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Terapia

Gestalt
Recopilación de artículos y
demás
Por Bruno Bassán

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Contiene:
1. Liberación. Declaración Universal. Alejandro
Spangenberg. 3
2. La terapia Gestalt.
6
3. ¿Qué es la Terapia Gestalt? Carmela Ruíz de la Rosa.
12
4. Gestalt y Clínica
19
5. Terapia Gestalt: Salud, Enfermedad y... ¿Santidad?
Albert Rams.
6. Apuntes sobre Terapia Gestalt. Carmen Vázquez
Badín. 25
7. La Deflexión como una Retroflexión “metafórica”.
Carmen Vázquez Badín.
33
8. La depresión: Comparación entre la Gestalt y otros
puntos de vista. Gary Michael Tyson y Lillian Miller
Range. 41
9. Ideas para el vivir. Contribución para una actitud
“gestáltica”. Myriam Sas de Guiter.
51
10. Las raíces filosóficas de la terapia Gestalt.
62
11. Friedrich Salomon Perls (1893-1970) Fundador de la
Terapia Gestalt. Sandra Isella, Mª Eugenia Grau y Carlos
Rodríguez. 65
12. Joyitas de Perls. Aporte hecho por Jaime Marchant.
72
13. Un homenaje a Laura Perls. (El apoyo terapéutico en
Terapia Gestalt) Carmen Vázquez Badín .
75

2
14. Bibliografía.
88

Liberación - Declaración
Universal

En acto unilateral e inconsulto


declaro hoy la independencia total de mi ser

De aquí en adelante
habitaré en el territorio libre de mi espíritu
y sentaré las bases para la construcción
de la República Separatista de la Existencia Digna

Libre al fin de toda opresión


no importa donde esté ni que nombre lleve
mi lucha y el sentido de mi vida
estarán en la liberación de los niños
la defensa implacable e inflexible de la naturaleza
y todo lo que existe en este mundo maravilloso

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Anarquista y amante me declaro
por tanto no obedeceré a nadie
y no pediré ser obedecido

Mi cabeza inclino sólo ante la muerte


y el misterio infinito de la vida

Mi humildad será la del guerrero


nacida del respeto y el asombro ante la creación
ni más ni menos que todo lo que existe

No habrá poder humano que doblegue mis convicciones


y en mi vida no habrá espacio para las concesiones
salvo para aquellas dictadas por el corazón
y escritas con la mano de la ternura

A mis hijos acunaré con mis propios brazos


y cuando estén listos los dejaré partir
libres como pájaros
volando hacia su destino

Sólo ante Dios decreto y reivindico


mi derecho a ocupar un lugar entre los misterios del Universo
y mientras las fuerzas incomprensibles que rigen mi destino
no determinen lo contrario
declaro que viviré mi vida con total intensidad
sin sujetarme al pensamiento ajeno
ni a las condicionantes de la sociedad
y el tiempo en que me haya tocado vivir

Asumiré mi destino cualquiera que éste sea


sin quejas ni renunciamientos
y aunque nunca lo logre
lucharé con todas mis fuerzas
por merecer y no desperdiciar
esta única e irrepetible oportunidad de estar vivo

Como sé que he de morir


cualquiera sea la forma de vida que elija
hoy con plena conciencia
decido vivir una vida con significado
sólo por placer
no porque espere recompensa alguna

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Desde hoy en adelante
sólo creeré en los actos de los hombres
y no en sus palabras

Mis enemigos son y serán


los que luchan por la muerte
aprisionan la imaginación
persiguen la belleza
acumulan riqueza
castigan a los niños
humillan a los desposeídos
y pisotean la verdad

Sepan todos ellos que hoy

Ha comenzado la Revolución

Declaro que desde ahora


no me importará estar solo
y que únicamente aceptaré la compañía
de quienes amen la canción y el vino
vivan sin pedir permiso
y estén dispuestos a vivir por sus convicciones.

Por último decreto y asumo


mi derecho irrenunciable a existir
y elegir ser quien soy
libre al fin de las identidades heredadas
digo que mi hogar es el mundo
mi hermana la libertad
y que todas las noches
sin el más mínimo pudor hago el Amor

Así termino esta multitudinaria asamblea unipersonal


porque cada hombre que se libera redime a toda la humanidad
donde con absoluta irrespetuosidad
he decidido desobedecer a todos los poderes y autoridades
para convertirme en el único conductor de mi vida

Con toda la autoridad que emana de este acto


ante mí sello y firmo este compromiso

Alejandro Spangenberg
14 Agosto 1989 Año de la Serpiente

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La Terapia Gestalt
Es de orientación humanista y está dirigida, sobre todo, al
desarrollo personal.

Aquí se muestra una breve descripción de esta forma de trabajo.

La Terapia Gestalt, más que una teoría de la psiquis, es un eficaz


abordaje terapéutico y una filosofía de vida que prima la
conciencia (awareness, darse cuenta), la propia responsabilidad
de los procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del
organismo (la persona total que somos) para auto-regularse de
forma adecuada con un medio cambiante.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación
de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la
comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los
aparentes opuestos...y requiere del terapeuta un uso de sí como
instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una

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determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una
técnica útil contra la neurosis.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia


con sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.
1ª. El darse cuenta: sólo cuando el individuo se da cuenta de lo
que hace y de cómo lo hace podrá cambiar su conducta.
2ª. La homeostasis: proceso mediante el cual el organismo
interactúa con el ambiente para mantener el equilibrio.
3ª. El contacto: es imprescindible para el crecimiento y el
desarrollo del ser humano.

1. Darse cuenta
El darse cuenta es la capacidad que tiene cada ser humano para
percibir lo que está sucediendo, aquí y ahora, dentro de sí mismo y
del mundo que le rodea.
Dentro de esta experiencia en el aquí y el ahora, se pueden
distinguir tres tipos de darse cuenta, que se denominan como
"áreas del darse cuenta" o "zonas de contacto".

a) El darse cuenta del mundo o zona externa

Se relaciona con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en


contacto con los objetos y acontecimientos del mundo que nos
rodea, de todo aquello que está fuera y de lo que ocurre más allá
de nuestra piel.
Fórmulas: "Yo veo, toco, oigo, huelo,..."; "yo percibo, aquí y
ahora,...";...

b) El darse cuenta de sí mismo o zona interna

Comprende todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurren


dentro de nosotros. Nos permite ponernos en contacto con
nosotros mismos.
Fórmulas: "Yo siento, me siento..."; "yo siento, aquí y ahora,...";...
Para ponerse en contacto con uno mismo es conveniente hacerse
las siguientes preguntas: ¿qué estoy sintiendo?, ¿dónde lo estoy
sintiendo?, ¿cómo lo estoy sintiendo?.

c) El darse cuenta de la fantasía o zona intermedia

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Incluye toda la actividad mental (pensar, imaginar, recordar,
planificar,...). Nos permite ponernos en contacto con nuestras
fantasías.
Fórmulas: "Yo pienso, imagino, recuerdo, deseo,..."; "yo pienso,
aquí y ahora,...";...

2. Homeostasis
Ningún organismo es autosuficiente, sino que en todo momento
forma parte de un campo que lo incluye tanto a él como a su
ambiente.
Este equilibrio homeostático (o proceso de autorregulación) es
sinónimo de salud, puesto que si el organismo permanece en
estado de desequilibrio con su entorno durante mucho tiempo
enferma, al no poder satisfacer sus necesidades.

3. Contacto
Cada persona tiene su espacio vital dentro del cual, y
dependiendo del momento, puede recibir o abrirse a
determinadas personas, pero nadie puede invadir su espacio. Si
esto ocurre, nos sentimos amenazados en nuestra integridad e
individualidad.
Cuando hacemos demasiado hincapié en sostener rígidamente
ese espacio vital, corremos el riesgo de reducir el contacto con
los demás. Esta reducción del contacto conduce al hombre a la
soledad que, sin embargo, elige como opción más segura y
menos generadora de angustia. La mayoría de las veces esta
reducción del contacto se realiza por temor o miedo y, aunque
el deseo de contactar con los demás sea grande, ese temor que
sentimos cuando alguien se acerca nos impide retirar nuestros
límites y abrirnos.
Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando nuestro yo está en
continuo contacto con el mundo, mostrando una extraversión
compulsiva, se pierde esa intimidad creativa y de
concentración, diluyéndose los límites del yo, haciéndose a
veces difícil distinguir entre el ambiente y el yo.

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El trabajo guestáltico

El objetivo de un encuentro guestáltico es descubrir e


incrementar el darse cuenta; no está diseñado para lograr una
catarsis, aunque si la expresión es honesta no se interfiere con ella.
El terapeuta se centra en el "qué" y "cómo". Qué y cómo
proceden de la observación exacta, por qué conduce a la
especulación.

Pasos por los que atraviesa un


experimento o trabajo guestáltico:
1º) Preparación del campo de trabajo.

a) Tener la voluntad de explorar la perspectiva de la otra persona.

b) No interrumpir a la persona, sino permitirle que desarrolle los


sentimientos e ideas que espontáneamente surjan en él, en ese
momento, con el propósito de entender más plenamente que está
sucediendo con el paciente.

2º) Negociación o consenso entre el terapeuta y el paciente.

a) Hacer saber al paciente que la terapia guestáltica implica


experimentación.
b) Que el paciente acceda a llevar a cabo la experimentación.
c) Hacer notar al paciente que no está solo en este proceso, sino
que el terapeuta lo acompaña en su aventura.

3º) Generación de autoapoyo tanto para el paciente como para


el terapeuta.

El terapeuta debe establecer las condiciones tanto en su cuerpo


como en el ambiente, que den un apoyo óptimo para él y para el
paciente (cuidar su posición, su respiración, así como los
distractores potenciales; de tal manera que todo lo que de él emane
esté bien fundamentado y plenamente basado en su organismo
total).

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4º) Exploración del nivel del darse cuenta.

Sólo cuando el terapeuta puede atender a la conducta no verbal del


paciente y, casi en forma simultánea, a sus propias sensaciones,
será capaz de tener una figura clara de lo que está sucediendo con
él y con el paciente.

5º) Graduación y selección del experimento.

a) Focalización (da el proceso y la dirección de la sesión


terapéutica) y Tema (da el contenido de la misma). Un tema traerá
a colación otro y otro, de entre los que el terapeuta escogerá el que
considere más importante.

b) Graduar el nivel de dificultad del experimento, para alcanzar el


nivel óptimo de ejecución para el paciente en ese momento.

6º) Localizar y movilizar la energía congelada en el paciente.

Encontrar dónde está activada la energía del paciente o dónde está


estancada (por lo general, una persona va a tener la necesidad de
sacar a flote áreas de su vida en las que ha invertido grandes
cantidades de energía o donde, por el contrario, siente una carencia
de esta).

7º) Focalización.

Para poder desarrollar un experimento o trabajo terapéutico se


necesita encontrar un suceso que necesite seguimiento o ser
trabajado. La focalización será la que defina el proceso a llevar a
cabo y la dirección que este tendrá durante la sesión terapéutica.

8º) Actuación.

Actuar la situación inconclusa que está emergiendo en la


conciencia generalmente conlleva un alto grado de ansiedad, que
tiene la posibilidad de expresarse libremente dentro de la actuación,
lo que favorece que la energía antes bloqueada pueda al fin
expresarse.

9º) Relajación.

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a) En posición cómoda, respirar profunda y lentamente hasta lograr
un estado de serenidad interior.

b) Enfocar la atención en cada una de las partes del cuerpo.

10º) Asimilación de lo sucedido.

a) Preguntarle al paciente cuál fue su experiencia.

b) Facilitar que integre esa vivencia en su vida diaria.

Trabajo con las polaridades


Todo evento se relaciona con un punto cero a partir del cual se
realiza una diferenciación de opuestos. Estos opuestos manifiestan,
en su concepto específico, una gran afinidad entre sí. Al
permanecer atentos al centro, podemos adquirir una capacidad
creativa para ver ambas partes de un suceso y completar una
mitad incompleta. Al evitar una visión unilateral logramos una
comprensión mucho más profunda de la estructura y función
del organismo.
En términos de polaridades, los sentimientos negativos suelen
coincidir con el opuesto que no logra emerger como figura y
desequilibra la percepción de su otra polaridad (la aceptada y
aceptable). Las emociones negativas son ciertamente esenciales
para la dicotomía de la personalidad. No sólo tenemos el deber de
exponerlas, sino también el de transformarlas en energías
cooperadoras. Durante este proceso encontramos una fase
transitoria: el disgusto, vía la codicia, se transforma en
discriminación; la ansiedad, vía la excitación, en un interés
específico como la hostilidad, excitación sexual, entusiasmo,
iniciativa, etc.; el miedo, vía la sospecha, se transforma en
experimentación, esto es, en una ampliación de las órbitas de la
propia vida; y la vergüenza, vía el exhibicionismo, en
autoexpresión.

La filosofía básica de la terapia gestalt es la diferenciación e


integración de la naturaleza. La diferenciación conduce por sí
misma a polaridades. Como dualidades, estas polaridades se
pelearán fácilmente y se paralizarán mutuamente. Al integrar
rasgos opuestos, completamos nuevamente a la persona. Por

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ejemplo: debilidad y bravuconería se integran como una
silenciosa firmeza. Tal persona tendrá la posibilidad de ver la
situación total (una gestalt) sin perder los detalles. De este modo,
obtiene una mejor perspectiva que le permite enfrentar la situación
mediante la movilización de sus propios recursos.

Trabajo con los sueños.


Los sueños ocupan un lugar especial en la terapia gestalt por la
inmediatez con que pueden ser vividos y experimentados por el
soñante.

La técnica que se utiliza para trabajar los sueños y llegar a darse


cuenta de su significado para la persona que sueña, consiste en
(1º) pedirle primeramente al soñante que relate el sueño en
primera persona y en presente; es decir, que lo relate como si
estuviera pasando en este mismo momento. Mediante este sencillo
mecanismo, la persona se compenetra más íntimamente con su
sueño que si habla simplemente de él. (2º)A continuación, se trata
de localizar el sueño en el espacio, distribuyendo las distintas
partes de que se compone como si se estuviera representando en
un escenario. Así, el sueño se convierte en una experiencia nueva
y viva que hace que la persona adquiera un mayor compromiso
con lo que está sucediendo en su sueño.

Se trata de que la persona se dé cuenta de aquellas partes


suyas que están proyectadas, ya sea en personas, en objetos o
conceptos. La alienación se produce cuando la persona niega la
existencia en ella de partes que le pertenecen. "Ese no soy yo"
decimos cuando algunos aspectos de nosotros no nos gustan. Esto
empobrece al individuo y sus intercambios con el mundo se hacen
más reducidos y deformes. Pero los sueños no son simples
proyecciones, sino que también podrá verse a través de él, el tipo
de contacto que está estableciendo el paciente con los demás, la
activación de sus angustias, temores y todas las características que
puede asumir el contacto en cada persona y en cada momento.

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¿Qué es la terapia Gestalt?
Carmela Ruiz de la Rosa

INTRODUCCIÓN

La Palabra Gestalt se traduce como “forma” o “configuración”.


La gestalt se refiere a los fenómenos de percepción, estudiados
por investigadores alemanes que demostraron el carácter global
de la percepción, como una totalidad que integra figura y
fondo.

La figura es aquello que se percibe como sobresaliente en el


campo perceptual, y que tiene una forma definida; mientras que
el fondo es algo indefinido, cuya función es servir de base
envolvente a la figura. (Por ejemplo una charla de un bar y
logotipo I.P.G.).

Esta relación figura-fondo es dinámica. Si la figura capta la


atención del observador, la gestalt será definida, y el fondo
tendrá escasa presencia. Por ejemplo, cuando quiero echar una
carta, y busco un buzón en la calle. El buzón es una figura
emergente del fondo indiferenciado del paisaje urbano.

Luego, cuando el objeto pierda interés para el observador, se


confundirá de nuevo con el fondo, del cual podrá emerger otra
figura distinta, y así crearse una nueva gestalt, una nueva
entidad perceptiva.

Esta noción de organización de lo perceptivo se extendió


posteriormente a lo mental. Se descubrió que los pensamientos,
sentimientos y recuerdos se organizan también en gestalts, con

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una figura dominante sobre el fondo. Esta organización
dependerá de las motivaciones o necesidades de la persona.

Así, por ejemplo, cuando me enfado, mi ira es la figura


relevante que destaca del fondo constituido por mis
sentimientos, pensamientos,.. Igualmente el color de la cara,
las mandíbulas apretadas, los puños cerrados...son la figura
que ocupa totalmente el campo de percepción corporal.

Cuando se me pasa el enfado, cuando ha encontrado su


forma de expresión o de reconocimiento, entonces emerge
de mi campo de conciencia otra gestalt, que podría ser un
sentimiento de cariño por la persona con quien antes me
enfadé o una mayor serenidad y comprensión de la situación.

Pero si mi enfado, por la razón que sea no pudo expresarse,


o ni tan siquiera reconocerse, se quedará enquistado, como
un resentimiento pendiente, tanto en lo físico como en lo
emocional. A menudo experimentamos reacciones ante
personas o situaciones cuyo origen desconocemos y
probablemente tengan que ver con situaciones pendientes o
sentimientos no expresados.

Cuando ocurre que una experiencia no se completa, queda una


gestalt inconclusa, y la persona no puede estar disponible para
otra experiencia, o sólo tendrá una disponibilidad parcial hasta
que complete dicha experiencia. En tanto que la gestalt no esté
concluida, la persona tenderá a repetirla en un intento de
resolución.

Por ejemplo, en todos los trabajos realizados termino siempre


peleándome con el jefe. Es probable que esté repitiendo un
esquema antiguo de comportamiento infantil.

Otra manera de explicar las pautas repetitivas de


comportamiento es que en su momento las aprendimos para
sobrevivir y adaptarnos a una situación. Y aunque en el
presente no sean adecuadas seguimos repitiéndolas por lo que
la necesidad seguirá insatisfecha. Por ejemplo, “el refrán del
pobre: reventar antes que sobre”.

Frente a esta manera de repetirse, la terapia Gestalt enseña a la


persona que puede cambiar y ampliar sus recursos, eligiendo el
más conveniente para ella.

PRINCIPIOS DE LA PSICOTERAPIA GESTALT

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La psicoterapia Gestalt es una corriente dentro de la psicología
humanista y se caracteriza porque considera que la persona
cuenta con los recursos necesarios y suficientes para vivir
feliz. Y desde esta perspectiva, el terapeuta no es sino el que
acompaña a la persona en el proceso de descubrimiento
personal. No da consejos ni consignas, sino herramientas para
explorar nuestra vida y encontrar las propias soluciones.

Se valora el aquí y ahora, es decir, la actualidad, el presente, lo


que a la persona le está ocurriendo en este momento de su
vida.

Es obvio que muchas veces hablamos de acontecimientos del


pasado o expectativas hacia el futuro, sin embargo en Gestalt
estos recuerdos o expectativas se traen al presente, para
darnos cuenta de cómo está repercutiendo en el momento
actual.

Por ejemplo, un duelo no resuelto por una muerte o una


separación amorosa, observamos cómo está influyendo y
cómo continua vivo en el presente aunque pertenezca al
pasado. A veces una película nos trae a la memoria asuntos del
pasado.

De igual modo el miedo al futuro nos puede incapacitar y es


conveniente darse cuenta de qué tiene que ver con los miedos u
otras emociones del presente. Por ejemplo, los hijos que nunca
terminan la carrera o que no encuentran trabajo por miedo a
enfrentarse a las responsabilidades de la vida adulta.

En la terapia Gestalt se valora, también, el darse cuenta, es


decir, la capacidad que tiene cada ser humano para percatarse
de lo que está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo
que lo rodea.

El ponerse en contacto con uno mismo y darse cuenta de lo que


realmente uno siente y desea, es el primer paso para conseguir
lo que queremos.

Podemos distinguir 3 aspectos en el darse cuenta:

· Darse cuenta de sí mismo, es decir de la zona interna, que


comprende todos aquellos acontecimientos que ocurren
dentro de uno mismo: sensaciones, sentimientos,
emociones...

· Darse cuenta del mundo exterior o zona externa que incluye


todo lo que está fuera, más allá de mi piel. Se relaciona con
los sentidos: lo que oigo, veo, toco, huelo....

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· Darse cuenta de la zona intermedia o zona de la fantasía,
que abarca todas las actividades mentales: pensar, adivinar,
imaginar, planificar, recordar, anticipar.

Por último, se fomenta la integridad y responsabilidad de las


personas. La gestalt invita a tomar conciencia de lo que nos
está sucediendo en cada momento, sin pretender cambiarlo,
detenerlo o evitar algo que hay en mí y que no me gusta.

Cuando nos ponemos en contacto auténtico con lo que


sentimos, el proceso de cambio se produce por sí solo. El
frustrarse con exigencias de ser distinto de lo que se es, sólo
nos lleva a sensaciones de malestar. Por ejemplo, a veces
estamos enfadadas con el marido por algo que hizo que nos
molestó. Si me exijo estar amable sin sentirlo mi resentimiento
va a ir creciendo y cada vez me sentiré más alejada. Si por el
contrario me doy cuenta de lo que me está pasando y lo
expreso es posible que el resentimiento desaparezca y el cariño
vuelva sin forzarlo.

