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Especialización en Gestión de Procesos psicosociales

Estrategias y Técnicas de Intervención Psicosocial


PORTAFOLIO 2: Análisis de contexto y caracterización psicosocial.

Presentado por: Diana Katherine García Caicedo


Sandra Mercedes Estupiñan
María del Pilar Anchico Montaño

Presentado a la Docente: Carmen Patricia Duque Sierra.

Actividad:
Teniendo en cuenta los pasos descritos en la Unidad 2 del módulo en el apartado titulado ¿Cómo
realizar un análisis de contexto? y los aportes de la caracterización psicosocial, realice en grupo
de mínimo tres personas y máximo 5 un análisis del contexto en el que usted habita o en el que
desarrolla trabajo con colectivos.
Recuerde los siguientes elementos:
1. Construya los propósitos del análisis de contexto.
2. Recolecte la información relevante (fuentes primarias y secundarias)
3. Realice una lectura crítica de las fuentes.
4. Desarrollo las herramientas consideres pueden profundizar en la situación de contexto, dentro
de ellas se encuentra el análisis de actores, el análisis de fuerzas externas y la aproximación a los
impactos psicosociales y los mecanismos de afrontamiento del colectivo (Caleidoscopio)
5. Definición de los ejes de análisis y construcción del documento de análisis de contexto.
(Mínimo 5 - máximo 7 págs.)
HACIA UNA CONTEXTUALIZACIÓN DE LAS VIOLENCIAS CONTRA LA
MUJER EN EL MARCO DEL CONFLICTO ARMADO AL INTERIOR DEL DISTRITO
DE BUENAVENTURA.

El impacto del conflicto armado sobre la población está determinado por una serie de
factores que suelen estar asociados a manifestaciones de discriminación y desigualdad históricas
generando en los grupos que las padecen mayores niveles de exposición a sufrir los efectos
devastadores de la confrontación (Defensoría del Pueblo. 2007: 13). Estos factores han
determinado que la violencia ejercida en el contexto del conflicto armado colombiano, en sus
distintas manifestaciones, haya afectado de manera diferencial y agudizada a las mujeres. Esta
afectación diferencial y agudizada se explica en parte por los riesgos específicos a que están
expuestas las mujeres en este contexto (auto 092 de 2008 de la Corte Constitucional
Colombiana); riesgos que no son compartidos por los hombres o que lo son en diferente grado.

Las mujeres de Buenaventura constituyen un claro ejemplo de esta superposición de


discriminaciones y violencias. Además de su condición de mujeres, la mayoría de ellas son
afrodescendientes y un número considerable son indígenas. A ello se suman las condiciones de
pobreza y marginalidad en que vive la población del municipio descritas en el acápite anterior.
De esta manera, en las mujeres de Buenaventura se entrecruzan diversos factores de
vulnerabilidad determinados por el género, la pertenencia étnica y la condición social, que en el
contexto del conflicto armado las exponen a riesgos específicos ante ciertos tipos de violencia y
a sufrir un mayor impacto como consecuencia de los mismos.

Buenaventura es un municipio del Valle del Cauca, tiene una llanura húmeda tropical de
mayoría poblacional afrocolombiana (88,7% en la cabecera y 84,2% en el resto), que mantiene
una explotación minera de aluvión, conformando el segundo centro urbano del Valle y el
principal puerto marítimo del país bajo el comando de la Sociedad Portuaria que es una empresa
de una empresa privada. Es el tercer municipio de población afrodescendiente en el país en
términos absolutos. Desde 1950, Buenaventura se convirtió en el principal puerto colombiano
donde se concentra el mayor volumen de carga exportadora e importadora del país. Esto ha sido
posible porque históricamente, a lo largo del siglo XX, ha sido el complemento de la economía
del Valle del Cauca y de la ciudad de Cali en comercio exterior, así como de otras regiones del
país. (Departamento Administrativo Nacional de Estadisticas (DANE), 2005). En la actualidad se
está apenas constituyendo en Distrito Especial, Industrial, Portuario, Biodiverso y Ecoturístico
conforme al Acto Legislativo 02 de 2007, reglamentado con base a la Ley 1617 de 2013.

