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Unidad 1 – La psicología social como disciplina

1. DEFINICIÓN DE PSICOLOGÍA SOCIAL:


 Definimos la psicología social como la disciplina que se vale de métodos científicos para
“entender y explicar la influencia que la presencia real, imaginada o implícita de los otros
tiene en las ideas, los sentimientos y la conducta de los individuos” (Allport, 1985).
 La psicología social se concentra en el individuo, y no en un grupo u otra unidad.
Quienes piensan, sienten y actúan son los individuos. Queremos conocer el efecto de los
sucesos sociales en los individuos.
 Su propósito es comprender cómo actúan la mayoría de las personas en determinada
situación.
 Los sociólogos están interesados en la estructura y el funcionamiento de los grupos, que
pueden ser pequeños (una familia), medianos (un club o asociación) o grandes (una
sociedad).
 Los psicólogos de la personalidad están interesados en identificar las diferencias entre
individuos que guían el comportamiento. EJ: la reacción de una persona a diversas
situaciones y las diferencias entre sus respuestas y las de otro.

2. LA META DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL: MÁS DE LO QUE ESTÁ A LA VISTA:


 El campo de la psicología social ha sufrido algunas transformaciones interesantes desde
sus orígenes, pero ninguna más radical que las “CONDUCTAS” que los psicólogos
sociales someten a una estrecha observación.
 Una vez que las investigaciones abarcaron ideas, percepciones y emociones, el horizonte
creció de nuevo. Entonces, los psicólogos sociales pudieron explorar la relación entre
actos, actitudes, sentimientos y percepciones. El objeto de interés se centró en el
proceso implicado en la conducta social y empezaron a surgir descubrimientos
sorprendentes.
 Las personas perciben e interpretan hechos del entorno de manera completamente
distinta y sus respuestas están guiadas por sus interpretaciones de los mismos. O bien
actitudes y sentimientos preparan el terreno para la conducta, o bien la conducta influye
en sentimientos y actitudes.
 La vida social no es una serie de acontecimientos independientes en que cada uno
comienza en cuanto termina el anterior, almacenamos información sobre las
INTERACCIONES SOCIALES. Este depósito de información del pasado influye en
nuestras expectativas sobre las situaciones actuales, nuestra interpretación de ellas y la
forma en que clasificamos personas y sucesos en su contexto.
 Al reconocer estos temas, el campo de la psicología social creció otra vez para abarcar el
examen de cómo guarda la gente la información sobre sus experiencias e interacciones
sociales y cómo influye esta información sobre su conducta en las situaciones actuales.
 El campo de la psicología social comprende muchos temas que son del dominio de la
psicología cognoscitiva, pero esta expansión se basa en la premisa de que buena parte de
nuestras cogniciones son a la vez un producto y un motor de nuestra conducta social.
3. LA HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL:
 La psicología social es un producto del siglo XX. En buena media es producto de
Occidente, y, más en concreto, Norteamérica. La psicología social ha sido moldeada por
los acontecimientos mundiales, las corrientes políticas y los asuntos sociales.
 El año 1897 se celebra como aquel en el cual se realizó el primero experimento de la
psicología social. Norman Triplett (1897): examinó los registros oficiales de las
carreras de bicicletas y observó que la velocidad máxima de los ciclistas era
aproximadamente un 20% mayor cuando competían con otros que cuando corrían solos.
Para comprobarlo, hizo que unos niños enrollasen el hilo de un carrete de una caña de
pescar solos o en presencia de otros niños ejecutando idéntica tarea.
 El efecto de la presencia de otros en el desempeño individual fue básicamente el único
tema estudiado en forma experimental durante las primeras tres décadas de psicología
social (Allport, 1985).
 Poco después del cambio de siglo, se publicaron 2 textos de psicología social:
 Social Psychology (Psicología social) que fue escrito por el sociólogo Ross (1908),
quien afirmaba que la conducta social era causada por imitación o sugestión.
Estaba interesado en la psicología de masas y en el comportamiento colectivo.
 El segundo libro era de William McDougall (1908), postulaba que gran parte del
comportamiento humano era el resultado de instintos, que son tendencias
conductuales innatas (no aprendidas) comunes a los miembros de una especie.
Para él, buena parte de la conducta social humana tenía una motivación o un
impulso interno. Se centró más en el individuo.
 Ross rechaza el instintivo de MCDougall y definía la Psicología Social como
un resultado de la interacción entre el hombre y el medio ambiente (la
sociedad), aportando datos experimentales.
 Allport, por su parte, escribió un libro, en el que a diferencia de los anteriores, lleva
a la Psicología Social por un camino concreto claramente Psicologista. Reclama la
Psicología Social como Psicología. Dice que eso de Psicología de Grupo en el fondo
son tendencias y que no son grupos, sino personas.
 En 1929, Thurstone y Chave publicaron La medición de las actitudes que suponía que
era posible conceptuar y medir las actitudes y las opiniones.
 La década de 1930 se convirtió en una época de medición y estudio de las funciones de
las actitudes. Se creó un grupo de psicólogos debido a la unión por causa de la Gran
Depresión y entre ellos estaban: Ross Stagner, Krech, Allport, Hilgard y Murphy. Por ello,
se formó en 1936 la Sociedad para el Estudio Psicológico de Temas Sociales (SPSSI, por
sus siglas en inglés) (La mayoría psicólogos sociales).
 La investigación en la psicología social todavía era muy diferente de lo que es hoy hasta
que KURT LEWIN, que venía de la tradición de la psicología aplicada, durante la Primera
Guerra Mundial, elaboró en Alemania una prueba para operadores inalámbricos con el
interés de encontrar los medios para aumentar la productividad de los grupos. Si bien
este interés coincidía con el de los psicólogos de la SPSSI, Lewin tenía un proyecto más
amplio que lo sitúa como el fundador de la moderna psicología social.
 La psicología social, por influencia de Lewin y sus colaboradores, empezó a contemplar
la investigación no solo como estudio de fenómenos separados e inconexos, sino también
como forma de poner a prueba teorías generales sobre el comportamiento de personas.
 La Segunda Guerra Mundial fomentó en EEUU el interés por saber qué forma de
gobierno era la mejor, dictadura o democracia. Lewin se valió del clima de la guerra
para comparar los efectos de varios estilos de liderazgo en el desempeño y la dinámica
de los grupos.
 La Segunda Guerra Mundial fue también el estímulo para la creación del Programa de
Investigación de la Comunicación de Yale. Efectuaron docenas de estudios para
averiguar quién debería decir qué y cómo para persuadir al auditorio de que creyera en
un mensaje o adoptara una posición.
 Las atrocidades de la guerra generaron preocupaciones sobre el grado al que la gente
obedecería las órdenes de las autoridades y se plegaría a los esquemas del grupo. Los
psicólogos sociales iniciaron estudios sobre la conformidad (Asch, 1956) y la obediencia
(Milgram, 1965). Las crecientes tensiones mundiales, la carrera armamentista, la
guerra verbal y de nervios entre las potencias de Oriente y Occidente, que se conocieron
como guerra fría, concentraron la atención en los temas de los conflictos y su solución.
Los psicólogos sociales reunieron sus talentos para formular teorías y metodologías de
investigación dedicadas al estudio de conflictos y la toma de decisiones (Deutsch y
Krauss, 1960).
 Festinger (1957) propuso la Teoría de la disonancia cognoscitiva, con la cual afirmó
que las personas luchan por ser congruentes en sus cogniciones (creencias, actitudes e
información sobre sus conductas y las de otros). El descubrimiento de incongruencias
crea un estado de disonancia cognoscitiva y mueve a los individuos a restablecer la
congruencia. Esta teoría se aplicó para profundizar en la comprensión de temas como la
conducta de los consumidores, la atracción interpersonal, la integración en las escuelas y
el aprendizaje.
 A partir de aquí, los psicólogos sociales dirigieron su atención a perfeccionar sus
métodos de investigación, adoptar técnicas nuevas para registrar y observar el
comportamiento y aplicar herramientas estadísticas más avanzadas al análisis y la
interpretación de los datos.
 En la década de 1980 aumentó el interés por la forma en que percibimos y procesamos
la información social (cognición), lo cual ha mostrado que las personas organizan e
interpretan los acontecimientos. El trabajo en cognición social se dirige a identificar la
forma en que se procesa esta información y a hacer pronósticos más exactos sobre la
relación entre la gente y el mundo social.
 En la década de 1990, los psicólogos sociales saben que la cultura tiene profundos
efectos en el comportamiento; de este modo, si la disciplina quería presentarse como
interesada en las teorías generales de la conducta social, debía incluir estudios de otras
culturas.
1890-1900 1900-1920 1920-1930 1930-1940 1940-1950
1897 1908 1929 1934 1948
Primer Publicación de los Publicación de Fundación del primer instituto Publicación de
experimento de primeros libros de texto The de sondeo de la opinión Resolving Social
psicología social de psicología social: Measurement of pública Conflicts de Lewin
(Triplett) 1) Ross: la conducta Attitudes de 1935
cosial por Thurstone y Lewin: la psicología social
imitación o Chave empieza a contemplar la
sugestión investigación como medio
2) McDougall: la para verificar teorías
conducta es el generales del
resultado de los comportamiento, más que
instintos. Mayor como estudio de fenómenos
interés en el independientes e inconexos
individuo 1936
Se funda la Sociedad para el
Estado Psicológico de Temas
Sociales (SPSSI)

1950-1960 1960-1970 1970-1980 1980-1990 1990s

Década de 1950 Década de 1960 Década de 1970 Década de 1980 Década de 1990
Las atrocidades de la Inicio de los La psicología social Nuevo interés en la Mayor interés en el
Segunda Guerra estudios del expande sus investigación de la papel de la cultura en
Mundial estimulan proceso de horizontes: se funda la cognición social el comportamiento
estudios importantes atribución: Asociación Europea de (cómo procesamos y Nuevos objetivos de
sobre la conformidad ¿cómo percibe e Psicología Social percibimos la investigación en los
(Asch, 1956) y la interpreta el Experimental y, más información) temas sociales del
obediencia (Milgram, individuo los tarde, la Sociedad Nuevos adelantos en momento:
1965) hechos sociales? Asiática de Psicología la metodología de la - Prevención del
(Kelley, 1967; Social (1996) investigación: SIDA/VIH
1957 Jones y Davis, 1972 - Metaanálisis - Relaciones
Aparición de la teoría 1965) Publicación de la - Psicofisiología entre grupos
de la disonancia primera edición de - Estudios de étnicos
cognoscitiva Prejudice and Racism diarios - Identidad
de James Jones sexual
- Pena de muerte
4. LOS MÉTODOS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL:
 Los investigadores de casi todas las ramas del conocimiento deben entender vastas
cantidades de datos y comunicar sus conclusiones a otros investigadores. En el esfuerzo
por ser congruentes al estudiar y hacer públicos los resultados, los investigadores
establecen un conjunto de normas que rigen estos procedimientos. Y este conjunto de
reglas de investigación constituye una CIENCIA. La llamamos ciencia por su adhesión al
método científico: un conjunto normalizado de reglas para investigar fenómenos y
comunicar resultados.
 La ciencia es una actividad que pretende: describir, predecir y explicar fenómenos.
Para conseguir estos objetivos, el científico controla las condiciones de modo que el
fenómeno buscado se produzca.
 Con la intención de hacer expeditas estas metas y guiar la investigación, los científicos
formulan teorías e hipótesis.
 TEORÍA: es un enunciado sistemático que explica el por qué dos o más fenómenos están
relacionados. Éstas pueden ser generales (como la de Copérnico con el movimiento
heliocéntrico de los planetas) o restringidas (como por qué la gente se asusta en ciertas
circunstancias).
 HIPÓTESIS: conjeturas informales sobre la relación entre fenómenos. Las hipótesis no
pretenden explicar por qué se relacionan dos fenómenos, sino que expresan cuál será
dicha relación. Las hipótesis pueden derivarse de las teorías o bien plantearse a partir de
los datos que se tengan. La hipótesis será correcta o incorrecta; la comprobación de
hipótesis es una de las principales tareas de la ciencia. La psicología social se ocupa de
explicar, predecir, comprender y verificar relaciones entre fenómenos.
 La tarea de un psicólogo social que sigue el método científico es localizar la
información que comprobará o refutará la teoría o sospecha. El psicólogo social debe
obtener apoyo patente a su teoría para persuadir a los críticos o a otros científicos sociales
de que es correcta. Aplican diversos métodos para comprobar las teorías y seguir las
pistas. Parte del trabajo es elegir la mejor estrategia para investigar determinado
problema.

MOSCOVICI

En el campo de la psicología social, Moscovici pregunta ¿Qué es psicología social?. Afirma


que dentro de la red social existen una diversidad múltiple de individuos que componen la
sociedad del mismo modo que la materia está compuesta por una multitud de átomos. Es
decir, que sostiene la visión de que es imposible conocer lo uno, el individuo (históricamente
objeto de la Psicología) sin lo múltiple, la sociedad (históricamente objeto de la Sociología o de
la Economía) dado que ambos no son dos mundos extraños entre sí. Sólo existen
separadamente como abstracción. Dice Moscovici que toda ciencia intenta responder a
algunas de las preguntas que se formulan los hombres: “La física, a la pregunta ¿qué es la
materia o el movimiento? La biología, a la pregunta :¿qué es la herencia?. De manera similar,
la psicología social se ha ocupado y sigue haciéndolo de un solo y único problema: ¿por qué
se produce el conflicto entre individuo y sociedad? . Moscovici define así, primeramente, a
la psicología social: “La psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la
sociedad ” y seguidamente hace una aclaración muy interesante: “de la sociedad externa y de
la sociedad que lleva adentro”, es decir que ha internalizado, que se representa en el escenario
de su subjetividad. Por ejemplo el modo en que un docente se represento a su clase de
alumnos, a esta microsociedad, es muy diferentes al modo en que cada alumno “la lleva
adentro”.

