Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de forma menos precisa, células HEK, son una línea celular proveniente de células de riñón de
embrión humano. Estas células son muy sencillas de cultivar y se transfectan fácilmente, por lo
que se han usado ampliamente durante muchos años para la investigación en biología celular.
Además, se utilizan también en la industria biotecnológica para producir virus y proteínas para
terapia génica.
Durante muchos años se ha asumido que las células HEK 293 se generaron por la
transformación de fibroblastos, endotelio o epiteliales, todas ellas abundantes en riñón. De
cualquier manera, la transformación original con el adenovirus fue muy deficiente, lo cual
sugiere que la célula que finalmente dio lugar a la línea HEK 293 es inusual en algún aspecto.
De hecho, Graham y sus colegas encontraron evidencia de que esta línea y otras líneas
celulares obtenidas por transformación con adenovirus de células de riñón embrionario
humano tienen muchas propiedades de neuronas inmaduras, sugiriendo que los adenovirus
transforman de forma preferente al linaje neuronal en el cultivo original de riñón.[4] Un
estudio de los genomas y transcriptomas de las HEK 293 y otras cinco líneas celulares
derivadas ha aportado bastante información acerca de estas células.[5] Tras estos estudios,
hay indicios que apuntan a que probablemente las células HEK 293 fueran un precursor
embriónico adrenal y no propiamente renal. Como consecuencia, las células HEK 293 no
deberían ser utilizadas como un modelo in Vitro de células de riñón.
Las células HEK 293 tienen un cariotipo muy complejo, mostrando dos o más copias de cada
cromosoma y con una moda cromosomal de 64.[6][5] Han sido descritas como hipotriploides,
conteniendo menos de tres veces el número de chromosomas de una célula diploide humana
normal. Las anormalidades cromosómicas incluyen un total de 3 copias para el cromosoma X, y
cuatro para el cromosoma 17 y el cromosoma 22. La presencia de múltiples cromosomas X y la
ausencia de cromosoma Y sugiere que el feto original era una hembra.