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Psicologia Social Resumenes
Psicologia Social Resumenes
Década de 1950 Década de 1960 Década de 1970 Década de 1980 Década de 1990
Las atrocidades de la Inicio de los La psicología social Nuevo interés en la Mayor interés en el
Segunda Guerra estudios del expande sus investigación de la papel de la cultura en
Mundial estimulan proceso de horizontes: se funda la cognición social el comportamiento
estudios importantes atribución: Asociación Europea de (cómo procesamos y Nuevos objetivos de
sobre la conformidad ¿cómo percibe e Psicología Social percibimos la investigación en los
(Asch, 1956) y la interpreta el Experimental y, más información) temas sociales del
obediencia (Milgram, individuo los tarde, la Sociedad Nuevos adelantos en momento:
1965) hechos sociales? Asiática de Psicología la metodología de la - Prevención del
(Kelley, 1967; Social (1996) investigación: SIDA/VIH
1957 Jones y Davis, 1972 - Metaanálisis - Relaciones
Aparición de la teoría 1965) Publicación de la - Psicofisiología entre grupos
de la disonancia primera edición de - Estudios de étnicos
cognoscitiva Prejudice and Racism diarios - Identidad
de James Jones sexual
- Pena de muerte
4. LOS MÉTODOS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL:
Los investigadores de casi todas las ramas del conocimiento deben entender vastas
cantidades de datos y comunicar sus conclusiones a otros investigadores. En el esfuerzo
por ser congruentes al estudiar y hacer públicos los resultados, los investigadores
establecen un conjunto de normas que rigen estos procedimientos. Y este conjunto de
reglas de investigación constituye una CIENCIA. La llamamos ciencia por su adhesión al
método científico: un conjunto normalizado de reglas para investigar fenómenos y
comunicar resultados.
La ciencia es una actividad que pretende: describir, predecir y explicar fenómenos.
Para conseguir estos objetivos, el científico controla las condiciones de modo que el
fenómeno buscado se produzca.
Con la intención de hacer expeditas estas metas y guiar la investigación, los científicos
formulan teorías e hipótesis.
TEORÍA: es un enunciado sistemático que explica el por qué dos o más fenómenos están
relacionados. Éstas pueden ser generales (como la de Copérnico con el movimiento
heliocéntrico de los planetas) o restringidas (como por qué la gente se asusta en ciertas
circunstancias).
HIPÓTESIS: conjeturas informales sobre la relación entre fenómenos. Las hipótesis no
pretenden explicar por qué se relacionan dos fenómenos, sino que expresan cuál será
dicha relación. Las hipótesis pueden derivarse de las teorías o bien plantearse a partir de
los datos que se tengan. La hipótesis será correcta o incorrecta; la comprobación de
hipótesis es una de las principales tareas de la ciencia. La psicología social se ocupa de
explicar, predecir, comprender y verificar relaciones entre fenómenos.
La tarea de un psicólogo social que sigue el método científico es localizar la
información que comprobará o refutará la teoría o sospecha. El psicólogo social debe
obtener apoyo patente a su teoría para persuadir a los críticos o a otros científicos sociales
de que es correcta. Aplican diversos métodos para comprobar las teorías y seguir las
pistas. Parte del trabajo es elegir la mejor estrategia para investigar determinado
problema.
MOSCOVICI
Hasta aquí hemos considerado el espectro en toda su extensión, pero ahora debemos acotarlo
para poder precisar mejor el campo de la psicología social según Moscovici: ¿Cuál es su
objeto?. Moscovici afirma que no existe unanimidad en este punto pero el recurre a una
definición que enunció en 1970: es objeto central de la psicología social todos los
fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según su génesis,
es decir su origen, las condiciones de su gestación, su estructura, como se conforma y su
función, que objetivos cumplen. a que están destinados, a que intereses o propósitos sirven.