Hasta aquí hemos considerado el espectro en toda su extensión, pero ahora debemos acotarlo
para poder precisar mejor el campo de la psicología social según Moscovici: ¿Cuál es su
objeto?. Moscovici afirma que no existe unanimidad en este punto pero el recurre a una
definición que enunció en 1970: es objeto central de la psicología social todos los
fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según su génesis,
es decir su origen, las condiciones de su gestación, su estructura, como se conforma y su
función, que objetivos cumplen. a que están destinados, a que intereses o propósitos sirven.

IDEOLOGÍA: Los fenómenos relacionados con la ideología consisten en sistemas de


representaciones y de actitudes como son los prejuicios sociales como el racismo antinegro,
anti-pobres o antijudío, los estereotipos ”todos los desocupados son unos vagos”, las
creencias, las supersticiones referentes a la mala o buena suerte. Estos fenómenos expresan
una representación social que individuos y grupos se forman para actual y comunicar, dando
forma, asi a esta realidad física o imaginaria que es la realidad social.

COMUNICACIÓN SOCIAL: Los fenómenos relacionados con la comunicación social son los
intercambios lingüísticos y no lingüísticos (imágenes, gestos,etc.) entre individuos y grupos a
fin de transmitir una información determinada o influir sobre los demás. Moscovici emplea
deliberadamente la noción de comunicación social para indicar que incluye tanto los
fenómenos de comunicación de masas de influencia colectiva como la publicidad, propaganda,
etc., como los procesos puramente lingüísticos y los hechos semánticos y con los signos que
circulan en la sociedad, con la Semiología, que según el propio Saussure forma parte de la
psicología social, etc. A partir de estas acotaciones Moscovici formula los siguiente: La
psicología social es la ciencia de los fenómenos de la ideología (cogniciones y
representaciones sociales) y de los fenómenos de la comunicación en los niveles de
relaciones entre individuos, entre individuos y grupos, y entre grupos. ¿Qué caracteriza a
esta disciplina, qué tiene de particular, qué la distingue de otras que comparten el mismo
interés por los grupos e interacciones humanas?. La clave está en la visión psicosocial: en
el enfoque, en el modo particular de observar, de relacionar y de reflexionar respecto de los
fenómenos y no en el territorio. Para Moscovici, históricamente, tanto el psicólogo como el
sociólogo poseen una lectura binaria de los hechos. Esto es: separan sujeto de objeto. Esto
configura el siguiente esquema: Sujeto individual (yo, conciencia, organismo,etc.) - objeto
(medio ambiente, estímulo). Por ej. Cuando en Sociología el sujeto se enfrenta a un objeto
sobre el que desea influir para modificar algunas de sus pautas de consumo. Esto configura el
siguiente esquema: Sujeto colectivo (organización, institución, masa, grupo,etc.) - objeto (otro
entorno humano, target, población destinataria). A esta lectura o visión binaria Moscovici le
opone una lectura o visión ternaria de los hechos y de las relaciones. Es decir que sustituye la
relación de dos términos (sujeto-objeto) por una relación de tres términos: sujeto individual –
sujeto social – objeto. Expresado de otra manera: Ego (yo) -Alter (el otro similar, semejante o
diferente, particular e innovador) - objeto. La presencia del otro funciona como mediación
para abordar la realidad de un modo diferente por la relación fundamental con los demás. Un
actor, un sujeto determinado, adquiere un sentido mas amplio, menos restrictivo, menos
limitado, enriquecido por la perspectiva que brinda en su manifestación colectiva.

Visión psicosocial:

-Ego: sujeto individual


-objeto: contexto
-alter: otro sujeto social diferente
-alter ego: otro sujeto social semejante a uno mismo
-El contexto determina la relación entre ego y alter, y uno es alter y ego siempre en un
contexto.
VISION PSICOSOCIAL: consiste en sustituir la relación de dos términos, sujeto y objeto, por
una relación de tres términos, sujeto individual, sujeto social y objeto, lo cual es una
terceridad, esta relación es de manera estática o dinámica, de coopresencia o interacción,
modificaciones que afectan el pensamiento y el comportamiento de cada individuo, a través
de dos mecanismos: la facilitación social (de una parte) preferencias por respuestas familiares
y la influencia social (por otra parte) que es la presión de la autoridad.

MOSCOVICI: La psicología social es la ciencia de los fenómenos de la ideología (cogniciones y


representaciones sociales) y de los fenómenos de la comunicación.
Formulas definitorias: es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad, de la sociedad
interna y externa.
SURGIMIENTO SOCIO-ECONOMICO: periodo de profundos cambios económicos, sociales y
políticos. En el plan nacional, existió la semana trágica (1919) donde hubo una concentración
en la ciudad de Buenos Aires, un desarrollo industrial para la sustitución de importaciones,
produjo una inmigración masiva del campo a la ciudad, Hubo un surgimiento de nuevas
teorías para dar respuesta política a la necesidad de nuestro país. Argentina es un país
agroexportador, alienado comercial y monopoliticamente con gran Bretaña, ya la misma
construía, empresas, desarrollaba importantes obras públicas y entregaba prestamos que
generaban deudas, a fines del siglo 19 se inicia el desarrollo de una psicología argentina
orientada hacia la psicología social, donde había preocupaciones a cuestiones de la raza, el
carácter nacional, el alma colectiva, etc.
RELACION CON OTRAS DISCIPLINAS:
Psicología general: la psicología social es la última rama de esta y de allí su énfasis en el
individuo de análisis, la psicología general le corresponde estudiar toda la conducta del
individuo, independientemente de su grado de determinación social y la de la psicología social
estudia las diversas formas de influencia social sobre la conducta del individuo.
Sociología: estudia la sociedad, las instituciones sociales y las relaciones entre organizaciones
o grupos dentro de un sistema social. Más preocupados por las estructuras sociales y procesos
de los individuos. Ambas disciplinas se interesan en el comportamiento social, pero difieren
de su perspectiva y análisis.
Antropología cultural: estudia los diversos productos, patrones, formas de interacción, etc.
Estos datos son de gran valor para los psicólogos sociales en su intento de comprender y
explicar el comportamiento social de los individuos.
La psicología social se relaciona con otras disciplinas interesadas en fenómenos
culturales y sociales, como la educación, la ciencia política la economía, la arquitectura,
la medicina.
Unidad 2 – Los grupos y su dinámica
Grupos – Myers
Definiciones
Para Marvin Shaw: Todos los grupos tienen algo en común: Sus miembros interactúan. Define
grupo como dos o más individuos que interactúan e influyen uno en el otro.
John Turner va a decir que los grupos se perciben a si mismos como un nosotros en contraste
con ellos.
Los grupos pueden existir por un cierto número de razones: satisfacer la necesidad de
pertenencia, brindar información, ofrecer recompensas, lograr objetivos.
Para que un conglomerado de personas se convierta en grupo depende de factores como: el
grado de interacción e integración e interdependencia que muestran sus miembros. Una
reunión incidental de personas no puede considerarse un grupo.
Para que un determinado grupo de personas puede considerarse grupo es necesario que
compartan:
Metas a fines.
Relación de dependencia de unos con otros, en la consecución de sus objetivos; que generan
expectativas reciprocas acerca de las funciones que deben desempeñar los miembros, así
como la manera en que tienen que distribuirse los puestos de autoridad y el modo en que
habrá de establecerse las normas sociales.
Tipos de grupos: se clasifican por temporalidad, origen, tipo de pertenencia y formalidad.
Temporalidad:
Los permanentes son aquellos que se mantienen por prolongados periodos de tiempo (la
familia).
Temporales: existen para cumplir ciertos objetivos o metas y cuando se han obtenido, se
desintegran.
Origen:
Primarios: son aquellos que surgen y se mantienen unidos básicamente por el afecto
reciproco entre sus miembros (ej: amigos).
Secundarios: son los que surgen y se mantienen unidos principalmente por las funciones que
cumple cada integrante.
Pertenencia: Los individuos se hallan inmersos gracias a su nacimiento o condiciones de vida.
No implica que estén identificados con él.
Referencia: se identifican psicológicamente. No es extraño que quieran pertenecer al mismo.
Formalidad:
Los grupos formales se caracterizan por la designación oficial y abierta de quienes serán los
jefes, y por la expresión clara y escrita, de las reglas que deben cumplirse.
Informales: Se caracterizan por la ausencia de reglas escritas; sin embargo, pueden
establecerse de manera natural los papeles que desempeñara cada miembro del grupo.
Fases evolutivas del grupo
Identidad grupal: Se presenta un suceso precipitante que marca la separación de las personas
de su antiguo grupo y están en la búsqueda una opción más gratificante. El fin de este periodo
se presenta cuando el grupo recién formado se ve a si mismo como un nosotros diferente al de
los otros. Los integran han integrado a su identidad las características del grupo.
Productividad grupal: Se caracteriza por la planeación de las estrategias para la consecución,
la distribución de tareas a sus miembros y solamente se admiten relaciones de cooperación
con otros grupos si esto beneficia al logro de las metas generales.
Declive grupal: Marca el final. Se caracteriza por la aparición de dudas y desconfianza hacia
muchos miembros y hacia el verdadero valor de pertenencia al grupo. Los inconformes
abandona el grupo para incorporarse a uno nuevo o en proceso de formación. Para evitar el
declive y cierre del grupo se puede expulsar a los miembros problemáticos, y promover una
reestructuración grupal.
Los grupos establecidos no son estáticos; más bien mantienen una dinámica, es decir fuerzas
que lo mueven, tanto en sus elementos físicos (personas) como en lo no físico (reglas).
Norma
El establecimiento de normas es una característica distintiva de un grupo en contraposición a
las reuniones incidentales.
En psicología social podemos decir que las normas son los lineamientos que regulan el
comportamiento y las actividades de cada uno de los integrantes de cada grupo.
Características de las normas
Implícitas: son aquellas que no están escritas en algún código, pero los integrantes
sobreentienden y aceptan que estás regulen su comportamiento.
Explicitas: están escritas en un código creado con anticipación a que surgen en la convivencia
de un grupo.
Normas verbalizadas: no están escritas en un código, pero su incumplimiento trae
consecuencias más graves que la no observancia de las implícitas.
Conformidad:
Significa no solo actuar como los demás, sino ser influenciado por la manera en cómo otros
actúan. Significa actuar de manera diferente a lo que uno haría estando solo. Es pues el cambio
de comportamiento o creencias como resultado de una presión grupal real o imaginaria.
Existen dos variedades de conformidad: 1)A veces nos conformamos sin que en realidad
estemos creyendo en lo que estamos haciendo, se llama DOCILIDAD. Somos transigentes,
fundamentalmente, para obtener recompensas o evitar un castigo. Si nuestra docilidad se
presenta frente a una orden explicita, lo llamamos OBEDIENCIA.
El clima grupal es el ambiente social y físico que resulta de la influencia de factores internos y
externos en la vida de un grupo.
El ambiente social se refiere al tipo de relaciones que se dan entre los miembros de un grupo,
grado de cohesión y satisfacción.
El ambiente físico se relaciona con las características del medio en el cual el grupo lleva a cabo
sus actividades, y espacio amplio o reducido.
Factores internos: determinan el tipo de relaciones que se originan entre sus miembros y con
otros grupos, y tipos de liderazgos.
Factores externos: son aquellos no dependen del grupo, sin embargo, tienen incidencia sobre
el.

2. Formación y desarrollo de los grupos


El grupo como fenómeno dinámico
Los grupos evolucionan. En primer lugar, se forman y después van pasando por etapas que
pueden desembocar en la ruptura del grupo o en su renacimiento desde nuevos
planteamientos. También la situación de los individuos dentro del grupo va cambiando. Lo
que ocurre en los grupos y entre los grupos está muy determinado por el momento concreto
en que se encuentra un grupo dentro de su desarrollo.

Motivaciones en la formación y desarrollo de los grupos


Además de la pertenencia impuesta a determinados grupos o categorías sociales desde el
nacimiento (familia, grupo étnico…), los individuos buscamos voluntariamente formar parte
de grupos concretos. Parece existir una motivación en el ser humano a formar vínculos con
otros congéneres. La hipótesis de la "necesidad de pertenencia" propuesta por Baumesteir y
Leary sostiene que todas las personas necesitan formar parte de grupos sociales. Es un
mecanismo innato formado durante nuestra historia evolutiva como especie por las ventajas
que confería la vida en grupo para la supervivencia y la reproducción. Según estos autores, la
pertenencia tiene fuertes efectos emocionales y cognitivos, y su falta acarrea trastornos en la
salud, el bienestar y el funcionamiento de las personas.

Uno de estos efectos tiene que ver con la autoestima. Cuando existe algún indicio de rechazo o
exclusión por parte del grupo, nuestra autoestima baja y buscamos la cuál ha sido el problema
para corregirlo. Un nivel alto o bajo de autoestima depende de que consigamos mantener la
pertenencia a grupos sociales.

La motivación básica que nos impulsa a formar vínculos con otras personas coexiste con la
necesidad de mantener nuestra propia independencia y distintividad como individuos. Estas
tendencias no son incompatibles, incluso se puede buscar la pertenencia a ciertos grupos
precisamente para conseguir una mayor distintividad como ocurre en el caso de muchos
grupos minoritarios (los “punkies”). Por otra parte, si lo que se busca es independencia, más
que diferenciación de otros la pertenencia a un grupo grande puede ser más conveniente
porque tiene las ventajas que supone ser miembro de un grupo sin los inconvenientes del
excesivo control propio de los grupos pequeños. En este sentido la formación de grupos no
sólo no es incompatible con la individualidad, sino que muchas veces es un medio para
conseguirla.
Condiciones necesarias para la formación de un grupo
El factor que diferencia un grupo social de un mero agregado de individuos es la relación de
interdependencia que se establece entre los miembros. Esta interdependencia percibida por
los miembros es la condición necesaria para la formación de un grupo.

