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INTRODUCCIÓN
Las alteraciones relacionadas con las anormalidades del sangrado uterino o
vaginal, son unos de los motivos de consulta frecuentes en la mujer y su presencia
y características se enfocan de manera diferente, según el momento de la vida en
que se presenten: la niñez, la edad reproductiva y la posmenopausia.
El Sangrado menstrual que varía de la normalidad, en lo referente a volumen,
duración, cantidad, y/o frecuencia, es definido como Hemorragia Uterina Anormal -
HUA (Abnormal Uterine Bleeding – AUB).
Se calcula que las consultas al ginecólogo por HUA pueden llegar a un tercio del
total, y esta proporción aumenta casi al 70% cuando nos centramos en grupos de
mujeres perimenopaúsicas o menopaúsicas.
En el conocimiento y enfoque de una paciente con Hemorragia Uterina Anormal,
resulta primordial tener en cuenta cuatro aspectos:
a. Conocer en detalle los procesos menstruales normales y sus variaciones
fisiológicas
b. Establecer las diferencias propias de los ciclos reproductivos:
Adolescencia
Edad Reproductiva
Premenopausia
c. Proceso diagnóstico eficaz
d. Adoptar la clasificación recomendada por FIGO y ACOG
DEFINICIONES Y NOMENCLATURAS
Como reflejo de los procesos necesarios para un desarrollo normal del ciclo
menstrual, se presenta la menstruación. Una menstruación normal está
caracterizada por:
En lo referente al volumen, su evaluación se hace por la percepción de la
paciente, teniendo en cuenta lo importante que es evaluar los cambios en
“tendencias” (como venía y cuando la paciente nota un cambio).
Basados en la apreciación adecuada de la normalidad, podemos evaluar la
menstruación alterada, enmarcada en el concepto de Hemorragia Uterina Anormal
– HUA.
Esta evaluación de lo anormal, históricamente se ha caracterizado por la
utilización de diferente terminología, que varía según el idioma, la región y los
aspectos socioculturales asociados y que no ha permitido homologaciones
sustentables, especialmente para investigación; términos como menorragia,
metrorragia, oligomenorrea, polimenorrea, hipermenorrea, hemorragia uterina
disfuncional, vienen siendo utilizados de manera extensa, creando confusión en la
interpretación.
En este sentido la International Federation of Obstetrics and Gynecology – FIGO
(por sus iniciales en Francés), desarrolló en un trabajo de consenso a nivel
mundial iniciado en 2005 y publicado en 2011, recomendaciones para unificar en
un solo sistema la nomenclatura y por supuesto la clasificación para esta
condición.
ETIOLOGÍA
Clasificación PALM-COEIN , la etiología puede ser loa siguiente:
PALM – causas estructurales:
Pólipos (P)
Adenomiosis (A)
Leiomioma (L)
Malignidad e Hiperplasia (M)
COEIN – Causas no estructurales:
Coagulopatía (C)
Disfunción Ovulatoria (O)
Endometrio (E)
Iatrogénico (I)
PÓLIPOS (P):
Se incluyen pólipos endometriales y endocervicales. Corresponden a
proliferaciones epiteliales con diverso tejido conectivo, glandular y fibromuscular.
Pueden ser asintomáticos, generalmente son benignos, aunque hay una minoría
que pueden tener componentes atípicos o ser malignos.
Su prevalencia varía entre el 8 y el 35%, dependiendo de su definición y forma de
diagnóstico, especialmente. El diagnóstico se hace más en la posmenopausia.
El ultrasonido transvaginal se considera la primera línea para el diagnóstico, que
puede complementarse con Histerosonografía o Histeroscopia.
El tratamiento es la resección histeroscópica, ya sea con técnica de oficina o en
quirófano, dependiendo de la forma de diagnóstico y del tamaño del pólipo.
ADENOMIOSIS (A)
Presencia de glándulas endometriales en la pared miometrial, y puede encontrarse
de manera focal o extendida. La prevalencia de la adenomiosis varía entre el 5 y el
70%.
LEIOMIOMA (L)
Su prevalencia va hasta el 70% en caucásicos y 80% en afrodescendientes. Se
desarrolló un subsistema de clasificación, aplicable a los leiomiomas, en el cual no
sólo se contempla en número, la relación submucosa y con la pared miometrial y
la serosa uterina.
EVALUACIÓN INICIAL
En una paciente con una queja de posible sangrado uterino, se deben responder
varias preguntas inicialmente para confirmar el estado del embarazo, el estado
reproductivo y la fuente del sangrado.
•La mayor parte del sangrado del tracto genital es del útero o del tracto
genital inferior (vulva, vagina, cuello uterino). El sangrado extrauterino del
tracto genital superior es menos común. La etiología más común de dicho
sangrado es el embarazo ectópico, que puede excluirse con pruebas de
embarazo negativas. Las etiologías extrauterinas poco frecuentes del
sangrado del tracto superior son el cáncer de ovario o de trompas de
Falopio.
•El volumen de sangrado da una idea de la fuente del sangrado del tracto
genital. El sangrado abundante generalmente se deriva del útero,
mientras que las manchas, manchas o sangrado leve pueden ser de
cualquier sitio del tracto genital.
•El examen pélvico debe incluir la evaluación de todos los sitios del tracto
genital inferior para evaluar las áreas de friabilidad o lesiones.
Para las niñas premenarcales, hay una variedad de causas de sangrado vaginal,
por ejemplo, problemas hormonales, infección, cuerpo extraño, trauma o
malignidad.
Las mujeres con AUB que no hayan tenido amenorrea durante 12 meses deben
considerarse premenopáusicas para fines de evaluación, pero deben hacerse un
muestreo endometrial si hay factores de riesgo de cáncer endometrial. Toda
hemorragia posmenopáusica es anormal y requiere evaluación para el cáncer de
endometrio.