COMUNICACIÓN SOCIAL: Los fenómenos relacionados con la comunicación social son los
intercambios lingüísticos y no lingüísticos (imágenes, gestos,etc.) entre individuos y grupos a
fin de transmitir una información determinada o influir sobre los demás. Moscovici emplea
deliberadamente la noción de comunicación social para indicar que incluye tanto los
fenómenos de comunicación de masas de influencia colectiva como la publicidad, propaganda,
etc., como los procesos puramente lingüísticos y los hechos semánticos y con los signos que
circulan en la sociedad, con la Semiología, que según el propio Saussure forma parte de la
psicología social, etc. A partir de estas acotaciones Moscovici formula los siguiente: La
psicología social es la ciencia de los fenómenos de la ideología (cogniciones y
representaciones sociales) y de los fenómenos de la comunicación en los niveles de
relaciones entre individuos, entre individuos y grupos, y entre grupos. ¿Qué caracteriza a
esta disciplina, qué tiene de particular, qué la distingue de otras que comparten el mismo
interés por los grupos e interacciones humanas?. La clave está en la visión psicosocial: en
el enfoque, en el modo particular de observar, de relacionar y de reflexionar respecto de los
fenómenos y no en el territorio. Para Moscovici, históricamente, tanto el psicólogo como el
sociólogo poseen una lectura binaria de los hechos. Esto es: separan sujeto de objeto. Esto
configura el siguiente esquema: Sujeto individual (yo, conciencia, organismo,etc.) - objeto
(medio ambiente, estímulo). Por ej. Cuando en Sociología el sujeto se enfrenta a un objeto
sobre el que desea influir para modificar algunas de sus pautas de consumo. Esto configura el
siguiente esquema: Sujeto colectivo (organización, institución, masa, grupo,etc.) - objeto (otro
entorno humano, target, población destinataria). A esta lectura o visión binaria Moscovici le
opone una lectura o visión ternaria de los hechos y de las relaciones. Es decir que sustituye la
relación de dos términos (sujeto-objeto) por una relación de tres términos: sujeto individual –
sujeto social – objeto. Expresado de otra manera: Ego (yo) -Alter (el otro similar, semejante o
diferente, particular e innovador) - objeto. La presencia del otro funciona como mediación
para abordar la realidad de un modo diferente por la relación fundamental con los demás. Un
actor, un sujeto determinado, adquiere un sentido mas amplio, menos restrictivo, menos
limitado, enriquecido por la perspectiva que brinda en su manifestación colectiva.
Visión psicosocial:
Uno de estos efectos tiene que ver con la autoestima. Cuando existe algún indicio de rechazo o
exclusión por parte del grupo, nuestra autoestima baja y buscamos la cuál ha sido el problema
para corregirlo. Un nivel alto o bajo de autoestima depende de que consigamos mantener la
pertenencia a grupos sociales.
La motivación básica que nos impulsa a formar vínculos con otras personas coexiste con la
necesidad de mantener nuestra propia independencia y distintividad como individuos. Estas
tendencias no son incompatibles, incluso se puede buscar la pertenencia a ciertos grupos
precisamente para conseguir una mayor distintividad como ocurre en el caso de muchos
grupos minoritarios (los “punkies”). Por otra parte, si lo que se busca es independencia, más
que diferenciación de otros la pertenencia a un grupo grande puede ser más conveniente
porque tiene las ventajas que supone ser miembro de un grupo sin los inconvenientes del
excesivo control propio de los grupos pequeños. En este sentido la formación de grupos no
sólo no es incompatible con la individualidad, sino que muchas veces es un medio para
conseguirla.
Condiciones necesarias para la formación de un grupo
El factor que diferencia un grupo social de un mero agregado de individuos es la relación de
interdependencia que se establece entre los miembros. Esta interdependencia percibida por
los miembros es la condición necesaria para la formación de un grupo.
Relacionada con esta controversia está la distinción entre grupos y categorías sociales. Una
cosa serían los grupos considerados como sistemas sociales, caracterizados por la
interdependencia percibida entre sus miembros, y otra las categorías sociales o conjuntos de
individuos que comparten algún atributo común; éstas no podrían considerarse propiamente
grupos a menos que esa semejanza lleve aparejada una percepción por parte de los individuos
de que también comparten un mismo destino.
Los defensores de la categorización aclaran que el concepto de categoría social implica mucho
más que un mero conjunto de individuos semejantes a los ojos de un observador externo.
Supone una implicación emocional compartida por los miembros ya que se perciben y definen
a sí mismos como pertenecientes a una misma categoría. Por otra parte, consideran
fundamental distinguir entre procesos interpersonales y procesos grupales: reducir la
formación del grupo y lo que ocurre dentro de él a procesos interpersonales como la
interdependencia es caer en el individualismo.