Una manera de asumir la responsabilidad es dejar de culpar


sistemáticamente a los demás por lo que nos impiden hacer y
asumir que, más a menudo de lo que creemos, “Si quiero,
puedo”.

EL CICLO DE LAS NECESIDADES

Para satisfacer sus necesidades la persona sigue un ciclo


llamado de autorregulación, que se recorre en siete etapas:

1. Sensación: La persona experimenta un déficit del organismo,


por ejemplo, sequedad de boca.

2. Toma de conciencia: La persona pone nombre a la


necesidad. En el caso del ejemplo, tengo sed.

3. Energetización: La persona se prepara para la acción, en


nuestro caso, decidir qué es lo que quiero y dónde voy a
conseguirlo.

4. Acción: Dirigirse al objeto que satisface la necesidad.

5. Contacto: Es el encuentro, la unión, es decir, beber el vaso


de agua.

6. Consumación: Supone conducir el proceso hasta su plena


realización. No quedarse a medias.

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7. Retirada: La plena satisfacción de la necesidad emergente
lleva a un periodo de repliegue hacia uno mismo hasta que
surge otra nueva necesidad.

Sólo se está disponible para las necesidades emergentes


cuando se completaron las anteriores. Por ejemplo, si me voy
a la cama con sed hasta que no bebo no puedo dormir.

Este ciclo se repite, no sólo en lo fisiológico sino también en lo


psicológico, una y otra vez de manera espontánea y podemos
interrumpirlo inconscientemente por muchos factores. Por
ejemplo, a menudo nos encontramos con normas sociales o
familiares que interfieren en la satisfacción de nuestras
necesidades. ¡Cuántas veces hemos ido de visita, o a un
cumpleaños, incluso a un velatorio, sin que nos apetezca y
hemos dejado de hacer lo que realmente queríamos!.

Nuestra necesidad se ve, a menudo, interferida por mensajes


familiares. Por ejemplo, si nuestra madre nos dijo que una mujer
debe ser siempre sumisa, complaciente y servicial con su
marido, aunque estemos cansadas o en desacuerdo o
enfadadas, seguiremos actuando tal como ella nos dijo, aunque
sea perjudicial para nosotras.

LAS POLARIDADES

Otro modo de interferir en la satisfacción de nuestros deseos


y necesidades es pensar que no somos capaces de realizar
determinadas tareas o actividades, porque nos sentimos
inútiles o inadecuados por nuestra cultura o nuestra edad, o
cualquier otra característica personal.

Nos identificamos con una forma de ser concreta y rechazamos


todo lo que no cuadre con esa imagen. Por ejemplo, si me
considero una persona torpe no me meto a aprender nuevas
cosas aunque me apetezca. Si me considero una persona
“fuerte” no puedo apoyarme en otras personas y compartir mis
penas.

En Gestalt entendemos que la persona es un todo indivisible y


que en la medida en que somos capaces de asumir esos
aspectos negados, nuestro funcionamiento será más sano.
Todos somos al mismo tiempo listos y torpes, fuertes y
débiles, buenos y malos, cariñosos y agresivos y la salud
consiste en poder emplear una u otra característica en
función de la situación ante la que se está. Por ejemplo, si
alguien me está amenazando responder cariñosamente no es lo
más adecuado a la situación.

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Todas las emociones son valiosas para el ser humano porque
nos dan información acerca de lo que nos está ocurriendo a
nosotros y a nuestro alrededor, de ahí que sea tan importante
recuperar las emociones que consideramos negativas:
alegría, tristeza, agresividad, deseo sexual,...

Estos aspectos rechazados nos cuesta sacarlos porque nos


disgustan, o nos dan vergüenza o miedo o ansiedad. La terapia
invita a vivir plenamente cada aspecto de lo que llamamos una
polaridad: ser flexible-ser firme, ser alegre-ser triste, interesarse
por lo de dentro del hogar y por lo de fuera.

La polaridad no aceptada se sepulta o bloquea por temor a lo


que podría desencadenar, como ocurre por ejemplo en el temor
bastante generalizado a hacerse cargo de la propia agresividad
y a manifestarla.

Una de las polaridades básicas a descubrir es la llamada: perro


de arriba y perro de abajo. El perro de arriba representa las
normas dadas por padres, maestros, y personas importantes de
nuestra vida, mientras que el perro de abajo se rebela ante
dichas exigencias. Por ejemplo, las exigencias sobre las tareas
de la casa y las constantes excusas para no hacerlo que ponen
los hijos. Este mecanismo aprendido en la relación con las
figuras de autoridad se produce constantemente en nuestro
interior. (Ejemplo: debería llamar a la cuñada-no quiero porque
es una pesada).

SALUD Y PATOLOGÍA

Como se desprende de todo lo dicho hasta ahora, la salud tiene


que ver con la capacidad de contactar, con lo interno y con lo
externo para así conocer la realidad.

La salud también es aceptación e integración de lo que


somos, de nuestros sentimientos, pensamientos y conductas,
aunque a veces nos resulten contradictorios.

Y, por último, la salud supone la posibilidad de ampliar


nuestros recursos en lugar de repetir siempre lo mismo que
aprendimos y que en su momento nos sirvió, pero que ahora es
excesivamente rígido.

La enfermedad, por contra, aparece cuando no hay un bueno


contacto ya sea con el mundo interno o externo, cuando
negamos características o aspectos personales que nos
pertenecen y cuando nuestro comportamiento es excesivamente

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rígido o repetitivo frente al comportamiento saludable que tiene
mayor flexibilidad y creatividad.

LOS RECURSOS TÉCNICOS

La gestalt emplea diversas técnicas para ayudar a la persona.


La más conocida es la llamada “silla caliente”. Se trata de situar
frente a la persona una silla vacía donde se coloca
imaginariamente a la persona con la que tenga el conflicto o
bien un aspecto de si misma rechazado, estableciendo un
diálogo que le lleve a la resolución del conflicto o a la
integración del aspecto rechazado.

Otro de los recursos con los que cuenta el terapeuta gestáltico


son las fantasías dirigidas que nos sirven para explorar
temores, darnos cuenta de lo que nos pasa y, a menudo, a
encontrar soluciones a situaciones aparentemente sin salida.

Trabajamos los sueños no interpretándolos según un significado


fijo sino facilitando que la persona descubra el mensaje que
tiene para ella lo que ha soñado.

Utilizamos también herramientas artísticas, como el dibujo, la


poesía, o el baile y para nosotros la atención al cuerpo supone
una referencia básica para comprender que le está pasando a
la persona.

En el trabajo terapéutico, ya sea individual o en grupos de


crecimiento personal, no atendemos sólo a lo verbal, a las
palabras que se dicen, sino también a lo corporal, a todo lo que
se expresa mediante gestos, actitudes, movimientos, etc. que
completan el sentido de lo que las personas comunican.

PARA QUE SIRVE LA TERAPIA GESTALT

No es preciso sentirse enfermo para solicitar ayuda psicológica;


simplemente hay periodos de crisis en la vida en los que la
persona hace balance de lo vivido y se replantea nuevos valores
o formas de vida. Puede ocurrir que este sea un proceso gradual
de maduración o que se deba a un suceso más externo o
repentino como puede ser la muerte de un ser querido, un
divorcio o la pérdida de un trabajo.

En estos momentos, la ayuda que te prestan las personas


cercanas puede no ser suficient0e y no por la falta de interés o

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de cariño, sino porque la propia cercanía impide una visión más
objetiva o imparcial de las situaciones.

Las personas acuden a terapia por malestar o insatisfacción en


sus vidas. A menudo refieren que tienen ansiedad sin saber
porqué o que no duermen, que lloran por cualquier cosa, que
no tienen ilusión por nada como ocurre en las depresiones.
Muchas personas asisten a terapia coincidiendo con una crisis
con su pareja o en su familia. Los jóvenes se presentan por
problemas en los estudios o en las relaciones con los demás,
porque no saben qué hacer con sus vidas, falta de alicientes,
etc.

A la terapia gestalt acuden no solamente personas en crisis sino


también personas que desean mejorar su calidad de vida que,
a través del trabajo en grupos de crecimiento personal
incrementan la satisfacción que experimentan en su vida
cotidiana. En este tipo de trabajo se exploran las relaciones
interpersonales, descubriendo qué limites nos impiden
disfrutar del contacto con los demás o con nosotros mismos,
abriéndonos a experiencias e intereses hasta ahora
desconocidos.

En definitiva, la terapia gestalt persigue la felicidad de los


seres humanos, pretende aceptar a la persona sin excusas,
sin juicios, sin valoraciones, respetando el ritmo y el proceso
de cada uno. No se trata de empujar a la persona sino de
acompañarla.

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Gestalt y clínica

La psicología de la gestalt se transforma en Psicoterapia cuando


F. Perls introduce el concepto de motivación.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia


con sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.

1) La primera premisa es el darse cuenta, que tiene que ver con el


"qué" y el "cómo" de la conducta y no con el "porqué". Sólo cuando
el individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace podrá
cambiar su conducta. Esto introduce un cambio sustancial en el
modo de concebir al paciente, el cual pasa de echar la culpa de lo
que le sucede a algo o alguien externo a hacerse responsable de
sus conductas y de sus consecuencias.

2) La segunda es la homeostasis, que Perls identificó con


autorregulación organísmica y lo definió como el proceso mediante
el cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener el
equilibrio.

3) La tercera es el contacto, que ya va implícito en la anterior


premisa de homeostasis. El contacto es imprescindible para el
crecimiento y el desarrollo del ser humano.

Salud y enfermedad
La salud y la enfermedad vendrán determinadas, pues, por una
alteración en cualquiera de estas tres expresiones del ser
humano. A partir de esa concepción, la persona que asiste a
terapia ya no es un enfermo irrecuperable y la enfermedad no es
una fijación en una etapa infantil –como lo era para el

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Psicoanálisis– o una mera conducta observable –como lo era
para las terapias conductuales–, sino un desajuste en el
intercambio con el ambiente.

Los objetivos de la Terapia Gestalt son:


- Pasar del apoyo externo al autoapoyo.

- Aprender a darse cuenta de lo que hace y cómo lo hace (auto-


responsabilidad).

- Lograr la mayor integración posible, ya que esto facilita el


crecimiento y desarrollo del individuo.

- Fomentar en el paciente una actitud activa y responsable que le


permita aprender a observar sus conductas y a experimentar
otras nuevas.

Lo novedoso de la terapia Gestalt


Hay mucho de novedoso en la Terapia Gestalt y en su abordaje
desde la práctica clínica. A saber:

1. Concepto de "paciente" como persona que viene a terapia en


contraposición con el "enfermo incurable".

2. La cualidad del terapeuta como el que "enseña a aprender".

3. El proceso terapéutico como experiencia de contacto


esencialmente fenomenológico.

En cuanto al primer punto, la persona es tratada como una


totalidad y es co- responsable del proceso terapéutico; es por eso
que ha de ser particularmente activo y capaz de descubrir y lograr
sus objetivos a través de sus propios esfuerzos.

un terapeuta gestáltico:

22
No interpreta, no condiciona ni descondiciona: acompaña.
Atiende a la conducta, no a los mentalismos. Atiende al darse
cuenta y no a preguntas especulativas; al aquí y ahora en lugar
del allá y entonces.

Tiene un estilo directo y activo en el trabajo terapéutico y una


preocupación por crear una relación horizontal. Paciente y
terapeuta son dos personas embarcadas en una tarea en la que el
foco de atención es el paciente; no se fomenta la dualidad de que
el sano es el terapeuta y el enfermo el paciente.

El uso del terapeuta como herramienta de cambio, el que apoya lo


genuino y confronta lo neurótico del paciente. Sus devoluciones
oscilan entre el apoyo y la frustración.

Por último, un terapeuta gestáltico no le dice al paciente lo que ha


descubierto acerca de él, sino que le enseña a aprender acerca
de sí mismo.

En lo que se refiere al proceso terapéutico, éste no es un producto


terminado sino que ha generado una persona que ha aprendido a
desarrollar el "darse cuenta" que necesita para solucionar sus
propios problemas. El criterio de éxito no es la aceptación social,
sino el incremento de la capacidad de darse cuenta del paciente,
que se ve reflejado en un aumento y recuperación de su
vitalidad y en una conducta más integrada de acuerdo a sus
necesidades esenciales y a sus posibilidades.

La última aportación a la que quiero referirme está contenida en


una frase de Perls: "La Terapia Gestalt es algo demasiado bueno
como para acotarlo exclusivamente a los neuróticos”.

23
Terapia Gestalt:
Salud, Enfermedad y ...
¿Santidad?
Por Albert Rams

En toda filosofía terapéutica subyace una idea de salud, y es


hacia ese lugar adonde el terapeuta orienta o hace encaminar,
de uno u otro modo, a su paciente. Asimismo, subyace una
idea de enfermedad que, además de utilidades diagnósticas y
pronosticas, implica a toda la estructura o pautamiento del
proceso terapéutico. Entonces: ¿ qué es estar sano y qué es
estar enfermo...?.

El punto de vista del enfoque gestáltico se caracteriza en


mi opinión por incidir en tres aspectos fundamentales : la
capacidad de “ser sustantivamente” en lugar de “ser
adjetivamente”; un ritmo de contacto-retirada pleno, fluido

24
y adecuado a la necesidad dominante del individuo; y el
tránsito del heteroapoyo al autoapoyo, del apoyo ambiental
al autosoporte.

Fritz Perls (1893-1970), el fundador de la Terapia Gestalt,


entiende la neurosis –y por extensión la enfermedad
psicosomática– como una estrategia de evitación del dolor
psíquico que lo transforma, paradójicamente, en
sufrimiento crónico. Y el dolor más grande fue seguramente
el dolor de no ser, la temprana experiencia de separación de
Aquello que fue nuestro origen y será nuestro destino.

1) Es decir que la salud pasa en primer lugar por la


consciencia de ser, más allá de cómo uno sea a cada
momento. La enfermedad empieza cuando uno decide
“...Esto no lo pensaré, esto no lo sentiré y esto no lo haré…
porque produce dolor, desagrado o disforia… y esto, o así, no
soy yo...”. Y “…Esto sí lo pensaré, esto sí lo sentiré, o esto sí lo
haré… porque produce placer, agrado o euforia… y esto, o así,
soy yo”. Aunque también puede ser justo al revés. De tal
suerte que se produce, en todo caso, una escisión
fundamental entre el ser en sí y el ser de una u otra manera
específica (poco importa cuál), con toda la carga y el
esfuerzo al que uno se condena para mantener la barrera
que garantiza la escisión.

Así pues, el estado saludable requiere de la no


identificación del ser o del no-ser con ningún aspecto de
uno mismo en particular. Fritz utiliza un hermoso concepto
para explicar esto, el de “nothingness”, palabra compuesta
por “nothing”, nada o ninguna cosa, y el sufijo “ness”, que lo
sustantiva. Su traducción literal sería “nadidad”, “cualidad de la
nada”, o “capacidad de ser nada”.

El camino hacia la salud pasará entonces por volver a


poseer las partes desposeídas o alienadas de la
personalidad, sobre todo aquéllas que uno colocó en el
cajón de “esto no soy yo”. Ese proceso conduce a una
autoactualización, lo cual faculta , tal como señala Fritz, para
vivir cada nueva situación del presente como nueva que
es, yendo más allá de los automatismos y
condicionamientos con los que uno vivió hasta ese

25
momento, y que hacen reaccionar frente a una nueva
situación con un patrón viejo y crónico, como si fuera
“aquella otra”.

2) El segundo criterio de salud para Perls es la adquisición


de un ritmo de contacto-retirada con el entorno pleno,
fluido y adecuado a la necesidad dominante del individuo.
Pleno, puesto que el neurótico se caracteriza por no hacer ni
un verdadero contacto ni una verdadera retirada. Fluido y
adecuado porque la interacción individuo/entorno es
siempre cambiante, y no valen programas prefijados ni
actitudes rígidas . El precio de querer ahorrarse la atención
constante, de querer economizar pilas de la linterna del estar
presente en el aquí y ahora de lo que uno experimenta –de
ser consciente de lo uno vive, piensa o hace; y de
responsabilizarse de todo ello–, suele ser la interrupción del
contacto, el ausentarse; la consiguiente victoria del
automatismo egoico sobre el verdadero estar, y su
consecuente carga de malestar o enfermedad.

3) El tercer criterio, ligado íntimamente con lo que acabo de


comentar, es el tránsito del heteroapoyo al autoapoyo, del
apoyo ambiental al autosoporte. Dirigirse hacia la salud es
pues, desde este tercer aspecto, el proceso por el cual el
individuo aprende a caminar sobre sus propios pies,
solicitando del entorno lo verdaderamente necesario en
una perspectiva de interdependencia, pero no lo
innecesario y manipulativo. Así que podemos entender el
carácter –la estructura fija, repetitiva y crónica con la que
nos identificamos cuando éramos niños– como el conjunto
organizado de los medios de manipulación aprendidos
para obtener apoyo actualmente innecesario. Y el
autosoporte o maduración, como compuesto de
“...disminución del apoyo ambiental, aumento de la
tolerancia a la frustración, y desmoronamiento de roles
infantiles y adultos…”.

Me parece que los tres criterios citados se reúnen, en realidad,


entorno a algo que los engloba y que podríamos entender como
una disolución del ego, o personalidad adquirida. Claro, si
constato que sigo viviendo sin aquello que se suponía que era

26
imprescindible y que, en parte, constituía mi identidad (el apoyo
ambiental realmente innecesario, conseguido fundamentalmente a
base de manipulaciones); si sobrevivo a aquello tan terrible (que
me digan que no, que no haya aquello... y en general a la disforia);
si experimento que yo soy algo más que mis máscaras… entonces
no tengo más remedio que concluir que yo soy algo más o algo
menos, en todo caso algo diferente, de lo que creía ser. Transitar
estos momentos con consciencia nos permite cambiar el punto de
vista subjetivo, preñado de automatismos distorsionadores de
nuestra realidad interna y externa, por un punto de vista más
próximo a lo que Friedlander definía como el punto cero o punto
de “indiferencia creativa”, en el que, a través de la atención al
vacío interpolar, muchas más opciones de una determinada
situación o de una determinada respuesta son posibles y
aceptables como propias.

Recordando por último que “sano” y “santo” comparten el mismo


campo semántico –y que ambos vienen a significar “íntegro”– ¿no
será ésta de Perls una hermosa manera de entender la santidad…?.

27
Apuntes sobre Terapia Gestalt
Carmen Vázquez Bandín

La Terapia Gestalt estudia las relaciones que se dan en la


frontera entre el organismo y su entorno, esta relación es el
contacto. La relación es sociocultural, animal y física.
Si estudiamos solo el organismo y sus aspectos,
estaremos haciendo psicología, fisiología, anatomía, etc. o
cualquier otra disciplina que se refiera solo al organismo.
Si estudiamos solamente al entorno, estaremos haciendo
sociología, antropología, historia, etnología, etc. o cualquier
otra disciplina si se refiere a los seres humanos en su
conjunto, o zoología, botánica, meteorología, etc. si se refiere a
cualquier otro aspecto del entorno en sí mismo.
El proceso de hacer y retirarse del contacto en la frontera-
contacto es la experiencia. Y "todo contacto es el ajuste
creativo entre el organismo y el entorno". La creatividad y el
ajuste, son dos polos. Si solamente hubiera creatividad no
tendríamos en cuenta el entorno. Solamente con el ajuste
estaríamos excluyendo al organismo. Por lo tanto, se
necesitan el uno al otro. La espontaneidad es la capacidad de
captar, de entusiasmarse y de crecer con lo que es interesante
y nutritivo en el entorno. Solo la novedad es nutritiva. Pero sin
asimilación no se sobrevive. El resultado de sobrevivir, su
consecuencia, es el crecimiento.
"El contacto es la realidad más simple e inmediata". Es
la consciencia inmediata y el comportamiento motor hacia la
novedad asimilable y también el rechazo de la novedad no
asimilable. Ya que solamente la novedad es nutritiva. Y
cuando estamos hablando de consciencia inmediata y
respuesta motora, estamos incluyendo "el deseo y el rechazo,
el acercarse y el evitar, la sensación, el sentimiento, la
manipulación, la comunicación, … y todo tipo de relación viva
que tiene lugar en la frontera, en la interacción del organismo
con el entorno".
El proceso de un ajuste creativo a un nuevo material o a
nuevas circunstancias incluye siempre una fase de agresión y

28
de destrucción, ya que es mediante el acercamiento, la
apropiación de y la alteración de las estructuras antiguas
como lo desigual se convierte en igual.
Un organismo vive fundamentalmente en su entorno
manteniendo su diferencia y asimilando el entorno para nutrir
su diferencia y es en la frontera donde realiza sus
intercambios.
"El contacto, la actividad que tiene como resultado la
asimilación y el crecimiento, consiste en la formación de una
figura de interés que se destaca contra un fondo o contexto
del campo organismo/entorno".
La terapia consiste, por lo tanto, en analizar la estructura
de la experiencia real, en el aquí y ahora de la situación
presente, "sea cuál sea el grado de contacto que se tenga"; no
tanto lo que se está experimentando, recordando, haciendo,
diciendo, etc. sino cómo es recordado lo que se recuerda, ó
cómo se ha dicho lo que se ha dicho, con qué expresión
facial, con qué tono de voz, qué sintaxis, qué postura, qué
sentimiento, qué omisiones, qué atención o falta de atención
se tiene hacia la otra persona. Esto acrecienta el contacto,
amplía la consciencia inmediata o awareness de la vivencia
de la relación organismo/entorno en el aquí y ahora de la
situación real y energetiza el comportamiento, dando lugar a
una gestalt fuerte, que es, por sí misma, curativa ya que es "la
integración creativa del problema".