En los 70 surge una postura que se opone a este planteamiento: la Teoría de la


identidad social de Tajfel y Turner. Emplearon el paradigma de "grupo mínimo" y pusieron
de manifiesto que la simple designación externa de los sujetos a un grupo apelando a una
supuesta característica común hacía que se comportaran como miembros de ese grupo.
Concluyeron que la interdependencia percibida no es una condición necesaria para la
formación de un grupo. Basta con que se produzca una categorización, es decir, que se
agrupe a una serie de individuos dentro de una categoría en función de su semejanza en algún
aspecto para que ellos se perciban a sí mismos como miembros de esa categoría y esa
percepción transforme su comportamiento de individual a colectivo.

Relacionada con esta controversia está la distinción entre grupos y categorías sociales. Una
cosa serían los grupos considerados como sistemas sociales, caracterizados por la
interdependencia percibida entre sus miembros, y otra las categorías sociales o conjuntos de
individuos que comparten algún atributo común; éstas no podrían considerarse propiamente
grupos a menos que esa semejanza lleve aparejada una percepción por parte de los individuos
de que también comparten un mismo destino.

Los defensores de la categorización aclaran que el concepto de categoría social implica mucho
más que un mero conjunto de individuos semejantes a los ojos de un observador externo.
Supone una implicación emocional compartida por los miembros ya que se perciben y definen
a sí mismos como pertenecientes a una misma categoría. Por otra parte, consideran
fundamental distinguir entre procesos interpersonales y procesos grupales: reducir la
formación del grupo y lo que ocurre dentro de él a procesos interpersonales como la
interdependencia es caer en el individualismo.

¿Por qué y para qué se forman los grupos?


Se pueden distinguir tres tipos de circunstancias que hacen que un grupo de individuos llegue
a constituir un grupo:
 Una o varias personas pueden crear deliberadamente un grupo para lograr algún
objetivo. Los individuos que deciden crearlo juzgan que por medio de él conseguirán
determinados propósitos que no serían posibles sin su existencia. Este juicio no tiene
por qué ser correcto para que se llegue a formar el grupo. Los propósitos que se
quieren lograr a través del grupo pueden ser muy variados. Hay grupos que se crean
para llevar a cabo una tarea de forma más eficiente, otro para resolver problemas…

 Un grupo puede formarse espontáneamente porque las personas se asocian para


satisfacer alguna necesidad. Es el caso de los grupos informales dentro de las
organizaciones, los clubes sociales o las pandillas juveniles. La función suele ser la
satisfacción de alguna necesidad de sus miembros. Su formación se basa en elecciones
interpersonales voluntarias. Algunos determinantes de este tipo de elecciones son la
semejanza percibida en las personas, la complementariedad, la reciprocidad, la
proximidad o el balance positivo entre ventajas e inconvenientes de pertenecer al
grupo.

 Un conjunto de individuos puede convertirse en grupo porque otras personas los


traten de un modo homogéneo. En este caso está funcionando el proceso de
categorización social que consiste en clasificar a las personas en grupos en función de
alguna característica compartida. Hay atributos que son más relevantes que otros
como criterios de categorización. Dichos individuos se consideran a sí mismos como
miembros de ese grupo, y tanto su comportamiento como el de los demás hacia ellos
vendrá determinado en muchos casos por esa pertenencia grupal designada desde
fuera. No es necesario que los individuos interactúen entre sí para ser miembros de
este tipo de grupos. Muchas veces ni siquiera se conocen. Que un grupo se haya
formado por designación externa no excluye la posibilidad de que cumpla también las
mismas funciones que los grupos espontáneos o los creados para alcanzar un objetivo.

¿Cómo se forman los grupos?


Moreland define la formación de un grupo como un fenómeno continuo que implica un
desplazamiento de un conjunto de personas a lo largo de una dimensión de "grupalidad" más
que un fenómeno discontinuo que suponga la transformación de un no-grupo en un grupo. La
formación de un grupo (al menos de un grupo espontáneo) es un proceso que lleva tiempo ya
que implica un fortalecimiento progresivo de los lazos entre las personas que serán miembros
de ese grupo, es decir, debe producirse una "integración social" de estos individuos.
Hay cuatro tipos integración social: ambiental, conductual, afectiva y cognitiva. No son causas
de la formación de los grupos sino variedades que puede adoptar el proceso de formación.

 Se dice que un grupo se ha formado mediante la integración ambiental de sus


miembros cuando el ambiente ha proporcionado los recursos necesarios para
que se forme. El término "ambiente" abarca tanto el ambiente físico como el social y
cultural. Ej: cuando se forman grupos de personas que mantienen proximidad física o
comparten determinadas aficiones.
 La integración conductual se produce cuando las personas se unen o se hacen
dependientes unas de otras para satisfacer sus necesidades. Esta integración ha
sido considerada por muchos autores como la clave de formación del grupo. El grupo
puede ser experimentado por el individuo como un medio para logar un objetivo o
como un modelo de comparación para valorar lo adecuado de sus actitudes o
conductas personales o como un medio para lograr una identidad social positiva. Este
último caso se diferencia de los dos anteriores en que lo importantes para la
satisfacción de la necesidad no es la interdependencia de los miembros, sino la simple
pertenencia grupal.
 La integración afectiva se refiere a que un grupo puede formarse cuando las
personas desarrollan sentimientos compartidos. La experiencia psicológica del
individuo es de atracción hacia los demás miembros del grupo, hacia el grupo como un
todo o hacia sus objetivos.
 La integración cognitiva se refiere a que un grupo puede formarse cuando las
personas se dan cuenta de que comparten importantes características
personales. No se trata de que sean semejantes sino de que sean conscientes de esa
semejanza. El grupo se forma cuando los individuos empiezan a pensar en sí mismos
como grupo.
Lo más probable es que la integración ambiental proporcione el potencial para la integración
conductual, que llevará a su vez a la integración afectiva y a la cognitiva. Según los psicólogos
sociales la integración conductual es la clave para la formación el grupo. Para Turner la
integración cognitiva es la esencial, ya que se puede crear un grupo por el mero hecho de que
ellos se consideren como grupo.
El desarrollo del grupo
El modelo cíclico de Worchel
Las características más importantes de este modelo de desarrollo de grupo son:

 Es un modelo cíclico, no lineal, ya que considera que muchos grupos continúan


existiendo después de que sus miembros originales se hayan ido.
 No se circunscribe sólo al grupo sino que lo considera en relación con otros grupos.
 Presta especial atención al conflicto entre el deseo de pertenecer al grupo e
identificarse con él y la necesidad de independencia y distintividad de los miembros.
 Considera el grupo como una entidad fuera del individuo que ejerce una presión real
sobre sus miembros.

El modelo cíclico de Worchel en su primera versión distingue seis estadios en la vida


del grupo: dos de formación y cuatro de desarrollo. Los estadios representan cuestiones
dominantes para el grupo durante periodos temporales concretos. Aunque no se especifica la
duración de los periodos, los estadios transcurren en un orden predecible que se repite
muchas veces a lo largo de la vida del grupo.

 El primer estadio (que puede ser también uno de los últimos porque el proceso es
circular) es la fase de descontento. El grupo al que se pertenece ha dejado de satisfacer
las necesidades de sus miembros. Éstos se vuelven pasivos o violentos y lo frecuente
es que sean expulsados o que abandonen voluntariamente el grupo. Esto suele ocurrir
a raíz de un acontecimiento desencadenante que da comienzo al segundo estadio.
 Segundo estadio: El acontecimiento provoca una división en el grupo original entre
los que permanecen leales y los que se apartan o son apartados de él.

 El tercer estadio o fase de identificación grupal en la que los individuos que han
salido del grupo anterior desarrollan un sentido de identidad como grupo separado.
Las características de este estadio son:

 Se delimitan las fronteras entre el propio grupo y los exogrupos, acentuándose las
diferencias con respecto a otros grupos y se fomenta el conflicto con ellos.
 Se acentúan las semejanzas intragrupales, anulando los rasgos individualizadores
de los miembros. Esto produce un efecto de cohesión dentro del grupo.
 Las actitudes sobre temas importantes para el grupo son extremas. Se bloquea la
entrada de nuevos miembros, no se toleran las posiciones minoritarias y hay una
fuerte presión para que los miembros se conformen a las normas del grupo.
 El liderazgo está centralizado.
 El objetivo es centrar a los miembros en su identidad social frente a su identidad
personal y establecer la identidad del grupo como tal. El grupo se convierte en
parte importante de la identidad del individuo.

 Cuarto estadio. El estadio de productividad grupal: los miembros del grupo


empiezan a ocuparse de los objetivos grupales. Aunque la orientación sigue siendo
hacia el endogrupo, el centro de interés ya no es la identificación sino la
productividad:

 El antagonismo hacia los exogrupos se debilita y se utiliza la comparación con ellos


para determinar lo productivo que es el grupo.
 Las fronteras del grupo se abren de forma selectiva y se reclutan nuevos miembros
para tareas concretas.
 Las minorías pueden influir en cuestiones relacionadas con la tarea, pero se las
sigue rechazando si amenazan la identidad grupal.
 El liderazgo está más orientado a la tarea que a los aspectos socioemocionales del
grupo.
 Los fracasos del grupo se atribuyen a fuentes externas. Los éxitos se atribuyen a
factores grupales internos. La norma imperante en el grupo es la igualdad.
 Se permite a los miembros centrarse en su identidad como elementos buscando en
ellos habilidades específicas que puedan ser útiles, pero sólo en relación con la
productividad del grupo.

 Quinto estadio. El estadio de individuación. Una vez que se ha permitido a los


miembros dejar de centrarse exclusivamente en su identidad social. Consiste en:
 Los individuos comienzan un proceso de comparación social con los miembros del
endogrupo, evaluando sus contribuciones al grupo y lo que obtienen a cambio y
exigen equidad en función de esas contribuciones en lugar de la igualdad basada en
la simple pertenencia grupal.
 Se establecen comparaciones con los exogrupos. Se da una tendencia a exagerar la
calidad de vida y el éxito de éstos, que se utiliza como evidencia de que el
endogrupo no satisface las necesidades individuales y de que es necesario
introducir cambios para mejorar. Los individuos empiezan a negociar con el grupo
la mejora de su posición personal.
 Comienzan a aparecer subgrupos, primero en relación con roles semejantes y
después en función de semejanzas en actitudes y otros aspectos no relacionados
con la productividad. Las interacciones entre los miembros se hacen más selectivas
e íntimas.
 Se anima la participación de los miembros minoritarios.
 Se trabaja menos para las metas grupales y más para las personales.
 Los fracasos del grupo se empiezan a atribuir a la ineficacia del líder.
 Se ponen en duda las normas del grupo y se exige una mayor libertad personal.

 Sexto estadio: El estadio de declive. Algunos miembros empiezan a explorar la


posibilidad de pasarse a otros grupos y poco a poco se van marchando, y los que se
quedan exigen cambios en el grupo. Existe un estado general de disconformidad como
modo de demostrar el malestar personal. Los exogrupos perciben la vulnerabilidad
del grupo e intentan desde fuera fomentar el abandono.

 Tras la decadencia del grupo, los individuos que se sienten más a disgusto en él lo
abandonan, con lo que vuelve a producirse la fase de identificación y todas las
demás.
 Los miembros que quedan en el grupo original prestan atención al grupo original y
a su reconstrucción.
 Se consideran los abandonos como una depuración del grupo y se mantienen
actitudes muy negativas hacia los desertores, lo que favorece la cohesión grupal.
 En definitiva, comienza un nuevo estadio de identificación. Esta es la característica
más distintiva de este modelo, dar cuenta de lo que ocurre tras la decadencia de un
grupo.

Cada estadio puede ser identificado por el tema de discusión y por la conducta que domina en
el grupo. La duración de cada estadio puede diferir mucho según los grupos. Aunque la
progresión natural es la descrita, algún suceso inusual puede alterarla. P.ej., la aparición de
una amenaza externa puede hacer que el grupo avance o retroceda a la fase de identificación
para protegerse del peligro potencial. No obstante, cuando esto ocurre y el grupo es
impulsado por una amenaza externa a algún estadio anterior o posterior, el desarrollo
continúa a partir de ese nuevo estadio.
La determinación del estadio concreto en que se encuentra un grupo debe hacerse a posteriori
tras observaciones cuidadosas. No podemos basarnos sólo en el tiempo de existencia del
grupo para determinar en qué estadio se encuentra debido al distinto ritmo de desarrollo de
cada uno.

Relaciones entre el individuo y el grupo


Al igual que los grupos, también los individuos pasan por diversas fases de pertenencia
grupal.

El modelo de Levine y Moreland


El objetivo de este modelo es determinar los cambios afectivos, cognitivos y conductuales que
los grupos y los individuos se producen entre sí, desde el principio hasta el final de su
relación. Se parte de una situación en que el grupo ya está formado y los individuos entran y
salen de él. Para entender el modelo debemos tener en cuenta que el grupo no se considera
como una entidad aparte de los individuos que lo forman.

Procesos implicados en las relaciones individuo - grupo

Son tres los procesos implicados.

 El primero es la evaluación. Implica esfuerzos por parte del individuo y del grupo
para valorar el grado en que la otra parte puede satisfacer y satisface las propias
necesidades. Se desea aumentar al máximo esa satisfacción. El grupo decide qué tipo
de contribución se espera el nuevo miembro y se generan unas expectativas
normativas sobre ello, comparando la conducta esperada con la conducta real de la
persona. El individuo también hace una evaluación sobre si el grupo responde a sus
necesidades.
 El segundo proceso es el compromiso. Depende del resultado del proceso de
evaluación y se basa en las creencias del grupo y del individuo sobre lo satisfactorio de
sus propias relaciones y de otras alternativas. Cuando el individuo siente un fuerte
compromiso hacia un grupo, aceptará sus metas y sus valores, tendrá un efecto
positivo hacia sus miembros, se esforzará por cumplir las expectativas y alcanzar las
metas grupales y por mantener su pertenencia al grupo. Al igual que si es el grupo el
que siente un fuerte compromiso con un individuo, intentará retenerle como miembro
del grupo satisfaciendo sus necesidades.
 El tercer proceso se refiere a las transiciones de rol. Se produce cuando el
compromiso alcanza un nivel crítico (criterio de decisión) y suponen reetiquetar la
relación del individuo con el grupo y, por tanto, cambiar la evaluación que cada parte
hace de la otra. La transición de rol es un cambio cualitativo que supone una
modificación de las expectativas de ambos con respecto al otro. Los criterios de
decisión son niveles concretos de compromso que indican que está justificado un
cambio cualitativo en la relación entre ambas partes.
Pero la socialización no concluye con la primera transición de rol, sino que tras ésta se
produce un nuevo proceso de evaluación que dará lugar a cambios en el compromiso y a
subsiguientes transiciones de rol.

