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Asignatura:
Grupo 02°
Programa de psicología
Valledupar-cesar
Enfoque humanista Vs psicología humanista
Enfoque humanista
No es posible considerar al hombre como ente, cosa, objeto; el hombre es y siempre será
“un ser”, cuya existencia en el mundo debe ser respetada, al igual que las demás formas de
existencia. De este modo, el enfoque humanista concede gran importancia al estudio del
hombre y sus sentimientos, deseos, esperanzas, aspiraciones; conceptos considerados
subjetivos por otros enfoques psicológicos, como es el caso de las teorías conductistas,
basadas solo en el estudio de las manifestaciones del comportamiento de los sujetos.
La angustia generada por el fenómeno de las guerras, situaba al hombre ante la necesidad
de comprenderse, de explicarse su propia naturaleza. La vivencia de pérdida, de vacío, de
profunda decepción, generó la desconfianza en el avance tecnológico y el positivismo de la
ciencia. La corriente filosófica existencialista, predominante en el período de la postguerra,
exigía de una Psicología que ofreciera respuestas a preguntas sobre el sentido de la vida, las
necesidades más elevadas, el proceso de descubrimiento interior, sin lo cual el hombre
contemporáneo no alcanzaría su curación. (Goodman, Paul) 1972.
A partir de estas ideas, la psicología humanista fue dando respuesta al lugar que el hombre
debe ocupar en su relación con el medio. El centro de atención fue el hombre mismo, como
persona única e irrepetible, viendo todos los mecanismos de ajuste al medio como una
forma de incentivar su creatividad y aprendizaje. Muchas veces la sociedad, representada
por la familia, los maestros, y otras instituciones, tratan de imponer exigencias que nada
tienen que ver con la naturaleza del sujeto, con sus necesidades, obligándole a dividirse
entre lo que piensa, siente y se espera de su comportamiento. Esta falta de integración hace
que el hombre comience a enfermar, pues empieza a negar dentro de sí, todo aquello que no
es aceptado socialmente. La personalidad se estructura sobre la base de estos mecanismos
adaptativos, que una vez que cumplen su función, se instauran como características
distintivas que sobredimensionan uno de los polos, negándose el otro. Rechazamos lo que
negamos en nosotros mismos. El principio fundamental de la aplicación del humanismo a la
psicoterapia, es la toma de conciencia de los aspectos negados en el comportamiento. Una
persona estará saludable en tanto acepte e integre lo que en realidad es, es decir, se
produzca una coherencia entre lo que siente, lo que piensa y lo que hace. La salud supone
ampliar nuestros recursos en lugar de repetir conductas obsoletas que aprendimos en la
infancia y que nos fueron útiles allá y entonces. Salud no es solo la ausencia de enfermedad
sino la posibilidad de alcanzar un funcionamiento que nos reporte un grado de felicidad
razonable. (Ferry, Luc). 1994
Psicología Humanista
Entonces aparece el humanismo europeo, que en sus inicios comienza con una tradición
más filosófica y teológica. De allí también que grandes pensadores de la altura de Friedrich
Nietzsche y Sören Kierkegaard nos dejaran un legado a partir de una profunda crítica a las
raíces del pensamiento filosófico y teológico occidental, que dio origen a la sospecha que
hacía derribar el franco vuelo de las certezas en el pensamiento de lo verdadero y lo falso.
Es fundamental incluir en esta revolución a la corriente de pensamiento transpersonal que
ha puesto en evidencia las formas de conocimiento que surgen desde el individuo en el
conocido fenómeno de ampliación de la conciencia, uniendo la tradición oriental con los
hallazgos experimentales, donde se ha manifestado una preocupación por la espiritualidad,
la experiencia con la muerte individual y el hallazgo de la mente holotrópica por parte de
Stanlislav Grof (1931).}
El humanismo en psicología aspiró a los siguientes nuevos conceptos que en sus 50 años de
existencia, han llegado a conformar un nuevo Paradigma desde distintos ámbitos: lo común
en la declaración de 1962 en USA era alcanzar una visión holística del hombre, integrarse a
la sociedad con una metodología de investigación más amplia para estudiar a la persona
humana, integrar todas las fuentes de conocimientos conocidos hasta la fecha, incluyendo a
la teología, la filosofía, el arte y las prácticas del chamanismo. Una psicología que aspiraba
a trascender las clínicas psiquiátricas y llegar al hogar de las personas. Se revisará en qué
consisten estas tres nuevas dimensiones en este nuevo modo de hacer psicología.
La pretensión era concebir una disciplina que estudiara al hombre como un ser total, es
decir, que la dimensión metal estuviese integrada a la conducta, así como a la espiritual.
Estudiando a este ser como un todo no fragmentado (percepción, lenguaje, pensamiento
etc.) La aspiración era trascender las dicotomías que habían caracterizado a la psicología
tradicional (sujeto-objeto, sujeto y contexto, razón y emoción, razón e intuición, razón e
inconsciente, mente y cuerpo, cuerpo y espíritu). Dicho en breves palabras, era concebir al
ser humano como una sola unidad con su ambiente, tener presente que el ser humano es
también una unidad en sí misma, es decir, somos biológicos y espirituales a la vez, somos
estéticos y primitivos a la vez, somos proactivos y reactivos a la vez. Recobrar la
subjetividad de la persona humana en el estudio de la Psicología era el gran sueño. Al final
de esta discusión se revisará cómo se ha logrado esta pretensión durante los 50 años de
desarrollo, a la luz de una sociedad globalizada como la actual y que no es ideológicamente
sectaria como lo fue durante la guerra fría. Este primer aspecto se refería a qué conocer, y
qué descubrir. El objeto de estudio de la Piscología Humanista fue entonces la Persona
Holística, libre y total, sin reduccionismos ni fragmentaciones.
Bibliografia