Ninguna realidad es indiferente o neutra.

El Self

Hablamos de ajuste creativo como la función esencial


del self, o mejor dicho, "el self es el sistema de ajustes
creativos". Ya que el self solo se descubre y se realiza a sí
mismo en el entorno. "Y vamos a considerar al self como la
función de contactar el presente real efímero", teniendo en
cuenta que el self es el contacto.
"Al complejo sistema de contactos necesarios en el
campo, lo llamamos ‘self’. […] Se sitúa en la frontera del
organismo y del entorno; […] y pertenece a ambos, al entorno
y al organismo. […] no es una institución fija, sino que existe
en donde y cuando existe una interacción en la frontera". El

29
self como proceso de hacer y retirarse del contacto es siempre
temporal, dinámico y cambiante.
La inhibición del self, en la neurosis, es la incapacidad
de concebir una situación como cambiante o, al revés, la
neurosis es la fijación sobre un pasado incambiable e
inmutable. "Ya que la función del self es algo más que aceptar
las posibilidades, es también identificarlas y rechazarlas, llegar
creativamente a una nueva figura, es distinguir entre las
‘respuestas obsoletas’ y el comportamiento único y nuevo,
que requiere cada situación".
Como ya hemos dicho antes, la terapia supone
concentrarse en la estructura de la figura/fondo
proporcionándole al self múltiples oportunidades de integrarse
progresivamente. Ya que "la finalidad del tratamiento no es
resolver la mayoría de los complejos [del paciente] sino llegar
a un punto tal en la técnica de la consciencia inmediata de sí
mismo que el paciente pueda continuar sin ayuda". La
curación solamente puede venir de uno mismo (mediante la
flexibilidad de la regulación organísmica), en el entorno.
En Terapia Gestalt no atacamos las "defensas" o
"resistencias", "en lugar de tratar de eliminarlas, se acepta su
lado positivo, son tenidas en cuenta" y se las apoya,
abordándolas en la sesión terapéutica, de persona a persona.
Tampoco le pedimos al paciente que no se censure, sino
que se concentre en la manera en cómo se censura, se retira,
se encierra en el silencio, qué músculos, imágenes o bloqueos
emplea para esto. "De esta manera, construimos un puente
para que empiece a sentir que se reprime de manera activa y
pueda, entonces, empezar a relajar por sí mismo su
represión".
Apoyar las resistencias o interrupciones, sacar el conflicto
de la represión y aumentar la consciencia inmediata produce
ansiedad. La ansiedad es la excitación frenada en la frontera-
contacto. Pero el sufrimiento y el conflicto no son ni
innecesarios, ni carentes de sentido: son el índice de la
destrucción (des-estructuración) que se produce en toda
formación figura/fondo, para que una nueva figura pueda
emerger. Tratar de proteger al paciente de esto supone "que el
terapeuta, desde lo alto de su superioridad, juzga tal o cual
material humano como no merecedor de recuperar una
existencia plena". Si el terapeuta deja su actitud de
superioridad, el paciente se convierte, entonces, en un

30
aprendiz de terapia y por lo tanto en un elemento activo de su
proceso.
Y puesto que es un elemento activo de su propio
proceso y puesto que es él quien ha acudido a terapia y ha
continuado en terapia, debe ser él quien decida cuándo
dejarla.

Si ampliamos la idea de apoyar las "resistencias" o


"defensas", necesariamente debemos hacer un esbozo de tres
conceptos fundamentales, a los que ya hemos aludido: el
proceso de hacer y retirarse del contacto y sus fases, el self y
sus funciones, y las interrupciones del proceso de hacer y
retirarse del contacto.
El proceso de hacer y retirarse del contacto es, en
general, una secuencia continua de figuras y fondos. Todo el
proceso es una excitación creciente consciente y proviene de
los dos polos del campo: el organismo y el entorno.
El proceso de hacer y retirarse del contacto es una
totalidad única, pero se puede distinguir, por comodidad, la
siguiente secuencia de figuras y fondos:
Precontacto: el cuerpo es el fondo; el apetito, las sensaciones
o el estímulo ambiental es la figura. Es lo dado o "ello" de la
situación. Es de lo que se es consciente.
Toma de contacto: la excitación del apetito se convierte en
fondo, y algún "objeto" o conjunto de posibilidades es la
figura. El cuerpo disminuye.
Hay elección y rechazo de las posibilidades, agresión para
acercarse y superar los obstáculos; orientación y
manipulación deliberadas. Estas son las identificaciones
(aceptaciones) y alienaciones (rechazos) del "yo".
Contacto final (ó Contacto pleno): sobre un fondo que
comprende el entorno y el cuerpo indiferentes, un objetivo
vivo se destaca como figura y se contacta con él. Se relaja
cualquier actitud deliberada.
Postcontacto: hay una interacción flotante entre el organismo y
el entorno que no es una relación figura/fondo; el self
disminuye. Se da la asimilación y por lo tanto el crecimiento,
modificando la "personalidad".

De las fases o etapas del proceso de hacer y retirarse del


contacto podemos deducir las tres principales funciones del

31
self, según la Terapia Gestalt, y cómo pasa el self,
temporalmente, de una función a otra.
La función "ello", correspondería a la fase de Precontacto. "Es
el segundo plano dado, que se disuelve en posibilidades"
incluyendo las excitaciones orgánicas, las sensaciones, las
situaciones inacabadas del pasado que se vuelven
conscientes, el entorno vagamente percibido y los incipientes
sentimientos que conectan al organismo con el entorno.
La función "yo", en la fase de Toma de Contacto, "es la
identificación con y la alienación de las posibilidades, la
limitación o el acrecentamiento del contacto en curso". Es la
aceptación o el rechazo de las posibilidades de la situación
presente y real. Incluye el comportamiento motor, la agresión,
la orientación y la manipulación.
La función personalidad, activa en las fases de Contacto Final
y Postcontacto, "es el sistema de actitudes asumido en las
relaciones interpersonales, es la asunción de lo que uno
es". Cuando el comportamiento interpersonal es neurótico, la
personalidad consiste en un cierto número de conceptos
equivocados sobre uno mismo, introyecciones, ideales del yo,
máscaras, etc. Pero cuando se ha terminado la terapia, la
personalidad es una especie de entramado de actitudes con el
que se comprende uno a sí mismo y que se puede utilizar
para cualquier tipo de comportamiento interpersonal ya que,
la personalidad es "una réplica verbal del self". La
personalidad se forma con la lealtad, la moralidad y las
actitudes retóricas, siendo estas últimas "la propia manera que
tiene uno de manipular las relaciones interpersonales".

Cuando las "situaciones inacabadas del pasado" hacen su


aparición, interrumpen la secuencia del proceso de hacer y
retirarse del contacto. Esto tiene lugar mediante procesos que,
en principio, son sanos cuando se emplean en su momento
oportuno. Dicho de otra manera, "los comportamientos
neuróticos son los ajustes creativos de un campo en el que
hay represiones".
Esta creatividad va a actuar y a aparecer
espontáneamente en cualquier situación presente, por eso, el
terapeuta no tiene que ir a buscar nada por debajo del
comportamiento "ordinario", ni hurgar en él para poner de
manifiesto el mecanismo. Su trabajo consiste sencillamente en
plantear una relación basada en el contacto, dando por

32
sentado que el paciente no va a poder mantenerla de manera
adecuada y por cuyo fracaso, se siente insatisfecho. Debido a
esta insatisfacción, le va a surgir el interés y la excitación,
que generalmente va a vivirlos como ansiedad. Entonces,
esta necesidad, real y presente, del paciente, con ayuda del
terapeuta, va a destruir y asimilar los obstáculos y va a crear
formas más viables, "como ocurre en cualquier otro
aprendizaje".
No olvidemos que la ansiedad es la interrupción de la
excitación creativa en curso. Y que la neurosis es, a la vez,
una situación de miedo crónico y de frustración crónica.
Puesto que la frustración es crónica, el deseo no aprende a
activar las funciones prácticas importantes; y puesto que el
miedo es crónico, el individuo se controla, se inhibe y se
frustra.
El terapeuta necesita su propio criterio para mantener sus
referencias, para saber en qué dirección mirar. Y no debe
olvidar que la situación real y presente, representa siempre un
ejemplo de toda la realidad que ha sido o será.
Por eso, el terapeuta necesita, además de sus propias
referencias, estar atento a la estructura del comportamiento del
cliente: ¿cómo atiende a su propio organismo? ¿Cómo
satisface una necesidad?
Si basamos nuestro modo de hacer terapia a partir de los
momentos de un proceso presente y en curso, y en concreto,
en sus interrupciones, "podemos esperar que, con la
consciencia inmediata, estas interrupciones, se van a convertir
en otras interrupciones, y la continuidad del proceso no se
habrá perdido". Así, el paciente, en un entorno seguro, como
es su relación con el terapeuta, podrá resolver
satisfactoriamente el "experimento" de hacer contacto.
Como terapeutas, solo necesitamos ayudar al paciente a
desarrollar su identidad creativa a través de ese "pasaje
ordenado" de una interrupción a otra. Ya que el
comportamiento del paciente en terapia, o en cualquier otra
cosa, es un ajuste creativo que continúa resolviendo un
problema de frustración y de miedo crónicos, la terapia
consiste en "proporcionarle unas circunstancias concretas en
donde estas soluciones habituales (inacabadas) ya no sean
las posibilidades de solución más adecuadas".
Para localizar las interrupciones en la secuencia del
proceso de hacer y retirarse del contacto, lo que llamamos

33
pérdidas de la función yo, la pregunta es la siguiente: ¿cuál es
el momento en el que el paciente empieza a no mantener el
contacto en la sesión terapéutica? ¿Cómo, concretamente, se
lo impide?
Y una vez identificada la interrupción, apoyarla hasta la
siguiente y así sucesivamente hasta el final de la secuencia
del proceso de hacer y retirarse del contacto.
"La diferencia entre los diversos tipos [de
personalidad] está relacionada con el momento en el que
se produce la interrupción:
Antes de la nueva excitación primaria: confluencia.
Durante la excitación: introyección.
Al enfrentarse al entorno: proyección.
Durante el conflicto y la destrucción: retroflexión.
En el contacto final: egotismo."

No debemos olvidar que una interrupción de la secuencia de


hacer y retirarse del contacto es debida a un estado del self,
empleado de manera inadecuada. Esto es, la confluencia, la
introyección, la proyección, la retroflexión y el egotismo son
estados temporales adecuados y necesarios en determinas
fases de la secuencia de hacer y retirarse del contacto. Solo
cuando han perdido su función espontánea y se convierten en
estructuras rígidas que interrumpen el proceso de hacer y
retirarse del contacto es cuando se convierten en
disfuncionales.

La confluencia es el estado de no contacto, no hay frontera


del self. Todos los hábitos y los conocimientos son
confluyentes. La distinción entre las confluencias sanas y las
confluencias neuróticas consiste en que las primeras están
potencialmente sujetas a contacto, mientras que las segundas
no se pueden contactar, debido a la represión.
"En el plano neurótico, la actitud presente –no reconocer
del todo la nueva tarea- consiste en agarrarse a la no
consciencia, como si se aferrara a un comportamiento
acabado para encontrar en él alguna satisfacción, y como si la
nueva excitación fuera a arrebatársela. […] El objetivo es
conseguir que el otro haga todos los esfuerzos".

La interrupción se puede producir durante la excitación,


el self, entonces, introyecta: desplaza su propio deseo

34
potencial por el de algún otro. Esto sirve para evitar la
sensación de "no pertenencia". La actitud hacia el entorno es
resignada y, por lo tanto, infantil y sumisa (o la contraria,
rebelde y agresiva pero sin sentido). La satisfacción
conseguida es la frustración.
La introyección sana es el paso previo a la asimilación,
necesaria en cualquier situación de aprendizaje. Está
caracterizada por el interés, la motivación y la consciencia
inmediata.
En la (¿intro?)proyección patológica, el individuo siente
la emoción pero flotando a la deriva, "en el aire" y ya que no
siente que surge de él, la atribuye a la otra realidad posible: el
entorno; dirigida contra él por el otro. Produce rigidez
muscular e inhibe los poderes motores para dejarse llevar
libremente por las emociones libres.
En el ajuste creativo, es un factor alucinatorio necesario
en los primeros acercamientos. Esto es la intuición o el
presentimiento, y es así "como nos ponemos en guardia o nos
sentimos invitados por medio de un significado que todavía
no es manifiesto".
Cuando las energías de la orientación y la manipulación
están plenamente comprometidas en el entorno pero el
individuo no puede hacerles frente porque tiene miedo a herir
o a ser herido, "necesariamente, se va a sentir frustrado" y,
entonces, las energías comprometidas se van a volver contra
los únicos objetos disponibles y seguros en el campo: su
personalidad y su propio cuerpo. Esto son las retroflexiones.
Podemos incluir aquí los remordimientos, los
arrepentimientos, las reconsideraciones, las enfermedades
psicosomáticas, los dolores musculares sin "causa", el
pensamiento obsesivo, la rumia, etc. El retroflectador trata de
evitar quedar comprometido con el entorno.
Cualquier acto de autocontrol deliberado durante un
compromiso difícil es una retroflexión, generalmente sana.
El entorno tangible del retroflectador está formado
únicamente por sí mismo. Y su satisfacción directa es la
sensación de control activo.

Cuando, en las fases de contacto final y de postcontacto


debería haber una relajación del control o de la vigilancia,
cuando se trataría de abandonarse al comportamiento que
llevaría a la asimilación y al crecimiento, "hay un esfuerzo por

35
controlar lo incontrolable y lo sorprendente", esto es el
egotismo disfuncional. La preocupación del egotista no es
contactar con el entorno, asimilar y crecer holísticamente
sino "multiplicar sus conocimientos científicos y técnicos
para poner cada vez más cosas del entorno a su alcance y
en su poder para ser irrefutable". La satisfacción del egotista
disfuncional es el aburrimiento y la soledad; es vanidoso y
creído, sabe de todo y lo va diciendo. Desconfía de la
humanidad y siempre tiene "enfrentamientos".
No obstante, normalmente, el egotismo es sano e
indispensable en la elaboración de cualquier proceso de
maduración largo, difícil y complejo; dicho de otra manera, se
sienten las ganas de comprometerse y se aplaza esto,
desanimándolo, ya que, en ese proceso concreto, no es
adecuada ni la espontaneidad ni la capacidad de correr
riesgos.

Los tipos de interrupciones pueden multiplicarse hasta el


infinito combinando cada clase con otra, como "confluencia
de introyectos", "proyección de retroflexiones", etc. Por
ejemplo, "la confluencia con los introyectos es la
culpabilidad; […] la retroflexión de los introyectos es la
rebeldía…".
Hay que tener en cuenta que, en Terapia Gestalt, no
trabajamos con el contenido, sino con el proceso, con la
secuencia de hacer y retirarse del contacto y sus
interrupciones en el aquí y ahora de la situación real en curso,
en la sesión de terapia, entre el paciente y el terapeuta. El
significado creativo de la situación, no es lo que se piensa por
anticipado, "lo que se trae a terapia", sino lo que surge al traer
al primer plano las situaciones inacabadas, cualesquiera que
sean y al descubrir-e-inventar su pertinencia en la situación
presente, que se muestra interrumpida y por lo tanto
desprovista de excitación, energía e interés. El neurótico, en la
sesión y en su vida, empieza a perder el contacto con la
realidad, se da cuenta, pero no tiene las técnicas que le
permitirían continuar el contacto y persiste en un proceso que
le lleva, cada vez, más lejos de la realidad, y entonces, se
pierde. Es necesario que, en la sesión de terapia, ayudado por
el terapeuta, aprenda a reconocer con precisión, en qué
momento y cómo deja de estar en contacto y dónde y cuál es
la realidad, de tal manera que pueda seguir contactándola.

36
La teoría de la Terapia Gestalt es la teoría del self y por lo
tanto, la práctica de la Terapia Gestalt es la teoría del self
aplicada.

Bibliografía

BLOOM, Daniel: Estructura y funcionamiento del self,


Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid,
España.
BLOOM, Daniel: La canción del self, Documento del CTP,
Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.
HODGES, Carl: Teoría del campo, Documento del CTP, Centro
de Terapia y Psicología, Madrid, España.
KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del
CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.
MEYER, Kenneth: Self & Egotismo, Documento del CTP,
Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.
PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt:
Excitación y crecimiento de la personalidad humana; Ed.
Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002.
SPAGNUOLO LOBB, Margherita: La teoría del self en Terapia
Gestalt, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología de
Madrid, España.
ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento del
CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

Este artículo ha sido publicado en la revista "Figura-fondo",


número 13, primavera del año 2003, pág. 69-76, del Instituto
de Psicoterapia Gestalt A.C. de México.

La Deflexión como una


Retroflexión "metafórica"
Carmen VÁZQUEZ BANDÍN

Abstract: This paper redefines the Polster term


"Deflection" as a Retroflection in the process of contact

37
according to Perls, Hefferline and Goodman, in an
individual therapy session. The author considers that
when the patient undergoing therapy changes the topics
of conversation during the session; speaks about the
weather and so on, ... he/she abandons the course of the
contact of here and now in the therapeutic relationship;
thereby avoiding saying anything important to the
therapist. The author proposes that this be considered a
Retroflection and can be undone using the content of this
Retroflection as a "metaphoric" message aimed at the
therapist.

Erving y Myriam Polster (1973) en su libro Terapia


guestáltica (Gestalt Therapy Integrated) (1) definen la
Deflexión como "una maniobra tendente a soslayar el
contacto directo con otra persona, un medio de enfriar el
contacto real. Se quita calor al diálogo mediante el
circunloquio y la verborrea; tomando a risa lo que se dice;
evitando mirar al interlocutor; hablando abstractamente en
lugar de especificar; yéndose por las ramas; saliendo con
ejemplos que no vienen al caso, o prescindiendo de
ejemplos; prefiriendo la cortesía a la franqueza; las
emociones débiles a las intensas; hablando de cosas
pasadas cuando el presente es más importante… Todas
las deflexiones destiñen la vida".
No dicen los Polster si este "desvío" del contacto se hace
de una manera consciente o no pero, sea como fuere, el
sujeto no es consciente, no está aware de que el contacto
le resulta imposible, por no decir intolerable.
Más adelante, en el mismo párrafo, los Polster añaden: "Si
se puede conseguir que la energía deflexionada dé de
nuevo en el blanco, el sentido de contacto aumenta
considerablemente". Tampoco dicen cómo podemos
hacer para que "de nuevo dé en el blanco".

