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HISTORIA DE LA IGLESIA SIGLO VIII – XV

UBICACIÓN HISTORICA

Los últimos años del siglo VII y los primeros del VIII fueron duros para la cristiandad por la
irrupción del islam que arrastró consigo varias provincias de África y España. Los cristianos se
fundieron con la mayoría musulmana y áfrica se perdió para el cristianismo.

El emperador León III, quien la defendió en el año 717-718, quien se convirtió en el salvador de la
cristiandad, con estas derrotas de Poitiers y Constantinopla, la iglesia, tuvo que evangelizar el
corazón de Europa. En este contexto, varias fiestas litúrgicas orientales entraron en Roma como la
exaltación de la cruz y las cuatro grandes fiestas marianas

 El oriente cristiano
 Durante el iconoclasmo: En la crisis iconoclasta la política y la religión se entrecruzaron en
una lucha doctrinal con influencia hebrea y musulmana; por ello en la cuestión de las
imágenes entraron en juego el monoteísmo y la lucha contra la idolatría.

Ahora las dificultades estaban en la práctica religiosa que implicaba fieles y monjes en el modo de
expresar la religiosidad, propone como punto de partida del iconoclasmo la influencia judía de León
III condenaba el culto a las imágenes, León III, y este Hizo destruir el icono de Cristo que se
encontraba en el palacio y publico el primer edicto contra las imágenes.

Para Constantinopla vuelven las contiendas doctrinales y nace el culto a las imágenes, acreditadas
por los milagros que se realizaban en favor del pueblo; los Constantinopolitanos pusieron sobre la
muralla los iconos de Cristo y María.

Antes del siglo VI, las imágenes religiosas comenzaron a ser puestas en paralelo con las imágenes
imperiales hasta ocupar su puesto y se comenzó a esperar de esa imagen milagros y beneficios que
jamás los retratos imperiales habían concedido

 Primera Fase: Comenzaron las primeras persecuciones contra los que veneraban las
imágenes; se dio la separación entre Iglesia e imperio hasta el punto que Italia, es decir, el
papado, comenzó a acercase a los francos. Con Constantino V, 741-775, sucesor de León
III, aparecieron nuevas objeciones teológicas, en torno a la idolatría.
 Segunda Fase: En este periodo inicio a la segunda fase de la lucha iconoclasta (815-843),
que concluyó con la proclamación definitiva del papel de las imágenes en un periodo de
desarrollo cultural sin precedentes. Metodio de Siracusa, quien sin convocar ningún concilio
proclamo en marzo del año 843 la restauración de las imágenes y su culto lanzado un
anatema sobre los iconoclastas.

 Despues del Iconoclasmo: Bajo el patriarcado de Constantinopla despareció la Iglesia Latina


Greca, de ahí roma fue vista como un rival para Constantinopla.
 Enfrenamiento patriarcal: Metodio I retiro algunos clericós y obispos iconoclastas pero
sustituirlos por monjes y studitas, ya que nombro a otras personas que algunas veces no
estaban en regla con las prescripciones del derecho canónico:
 Evangelización de los eslavos: En la primera mitad del siglo VII los eslavos habían fundado
un efímero estado en la región de Moravia. El segundo aspecto de la cristianización de los
eslavos es la cristianización de Bulgaria, puente sobre el cual se encontraron las cristiandades
griega y latina.
 El occidente cristiano: La historia de occidente resulta pobre debido a la alta civilización de
oriente, que permitió las discusiones teológicas que se dieron
 Europa Mediterránea:El papa Juan X fue uno de los más notables pontífices del siglo oscuro,
porque tuvo el valor de reclamar libertad y autoridad para la Iglesia.
 Europa Insular:En Irlanda el apóstol fue san Patricio año 397-460 quien evangelizo una
región que nunca fue conquistada por los romanos por lo que permaneció libre del influjo del
mundo antiguo hasta cuando se dio la transición a la nueva civilización que se puede ubicar
entre el 460 y 560--
 Europa imperial: En cuanto al reino de los francos existían grandes diferencias: al sur la
influencia de la cultura antigua era notable, al norte y este de Francia no existía ni siquiera
las condiciones para la cristianización.
 La Iglesia y la Política francocarolingia: Marcaron la historia, no solo la iglesia sino también
de diferentes campos políticos de Europa durante el medioevo:
 La Iglesia y el reino franco
 El influjo insular:Este influjo abarca dos esferas insulares un tanto diferentes por un lado la
de los irlandeses, y por otro la de los anglosajones.
 Los irlandeses: El punto de partida es la obra Vida de san Columbano, porque este santo es
el más notable de los misioneros irlandeses y su vida es típica para la actividad monástica y
misionera de los irlandeses.
 Los anglosajones: En la lucha por el poder la religión fue un factor decisivo.
 Primer giro pontificio hacia Francia:
 Los últimos pontífices orientales: Gregorio II, Gregorio III, Zacarías y Esteban II.
 La Iglesia y Carlomagno
 El pontificado: La situación política de roma era agitada y los papas Vivian en peligro.