Evolución de las relaciones del individuo con el grupo

Desde que comienza su relación con el grupo, antes de pertenecer a él, hasta que esa relación
termina después de haberlo abandonado, el individuo atraviesa cinco fases de socialización.
Cada una se caracteriza por una conducta específica por parte del grupo, por parte del
individuo y por un resultado final: el nuevo rol del individuo en el grupo.

 Fase de investigación. En esta fase el grupo está reclutando gente que pueda
contribuir a lograr sus metas. Por su parte, el individuo busca un grupo que satisfaga
sus necesidades personales. Si tras una valoración positiva mutua ambas partes
consideran que el otro va a cumplir las expectativas mejor que una opción alternativa,
se producirá la transición de rol de entrada y el individuo se convertirá en un nuevo
miembro del grupo.

 Fase de socialización. El grupo intenta cambiar al individuo para que pueda


contribuir mejor al logro de las metas del grupo (busca la asimilación del individuo de
las normas y valores del grupo). Al mismo tiempo, el individuo intenta cambiar al
grupo para que satisfaga mejor sus necesidades personales (busca una acomodación
del grupo a sus necesidades). Si el nivel de compromiso de ambas partes alcanza el
criterio de decisión correspondiente, se producirá la transición de rol de aceptación y
el individuo se convertirá en miembro de pleno derecho.

 Fase de mantenimiento. Se produce una negociación del rol del individuo por ambas
partes. Si esta negociación prospera, los niveles de compromiso de ambas partes
permanecerán altos, pero si fracasa y los niveles de compromiso descienden al criterio
de decisión correspondiente, se producirá la transición de rol de divergencia y el
individuo se convertirá en un miembro marginal.

 Fase de resocialización. Tanto el grupo como el individuo intentan restaurar la


contribución de la otra parte a sus propios intereses. Si los dos tienen éxito, volverá a
producirse una asimilación por parte del individuo y una acomodación por parte del
grupo. Si los niveles de compromiso alcanzan el criterio de decisión correspondiente,
se producirá la transición de rol de convergencia y el individuo volverá a ser miembro
de pleno derecho. Pero este resultado en la fase de resocialización es bastante
infrecuente. Lo normal es que los niveles de compromiso del individuo y del grupo
sigan bajando hasta llegar al siguiente criterio de decisión y se produzca la transición
de rol de salida, cuyo resultado es que el individuo pase a ser un ex-miembro del
grupo.

 Fase de recuerdo. Aquí finaliza la relación entre el individuo y el grupo. Las


contribuciones del individuo pasar a formar parte de la tradición del grupo. El
individuo experimenta reminiscencias de las contribuciones del grupo a la satisfacción
de sus necesidades personales.

Ovejero Bernal- Las relaciones humanas: Psicologia social, teorica y aplicada. Capitulo
XVII
Identidad social y comportamiento colectivo
El concepto de identidad es uno de los conceptos más importantes de toda la psicología y, en
consecuencia, uno de los más útiles para entender la conducta humana y tal vez más, si cabe,
la conducta colectiva). De ahí que exista una fuerte relación entre identidad y comportamiento
colectivo, al menos en dos sentidos. En primer lugar, el individuo puede entrar a formar parte
de un grupo o una colectividad, como puede ser una secta, algunos movimientos sociales o un
partido político extremista, como un intento de buscar una identidad personal que no se tiene,
es decir, que el tener problemas serios con la propia identidad personal hace a los individuos
más propensos a ser captados por ciertas colectividades, como las sectas. En segundo lugar,
cuando los individuos se encuentran actuando dentro de un grupo o una colectividad, actúan
como miembros de ella y no según sus propios rasgos personales, de tal forma que será la
identidad social del grupo y, por tanto de esos individuos, lo que mejor explica su conducta y
la conducta de la colectividad. En ambos casos, la identidad, tanto la personal como la social,
está estrechamente vinculada con los procesos de socialización, pues es en ellos y a través de
ellos como se constituye.
«Cada sociedad, cada cultura, dispone de un repertorio propio de normas, valores,
configuraciones perceptivas y cognitivas y tipos de respuesta conductual y afectiva a los
estímulos interpersonales. Cada individuo que nace como miembro potencial de dicha
sociedad o cultura, se ve en la necesidad de actuar de acuerdo con dichas normas, hacer suyos
tales valores, adquirir determinadas configuraciones o estilos cognitivos e interiorizar unas
peculiares formas de respuesta a los estímulos interpersonales. Este proceso de aprendizaje e
interiorización, se llama proceso de socialización». De ahí que a través de los procesos de
socialización vayamos internalizando la estructura social así como las normas y valores
sociales, y los vayamos asimilando para construir nuestra propia personalidad , es decir, para
constituirnos a nosotros como personas, personalidad y personas que, por consiguiente,
reflejarán la sociedad y los colectivos en los que nos hemos educado y socializado.
Ahora bien, existen dos principales tipos de socialización:
— Socialización primaria, que es la fundamental y se produce en la primera infancia,
generalmente en el seno de la familia. «El agente personal más determinante, la madre, se
inserta en primer lugar en un grupo pequeño formalmente estructurado que es la familia. Este
grupo confiere al niño su primera identidad social y marco de referencia norm a un contexto
de interacción más amplio que la relación diádica primaria. El conjunto de valores que el
microgrupo familiar mantiene, representa para el niño el sistema total de valores de la
sociedad en que vive»).
— Socialización secundaria: en una sociedad tan compleja como es la nuestra, la socialización
primaria resulta absolutamente insuficiente para un desarrollo pleno que garantice, con unas
mínimas garantías de éxito, la participación en la vida social. Y es que la complejidad y la
diversificación de roles de nuestra sociedad exige también unos aprendizajes específicos que
hagan posible la preparación para participar exitosamente en esa vida social de que
hablábamos. Y ello se consigue a través de la socialización secundaria, que «es menos
inclusiva que la primaria; afecta a áreas más concretas de la experiencia personal que la
socialización primaria... Se trata de complementar la identidad personal añadiéndola a la que
se construyó en la familia, la identidad determinada por la asunción de la significación social
de determinados roles»
Wetherell y Potter (1992) señalan que el paso de la identidad personal a la identidad social, o
de la conducta interpersonal a la conducta de grupo, pone en movimiento una cadena de
efectos cognoscitivos y motivacionales y son estos efectos los que producen la acción colectiva
y la conducta de grupo y median en el conflicto intergrupal. Por otra parte, se ha afirmado que
un movimiento social no puede organizarse sino cuando el grupo que lo ha iniciado sea
consciente de la definición de su identidad
La psicología social surge a lo largo de la segunda mitad del siglo xix, y lo hace como
psicología colectiva, principalmente en tres países: Francia (Le Bon, Tarde), Italia (Sighele,
Rossi) y Alemania (Lazarus y Steinthal, Wundt). Y esta psicología colectiva, como señala Groh
(1986), no era sino la consecuencia natural de los acontecimientos históricos, sociales,
políticos y económicos de los dos siglos anteriores, ello unido, obviamente, al surgimiento de
la psicología, por un lado, y al de las ciencias sociales, por otro, cosas ambas que tuvieron
lugar durante la segunda mitad del siglo xix. Emergió la psicología colectiva o de masas hacia
el final del siglo xix, justamente en una época de fuertes transformaciones sociales y
económicas. Es más, esta profunda transformación de la sociedad europea que tuvo lugar a lo
largo de todo el siglo xix, y que llevó a cambios también profundos en las ciencias sociales, se
caracterizaba principalmente por la disolución del viejo régimen precapitalista bajo los
repetidos asaltos del capitalismo y las revoluciones, lo que conllevó importantes
transformaciones en prácticamente todos los ámbitos (familiar, religioso, cultural, etc.). Todo
ello llevó a millones de personas a vivir en una situación realmente precaria en las ciudades
industriales. La cuestión radica en que la propia sociología está sujeta a la interpretación
sociológica, pero también fue una filosofía, un conjunto de ideas que surgió en un momento
determinado y se relacionó no sólo con las condiciones sociales de su época, sino con sus
antecedentes intelectuales. Cabe repetir que el principal incentivo fue la disolución de las
costumbres e instituciones ancestrales a lo largo de la «modernización» de la civilización
occidental, que se inició alrededor de 1800 y cuyos efectos se percibieron agudamente a partir
de 1870 .Todo ello fue lo que dio lugar a la necesidad de analizar las nuevas estructuras y
conductas interpersonales, y de orientar a la gente sobre las conductas sociales e
interpersonales a seguir, ya que las categorías previas de conocimiento social e interpersonal
habían quedado totalmente obsoletas. Así, surgió una nueva disciplina, la psicología social,
pero surgió precisamente como psicología de las masas. En los primeros trabajos de Tarde,
que luego formarían parte de su obra más conocida Las leyes de la imitación y que
aparecieron en 1882, ya figuraban las consideraciones teóricas de la influencia social que más
tarde sería incorporada a su psicología de las masas. Podemos decir, por tanto, que la
psicología social surgió para dar cuenta de esta parcela de conocimiento dejado de lado
por las otras ciencias sociales, con lo que la psicología de las masas puso fin a la
indiferencia de las ciencias sociales hacia este nuevo aspecto de la civilización
occidental. Y pronto se la utilizó a la psicología social o de masas para resolver
problemas prácticos, políticos como el siguiente: ¿cómo pueden ser controladas las
multitudes?, lo que muestra, en definitiva, que ya desde sus orígenes la psicología
social cumplió una clara y concreta misión política al servicio del poder, misión que no
abandonaría nunca .
La Psicología Colectiva, pues, surge cuando se reconoce que los fenómenos colectivos pueden
y deben ser objeto de la ciencia. Y empezó su andadura con unos rasgos que la acompañarían
hasta hoy, rasgos que podemos resumir, de entrada, en los dos siguientes a) las leyes
psicológicas que rigen las masas no son las mismas que las que rigen a los individuos; y
b) las multitudes son manifestaciones patológicas de la naturaleza humana.
Características de las masas y principales contenidos de la psicología colectiva: Las masas
siempre, pero sobre todo durante la segunda mitad del siglo xix, produjeron una mezcla de
extrañeza y miedo, a causa principalmente de las enormes dificultades para predecir su
conducta. Esta impredictibilidad del comportamiento de las masas proviene en gran medida
de sus características definitorias:
1) impetuosidad: hasta el punto de que alguien definió a la muchedumbre como «el animal
humano liberado de su correa»; 2) emocionalidad: que tal vez sea el principal rasgo
definitorio de las masas: éstas no se mueven por razones sino por emociones; y 3)
irracionalidad: como consecuencia de las dos características anteriores, las masas suelen ser
bastante irracionales.
RUMORES que siempre acompañan a los fenómenos colectiva. Por otra parte, resulta
tremendamente importante para entender la conducta social de las personas, y sobre todo de
los grupos, estudiar la memoria colectiva :la memoria es siempre memoria social,
compartida, es decir, un producto de la colectividad, hasta el punto de que la gente
«funciona colectivamente como sistema integrado de recuerdos» (Wertsch, 1987). Así,
para Halbwachs, con toda seguridad la máxima autoridad hasta el momento en este campo,
«la reconstrucción de recuerdos a partir de datos o nociones comunes obedece a la necesidad
de establecer una comunicación afectiva. Los pensamientos y sentimientos más personales
tienen su origen en medios y circunstancias sociales definidos. Así, la memoria individual
constituye un punto de vista sobre la memoria colectiva, cambia según el lugar del individuo
en el grupo, lugar que cambia a su vez siguiendo las relaciones de éste con sus miembros y con
otros medios sociales» .Altamente interesante hoy día resulta analizar cómo es posible «lavar
el cerebro» colectivo, vía medios de comunicación, o al menos el de grupos más o menos
pequeños, como es el caso de las sectas; el indiscutible éxito de las sectas se debe sobre todo a
dos procesos que se apoyan mutuamente. Por una parte, hay una persona, casi siempre,
aunque no necesariamente, joven que tiene serios problemas de identidad y que necesita
encontrar una nueva, y hay también un grupo que dice poseer la verdad absoluta, que es
justamente lo que requería esa persona para solucionar sus problemas de incertidumbre. Por
otro lado, una vez que tal persona está ya dentro del grupo y forma parte de la secta, ésta
utilizará unas estrategias de lavado de cerebro que tienen tal potencia persuasiva que, al
menos en las condiciones y circunstancias en que se encuentra nuestro sujeto, a éste le
resultará prácticamente imposible substraerse a su influencia, sobre todo en el caso, tan
frecuente, de que no cuente con ayuda externa, y a menudo ni siquiera contando con ella . Y la
capacidad de influencia que las sectas tienen sobre sus miembros es tal que consiguen en
muchísimos casos aniquilar totalmente ya no sólo su pensamiento crítico, sino incluso todo
pensamiento individual y propio, hasta el punto de que con no poca frecuencia los miembros
de algunas sectas llegan a suicidarse, incluso colectivamente, sólo porque su líder se lo
ordena. Así, en una sola noche se suicidaron casi un millar de miembros de la secta Templo del
Pueblo, en 1978. También deberíamos hablar de otros muchos tipos de comportamiento
colectivo como los desastres y los pánicos colectivos y sus, la violencia colectiva: la psicología
del comportamiento colectivo debería ser la disciplina más importante y central en el campo
de la psicología, ya que tiene como objeto el estudio de cómo el organismo puramente
biológico que éramos al nacer se ha transformado en la persona que somos ahora, cómo nos
hemos convertido, en definitiva, en sujeto. Es decir, cómo las diferentes colectividades de las
que el individuo ha formado parte, tanto en sentido amplio y sociológico (la nación, la clase
social, el macrogrupo religioso, etc.) como en sentido más restringido y psicosocial (la familia,
el grupo de amigos, etc.), han ido formando la personalidad, las cogniciones, etc., de ese
individuo. En resumidas cuentas, cómo esas colectividades han ido construyendo al sujeto
humano, al sujeto social. De ahí que se trate de una disciplina eminentemente interdisciplinar,
ya que le son absolutamente indispensables las aportaciones no sólo de la psicología, sino
también de la sociología, la historia o la antropología cultural, por no mencionar sino sólo las
más relevantes para el estudio del comportamiento colectivo, estudio que, por tanto, necesita,
inexcusablemente, ser interdisciplinar. Es más, al hablar de esta psicología, colectiva e
interdisciplinar, estoy hablando del modelo de psicología que personalmente creo más
adecuado para trabajar en el campo psicosocial. Porque, a mi entender, la psicología social
debe ser indiscutiblemente colectiva e interdisciplinar si quiere llegar realmente a captar su
objeto: la vida humana.