El primer estadio (que puede ser también uno de los últimos porque el proceso es
circular) es la fase de descontento. El grupo al que se pertenece ha dejado de satisfacer
las necesidades de sus miembros. Éstos se vuelven pasivos o violentos y lo frecuente
es que sean expulsados o que abandonen voluntariamente el grupo. Esto suele ocurrir
a raíz de un acontecimiento desencadenante que da comienzo al segundo estadio.
Segundo estadio: El acontecimiento provoca una división en el grupo original entre
los que permanecen leales y los que se apartan o son apartados de él.
El tercer estadio o fase de identificación grupal en la que los individuos que han
salido del grupo anterior desarrollan un sentido de identidad como grupo separado.
Las características de este estadio son:
Se delimitan las fronteras entre el propio grupo y los exogrupos, acentuándose las
diferencias con respecto a otros grupos y se fomenta el conflicto con ellos.
Se acentúan las semejanzas intragrupales, anulando los rasgos individualizadores
de los miembros. Esto produce un efecto de cohesión dentro del grupo.
Las actitudes sobre temas importantes para el grupo son extremas. Se bloquea la
entrada de nuevos miembros, no se toleran las posiciones minoritarias y hay una
fuerte presión para que los miembros se conformen a las normas del grupo.
El liderazgo está centralizado.
El objetivo es centrar a los miembros en su identidad social frente a su identidad
personal y establecer la identidad del grupo como tal. El grupo se convierte en
parte importante de la identidad del individuo.
Tras la decadencia del grupo, los individuos que se sienten más a disgusto en él lo
abandonan, con lo que vuelve a producirse la fase de identificación y todas las
demás.
Los miembros que quedan en el grupo original prestan atención al grupo original y
a su reconstrucción.
Se consideran los abandonos como una depuración del grupo y se mantienen
actitudes muy negativas hacia los desertores, lo que favorece la cohesión grupal.
En definitiva, comienza un nuevo estadio de identificación. Esta es la característica
más distintiva de este modelo, dar cuenta de lo que ocurre tras la decadencia de un
grupo.
Cada estadio puede ser identificado por el tema de discusión y por la conducta que domina en
el grupo. La duración de cada estadio puede diferir mucho según los grupos. Aunque la
progresión natural es la descrita, algún suceso inusual puede alterarla. P.ej., la aparición de
una amenaza externa puede hacer que el grupo avance o retroceda a la fase de identificación
para protegerse del peligro potencial. No obstante, cuando esto ocurre y el grupo es
impulsado por una amenaza externa a algún estadio anterior o posterior, el desarrollo
continúa a partir de ese nuevo estadio.
La determinación del estadio concreto en que se encuentra un grupo debe hacerse a posteriori
tras observaciones cuidadosas. No podemos basarnos sólo en el tiempo de existencia del
grupo para determinar en qué estadio se encuentra debido al distinto ritmo de desarrollo de
cada uno.
El primero es la evaluación. Implica esfuerzos por parte del individuo y del grupo
para valorar el grado en que la otra parte puede satisfacer y satisface las propias
necesidades. Se desea aumentar al máximo esa satisfacción. El grupo decide qué tipo
de contribución se espera el nuevo miembro y se generan unas expectativas
normativas sobre ello, comparando la conducta esperada con la conducta real de la
persona. El individuo también hace una evaluación sobre si el grupo responde a sus
necesidades.
El segundo proceso es el compromiso. Depende del resultado del proceso de
evaluación y se basa en las creencias del grupo y del individuo sobre lo satisfactorio de
sus propias relaciones y de otras alternativas. Cuando el individuo siente un fuerte
compromiso hacia un grupo, aceptará sus metas y sus valores, tendrá un efecto
positivo hacia sus miembros, se esforzará por cumplir las expectativas y alcanzar las
metas grupales y por mantener su pertenencia al grupo. Al igual que si es el grupo el
que siente un fuerte compromiso con un individuo, intentará retenerle como miembro
del grupo satisfaciendo sus necesidades.
El tercer proceso se refiere a las transiciones de rol. Se produce cuando el
compromiso alcanza un nivel crítico (criterio de decisión) y suponen reetiquetar la
relación del individuo con el grupo y, por tanto, cambiar la evaluación que cada parte
hace de la otra. La transición de rol es un cambio cualitativo que supone una
modificación de las expectativas de ambos con respecto al otro. Los criterios de
decisión son niveles concretos de compromso que indican que está justificado un
cambio cualitativo en la relación entre ambas partes.