Si tratamos de llevar este mecanismo de evitación al


modelo propuesto por Perls, Hefferline y Goodman en su
obra fundacional Gestalt Therapy (1951), (2) veremos que
no está citado ni una sola vez. Los autores de Gestalt

38
Therapy hablan de cinco mecanismos que interrumpen,
de un modo u otro, el contacto, a saber, la confluencia, la
introyección, la proyección, la retroflexión y el egotismo.
Leyendo atentamente el Capítulo XV del PHG veremos
que la Deflexión de la que hablan los Polster puede
entenderse como una Retroflexión. Dicen Perls y
Goodman: "Supongamos ahora que la energía de la
orientación y la manipulación está plenamente
comprometida con la situación ambiental, ya sea el amor,
la rabia, la piedad, la pena, etc. El individuo debe
intervenir pero tiene miedo de herir o ser herido (destruir y
ser destruido)… Normalmente la retroflexión es un
proceso de reforma, de corrección del acercamiento
impracticable o la reconsideración de las posibilidades de
la emoción, el reajuste con vistas a otra acción". (3)
De este modo podemos considerar que cuando el
paciente, en el transcurso de una sesión cambia de
conversación, habla del tiempo, desvía el contacto en el
aquí y ahora de la relación terapéutica, es que en otro
momento de su vida, cuando aprendió a relacionarse, la
excitación para la acción no encontró el apoyo necesario
en el entorno y no pudiendo ya esa excitación dar
marcha atrás, no pudiendo ya romper el compromiso con
el entorno, "reformó" la orientación y la manipulación
hacia una retroflexión. O efectivamente, completó la
acción y el entorno no le dio apoyo sino frustración.
Si podemos definir el objetivo de la Terapia Gestalt como
establecer contacto ya que "el contacto es la realidad
más simple y primera"(4) y "recordemos que no importa
cómo se teorice acerca de los impulsos, emociones, etc.,
ya que siempre nos estaremos refiriendo a un campo de
interacción –el campo organismo-entorno- y no a un
animal aislado",(5) la sesión terapéutica –el campo
organismo-entorno en el aquí y ahora- tiene que estar
encaminada al contacto entre terapeuta y paciente. Hablar
de otra cosa ajena a la sesión, a la relación entre el
paciente y el terapeuta sería, en palabras de Isadore
From, "una comunicación perturbada o retroflectada"(6) y
por "perturbada" entiende "que el contacto entre el

39
paciente y el terapeuta, de alguna manera, está
perturbado", ya que "no existe ninguna función ni animal
ni humana que se complete a sí misma sin objetos y
entorno".(7)
En tanto que terapeutas gestálticos, lo que nos interesa es
lo siguiente,: por un lado, la información contenida en la
deflexión. Y esta información estaría dada de una manera
metafórica, metafórica. Pero por otra parte –y a mi
entender resulta más importante-, el hecho es que la
deflexión está teniendo lugar en el aquí y ahora del
espacio terapéutico. Mi pregunta interna sería: ¿qué es lo
que le hace en este momento decir lo que está diciendo,
contarme a mí lo que está contando o hacer lo que está
haciendo (por ejemplo, mirar hacia otro lado, no
mirarme)? Me hago esta pregunta basándome de nuevo
en Perls y Goodman que dicen sobre la Retroflexión: "la
energía de la orientación y de la manipulación está
plenamente comprometida con la situación ambiental",
pero "entonces se vuelve hacia el único objeto
inofensivo", uno mismo, "quedándose con la frustración
del no contacto... Entonces, sentimos remordimientos y
arrepentimiento; damos vueltas a lo pasado, lo
reconsideramos, etc... Se arrepiente de no haber invadido
el entorno".(8) Y mi conclusión es que, de alguna manera,
lo que me está contando o haciendo, y que
aparentemente no tiene que ver con nuestra relación, es
algo que quiere decirme acerca de su relación conmigo
en el momento presente.
Este no decir algo referente a la relación no es porque sea
inconsciente; simplemente es algo no consciente, algo de
lo que no se da cuenta. ¿Qué es lo que ocurre para que le
resulte difícil a mi paciente vivirme directamente? ¿Es un
ajuste conservador que repite en otros momentos de su
vida? ¿Qué ocurre cuando se deshace la retroflexión y se
retoma el contacto?
Lo que le ocurre al paciente para que le resulte difícil
vivirme directamente es que está repitiendo un ajuste
conservador. Al no encontrar suficiente apoyo emocional
en el entorno durante su infancia, resolvió creativamente

40
evitar la mirada, no expresar lo que sentía, pero con la
repetición de este esquema lo convirtió en un ajuste
conservador. De esta forma aprendió a cambiar la
frustración por satisfacción ya que "la satisfacción directa
de la retroflexión es la sensación de autocontrol".(9)
¿Cómo hacer para que mi paciente retome el contacto
con el entorno, el contacto conmigo? Deshacer la
Retroflexión. ¿Y cómo deshacer la retroflexión? Dicen
Perls y Goodman "la reforma (en la orientación) no puede
ser asimilada ni cambiada, a menos que se le incluya un
nuevo material ambiental".(10) Y este "nuevo material
ambiental" solo podemos aportarlo en forma de apoyo
emocional y redirigiendo la energía de la retroflexión del
paciente hacia el entorno, hacia mí como terapeuta,
mediante la pregunta: "Si eso que estás diciendo o
haciendo me lo dijeras o me lo hicieras a mí, ¿qué me
estás diciendo o me haces?". De esta manera
deshacemos la retroflexión y volvemos al contacto puesto
que el paciente al verbalizar o hacer lo que estaba
evitando realiza "un ajuste creativo entre el organismo y el
entorno",(11) siendo ésta otra de las definiciones de Perls y
Goodman para el contacto.
En el título del artículo he denominado a la deflexión
"retroflexión metafórica" porque, como es obvio, el
contenido de lo verbalizado nunca se refiere directamente
a la relación terapéutica sino que es un contenido
metafórico: hablan de "un tiempo estupendo", "un
encuentro casual con alguien cercano en el pasado", "una
cucaracha asquerosa en la escalera"…, y es este
contenido el que debe de "adaptarse" a la relación
terapéutica o a mí como terapeuta.
¿Qué ocurre cuando se deshace la retroflexión y se
retoma el contacto? Al deshacer la retroflexión, y como
respuesta a mi sugerencia, el paciente retoma los
sentimientos de la infancia que al no poder asimilarlos
había anulado por el ajuste conservador mediante la
retroflexión. "Es completamente desconcertante ver cómo
se paran bruscamente por culpa de la inseguridad y la
timidez"(12) dicen Perls y Goodman. Mi experiencia es que

41
el paciente efectivamente se vuelve "tímido" y contacta
con la vergüenza ya que, como dice Kaufman,(13) la
vergüenza "supone un fracaso interpersonal significativo".
Esta vergüenza es " sobre todo, una ruptura en el campo
de la experiencia de sí mismo; pero esta ruptura, aunque
enraizada en la historia, se vive en el presente y está
necesariamente presente, si quiere uno tomarse la
molestia de verla, en la relación terapéutica misma", "y
debe de concedérsela prioridad ya que es una fisura o
una brecha en el campo de la experiencia presente del
paciente",(14) de su experiencia en la relación terapéutica.
Una vez que el paciente vive sus sentimientos y me los
expresa, los comparte conmigo, es obvio que hay un
abundante material en el aquí y ahora para poder reparar
esa "brecha o fisura" de la que habla Wheeler,
posibilitando así al paciente el que cada vez le resulte
más fácil hacer contactos en la sesión terapéutica y que
como resultado de la asimilación de estas experiencias,
pueda generalizar este funcionamiento a otros aspectos
de su vida.

Un ejemplo práctico

Josefina es una mujer de 40 años, casada, madre de dos


hijos, en formación en Terapia Gestalt.
Lleva 60 horas de formación conmigo, ha solicitado ella
empezar una terapia individual. Esta es su primera sesión
de terapia individual.
Yo vivo a Josefina como una mujer silenciosa, cordial,
que trata de no llamar mucho la atención en el grupo, que
se esfuerza por participar, por aprender, "por aprovechar
el tiempo", "por ser sincera consigo misma".
Josefina es alta y larga, sus formas de mujer está diluidas,
anda sin hacer ruido, como sin querer "molestar". Me
llaman la atención sus ojos; son profundos pero cuando
los miro siento una profunda sensación de tristeza.
Es la mayor de tres hermanas. Sus padres trabajaban los
dos cuando ella era pequeña.

42
Volviendo a aquella primera sesión, Josefina está
contándome sus dificultades para intervenir en el grupo,
para relacionarse espontáneamente con los otros
participantes. La dejo hablar. Unos momentos después le
pregunto qué puede querer de la terapia, qué quiere de
mí.
Josefina desvía la mirada, se queda mirando fijamente mi
estantería con la cabeza totalmente girada a la izquierda
de donde yo estoy sentada y, sin venir a cuento, me dice
llena de melancolía:
"Mi abuela se ocupaba muchas veces de mí. Venía del
pueblo y pasaba temporadas con nosotros. Era
fantástico. Yo la quería mucho. Me cuidaba, me mimaba,
me enseñaba cosas… De joven había sido maestra. Debía
de valer mucho porque para ser maestra en aquella
época es que tenía las cosas muy claras…".
Aprovecho el silencio de Josefina para decirle:
"Josefina, ¿querrías decirme a mí lo que estás diciendo y
mirarme al decírmelo? A ver si te resuena…".
Me mira desconcertada. Me dice: "¿A ti?". Y súbitamente
enrojece.
"Pues… -empieza a decir y vuelve a desviar la mirada- …
Tú te ocupas de mí…". Le pido que trate de mirarme
mientras me habla. Me dice que le resulta muy difícil, por
no decir imposible, "es como si se me fuera sola la
cabeza".
"Pues… Tú te ocupas de mí… Nos vemos un fin de
semana al mes y me gusta venir, me gusta mucho… Me
gustan tus explicaciones… Tu forma de trabajar… Me da
apuro decirte que te quiero…". Mientras me ha ido
diciendo esto su cara ha ido enrojeciendo y sus ojos se
han ido llenando de lágrimas y al llegar aquí, rompe a
llorar. Baja la cabeza y se tapa la cara con las manos.
"Me cuesta mucho decirte estas cosas…". Y levanta la
vista, con la cabeza todavía medio bajada y me mira con
unos ojos diferentes. Yo siento en ellos una mezcla de
ilusión, expectativa, alivio y le brillan, le brillan mucho
mientras me sonríe con una mezcla de miedo y alivio.
"¿Qué sientes ahora, Josefina?"

43
"No sé. Primero vergüenza, mucha vergüenza … y miedo
a que te rieras de mí, a que te enfadaras por mi
atrevimiento… Ahora me siento mejor…".

Otro ejemplo
Carlos es un hombre de 37 años. En la actualidad está
divorciado desde hace 12 años. Su matrimonio fue
forzado ya que dejó embarazada a la chica con la que
salía y el padre de esta les obligó con amenazas a
casarse. Duró dos años de peleas constantes e
intimidaciones por parte de su mujer. Tiene una hija a la
que casi no ve y a la que no tiene especial cariño, según
él.
Es el hijo mayor de un matrimonio en el que los padres
eran algo mayores cuando nació él. El dice que el padre
trabajaba y la madre "no tenía nada mejor que hacer que
dedicarse a malcriarme". Tiene una hermana diez años
menor que él. El padre murió hace unos años. Carlos vive
solo pero va con regularidad a ver a la madre.
Ha mantenido esporádicamente relaciones con otras
mujeres, pero no acaba de comprometerse con ninguna.
"Las mujeres son tremendas –dice– empezando por mi
madre. En cuanto te descuidas quieren controlarte la
vida". (Cuando me cuenta esto, decido no darme por
aludida, estamos en la fase de establecer nuestro acuerdo
terapéutico).
El motivo de consulta es una hipersensibilidad a los
ruidos, al jaleo. Últimamente todo le irrita, la música alta,
las voces de los vecinos, las bocinas de los coches, …
Carlos es un hombre con buena planta. Algunas canas
por las sienes hacen que me resulte atractivo. La boca es
demasiado grande y la tiene siempre contraída en una
mueca. Los ojos me parecen saltones y hundidos al
mismo tiempo. Todos sus rasgos faciales están
contraídos, crispados. Siento que está a la defensiva de
forma constante. Se lo comento y me dice que conmigo
está cómodo, que es su forma habitual de estar. Yo
siento ambivalencia: es como si quisiera y no quisiera. El

44
se define, a su pesar, como sensible, demasiado
emotivo, "blando".
Después de unos seis meses de terapia, Carlos se siente
más suelto. Ha descubierto muchas cosas de su vida y
de cómo reacciona, de su desconfianza.
Llega a su sesión puntual, como siempre. Empieza
hablando de sus planes de vacaciones. Es el mes de
Junio y en Agosto quiere ir a "una playa tranquila".
"Me gustan las playas tranquilas, en donde no haya
mucha gente. Tener el mayor espacio posible. El sol y el
agua solo para mí" –dice- "Me hace sentirme en paz
conmigo y soy capaz de pensar bien de mí. Porque la
naturaleza no te pide nada, no te exige nada, puedes
estar a tu aire sin tener que fingir constantemente una
forma de ser que no es la tuya". Cuenta todo esto con la
mirada perdida, sin mirarme.
Me planteo interiormente: ¿qué le hace decirme esto de
sus vacaciones en este momento?; ¿por qué, entre todos
los acontecimientos de esta semana, entre todas sus
vivencias, entre todos sus pensamientos…, me cuenta
precisamente esto? Voy a considerarlo como una
retroflexión, a ver qué pasa. Y le digo:
"Carlos, si lo que estás diciendo de la playa me lo dices a
mí, a nuestra relación terapéutica, ¿puede encajar? Y, si
no te importa, mírame al decírmelo".
Me mira, se pone colorado, se ríe abiertamente y me
dice… "Venir aquí… digo mejor venir aquí, porque si te
digo que tú eres como una playa tranquila… (enrojece
más) es de lo más cursi… Sí, me gusta venir aquí, me
siento cómodo…".
Le interrumpo "¿qué te pasa, qué sientes si eres cursi
conmigo…?"
"Te vas a reír y eso me va a enfurecer…, y se va a acabar
el estar relajado y a gusto contigo…" Tiene los ojos
humedecidos y le resbalan unas lágrimas que trata de
contener. ¿Ajuste conservador?. Ajuste conservador. Ha
descubierto qué pasaba cuando de pequeño era tierno y
cariñoso con su madre…

45
Conclusión
Así tendría para ofrecer cientos de situaciones en las que,
al tomar la deflexión como una retroflexión con un
contenido simbólico y al sugerir al paciente la posibilidad
de deshacerla, este retoma, en el aquí y ahora, el contacto
y recupera el proceso emocional que interrumpió cuando
el entorno no le dio el apoyo emocional suficiente como
para aprender a manejar sus emociones.

NOTAS
1
.- POLSTER, E. Y M.: Terapia guestáltica, Ed. Amorrortu,
Buenos Aires, 1976; pág. 95.
2
.- PERLS, F., HEFFERLINE, R.F. y GOODMAN, P. (1951):
Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human
Personality, The Julian Press, 1994. En adelante PHG.
3
.- PHG, Volumen I, Capítulo XV, apartado 7, pág 235 (a
partir de este momento, todos los textos citados de PHG
son traducción mía)
4
.- PHG, I, I, 1
5
.- PHG, I, I, 2
6
.- Entrevista a Isadore From por Mark Stern y Don
Lathrop, publicada en "Voices", The Art and Science of
Psychotherapy, Journal of the American Academy of
Psychotherapists, 1978, Vol. 14, nº 1. (Traducción mía).
7
.- PHG, I, I, 2
8
.- PHG, I, XV, 7.
9
.- Ibid.
10
.- Ibid.
11
.- PHG, I, 1, 5
12
.- PHG, I, 15, 7
13
.- G. KAUFMAN: Psicología de la vergüenza, Ed. Herder,
Barcelona, 1985.
14
.- G. WHEELER, The Voice of Shame, Jossey-Bass
Publishers, San Francisco, 1996, pág. 51

Bibliografía
KAUFMAN, G.(1978): Psicología de la vergüenza, Ed.
Herder, Barcelona, 1985.

46
PERLS, F., HEFFERLINE, R.F. y GOODMAN, P.(1951):
Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human
Personality, The Gestalt Journal Press, Highland, 1994.

POLSTER, E. y M.(1973): Terapia guestáltica, Ed.


Amorrortu, Buenos Aires, 1976.

STERN, M. y LATHROP.: Interview with Isadore From, en


"Voices", The Art and Science of Psychotherapy, Journal
of the American Academy of Psychotherapists, 1978, Vol.
14, nº 1.

WHEELER, G. y LEE, R. (comp.)(1996): The Voice of


Shame, Jossey-Bass Publisher, San Francisco, 1996.

47
LA DEPRESION:
COMPARACIÓN ENTRE LA
GESTALT Y OTROS PUNTOS
DE VISTA
Gary Michael Tyson & Lillian Miller Range

Artículo publicado en The Gestalt Journal, Vol. IV, No. 1

Traducción de Manuel Sorando Martínez, psicólogo psicoterapeuta.

Durante los últimos años ha habido un creciente


interés por las teorías y el tratamiento de la depresión.
Este interés es el resultado de la incidencia de la
depresión clínica que, de acuerdo con un informe
especial sobre la depresión llevado a cabo por el NIMH 1
(1973), ha empezado a rivalizar con la esquizofrenia, en
todo el país, como el problema mental más importante y
de más incidencia. El propósito de este artículo es
establecer las similitudes y diferencias entre la teoría de la
Gestalt y el tratamiento que ésta aplica y otras formas de
teoría y tratamiento de la depresión.

Existen diferentes teorías acerca de la depresión. La


teoría del psicoanálisis tradicionalmente ha contemplado la
depresión como la agresión hacia un objeto interiorizado
1
National Institute of Mental Health. Organo oficial de la Administración norteamericana para
las enfermedades mentales. (N. del T.)

48
con un significado ambivalente (Freud, 1917).
Recientemente, otras teorías más avanzadas ven la
depresión como el reflejo de: (a) un problema cognitivo
(Beck, 1974); (b) desamparo aprendido o de no
contingencia (Abramson, Seligman & Teasdale, 1978;
Seligman, 1974); (c) paradigmas de la extinción (Ferster,
1974; Lazarus, 1968; Lewinshon, 1974); (d) un fracaso en la
autorregulación (Mathews, 1977); (e) relaciones
interpersonales ineficaces (Coyne, 1976; Salzman, 1974); o
(f) una protección contra los efectos normales del
desamparo o la desesperanza (Benton, 1972).

En la teoría de la Gestalt, la neurosis (de la que la


depresión podría constituir un aspecto) puede ser
conceptualizada en términos de lo que Perls llamó “el
perro de arriba y el perro de abajo”, escisión de la
personalidad en la que el individuo fracasa en la
resolución, o no es totalmente consciente, del conflicto
planteado entre dos componentes diametralmente
opuestos de su personalidad. Estos componentes
representan actitudes introyectadas y creencias que le
fueron impuestas al individuo durante su primera infancia
y que fueron aceptadas sin crítica por él. En una persona
deprimida neuróticamente, uno de los componentes de la
personalidad estaría representado por una conciencia o
superego muy severo (el perro de arriba), que sería el
resultado de un entorno que originalmente impuso sus
preceptos al individuo bajo las amenazas del castigo,
retirada de afecto, etc. Por tanto,

el individuo interioriza estos preceptos


(ambientales) en la forma de una
conciencia que asume la función de vigilar
que la persona piense y se comporte
como “debe”. La agresión desplazada es
proyectada hacia la conciencia del
individuo, y la propia persona, en esencia,
es la creadora de su propio “dictador”
interno.

49
(Ward & Rouzer, 1974, p. 25)

Sin embargo, en contraste con la naturaleza autoritaria


del “perro de arriba”, el segundo componente de la
personalidad (el perro de abajo) representa actitudes y
creencias que hacen referencia al supuesto desamparo,
incompetencia y falta de adecuación del individuo. Así,
sin la plena conciencia de este conflicto, el neurótico
fracciona su personalidad entre lo que debería hacer y lo
que hace, entre el amo y el esclavo, entre el agresor y la
víctima. El neurótico se manipula a sí mismo y a los
demás, a través de la expresión alternada y la
proyección de estas polaridades. Sin embargo, debido a
que ninguna de estas partes es expresada o
experimentada completamente, el conflicto queda sin
resolver y, por tanto, se prolonga como algo inacabado.
En consecuencia, el individuo neurótico continua siendo
el objetivo de su propia agresión.

El mismo Perls (1976) reconoció la similitud del punto


de vista de la Gestalt respecto a la depresión, con el del
psicoanálisis. Los autores psicoanalíticos (como Chadoff,
1974), al observar la dependencia de la persona depresiva
respecto de otros para el mantenimiento de la autoestima,
anotaron que

[las personas depresivas] emplean varias


técnicas -la sumisión, la manipulación, la
coerción, la lástima, la súplica, la
conciliación- para mantener estas
relaciones, que necesitan
desesperadamente y son esencialmente
ambivalentes, con los objetos externos o
interiorizados de sus requerimientos (p.
94).

Estas observaciones son sorprendentemente


parecidas al contenido y estilo de la lucha entre las
polaridades de ”el perro de arriba” y el “perro de abajo”, y

50
son consistentes con las aserciones de la teoría de la
Gestalt en cuanto a que la persona neurótica manipula,
tanto a sí mismo como a su entorno y a los demás, más
que experimentar y reconocer sus necesidades de una
manera directa. Un autor psicoanalista (Dorpat, 1977)
observó que

la aparente contradicción en el individuo


enfermo por depresión entre la
omnipotencia y actitudes de desamparo y
desesperanza, queda parcialmente
explicada por el fraccionamiento del ego.
La organización del ego respecto a
sentimientos y actitudes de desamparo y
desesperanza es mantenida rígidamente
por separado de aquella otra organización
referida a las ideas de omnipotencia que
tiene el sujeto, de la importancia que le da
a los objetos o de ambas al mismo tiempo
(pp. 23-24).