 Adriano I:Quien se movió con habilidad entre los poderes que amenazaban su
independencia
 León III:Envió a Angilberto como embajador exhortando al papa a una vida honesta
observando los sagrados cañones
 El renacimiento carolingio: Se puso de moda el uso de los cuatro sentidos, el literal, el
alegórico, el mural y anagógico.
 Vida Eclesiástica: El punto de partida es la Admonitio generalis del 789 documento donde se
encuentran los avisos generales para una renovación eclesiástica.
 La cristianización de los sajones: Es la empresa misionera más importante del periodo
carolingio, muestra la problemática del poder político con la iglesia
 La reforma cultural: Buscaba el retorno a la auténtica tradición
 Discusiones teológicas: La primera es el adopcionismo. Nació en la Iglesia española y
repercutió en la franca.
 La iglesia y los sucesores de Carlomagno
 Camino a la división: El único sobreviviente Carlomagno era Ludovico
 Las decretales Pseudoisidorianas: Era el restablecimiento de las provincias eclesiásticas
según la Iglesia.
 Nicolás I y la crisis de Lotario II: Nicolás I se convirtió en el segundo eslabón de la cadena
de ascenso del pontificado.
 La Iglesia y la transición imperial
 Aproximaciones básicas: La Iglesia buscaba liberarse del Yugo civil, ya que se Vivian
experiencias diferentes de acuerdo con el reino.
 Transición real: El pontificado era máxima autoridad, fue sometida a las luchas de poder que
se presentaron entre familias y reinos que originaron la Iglesia.
 Relaciones políticas de los eclesiásticos
 El pontificado: Termino con la expulsión de los misioneros romanos de Bulgaria, aparece un
largo y oscuro periodo en el siglo X, llamado siglo de hierro
 El episcopado: La iglesia hace referencia a la Institución jerárquica
El papa es la máxima autoridad y africa en roma quien se va involucrando en las
alianzas, conflictos y luchas de poder para dominar y hacer vida de reyes, entonces
la corrupción y la avaricia hace vida común entre los papas de esos siglos.

Durante el iconoclasmo Leon III en el año 726 hizo destruir el icono de Cristo surge
un edicto contra las imágenes, luego Metodio de Siracusa, quien sin convocar
ningún concilio proclamo en marzo del año 843 la restauración de las imágenes y
su culto lanzado un anatema sobre los iconoclastas.

La cultura era Iglesia y sus representes principalmente eran los obispos y los
monjes quienes llevan el mensaje y se fueron extendiendo por toda Europa.

Es el periodo de la Historia Europea que trascurrió desde la desintegración del


Imperio Romano de occidente

El emperador León III, quien la defendió en el año 717-718, quien se convirtió en


el salvador de la cristiandad, con estas derrotas de Poitiers y Constantinopla, la
iglesia, tuvo que evangelizar el corazón de Europa. En este contexto, varias fiestas
litúrgicas orientales entraron en Roma como la exaltación de la cruz y las cuatro
grandes fiestas marianas.

1.1 El oriente cristiano


1.1.1 Durante el iconoclasmo

En la crisis iconoclasta la política y la religión se entrecruzaron en una lucha


doctrinal con influencia hebrea y musulmana; por ello en la cuestión de las
imágenes entraron en juego el monoteísmo y la lucha contra la idolatría.
Ahora las dificultades estaban en la práctica religiosa que implicaba fieles y monjes
en el modo de expresar la religiosidad, propone como punto de partida del
iconoclasmo la influencia judía de León III condenaba el culto a las imágenes, León
III, y este Hizo destruir el icono de Cristo que se encontraba en el palacio y publico
el primer edicto contra las imágenes.

