Está en la página 1de 2

It.

4 Mu III U OIHlluIl

se actuahiicntc es realniciitc un o r c k i i i i u c \ o . cuáles scm sus


especillcicladcs y q u é lo diferencia de lo que podía ser el orden
en los regímenes p i e c c d e n t e s .
Creo que los próximos a ñ o s , que pueden ser bastantes dece-
nas o, incluso, medio siglo, van a estar caracterizados por lo
que se llama la " e s c a s e z de e n e r g í a " o por el hecho de que es-
ta energía —que no e s c a s e a realmente tanto como se dice por
a h í — va a ser una energía c a r a . Los países occidentales, pues-
to que somos occidentales y hablamos y reaccionamos como ta-
l e s , han vivido hasta ahora sobre la base de un saqueo energé-
NUEVO ORDEN INTERIOR
tico realizado sobre el resto del mundo, gracias a lo cual hemos
Y CONTROL SOCIAL*
¿ISCÍ'Uríír T1'.ie*-trf* r*rf»f-iTntoníí> r»f*oní^mír*f> n i i o ^ t r o htí*-
nestar y . también, el sistema político en el que hemos vivido.
Ahora bien eso se acabó, para no volver nunca j a m á s . (Interpe-
Voy a ser muy breve porque creo que es necesario pasar in-
laciones y aplausos entre el público). C r e o , de todas formas,
mediatamente a la discusión y a tratar cuestiones concretas.
que hay una cosa muy cierta, y es que tal como ha funcionado
E s verdad que cuando se oye el término " o r d e n i n t e r i o r " no se
el Estado hasta ahora, es un Estado que no tiene ya posibilida-
tienen g a n a s de añadirle ningiín nuevo epíteto puesto que,
des ni se siente capaz de gestionar, dominar y controlar toda la
d e s p u é s de todo, el orden interior es una consigna, un objeti-
serie de problemas, de conflictos, de luchas, tanto de orden
v o , u n a estrategia que caracteriza a la mayoría de los Estados
económico como social, a las que pueden conducir esta situa-
m o d e r n o s , de los antiguos E s t a d o s y . finalmente, de todo E s -
ción de energía c a r a . Dicho de otro modo: hasta ahora el E s t á -
tado. C r e o que existe una cierta pereza teórica, política, o si
do ha funcionado como una especie de Estado-Providencia y.
a s í lo prefieren, una cierta pereza m o r a l , que es la peor, cuan-
en la situación económica actual, ya no puede serlo, .'\demas
do s e dice que es siempre i g u a l , que el orden de hoy es igual
en el curso de los próximos años se van a presentar dos posibi-
q u e e l orden de ayer y que l a mejor m a n e r a de desautorizar el
lidades: la fascista, "stricto s e n s u " aunque no creo que sea
o r d e n d e hoy, o de denunciarlo, e s demostrando que este or-
esta la que nos amenace sino la s e g u n d a . Yo llamo posibilidad
d e n actual e s semejante al precedente. Sin embargo, creo que
fascista a lo que sucede en un país en que el aparato de Estado
e s m u y importante p a r a nuestra v i d a , p a r a nuestra existencia
no puede ya asegurar el cumplimiento de sus funciones más
y p a r a nuestra individualidad — e n función de lo que queramos
que a condición de dotarse a sí mismo de un partido potente,
h a c e r — . s a b e r en qué aspectos este orden que vemos instalar-
omnipresente, por encima de las l e j e s y fuera de! derecho, y
que hace reinar el terror al lado del E s t a d o , en sus mallas y en
(•» lotervcnción en la Universidad de Vinccnnes publicada en El Viejo Topo. el propio aparato del E s t a d o . No creo que en F r a n c i a , al menos
extra a ú n : . 7 sobre el "control s o c i a l " . 1978. págs. 5-7. por el momento, nos amenace esta solución de complementa-
riedad de la potencia del E s t a d o y de la omnipresencia del par-
tido. L a estrategia hacia la cual nos orientamos —con todos los
cambios e involuciones p o s i b l e s — es más bien la segunda so-
lución. L a solución que es más sofisticada, se presenta a pri-
mera vista como una es|>ecie de "dcsinvcrsiún", como si el
\¡ÍCttt'l f-''íUCíl ult
lh(>

i n t e r v e n i r en c u a l q u i e r m o m e n t o j u s t a m e n t e allí donde haya


