Está en la página 1de 3

EL FRACASO ASEGURADO DE UN NUEVO JEFE DE

MANTENIMIENTO
A veces es muy fácil prever que un nuevo jefe de mantenimiento no va a tener éxito en su trabajo.
Las circunstancias que lo rodean aseguran su fracaso de forma casi segura.

En ocasiones una empresa contrata a un nuevo jefe de mantenimiento, consciente de que tiene un
grave problema de mantenimiento que puede resolver contratando a un nuevo gestor.

A veces, demasiado a menudo, el nuevo jefe de mantenimiento contratado o recién ascendido no


consigue resolver el problema de mantenimiento de manera satisfactoria para la gerencia de la
empresa. El jefe de mantenimiento acaba despedido, relegado a otras funciones, y desde luego,
habiendo fracasado en su cometido.

Pero, ¿es siempre culpa del jefe de mantenimiento?

Personalmente he visto este caso en demasiadas ocasiones. Muy a menudo se dan estas otras
circunstancias:

 Ha habido más intentos fallidos, es decir, ha


habido otros jefes de mantenimiento que
han fracasado
 No existe mantenimiento programado de
ningún tipo
 El estado de la maquinaria y las
instalaciones es en general malo
 Algunos de los técnicos, incluso la mayoría,
llevan bastante tiempo en el departamento.
En otras ocasiones sucede exactamente lo
contrario: hay una gran rotación en el
departamento, incluso en la empresa.
 Algunos de esos técnicos de mantenimiento
son considerados ‘imprescindibles’ tienen
prestigio y contacto directo con los
gerentes y directores de la empresa, que
confía mucho en ellos
 El departamento de producción tiene más
poder efectivo que el de mantenimiento. La
visión a corto plazo impera sobre una visión
a largo plazo. El día a día es lo que marca
la programación de mantenimiento, las
urgencias y las escasas intervenciones
programadas
 Existe un férreo control de costes y un
presupuesto muy ajustado para realizar el
mantenimiento
 Los directivos por encima del jefe de
mantenimiento no están acostumbrados a
delegar y se inmiscuyen en la gestión de
forma constante.
 Hay un doble lenguaje de los directivos que
están por encima del jefe de
mantenimiento: por un lado, hablan del
preventivo y de modernizar el
departamento. Por otro, impulsan la
gestión basada en el ‘mantenimiento de
crisis’
En esas condiciones es muy difícil que un nuevo jefe de mantenimiento tenga éxito en su trabajo,
entendiendo como éxito los siguientes logros:

 Conseguir que las instalaciones mejoren en


disponibilidad y mejore su estado
 Conseguir aumentar la producción
 Conseguir una organización óptima del
personal de mantenimiento
Razones que aseguran el fracaso del proyecto de cambio en esas circunstancias
Las razones por las que el trabajo del nuevo jefe de mantenimiento está abocado al fracaso son, en
mi opinión, las siguientes:

 El Jefe de Mantenimiento carece de la


autoridad necesaria. Es y será el culpable
de todo lo que ocurra, pero no tiene
capacidad para tomar decisiones
organizativas ni presupuestarias. Como
mucho, gozará de unas semanas o unos
meses de gracia, en los que podrá sacar
adelante unas pocas iniciativas. Pero
transcurrido ese periodo, que no suele ser
superior a tres meses, las decisiones
importantes y estratégicas no las tomará él,
sino que las tomarán sus superiores. Eso sí,
será el responsable de que las decisiones
tomadas por otros no funcionen. Esta es,
sin duda, la principal razón
 No tienen la confianza de los directivos, y
no es fácil que la tengan. Éstos han
descargado esa confianza en determinado
personal, que son los que realmente dirigen
el mantenimiento y la producción. En
ocasiones ese personal de 'confianza', ese
grupo de personas que ostentan el poder
fáctico en la sombra es precisamente el
responsable de la situación en que se
encuentra la empresa, y desde luego,
facilitarán poco un cambio de estrategia en
el que ellos no tienen nada que ganar.
 Hay determinadas personas que no tienen
interés en que haya cambios que les
situarían, cuando menos, en una posición
incierta. Esas personas magnificarán los
errores y matizarán los éxitos, incluso
atribuyéndoselos si tienen posibilidad.
 El estado de las instalaciones es malo, y
hace que el día a día impida pensar en el
futuro. Los árboles impiden ver el bosque.
No hay tiempo para plantear cmabios
organizativos del personal, para pensar en
establecer rutinas de mantenimiento, para
organizar intervenciones programadas, etc.
Sólo hay tiempo para resolver crisis
 La mentalidad del coste y el beneficio
también es una mentalidad a corto plazo. A
veces es necesario 'gastar' para 'ganar más'
y eso es algo que algunos directivos no ven.
En muchas ocasiones es necesario
contratar un técnico más, realizar una
intervención programada, hacer una puesta
a punto de un equipo, renovar una
determinada instalación. Eso puede tener
sus beneficios a medio plazo, aunque a
corto plazo aparezca como una pérdida o
como un aumento en el coste del
mantenimiento.

También podría gustarte