Para Constantinopla vuelven las contiendas doctrinales y nace el culto a las


imágenes, acreditadas por los milagros que se realizaban en favor del pueblo; los
Constantinopolitanos pusieron sobre la muralla los iconos de Cristo y María.

Antes del siglo VI, las imágenes religiosas comenzaron a ser puestas en paralelo
con las imágenes imperiales hasta ocupar su puesto y se comenzó a esperar de esa
imagen milagros y beneficios que jamás los retratos imperiales habían concedido

Primera Fase.

Comenzaron las primeras persecuciones contra los que veneraban las imágenes;
se dio la separación entre Iglesia e imperio hasta el punto que Italia, es decir, el
papado, comenzó a acercase a los francos.

Con Constantino V, 741-775, sucesor de León III, aparecieron nuevas objeciones


teológicas, en torno a la idolatría.

Segunda Fase.

En este periodo inicio a la segunda fase de la lucha iconoclasta (815-843), que


concluyó con la proclamación definitiva del papel de las imágenes en un periodo de
desarrollo cultural sin precedentes.

Metodio de Siracusa, quien sin convocar ningún concilio proclamo en marzo del año
843 la restauración de las imágenes y su culto lanzado un anatema sobre los
iconoclastas.

Después del iconoclasmo

Elementos políticos

Enfrentamiento patriarcal

Metodio I retiro algunos clericós y obispos iconoclastas pero sustiuirlos por monjes
y studitas, ya que nombro a otras personas que algunas veces no estaban en regla
con las prescripciones del derecho canónico.
Evangelización de los eslavos

En la primera mitad del siglo VII los eslavos habían fundado un efímero estado en
la región de Moravia

El segundo aspecto de la cristianización de los eslavos es la cristianización de


Bulgaria, puente sobre el cual se encontraron las cristiandades griega y latina.

Focio reacciono porque consideró esta situación como una ofensa y apostasía de la
fe y envió una encíclica a los patriarcas orientales que se conoce como “la junta de
la ortodoxia, con cinco puntos clave que Roma había propuesto al latinizar Bulgaria
y destruir las costumbres bizantinas existentes: el ayuno sabatino, la posibilidad
de comer alimentos lácteos, la exigencia del celibato para los sacerdotes y el
rechazo de los casados, la repetición de la confirmación

1.1.2 El iconoclasmo en occidente

Aqui está el punto central de la problemática, porque se podía llegar a


olvidar que Cristo vino a salvar a los hombres y no a las imágenes.
Durante este periodo también se dio una contraposición cultural, existían dos
culturas para entender la mediación de las relaciones entre humanidad y divinidad
en Cristo. Las dificultades estaban en la práctica religiosa; pero entonces allí se
propone como punto de partida del iconoclasmo la influencia judía de León III, y
este Hizo destruir el icono de Cristo que se encontraba en el palacio y publico el
primer edicto contra las imágenes.

Para Constantinopla un momento de crecimiento en lo literario, administrativo y


político a tal punto que la cultura Bizantina se difundió en el siglo VIII; para
Constantinopla vuelven las contiendas doctrinales y nace el culto a las imágenes,
acreditadas por los milagros que se realizaban en favor del pueblo, los
constantinopolitanos pusieron sobre la muralla los iconos de Cristo y María.

Antes del siglo VI, las imágenes religiosas comenzaron a ser puestas en paralelo
con las imágenes imperiales hasta ocupar su puesto y se comenzó a esperar de esa
imagen milagros y beneficios que jamás los retratos imperiales habían concedido.

Primera Fase.

Comenzaron las primeras persecuciones contra los que veneraban las imágenes;
se dio la separación entre Iglesia e imperio hasta el punto que Italia, es decir, el
papado, comenzó a acercase a los francos.

Con Constantino V, 741-775, sucesor de León III, aparecieron nuevas objeciones


teológicas, en torno a la idolatría.

Segunda Fase.

En este periodo inicio a la segunda fase de la lucha iconoclasta (815-843), que


concluyó con la proclamación definitiva del papel de las imágenes en un periodo de
desarrollo cultural sin precedentes, para entender esta segunda fase conviene
recordar el valor de símbolo común de fidelidad y protección atribuido a las
imágenes sagradas, que en varios casos se convirtieron en el centro focal de un
patriotismo cívico.

