupuestos que llevarían al a-quo a
sostener, según la recurrente, que "no se incorporó a la causa en debida forma y en
oportunidad procesal correspondiente la prueba que acredite tal extremo". 2) que el magistrado
de grado haya rechazado totalmente la indemnización prevista por el artículo 19 de la ley
22.250, agregando que el mismo debió admitirse en relación a las diferencias por
remuneraciones correspondientes al mes de marzo/06.

Trataré los agravios de la accionante en el orden que considere metodológicamente adecuado,


haciéndolo de manera conjunta, atento la íntima vinculación existente entre los mismos.

Del fallo venido a revisión emerge que el a-quo rechazó las diferencias salariales reclamadas
por el trabajador, fundándose en que "no se incorporó a la causa en debida forma y en
oportunidad procesal correspondiente la prueba que acredite tal extremo". (fs. 71 vta.).

Entiendo que asiste razón al magistrado de grado al desestimar el reclamo relativo a las
diferencias salariales denunciadas por la actora, en tanto, sabido es que quien alega un hecho
en sede judicial, tiene la carga procesal de probarlo, es decir que, de acuerdo a los principios
generales que rigen en materia probatoria, frente a la negativa expresa de la accionada acerca
de la existencia de las diferencias remuneratorias invocadas por el trabajador, correspondía a
éste la carga probatoria de su veracidad para obtener de tal forma el derecho reclamado.

Los fallos jurisprudenciales aplicables a la causa sostienen que: "cada parte carga con la
obligación de probar los extremos en que funda su pretensión. ". (CNTrab. Sala II,
diciembre13-994.- Martin Blas B.c. Vinisa S.A. y otro. DT, 1995- A, 401.), como así también
que: "las partes deben asumir la carga probatoria de la veracidad de sus respectivas
afirmaciones o negaciones, con la sola excepción de los hechos admitidos, notorios o
normales." (CNFed. Seg. Social, sala II, febrero 27-997.- Escuela Jardín de Infantes Particular
Nº 280 c. Dirección General Impositiva.DT, 1997- B, 1664.)

En otras palabras, recaía en cabeza del trabajador la acreditación de dicho extremo; que
adelanto, no cuenta en el presente con el debido respaldo probatorio.
Por su parte, entiendo, en total concordancia con el sentenciante de grado que la prueba
informativa rendida a fs. 38 por UOCRA solo hace referencia al mes de abril del 2006, porque
más allá de la indicación que efectúa dicha institución a fs. 39, acerca de que "se adjunta
planilla con los datos requeridos", de la simple lectura de la misma, -que expresamente
contiene la premisa "abril/06" -, emerge sin duda alguna que la escala salarial informada a fs.
38, corresponde a un empleado de la construcción que se desempeña en la categoría laboral
oficial albañil, vigente al mes de abril del 2006 y no por todo el período de la relación laboral
(abril 2005 a abril 2006) como pretende la quejosa.

Por lo expuesto, al no haber sido adecuadamente producida la prueba informativa cuestionada,


resulta insuficiente para acreditar las diferencias salariales reclamadas, limitando la posibilidad
de confrontación con la remuneración denunciada, en pos de la acreditación de la veracidad
del reclamo.

Por ello, examinado el memorial recursivo, entiendo que no asiste razón a la quejosa cuando
sostiene que "debió el a-quo admitir la procedencia de tal rubro y -en su caso - diferir su
estimación a la planilla respectiva con la incorporación - si alguna duda tenía - de una escala
salarial actualizada" (fs. 86), ya que de resolver en ese sentido, el juez estaría fallando en
abstracto, a diferencia de lo que ocurre con la estipulación de la remuneración que el
sentenciante difiere al momento de practicarse la liquidación, en tanto se encuentra facultado
para ello conforme lo dispuesto por el art.114 de la LCT,.

Además, considero que ninguna duda tuvo el magistrado al pronunciarse sobre el rechazo del
rubro, porque -insisto- no existe en el presente prueba alguna que acredite su existencia y
consecuentemente amerite su recepción.