Unidad 3 – Las representaciones sociales


Presentaremos la Teoría de las Representaciones Sociales (R.S.) como una propuesta
teórica y metodológica muy significativa. A partir del estudio de las Representaciones Sociales
de objetos, sucesos, fenómenos podremos caracterizar las actitudes (lo que se siente),los
conocimientos ( lo que se sabe), las conductas (lo que se hace) con respecto al objeto de
representación que tienen los sujetos seleccionados. Valoramos como muy importante
el conocimiento de este fenómeno puesto que es nuestra representación de la realidad y no la
realidad en si misma la que adquiere valor para cada individuo, ya que ésta será quien guíe
nuestras actitudes y comportamientos con respecto a los aobjetos y fenómenos de
representación.
La teoría de las Representaciones Sociales (R.S) es una propuesta teórica y metodológica que
intenta develar los saberes del ¨ sentido común ¨ a partir de métodos e instrumentos
diseñados para ¨ atrapar ¨ el material discursivo que constituye su fuente inagotable. Y que
tiene en su origen la noción de Representaciones Colectivas de Emile Durkheim (1898)
La Psicología Social durante largo tiempo centró su estudio en el análisis de las formas
individuales en que se expresan un conjunto de comportamientos sociales de las personas.
Individualismo metodológico dominante asociado al predominio del positivismo en la década
del 60 en el presente siglo.
Los psicólogos sociales se limitaban a describir categorías individuales sin explicar, en su justa
medida, la constitución social de las conductas; consideraban además, que lo social era un
mero "valor añadido" a los mecanismos psicológicos de naturaleza particular.
Fue tal el predominio de esta concepción, que teorías de gran originalidad como la de las
Representaciones Sociales, propuesta por Sergue Moscovici en 1961, tuvo que esperar diez
años para ganar en seguidores.
Las representaciones sociales constituyen una línea de pensamiento alternativo a la psicología
social positivista que da al traste con el modelo clásico conductista cuyos protagonistas son el
estímulo y la respuesta. Proponiendo otra lectura de la realidad, rompe con la dicotomía
sujeto-objeto y conciben la existencia de una relación de tres términos: sujeto individual –
sujeto social – objeto.
Reintroducir la dimensión social en la investigación psicológica es uno de los aportes que
ostenta la teoría de las representaciones sociales; hecho que la ubica dentro de una línea de
pensamiento que pone su punto de mira en el condicionamiento del entorno. Pero este
abordaje que intenta develar el " entrelazamiento " existente entre estructura social y
subjetividad nace mas allá de la psicología, remontándose a la sociología.
DESARROLLO
na sociedad se caracteriza por estar formada por una gran cantidad de personas o sujetos
individuales, con sus propias características y maneras de pensar idiosincrática. Sin embargo,
existen una serie de normas o pensamientos comunes dentro de una sociedad que crean un
entramado de creencias, afirmaciones y normas sociales universales.
Una de las propuestas que intenta dar explicación a este fenómeno es la teoría de las
representaciones sociales. En este artículo trataremos de revisar en qué consiste dicha
teoría, así como las principales características de estas representaciones, sus elementos y sus
funciones.
¿Qué es la teoría de las representaciones sociales?
A lo largo de la historia de la psicología han sido varios los autores que han intentando
desarrollar el concepto de representación social, no obstante esta teoría encuentra en el
psicólogo social Serge Moscovici su mayor representante.
En el año 1961, Moscovici publicó su tesis doctoral en la que por primera vez mencionaba el
concepto de representación social. Aunque la definición de este término ha ido evolucionando
a lo largo de los años su esencia permanece intacta.
Según este teórico de la psicología social, las representaciones sociales son sistemas
cognitivos con una lógica y enunciado propio. Dentro de estas representaciones sociales
encontramos estereotipos, creencias, afirmaciones o valores que ayudan a las personas a
orientarse y dominar su medio social.
Las representaciones sociales proporcionan un código de comunicación común con el que
nombrar y clasificar de manera grupal los diferentes aspectos del mundo en el que vivimos.
Asimismo, estos sistemas de códigos, principios y juicios clasificatorios conforman y guían la
manera en la que las personas actúan en la sociedad, ya que establecen las normas y los
límites que se encuentran dentro de la conciencia colectiva.
Es decir, la teoría representaciones sociales establece que existe una forma de pensamiento
social o colectivo mediante el cual los individuos obtienen cierta percepción común de la
realidad y además, actúan en relación a ella.
Finalmente, estas representaciones sociales pueden cambiar a través de los diferentes grupos
de personas o culturas, por lo que estudiar cada de una las resentaciones sociales de una
comunidad nos permite conocer cómo es dicha sociedad, así como la manera en la se regula y
se compara con otras.

Concepto de las Representaciones Sociales


Hablar de un concepto único y cerrado de R.S. sería casi como cometer un sacrilegio. Hasta el
propio creador de la teoría, Moscovici (1976), se ha resistido a dar una definición precisa e
irrevocable de este fenómeno por considerarlo un intento de reducir el alcance del mismo;
argumentando que, aunque es fácil captar la realidad de las representaciones, no es nada
sencillo captar su concepto. ( Referido por Perera, M., 1998)
Este ha sido considerado un problema, para otros muchos estudiosos del tema, y lo han
convertido en blanco de fuertes críticas, por la ambigüedad que _ según ellos_ la carencia de
una única categoría explícita puede traer aparejado. Aunque, más que desventaja, este hecho
conspira a favor de una concepción de categoría abierta al cambio y a la dinámica,
favoreciendo el enriquecimiento constante y propiciando su desarrollo.
Se puede decir, no obstante, que las representaciones sociales son un conjunto de
significaciones establecidas por un grupo respecto a determinado objeto social. Y a pesar de la
variedad de definiciones que se podrían citar, para la gran mayoría de los autores que
comparten esta línea de pensamiento, las representaciones son también una manera de
conocer opiniones, imágenes, actitudes que otorgan al objeto ausente un contenido simbólico
puesto que, el mundo y la realidad social, se construyen a través del lenguaje, en
la conciencia de los individuos.
Sergue Moscovici en 1984 expresó: "Por representaciones sociales entendemos un conjunto
de conceptos, proposiciones y explicaciones originadas en la vida cotidiana en el curso de
la comunicación interpersonal. Ellas son el equivalente en nuestra sociedad de
los mitos y sistemas de creencias de las sociedades tradicionales, pueden ser también vistas
como la versión contemporánea del sentido común." ( Referido por Candia, 1987,p.7)
En el caso de Denise Jodelet entiende que "El concepto de representación social designa una
forma de conocimiento específico, el saber del sentido común, cuyos contenidos
manifiesta la operación de los procesos generativos y funcionales socialmente
caracterizados. En sentido más amplio, designa una forma de pensamiento social."
"Las representaciones sociales constituyen modalidades de pensamiento práctico
orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social
material e ideal , en tanto que tales, presentan características específicas a nivel
de organización de los contenidos, las operaciones mentales y la lógica " ( Citado
por Guerra y Trejo, 1995, p. 20)
La R.S., en fin, es un concepto polifacético, difícil de definir en pocas palabras y muy complejo
ya que incluye en sí múltiples fenómenos y categorías sociopsicológicos a los cuales no se
puede reducir.
Principales características de las R.S.
Si citáramos algunas de las características más significativas de las R.S. la siguiente podría ser
una propuesta.:
 Las R.S. tienen carácter social puesto que son compartidas por un grupo y elaboradas
por éste. Pero además este calificativo le viene dado por el papel desempeñan en la
configuración de la identidad de los grupos, llegando a afirmar Ibañes (1988) que un
grupo es un grupo porque comparte determinadas representaciones.
 Las representaciones son el resultado de un pensamiento colectivo que nace en el
intercambio social y no en la cabeza de los individuos aislados. Por tanto, funcionan y
perduran con independencia de la existencia o no de determinadas personas.
 Toda opinión, no constituye una R.S. puesto que puede devenir de los medios masivos
de comunicación, por ejemplo, y no implicar sentimientos ni comportamientos en
quienes la comparten.
 Las R.S. dependen de las características del contexto en que surgen, la intensidad y
fluidez de los intercambios comunicacionales y del desarrollo de la ciencia.
 Una representación surge en momentos de crisis y conflictos – según Moscovici ( 1982
) Convergentemnte con esta idea Tajfel argumenta que éstas emergen cuando los
sujetos tienen la necesidad de clasificar y comprender acontecimientos de gran escala,
de justificar acciones cometidas o planeadas y/o de diferenciar positivamente al grupo
defendiendo su identidad colectiva. ( citado por Páez, 1987, p. 300)
 Las R.S. son cogniciones y afectos que al ser generados y compartidos por
colectividades, facilitan la comunicación, las relaciones interpersonales y la regulación
de la conducta de cada uno de sus miembros.
 Son un proceso de reconstrucción de la realidad donde el sujeto juega un papel activo-
pasivo: el individuo guía y selecciona la percepción, le otorga significado y construye
la representación del objeto. Pero, una vez que una representación se ha constituido y
es aceptada por su grupo de pertenencia, difícilmente no podrá participar de esa
representación, entonces disminuye su papel activo.
 Las R.S. tienen cierta autonomía respecto a la realidad: lo que ellas designan y
prescriben se convierte en real puesto que constituyen una realidad social que es
considerada y apoyada por un colectivo.
Unidad 4 – La vulnerabilidad psicosocial
Rabanal
La formación de una personalidad autónoma e integrada, está íntimamente ligada, según los
postulados psicoanalíticos, a las condiciones de existencia de los primeros años de vida.
Winnicott remarca la importancia del cuidado materno y la disponibilidad emocional de la
madre para poder satisfacer las necesidades del niño, cuando este es totalmente dependiente.
A la maduración gradual del yo, se aúna la socialización como proceso igualmente
estructurante.
Cuando hablamos de un “entorno facilitador u obstaculizador” del desarrollo infantil,
consideramos no solamente las condiciones particulares de la interacción temprana con los
padres, sino que entendemos que están inscritas en el campo de las tensiones sociales.
El modo como la madre interactúa con su hijo está diseñado de acuerdo con el procesamiento
de su propia biografía. La socialización primaria y secundaria de la madre demarcan el
comportamiento, como una forma de relación especifica de una determinada cultura. La
madre se encuentra dentro de una trama social, y, por ende, su praxis es expresión de la
sociedad.
La literatura científica sobre las condiciones de vida de extrema pobreza es en alguna medida
reiterativa: El monto de las carencias suele afectar la formalidad de la personalidad. La
indigencia material se trasmuta en pobreza psíquica, en lacra social, forjando personalidades
con estructuras yoicas débiles, poco diferenciales, con restricciones en el código lingüístico y
en la capacidad de socialización.
Desde nuestra perspectiva debemos rastrear la génesis de la situación actual en los eventos
traumáticos de la infancia, su procesamiento en las historias de vida, en relación directa con
las contradicciones sociales a las que son expuestos. Se trataría de aprehender también las
posibilidades contenidas en la socialización para ulterior desarrollo.
Reparar en el análisis de las pautas de crianza tradicional nos permitió a la par reconocer
líneas de desarrollo específicas la población migrante, reflexionar sobre los principios que
rigen su funcionalidad social.
En el caso del trabajo con los niños constatamos que estos son tratados con frecuencia como si
fueran pequeños adultos. Encontramos que la conciencia de las necesidades y problemática
infantil es reducida. Los niños están para la realización de los proyectos paternos, mientras
que estos no se plantean el problema de las necesidades específicas de aquellos. Más allá de lo
que la tradición cultural otorgue como marco de referencia explicativo, resulta evidente la
existencia de factores perturbadores en la persona del adulto, que limitan significativamente
si disponibilidad emocional para satisfacer adecuadamente las demandas instintivas y de
protección del niño.
En suma, se constata un menoscabo de las posibilidades de contención de los padres, lo que
propicia desarrollos procesos que no promueven un adecuado desarrollo de las funciones
autónomas del yo. Yo precoz o ruptura precoz del cascarón, o la aceptación popular del niño
adulto. La diferenciación precoz de la estructura yoica ocurre cuando el niño- debido a la
dificultad de la madre o de las personas encargadas del cuidado de facilitar un tránsito
adaptativo gradual- tiene que hacerse cargo de la acomodación a la realidad externa.
Pareciera que las condiciones de vida signadas por la pobreza y sucesivos traumas son el
caldo de cultivo en que germinan personalidades que recurren tempranamente al desarrollo
de estrategias de supervivencia.
Sobrevivir en tales condiciones de pobreza significa no poder asumir la sobrecarga de tensión
psíquica que ello implica. Los intentos de elaboración de los factores perturbadores
procedentes del mundo interno y externo fracasan, limitando las posibilidades de creatividad,
autonomía e iniciativa personal.
A las situaciones traumáticas de la temprana infancia se suma la influencia de las instituciones
sociales, las cuales suelen reflejar los planos formales de la realidad, eludiendo sus marcadas
contradicciones: fomentarían procesos regresivos de “inconscientización”. Las relajaciones
sociales, tal como se dan en sectores de la población pauperizados, ejercen una presión tal,
que propician en los individuos trastornos de índole narcisista. Mediante el recurso a
mecanismos de defensa regresivos se intenta mantener un sentimiento de sí mismo suficiente
para la preservación del yo (para impedir procesos de desestructuración yoica mayor).
La magnitud de los impulsos agresivos y sexual-destructivos de los niños puso a prueba, día a
día, la paciencia y la capacidad de trabajo de la terapeuta. Los miembros que conformaron el
grupo pertenecían a un sector de la población caracterizado por un alto índice de
desestructuración familiar. Se trataba de niños que pasaban la mayor parte del día
abandonados por sus padres (algunos con prontuario delincuencial) La intensidad del
material terapéutico ofrecía un caudal invalorable de datos para los fines de nuestra
investigación. Muestran del modo más vivido los procesos de desestructuración psíquica en
un contexto de extrema carencia material, donde el cuidado cotidiano de los niños es
prácticamente inexistente.