Metodio de Siracusa, quien sin convocar ningún concilio proclamo en marzo del año
843 la restauración de las imágenes y su culto lanzado un anatema sobre los
iconoclastas. En primera instancia se subraya la existencia de dos fases que se
diferencian por la base filosófica de la teoría de las imágenes. La cultura era Iglesia
y sus representantes, principales obispos y monjes.

1.1.3 Después del iconoclasmo

Elementos políticos
Los misioneros francos denigraron de la actividad de los hermanos al acusarlos de
usar la lengua eslava en la liturgia, lo cual estaba contra el uso de las tres únicas
lenguas usadas para alabar a Dios: hebreo, griego y latín, el evangelio, primero se
debía leer en latín y después en eslavo.

El Papa se alió con los adversarios de Metodio y en año 879, prohibió la celebración
de la liturgia en lengua eslava para evitarse problemas con el príncipe de Moravia.
Un año después se levantó la prohibición de la liturgia en lengua eslava; y Metodio
fue acusado de no predicar como enseñaba la Iglesia romana.

El 31 de diciembre de 1980, el primer Papa eslavo de la historia, Juan Pablo II


declaro a Cirilo y Metodio como patronos de Europa junto a San Benito, dando a
entender que Europa tiene dos raíces. La occidental y la oriental o eslava, y que en
ambas la Iglesia estuvo presente.

El segundo aspecto de la cristianización de los eslavos es la cristianización de


Bulgaria, puente sobre el cual se encontraron las cristiandades griega y latina.

Focio reacciono porque consideró esta situación como una ofensa y apostasía de la
fe y envió una encíclica a los patriarcas orientales que se conoce como “la junta de
la ortodoxia, con cinco puntos clave que Roma había propuesto al latinizar Bulgaria
y destruir las costumbres bizantinas existentes: el ayuno sabatino, la posibilidad
de comer alimentos lácteos, la exigencia del celibato para los sacerdotes y el
rechazo de los casados, la repetición de la confirmación que ya habían dado los
sacerdotes griegos y el añadido de filioque.

Adriano II aprovecho la oportunidad y envió delegados a un nuevo sínodo de


Constantinopla (869-870), donde se habló de la unión de la Iglesia oriental con la
occidental y se reafirmó el primado papal; en este sínodo fue confirmado el II
concilio de Nicea.

Focio fue exiliado a un monasterio donde murió en el año 891 siendo reconocido
por la Iglesia bizantina como un excelente defensor de la ortodoxia hasta el punto
de canonizarlo y fijar su fiesta el 6 de febrero.

1.1.4 El iconoclasmo en occidente

La Iglesia franca, guiada por Carlomagno, está llamada a guardar la pureza de la


Iglesia y la fe ya que el imperio bizantino guiado por una mujer no tendría derecho
a convocar un sínodo y menos atribuirle el título de concilio ecuménico. Aquí está
el punto central de la problemática, porque se podía llegar a olvidar que Cristo vino
a salvar a los hombres y no a las imágenes.

En el fondo de la problemática subyacen algunas ideas: existe una cierta


desconfianza hacia las imágenes por lo cual lo único digno de confianza es la Biblia.
Con esto aparece un nuevo tipo de espiritualidad que se sale del marco de la
problemática lingüística entre veneración y adoración, porque es cristocentrica,
toda vez que una mediación para la salvación por medio de las imágenes es
superflua, absurda, una ofensa a Cristo, único mediador.

Para los francos lo importante era saber si las imágenes eran medio de gracia u
obstáculo para la adhesión al único mediador Cristo.

Ludovico, trato sobre el asunto con Pascual I en el año 817 – 824 y convocó un
sínodo en Paris año 825 donde se hizo una antología en favor de las imágenes que
le fue enviada al Papa haciéndole ver que la posición clara y rígida de Carlomagno
había sido abandonada por la Iglesia franca y que el culto a las imágenes había
crecido en el reino franco.

1.2 El occidente cristiano

La historia de occidente resulta pobre debido a la alta civilización de oriente.