Pero la socialización no concluye con la primera transición de rol, sino que tras ésta se
produce un nuevo proceso de evaluación que dará lugar a cambios en el compromiso y a
subsiguientes transiciones de rol.
Desde que comienza su relación con el grupo, antes de pertenecer a él, hasta que esa relación
termina después de haberlo abandonado, el individuo atraviesa cinco fases de socialización.
Cada una se caracteriza por una conducta específica por parte del grupo, por parte del
individuo y por un resultado final: el nuevo rol del individuo en el grupo.
Fase de investigación. En esta fase el grupo está reclutando gente que pueda
contribuir a lograr sus metas. Por su parte, el individuo busca un grupo que satisfaga
sus necesidades personales. Si tras una valoración positiva mutua ambas partes
consideran que el otro va a cumplir las expectativas mejor que una opción alternativa,
se producirá la transición de rol de entrada y el individuo se convertirá en un nuevo
miembro del grupo.
Fase de mantenimiento. Se produce una negociación del rol del individuo por ambas
partes. Si esta negociación prospera, los niveles de compromiso de ambas partes
permanecerán altos, pero si fracasa y los niveles de compromiso descienden al criterio
de decisión correspondiente, se producirá la transición de rol de divergencia y el
individuo se convertirá en un miembro marginal.
Ovejero Bernal- Las relaciones humanas: Psicologia social, teorica y aplicada. Capitulo
XVII
Identidad social y comportamiento colectivo
El concepto de identidad es uno de los conceptos más importantes de toda la psicología y, en
consecuencia, uno de los más útiles para entender la conducta humana y tal vez más, si cabe,
la conducta colectiva). De ahí que exista una fuerte relación entre identidad y comportamiento
colectivo, al menos en dos sentidos. En primer lugar, el individuo puede entrar a formar parte
de un grupo o una colectividad, como puede ser una secta, algunos movimientos sociales o un
partido político extremista, como un intento de buscar una identidad personal que no se tiene,
es decir, que el tener problemas serios con la propia identidad personal hace a los individuos
más propensos a ser captados por ciertas colectividades, como las sectas. En segundo lugar,
cuando los individuos se encuentran actuando dentro de un grupo o una colectividad, actúan
como miembros de ella y no según sus propios rasgos personales, de tal forma que será la
identidad social del grupo y, por tanto de esos individuos, lo que mejor explica su conducta y
la conducta de la colectividad. En ambos casos, la identidad, tanto la personal como la social,
está estrechamente vinculada con los procesos de socialización, pues es en ellos y a través de
ellos como se constituye.
«Cada sociedad, cada cultura, dispone de un repertorio propio de normas, valores,
configuraciones perceptivas y cognitivas y tipos de respuesta conductual y afectiva a los
estímulos interpersonales. Cada individuo que nace como miembro potencial de dicha
sociedad o cultura, se ve en la necesidad de actuar de acuerdo con dichas normas, hacer suyos
tales valores, adquirir determinadas configuraciones o estilos cognitivos e interiorizar unas
peculiares formas de respuesta a los estímulos interpersonales. Este proceso de aprendizaje e
interiorización, se llama proceso de socialización». De ahí que a través de los procesos de
socialización vayamos internalizando la estructura social así como las normas y valores
sociales, y los vayamos asimilando para construir nuestra propia personalidad , es decir, para
constituirnos a nosotros como personas, personalidad y personas que, por consiguiente,
reflejarán la sociedad y los colectivos en los que nos hemos educado y socializado.
Ahora bien, existen dos principales tipos de socialización:
— Socialización primaria, que es la fundamental y se produce en la primera infancia,
generalmente en el seno de la familia. «El agente personal más determinante, la madre, se
inserta en primer lugar en un grupo pequeño formalmente estructurado que es la familia. Este
grupo confiere al niño su primera identidad social y marco de referencia norm a un contexto
de interacción más amplio que la relación diádica primaria. El conjunto de valores que el
microgrupo familiar mantiene, representa para el niño el sistema total de valores de la
sociedad en que vive»).