Su posición estratégica en el Pacífico colombiano, le permite ser el principal puerto


marítimo del país y ser una de las arterias más importantes de la economía nacional, ya que a
través de su territorio están construidas las dos vías más importantes que
comunican al interior del país con el Pacífico: la vía Cabal Pombo, y el
Ferrocarril del Pacífico por dónde se moviliza el 42% del comercio exterior
colombiano y se despliegan dos tramos del poliducto de Ecopetrol en el Valle del Cauca.
Buenaventura, es considerado también como epicentro comercial de todo el pacífico colombiano
y el núcleo económico, social y cultural de la región. (Oficina Gestión de Paz y Convivencia de
la Gobernación del Valle, 2004)

Las mujeres que viven en regiones o espacios con altos grados de vulnerabilidad y que
incluso tienden a ser las únicas proveedoras del hogar se ven en la obligación de salir a trabajar y
dejar a sus hijos más pequeños solos o en compañía de sus hijos mayores, parientes o vecinas,
que muchas veces no están preparados(as) para asumir esta responsabilidad, situación que les
genera sentimientos de incertidumbre e impotencia

De ahí que exista un alto grado de vulnerabilidad en el que se encuentran empresas debido a
que en la mayoría de los casos, enfrentan solas todos los problemas y responsabilidades que se
les presenta en su vida cotidiana y los miembros de su hogar más que ser un apoyo, se
constituyen en una carga económica y moral que sobrellevan con dificultad y que les genera
altos grados de estrés, afectando así su salud física y mental.

Ante la precariedad laboral, una gran mayoría de las mujeres bonaverenses tienden a
emprender diversas actividades como vender rifas, frutas, dedicarse a la minería, venta de
productos por catálogo, lavar ropa, comercialización de mariscos, venta de minutos, pintar uñas,
entre otras actividades que les implica muchas veces un gran esfuerzo pues les toca desplazarse
en moto taxi y/u otro medio de transporte para poder llegar a los expendios de productos que
comercializan, lo que hace que los costos suban y los ingresos de ellas se reduzcan.

Otro aspecto que se suma al grado de vulnerabilidad, es que para llevar a cabo sus labores
productivas están expuestas a otros factores que las obliga a recurrir a los denominados “gota a
gota”, quienes les prestan dinero fácilmente pero con intereses altos, lo que conlleva a una
drástica reducción de los ingresos de la mujer jefa del hogar.

En lo referente a las problemáticas de la mujer es preciso señalar que son diversas y en su


mayoría están asociadas a la situación de vulnerabilidad que afecta a un número considerable de
la población, y en el caso de ellas es más pronunciada por su condición de ser mujer, en su
mayoría afro descendiente y con altos índices de necesidades básicas insatisfechas, de modo
que como lo plantea el UNFPA (2010),1 desde temprana edad, la mujer bonaverense tiende a
trabajar en diversos oficios, muchas de ellas no concluyen sus estudios de nivel medio, en el
caso de las jóvenes, se convierten de manera temprana en madres adolescentes, lo que
contribuye a perpetuar el círculo de la pobreza.

1 UNFPA, Programa Integral contra las Violencias de Género.


Lo anterior, se nutre además de la alteración de la sana convivencia en
diferentes barrios de la localidad donde se ha presentado el ingreso de
diferentes actores armados que obedecen a intereses particulares al igual que los
traficantes de armas, insumos químicos y alucinógenos quienes han encontrado en los
corredores de bajamar, los sitios estratégicos para movilizar sus mercancías de origen ilegal,
situación que ha venido contribuyendo en gran manera a la multiplicación de las desapariciones
forzadas, desplazamiento interno, asesinatos, desempleo, vinculación de niños, adolescentes y
jóvenes a los distintos grupos armados ilegales, drogadicción, vinculación afectiva de niñas y
mujeres con sujetos protagonistas del conflicto armado, inducción a la prostitución de niñas a
muy temprana edad entre otros. Hay algo importante a destacar que no solo en Buenaventura
sino a nivel nacional es un hecho que la mujer en pleno siglo XXI, sigue estando históricamente
en desventaja frente al hombre, producto de las estructuras de poder desiguales establecidas en el
marco del devenir de la sociedad y fundamentadas en los legados del patriarcalismo, lo cual
constituye un obstáculo para promover y establecer la equidad de la mujer frente al hombre.

Esta desigualdad intencional y estructuralmente establecida, se expresa a través de múltiples


formas de violencia contra la mujer, que suele afectar a la mujer en distintos grupos humanos
indistintamente de sus características sociales, económicas, religiosas, educativas o étnicas. Por
ello las violencias contra la mujer constituyen un problema social que repercute en la vida
cotidiana y atenta contra los derechos humanos de la mujer, no discrimina fronteras geográficas,
culturales o económicas y mucho menos edades. Hace referencia al abuso de poder que ejerce el
hombre sobre la mujer, pues la figura del hombre tradicionalmente ha sido considerada como
primordial dentro de la estructura familiar y social, en la medida en que se considera que tiene la
fuerza y la razón, es protector, proveedor y por tanto se atribuye la capacidad y la autoridad para
convertirse en agresor y ejercer su voluntad sobre la mujer.