Todos los pacientes con AUB deben hacerse una prueba de embarazo. La historia
de los últimos períodos menstruales debe obtenerse para tener una idea del
estado ovulatorio. Sin embargo, las pruebas de embarazo deben realizarse incluso
en mujeres con sangrado vaginal reciente, ya que esto puede representar
sangrado durante el embarazo en lugar de la menstruación. También debe
realizarse en mujeres que no informan actividad sexual y en aquellas que informan
el uso de anticonceptivos.
EVALUACION ADICIONAL
HISTORIAL
El historial médico relevante en mujeres en edad reproductiva no embarazadas
con AUB incluye lo siguiente:
Historia general
●Antecedentes ginecológicos y obstétricos, que incluyen:
•Historial menstrual
•Historial sexual: esta información puede ayudar a determinar el riesgo de
embarazo o infecciones de transmisión sexual de la paciente.
•Antecedentes de cirugía obstétrica o ginecológica: un parto por cesárea
previo, particularmente partos abdominales previos múltiples, aumenta la
posibilidad de que un defecto de la cicatriz de la cesárea sea responsable
de la AUB . Una miomectomía previa aumenta la posibilidad de que los
fibromas uterinos sean responsables de la AUB.
•Historial de anticonceptivos: las mujeres que usan anticonceptivos de
estrógeno-progestina pueden desarrollar sangrado no programado,
mientras que el uso de anticonceptivos de progestágeno solo a menudo
produce sangrado uterino irregular o amenorrea. El uso del dispositivo
intrauterino de cobre (DIU) aumenta el flujo menstrual. Los DIU
de levonorgestrel generalmente causan un período inicial de manchado
irregular o sangrado, seguido de una disminución gradual del flujo
menstrual y una posible amenorrea.
•Factores de riesgo para el cáncer de endometrio. Las indicaciones para
el muestreo endometrial se analizan a continuación.
Las preguntas adicionales que pueden ayudar a sugerir una etiología incluyen:
●¿Cuál fue el primer día del último período menstrual y varios períodos
menstruales anteriores?
●¿Durante cuántos días continúa el sangrado? ¿Cuántos días de sangrado
completo y cuántos días de sangrado leve o tinción marrón incluye esto?
●¿Se produce sangrado entre períodos menstruales?
●¿Cuánto pesa el sangrado? La definición de menstruación normal es <80 ml
de sangre. Los estudios basados en la población que emplearon una
evaluación precisa de la pérdida de sangre menstrual encontraron que las
mujeres con una pérdida por ciclo de> 80 ml eran más propensas a tener
anemia . Sin embargo, el volumen de sangre es difícil de medir. En la práctica
clínica, las menstruaciones pesadas generalmente se definen como remojar
una almohadilla o tampón más de cada dos horas o como un volumen de
sangrado que interfiere con las actividades diarias (por ejemplo, despierta al
paciente del sueño, interfiere con las actividades laborales, mancha la ropa o
las sábanas).
●Si el sangrado es irregular, ¿cuántos episodios de sangrado ha habido en
los últimos 6 a 12 meses? ¿Cuál es el tiempo promedio desde el primer día
de un episodio de sangrado hasta el siguiente?
Una mujer puede tener fuertes preocupaciones sobre los cambios en la pérdida de
sangre menstrual, sin embargo, las autoinformes de las pacientes son indicadores
inexactos de la cantidad de sangre perdida en la menstruación y el examen
patológico del útero a menudo no muestra anormalidad. Esto fue ilustrado por un
estudio basado en la población en el que una cuarta parte de las mujeres con
períodos normales consideraban que su pérdida de sangre era excesiva, mientras
que el 40 por ciento de aquellas con sangrado excesivo documentado
objetivamente (> 80 ml) describió sus períodos como leves o moderados . En otro
estudio, solo un tercio de las mujeres que consideraban sus períodos pesados
habían documentado una pérdida de sangre> 80 ml.
●pólipos endometriales.
●Sangrado no programado debido a un método anticonceptivo.
●Hiperplasia endometrial o carcinoma o, raramente, sarcoma uterino.
●Endometritis o EPI: la AUB en mujeres con endometritis crónica sintomática
puede presentarse como sangrado intermenstrual o manchado, sangrado
poscoital o sangrado menstrual abundante (HMB). En mujeres con AUB, la
presencia de dolor pélvico, cervicitis o leucorrea vaginal debe alertar al
médico sobre la posibilidad de endometritis. La endometritis es más probable
que ocurra en mujeres con antecedentes recientes de parto o un
procedimiento intrauterino (por ejemplo, interrupción del embarazo, inserción
del DIU). Con respecto a la EIP, por ejemplo, en una serie, el 15 por ciento de
las mujeres con posible infección del tracto genital superior presentaron AUB .
●Anomalías endometriales relacionadas con un traumatismo endometrial
previo (p. Ej., Un defecto de cicatriz de cesárea). Entre las mujeres con
menstruación regular, el manchado intermenstrual ocurre en menos del 3 por
ciento de los ciclos y puede representar un sangrado intermenstrual fisiológico
asociado con la ovulación.
EXAMEN FISICO
EVALUACION DE LABORATORIO
Se puede realizar una prueba de hCG en orina como prueba inicial en una clínica
o en un entorno de atención urgente, ya que estos resultados están disponibles
rápidamente.
IMAGEN E HISTEROSCOPIA
BILIOGRAFÍA
Castañeda, J. Hemorragia uterina anormal (2019). Hemorragia uterina
anormal. Módulo 8 Diplomado de Endocrinología Ginecológica Agosto
2019.