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La democracia es una forma de gobierno del Estado donde el poder es ejercido por el
pueblo, mediante mecanismos legítimos de participación en la toma de decisiones
políticas. El término democracia es extensivo a las comunidades o grupos organizados
donde todos los individuos participan en la toma de decisiones de manera participativa
y horizontal.
Una ciudadanía que no ejerce su condición de tal deja de serlo para convertirse en otra
cosa; en tal caso, el ciudadano deviene en siervo, súbdito o esclavo.
Ciudadanía republicana.
El liberalismo.
6. ¿A quienes privilegia la Ciudadanía Comunitarista y ¿por qué?
Aunque tiene muchos puntos en común con el modelo anterior, se suelen considerar
opciones distintas. Su autor más importante es Will Kymlicka, que defiende una
propuesta de “pluralismo cultural”. Se refiere a tres clases de grupos, con sus
correspondientes derechos específicos para cada caso: a) los grupos desfavorecidos
(mujeres, discapacitados, etc), que deben tener derechos especiales por un espacio de
tiempo determinado; b) grupos de inmigrantes y minorías étnicas o religiosas: son
acreedores de derechos multiculturales, y además de forma permanente, por lo que
mantendrían su identidad diferenciada; c) minorías nacionales: exigen “derechos de
autogobierno”. Prefieren mayor grado de autogobierno que una representación mayor
en el conjunto del estado.
El politólogo Giovanni Sartori ha presentado en Sartori (2001) una crítica muy seria a
este modelo político. Según Sartori, en demasiadas ocasiones se asimilan conceptos
que en realidad presentan diferencias esenciales, como es el caso de multiculturalismo
y pluralismo. Si por un lado el pluralismo defiende precisamente la pluralidad en la
sociedad, es decir, que el hecho de que no exista una unanimidad es positivo, el
multiculturalismo vendría a ser aquel modelo que llevaría a cabo un proyecto de
promoción de las diferencias étnicas y culturales, en el sentido de una mayor
potencialidad conflictiva y desestructuradora. La clave sería la siguiente: invocando la
tolerancia (atributo del pluralismo), el multiculturalismo acabaría con el principio de
tolerancia mismo, pues, en lugar de integrar en la diferencia (es decir, una integración
que no significara una homogeneización absoluta), se defendería en la práctica una
desintegración multiétnica, una sociedad partida en mil fragmentos que no guardarían
relación los unos con los otros, y en cuyo blindaje se perdería precisamente la idea del
auténtico pluralismo. Una sociedad presidida por este modelo, además de
ingobernable, difícilmente podría ser una sociedad democrática que contara con una
ciudadanía saludable.