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MODULO I- Lectura 4

Uniones de Contratos - Contratos de distribución


Existencia de uno o varios contratos
Las partes pueden perseguir su fin económico mediante la combinación de varios contratos; esto es, contratos
distintos celebrados entre las mismas partes.
Para distinguir cuándo hay uno o varios contratos, y mostrar la vinculación entre ellos se debe establecer si existen
una o varias causas o finalidades jurídico-económicas, ya que es el elemento determinante para constatar si
existe pluralidad de contratos o conexidad contractual.
Uniones de contratos de origen legal:
La ley regula varios casos en los que hay contratos que, si bien son distintos, tienen algún nexo:
a) Contratos AUTÓNOMOS RECÍPROCOS: entre las mismas partes se celebran 2 contratos en relación de
dependencia mutua, donde la ejecución o validez de uno queda subordinada a la ejecución o validez del otro;
cada contrato es la causa del otro.
b) Contrato PRINCIPAL Y ACCESORIO: un contrato depende del otro cuando uno es la razón de la existencia
del otro, por ejemplo, con el contrato de fianza. El contrato principal influye sobre el accesorio porque, si se
extingue el principal, produce la extinción del accesorio.
c) SUBCONTRATO: presenta la existencia de un contrato principal y otro derivado, generalmente, en grado de
dependencia unilateral. Es el caso del contrato de locación de cosas, en las que el locatario puede sublocar,
existiendo de tal modo 2 contratos cuyo puente de unión es el locatario – sublocador.
d) SUCESIÓN DE CONTRATOS: es el caso en que un contrato preparatorio se encuentra vinculado a un
contrato definitivo, en el sentido temporal y causal, sin que se vea afectada la tipicidad.
Uniones de contratos de origen convencional
a. Negocio realizado a través de varios contratos
En muchos casos, la finalidad pretendida por las partes no puede ser alcanzada a través de un contrato. Por ello
las partes combinan distintos contratos, sin perder su tipicidad. La idea de negocio es más amplia que la de
contrato, ya que para hacer el negocio muchas veces se deben agrupar distintos contratos para producir los
efectos jurídicos buscados.
En las uniones convencionales de contratos surge la finalidad supracontractual, elemento éste que conecta a
los distintos contratos, para lograr esa finalidad que por separado no se podría alcanzar. La conexión contractual
se refiere a la pluralidad de contratos y al nexo funcional que media entre ellos. Para que exista pluralidad
debe analizarse la causa, concebida como la función económico-social que el contrato cumple en cada caso: si
ésta es única, existe un contrato; si concurren varias causas autónomas y distintas, hay pluralidad; si además de
varias causas autónomas y distintas (pluralidad) existe un “vínculo funcional”, hay “conexidad contractual”.
En las uniones de contratos, los objetivos económicos no se alcanzan mediante un contrato, sino a través de
un conjunto de contratos que, si bien cuenta cada uno con una causa propia, autónoma y distinta (pluralidad), son
utilizados estratégicamente en función de un negocio jurídico particular que se pretende concretar; o se organizan
redes contractuales que forman un sistema jurídico unificador, surgiendo como consecuencia de ello una finalidad
económica supracontractual, que trasciende las causas individuales de los contratos que integran la agrupación
y que se realiza con su cumplimiento conjunto.
Habrá contratos conexos cuando para la realización de un negocio único se celebra, entre las mismas partes o
partes diferentes, una pluralidad de contratos autónomos, vinculados entre sí, a través de una finalidad económica
supracontractual.
Cuando se hace mención a la finalidad económica supracontractual, debemos entender por tal a la causa fin del
negocio. Esta finalidad puede surgir del texto de la ley, ser acordada por las partes de común acuerdo en ejercicio
del principio de autonomía de la voluntad, o derivarse de una labor de interpretación.
b. Finalidad supracontractual
Así como hay una finalidad perseguida a través de un contrato, hay una finalidad supracontractual. En ésta, las
finalidades económico-sociales son distintas o más amplias de las que existen en los contratos social o
legalmente típicos, estos últimos son usados para lograr aquéllas.
Esta finalidad supracontractual, sustenta la conexidad entre los distintos contratos involucrados.