1.2.1 Europa Mediterránea

En Toledo se firmó el paso de la religión cristiana católica; en las decisiones de este


sínodo se encuentra el sinergismo, ya que el rey se sintió responsable de la
disciplina eclesiástica. El sínodo de Toledo es considerado como el nacimiento de la
Iglesia visigótica.

La situación de la Iglesia era difícil; el metropolitano de Aquilea se retiró, primero


a una isla que todavía estaba en poder los bizantinos y después de Turín. A pesar
de ello el rey Aquilulfo contrajo matrimonio con la princesa católica Teodolinda, con
quien el papa Gregorio I estableció comunicación epistolar.

El papa Juan X fue uno de los más notables pontífices del siglo oscuro, porque tuvo
el valor de reclamar libertad y autoridad para la Iglesia.

1.2.2 Europa Insular

En Irlanda el apóstol fue san Patricio año 397-460 quien evangelizo una región que
nunca fue conquistada por los romanos por lo que permaneció libre del influjo del
mundo antiguo hasta cuando se dio la transición a la nueva civilización que se
puede ubicar entre el 460 y el

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ICONOCLASMO
VocTEO

Se trata de una disputa religiosa (726-843) en el Imperio


bizantino, que tuvo consecuencias muy negativas para la unidad
del mundo cristiano medieval y para el florecimiento artístico y
eclesiástico. El choque tuvo como teatro sobre todo al Oriente,
aunque algunos episodios esporádicos relacionados con él, se
verificaron también en Occidente. El cristianismo, a pesar de ser
heredero del hebraísmo, no compartió su aniconismo, sino que
asumió una actitud abierta de defensa y de estímulo en lo que
respecta al arte de las imágenes. Este arte se puso, va a partir del
siglo 1, al servicio de la fe cristiana, con sus peculiares
catequéticas, pedagógicas y culturales. La producción artística,
durante los siglos VI y VII, se difundió por todas las partes del
Estado y en todas las actividades de los bizantinos. La veneración
de los santos, sobre todo de los estilitas, que tocaban más de
cerca al sentimiento religioso popular y jugaban un papel
importante en la vida cotidiana, había conocido entre tanto un
gran desarrollo. La representación de los santos no se hacía sólo
en los lugares de culto, sino también en los objetos de uso diario,
con representaciones pictóricas o en relieve, como por ejemplo,
en vasijas, en monedas de oro y de plomo, utilizadas por el
pueblo como amuletos, o en sellos para la correspondencia. El
desarrollo enorme y universal del arte, antes de que estallase la
disputa iconoclástica, con su consiguiente exasperación, y el
hecho de que Bizancio estuviera colocado entre dos grandes
pueblos anicónicos, el pueblo judío por un lado y el islámico por
otro, fueron, al parecer, las principales causas de la tensión. La
primera fase de la lucha (entre el 726 y el 780) comenzó con el
emperador León III.

Su manifestación inicial coincidió con la definición oficial de toda


representación figurativa de carácter sagrado como idolátrica, por
estar en contraposición clara con la enseñanza de la Biblia.
Después de la orden dada por el emperador de destruir las
imágenes de Cristo que adornaban el vestíbulo del palacio de
Chalki, del asesinato del oficial responsable por parte del pueblo
sublevado y de las ejecuciones consiguientes, comenzó un
período de violencia, que duró un siglo. El resultado fue la pérdida
de la unidad moral del Imperio y la sublevación de las provincias
europeas iconófilas contra las provincias del Asia Menor que
tenían sentimientos iconófobos. Se rebelaron los griegos y los
italianos, mientras que el papa Gregorio II protestó contra la
intervención de la autoridad política en , materia de fe. El papa
Gregorio III insistió por cinco veces en sus protestas y finalmente
convocó un sínodo en donde se condenó el iconoclasmo. León III
organizó, como represalia, un ataque naval contra Italia, confiscó
las tierras papales de Italia meridional, ordenó separarse de Roma
(jurisdicción papal) a todos los obispos situados en el territorio
bizantino y anexionó el Ilírico occidental, Sicilia y Calabria al trono
ecuménico. León III murió en el 740, sin haber conseguido abolir
el culto y la producción de imágenes. Las iglesias de
Constantinopla seguían conservando su decoración en mosaico o
en frescos. Constantino y (740-775), hijo de León III, mostró una
vez más su fanatismo, tan extremista como el de su padre, hasta
autodenominarse «el teólogon; convocó un sínodo en el 754, que
condenó la producción y el culto de los iconos y pronunció el
anatema contra el patriarca Germán 1 y Juan Damasceno, los
grandes defensores de los mismos. Después de su muerte
prematura, su mujer Irene, que tomó el poder, asumió una
actitud favorable ante los iconos. La reanudación de relaciones
entre Bizancio y Roma en el 784 y la elección como patriarca del
secretario de Irene, Tarasio, favorable a los iconos, que manifestó
públicamente su fe ortodoxa en las imágenes, representaron otros
tantos hechos favorables a la política de la emperatriz. El suceso
más importante, sin embargo, fue la convocatoria del VII concilio
ecuménico de Nicea el 24 de septiembre del 787, que concluyó el
32 de octubre de aquel mismo año en Constantinopla, en
presencia de Irene y del joven Constantino VI.

