Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El año pasado, la sociedad española recibió US$ 43 millones del Estado por el subsidio a
la construcción y tuvo ingresos de US$ 19,6 millones por la explotación de servicios.
Ambos están a cargo de la sociedad concesionaria San José-Tecnocontrol S.A., y a fin de año
cumplirán cuatro años desde que atienden pacientes.
De acuerdo con la memoria de la concesionaria, 2016 fue el año con mayores utilidades desde
que los recintos abrieron sus puertas, con US$ 3,9 millones (poco más de $2.653 millones).
En 2014 la concesionaria ganó US$ 1,7 millones ($1.146 millones), mientras en 2015 tuvo un
resultado negativo de US$ 2,3 millones ($1.574 millones).
El gerente general de la concesionaria, Adolfo Nobre, detalla que la pérdida de 2015 "se
generó por el pago puntual en ese año de los derivados bancarios asociados al crédito de la
etapa de construcción".
Nobre apunta que "ingresos y egresos están basados en el contrato de concesión", y recalcó
que la inversión de la concesionaria en los recintos fue de US$ 246 millones ($165 mil
millones).
Aporte estatal
Según los resultados financieros de la empresa, el año pasado la concesionaria recibió US$ 43
millones por el subsidio a la construcción, que corresponde a un monto anual que le paga el
Estado por haber levantado los recintos. Además, tuvo ingresos de US$ 19,6 millones por la
explotación de servicios al interior de los hospitales.
Hay otros pagos en discusión, que corresponden a incentivos por el uso y sobredemanda de
las camas de los recintos, inversiones solicitadas por el Ministerio de Obras Públicas (MOP)
que no estaban consideradas en el diseño original y resultados a nivel de servicios.
Según la concesionaria, "la controversia radica en que el MOP y los hospitales no han
implementado los instrumentos que permitan medir o determinar los parámetros del pago
variable a la operación. Sin embargo, la sociedad ha determinado que al menos el pago por
obras adicionales y resultado de nivel de servicio debería realizarse", por cuanto reclama US$
2,1 millones ($1.408 millones).
El análisis financiero de la concesionaria muestra que podría pagar multas por casi US$ 1
millón por supuestos incumplimientos en 2015 y 2016. Las propuso la inspección fiscal, pero no
han sido aplicadas por la Dirección General de Obras Públicas.
El diseño del recinto también tiene sello español, en este caso la firma de
arquitectura catalana Bbats Consulting & Projects, que contó con el
apoyo de sus socios locales Murtinho+Raby Arquitectos.