Duschatzky – Escenarios de expulsión social y subjetividad


La pregunta inicial que motivó la investigación fue:
¿Cómo habitan los jóvenes situaciones de exclusión social?
Decidimos entonces hablar de expulsión y no de pobreza o exclusión. La pobreza define
estados de desposesión material y cultural que no necesariamente atacan procesos de
filiación y horizontes o imaginarios futuros
Existía un lazo social, que no eximia de disputas y desigualdades pero que ponía de relieve la
existencia de filiación, pertenencia o reconocimiento. La pobreza no necesariamente afecta a
la creencia o a la confianza de que es posible alcanzar otras posiciones sociales.
¿Qué ocurre con la exclusión? ¿Qué fenómenos describe? La exclusión pone el acento en un
estado: estar por fuera del orden social. El punto es que nombrar la exclusión como un estado
no supone referirse a sus condiciones productoras. La exclusión nos habla de un estado- en el
que se encuentra un sujeto. La idea de expulsión social, en cambio refiere a la relación entre
ese estado de exclusión y lo que lo hizo posible. Mientras el excluido es meramente un
producto un dato un resultado de la imposibilidad de integración, el expulsado, es resultado
de una operación social, una producción, tiene un carácter móvil.
La expulsión, considerada como una serie de operaciones, nos da la oportunidad de ver un
funcionamiento, la producción en la situación del expulsado. La expulsión social, entonces,
más que denominar un estado cristalizado por fuera, nombre un modo de constitución de lo
social.
La expulsión social produce un desexistente, un “desaparecido” de los escenarios públicos y
de intercambio. El expulsado perdió visibilidad, nombre, palabra, es un “nuda vida”, porque se
trata de sujetos que han perdido su visibilidad en la vida pública, porque han entrado en el
universo de la indiferencia, porque transitan por una sociedad que parecer no esperar nada
de ellos.
Un ser nuda vida es un ser al que se le han consumido sus potencias, sus posibilidades. Nuda
vida es un ser absolutamente determinado.
El sujeto privado de realizar formas múltiples de vida se convierte en nuda vida. Cuando
hablamos de nuda vida, queremos destacar las condiciones sociales productoras de la
expulsión.
Los indicadores o rastros de la expulsión social pueden advertirse en un conjunto de datos
fácilmente constatables.
Las formas de producción de la subjetividad no son universales ni atemporales, sino que se
inscriben en condiciones sociales y culturales específicas. ¿Cuáles son las nuevas condiciones
en las que se encuentran los sujetos? Destaquemos en primer término una alteración
fundamental en el suelo de constitución subjetiva: el desplazamiento de la promesa del Estado
por la promesa del mercado. A diferencia del Estado, el mercado no impone un orden
simbólico articulador, un sustrato normativo que comprende a todos por igual.
El mercado se dirige a un sujeto que sólo tiene derechos de consumidor, y no los derechos y
obligaciones conferidos al ciudadano. El consumo, no requiere la ley ni los otros, dado que es
en relación con el objeto y no con el sujeto donde se asienta la ilusión de satisfacción. El
mercado instituye, para consumidores y no consumidores, un nuevo ideal de yo, un
imaginario que produce, en un nuevo lugar, el horizonte de aspiraciones, el espejo donde
mirarse.
Nuestra hipótesis es que la violencia se presenta como un modo de relación que aparece en
condiciones de impotencia instituyente de la escuela y la familia. Hay una destitución
simbólica de las instituciones tradicionales.
Asistimos a una “clausura” de un espacio simbólico de pertenencia que ha sido la marca de
constitución subjetiva durante la primera mitad de siglo XX.
Ser argentino, suponía tres cualidades: ser alfabetizado, ser ciudadano y tener trabajo. No se
trata de una realización exenta de exclusiones y conflictos. Estar alfabetizado, ser ciudadano y
tener trabajo nombraba a un sujeto anclado en un lazo social y filiado a una genealogía
cultural. La impotencia instituyente habla entonces de la caída no sólo de estos referentes o
patrones de identidad si no de la propia autoridad simbólica, es decir, de discursos que
interpelen, nombren, convoquen a los sujetos, les asignen un lugar en la trama social y los
habiliten para la constitución de sus propios discursos.
La violencia en los ámbitos analizados se presenta bajo cuatro formas: como estallido (en la
escuela), como forma instituida (en los ritos), como componente de un acontecimiento (en
fiestas), como una matriz cotidiana (en la calle)
Capítulo 4 – Las instituciones en la pendiente
4.1 Las figuras de autoridad familiar.
El psicoanálisis suscribe a la idea, a propósito de la familia, de que no hay sujeto desde los
orígenes, sino que se trata de posibilidades que solo se materializarán si encuentran una serie
de condiciones. El otro es que entonces condición y posibilidad de subjetivación. Ese primer
otro es la madre que nutre, cuida, brinda afecto, toca, habla. En este encuentro este otro
introduce algo de otro orden que la mera asistencia física y que será el motor del psiquismo
humano. Pero la fundación materna ofrece además una función identificadora, le proporciona
al niño un conjunto de significados que permitirán nombrar los diferentes estados por los que
atraviesa.
¿Qué papel le confiere el psicoanálisis al padre? Al igual que la función materna se trata de una
función simbólica, es decir, no importa quien la ejerza sino la posibilidad de que sea inscripta
significativamente. El padre es el representante de la ley como tal el portador de los discursos
sociales legitimados.
Desubjetivación
En primer lugar, señalemos que la desubjetivación no se trata de un estado puro. No
pensamos en la pura desubjetivación, dado que si fuera así estaríamos frente a la nuda vida.
Lo que si advertimos son modos desubjetivantes de habitar los vínculos familiares o, lo que es
lo mismo, un no poder hacer casi nada con la situación.
¿En qué momento se deja de ser humano? Después de Auschwitz, la humanidad no es
universal sino contingente; existe la paradójica experiencia humana en la deshumanización. El
sobreviviente, entonces, se presenta como una figura ambivalente de lo humano y lo
inhumano: se puede sobrevivir sin humanidad, pura nuda vida, el viviente. O sea puede
sobrevivir a la experiencia de la aniquilación no ya como puro viviente sino como sujeto: esa
es una experiencia de subjetivación.
La desubjetivación, entonces, nos habla de un modo de habitar la situación marcada por la
imposibilidad, estar a merced de lo que acontezca habiendo minimizado al máximo la
posibilidad de decir no, de hacer algo que desborde las circunstancias. Se trata de un modo
que despoja al sujeto de la posibilidad de decisión y de la responsabilidad.
Una de las condiciones de la desubjetivación en el entorno familiar es la visible
indiferenciación de los lugares tradicionales de padre, madre e hijo, con la consecuente
disolución de las posiciones de protección y autoridad de los padres hacia los hijos. En ese
marco de disolución y confusión, la desubjetivación consiste en la imposibilidad de gestionar
lugares de enunciación desde los cuales habitar esas transformaciones.
Resistencia
La resistencia expresa cierta actitud de defensa, algo así como un modo de abroquelarse para
protegerse de los efectos riesgosos que acechan la existencia. La familia aparece aquí como el
lugar de refugio y preservación. La alteración del modelo se registra entonces en el tránsito de
una familia que propiciaba la salida al mundo a una familia que preserva de los riesgos del
mundo.
Invención
La modalidad de la invención pone de relieve la producción de recursos para habitar la
situación. Se trata de hacer algo con lo real, de producir aberturas que desborden la condición
de la imposibilidad, de producir nuevos posibles.
Aún en condiciones de destitución del dispositivo familiar se registra la producción de
operaciones de subjetivación.
La desocupación como marca de identidad y no como estado temporario, así como el
sentimiento de vergüenza, nos hablan de nuevas condiciones erosionantes de autoridad.
Es interesante advertir que el efecto de esta mutación no es necesariamente la disolución total
de toda autoridad simbólica. A pesar de la destitución social de la autoridad simbólica y la
precariedad de los resortes que habilitaban la posición de proveedor, la institución de un
lugar protector no necesariamente desaparece. Se trata de la construcción de una posición de
enunciación que grafica la búsqueda de un “poder ser” en el borde de un “no poder”.
Si bien estás operaciones de subjetivación ponen de relieve los recursos de los sujetos para
habitar la situación, dan cuenta al mismo tiempo de su precariedad cuando se producen a
expensas de anclajes simbólicos de índoles social.
Presencia, limite, acompañamiento, transmisión de valores son algunos de los rasgos de la
actual enunciación paterna y materna. La nueva autoridad simbólica se instala por fuera o en
el borde de un campo social configurado sin principios contundentes de jerarquía. Cuando las
referencias que sostienen a un sujeto en el devenir de su existencia se han vuelto frágiles la
vida se torna un hacerse a sí mismo cada vez.

La escuela entre la destitución y la invención


La destitución no es la inexistencia, no es el vacío, no es la ausencia de algún tipo de
productividad. Tampoco la falta de respuesta a un tipo de demandas. La destitución simbólica
de la escuela hace alusión a que la “ficción” que esta construyó mediante la cuela eran
interpelados los sujetos dejó de tener poder performativo.
La eficacia simbólica de las narrativas escolares no se mide entonces en la correspondencia o
la correlación estricta entre lo que dice o promete y lo que efectivamente sucede. La eficacia
simbólica de un discurso se mide en su potencia de producción de subjetividad, es decir, en su
capacidad de constituir a un sujeto alrededor de un conjunto de normas y valores que son los
que rigen la vida social.
La destitución también puede ser procesada y habitada; en ocasiones, la destitución no es un
derrumbe, si no el escenario complejo y extremadamente duro en el que se despliegan
operaciones de invención para vivirla.
Desubjetivación
La desubjetivación hace referencia a una posición de impotencia, a la percepción de no poder
hacer nada diferente con lo que se presenta.
Es interesante al respecto reflexionar sobre los testimonios de los docentes. Como en épocas
pasadas se advierte una imagen de los niños asociada al déficit. Los alumnos son descriptos
mediante atributos de imposibilidad.
El problema central de la educación hoy no es la fabricación de los sujetos. No es el
componente autoritario de la cultural escolar lo que está en cuestión. El problema, a juzgar
por los relatos docentes, es su impotencia enunciativa, que es igual a decir la desubjetivación
de la tarea de enseñar. El problema de la impotencia no es un problema relativo a las personas
sino a los dispositivos y los maestros son el síntoma de la pérdida de una autoridad simbólica
que los excede.
Resistencia
Los de antes se dejaban educar, instituir, moldear por la institución escolar y no así los de
ahora.
El punto de inflexión es que las condiciones de enunciación del niño y del adolescente
“modernos”, esas condiciones que lo hicieron posible como una subjetividad instituida por la
familia burguesa o por la escuela estatal, hoy están suspendidas.
Si los niños y los jóvenes ya no son lo que eran, desde la perspectiva de la subjetividad, esto se
debe a que las condiciones institucionales que hicieron posible tales tipos subjetivos hoy han
perdido eficacia.
Históricamente podíamos nombrar al estudiante como aquel niño o joven que transitaba una
institución que lo proveía de los saberes necesarios para alcanzar la autonomía social durante
un periodo de moratoria social en que se postergaba la asunción de las responsabilidades
adultas.
La resistencia es la expresión del desacople entre las representaciones viejas y las situaciones
actuales que no se dejan nombrar por esas representaciones. La resistencia es un obstáculo
porque impide que una subjetividad se altere para poder enunciarse en las nuevas
condiciones. La posición que resiste insiste en seguir suponiendo un alumno que ya no existe:
obediente, capaz de postergaciones, en condiciones de prever y anticipar, disponible para
recibir algo del adulto.
La resistencia es en definitiva una resistencia a pensar, a poner en suspenso categorías
abstractas o a declarar que fueron eficaces en otras condiciones socio históricas. La
resistencia es una negación a cambiar las preguntas y a dejarnos alterar por los signos de lo
nuevo, que bien hay que decirlo no suponen necesariamente lo bueno. La posición de
resistencia es algo así como el intento de resistir un huracán con la simple voluntad; por lo
tanto, nos sume en un profundo agotamiento y en la frustración. La resistencia tiene un aire
de familia con la melancolía y la nostalgia. Y en ese sentido es un obstáculo para que algo de
otro orden pueda advertir.
Invención
El enemigo de la educación es la idea de lo definitivo, de la determinación, de la imprudencia,
de la impotencia, de la irreversibilidad.
Si la expulsión social es una situación, una contingencia, la posición ética no renunciará jamás
a buscar a partir de esa situación una posibilidad hasta entonces inadvertida.
La invención supone producir singularidad, esto es formas inéditas de operar con lo real que
habiliten nuevos modos de habitar una situación y por ende de constituirnos como sujetos.
Una posición de invención, por ej, podemos encontrarla en aquel director de una escuela
secundaria que se preguntaba insistentemente que hacer frente al crecimiento progresivo de
alumnas embarazadas y madres.
La educación como acción igualadora no es, en consecuencia, la fabricación de sujetos
idénticos entre sí ni la producción de un sujeto sin fisuras a semejanza de algún ideal. La
educación igualadora es la acción que hace posible la subjetivación, la que emprende la difícil
e incontrolable tarea de introducir a un sujeto en otro universo de significación de modo de
ayudarlo a construir su diferencia.
¿En qué dirección hay que pensar hoy la intervención en la escuela? Un primer esquema para
ubicar la intervención comprende tres dimensiones de análisis: temporalidad, autoridad y
horizonte, cruzadas con tres coyunturas diferentes de la escuela: Estado-Nación, mercado y
un más allá del Estado y mercado.
La escuela configurada bajo la hegemonía del Estado-nación está, al menos para esta
investigación, destituida simbólicamente: la escuela que gira en los tiempos del mercado se
monta en las profecías de la innovación, se hace garante de éxito y suma al docente en una
búsqueda frenética de actualización.
La transmisión supone poner a disposición de los sujetos textos y lenguajes que los habiliten
para hacer algo más que la mera repetición. La transmisión ofrece a quien la percibe un
espacio de libertad. La pregunta no es como aprendieron los alumnos lo que les enseñé sino
qué hacen con lo que les enseñé. Y solo sabré que enseñé algo si los sujetos habrán sabido
hacer algo con eso.