El concilio concluyó condenando la herejía iconoclástica, en favor


de la rehabilitación de los iconos, mientras que se tributaba un
homenaje a los monjes, que habían sufrido un a grave
persecución en el ámbito de la lucha.

La segunda fase de la disputa iconoclástica (813-843) comenzó


con León V, que decidió cambiar la línea política de sus
predecesores. Emprendió una reforma eclesiástica y promovió una
investigación para verificar si la Tradición de la Iglesia, desde los
orígenes, había mantenido o no una actitud de desaprobación del
culto a las imágenes. El patriarca Nicéforo y Teodoro Estudita se
pronunciaron contra la intervención política en cuestiones de fe.
Tras la deposición del primero y el destierro del segundo, fue
nombrado patriarca Teodoro Melissinos, que convocó un sínodo
general a fin de promover la reconciliación de las dos partes en
lucha. Los defensores del iconismo libraron una dura lucha contra
los partidarios del aniconismo para hacer que prevaleciera su
ideología.

León V no tomó ninguna iniciativa personal, pero sus jefes


militares se empeñaron en intervenir. Miguel II, que le sucedió
(820-829), intentó mostrarse disponible al diálogo; impuso una
política iconoclástica moderada, pero murió de forma imprevista.
Su hijo Teófilo (829-842) se mostró un feroz perseguidor de los
iconófilos, acosando a los pintores sagrados, a los monjes y a los
obispos. El patriarca Juan VII, maestro de Teófilo, contribuyó a
exasperar más aún la persecución, en la que fueron exterminados
muchos monjes. La muerte de Teófilo en el 842 coincidió con el
fin de las hostilidades. La madre del joven Miguel III, tomando las
riendas del poder, ordenó que se restableciera el culto a las
imágenes. El monje Metodio (843), a petición del patriarca Juan
VII, tomó las siguientes medidas: proclamó la inocencia de Teófilo
y convocó un gran sínodo que restableció oficialmente el culto a
los iconos. Para ello se instituyó la "fiesta" del triunfo de la
ortodoxia, el domingo primero de Cuaresma. Así, casi
automáticamente y sin oposiciones, concluyó la contienda
iconoclástica, cuyos comienzos habían sido igualmente
imprevistos.

C P. Charalampidis

Bibl.: Iconoclastas, en ERC, 299-304; Fliche-Martin, Historia de la


Iglesia, Y EDICEP, Valencia 1974, 449-489; Ibíd., VI, 97-119 y
227-245; H. G, Beck, La Iglesia griega en el período del
iconoclasmo, en HdI, 111, 88-123,

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que las imágenes representan para las prácticas religiosas y las consecuencias políticas del culto
de los iconos. El escrito afirma también que durante los siglos VIII y IX la crisis iconoclasta
permitió la aparición de una tradición cristiana latina consciente de sí misma. Por lo tanto, se trató
del momento que puso en evidencia el nacimiento de dos formas divergentes de piedad cristiana y
la alienación de una respecto de la otra. La cristiandad occidental centrada en el edificio
eclesiástico y que privilegiaba la ubicación de lo sagrado en el rito eucarístico, y la oriental cuyo
centro era la adoración de las imágenes, con la consecuente multiplicación de los espacios
sagrados.

Palabras clave: Iconoclasmo, iconodulia, imágenes, Bizancio, Carolingio, Alta Edad Media.