Es importante señalar el sustento que da la causa-fin, la existencia de una finalidad en un conjunto de contratos
permitirá detectar la conexidad, al margen de la que persigue cada contratante individual.
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Contratos de distribución de bienes y servicios


Los problemas jurídicos vinculados a la distribución de bienes y servicios
En la actualidad, con la globalización los empresarios, han diseñado distintas estrategias comerciales y formas
contractuales, intentando optimizar sus estructuras y abarcar los distintos mercados.
Los contratos de distribución en sentido amplio tienen las siguientes características comunes:
1. Existencia de 2 empresas u organizaciones independientes; una dedicada a la producción de bienes o
servicios, debiendo la restante tener el objeto de acercar dichos productos o servicios a los clientes.
2. Vínculo de cooperación; basado en la buena fe contractual y en el principio de concurrencia de las
actividades de las empresas implicadas.
3. Permanencia; nacen para durar, ello les permite además a las empresas comercializadoras amortizar el
capital que hubieran invertido o debieran invertir.
4. Relación contractual bilateral.
5. Comercialización de la producción de una de las empresas vinculadas; siempre, en mayor o en menor
medida, existe la facultad de control del productor respecto del distribuidor, siendo la escala respectiva de menor
a mayor la que comienza en la distribución propiamente dicha hasta llegar a la franquicia, pasando por la
agencia y la concesión.
Los contratos con finalidad DISTRIBUTIVA son 4. Uno solo cuenta con tipicidad social (contrato de distribución
propiamente dicho), los demás cuentan, a partir del nuevo Código, con tipicidad legal:
a) El contrato de distribución propiamente dicho: es aquel en el cual una empresa que, teniendo asignada
una zona en exclusividad o bien compartiéndola en forma limitada con otro u otros distribuidores, se dedica a la
intermediación de productos, teniendo un precio de descuento sobre éstos y obteniendo como ganancia la
diferencia que resulta entre el precio de venta al público y su precio de compra al fabricante.
b) El contrato de agencia: es aquel en el que una parte, denominada agente, se obliga a promover negocios
por cuenta de otra, denominada proponente o empresario, de manera estable, continuada e independiente, sin
que medie relación laboral alguna, mediante una retribución.
c) El contrato de concesión: es aquel en el que una parte, denominada concesionario, que actúa en nombre y
por cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer de su organización empresarial
para comercializar mercaderías provistas por otra, denominada concedente, o para prestar los servicios y
proveer los repuestos y accesorios según haya sido convenido.
d) El contrato de franquicia: es aquel en el que una parte, denominada franquiciante (o dador), otorga a otra,
llamada franquiciado (o tomador), el derecho a utilizar un sistema probado destinado a comercializar bienes o
servicios bajo el nombre comercial, emblema o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto de
conocimientos técnicos y la prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación directa
o indirecta del franquiciado. El franquiciante debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales,
marcas, patentes, nombres comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo franquicia;
o, tener derecho a su utilización y transmisión al franquiciado en los términos del contrato. El franquiciante no
puede tener participación accionaria, de control directo o indirecto, en el negocio del franquiciado. El plazo no
puede ser inferior a 2 años.
Elementos para una tipificación jurídica de la distribución
Elementos comunes aplicables a los diferentes contratos de distribución. Caracteres.
Contrato celebrado por adhesión, control y dominación
a. CARACTERES
Existen elementos o caracteres comunes a todos los contratos de distribución. Estos son:
1. Aprovisionamiento continuo: en la base económica del vínculo existe una venta y reventa de bienes, en
sentido similar a lo que sucede en el contrato de compraventa o en el contrato de suministro. Sin embargo, en
los contratos de distribución este carácter se presenta como un aspecto instrumental dentro de un vínculo de
colaboración.
2. Tipicidad legal: no se encontraban regulados legalmente los contratos de agencia, concesión y franquicia.
En el nuevo Código Civil y Comercial estos contratos recibieron tratamiento legal en los arts. 1479 al 1524, por
lo que cuentan con tipicidad legal.
3. Duración: surge de la naturaleza de las prestaciones que conforman su objeto, la necesidad de un lapso de
tiempo suficiente para el desarrollo del negocio, aún cuando no se establezca un tiempo determinado de
duración en el convenio.