Vulnerabilidad
El patrón primario de la vulnerabilidad se sigue apoyando en el principio de amenaza.
Teóricamente intervienen en la construcción de la vulnerabilidad psicosocial una serie de
variables: riesgo, afrontamiento, resiliencia, estrés, apego e inteligencia emocional, que
modulan su configuración, consiguiendo que finalmente la vulnerabilidad se transforme en un
factor de riesgo o de protección en función de cómo actúen dichas variables en la fase final. A
partir de este desarrollo se podrá trabajar en la construcción de instrumentos de medida que
puedan cuantificar de una forma objetiva, la cantidad de vulnerabilidad psicosocial de las
personas para poder generar programas preventivos que puedan amortiguar su impacto
como factor de riesgo.
La sociología y el trabajo social, por su parte, introduce el concepto para tratar de estudiar a
los grupos vulnerables ante diferentes contextos sociales y la exclusión social.
La vulnerabilidad se puede confrontar con una gran cantidad de términos con los que se
solapa o se complementa, entre los que podríamos mencionar el riesgo, el afrontamiento, la
resiliencia, el estrés, la adaptación, la susceptibilidad.
Una definición general la propone Wisner, la entiende como aquellas características con las
que cuenta una persona o un grupo de personas en una situación determinada, que tienen la
posibilidad influir en su capacidad de anticipación, resistir y poder recuperarse óptimamente
de una amenaza.
Según Ruiz, desde una vertiente objetiva y global, “la vulnerabilidad se define siempre en
relación con algún tipo de amenaza, sean eventos de origen físico como sequías, terremotos,
inundaciones o enfermedades, o amenazas antropogénicas como contaminación, accidentes,
hambrunas o pérdida del empleo.
Se podría definir la vulnerabilidad psicosocial en el contexto de la salud y las adicciones como
el grado de susceptibilidad que tiene una persona hacia los problemas relacionados con la
salud (Nichiata, Bertolozzi, Ferreira y Fracolli, 2008) y las adicciones. Otra definición es la que
propone Lamas y Murrugarra (2011), como una condición que modula la probabilidad de
padecer enfermedades, accidentes o lesiones auto infligidas.
Una persona cuenta con la información que va almacenando a lo largo de su desarrollo y que
contribuye a la construcción de su percepción de la realidad.
Partiendo de esa premisa, ante una persona ha de presentarse una amenaza, ya sea real, como
por ejemplo una catástrofe natural, una epidemia, etc., o percibida que, aunque se encuentre
en el plano de los subjetivo, puede generar consecuencias negativas.
Esta forma de vulnerabilidad percibida entraría en los supuestos de que una persona se sienta
especialmente vulnerable ante acontecimientos vitales sin que tercie una base real en ellos,
bien porque se encuentra más débil para afrontar los riesgos, bien porque esté pasando un
periodo de mayor estrés y ansiedad, desapego, proceso de enfermedad o por otros motivos
inespecíficos difícilmente clasificables. Tanto la vulnerabilidad real como la percibida, pueden
ser además previsibles o imprevisibles, estas últimas son predictoras de futuras
vulnerabilidades

Hipotéticamente las variables principales que actuarán como moduladoras de la


vulnerabilidad psicosocial son:

• Riesgo

• Afrontamiento

• Resiliencia
• Estrés

• Apego

• Inteligencia emocional

Riesgo

El riesgo se ha utilizado en muchos estudios como sinónimo de vulnerabilidad.

La vulnerabilidad real estará más en consonancia con la amenaza real y el riesgo real. La
asunción de riesgos aumenta la vulnerabilidad a ser consumidor de sustancias.

En principio, y desde el plano teórico, la vulnerabilidad que una persona puede acumular en
función del riesgo será directamente proporcional a la cantidad de exposición al mismo. Hay
que tener en cuenta que en este argumento cuenta tanto el riesgo real como el subjetivo.
Linealmente se podría proponer que cuanto mayor sea el riesgo, mayor será el grado de
vulnerabilidad (ver Tabla 1). Cuando el riesgo percibido es alto, conseguirá que la
vulnerabilidad percibida también lo sea, pudiendo reducir el grado de exposición del
comportamiento para amortiguar las consecuencias negativas.

Afrontamiento

Las formas de afrontar los acontecimientos vitales suponen una alternativa fundamental en la
mejora de la calidad de vida. Un buen aprendizaje de las estrategias de afrontamiento desde la
primera infancia, es una garantía de futuro.

La definición más representativa sigue siendo la de su promotor (Lazarus, 1966), que la


entiende como un proceso que se pone en marcha ante la presentación de una amenaza,
independientemente de que sea percibida o real, con el único fin de intentar reducir o
eliminar los conflictos emocionales que pudieran conllevar y reducir o eliminar la amenaza.
Cuando hablamos de afrontamiento podemos hacer una distinción entre las estrategias y los
estilos. Las estrategias se refieren a aquellas acciones que se ponen en marcha a nivel
cognitivo y comportamental ante situaciones de estrés. Los estilos representan un conjunto de
estrategias que pueden utilizarse en diferentes situaciones de la vida y que han sido
aprendidas por la experiencia personal.
Resiliencia
Nos encontramos ante un concepto relativamente nuevo, pero que ha irrumpido con fuerza en
el ámbito de la prevención de adicciones. Surge del estudio de la etiología y la psicopatología
fundamentalmente en niños con padres problemáticos, en estado de pobreza, con conflictos
personales y de relación o una asociación de estos.
Garmezy la describe como la capacidad recuperación y adaptación tras el abandono o
incapacidad inicial ante una situación estresante. Posteriormente la describe como un proceso
o capacidad de conseguir alcanzar una adaptación optima en circunstancias amenazadoras.
Fenómeno mediante el cual una persona es capaz de alcanzar buenos resultados ante
situaciones adversas. Según este mismo autor la resiliencia se diferencia de los conceptos
tradicionales de riesgo y protección en su enfoque individual en respuesta a experiencias
comparables.
La resiliencia se puede entender como una estrategia de afrontamiento o como una habilidad
para solucionar problemas.
Las personas con resiliencia cuentan con una serie de características que los haces más
resistentes ante la amenaza: Respuesta rápida ante el peligro, madurez precoz, disociación
afectiva, búsqueda incesante de información, utilización de las relaciones sociales para la
supervivencia, capacidad de imaginar un futuro positivo, capacidad para la toma de
decisiones, incluidas las de riesgo, creencia de que se ser querido por los demás, capacidad de
identificarse con sus rivales, capacidad para identificar y readaptar los acontecimientos
negativos, respuestas altruistas, optimismo y esperanza ante un futuro.
Estrés
El estrés es definido en su origen como una respuesta vegetativa de carácter inespecífico ante
una amenaza.
1. De alarma, cuando el cuerpo reacciona a un estímulo que provoca estrés intentando
que vuelva a reestablecerse el equilibrio.
2. De resistencia, donde existe un proceso de adaptación continuada que proporciona la
supervivencia de la persona.
3. De agotamiento, donde la respuesta de adaptación se interrumpe pudiendo llevar a la
persona a un proceso de enfermedad.
Nos interesa el estrés psicosocial, que en principio sería el que actuaría en nuestro esquema
de vulnerabilidad psicosocial desde el ámbito de la saludad y las adicciones, junto con el resto
de las variables.
La interrelación que se produce entre la persona y su entorno, siendo este último percibido
como amenazante hasta el punto de poner en riesgo el bienestar. Incluye la amenaza
percibida como desencadenante del estrés y se le puede añadir al riesgo del bienestar, el
peligro que entraña para los procesos de saludad y enfermedad, así como al consumo de
sustancias y otras adicciones.
Apego
El apego se refiere a una forma de comportamiento que tiene como consecuencia el
permanecer junto a otra persona a la que se considera más capacitada para enfrentarse a la
vida.

Podemos encontrar cuatro estilos parentales, relacionados con el apego, que pueden influir
directamente en la vulnerabilidad (Parker, 1996):
1. Estilo parental del cuidado óptimo, cuyas características principales se orientan hacia
una sobreprotección baja, junto con un alto cuidado.
2. Estilo parental de compulsión afectiva, donde todo es superlativo, con una muy alta
sobreprotección y un cuidado excesivo.
3. Estilo parental de control sin afecto, cuyas características principales se orientan hacia
una alta sobreprotección y unos cuidados bajos.
4. Estilo parental negligente, donde todo se centra en la despreocupación, con una baja
sobreprotección y un bajo cuidado.
Un mayor apego reduciría la vulnerabilidad a los problemas de salud y al consumo y otras
adicciones.
Inteligencia emocional
Es la capacidad de controlar los sentimientos propios y de los otros, discriminarlos y usar esa
información para guiar el pensamiento y las acciones de uno mismo.
La inteligencia emocional implica la habilidad para percibir y valorar con exactitud la
emoción; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos cuando éstos facilitan el
pensamiento; la habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la
habilidad para regular las emociones que promueven el crecimiento emocional e intelectual.
A mayor nivel de inteligencia emocional rasgo, menor vulnerabilidad hacia problemas de
salud y consumo de sustancias y otras adicciones.
RESILENCIA:
DEFINICION, CARATERISTICAS Y UTILIDAD DEL CONCEPTO
BECOÑA, ELISARDO (2006)
 La resiliencia, o capacidad de superar los eventos adversos, y ser capaz de tener un
desarrollo exitoso a pesar de circunstancias muy adversas
 El mayor problema del concepto de resiliencia es su definición, el cual, es asumido que
implica competencia o un positivo y efectivo afrontamiento contra el riesgo o la
adversidad. Definiciones de diferentes autores:
 Bartelt (1996) – Rasgo psicológico que se compone del self.
 Richardson, Neieger, Jensen y Kumpfer (1990) – Proceso de afrontamiento.
 Garmezy (1991) – La capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa
después del abandono o evento estresante.
 Masten (2001) – Fenómeno caracterizado por buenos resultados a pesar de las serias
amenazas para la adaptación o desarrollo.
 Luthar, Cicchetti y Becker (2000) – Proceso dinámico que abarca la adaptación
positiva.
 Fergus y Zimmerman (2005) – Proceso de superar los efectos negativos (traumas) y la
exposición al riesgo.
 Para que aparezca la resiliencia tienen que estar presente tanto factores de riesgo
como de protección que ayuden a conseguir un resultado positivo o reduzcan o eviten
un resultado negativo. Los factores que pueden ayudar a evitar los efectos negativos
de los riesgos pueden ser tanto cualidades o recursos (ayuda parental, de otra
persona, de un profesor o mentor, etc.)
Características de la resiliencia.
 El concepto de resiliencia no implica tanto una invulnerabilidad al estrés sino la
habilidad de recuperarse de eventos negativos, un desarrollo normal bajo condiciones
difíciles, un fenómeno común que surge de los procesos adaptativos humanos
ordinarios. Caracterizada por patrones particulares de conducta funcional a pesar del
riesgo y un proceso dinámico de adaptación hacia el riesgo y de protección desde el
individuo hasta lo social.
 Los primeros estudios se centraron en cualidades del “niño resiliente” (autonomía,
alta autoestima), en los que se encuentran tres grupos de factores:
 Atributos de los niños propios
 Aspectos de su familia
 Características de su amplio ambiente social
 Ego resiliencia: La capacidad dinámica de su control de ego, en demanda del ambiente.
 Como un continuo y agregado de recurso, especialmente fuerza del ego, intimidad
social e ingeniosidad.
 Un factor que funciona como un mecanismo de protección de factores ambientales y
constitucionales.
 Una habilidad de adaptación y equilibrio, compuesta de autoconfianza, curiosidad,
autodisciplina, autoestima y control sobre el ambiente.
 Una suma de factores individuales, familiares y sociales.
 Una función de factores de protección compuesto de recursos personales y sociales
Polk (1997) elabora 4 patrones para la resiliencia:
 El “patrón disposicional”, se refiere al patrón de los atributos del físico (genética) y a
los atributos psicológicos con el ego (competencia personal). Estos factores incluyen la
inteligencia, la salud y el temperamento.
 El “patrón relacional” se refiere a las características de los roles (intrínsecos) y las
relaciones que influencian la resiliencia (extrínsecos). Una profunda confianza en las
relaciones y el desarrollo de la intimidad personal.
 El “patrón situacional” se refiere a la aproximación característica a las situaciones o
estresores y se manifiesta como habilidades de valoración cognitiva, solución de
problemas y capacidad para la acción frente a una situación. La habilidad de hacer
una evaluación realista para actuar y de las expectativas o consecuencias de esa
acción. Flexibilidad, perseverancia y disponer recursos son manifestaciones, y también
la búsqueda de novedad, curiosidad, naturaleza exploratoria y creatividad.
 El “patrón filosófico” se manifiesta por las creencias personales. La creencia de que el
autoconocimiento y la reflexión sobre uno mismo y los eventos son importante. Una
creencia que la vida vale la pena y tiene significado, la vida tiene un propósito.
Garmezy (1993) Postula tres factores principales en relación con los individuos
 El temperamento, la personalidad, nivel de actividad, capacidad reflexiva, las
habilidades cognitivas
 Las familias, cariño, cohesión, y apoyo que asume rol parental ante la ausencia de
padres responsivos.
 Disponibilidad de apoyo social en sus múltiples formas, madre sustituta, profesor
interesado, una agencia que le ayuda, una institución o la iglesia donde le proveen de
cuidados.
Kumpfer (1998) la define por las siguientes capacidades de los niños:
 La capacidad de recuperarse de eventos de vida traumáticos, como la muerte de un
padre, el divorcio de sus padres, abuso sexual, estar sin hogar o un evento catastrófico,
para llegar a un restablecimiento o mejora del funcionamiento competente
 La habilidad para resistir el estrés crónico, como la pobreza crónica, padres
alcohólicos, enfermedad crónica, o violencia doméstica o por el barrio donde vive, y
para sostener un funcionamiento competente a pesar de las continuas condiciones de
vida adversas.
Conceptos relacionados con la resilencia
 Competencia:
 La competencia esta relacionada con el CI y con el rendimiento académico. Un alto CI
es un factor protector y el bajo CI es un factor de vulnerabilidad.
 La competencia es un constructo que lleva al niño a ejecutar o a realizar resultados
resilientes y suele considerarse como la salud o la adaptación psicológica.
 La competencia se refiere a la efectividad de las acciones de uno en el mundo y aun
sentido personal de bienestar en diversas áreas de funcionamiento, esta puede variar
ampliamente e implica que un individuo ha demostrado su ejecución en una o más
áreas y que continuara teniendo capacidad de éxito en el futuro.
 La competencia y resiliencia entre si formarían parte de un constructo mas general de
adaptación.
 Diferencia entre competencia y resiliencia:
 Resiliencia: Implica riesgo, implica ajustes positivos y negativos, y los resultados son
en índices emocionales y conductuales
 Competencia: No implica riesgo, implica ajustes positivos y los resultados implican
conductas manifiestas, observables.
Vulnerabilidad
 La vulnerabilidad se refiere a incrementar la probabilidad de un resultado negativo
como un resultado de la exposición al riesgo. La resiliencia se refiere a evitar
problemas asociados con ser vulnerable. Un factor de riesgo depende de su naturaleza
y exposición. De un extremo puede ser riesgo y del otro puede ser de protección.
Locus de control y estilo atribucional
 Estos factores protegen de los estresores de la vida. Los niños resilientes tienen una
mayor autoestima y autoeficiencia, pudiendo afrontar adversidades, como errores que
son consecuencia de factores modificables y la de poseer una convicción de sí mismo
competentes.
Dureza
 Se la conoce como personalidad resistente, partiendo del hecho de que en situación de
estrés unas personas se enferman y otras no, las cuales tienen formas de afrontar las
mismas de modo adaptativo y luchadora y otras no. Puede estas mediada por
variables de tipo biológico, psicológico y ambiental. La misma puede ser aprendida.
Sus componentes son tres: Compromiso, control y desafío. Los individuos con alta
dureza tendrían dos ventajas:
 El nivel de malestar psicológico experimentado se reduce
 Que tienen una capacidad de afrotamiento adaptativo al estrés y/o la adversidad.
“El individuo con personalidad resistente ve las situaciones potencialmente estresantes como
interesantes y con significados personal (compromiso), como modificables y bajo su control
(control) y algo normal en la vida y una oportunidad de