A mayor abundamiento, no puede soslayarse que el presente reclamo, tal como fue planteado
en el escrito inicial (fs. 5 vta.), no cuenta con los presupuestos exigibles para su procedencia,
deviniendo en un reclamo deficiente.

En este sentido, es concordante la jurisprudencia al sostener que: "Todo reclamo de


diferencias salariales requiere como punto de partida y de modo indispensable pautas mínimas
suficientes para que el sentenciante pueda pronunciarse sobre la validez de la petición,
exigencia insoslayable aun cuando el trabajador no esté inscripto en los libros y registraciones
laborales del empleador, porque la presunción "juris tamtun" a favor de sus afirmaciones (art.
55 de la LCT) como la inversión del "onus probandi" sobre el monto y el cobro de las
remuneraciones no opera cuando dichos montos sólo son objeto de reclamo global" (SCBA,
agosto 13-991.-Maina, Angel O. c/ Gómez Pedro: T y SS, 1992-406; y TTrab. N° 3, Lomas de
Zamora, noviembre 10-997.- López, Carlos A. c/ La previsión Coop. De Seg. Ltda.: DT, 1998-
B, 1484).

Por lo expuesto, corresponde el rechazo en total acuerdo con el decisorio de grado del rubro
diferencias salariales, no sólo porque las mismas fueron reclamadas sin indicación de lo que
hubiera correspondido percibir mes a mes, desatendiendo dicha petición a las pautas
suficientes para que tanto la parte contraria como el sentenciante puedan verificar su
existencia, sino porque además, en el presente el trabajador no ha acreditado fehacientemente
la existencia de las diferencias remuneratorias que denuncia haber sufrido.

Conforme lo expuesto, el agravio articulado en primer lugar no puede prosperar.


Similar suerte corre el agravio articulado en segundo lugar por la accionante, en tanto la falta
de acreditación de la existencia de diferencias salariales, torna irrelevante el análisis acerca de
la extemporaneidad o no, de la intimación cursada por el trabajador a los fines de percibir la
indemnización prevista en el art. 19 de la ley 22.250; por lo que postulo el rechazo del presente
agravio.

Voto, pues, por la afirmativa.

A la misma cuestión: Las Dras. Aseff dijo: Que comparto el voto emitido por la vocal
preopinante y la solución a la que arribara a lo que agrego, a mayor abundamiento, lo
siguiente:

a) Que llega firme a esta instancia lo decidido por el juez de grado cuando determina que la
extensión de la jornada reconocida al apelante es "la que surge de los recibos acompañados
por la demandada y reconocidos por el actor", lo que nos coloca frente a la peculiar situación
de un trabajador que no laboró meses completos sino que lo hizo en forma esporádica, lo que
ya de salida descarta el incremento sa larial por asistencia. Tanto es así que no aparecen
recibos de los meses de mayo y junio del año 2005 y del mes de febrero del año 2006.

b) Queda claro, asimismo, que las horas extras le eran abonadas, no sólo porque algunas de
ellas aparecen liquidadas en esos recibos acompañados por la demandada sino porque no
fueron reclamadas por el trabajador.

c) Si el actor afirma en la demanda que laboraba de lunes a viernes de 8 a 15, quiere decir que
cumplía una jornada de 40 horas semanales, inferior a la jornada legal de 48 horas por igual
período.Y si le pagaban $ 40.- por día, que la hora se le liquidaba a razón de $ 5.-, o sea un
25% más de lo que la escala salarial convencional había establecido para el mes de abril del
año 2006 - que pudo o no ser la misma que rigió desde el mes de abril del año 2005 hasta ese
momento, lo que se desconoce - lo que nos coloca frente a la atípica situación de un trabajador
que no alcanza a cumplir la jornada legal, que cuando labora es retribuido por encima de la
escala convencional y que no obstante ello pretende, conforme a la poco clara informativa del
gremio glosada a fs. 38, que se le otorgue el rubro diferencias salariales reclamado
globalmente sin haber especificado suficientemente rubros y montos - como era su carga
hacerlo - ni en esta instancia ni en la anterior.

d) Estas peculiaridades que surgen de los hechos comprobados de la causa y llegan firmes a
esta Alzada imponían al accionante, inexcusablemente, detallar tan siquiera sumariamente de
dónde surgían las diferencias salariales reclamadas y discriminarlas mes por mes conceptual y
numéricamente. Y no lo hizo.