En este orden, es necesario entender que toda acción violenta tiende a ejercer daños que
afecta física o emocionalmente a la mujer, suele generar una serie de afectaciones que tienden a
postergar o relegar las posibilidades concretas de recuperación de la mujer y su correspondiente
integración a la dinámica social, para lo cual se requiere el replanteamiento de la forma en que se
establecen las interacciones sociales tanto en el ámbito familiar y comunitario; además de la
manera en que las instituciones del gobierno están adelantando procesos de promoción,
prevención y atención de la mujer afectada por violencias de género .

Este tipo de ejercicio de la violencia tiende a empeorar con el tiempo, lo que comienza como
abusos emocionales, críticas e insultos, llega a violencia física, que puede terminar en la muerte
de la mujer y se tipifica como delito. La violencia contra la mujer alude a las formas de abuso
que se efectúan sobre esta a través de los procesos de interacción que se presentan en la vida
cotidiana; en este sentido, es preciso señalar que como una expresión de la conducta humana
obedece a diferentes situaciones de carácter sociocultural, aprendidos por el sujeto, y que como
tal requieren de una interpretación e intervención integrales que permitan tener una visión más
amplia acerca de las estrategias y acciones que permitan reducir la frecuencia y expresiones de
las acciones violentas contra la mujer, y por otra parte, contribuir al
mejoramiento de la calidad de vida de la mujer que en algún momento de su
vida ha sido afectada por este flagelo.

En este sentido, se requiere entender que las violencias contra la mujer en el ámbito local,
obedecen a diversos aspectos culturales así como a diferentes situaciones institucionales que
permiten mantener la desigualdad entre los géneros, producto de una socialización basada en
estereotipos, estructuras familiares verticales y autocráticas, aprendizaje masculino del uso de la
fuerza para resolver conflictos, exposición a violencia doméstica entre los padres durante el
período de crecimiento y consideración del ejercicio de las violencias contra la mujer como algo
normal en el contexto social, aspectos que contribuyen al aumento de la probabilidad de la
ocurrencia de acciones de violencia contra la mujer.

En Buenaventura la problemática de la violencia contra la mujer tiende a incrementarse en la


medida en que hay presencia de múltiples factores de tipo económico, social y cultural que
refuerzan las desigualdades y la menos valoración de la mujer. En esta perspectiva, mediante la
implementación de un proceso de acompañamiento psicosocial se puede dar cuenta de
afectaciones en este caso a mujeres que han sufrido alguna perdida, presenta diversas vertientes
de pensamiento que articulan lo psicológico y lo social. En este orden, desde la perspectiva
psicosocial la mujer a partir de sus diferentes experiencias interactivas, específicamente en
contextos de violencia, vive situaciones de afectación como procesos dinámicos, que articulan lo
individual y lo colectivo, que afecta aspectos físicos, fisiológicos, y emocionales que redefinen la
manera en que el individuo y su grupo de referencia afrontan su cotidianidad.

Lo anterior se encuentra asociado a la forma que tiene un individuo desarrolla ciertas


habilidades y destrezas para adaptarse a una pérdida, situación para la cual es preciso tener en
cuenta el elemento socio-cultural que actúa como herramienta para comprender la manera en que
se articulan las actitudes y comportamientos individuales y su relación con las normas y
comportamientos sociales. (Jaramillo & Oquendo 2013; 2)

De esta forma, se puede entender que el trabajo psicosocial con comunidades engloba
diferentes fenómenos o aspectos que articulan lo psicológico con lo social, donde es de vital
importancia tener en cuenta los aspectos psicológicos que experimenta el individuo, y el
componente colectivo o social que le permite afrontar las diferentes realidades que le puedan
aquejar, en el caso que aquí compete son las diferentes situaciones que pueden afectar al
individuo, la familia o la comunidad como puede ser producto de amenazas, violaciones,
desaparición o muerte de un ser querido, lo cual implica una construcción emocional y relacional
del sujeto quien vive su duelo de forma diferenciada acorde con los valores culturales de su
entorno, y así mismo puede afrontar el proceso de restablecimiento o adaptación.

Lamentablemente, vale la pena resaltar que según investigaciones de la defensoría del


pueblo y documentos de la reciente creada Secretaria de la mujer del distrito, las mujeres del
distrito de Buenaventura se han visto involucradas de diversas maneras con los actores armados
que operan en la zona: como colaboradoras de los grupos armados ilegales;
como compañeras sexuales o sentimentales de los integrantes de dichos grupos,
o en ambas calidades. Cada una de estas situaciones expone a las mujeres a
sufrir diversas formas de violencia, provenientes tanto del grupo con el que se encuentran
involucradas como del bando contrario.