Psicología Social Aplicada


Problemas sociales
Genéricamente, en la PSA hay tres núcleos conceptuales sobre los que debería pivotar la
actividad del campo: los problemas y necesidades sociales; el desarrollo humano y conceptos
afines; y el cambio social. Los dos primeros representan el fenómeno de interés (el «objeto»)
del campo: en el sentido deficitario o negativo (problemas y necesidades) y en el sentido
positivo (desarrollo humano, bienestar social, calidad de vida). El cambio social constituye el
objetivo genérico que, diferenciado del cambio psicológico individual, buscamos como
vehículo para alcanzar el desarrollo humano y resolver los problemas sociales.
Debido probablemente a la variedad de condiciones a las que se llama genéricamente
«problemas sociales», a la gran complejidad de éstos y al estado inicial de su estudio, las
definiciones suelen ser poco concretas. Contienen, no obstante, coincidencias en buena parte
derivadas de la noción de Fuller y Myers (1941a y 1941b) de que un problema social consiste
en una definición subjetiva de una condición objetiva, existiendo cuando hay una divergencia
real o imaginada entre la realidad y una norma social apreciada por un número considerable
de personas. Merton (1976) ha elaborado así esa idea: «Un problema social existe cuando hay
una discrepancia entre lo que es y lo que la gente piensa que debería ser». En otras palabras,
existe una disparidad entre las condiciones reales de la vida social y las normas sociales (pág.
7). Para Rubington y Weinberg (1995), un problema social se da cuando se alega la existencia
de una situación incompatible con los valores de un número significativo de personas que
están de acuerdo en que es necesario actuar para alterar la situación afirman que un
problema social existe cuando un grupo influyente percibe na condición social que amenaza
sus valores y puede ser remediada a través de la acción colectiva.
Estructura y factores relevantes
Sistematizando distintas aportaciones y puntos de vista, los componentes básicos de una, aún
inexistente, definición de problema social serían los siguientes:
• Distinción entre problemas personales y cuestiones sociales. En el primer caso (Mills,
1959) están amenazados los fines y valores de la persona y su entorno relacional inmediato;
en el segundo, los fines o valores de un grupo mayor, que son debatidos públicamente y
requieren, por tanto, soluciones colectivas.
• Existe una parte objetiva (situación o condición social dada) y una elaboración
subjetiva de esa condición, aunque puede existir el componente subjetivo sin su contra-
partida objetiva.
• El componente subjetivo está construido a partir de unos valores compartidos que
definen un estado de cosas social como deseable o ideal.
• Existe una conciencia de discrepancia entre ese estado ideal (norma social) y la
condición social real. Esa discrepancia es juzgada como indeseable y, en su extremo,
inaceptable o intolerable.
• La discrepancia norma-realidad es percibida por muchas personas o bien por un
grupo (organizado o no) «funcionalmente significativo» (Merton), influyente o podero-so
(Sullivan y otros), en función del acceso a recursos económicos, político-militares o de su
estatuto social (y también del acceso a los medios de comunicación).
• Existe la percepción colectiva de que es necesario actuar para modificar la situación
indeseable.
• La acción es protagonizada por colectivos interesados (directamente afectados o no)
como los movimientos sociales. Éstos asumen el papel de sujetos colectivos de la acción social
dirigida a remediar los problemas sociales y, con frecuencia, a identificar y definir las
cuestiones emergentes como problemas sociales. Los intereses de estos colectivos sociales
pueden converger, diverger o entrar en conflicto latente o abierto, lo que tendrá
consecuencias relevantes para la acción consiguiente en la forma de sumar, restar o
contrarrestar esfuerzos.
• Dada la disparidad de valores e intereses sociales que tan importantes son para de-
finir los problemas sociales, éstos pueden variar considerablemente de una a otra comunidad
o grupo social, de manera que los problemas de un grupo pueden ser las soluciones de otro.
Así, «la droga» puede ser «el problema» para adultos y mayores, y la solución al tedio y la falta
de sentido vital de algunos adolescentes.
• Problemas patentes / problemas latentes (Merton, 1976): en los primeros existe «con-
ciencia de problema», tal como se ha descrito; en los segundos, aunque existe objetivamente
una condición indeseable (sobrepoblación, pobreza, desigualdad, discriminación, etc.), no
«hay» problema social, bien porque no se genera conciencia de problema, bien porque la
condición negativa se acepta como inalterable. Merton señala que los problemas latentes
tienen la función de predecir —y prevenir— los problemas patentes del futuro: así, el
crecimiento demográfico excesivo debe alertar sobre una eventual explosión demográfica y
los problemas (pobreza, violencia, enfrentamientos sociales, etc.) asociados. El científico
social debe tener, en ese sentido, una función crítica: lejos de limitarse a aceptar la definición
subjetiva de los grupos sociales (y los valores e intereses que la subyacen) debe hacer
patentes los problemas latentes, desenmascarando las condiciones sociales menos llamativas
y visibles —aunque endémicas e igualmente dañinas— de la vida social. El autor entra así de
lleno en uno de los temas más polémicos y debatidos de la acción social: el rol de los valores
en ella y la posición —neutral o partidista— del científico o del inter-ventor social.
Factores contextuales relevantes
Sullivan y otros (1980) subrayan una serie de elementos contextuales relevantes para
entender los problemas sociales. Los siguientes recogidos en la Figura 3.4:
• Normas y valores que definen subjetivamente la situación teniendo a la vez —según el
conocido dicho de Thomas— consecuencias objetivas. Conviene recordar también que valores
y normas, lejos de ser elementos sociales autónomos, vienen conforma-dos por las
condiciones materiales y la experiencia de las personas y los colectivos sociales. Así, en
algunas ciudades estadounidenses las autopistas evitan los barrios pobres tornando
materialmente «invisible» la pobreza y evitando a los automovilistas la «experiencia»,
siquiera mínima, de la pobreza de sus conciudadanos.
• Poder. El acceso a los recursos sociales es clave para ayudar a definir los problemas
sociales y para reclamar soluciones para ellos. El poder institucionalizado (la autoridad) tiene
también un papel importante: como representante de todos (interés público), ha de velar por
los intereses colectivos, recoger las demandas sociales e iniciar programas para darles
cumplimiento (Sánchez Vidal, 1999) en función de los recursos públicos disponibles.
• Grupos de interés que, como directamente afectados por los problemas o indirecta-
mente interesados en ellos, pueden tener un impacto importante tanto en la definición de los
problemas como en su eventual solución. Así, las asociaciones médicas —básicamente
centradas en la atención de dolencias físicas— estarán en general en contra de los programas
preventivos de salud pública: están directamente afectados por el tema. La Iglesia Católica no
está, en cambio, directamente afectada por los embarazos, pero se opone, como grupo de
interés indirecto (stakeholder), a su interrupción mediante el aborto.
• La diversidad cultural y social creciente en el mundo actual puede ser fuente de
problemas sociales, o de percepciones divergentes de los problemas comunes, en la medida en
que los grupos sociales tengan valores, intereses y estilos de vida distintos. El ejemplo
ofrecido antes ilustra claramente este punto: la droga es problemática para muchos adultos
por estar excluida de sus pautas culturales básicas, en tanto que, en otros grupos más jóvenes
o en ciertas épocas históricas (los años sesenta), su uso era pauta cultural admitida e incluso,
entre ciertos sectores, normalizada. El enfrentamiento de «tribus urbanas» con distintos
patrones de identidad, es otro ejemplo de cómo la diversidad sociocultural puede generar
conflicto social.
• El etnocentrismo (la tendencia a juzgar a los demás en términos de los valores y
costumbres de la propia cultura considerada como «la» correcta) puede llevar a definir desde
una cultura como problemas aspectos que en otra no lo son.
• Problemas sociales, democracia y regla de la mayoría. La pregunta anterior es también
pertinente en una democracia donde la mayoría decide. Hay entonces que preguntarse: ¿cuál
es la mayoría en las complejas sociedades actuales sometidas a una formidable avalancha de
información y mensajes? ¿quién puede arrogarse el derecho a decidir lo que es bueno —y lo
que es malo o problemático— para toda la sociedad? Las élites ilustradas (grupos económicos,
medios de masas, intelectuales influyentes, políticos, etc.) pueden controlar hasta tal punto los
mensajes dominantes en los medios de masas que conformen y sesguen en su propio
beneficio las cuestiones sociales básicas o creen problemas donde no los hay. Por tanto, a la
hora de abordar un problema social habría siempre que hacerse las siguientes preguntas
previas:
• — ¿Quién es responsable de definir ciertas cuestiones como problemas?
• — ¿A quién beneficia la existencia de tal o cual problema?
• — ¿Quién habla en nombre de la mayoría?
• — ¿A quiénes representan —y a quiénes no— los poderosos que toman las
decisiones?
• — ¿Cuál es la relación entre problemas sociales, principios democráticos y mayoría?
• — Si gobierna la mayoría, ¿qué ocurre con el bienestar —y opinión— de las mino-rías
y, por tanto, con la justicia distributiva global?
Necesidades y problemas sociales: modelo tripartito
El término «problema social» es usado en la teoría sociológica mientras que «necesidad
social» es común en la literatura psicológica y en el Trabajo Social; y semánticas:
compartiendo ambos el núcleo significativo de cuestiones sociales negativas y potencialmente
perjudiciales, la idea de déficit o falta de algo es central a la palabra «necesidad», mientras que
la de «problema» va más asociada a las ideas de dificultad para analizar algo o actuar y a la
búsqueda de soluciones analíticas o prácticas.
Al tratar de describir las necesidades desde nociones como «déficit» o «carencia», con
frecuencia se han usado «modelos de discrepancia», que definen las necesidades como
divergencias respecto de ciertas condiciones o estados psicológicos o sociales. Así, Roth
(1990) ha señalado cinco dimensiones potenciales respecto de las que una situación social o
psicológica real puede diverger: un ideal, una norma, un mínimo, una condición deseada y una
condición esperada. Es infrecuente que se use un estado ideal como término de comparación;
más frecuente es usar una norma o una expectativa determinada. Pero tal definición de
necesidad es, por sí sola, incompleta e insuficiente, señalan Posavac y Carey (1992), si no va
acompañada de un añadido respecto de la ausencia y presencia de la condición o estado por
comparación con el cual se define la necesidad. Es decir, una necesidad se referiría a algo (X)
que la gente debe tener para encontrarse en un estado satisfactorio respecto de algún aspecto
de la experiencia; sin X, la gente estaría en un estado insatisfactorio; con X se alcanza, pero no
sobrepasa, ese estado satisfactorio.

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