Adviértase, a modo de ejemplo, que el art.245 del CPCC, ante situaciones que por analogía
pueden asimilarse a la venida en revisión, exige a la sentencia de condena que si no puede
fijar su importe líquido al menos proporcione las bases sobre la que haya de hacerse la
liquidación - en la medida que pueda deducirse el quantum de una simple operación aritmética
- siempre y cuando haya prueba fehaciente sobre la procedencia de los rubros pretendidos y
haya existido una imposibilidad cierta de arribar a su determinación cuantitativa dentro de la
etapa probatoria (no siendo este el caso, ni en uno ni en otro supuesto), estando contestes la
doctrina y la jurisprudencia en que no es posible aplicar esta norma cuando esté destinada a
suplir negligencias u omisiones probatorias de parte que es, en definitiva, lo que alega el juez
de grado cuando rechaza el rubro aunque lo exprese en otros términos.

Pues bien, ausente el cumplimiento de la carga de especificar los rubros y montos que
fundaban el reclamo por diferencias salariales, dado que en la demanda sólo se arriesga una
suma global - $ 2.355. - cuyo origen no se precisa ni se puede determinar por simples
operaciones aritméticas, así como ausente también la posibilidad de determinarlas por todo el
período trabajado en atención a las particularidades del horario cumplido y de la retribución
percibida, no pueden receptarse los agravios expresados por el accionante - dada su estrecha
vinculación - por lo que debe confirmarse lo resuelto por el a quo, como lo ha postulado mi
distinguida colega.

Porque si bien en teoría hubiera sido, tal como lo sostiene el quejoso - en afirmación que, en
términos generales, comparto - más justo y sencillo que se admitiera el rubro a las resultas de
la escala salarial que se agregara al momento de la planilla respectiva, en este caso, como
acabo de explicarlo, nada se presenta sencillo ni resulta evidente ni tampoco resulta clarificado
por el apelante, por lo que debe cargar con las consecuencias disvaliosas de su propia
omisión.

A la misma cuestión: La Dra. Mambelli:Atento lo expuesto por las Dras. Mana y Mambelli, voto
en idéntico sentido.-

A la tercera cuestión: La Dra. Mana dijo: Los fundamentos que anteceden me llevan a: I.
Desestimar el recurso de nulidad deducido por la parte actora. II. Rechazar el recurso de
apelación parcial formulado por la actora y confirmar la sentencia de Primera Instancia en lo
que ha sido materia de revisión, con costas de Alzada a su cargo; III. Fijar los honorarios
profesionales en un cincuenta por ciento de los que en definitiva sean regulados en Primera
Instancia.

Así voto.

A la misma cuestión: Las Dras. Aseff y Mambelli dijeron: Corresponde votar el voto propuesto
por la Dra. Mana, así votamos.-

A mérito del Acuerdo que antecede, la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones en lo


Laboral;

RESUELVE:

I. Desestimar el recurso de nulidad deducido por la parte actora.

II. Rechazar el recurso de apelación parcial formulado por la actora y confirmar la sentencia de
Primera Instancia en lo que ha sido materia de revisión, con costas de Alzada a su cargo;

III. Fijar los honorarios profesionales en un cincuenta por ciento de los que en definitiva sean
regulados en Primera Instancia.

Insértese, hágase saber y oportunamente bajen.- (Autos: "Cañete, Andres c/ Bigi Daniela s/
Cobro de Pesos.". Expte. N° 118/2010).-

MANA
ASEFF

MAMBELLI

NETRI

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