c r e a c i ó n o c o n s t i t u c i ó n de u n p e l i g r o , allí donde aparezca algo
a b s o l u t a m e n t e i n t o l e r a b l e para el poder. Esto conduce a la ne-
cesidad de e x t e n d e r por toda la .sociedad, y a t r a v é s de ella
E s t a d o se clcsiiiicrvsasc de un cierto míiiicro de cosas, de p r o -
m i s m a u n s i s t e m a de información q u e . e n cierta f o r m a , es v i r -
blcnuis y de p e q u e ñ o s detalles hacia los cuales h a b í a hasta
' t u a ! . q u e no s e r á actualizado y que no servirá e l e c t i v a m e n t e ,
ahora coüsidcrado necesario dedicar una atención particular.
j q u e no t o m a r á ciertas circunstancias y m o m e n t o s : es una espe-
D i c h o c o n otras palabras: creo q u e actualmente el E s t a d o se
cie de m o v i l i z a c i ó n p e r m a n e n t e de los conocimientos del E s t a -
h a l l a ante u n a situación ta! que no puede ya permitirse ni eco-
do sobre los i n d i v i d u o s . F i n a l m e n t e , el cuarto aspecto p a r a
nómica ni socialmcnte. el lujo de ejercer un poder o m n i p r e s e n -
q u e este nuevo o r d e n i n t e r i o r funcione, es la constituciján_íle
te. punfillo.so y costoso. Está obligado a economizar s u propio
u n consenso que pasa, e v i d e n t e m e n t e , por toda esa serie d e
ejercicio del poder. Y esta economía va a traducirse, j u s t a m e n -
c o n t r o l e s , coerciones e incitaciones q u e se realizan a t r a v é s _ d e
te, en e s e cambio del estilo y de la forma del orden interior. E n
los mass m e d i a y que, enc^ierta f o r m a , y sin q u e el poder tenga
el siglo X I X — y aún en el X X — , el orden interior era proyecta-
q u e i n t e r v e n i r por'sí m i s m o , sin q u e tenga q u e pagar el costo
do, programado como una especie de disciplina e x h a u s t i v a ,
m u y e l e v a d o a veces de un ejercicio d e l p o d e r , va a significar
eie>rcicndosc de forma constante e ilimitada sobre todos y cada
una c i e r t a r e g u l a c i ó n e s p o n t á n e a que_Ya.a-hacer.quc_e! orden
uno de los i n d i v i t l u o s . Creo que h o y . c! nuevo orden interior
social se a u t o e n g e n d r e , se p e r p e t i í e , se a u t o c o j i t r o l e a t r a v é s
obedece a una nueva economía. ¿ C u á l e s su característica? E n
de s u s p r o p i o s agentes de forma tal q u e el p o d e r , ante una s i -
p r i m e r lugar el niarcajc. la localización de un cierto níimero de
tuación regularizada por sí misma, tendrá la posibilidad de i n -
zonas q u e podemos llamar " z o n a s v u l n e r a b l e s " , en las que el
tervenir lo menos posible y de la forma más discreta, i n c u m -
E s t a d o no quiere que suceda absolutamente n a d a . E n la prác-
biendo a los propios interlocutores económicos y sociales el r e -
t i c a , coando vemos lo que se ha dado en llamar terrorismo en
solver los conflictos y las contradicciones, las hostilidades y l a s
un país como Francia o Alemania F e d e r a l , s e trata justamente
luchas que la situación e c o n ó m i c a provoque, bajo el control d e
de un comportamiento situado en e s a zona de peligrosidad, de
un E s t a d o j j u e aparecerá, a la vez, dcsentendidq_y_CQpdescen-
e x t r e m a vulnerabilidad, donde se ha decidido que no se cederá
diente. Y e s mediante e^ta_e§peci.Q_de^
e n absoluto, y donde las penas son mucho m á s n u m e r o s a s ,
m á s fuertes, m á s intensas, m á s despiadadas, e t c . A s í p u e s , e! poder, y para que no recaigan sobre él las responsabilidades
p r i m e r aspecto de esta nueva economía e s la localización de de los conflictos económicos —resolviéndose éstos entre los
e s t a s zonas v u l n e r a b l e s . E l segundo a.specto —ciertamente i n - propios interlocutores—, como van a aplicarse los medios n e -
l e r r e l a c i o n a d n con el primero, — e s una especie de tolerancia: cesarios para que reine el orden interior sobre una base m u y
l a puntillosidad policíaca, los controles cotidianos —bastante diferente de la que hemos visto funcionar cuando el E s t a d o po-
t o r p e s — v a n . a relajarse puesto que. finalmente, e s mucho m á s día permitirse el lujo de s e r , a la vez. un Estado-Providencia y
fácil d e j a r e a l a sociedad un cierto porcentaje de delincuencia, un E s t a d o omnivigilante.
d e i l e g a l i d a d , d e irregularidad: estos m á r g e n e s de tolerancia Todo ésto no e s más que un vago e s q u e m a , no tanto de e x -
a d q u i e r e n a s i , un carácter regulador. E l tercer aspecto de este plicación, sino d e exposición de estos fenómenos sobre los que
nuevo o r d e n iaterior — y q u e e s la condición para que pueda tal vez podríamos ahora discutir con mayor precisión.
f u n c i o n a r e n e s a s zonas vulnerables d e forma precisa e inten-
s a , y pudien<k> cimtrolar desde lejos dichos m á r g e n e s — e s un
'*"•••"•-:-•" - -.••ifi^r-^ f:y1f^^^ ¿
s i s t e m a d e información general. E s e mismo del que os hablaba
hace un momento Louis . l o a n e ; . Es necesario un sistema de i n -
formación q u v no l e n e a fiindamenialmente como objetivo la
vigilancia dc^^ada i n d i v i d u o , s i n o , m á s bien, la posibilidad de

También podría gustarte