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4. Colaboración: existe en los contratos de distribución una relación de colaboración interempresarial, operada
por sujetos jurídicamente autónomos vinculados en una actividad mercantil en la que el productor derivó la
comercialización de sus productos hacia distintas bocas de ventas, regulando su penetración en el mercado
para potenciar el mutuo beneficio.
5. Confianza: el concedente toma en consideración la organización económica-técnica y comercial del
distribuidor, su poder de penetración, sus antecedentes en la zona para cumplir con el objeto del contrato.
Estas circunstancias inciden en la celebración del contrato. Por lo tanto, el deterioro de la confianza es causal de
resolución.
b. CONTRATO CELEBRADO POR ADHESIÓN, CONTROL Y DOMINACIÓN
- Contrato de adhesión: es costumbre, sobre todo en los sistemas de distribución, que el contrato se celebre
por adhesión a condiciones generales. Ya que hace falta un control por parte de una unidad de decisión
centralizada, lo que se instrumenta a través de condiciones predispuestas; la protección de bienes del otorgante,
como la marca, la imagen, el know how que, requiere de cierto control sobre aquel a quien se ceden estos
elementos.
- Contrato de control y dominación: más allá de que objetivamente se presenten elementos de control o
subordinación técnica y económica que deben ser tenidos en cuenta al momento de su interpretación y de la
aplicación de determinadas cláusulas contractuales; especialmente, las relativas a la extinción del contrato y a
los derechos que tiene el sujeto subordinado. La dominación en una contratación se debe observar en cada caso
particular.
Obligaciones de las partes. Obligaciones del distribuidor. Obligaciones del concedente.
Las cláusulas de exclusividad. Derecho a la estabilidad
I. Obligaciones del distribuidor
1. Distribuir eficazmente bienes del principal.
2. Seguir las sugerencias del empresario principal.
3. No competir con el proveedor.
4. Mantener el secreto contractual.
II. Derechos del distribuidor
1. Derecho a la provisión continúa de bienes del principal.
2. Mantenimiento de las condiciones más ventajosas pactadas.
3. Uso de marca, símbolos, imagen, publicidad y otros elementos acordados.
III. Obligaciones del concedente
1. Proveer regularmente salvo causas ajenas.
2. Dar publicidad global.
3. Respetar la exclusividad pactada.
Las cláusulas de exclusividad
La cláusula de exclusividad, puede establecerse en beneficio del proveedor o en beneficio del distribuidor.
La cláusula de exclusividad en beneficio del proveedor obliga al distribuidor a dedicar sus esfuerzos a
promover los bienes del concedente, sin hacer otra actividad.
La cláusula de exclusividad en beneficio del distribuidor consiste en un derecho a distribuir en una zona
territorialmente delimitada con exclusión de otros competidores, surgiendo una obligación de no hacer a cargo
del proveedor, no distribuir en esa zona, sino a través del contratante que tiene el privilegio.
Derecho a la estabilidad
Los contratos de distribución, al tener como característica su durabilidad, cuentan con permanencia en el tiempo.
Ésta produce, además, el deber de obrar de buena fe, el que se concreta en la necesidad de preavisar la extinción.
Contrato de distribución
Definición. Diferencias con la compraventa independiente
El contrato que presenta el menor grado de integración entre las partes. No hay representación como podía existir
antes de la sanción del nuevo Código Civil y Comercial en el contrato de agencia (luego de su sanción, tampoco
existe representación en la agencia conforme surge del artículo 1485 del Código Civil y Comercial), no hay una
identificación tan fuerte como sucede en la franquicia, siendo solamente un acto continuo de reventa, lo que, a su
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vez, lo diferencia de la concesión, en cuanto en esta última están presentes obligaciones de garantía y servicio
de post venta y uso de la marca del principal.
Actualmente, a diferencia de los otros contratos de distribución, no cuenta con una regulación jurídica positiva.
Sin embargo, prevé el artículo 1511 del Código Civil y Comercial unificado que le son aplicables, en cuanto sean
compatibles, las normas del contrato de concesión.