— Socialización secundaria: en una sociedad tan compleja como es la nuestra, la socialización
primaria resulta absolutamente insuficiente para un desarrollo pleno que garantice, con unas
mínimas garantías de éxito, la participación en la vida social. Y es que la complejidad y la
diversificación de roles de nuestra sociedad exige también unos aprendizajes específicos que
hagan posible la preparación para participar exitosamente en esa vida social de que
hablábamos. Y ello se consigue a través de la socialización secundaria, que «es menos
inclusiva que la primaria; afecta a áreas más concretas de la experiencia personal que la
socialización primaria... Se trata de complementar la identidad personal añadiéndola a la que
se construyó en la familia, la identidad determinada por la asunción de la significación social
de determinados roles»
Wetherell y Potter (1992) señalan que el paso de la identidad personal a la identidad social, o
de la conducta interpersonal a la conducta de grupo, pone en movimiento una cadena de
efectos cognoscitivos y motivacionales y son estos efectos los que producen la acción colectiva
y la conducta de grupo y median en el conflicto intergrupal. Por otra parte, se ha afirmado que
un movimiento social no puede organizarse sino cuando el grupo que lo ha iniciado sea
consciente de la definición de su identidad
La psicología social surge a lo largo de la segunda mitad del siglo xix, y lo hace como
psicología colectiva, principalmente en tres países: Francia (Le Bon, Tarde), Italia (Sighele,
Rossi) y Alemania (Lazarus y Steinthal, Wundt). Y esta psicología colectiva, como señala Groh
(1986), no era sino la consecuencia natural de los acontecimientos históricos, sociales,
políticos y económicos de los dos siglos anteriores, ello unido, obviamente, al surgimiento de
la psicología, por un lado, y al de las ciencias sociales, por otro, cosas ambas que tuvieron
lugar durante la segunda mitad del siglo xix. Emergió la psicología colectiva o de masas hacia
el final del siglo xix, justamente en una época de fuertes transformaciones sociales y
económicas. Es más, esta profunda transformación de la sociedad europea que tuvo lugar a lo
largo de todo el siglo xix, y que llevó a cambios también profundos en las ciencias sociales, se
caracterizaba principalmente por la disolución del viejo régimen precapitalista bajo los
repetidos asaltos del capitalismo y las revoluciones, lo que conllevó importantes
transformaciones en prácticamente todos los ámbitos (familiar, religioso, cultural, etc.). Todo
ello llevó a millones de personas a vivir en una situación realmente precaria en las ciudades
industriales. La cuestión radica en que la propia sociología está sujeta a la interpretación
sociológica, pero también fue una filosofía, un conjunto de ideas que surgió en un momento
determinado y se relacionó no sólo con las condiciones sociales de su época, sino con sus
antecedentes intelectuales. Cabe repetir que el principal incentivo fue la disolución de las
costumbres e instituciones ancestrales a lo largo de la «modernización» de la civilización
occidental, que se inició alrededor de 1800 y cuyos efectos se percibieron agudamente a partir
de 1870 .Todo ello fue lo que dio lugar a la necesidad de analizar las nuevas estructuras y
conductas interpersonales, y de orientar a la gente sobre las conductas sociales e
interpersonales a seguir, ya que las categorías previas de conocimiento social e interpersonal
habían quedado totalmente obsoletas. Así, surgió una nueva disciplina, la psicología social,
pero surgió precisamente como psicología de las masas. En los primeros trabajos de Tarde,
que luego formarían parte de su obra más conocida Las leyes de la imitación y que
aparecieron en 1882, ya figuraban las consideraciones teóricas de la influencia social que más
tarde sería incorporada a su psicología de las masas. Podemos decir, por tanto, que la
psicología social surgió para dar cuenta de esta parcela de conocimiento dejado de lado
por las otras ciencias sociales, con lo que la psicología de las masas puso fin a la
indiferencia de las ciencias sociales hacia este nuevo aspecto de la civilización
occidental. Y pronto se la utilizó a la psicología social o de masas para resolver
problemas prácticos, políticos como el siguiente: ¿cómo pueden ser controladas las
multitudes?, lo que muestra, en definitiva, que ya desde sus orígenes la psicología
social cumplió una clara y concreta misión política al servicio del poder, misión que no
abandonaría nunca .
La Psicología Colectiva, pues, surge cuando se reconoce que los fenómenos colectivos pueden
y deben ser objeto de la ciencia. Y empezó su andadura con unos rasgos que la acompañarían
hasta hoy, rasgos que podemos resumir, de entrada, en los dos siguientes a) las leyes
psicológicas que rigen las masas no son las mismas que las que rigen a los individuos; y
b) las multitudes son manifestaciones patológicas de la naturaleza humana.