El siguiente artículo trata acerca de la recepción en el occidente carolingio de la crisis iconoclasta.


Reflexiona sobre la forma en que ambas cristiandades trataron el problema que las imágenes
representan para las prácticas religiosas y las consecuencias políticas del culto de los iconos. El
escrito afirma también que durante los siglos VIII y IX la crisis iconoclasta permitió la aparición de
una tradición cristiana latina consciente de sí misma. Por lo tanto, se trató del momento que puso
en evidencia el nacimiento de dos formas divergentes de piedad cristiana y la alienación de una
respecto de la otra. La cristiandad occidental centrada en el edificio eclesiástico y que privilegiaba
la ubicación de lo sagrado en el rito eucarístico, y la oriental cuyo centro era la adoración de las
imágenes, con la consecuente multiplicación de los espacios sagrados.

Palabras clave: Iconoclasmo, iconodulia, imágenes, Bizancio, Carolingio, Alta Edad Media.

Entre fines del siglo VIII y mediados del siglo IX se manifiesta una divergencia fundamental entre
el cristianismo latino occidental y el ortodoxo oriental. El centro del problema es el lugar que
deben tener las imágenes en el culto cristiano. Occidente privilegiará el edificio eclesiástico como
lugar exclusivo de lo sagrado y la eucaristía como el centro de la vida religiosa23. El culto a las
imágenes y, por extensión, a las reliquias de los santos tendrá un lugar importante en la
religiosidad occidental, pero nunca llegará a tener la centralidad que estas ocupan en el oriente
cristiano. Aunque el camino medio propuesto por el papado terminará triunfando en Occidente, sin
embargo, esto no significará la unión de ambas cristiandades, sino por lo contrario la
manifestación de que ambas habrán de tomar caminos muy diferentes en el desarrollo de sus
propias formas de religiosidad. Este momento de la historia del cristianismo es central, no solo por
la lucha entre iconoclastas e iconódulos en Oriente —con el triunfo final de estos últimos—, sino
también por la aparición de una Iglesia latina que manifiesta su independencia del viejo orden del
cristianismo tardo antiguo, centrado en las grandes sedes patriarcales del Mediterráneo central y
oriental.

Notas
Los misioneros francos denigraron de la actividad de los hermanos al acusarlos de
usar la lengua eslava en la liturgia, lo cual estaba contra el uso de las tres únicas
lenguas usadas para alabar a Dios: hebreo, griego y latín, el evangelio, primero se
debía leer en latín y después en eslavo.

El Papa se alió con los adversarios de Metodio y en año 879, prohibió la celebración
de la liturgia en lengua eslava para evitarse problemas con el príncipe de Moravia.
Un año después se levantó la prohibición de la liturgia en lengua eslava; y Metodio
fue acusado de no predicar como enseñaba la Iglesia romana.

El 31 de diciembre de 1980, el primer Papa eslavo de la historia, Juan Pablo II


declaro a Cirilo y Metodio como patronos de Europa junto a San Benito, dando a
entender que Europa tiene dos raíces. La occidental y la oriental o eslava, y que en
ambas la Iglesia estuvo presente.

El segundo aspecto de la cristianización de los eslavos es la cristianización de


Bulgaria, puente sobre el cual se encontraron las cristiandades griega y latina.

Focio reacciono porque consideró esta situación como una ofensa y apostasía de la
fe y envió una encíclica a los patriarcas orientales que se conoce como “la junta de
la ortodoxia, con cinco puntos clave que Roma había propuesto al latinizar Bulgaria
y destruir las costumbres bizantinas existentes: el ayuno sabatino, la posibilidad
de comer alimentos lácteos, la exigencia del celibato para los sacerdotes y el
rechazo de los casados, la repetición de la confirmación que ya habían dado los
sacerdotes griegos y el añadido de filioque.

Adriano II aprovecho la oportunidad y envió delegados a un nuevo sínodo de


Constantinopla (869-870), donde se habló de la unión de la Iglesia oriental con la
occidental y se reafirmó el primado papal; en este sínodo fue confirmado el II
concilio de Nicea.

Focio fue exiliado a un monasterio donde murió en el año 891 siendo reconocido
por la Iglesia bizantina como un excelente defensor de la ortodoxia hasta el punto
de canonizarlo y fijar su fiesta el 6 de febrero.

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