Mientras que las teorías de la Gestalt y el psicoanálisis


referidas a los orígenes de la depresión son bastante
parecidas, sin embargo las estrategias para su tratamiento
son muy diferentes. El psicoanálisis es un enfoque
esencialmente del “allí y entonces” acentuando la
exploración en la memoria precoz como inductora de la
ansiedad. En el otro lado, la Terapia Gestalt es un
enfoque del “aquí y ahora”, que hace hincapié en la toma
de conciencia de la forma en que el individuo evita su
propia y plena experiencia del momento (Naranjo, 1970).
Este enfoque subraya la confianza en la sabiduría
inherente del propio organismo y en su capacidad de
autorregulación. (Polster & Polster, 1973). Por el contrario, el
enfoque psicoanalítico enfatiza la naturaleza inconstante,
tanto del id como del superego, y la habitual debilidad del
superego para controlarlos. Ambos enfoques poseen en
común la tendencia a indagar en busca de los

51
sentimientos de agresión que subyacen en la
exteriorización de la depresión.

También existen paralelismos entre la visión de la


depresión por parte de la Gestalt y las observaciones de
autores de otras convicciones filosóficas. Por ejemplo, la
teoría cognitiva de Beck (1974) establece que la depresión
es la evidencia de los problemas cognitivos que tiene el
sujeto en la evaluación de si mismo, de su mundo y de
su futuro (tríada cognitiva). La naturaleza de los
problemas de la persona depresiva en esta tríada, según
Beck, está relacionada con un pensamiento extremo y de
términos absolutos, con el establecimiento de objetivos
rígidos y perfeccionistas. Además, cuando fracasa en
alcanzar esos objetivos, “la tendencia depresiva del
individuo tiende a culpar de la causa del hecho adverso a
alguna deficiencia presente en sí mismo” (p. 9), tendiendo
a contemplar este presunta deficiencia en términos
exagerados, y empleándose en una excesiva autocrítica
acerca de las causas de estas deficiencias asumidas. La
teoría de Beck establece que la depresión no es un
desorden afectivo, como podría parecer a primera vista,
sino un problema cognitivo. El tratamiento, por tanto ha
de llevarse a cabo a ese nivel, a través de una
reestructuración del pensamiento erróneo del individuo.

La teoría de la depresión de Beck, al igual que lo


expresado por la Gestalt, propone el auto apoyo en lugar
del apoyo ambiental. En términos de la Gestalt, la
persona neurótica deprimida necesita apoyo de su
entorno, y con tal de obtener este indispensable soporte,
utiliza toda suerte de manipulaciones neuróticas
incluyendo (a) negación de aspectos del sí mismo
(Carmer & Rouzer, 1974), (b) dependencia de otros
(Thorne, 1974), (c) rigidez (Ward & Rouzer, 1974), y (d) la
creencia de que le ocurrirán las cosas más terribles si no
consigue apoyo del exterior (Hartman & Narboe, 1974). La
estrategia de tratamiento que se desarrolla a partir de este
punto de vista, pasa por la “frustración creativa” de estos

52
esfuerzos neuróticos, con el fin de llegar al auto apoyo
(Levin & Sephard, 1974; Smith, 1978). Los diferentes
puntos de vista tienen en común su aspiración hacia una
actitud más realista y de aceptación del self, junto con el
enfoque de Beck, de estilo más autoritario.

Posteriormente, Beck establece que una razón por la


que el individuo tendente a la depresión desarrolla estas
cogniciones erróneas, en primer lugar, está causada por
la experiencia de una gran pérdida, en el momento en
que ésta resulta abrumadora para la persona. Esta
formulación es muy parecida al concepto de asunto
inacabado que preconiza la Gestalt. Los modelos, no
obstante, discrepan en este punto en lo referente al
tratamiento. El trabajo desde la Gestalt implica “trabajar
con” la plena expresión de las emociones de la situación
inacabada, con el fin de facilitar una resolución más
integradora del asunto (Dublin, 1978). El acercamiento
cognitivo de Beck, deja de lado la expresión de los
aspectos emocionales del tratamiento y se centra en el
intelecto o sistema de creencias del individuo, tratando de
reestructurar el pensamiento del sujeto de forma más
adecuada.

Otro popular modelo de depresión mantiene que la


esencia de la depresión reside en que

el paciente depresivo ha aprendido o cree


que no puede controlar aquellos
elementos de su vida que le previenen del
sufrimiento o que son gratificantes para él.
Resumidamente, cree que es ineficaz
(Seligman, 1974, p. 98)

Así pues, en su forma original, el modelo de Seligman


se centra casi exclusivamente en el componente de la
personalidad llamado “perro de abajo”. Una revisión

53
posterior (Abramson, Seligman & Teasdale, 1978) añade
un aspecto importante de la teoría de la atribución,
diciendo que la persona depresiva debe atribuir su
ineficacia a algún aspecto de sí mismo. Debe creer que la
culpa de su incompetencia la tiene él mismo. El
tratamiento, en la teoría de Seligman, se centra
esencialmente en el comportamiento,(a) enseñando al
individuo a discriminar entre aquella situación en la que
fue incompetente y aquellas otras en las que no lo fue, y
(b) haciendo que la persona experimente su propia
eficacia.

El concepto de la Gestalt sobre la aptitud personal está


directamente relacionado con el modelo de Seligman. En
la teoría de la Gestalt, el individuo neurótico no puede
entrar en contacto o es incapaz de utilizar su propia
energía. Por tanto el tratamiento consistirá en ayudar al
paciente a volver a entrar en contacto, o controlar, sus
capacidades personales

La persona puede experimentar, bien tener el control


de su potencialidad (ser apto), o no poseer ese control
(depresivo). El tratamiento en ambos acercamientos está
basado en la experiencia personal de la situación y no en
la realidad externa de la misma.

Las teorías del comportamiento sobre la depresión


señalan que ésta es el resultado de (a) una reducción en el
refuerzo de determinadas conductas (Ferster, 1974), (b) la
escasa disponibilidad de refuerzos apropiados
(Lewinsohn, 1974), o (c) la perdida de efectividad de los
refuerzos disponibles (Lazarus, 1968). El concepto de la
Gestalt de asuntos inconclusos se hace aquí
imprescindible. Estos asuntos inconclusos hacen uso de
las reservas de energía del organismo, por lo que el
individuo (a) dispone de menos energía para conseguir
refuerzos apropiados por su conducta, (b) no tiene la
capacidad suficiente para seleccionar de forma efectiva y
eficiente un entorno favorable a su conducta, o (c) no

54
puede experimentar apropiadamente los refuerzos del
entorno que si se encuentran presentes (por lo que estos
refuerzos parecerán poco eficientes o inadecuados).

El tratamiento del comportamiento depresivo, consiste


típicamente en restablecer en la persona la elaboración de
conductas que proporcionen refuerzo adecuado. El
tratamiento desde la Gestalt consiste en intensificar la toma
de conciencia del presente de la persona depresiva
(Polster, 1966), y su flexibilidad para manejar este presente
(Knopp, 1974). Por tanto, el enfoque de la Gestalt adjudica
más responsabilidad al individuo y más confianza en su
inherente capacidad para ayudarse.

La teoría de la Gestalt comparte con el modelo de


autorregulación de la depresión la hipótesis de que los
humanos funcionamos de acuerdo al principio de
homeoestaticidad. El modelo de la autorregulación
mantiene que cuando una cadena comportamental no se
completa convenientemente, todos los organismos pasan
por las fases de autorevisión, autoevaluación, y
autorrefuerzo. Para el individuo depresivo, sin embargo,
las autoevaluaciones tienden a ser excesivamente
inflexibles y los autorrefuerzos claramente inadecuados.
Por tanto, la natural autorregulación del organismo queda
obstruida. El punto de vista de la Gestalt es que el
neurótico no permite que pueda tener lugar el proceso
natural de contacto y retirada, por lo que mantiene el
contacto cuando necesita retirarse, o se retira cuando
necesita el contacto (Perls, 1978). El tratamiento desde la
Gestalt anima al paciente a escuchar su propio proceso
natural.

Salzman (1974) y Coyne (1976) hacen hincapié en los


aspectos interpersonales de la depresión. Salzman (1974)
afirmó que la depresión tiene lugar cuando el individuo
siente que “ha perdido la estima y la buena disposición
de los demás porque ha fracasado en vivir de acuerdo
con sus ideales y objetivos perfeccionistas” (p.50). El

55
contenido de la depresión, sugiere, “consiste en una
variedad de dispositivos de coacción, exigencia, suplica,
y extorsión, que procuran obligar a retornar al objeto o
valor perdido” (P. 50). Ya se ha comentado antes que los
individuos neuróticos depresivos, de acuerdo con la
teoría de la Gestalt, manipulan a los demás como a sí
mismos, y tratan de comprometer a amigos, familiares, o
al terapeuta para que interpreten unos u otros aspectos de
si mismos (más a menudo con las peculiaridades del
“perro de arriba”), a través de la manipulación y/o
proyectando características de esos componentes (Perls,
1973). Como indicaba Coyne (1976), la persona depresiva
“es capaz de comprometer a los demás en su entorno de
tal manera que se pierde cualquier apoyo y se elicitan los
mensajes depresivos” (p. 29). En términos de la Gestalt,
la persona depresiva ha aprendido con eficacia cómo
emplear los aspectos del “perro de arriba” del entorno,
para poder adoptar la polaridad del “perro de abajo”. Esta
práctica justifica el apoyo en el entorno mientras que
obstaculiza el desarrollo de la propia autoayuda y, como
consecuencia, impide que pueda ocurrir un cambio.

Salzman y Coyne no argumentan sobre el proceso.


La Terapia Gestalt se basa en el procedimiento,
subrayando la importancia, paradójicamente, de alentar a
la persona a ser lo que realmente es (Beisser, 1970). Por
tanto, mientras que el cambio no es el objetivo inmediato,
esta orientación permite al individuo atenderse y hacerse
cargo de si mismo, una actitud que, a menudo, es la
causa de notables cambios.

Finalmente, también existen paralelismos entre la


formulación de la Gestalt y la postura adoptada por
Benton (1962), quien sugirió que la depresión podría
representar un intento por parte del individuo de
defenderse de la experiencia o de reexperimentar la
perdida y la aflicción. El “juego de la depresión” , decía

56
Perls (1970), tiene lugar en la capa del “como si” de la
neurosis, donde nuestro miedo al dolor y a la
desesperanza nos disuade de tener la experiencia y de
expresar emociones más sinceras y genuinas. Estas
posturas parecen bastante afines. El tratamiento en
ambos casos conlleva facilitar en el paciente la plena
experiencia de estos sentimientos.

La revisión en la búsqueda de tratamientos nos hace


concluir que, mientras varias de las aproximaciones han
tenido éxito reduciendo la depresión, aquellas que han
obtenido un mayor triunfo, incluyen (a) la corrección de
las distorsiones cognitivas, (b) la modificación de
patrones de interacción social, o (c) la experiencia y/o
expresión de la emoción. Los terapeutas Gestalt pueden
afirmar que la plena integración de la personalidad,
que es el objetivo de la Terapia Gestalt, incluye todos
estos componentes.

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60
IDEAS PARA EL VIVIR*
Contribución para una actitud
"Gestáltica"
Por Myriam Sas de Guiter

*
Presentación a la Conferencia Internacional "Una visión global: Llevando la Terapia
Gestalt hacia el siglo XXI". Realizada del 6 al 10 de Noviembre de 1996 en Cambridge,
Massachusetts (USA). Organizada por la International Gestalt Therapy Association, El
Boston Gestalt Institute y The Gestalt Journal. Fue editado por la revista "The Gestalt
Journal" Tomo XX, nº 2., que realizó modificaciones mínimas para poder así conservar el
estilo con que fue expuesto en la reunión.

61
Quisiera comenzar citando un pensamiento de George
Groddeck que es muy significativo para el tema que voy a
presentar. Se encuentra en un artículo escrito por Paul Weiz
publicado por The Gestalt Journal, en el número de Otoño de 1990.
Dice:
"Conocer y amar es lo mismo. Del amor surge el
nacimiento. Y quien se conozca a sí mismo renacerá."

¿Cuánto se tarda en alcanzar ese renacimiento? ¿Hay modos


de vivir que ayuden a disminuir la brecha entre amar y conocer?

Vivo en Argentina, país que ha desarrollado en los últimos 25


años situaciones políticas, sociales y económicas que han
producido un fuerte deterioro en la población. En la actualidad la
orientación neoliberalista en nuestra economía hace difícil alcanzar
una mejor calidad de vida. En Argentina y en otros países
sudamericanos este modelo económico deja a muchas personas
sin trabajo, sin amparo social y sin asistencia sanitaria y psicológica
suficiente. En estas circunstancias, la Terapia Gestalt nos provee de
recursos teóricos y prácticos de gran eficacia para trabajar en pos
de la integración de la personalidad y de la creatividad.

Perls (1971) expresó: "Aprender es descubrir: des-cubrir lo


que tenemos delante." Esta idea esperanzada llamó
particularmente mi atención cuando me puse en contacto con la
obra de Perls, ya que para desafiar las vicisitudes de nuestro
tiempo, la persona necesita descubrir sus potencialidades y
construir su integridad cada día. Necesitamos poner el acento
en la importancia de aprender a crecer, como un aspecto
esencial de la autopreservación.

Las condiciones políticas y económicas que he mencionado


producen cambios significativos en la conducta y una disminución
de la capacidad creativa; factores tales como la falta de
reconocimiento y la desigualdad de oportunidades para el
desarrollo personal, inciden negativamente en los individuos y en
las comunidades. La creciente mercantilización altera los valores
personales. Estamos permanentemente bombardeados por
mensajes que incitan al consumo, al mismo tiempo que la
capacidad adquisitiva disminuye en forma alarmante. Este
panorama, que produce una acumulación considerable de

62
situaciones traumáticas, constituye el contexto en el que trabajan
psicólogos y educadores argentinos en la actualidad.

Puedo observar en mi práctica clínica que para alcanzar la


adaptación creativa que proponen Perls y Goodman, la persona
necesita resignificar algunas pautas, a fin de no aceptar
situaciones inadmisibles.

Esta necesidad de re-significar puede carecer de palabras


y, en ocasiones, estar constituida sólo por sentimientos
expresados coroporalmente. ¿Qué haremos con nuestras fronteras
de contacto?, ¿Les daremos más espesor?, ¿Las haremos más
flexibles? La idea de optimizar en vez de maximizar -como expresa
Bateson (1972)- podría constituir un cambio hacia una solución más
saludable.

Necesitamos, entonces, estar atentos a nuestras ideas


para el vivir. Los psicoterapeutas seremos eficaces trabajando
en la prevención, asistiendo a las personas para que
mantengan claras las lentes con las que miran, antes de que
se empañen.

En Julio de 1996 asistí a una Conferencia que reunió a


psicólogos de mi país así como de Uruguay, Brasil y Chile. Me
impresionó en esa ocasión que, más allá de las diferencias
teóricas, acordáramos con total claridad mantener la capacidad
de utopía y no desistir en proveer asistencia para mejorar la
manera de vivir. Si bien el contenido de mi presentación de hoy ya
estaba esbozado casi en su totalidad en aquel momento, ha sido
fuertemente influenciado por mis impresiones de aquella reunión.
Hoy puedo decir que yo misma necesité resignificar mis ideas
después de aquel encuentro, en forma muy similar a la que
espero que realicen mis consultantes con sus propios puntos de
vista.

Sentí necesidad de ofrecerles esta introducción para


ubicarlos en el contexto en el cual elaboré esta presentación.
En la actualidad mi interés se centra en comprender cómo
abordar el estilo de conocer y de relacionarse que tiene cada
uno, así como en tratar de captar el significado particular que
determinadas acciones tienen en el contexto de la vida de una
persona.

63
Tratando de entender desde el modelo de la Terapia
Gestalt las dificultades que algunas veces persisten, a pesar
de haber trabajado profundamente para recuperar emociones
y completar situaciones inconclusas, encontré que las ideas
de Gregory Bateson son complementarias a la apreciación de
Perls sobre la conducta humana.

Ambos, Gregory Bateson como biólogo, antropólogo y


filósofo y Fritz Perls como clínico, nos invitan a descubrir
nuestra propia epistemología: nuestro propio modo de
generar conocimiento sobre nosotros mismos y sobre
la relación que mantenemos con otros y con las
circunstancias de la vida.

El modo en que organizamos nuestras observaciones nos


permite recibir y procesar información que incide en nuestro
crecimiento, ya sea para facilitarlo o para entorpecerlo. Para que la
comunicación y el aprendizaje pueda ocurrir de acuerdo a un
punto de vista "gestáltico" (Gestaltist outlook) la interacción y el
contacto requieren ser privilegiados respecto de la influencia y
la sumisión.

En 1948, el Amercan Journal of Psychotherapy publicó


"Teoría y técnica de la integración de la personalidad" un
artículo en el cual Perls expone lo esencial de su
pensamiento. Refiriéndose a un posible cliente dice el
autor:"integrará sus relaciones interpersonales ya no mediante
una adaptación servil o con el sacrificio de su autorrealización,
sino seleccionando vínculos que le permitan organizar una
existencia rica y productiva."

Retomando el tema de la situación social que describí antes:


dado que los terapeutas no somos meros espectadores, sino
también participantes en contextos de vida más abarcativos,
necesitamos estar atentos para poder discriminar los modos
que tienden a precipitar a la gente en una adaptación servil en
vez de acompañarla hacia una adaptación creativa (?) La idea
que sostengo es que incluyamos en nuestra práctica asistencial la
investigación de pautas, creencias y modos por medio de los
cuales las personas generamos conocimiento, y que
investiguemos también sobre los errores sobre la apreciación
de la realidad que ya existen en las modalidades de nuestras
culturas.

64
Creo que es necesario "leer" las dificultades psicológicas no
sólo desde el ángulo de los procesos de las fronteras del yo, sino
que también hay que tomar en cuenta opiniones previas, que se
han transformado en creencias y que pueden requerir para su
modificación una profunda redefinición del sí mismo.

La idea de contexto (una acomodación espacio-temporal de


relaciones) incluye la conducta de la persona así como los hechos
externos; pero la persona está relacionada también con su propio
"fondo", el reservorio de su aprendizaje anterior que puede haberse
transformado en esas "verdades" o creencias como hemos
expresado. En tal caso, lo ya aprendido será de tal naturaleza que
podrá modelar el contexto para que se acomode a la expectativa
creada por esos contenidos previos. Bateson señala, que la
autovalidación hace difícil el cambio.

Es difícil des-aprender. En mi práctica clínica observo


reiteradamente que hay ciertas lealtades que una persona no
siempre está preparada para abandonar. Podemos someternos o
condicionarnos a la información que nos rodea pero muy a
menudo también, podemos someternos a nuestra díada interna
sometedor-sometido, cuando nos adherimos a significados o nos
identificamos con significados que restringen nuestro desarrollo.

En la introducción al "Gestalt Therapy" (1951), Perls y Goodman


se refieren a la necesidad de adquirir o reapropiarse de una
mentalidad "gestáltica" (gestaltist mentality). Dicen "pensamos que
el punto de vista gestáltico es un modo natural, no distorsionado,
de la vida del pensamiento, de la acción y del sentimiento del
hombre." No necesito desarrollar ante esta audiencia las ideas de
Perls y Goodman. En cambio deseo presentar los puntos de vista
de Bateson sobre nuestros modos de producir conocimiento, para
luego relacionarlos con nuestros puntos de vista desde la Terapia
Gestalt, ya que pienso que hay entre ellos una importante
complementariedad.

De acuerdo con Bateson la información ocurre en todas


partes y a cada momento en el proceso bio-psico-social y
ecológico. Pautas y significados inciden en cómo nos relacionamos
con el ambiente y en como se produce el contacto. Al recibir la
información entrante ocurre una selección activa, ya que cada
persona estructura su percepción reuniendo la estimulación que
proviene del exterior con el significado que le es asignado. Es
entonces cuando tienen lugar, por un lado lo que Bateson

65
denomina "redundancia", la predicibilidad de unos sucesos dentro
del marco más amplio de otros sucesos, y, además un consenso
de validez (Sullivan) respecto a los valores. Los valores tiene una
importante presencia en el contacto.

En su libro "Pasos hacia una ecología de la mente" (1972),


Bateson escribe "si decimos que un mensaje tiene 'significado' o
'versa' sobre algún referente, lo que queremos decir es que existe
un universo mayor, de mensaje-mas-referente y que la
redundancia, o patrón o predicibilidad es introducida en ese
universo por el mensaje."
Tres páginas más adelante dice:"Todo lo que no es
información, ni forma, ni control es ruido, la única fuente posible de
nuevas configuraciones. "

Esta ocasión de estar juntos en Boston puede ser una


oportunidad de producir algún "ruido" -como dice Bateson- y
también una ocasión de comunicar nuestras ideas en común,
nuestras redundancias.

Dado que las teorías modernas sobre el conocimiento


consideran que creamos nuestro mundo con nuestros propios
significados y premisas, y que la redundancia produce mediante
algunos códigos compartidos, puentes que disminuyen el
aislamiento individual, deseo proponerles ahora una experiencia.

Es una exploración sobre los acuerdos que mantenemos con


otros significativos en nuestra vida. Podría ser una contribución a
nuestra Visión Global. Les invito a probar este ejercicio.