Al igual que el resto de este tipo de contratos (que sí cuentan con regulación legal), la distribución propiamente
dicha tiene una función de intermediación calificada, llevada a cabo por empresarios independientes y autónomos,
incluyéndose, como sucede en el contrato de concesión, la asunción del riesgo de los negocios por el distribuidor
y la falta de sometimiento a una unidad de decisión central de la que reciba directivas específicas para la
concertación de sus negocios (características éstas que la diferencian de la agencia). En síntesis, sólo se deben
respetar las indicaciones técnicas necesarias para mantener la identidad, calidad y continuidad del producto o
servicio en el mercado.
El principal, a través del contrato de distribución, logra obtener beneficios sin la necesidad de una fuerte inversión
de capital, logrando también, y en coherencia con lo expresado, una disminución de los riesgos, ya que éstos son
asumidos por el distribuidor.
Nuestro Código Civil y Comercial unificado no ha receptado en su articulado al contrato de distribución
propiamente dicho; ello no significa que lo haya desconocido, porque, al regular el contrato de concesión, alude
a éste previendo en el art. 1511: “Las normas de este Capítulo se aplican a: (…) b) los contratos de
distribución, en cuanto sean pertinentes”. El codificador reconoce su existencia, aunque continúe tratándose
de un contrato típico de tipicidad social.
Tal actividad es retribuida con la percepción, por parte del distribuidor, de un porcentaje del precio final del
producto colocado en el mercado, que consiste en el margen de diferencia resultante entre el precio de compra
(costo) y el de reventa (precio de venta).
Hay 2 circuitos bien definidos: por un lado, la fabricación, llevada adelante por la empresa productora; y, por
otro lado, la comercialización de los productos, llevada a cabo por la empresa distribuidora.
Analizaremos ahora los derechos y obligaciones de las partes.
Derechos y obligaciones del proveedor. Derechos y obligaciones del distribuidor
PROVEEDOR O DISTRIBUIDO
Derechos
Fijar el precio del producto o servicio.
Percibir el precio acordado.
Facultad de control técnico sobre operaciones del distribuidor.
Deberes
Informar las variaciones de precio.
Entregar el producto o servicio que cumpla con los requisitos para su reventa (identificable, reproducible,
etc.).
Cumplir con los compromisos publicitarios. No efectuar ventas directas en la zona.
No adjudicar la zona a otro distribuidor.
DISTRIBUIDOR
Derechos
Exigir el suministro en tiempo y forma.
Exigir el cumplimiento de la pauta publicitaria.
Exigir el cumplimiento del soporte técnico, publicitario y comercial.
Percibir el margen de reventa.
Recibir capacitación, a cargo del concedente.
Deberes
Cumplir con el mínimo de ventas.
Cumplir con las instrucciones del principal.
Respetar la exclusividad del principal.
No exceder la zona otorgada por el contrato.
Permitir el control por parte del principal en el aspecto técnico.
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Extinción del contrato de distribución propiamente dicho


Al contrato de distribución se le aplican las normas de la concesión en todo aquello que no se encuentre
regulado por la autonomía de la voluntad en el tenor literal del contrato particular del que se trate.
El contrato de concesión, el artículo 1509 remite a lo previsto para el contrato de agencia por el art. 1494
ibídem, que prevé:
El contrato de agencia [léase de concesión y de distribución propiamente dicho también] se resuelve
por:
a) muerte o incapacidad del agente; (la resolución opera de pleno derecho, sin necesidad de preaviso)
b) disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión; (la resolución
opera de pleno derecho, sin necesidad de preaviso)
c) quiebra firme de cualquiera de las partes; (la resolución opera de pleno derecho, sin necesidad de
preaviso)
d) vencimiento del plazo; (la resolución opera de pleno derecho, sin necesidad de preaviso)
e) incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes; (cada parte puede resolver
directamente el contrato)
f) disminución significativa del volumen de negocios del agente. (se aplica el artículo 1492, excepto que el
agente disminuya su volumen de negocios durante DOS (2) ejercicios consecutivos, en cuyo caso el plazo de
preaviso no debe exceder de DOS (2) meses, cualesquiera haya sido la duración del contrato, aun cuando el
contrato sea de plazo determinado)

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