Todos los grupos armados ilegales que han hecho presencia en la zona han buscado
captar mujeres en sus filas, especialmente con dos propósitos: utilizarlas para obtener
información y esclavizarlas sexualmente. Sobre esta dinámica, las mujeres manifiestan:
“Incluyen a la mujer desde niña, de 12 o 13 años, la incluyen para captarla en los grupos. En este
momento se resaltan los grupos paramilitares, pero igual cuando estaban los grupos guerrilleros
también mirábamos la captación de mujeres. El otro elemento es el narcotráfico. Para todos ellos
es muy importante captar jóvenes que las llevan desde dos puntos de vista; primero la
prostitución, la facilidad para ellos de tener muchachas simpáticas y jóvenes; y al mismo tiempo,
la información, porque era más fácil pasar la información por medio de chicas, incluso las
preparan, las entrenan para que por medio de la coquetería, por medio de su belleza, atraigan a
los contrarios y obtengan información.

Los actores armados utilizan diversas estrategias para reclutar o utilizar a las mujeres,
entre ellas podemos mencionar dos: les ofrecen lujos a los que normalmente no podrían acceder
dada la condición de pobreza de sus familias o los integrantes del grupo las enamora o seducen.
Luego de haber sido seducidas, las jóvenes son prostituidas al interior del grupo y obligadas a
ejercer como informantes. Cuando las mujeres se ven involucradas en estas dinámicas, pueden
ser objeto de otras modalidades de violencia que comprenden las retaliaciones de los bandos
contrarios o los castigos del grupo con el que están involucradas cuando desobedecen sus
órdenes.

En conclusión se aprecia que es lamentable la situación de la mujer en el marco del


conflicto armado en el Distrito de Buenaventura, al cual se encuentra desprotegida de las
entidades públicas y privadas competentes, son escasos los planes de prevención, atención
integral y protección con los que a lo largo de la historia la mujer del distrito ha contado lo cual
la hace más vulnerable ante tan prolongada problemática.

Se hace urgente que por ejemplo unidades locales de Fiscalía, implemen estrategias
efectivas para promover la denuncia de hechos de violencia contra la mujer, garantizar la
intimidad y seguridad de sus víctimas, y evitar la revictimización. La Defensoría regional por su
parte, adopte estrategias de asesoría y acompañamiento a las mujeres víctimas de violencia
durante la denuncia y el desarrollo del proceso judicial. La Administración Distrital, incorpore el
enfoque diferencial de género en el plan integral único de atención a la población en situación de
desplazamiento (piu), teniendo en cuenta la directriz de atención a la población en situación de
desplazamiento proferida por la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y las
órdenes emitidas por la Corte Constitucional en el auto 092 de 2008, así como garantizar la
participación de las mujeres en el proceso de revisión y ajuste del plan. La
Policía Distrital, adopte lineamientos para incorporar el enfoque diferencial de
género en los procedimientos y criterios de estudio del riesgo en casos de
amenazas contra mujeres, así como cumplir los términos señalados en los decretos que regulan
los respectivos programas de protección. Finalmente con la creada secretaria de la mujer se hace
pertinente propiciar espacios en los que las mujeres puedan contribuir a elaborar los mapas de
riesgo del distrito y sugerir medidas de prevención y protección acordes con sus especificidades
de género, etnia, edad, entre otros aspectos, promover la participación de las mujeres, a través de
acciones dirigidas a fortalecer sus liderazgos y procesos organizativos, implementar campañas
contra el reclutamiento y vinculación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes a los grupos
armados ilegales. Entre otros.

Bibliografía
Bello Albarracìn, M. N. (octubre de 2005). Efectos psicosociales del desplazamiento forzado.
Prospectiva(10).

Corporación Vínculos. (2013). El Reclutamiento Forzado de Niñas y Mujeres Jóvenes en Medio


del Conflicto Armado Colombiano Villavicencio, Vista Hermosa y Granada/ Meta
Caracterización desde una perspectiva psicosocial, sistémica y de género. Bogotá.

Defensoría del pueblo. (2009). Violencia contra las mujeres en el Distrito de Buenaventura.
Informe Temático.
Departamento Administrativo Nacional de Estadisticas (DANE). (2005). Censo Nacional de
Hogares. Bogotá.D.C.

Grupo de Trabajo Pro Reparación Integral. Voces de Memoria y Dignidad. (2006). Aspectos
Psicosociales de la Reparación Integral. Bogotá D.C.: Diakonia.

Jaramillo Serna, J. J., & Oquendo Estrada, A. M. (Junio de 2013). Revista eléctronica de
Psicología Social "Poiesis"(25).
Oficina Gestión de Paz y Convivencia de la Gobernación del Valle, e. C. (Febrero de 2004).
Diagnóstico de la población en situación de desplazamiento –PSD- Asentada en el
municipio de Buenaventura. Buenaventura.

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