Por favor cierren los ojos y traten de retroceder a sus primeras


experiencias en Terapia Gestalt, fuera un taller, una conferencia,
una primera lectura, una sesión. Traten de recuperar las
impresiones de aquellas primeras experiencias.

Ahora quisiera que evoquen una palabra o una expresión en


el vocabulario gestátltico que tuviera en aquel momento un
significado especial.

Tómense tiempo para buscar un concepto que haya sido


muy significativo, que en aquel primer contacto con la Terapia
Gestalt aludía a algo importante para ustedes.

Traten de seguir el rastro de esa palabra para descubrir si hay


alguna persona significativa, un miembro de su familia, un
personaje de la historia o de la literatura, un actor, una amigo, un

66
terapeuta, que a través de sus mensajes sobre el vivir incidiera en
la selección de aquella palabra en el marco de la Gestalt.

Si la han encontrado, tomen el lugar de esa persona por un


momento, y jueguen ese rol expresando las opiniones de él o ella,
aquellas opiniones que ustedes tuvieron en cuenta para
seleccionar la palabra. Traten de prestar atención al estilo de la
relación y al mensaje.

Vuelva cada uno a ser quien es y si lo desea, mantenga, en


fantasía, un diálogo con aquella persona sobre aquel tema que fue
significativo para ustedes.

Ahora retornen al presente y comprueben si esta palabra


continúa siendo significativa o si otra puede ocupar su lugar o ser
agregada a sus puntos de vista sobre la Terapia Gestalt en la
actualidad.

Si gustan, compartan su experiencia de este breve viaje con


alguien de esta sala.

Comentario de la experiencia

¿Cuál fue la palabra que surgió? ¿Cuál fue su referente? ¿Cuál


es la palabra actual? ¿Si son diferentes la palabra original y la
actual, en qué consiste la diferencia?

Comentario de los conceptos de Bateson relevantes para


nuestro trabajo

La redundancia incluye normas y modelos (patterns)


producidas en una relación, es información relevante que
acontece en el espacio y en el tiempo.

En "Espíritu y naturaleza" (1979) Bateson expresa: "El


aprendizaje de los contextos de la vida es una cuestión que debe
ser examinada, no internamente, sino como relación externa entre
dos seres. Una relación es siempre un producto de doble
descripción."

La asignación de validez está ligada a un consenso sobre qué


es lo verdadero. Una red de validaciones consensuadas de
determinados puntos de vista, costumbres o ideas puede ser

67
oprimente si no la consideramos nuevamente para comprobar su
actualidad.

Perls y Bateson vivieron la última parte de sus vidas en


contextos culturales similares. Coincidieron en su énfasis en la
autenticidad, en su respeto por el conocimiento tácito y en el acento
que han puesto en la autorregulación así como en el crecimiento.
Las ideas batesonianas son útiles para explicar la dinámica de las
relaciones y del proceso de conocer, ya que se asemejan en su
espíritu con el modelo de la Terapia Gestalt. Ambas teorías
comparten la actitud holísitica y fenomenológica para explicarlos
hechos psicológicos.

Bateson afirma que la epistemología está constituida por los


procesos mediante los que se adquiere el conocimiento en el seno
de la cultura. Este conocimiento se obtiene con una estructura
universal común a todos los seres humanos.

Al comienzo dije que en la actualidad necesitamos a más de


un desafío para sobrevivir. ¿Qué proponemos desde el punto de
vista de la Terapia Gestalt para que estemos mejor equipados para
afrontar estas circunstancias de la vida?

Creo que la respuesta está ligada al retorno a la apreciación


de lo obvio, a reparar la brecha entre el cuerpo y la mente, a captar
claramente la diferencia entre percepción e imaginación, a explorar
las polaridades para producir la integración de la personalidad, a
prestar atención a los procesos de defensa que acontecen en el yo,
y muchos otros de nuestra permanente metodología. Necesitamos
considerar los modos en que la persona que se encuentra en este
desafío produce conocimiento, así como examinar los complejos
procesos involucrados en sentir, pensar y decidir.

Podemos aplicar el punto de vista de Bateson e incluir no sólo


el concepto de redundancia sino también los de causación circular,
recursividad y retroalimentación.

La observación de la dinámica de la comunicación preserva


la descripción de los procesos sin transformarlos en sustantivos.
Los procesos son esencialmente relaciones con otros significativos,
con situaciones y objetos con los que nos vinculamos
emocionalmente, cognitivamente y volitivamente tanto de modo
espontáneo como deliberado. Hay un funcionamiento polinivelado
que puede ser descrito como una unidad, desde un punto de vista
holístico, como ya lo había descrito Perls en su artículo de 1948.

68
Consideremos ahora estas actividades mentales:

Si percibimos la conducta en un contexto dinámico no es


suficiente referirse a un estímulo y una respuesta, ya que la
respuesta actúa sobre la fuente del estímulo y afecta la próxima
producción (output). Esta es la causación circular. P. Pentony
(1982) dice sobre la causación circular "(…) Es decir que ningún
elemento de la secuencia controla la totalidad de la misma, ya que
ese elemento está supeditado al modo en que operan otros
elementos del sistema".

Los seres vivos se adaptan y aprenden, no proceden por


meras reacciones. El concepto de recursividad que desarrolla
Bateson nombra el movimiento de la mente por el cual una nueva
experiencia se incorpora agregando o modificando un significado,
de modo que aunque una experiencia se repita nunca será la
misma.

La repetición nos permitirá llegar a una solución, esta solución


podrá llegar a ser relevante en situaciones nuevas porque podrá
proveernos con la autonomía que dan las destrezas. La
recursividad explica la repetición que se observa en las situaciones
inconclusas que buscan un cierre. Cuando no llegan a una
resolución, hay un punto que no se ha captado, como Perls señala.
Es el atribuir al medio la razón que determina la dificultad en vez de
incluir la circuitoriedad en ese movimiento de la mente. Este
podría ser un error epistemológico, que impida la resolución
esperada.

Citaré a Perls en "Sueños y Existencia", Charla IV, (1974): "No


queremos hacernos responsables de que somos exigentes, por lo
que proyectamos nuestras exigencias hacia afuera para luego vivir
en un mundo de eternas exigencias que debemos aceptar, so pena
de ser rechazados".

No es sencillo des-aprender, y resulta aún más difícil si se


generan errores epistemológicos que son influidos, a la vez, por la
recursividad. Los conceptos de causación circular, recursividad y
redundancia ofrecen una guía sobre cómo una persona produce y
organiza su experiencia basada en su capacidad de sentir, pensar,
decidir y actuar. Estas ideas nos advierten sobre lo inútil de
"sacudir" las emociones de nuestros consultantes; Perls lo expresa
en la misma Charla que mencioné antes de esta manera: "Las
emociones no son molestias que deban ser descargadas".

69
La resistencia es apreciada desde una perspectiva más
amplia si incluimos que puedan existir pautas y metapautas que
apoyen una conducta. Un sistema viviente tiene una capacidad
autocorrectiva hacia la optimización, pero puede también
cronificarse y optar por el sometimiento si mantiene un diseño
rígido en vez de incluir tanto nuevas necesidades como los
cambios del entorno.

Las personas pueden aproximarse a cosas y a situaciones


nuevas con una actitud vieja, a pesar de sus deseos de cambio. He
observado ésto con claridad en los alumnos de nuestro Programa
de Postgrado. El modelo autoritario que hemos vivido continúa
presente en ellos cuando llegan a mi curso en el segundo año de
entrenamiento, a pesar de su profunda búsqueda para el cambio.

Con frecuencia analizo con mis consultantes sus ideas sobre


el cambio proponiéndoles un encuentro entre su deseo de cambiar
algún rasgo de su personalidad y ese rasgo.

Generalmente las acciones y sentimientos relacionados con el


cambio corresponden a modelos vinculares internalizados que
requieren ser concientizados para que la persona pueda encontrar
mejores soluciones para lograr una modificación. El acento está
puesto en captar el estilo de esa relación interior. En ella
encontramos todos esos movimientos del comportamiento que he
mencionado: causación circular, recursividad y redundancia.

Perls asignó importancia al hecho de encontrar un ritmo


apropiado entre espontaneidad y deliberación. En relación a este
tema, Bateson argumenta:
"Existe evidentemente un problema, no es cuestión de evitar el
pensamiento y el uso del intelecto porque es malo para la
espontaneidad del sentimiento, sino que es necesario determinar
qué tipo de pensamientos son malos para la espontaneidad, y qué
clase de pensamientos son el verdadero material del que está
hecha la espontaneidad".

En el mismo capítulo, con espíritu similar al de Perls, Bateson


reflexiona sobre la importancia de la expresión analógica y del
descubrimiento:
"Por el momento, digamos simplemente que hay muchos
asuntos y muchas circunstancias en que la conciencia es
indeseable y el silencio es oro, de suerte que el secreto puede ser
una señal para recordarnos que nos estamos aproximando a un
terreno santo. Luego, si tuviéramos suficientes casos de lo no
expresado podríamos comenzar a lograr una definición de lo

70
"sagrado". En un estadio posterior, será posible yuxtaponer con los
relatos expuestos aquí ejemplos de una no comunicación necesaria
que acaece en el terreno biológico, que creo es formalmente
comparable". (1988, Capítulo VII).

Una actitud es la parte "visible" de los valores. Añadiremos


que hechos y valores están íntimamente relacionados con los
contextos de aprendizaje.
Las actitudes - incluyendo la actitud Gestáltica - sobrepasan
toda tecnología, ya que constituyen la relación que logramos entre
la emociones, los pensamientos y los valores.

Tengo la impresión a través de mi práctica clínica y de mi


experiencia como docente en Gestalt, que es difícil mantener un
punto de vista unitario, una aproximación fenomenológica, una
lectura no lineal de los hechos y una disposición a no juzgar.

Lleva tiempo y refuerzos en el tiempo que la actitud Gestáltica


continúe. Sin embargo, ya que "conciencia es la habilidad de ir
hacia atrás (to loop back) y llevar la información necesaria para
liberar a los modelos y al diseño de modelos de un determinismo
fortuito" (Pentony, 1982), tenemos felizmente este antídoto para
prevenir las intervenciones que perturben la creatividad, la
solidaridad y el respeto a la vida.

La posibilidad de una toma de conciencia en estos temas


puede producir un salto a un nuevo nivel, una evolución
psicológica a un estadio ético donde podamos producir más
respuestas para no someternos, para no ceder ante sistemas
totalitarios, estando esclarecidos acerca de la armonía entre
cantidad y cualidad y poseyendo mayor cohesión interior, de
modo que podamos evitar el deterioro que produce la relación con
los otros desde los aspectos menos diferenciados de nosotros
mismos.

De este modo, los vínculos serán la oportunidad para la


salud, y la tensión y el exceso en los propósitos darán paso a la
espontaneidad cuando sea necesario.

A esta altura, estaremos más cerca de la idea de Groddeck


sobre el renacer, ya que habremos adquirido también sabiduría.

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73
Las raíces filosóficas de la
terapia Gestalt

Si la Terapia Gestalt es ante todo, en palabras de Claudio Naranjo,


la forma de hacer terapia originada por Fritz Perls, la pregunta
acerca de las bases filosóficas de este tipo de terapia
necesariamente nos remite a aquéllas en que pudo beber o
inspirarse el propio Perls (1893-1970).

Los intereses del Fritz adolescente no se orientaban precisamente a


lo teórico. Rebelde, enfrentado a la tradición religiosa judía familiar –
que consideraba hipócrita–, y fascinado por su temprana
experiencia teatral con Max Reinhardt, ve interrumpidos sus
estudios de medicina , iniciados como compromiso social frente a
la presión paterna, para pasar por la terrible experiencia de las
trincheras en la Primera Guerra Mundial. Graduado como
neuropsiquiatra una vez terminada ésta, su espíritu inconformista,
desencantado, y a la vez vitalista, le pone en contacto con la
vanguardia del movimiento de la Bauhaus en Berlín. Aquí, entre
una pléyade de artistas, poetas, arquitectos y pensadores
disidentes, encuentra al filósofo neokantiano Solomon Friedlaender,
en cuya teoría sobre la "indiferencia creativa" –basada en la afinidad
de los contrarios y la existencia entre ellos de un "punto cero" de
equilibrio– iba a encontrar Fritz, en sus propias palabras, "un
antídoto contra mi confusión y extravío existenciales". Por esta
época, no obstante, iba a acudir también en busca de solución a la
que habría de ser su primera psicoanalista, y a la vez la primera
introductora crítica al mundo del psicoanálisis: Karen Horney.

Los influjos se superponen. Por un lado, el de su tratamiento y


ulterior formación psicoanalítica en Frankfurt, Berlín y Viena, de la
mano de otros famosos analistas que le llevan a establecerse él
mismo como psicoanalista ortodoxo por más de diez años,
primero en Berlín y luego, huyendo de los nazis, en Sudáfrica,
donde irá fraguándose su propia síntesis terapeútica. Particular

74
importancia ejerció en él como terapeuta Wilheim Reich, que habría
de agudizar su consciencia de la importancia del cuerpo como
factor de anclaje y expresión de los conflictos neuróticos.

Por otra parte, aún en Alemania, coincidiendo con sus inicios


psicoanalíticos, resultará decisivo su contacto –sobre todo a través
de Laura, su futura mujer– con la escuela de la "Psicología de la
Gestalt" de Frankfurt ( Köhler, Wertheimer, Kurt Lewin...) y sus
conclusiones en el estudio de los mecanismos de la percepción:
organismo y medio concebidos como un "todo" donde el
organismo percibe el medio como conjunto significativo (Gestalt),
estructurado en términos de "figura" y "fondo", en función de su
interés o necesidad en cada momento dado. Cuando el organismo
satisface su necesidad, vuelve a un punto cero de equilibrio
(coincidencia con Friedlaender), hasta que la tensión surgida de
una nueva necesidad vuelve a reestructurar la percepción del
medio en orden a satisfacerla y alcanzar así un nuevo equilibrio
dentro del ciclo permanente de "autorregulación organísmica" que
caracteriza la vida.

Estos gestaltistas no tenían propósito alguno de utilizar sus


invetigaciones para fines terapéuticos, pero Perls, guiado por su
agudo instinto práctico, rescataría más adelante como eje de su
futuro sistema terapeútico una fe inquebrantable en la capacidad
humana individual y social de autorregulación organísmica, y el
concepto dinámico operativo de "gestalt inconclusa", orientando la
terapia a la detección y resolución en el presente de "situaciones
inacabadas" en la vida del individuo, origen del estancamiento de
su energía y, por tanto de su neurosis. De aquí también el adoptar
tardíamente para su específica forma de terapia el nombre de
"Terapia Gestalt" (hacia 1950).

A estos influjos hay que añadir, todavía en la etapa alemana, algún


contacto más episódico que sistemático con el movimiento
existencial ( Buber, Tillich, Scheler...) y con la fenomenología de
Husserl. "Al menos me había compenetrado de una cosa: la
filosofía existencial exige que uno tome la responsabilidad de su
propia existencia ", dice en su autobiografía, donde también califica
a su terapia de "existencial", al lado de la Logoterapia de Frankl y la
terapia del Dasein de Binswanger. Rasgos existenciales de la
terapia Gestalt son también concebir la relación terapeútica como
una relación "Yo-Tú" (Buber), y el énfasis en el aquí y ahora . La
raigambre fenomenológica , presente ya en la misma escuela de la
"Psicología de la Gestalt", se hace más patente aún en Perls con su
insistencia en el desarrollo de la conciencia de lo obvio
("awareness"), sin interpretaciones, como vía de captación de la

75
realidad, y en su alejamiento de todo interés por el inconsciente.
Por cierto, Perls, que siempre admiró mucho a Freud, comenta en
su autobiografía: "Estoy profundamente agradecido de lo mucho
que me desarrollé oponiéndome a él".

De esta forma, Perls, poseedor de una mente poderosa, dotada de


una fuerza lógica, crítica e integradora de primer orden , pese a no
ser ante todo un teórico, iba a adscribirse –más por olfato e instinto
vital derivados de su propia personalidad y experiencia que como
fruto de una trabajosa decantación intelectual– a las nuevas
corrientes filosóficas de su tiempo (fenomenología y
existencialismo, sobre todo), separándose así de las corrientes
asociacionistas , mecanicistas y positivistas que dominaban la
filosofía y la ciencia en el cambio de siglo y que estaban en la base
de toda la concepción psicoanalítica freudiana.

La síntesis personal de Perls, que empezó a tomar cuerpo


tardíamente (con casi 50 años), no dejaría de enriquecerse con
nuevos aportes hasta en sus últimos años, lo que de por sí pone de
relieve, además de su admirable vitalidad, la estrecha coherencia
con su propia vida que presidió desde siempre su particular forma
de trabajo terapeútico. Entre esos nuevos elementos, aparte el
psicodrama de Moreno o los trabajos de Ida Rolf y Eric Berne, cabe
destacar como más importantes, en el orden filosófico, la
concepción holística de Jan Smuts (con quien trabó amistad en
Sudáfrica) y, sobre todo, el contacto directo que tuvo con la filosofía
oriental a lo largo de su estancia de dos meses en un "dojo"
japonés. En los principios taoístas de integración de opuestos –Ying
y Yang–, y la atención centrada en el presente y el valor del vacío,
propios del Zen, encontraría una confirmación amplificadora de
posiciones ya anteriormente establecidas por él en la misma
dirección.

De esta forma, su enfoque terapeútico, firmemente encuadrado


dentro del Movimiento de la Psicología Humanista o de Desarrollo
del Potencial Humano surgido en California en los años 60 de la
mano de Abraham Maslow, Alan Watts y Carl Rogers, entre otros,
acaba asomándose así a la dimensión espiritual transpersonal, que
estaba en germen en ese movimiento, transcendiendo con ello los
estrechos plantemientos psicologizantes en que había estado
inmerso el mundo de la psicoterapia freudiana hasta el momento.

76
Friedrich Salomon Perls
(1893-1970)
Fundador de la Terapia
Gestalt (*)
Sandra Isella, Mª Eugenia Grau, Carlos Rodríguez

Nació el 8 de julio de 1893 en un gueto judío de los


alrededores de Berlín. Fue el tercero y último hijo,
después de dos niñas, Else y Grete. Su padre,
Nathan, era fraccionador de vinos, viajante de
comercio y masón, pasaba mucho tiempo fuera de
su casa y siempre tuvo muy mala relación con su
único hijo varón. Su madre, Amalia, judía

77
practicante, proveniente de la pequeña burguesía,
influenció decisivamente a su hijo transmitiéndole
su pasión por la ópera y el teatro. En relación a sus
padres, Fritz anotará en su autobiografía: " Mis
padres eran judíos "asimilados", en especial mi
papá. Esto significa que, por un lado vivía
avergonzado de su pasado y que por otro,
mantenía algunas de sus costumbres tradicionales;
iba al templo los días festivos, por si acaso dios
estaba en alguna parte. Yo no podía soportar esta
hipocresía y tempranamente me declaré ateo... mi
padre odiaba a mi madre y amaba a otras mujeres
jugando al maestro francmasón. En público,
ambos aparecían como amistosos."

Fue un alumno brillante pero poco trabajador en la


escuela. Lo expulsaron por su mala conducta a los
13 años. Su padre lo obligó a trabajar entonces en
una tienda como aprendiz. Sus relaciones se
resintieron cada vez más. A la muerte de su padre,
no asistió a su funeral.

Retomó sus estudios pero en una escuela liberal, el


Askanischer Gymnasium, con un profesorado
humanista, donde comenzó a tomar contacto con
el mundo del teatro más directamente, vocación
que más tarde iría incrementando. Uno de los
encuentros significativos de su adolescencia se
produjo con el director teatral Max Reinhardt,
director del Deutsches Theater, con el cual tomó
clases.

Comenzó sus estudios de medicina y cuando se


declaró la guerra del 14, una afección cardíaca lo
eximió del servicio militar. A pesar de ello, se alistó
como voluntario en la Cruz Roja sirviendo en el
frente belga, en 1915 y con veintidós años. Al año
siguiente estuvo en el mismo frente, como médico
en un batallón de zapadores. La experiencia de la
guerra quedará registrada en él como una de las
peores de su vida: "La vida en la agonía de los

78
fosos: horror de vivir y horror de morir." Muere
entonces su mejor amigo, Ferdinand Knopf.

En 1920 obtuvo el doctorado en medicina de la


Universidad Frederick Wilheim de Berlín. Su vida se
desplegó entonces entre su nueva profesión, como
neuropsiquiatra y la estrecha conexión que
mantuvo con círculos de la izquierda política y la
bohemia artística, principalmente teatral. (Brücke,
Bauhaus) Se sintió también profundamente
influenciado y fascinado por el filósofo Friedlander:
"La filosofía era para mí una palabra mágica, algo
que uno tenía que comprender, para entenderse a
sí mismo y al mundo, un antídoto para la confusión
existencial y el desconcierto".

A partir de 1923 empezó la saga de sus viajes. Perls


será, entre muchas otras cosas, un trotamundos.
Viajó por primera vez a Estados Unidos con el fin
de expandir sus conocimientos y profesión, pero
retornó rápido y decepcionado con ese país.

En 1925, con treinta y dos años aún vivía en casa


de su madre. Época de inseguridad y penalidades.
Conoció a Lucy, su primer relación sentimental
importante. En 1926 comenzó su primer análisis
con Karen Horney, con quien establece un vínculo
que sostendrá a lo largo de su vida. Fascinado por
el psicoanálisis se planteó la posibilidad de
convertirse en analista.

Se trasladó a Frankfurt, un año después, donde


trabajó un año como ayudante de Kurt Goldstein,
médico gestaltista, investigador de problemas
perceptivos en lesionados cerebrales. Allí conoció a
su futura esposa y estrecha colaboradora, Lore
Posner (Laura) con quien entablará una larga e
interrumpida relación profesional y sentimental.
Continuó su análisis con una segunda
psicoanalista: Clara Happel y se instaló en Viena
para recibir a sus primeros pacientes, supervisado
por Helen Deutsch y Hirschman. También tomó

79
una ayudantía en un hospital junto a Wagner-
Jauregg y Paul Schilder.

De vuelta a Berlín, en 1928, se estableció como


psicoanalista, continuando su análisis con Eugen
Harnik, psicoanalista húngaro ortodoxo. El 23 de
agosto del año siguiente se casó con Laura (Lore),
teniendo él 36 y ella 24 años. Por consejo de K.
Horney, inició su cuarto análisis, esta vez con
Wilhelm Reich, por quien se sentirá entendido y
con el que mantendrá admiración y amistad toda
su vida. Dirá: "De Reich recibí desfachatez, de
Horney, compromiso humano sin terminología
complicada." La década del 30 marca el ascenso
de Hitler al poder. Las ideas de Fritz lo impulsaron
primero a militar en filas antifascistas, luego a huir.
Al año siguiente nació su primer hija, Renate.
Continuó trabajando, bajo la supervisión de Otto
Fenichel.

En 1933 y para evitar ser detenido por los nazis,


cruza la frontera hacia Holanda, dejando a su
familia al sur de Alemania, en la casa de sus
suegros durante un tiempo. Ya reunidos en
Amsterdam, vivirán tiempos de innumerables
penurias económicas. Allí supervisa con Karl
Landanner, otro refugiado, a quien recuerda como
un hombre "...de gran calidez que hizo todo lo
posible por hacer más comprensible el sistema
freudiano.". A Ernest Jones lo recordaba como
quien hizo mucho en esa época a favor de los
psicoanalistas judíos que eran perseguidos. Jones,
le aconsejó ir a Sudáfrica, en 1934 y le consiguió un
cargo como psiquiatra en Johannesburgo, adonde,
según cuenta en su autobiografía fueron muy bien
acogidos. Junto con Laura fundan el Instituto
Sudafricano de Psicoanálisis. Vienen tiempos de
prosperidad económica y reconocimiento
profesional, lejos del fragor de la guerra.

En 1935 nace su segundo hijo Steve.

80
El año 1936 es crucial en cuanto a su decepción,
más que ante el psicoanáilisis, ante los
psicoanalistas de la época, dirá después "Durante
años fui un tanto exagerado en mi oposición. Me
hacía falta la apreciación por Freud y sus
descubrimientos". Acude a Checoslovaquia al
Congreso Internacional de Psicoanálisis, en
Marienbad. Lleva un trabajo sobre «Resistencias
orales» que no será bien recibido. Se suma un
encuentro breve y personal con Freud, que
después de haber suscitado muchas expectativas
en él, resultó frío y distante. Regresó decepcionado.

En 1942, publicó su primera obra: "Ego, hambre y


agresión" en Durban, en la cual Laura tuvo una
participación activa, a pesar de que no intervino
como coautora.

Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, se alistó


como médico en la Armada. Será psiquiatra del
ejército durante cuatro años. Esto le llevó a un
progresivo alejamiento de Laura y de sus hijos.

Con cincuenta y tres años, aburrido de su vida


burguesa, en 1946, decidió dejarlo todo y
establecerse en Estados Unidos. Karen Horney le
ayuda a instalarse en Nueva York; Erich Fromn y
Clara Thompson le introducen en el Instituto William
Allanson White.

No fue bien acogido por los psicoanalistas


norteamericanos. Frecuentó los ambientes
contraculturales donde conoció a Paul Goodman,
Merce Cunningham, John Cage y los fundadores de
Living Theatre: Julian Beck y Judith Malina. Al año
siguiente Laura y su hijos, llegaron a vivir con él.

En 1950 se constituyó el conocido como "Grupo de


los Siete": Fritz Perls, Laura Perls; Paul Goodman,
Paul Weisz, Elliot Shapiro, Sylvester Eastman e
Isadore From. Más tarde se incluirían Ralph
Hefferline y Jim Simkin.

81
En 1951, se publicó "Gestalt Therapy" (Terapia
Gestalt), escrito por Paul Goodman (Parte II) y
Hefferline (Parte I) sobre notas manuscritas de Fritz
y como producto de las conversaciones y
encuentros en la casa de los Perls.

Un año después los Perls fundan el Gestalt Institute


of New York y al año siguiente otro en Cleveland.
Fritz delegó la dirección de ambos en Laura y sus
colaboradores, mientras tanto viaja por todo el país
haciendo grupos y demostraciones de terapia
gestalt. Comienzan los desacuerdos con Laura y
sus discípulos acerca de la ortodoxia de la terapia
gestalt. De Cleveland saldrá la segunda generación
de gestaltistas: Joseph Zinker, Erving y Miriam
Polster...

En 1956 deja a Laura (aunque sin separarse nunca


legalmente de ella) y se retira a Miami. Tiene
sesenta y tres años, dolencias cardíacas y un
profundo desaliento. Al año siguiente conoce a
Marty Fromm, la tercera mujer más importante de
su vida y esta relación lo reanima. Durará dos años,
entre medio de viajes para difundir la gestalt.

Al separarse de Marty en 1958 se traslada a


California. Colabora con Van Dusen en San
Francisco y con Jim Simkin en Los Ángeles.

En 1962 pasa un año viajando alrededor del


mundo. Estuvo en Israel (Ein Hod, en una comuna
de artistas) y en Japón (recibiendo dos meses de
enseñanza zen en el monasterio Daitokuji de Kioto).
La estancia en Israel significó una profunda
transformación a través del trabajo sistemático
sobre sí mismo bajo los efectos del LSD.

En 1964 se instala en Esalen. Ha conocido meses


antes a Michael Murphy, heredero de la
fincabalneario, y a Dick Price, ambos discípulos de
Alan Watts, que tenían como proyecto crear un
Centro de Desarrollo del Potencial Humano. Pese a
que en su primera visita no le gustó el lugar, acepta

82
ser residente y hacer demostraciones de terapia
gestalt.

En 1965 Fritz tiene setenta y dos años y se


encuentra muy afectado en su salud. Ida Rolf le
ayudará a mejorarla mediante sus ejercicios. Le va
llegando el reconocimiento y la fama, se filman sus
talleres. En 1966 se construye su propio hogar: la
casa de la media luna.

En 1968 los celos por el éxito paralelo de sus


colegas de Esalen (W Schutz, Virginia Satir...) así
como la politíca reaccionaria de Nixon le deciden a
abandonar Esalen y trasladarse a Canadá. En 1969
se publica Gestalt Therapy Verbatim (Sueños y
existencia) y poco después su autobiografía "Dentro
y fuera del tarro de la basura". En Esalen ha dejado
la terapia gestalt en manos de cuatro de sus
discípulos: Dick Price, Claudio Naranjo, Bob Hall y
Jack Downing.

En 1969 crea el Instituto Gestáltico de Lago


Cowichan (Isla de Vancouver). Lo denomina
"Kibbutz gestáltico" y a él vendrán una treintena de
discípulos de Esalen (Teddy Lyon, Barry Stevens,
Janet Lederman entre otros). En diciembre viaja a
Europa estando ya muy enfermo.

Regresa a América en febrero del año siguiente ya


con la salud muy quebrantada. Ingresa en el Weiss
Memorial Hospital de Chicago. Laura viene a
visitarle. Tras ser operado, muere de un ataque
cardíaco el 14 de marzo. La autopsia revelará
cáncer de páncreas.

La contracultura hippie de la época le despide


como a uno de sus gurús.

Notas

*Texto adaptado y modificado a partir de lo escrito en: "Terapia


Gestalt, la vía del vacío fértil" . Francisco Peñarrubia.Alianza
Editorial.

83
Citas autobiográficas tomadas de "Dentro y fuera del tarro de la
basura", Fritz Perls. Ed. Cuatro Vientos.

Bibliografía en español:

PERLS, Fritz: Sueños y Existencia. Ed. Cuatro Vientos, S. de Chile.


1974

PERLS, Fritz: Dentro y Fuera del Tacho de Basura. Ed. Cuatro


Vientos, S. de Chile.1975

PERLS, Fritz: El Enfoque Gestáltico. Ed. Cuatro Vientos, S. de


Chile.1976

PERLS, Fritz y BAUMGARDNER, Patricia.: Terapia Gestalt. Árbol


Editorial 1994, Mexico, DF.

PERLS,Fritz, GOODMAN, Paul y HEFFERLINE, R.F.: Terapia Gestalt:


Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana, Ed. Los
Libros del CTP, Madrid, 2002

Bibliografía en inglés:

PERLS, Fritz: Ego, hunger and aggression. London: Allen an


Unwin, 1947; Nueva York: Random House, 1969

Obras sobre Fritz Perls en español:

- GAINES, Jack: Fritz Perls. Aquí y Ahora. Ed. Cuatro Vientos, S.


de Chile, 1999.

84
Joyitas de Perls
Aporte hecho por Gastón Gandolfi y Jaime Marchant

"Fritz Perls, el creador de la Terapia Gestalt, escribió acerca de


una
experiencia que resulto fundamental para la labor de toda su
vida:
Era sicoanalista y estaba ejerciendo en África. Le iba muy bien
porque era
el único sicoanalista que había allí. Tenia un gran coche, una
gran casa con jardín, piscina -y todo lo que desea tener una
mente mediocre, los lujos de la clase media. Y un día fue a

85
Viena para asistir a una conferencia mundial de psicoanálisis.
Por su puesto era un hombre de éxito en África, así que
esperaba que Freud le fuera a recibir, que habría un gran
recibimiento. Y Freud era la figura paternal para los
psicoanalistas, así que Perls quería que le felicitase. Había
estado escribiendo un articulo, trabajando en él durante
meses, porque quería que Freud supiese quien era él. Freud
leyó el articulo; no hubo respuesta. Freud era muy frío, los
demás psicoanalistas eran muy fríos. Su documento pasó
casi inadvertido, nadie lo comentaba.
Perls se sintió muy sacudido y deprimido, pero todavía
confiaba en que algo sucedería cuando fuera a visitar a Freud.
Y fue a verle. Estaba en las
escaleras, ni siquiera había entrado en la casa, y vio que
Freud estaba
allí, y Perls dijo, para impresionarle, "He recorrido miles de
millas para
venir". Y en vez de darle la bienvenida, Freud le dijo, "¿Y,
cuándo se va?"
Eso le hirió muchísimo: "¿Es esta una bienvenida? -¿Cuando
me voy?". Y ese fue el único diálogo -¡Se acabó! Y Perls se
fue, repitiendo continuamente en su cabeza, como un mantra:
"¡Ya verá, ya verá, ya verá!". E intentó que viese: Creó el
mayor movimiento en contra de la psicoanálisis -La Gestalt."

(El Sutra del Corazón: Bhagwan Shree Rajneesh)

-------------------------------------------------------------------------------

1) el enfoque clásico es que la persona tuvo un problema y la


resolución de ese problema es el enfoque de la psicoterapia.
para la gestalt se trata de una persona que tiene un problema
CONTINUADO, aqui y ahora, EN EL PRESENTE,
aunque tal vez se comporta así porque algunas cosas le
ocurrieron en el
pasado, sus dificultades de hoy se relacionan con el modo en
que se comporta AHORA, no se lleva bien en el presente
(tiene problemas) y a menos que los resuelva a medida que
surgen no se llevara bien en el futuro.

2) responsabilidad es la habilidad de responder, de elegir la


reacción propia,

86
el terapeuta debe desafiar cualquier reacción del paciente que
no sea
representativa de si mismo; ejemplo si el paciente aprieta los
puños, el
terapeuta puede decir: a quien te gustaría golpear. la respuesta
probable
seria a nadie es un tic nervioso... después a través de las
técnicas surgirá
la real figura, padre madre, etc.-

3) la gestalt pretende convertir personajes de cartón en


personas, encarar con
honestidad situaciones desagradables, si alguien nos ha
hecho algo malo y
queremos venganza, pero de momento no podemos será
algo que nos jorobará hasta
que esta gestalt (la venganza) sea concluida, deje de rumiar...
no hay que
excavar en el subconsciente como Freud... SOLO HAY QUE
DARSE CUENTA, de que, por ejemplo lo que nos molesta del
niño que grita mientras juega no es que
grite... sino que juegue mientras nosotros no
podemos/queremos hacerlo.

4) una paciente china llega a la consulta por problemas que


según ella la
afectaban, descubrimos que en realidad el asunto era los
cánones rígidos y
circunspectos de su cultura... le pedí que me dijera que cultura
ella
consideraba la opuesta a la suya.. dijo que la italiana... le pedí
entonces
que actuara como si fuera italiana... entonces le sugerí que en
las ocasiones
que necesitare expresarse actuara como si fuera italiana...
tiempo después me
escribió diciendo que sentía que vivían dentro de si 2
personas la mujer china
y la italiana juntas, de ahí que se sentía distinta pues si la
situación
requería un despliegue emocional surgía la personalidad
como herramienta para

87
superar los limites que nosotros mismos nos imponemos.
Porque ambas
personalidades son en realidad una sola, no es que en
verdad "otra" se apodere
de ella.

la escuela de la gestalt es una herramienta extremadamente


útil y efectiva por
quienes realmente saben emplearla.

88
Un homenaje a Laura Perls
(El apoyo terapéutico en Terapia
Gestalt)

Carmen VÁZQUEZ BANDÍN

Abstract

Laura Perls says:"Contact is


possible only to the extent that
support for it is available". This
phrase and other paragraphs
from "Living at the Boundary" by
Laura Perls provide the
opportunity to relate the
therapeutic support to the
process of contact according to
Perls/Hefferline/Goodman. This
paper proposes that the
therapeutic support be
considered as one function of the
field. Then, the author analizes
the self-support not only in the
patient but in the therapist also.
This is following by some
examples of case studies and
finally the conclusions are
presented.

89
Mi homenaje a Laura

Fritz Perls ha sido y es la figura relevante con la que se


identifica a la Gestalt. Pero no hay duda de que la creación
de la Terapia Gestalt se debe, con la misma intensidad, a
Laura (Lore) Perls y a Paul Goodman.

La aportación de Laura Perls no suele mencionarse,


aunque desde un principio estuvo implicada en el
desarrollo de la Terapia Gestalt de un modo decisivo. Y no
solo esto, Laura Perls aporta un estilo muy concreto y
totalmente distinto del de su marido.

Laura Perls se comprometió especialmente en tres


aspectos de la Terapia Gestalt: el "apoyo" (support), el
"compromiso" (commitment) y la dimensión corporal desde
la Terapia Gestalt.

No voy a contar la vida de Laura Perls, no creo que esa sea la


mejor manera de rendirla homenaje, creo que, de estar aún entre
nosotros, le hubiera gustado que ocupara este tiempo compartido
en hablar de alguno de los temas que fueron su fuerza. Voy a tratar
del apoyo, en concreto, del apoyo terapéutico

Pero antes de centrarme en el tema quiero resaltar la


capacidad personal de Laura, la "Grande Dâme de la
Gestalt", como la llama Stella Resnick, para el "apoyo" y para
el "compromiso", su coherencia en vivir aquello que
transmitía y no lo voy a hacer con mis palabras, sino con
algunos testimonios personales de quienes la conocieron.

"Me sentí bastante abrumado por esta personita que


irradiaba una tremenda energía especialmente a través de
sus ojos. Sus ojos eran vivaces, atentos, indagadores,
curiosos, sonrientes, comunicadores, ..."

(Yaro Starak)

"Recuerdo su sensualidad y su chispeante y genuina


manera de mostrar su entusiasmo. Hablábamos de

90
meditación, de su vida y cotilleábamos sobre algunas
personas de la comunidad gestáltica..."

(Steven Hendlin)

"Su interés por la vida y por los demás, su curiosidad casi


infantil siempre me intrigaron".

(Zelda Schemaille)

"Laura Perls para mí, personifica lo que Buber describe


como el punto álgido del Yo-Tú, el que se refiere a 'la
elegancia de su aparición y la solemne tristeza que deja su
partida'".

(Eileen Abigail Wright)

"Laura era una mujer tierna y de movimientos


armoniosos... con un discreto movimiento de asentimiento
de la cabeza, una mirada concreta o con un simple gesto,
Laura apoyaba nuestros más difíciles esfuerzos".

(Micki Balaban)

Gracias, Laura, por haber sido siempre un apoyo básico


imprescindible para que la Terapia Gestalt creciera y se
desarrollara. De la teoría de la Terapia Gestalt he aprendido
que no es posible una figura si no existe un fondo para
contenerla, para sostenerla, para apoyarla; pero tú me has
hecho vivir, experimentar esta verdad: tu vida ha sido el
fondo, el apoyo sostenido y continuado para que Fritz y la
misma Terapia Gestalt pudieran llamarnos la atención como
figuras. Gracias por enseñarme la fuerza y la discreción del
apoyo continuado.

Advertencia

Lo que viene a continuación es un borrador, un intento de


pensar en voz alta como una segunda fase de mi proceso

91
de pensar y escribir sobre el apoyo terapéutico en Terapia
Gestalt.

Generalidades

El concepto de apoyo, implícita o explícitamente, parece


que a todos nos resuena de una manera especial. Es una
de las palabras que, rápidamente evoca una respuesta
emocional cuando la oímos ("Me he sentido apoyado", "No
me apoyas") e incluso es un término que desencadena
otras asociaciones de contenido fuertemente emocional ("Me
he sentido abandonado", "Necesito sentirte cercano", etc.).

Pero en mi opinión, es un concepto al que no hemos


dedicado la atención que se merece, ni en Terapia Gestalt ni
en otras escuelas terapéuticas.

En una sociedad como la nuestra, en la que se fomenta y


se valora la autonomía, la fuerza, la independencia, el
"hágalo usted mismo" parece que el concepto de apoyo va
cobrando fuerza como una figura que poco a poco se va
imponiendo en la conciencia. Y como ocurre con cualquier
figura nítida y clara pone activa nuestras energías para
reclamar nuestra atención y buscar su resolución.

Quizás nuestras estructuras de personalidad,


fuertemente narcisistas, están empezando a
resquebrajarse ante tanta autoexigencia, tanta fortaleza,
tanto disimulo de las emociones. Por todas partes se
empieza a oír hablar de solidaridad, de hermandad, de
equipo, de compartir, ...y no deja de ser una forma velada
de buscar apoyo.

Pero no es del apoyo en general de lo que quiero hablar


sino de una forma concreta de apoyo: el apoyo terapéutico.
Y del apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt.

Laura Perls, en 1953, decía: "El contacto solo puede ser


bueno y creativo cuando existe el apoyo necesario para
permitirlo".

92
Y en Pascua de 1986, seguía diciendo: "La orientación y la
manipulación en el contacto solo es posible cuando
existe un buen apoyo disponible... Los conceptos más
importantes son frontera, contacto y apoyo. Pero el
apoyo es el más urgente".

¿Qué es el apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt?

Generalmente, cuando, en Terapia Gestalt, hablamos del


apoyo, nos estamos refiriendo al apoyo a las
interrupciones del contacto pero olvidamos que el apoyo
terapéutico es un requisito esencial en el campo.

Pero cuando trato de centrar el tema, para poder escribir


con claridad, me aparecen varios conceptos que me cuesta
diferenciar: apoyo a las interrupciones del contacto,
autoapoyo por parte del paciente, autoapoyo del terapeuta,
apoyo terapéutico, ... ¿dónde empieza uno y acaba otro?
¿son todos lo mismo? ¿en que se diferencian?

Creo que el apoyo en general es el conjunto de todos ellos y


estos, a su vez, son matices del mismo.

Voy a poner un ejemplo desde la teoría de la Terapia


Gestalt.

Si queremos plantar árboles, remolachas o flores o


cualquier otra cosa que queramos que germine y que
crezca, es necesario que se cumplan unos requisitos
básicos. Estos requisitos formarían parte del campo y
corresponderían a sus dos componentes principales: la
semilla y la tierra. La semilla debería cumplir sus propias
funciones: estar viva, preparada para germinar, esto sería el
autoapoyo del propio paciente. La tierra, necesita estar
abonada, suelta, húmeda, aireada, con sol, etc...; esto
correspondería al autoapoyo del terapeuta. Juntas, tierra y
semilla, forman el campo en donde la semilla crecerá. Son
indispensables los dos elementos para hacer posible el
crecimiento y el cambio de la semilla; cada uno, debe de
reunir determinadas condiciones y cumplir determinadas

93
funciones en el proceso. Como dice el libro PHG: estos dos
elementos se unen, a pesar de sus diferencias (eso es el
contacto) para que la semilla sobreviva y la
consecuencia de ello es el crecimiento. Y Laura Perls
expresa esta misma idea cuando dice: "El contacto es
reconocer y hacer frente al otro, a lo que es diferente, nuevo
o extraño... no es un estado... sino que es una actividad".
Pero por muy viva que esté la semilla, requiere de la tierra
para poder germinar, la tierra debe acogerla para poder
hacer todo su desarrollo, ya que puede empezar a germinar
por sí misma pero sin la tierra no puede completar su
proceso. Esta acogida de la tierra con unas condiciones
determinadas y una intencionalidad genuina es lo que yo
considero, en la terapia, el apoyo terapéutico.

Yo veo así el proceso terapéutico, el acogimiento genuino a


la persona que es el paciente; ser un "entorno privilegiado"
donde el paciente pueda correr riesgos.

En el proceso terapéutico, la finalidad de la terapia es


apoyar las interrupciones al contacto, en el aquí y ahora de
la sesión, para que este se restablezca pero, como dice
Laura Perls, "el objetivo de la terapia es crear el apoyo
necesario para permitir que reorganicemos y re-
encaucemos nuestra energía". No es posible el contacto si
no hay apoyo terapéutico. Efectivamente, no se puede
construir una casa, si no se cuenta con el suelo, con el
terreno para poderla construir.

Cada sesión terapéutica tendrá sus propias peculiaridades


para permitir, potenciar y restablecer el contacto pero es
necesario, como paso primero, el apoyo, esto es, que tanto
el terapeuta como el paciente aporten al campo de
interacción una serie de condiciones. El apoyo en general
son todas las condiciones del campo, todas las funciones
del campo. Por lo tanto, el apoyo terapéutico ES un requisito
del campo, ES una función del campo. "El apoyo es el
fondo sobre el que se destaca (existe) y se forma una
gestalt significativa: la experiencia actual" Es algo
compartido, es algo que el terapeuta debe aportar y algo,
diferente, que el paciente tiene que aportar por su parte.

94
Un paseo por el autoapoyo

Haciendo una división "didáctica" para poder continuar con


mi explicación, ya que el campo gestáltico es la "totalidad" y
"es una abstracción", podemos hablar de tres matices en
el apoyo: el apoyo del paciente, el apoyo del terapeuta y
el apoyo terapéutico.

¿Qué deben aportar paciente y terapeuta? A nivel general, el


primer requisito por parte del paciente es su necesidad de
crecer, su motivación para "germinar", pero ambos,
paciente y terapeuta, deben "ser capaces de correr riesgos";
aunque en cada sesión, si seguimos a Laura Perls, esta
dice: "La función más importante del autoapoyo es la
respiración", más adelante, en el capítulo 12 dice: "El
(auto)apoyo consiste en todo lo que fomenta un proceso
continuo de asimilación e integración por parte de una
persona, una relación o una sociedad; la fisiología
primaria (la respiración, la digestión...), la postura erguida y
la coordinación, la sensibilidad y la movilidad, el lenguaje,
los hábitos y las costumbres, los modales y las relaciones
sociales y cualquier otra cosa que hayamos aprendido y
hayamos experimentado a lo largo de la vida ".

Pero es obvio que, en esto, no hay una relación de


igualdad, por regla general, el paciente no es muy capaz de
autoapoyarse, ni física ni psicológicamente

"Me pongo en tus manos"

Partimos de la base de que el motivo por el que un


paciente acude a terapia es porque tiene un problema. En
mi opinión, ese no es el motivo principal. El paciente,
efectivamente, tiene un problema pero, lo que le hace
acudir a terapia es que no es capaz de solucionarlo por sí
mismo. Busca aprender a resolver su conflicto. Ha agotado
sus posibilidades y pide ayuda. En este pedir ayuda y en
cómo aprende a resolver su problema está la clave del
proceso terapéutico. Es la interacción de las relaciones

95
entre paciente y terapeuta, en el aquí y ahora de la
situación, lo que le va a posibilitar, en primer lugar,
desplegar con todo su poderío, los recursos empleados
hasta ese momento para resolver sus conflictos en sus
relaciones interpersonales cotidianas. (Recordemos que
no existe ningún problema humano ni personal que no se
de en un campo organismo/entorno. "Recordemos que
cuando hablamos... siempre nos referimos al campo de
interacción organismo/entorno, y no a un animal aislado" ),
va a mostrarle al terapeuta, cómo hace para
relacionarse, cómo hace para satisfacer sus necesidades,
cómo hacer para conseguir de su entorno lo que necesita
y, por lo tanto, va a enseñarle cómo fracasa al hacerlo.

Pero cuando llega a terapia, de alguna manera, es


consciente de su fracaso, es consciente de su incapacidad
para darse cuenta de qué quiere o para saber qué puede
hacer para conseguirlo, su autoestima está por los suelos.
No solo sus introyectos, sino su incapacidad diaria para
satisfacer sus necesidades (necesidad de reconocimiento,
de intimidad, de valoración, ...) le han ido disminuyendo la
confianza en sí mismo. Sus insatisfacciones cotidianas, le
han hecho dudar de sus capacidades, de sus recursos, en
definitiva, le han hecho dejar de creer en él. La función
básica de la terapia es restablecer la confianza en uno
mismo, la confianza en la propia capacidad para
conseguir satisfacer las propias necesidades, en una
palabra, confiar en la autorregulación del organismo.
Luego, el paciente irá aprendiendo cómo aprender,
específicamente, a conseguir satisfacer estas necesidades,
aprenderá a mantenerse en contacto gracias al apoyo del
terapeuta a cada interrupción del contacto.

Recuperar la confianza en uno mismo, recuperar la fe en


las propias capacidades solo es posible con un buen
apoyo terapéutico. El terapeuta necesita estar atento a
cuidar los "detalles" en el campo. No se trata de resolverle al
paciente los problemas, no se trata de aconsejarle o de
decirle lo que tiene que hacer; esto, lo único que haría sería
aumentarle más su falta de confianza en sus propios
recursos. En eso consiste la terapia, recordémoslo, en su

96
aprendizaje. Cuidar los "detalles" significa creer en la
propia capacidad del paciente, valorar el esfuerzo del
paciente, disfrutar con su presencia, entusiasmarse con
sus aportaciones, ver siempre lo bueno y lo "creativo" de
sus acciones, hayan sido acertadas o no. Apoyar al
paciente es hacerle sentir que, en ese aquí y ahora, de cada
sesión, "él es único en el mundo para ti y tú eres único en el
mundo para él". Después, cada uno volverá a sus
quehaceres cotidianos, a sus relaciones interpersonales,
sintiéndose pleno, sintiéndose que, después de todo,
merece la pena estar vivo y relacionarse, porque, en
definitiva, uno se siente querido y aceptado.

En el apoyo terapéutico apoyamos a la persona por lo


que es, no por lo que hace, para poder cumplir el
propósito de la Terapia Gestalt "... ejercer el yo, con ayuda
de las distintas experiencias, para tomar consciencia de sus
diferentes funciones hasta hacer revivir espontáneamente la
sensación de 'yo soy quien está pensando, sintiendo,
haciendo'".

Sigue diciendo Laura: "reforzar y aumentar las funciones del


apoyo, moviliza las emociones alienadas y las
posibilidades de establecer contacto, permite acceder
fácilmente al material del fondo que había sido reprimido".

El terapeuta es el apoyo terapéutico

¿Qué debe aportar, específicamente, el terapeuta al campo


de la relación terapéutica? Su propio autoapoyo, y la
capacidad de brindarle al paciente la posibilidad de
establecer un contacto adecuado.

"El apoyo para entrar en contacto procede de todo lo que se


ha asimilado e integrado". Continua diciendo Laura: "... sólo
lo que ha sido asimilado e integrado en el
funcionamiento del organismo se convierte en apoyo...
la postura, los hábitos, las costumbres, el lenguaje, los
modales, etc."

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El terapeuta, como "tierra" imprescindible para la posibilidad
de establecer el contacto debe, por un lado ser capaz de
autoapoyarse, creer en él y ser capaz de dar y recibir.

"La sensación del propio valor se nos da cuando uno se


siente competente en una actividad en curso en la relajación
que sigue al terminar la situación... ya que la sensación del
valor propio no puede conseguirse ni inventándose
explicaciones, ni comparándose con un valor externo".

Cuando Perls y Goodman en el capítulo V de Gestalt


Therapy hablan de la oposición inadecuada de
"Infantil/Maduro" creo que están postulando de una manera
contundente las características personales que debe tener el
terapeuta: "capacidad para 'esperar el momento oportuno'",
"capacidad para alucinar", esto es, vivir que "el centro de la
realidad está en la acción", y capacidad para cambiar la
"responsabilidad" en "fascinación", teniendo en cuenta que
la fascinación goodmaniana "es la actividad en la que uno
se compromete y le cuesta abandonar, ya que el self, en su
totalidad está implicado". Cito palabras textuales de Perls,
Hefferline y Goodman, que me parecen especialmente
hermosas, "... la relación contractual no se toma tanto como
un deber sino como un desarrollo del sentido de la
simetría... Y en la etapa en la que se convierte él mismo
en autoridad, en profesor, en padre, el campo se
modifica de nuevo: el individuo independiente lo es
ahora menos, ya que otras personas se encariñan
espontáneamente de él o dependen de él simplemente
por sus actitudes. Y estas personas, a su vez, le ofrecen
la ocasión de expresarse mediante otras acciones
nuevas. Son raras las personas que se vuelven maduras
hasta el punto de aconsejar, guiar y cuidar, sin
avergonzar, sin dominar, etc., abandonando
simplemente sus intereses 'independientes' como si, en
ese momento, fueran menos interesantes".

Y Laura vuelve a matizar estos conceptos y matiza esta


"relación de simetría" diciendo que, "dar y recibir ("Give and
Take") comprende toda la gama de posibilidades del

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proceso social, cuyo fin es mantener el equilibrio social
mientras tiene lugar un crecimiento continuo".

El terapeuta, si es serio, en el sentido goodmaniano, va a


concentrar su atención en la realidad del objeto y en su
relación (la cursiva es mía) con él, lo que supone un
movimiento de crecimiento personal. Un irresponsable es
alguien que no toma en serio lo que le es necesario. Un
diletante juega caprichosamente con su arte, disfruta,
pero no se responsabiliza de los resultados. El aficionado
se ocupa seriamente de su arte, se siente responsable de
él pero no necesita comprometerse con ello. El artista
toma su arte en serio y se compromete con él".

¿Qué puede hacer, concretamente, el terapeuta?


1º.- Debe ser capaz de autoapoyarse, aceptarse y quererse,
sin depender de la respuesta del paciente. Que su
autoestima esté a prueba de "sobornos".

2º.- Debe "dejarse impresionar" por lo genuino de cada ser


humano.

3º.- Que sea educado: saludar cordialmente, saber


agradecer, ...

4º.- Debe ser capaz de valorar al paciente y de contenerle,


esto es, ponerle límites de una manera adecuada.

5º.- Debe ser "detallista": dejar salir una sonrisa cálida, tener
una palabra amable, hacer sentir al otro cómodo y en
confianza.

6º.- Su función personalidad debe ser rica y estar al servicio


de la terapia (no la terapia al servicio de su vanidad). Laura
dice, "Una postura erguida es el principal soporte. Todo
lo adquirido, lo realmente aprendido es
soporte. Todo lo indigestado, no lo es".

Tres peligros hay en esto, por parte del terapeuta:

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1º.- Fingir; debido a una falta de apoyo personal, no ser
capaz de aceptar genuinamente al otro como un ser "único
e irrepetible", fascinante y atractivo. Dice Laura: "la persona
que hace un sacrificio (al dar), le falta autoestima y acaba
exagerando lo que da... ya que proyecta su propia
necesidad insatisfecha...".

2º.- Excederse y dejar de ser uno mismo. Como dice


Laura: "El contacto supone reconocer al 'otro', supone estar
consciente de que existen diferencias... estar en contacto se
refiere a un estado continuo que conduce poco a poco
hacia la indiferencia (confluencia). Establecer contacto es
una función de la formación de la figura, supone estar
consciente, atento, etc."

3º.- Ser excesivamente rígido, frío y autoritario, dando


consejos y marcando constantemente la distancia y las
diferencias. Generando desigualdad y vergüenza.

Gordon Wheeler habla de que de que la falta de apoyo por


parte del entorno, tiene como consecuencia la vergüenza.
En mí opinión, y siguiendo este razonamiento, podríamos
decir que cuando hay suficiente apoyo adecuado por parte
del entorno, cualquier ser humano obtiene como resultado
la autoestima. La autoestima es el producto final de la
estima, la aceptación y la valoración, por parte del
entorno. Sería una aplicación concreta del principio
gestáltico, de que "gracias al contacto sobrevivimos y la
consecuencia de sobrevivir es el crecimiento" (PHG)

"Me siento abandonado por ti"

Pero el apoyo, por encima de todo, es una relación de


igualdad. Si no existe el suelo, la tierra difícilmente me
puedo sostener en pie, ni tampoco puedo caminar, pero si
no tuviera esqueleto, o me faltara el tono muscular...
tampoco podría sostenerme ni caminar.

¿Qué es más importante, el suelo o mis recursos? Uno y


otro son necesarios por igual.

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El paciente, la mayor parte de las veces, ávido de apoyo y
no creyendo en sus recursos, reacciona aferrándose al
terapeuta, trata de agarrarse a él como la única fuente de
apoyo disponible. Reproduce una forma arcaica de
apoyo, la relación cuidador/niño.

Es el terapeuta quien debe fomentar el proceso de


awareness del paciente hacerle sentir su propia
capacidad de autoapoyo.

Pero, lamentablemente, en muchas ocasiones, el terapeuta


olvida esta función. Olvida esta relación de igualdad, olvida
la propia capacidad del paciente para autoapoyarse y
movido por sus propias necesidades insatisfechas,
proyecta en él sus abandonos y fomenta la relación de
desigualdad. En ese momento, el paciente deja de ser
persona para el terapeuta y pasa a ser "su objeto". Se ha
perdido la posibilidad de compartir y de crecer. Como una
"madre" posesiva le atiborra no ya de comida real sino
de consejos, normas, sugerencias.

Algunos ejemplos

No resulta fácil poner ejemplos concretos de apoyo


terapéutico ya que, la mayor parte de las veces, son
detalles no verbales difíciles de describir y que pierden su
calidez fuera de contexto pero quiero contar uno
especialmente significativo ya que ha tenido lugar en una
planta de un Hospital Psiquiátrico y fuera de un marco
específicamente terapéutico.

Pilar, auxiliar de clínica es, además, terapeuta gestáltica.


Lleva dos semanas trabajando en la planta de mujeres del
Departamento de Psiquiatría de un gran hospital. Lleva las
cenas a las habitaciones de las pacientes. Entra en una de
las habitaciones y despues de dejar a la paciente la bandeja
de la cena, le pregunta que cómo está y la habla con
cariño. La paciente la mira con asombro y después la dice:

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"No debes tratarme así, porque no estoy acostumbrada a
eso y ahora no sé que hacer con esto".

Otro ejemplo. En la primera cita, una paciente me cuenta


que su hijo pequeño, Javier, tiene la gripe. A la semana
siguiente, cuando vuelve a su sesión, le pregunto por su
hijo Javier, me contesta que ya está bien y me sonríe.
Tiempo después, me comenta que cuando volvió la
segunda vez y le pregunté por su hijo, recordando el
nombre y preguntando con tanto cariño, se sintió
conmovida y pensó: "Si se acuerda de mi hijo y de su
nombre y me pregunta con tanto interés y cariño por él,
también debe sentir interés y cariño por mí. Quiero seguir
viniendo con ella".

Conclusiones

Mucho más podría seguir escribiendo sobre el apoyo


terapéutico y su utilidad fundamental en el proceso
terapéutico. Debo seguir estructurando y dando forma a las
ideas que me surgen cada día sobre este tema. Considero
que es un tema básico y me siento especialmente movida
por el tema.

En esta ocasión me conformo con resaltar algunas ideas:

• que el apoyo, en general, son todas las funciones del


campo terapéutico;
• que el apoyo terapéutico es una función del campo
terapeuta-paciente;
• que sin apoyo no hay contacto;
• que la calidad del apoyo terapéutico depende de la
calidad del terapeuta para ser persona en el sentido
goodmaniano.

Y no puedo, por menos que acabar este escrito, con unas


palabras de Laura Perls como colofón. "si queremos
ayudar a nuestros pacientes a realizarse como seres
realmente humanos, nosotros también hemos de tener

102
valor suficiente como para exponernos a los peligros de
ser humano".

Gracias a todos.

Referencias

• SAINT-EXUPÈRY, Antoine: El Principito, Ed. Alianza,


Madrid, 1965.
• PERLS, F; HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Gestalt
Therapy: Excitement and Growth in the Human
Personality, The Gestalt Journal Press, Hhighland, 1994
(en español, Terapia Gestalt: Excitación y Crecimiento
de la Personalidad Humana, Col. Los Libros del CTP,
Madrid, 2002; en prensa).
• PERLS, Laura: Viviendo en los límites, Ed. Promolibro,
Valencia, 1994.
• Laura Posner Perls: In Memoriam: Website from The
Gestalt Journal Press.

103
Bibliografía
Terapia Gestalt
------------------------
La primera colección de nuestro proyecto editorial, con textos
que dan aliento a esta importante escuela psicoterapéutica y
de vida.

• Paul Goodman; Aquí, ahora y lo que viene, Taylor


Stoehr
• El darse cuenta, John O. Stevens
• Dentro y fuera del tarro de la basura, Friedrich S. Perls
• Los Diálogos del cuerpo, Adriana Schnake
• El enfoque gestáltico & Testimonios de terapia, Fritz
Perls
• Esto es gestalt, Compilación de John Stevens
• Fritz Perls, aquí y ahora, Jack Gaines
• Fundamentos de la Gestalt, Dr. Joel Latner
• No empujes el río porque fluye solo, Barry Steve
• Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica, Gary Yontef
• Sueños y existencia, Fritz Perls
• Ventanas a nuestros niños, Violet Oaklander
• La vieja y novísima Gestalt, Claudio Naranjo
• Contacto & Relación en Psicoterapia, Jean-Marie Robin
• La Voz del Síntoma, Adriana Schnake
• Sonia, te envío los cuadernos café, Adriana Schnake

104
Editorial Cuatro Vientos Av. Jaime Guzmán E. 3293, Ñuñoa,
Santiago, Chile
teléfonos: (56 2) 225 8381 - 269 5343 fax: (56 2) 341 3107
4vientos@netline.cl

Bibliografía recomendada comentada

Perls, F.; Hefferline, R.F. y Goodman, P. (1951): Gestalt


Therapy, excitement and growth in the Human Personality,
Ed. Julian Press, New York, 1994 (Versión española inédita del
Centro de Terapia y Psicología, Madrid, 1997)

Es el libro "fundador" de la Terapia Gestalt. Es un libro difícil de


leer y de comprender ya que sus autores no querían que las
ideas contenidas en él se "introyectaran" sin más, sino que se
"rumiaran" y se asimilaran o se descartaran de una manera
madura. Consta de dos partes, la primera es la teoría mientras
que la segunda son ejercicios (muy elementales y sin
demasiada consonancia con la primera parte) como una
manera de fomentar el awareness (darse cuenta).

Robine, J.-M.: Terapia Gestalt; Ed. Gaia, Madrid, 1998.

Un librito de tan solo noventa páginas pero, en mi opinión,


una de las mejores muestras, traducidas al español, de lo que
es la Terapia Gestalt. Tiene un fallo: la traducción es muy mala
e inexacta.

Moreau, A.: Ejercicios y técnicas creativas de Gestalterapia;


Ed. Sirio, Málaga, 1999.

Aborda la Terapia Gestalt en su conjunto, con muchas


explicaciones, ameno, fácil de leer y con propuestas de
ejercicios sobre cada uno de los puntos teóricos que expone.

105
Bibliografía

BLOOM, Daniel: Estructura y funcionamiento del self,


Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid,
España.

BLOOM, Daniel: La canción del self, Documento del CTP,


Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

HODGES, Carl: Teoría del campo, Documento del CTP, Centro


de Terapia y Psicología, Madrid, España.

KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del


CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

MEYER, Kenneth: Self & Egotismo, Documento del CTP,


Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia


Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana;
Ed. Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002.

SPAGNUOLO LOBB, Margherita: La teoría del self en Terapia


Gestalt, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología de
Madrid, España.

ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento


del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

Este artículo ha sido publicado en la revista "Figura-fondo",


número 13, primavera del año 2003, pág. 69-76, del Instituto
de Psicoterapia Gestalt A.C. de México.

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