Características de las masas y principales contenidos de la psicología colectiva: Las masas
siempre, pero sobre todo durante la segunda mitad del siglo xix, produjeron una mezcla de
extrañeza y miedo, a causa principalmente de las enormes dificultades para predecir su
conducta. Esta impredictibilidad del comportamiento de las masas proviene en gran medida
de sus características definitorias:
1) impetuosidad: hasta el punto de que alguien definió a la muchedumbre como «el animal
humano liberado de su correa»; 2) emocionalidad: que tal vez sea el principal rasgo
definitorio de las masas: éstas no se mueven por razones sino por emociones; y 3)
irracionalidad: como consecuencia de las dos características anteriores, las masas suelen ser
bastante irracionales.
RUMORES que siempre acompañan a los fenómenos colectiva. Por otra parte, resulta
tremendamente importante para entender la conducta social de las personas, y sobre todo de
los grupos, estudiar la memoria colectiva :la memoria es siempre memoria social,
compartida, es decir, un producto de la colectividad, hasta el punto de que la gente
«funciona colectivamente como sistema integrado de recuerdos» (Wertsch, 1987). Así,
para Halbwachs, con toda seguridad la máxima autoridad hasta el momento en este campo,
«la reconstrucción de recuerdos a partir de datos o nociones comunes obedece a la necesidad
de establecer una comunicación afectiva. Los pensamientos y sentimientos más personales
tienen su origen en medios y circunstancias sociales definidos. Así, la memoria individual
constituye un punto de vista sobre la memoria colectiva, cambia según el lugar del individuo
en el grupo, lugar que cambia a su vez siguiendo las relaciones de éste con sus miembros y con
otros medios sociales» .Altamente interesante hoy día resulta analizar cómo es posible «lavar
el cerebro» colectivo, vía medios de comunicación, o al menos el de grupos más o menos
pequeños, como es el caso de las sectas; el indiscutible éxito de las sectas se debe sobre todo a
dos procesos que se apoyan mutuamente. Por una parte, hay una persona, casi siempre,
aunque no necesariamente, joven que tiene serios problemas de identidad y que necesita
encontrar una nueva, y hay también un grupo que dice poseer la verdad absoluta, que es
justamente lo que requería esa persona para solucionar sus problemas de incertidumbre. Por
otro lado, una vez que tal persona está ya dentro del grupo y forma parte de la secta, ésta
utilizará unas estrategias de lavado de cerebro que tienen tal potencia persuasiva que, al
menos en las condiciones y circunstancias en que se encuentra nuestro sujeto, a éste le
resultará prácticamente imposible substraerse a su influencia, sobre todo en el caso, tan
frecuente, de que no cuente con ayuda externa, y a menudo ni siquiera contando con ella . Y la
capacidad de influencia que las sectas tienen sobre sus miembros es tal que consiguen en
muchísimos casos aniquilar totalmente ya no sólo su pensamiento crítico, sino incluso todo
pensamiento individual y propio, hasta el punto de que con no poca frecuencia los miembros
de algunas sectas llegan a suicidarse, incluso colectivamente, sólo porque su líder se lo
ordena. Así, en una sola noche se suicidaron casi un millar de miembros de la secta Templo del
Pueblo, en 1978. También deberíamos hablar de otros muchos tipos de comportamiento
colectivo como los desastres y los pánicos colectivos y sus, la violencia colectiva: la psicología
del comportamiento colectivo debería ser la disciplina más importante y central en el campo
de la psicología, ya que tiene como objeto el estudio de cómo el organismo puramente
biológico que éramos al nacer se ha transformado en la persona que somos ahora, cómo nos
hemos convertido, en definitiva, en sujeto. Es decir, cómo las diferentes colectividades de las
que el individuo ha formado parte, tanto en sentido amplio y sociológico (la nación, la clase
social, el macrogrupo religioso, etc.) como en sentido más restringido y psicosocial (la familia,
el grupo de amigos, etc.), han ido formando la personalidad, las cogniciones, etc., de ese
individuo. En resumidas cuentas, cómo esas colectividades han ido construyendo al sujeto
humano, al sujeto social. De ahí que se trate de una disciplina eminentemente interdisciplinar,
ya que le son absolutamente indispensables las aportaciones no sólo de la psicología, sino
también de la sociología, la historia o la antropología cultural, por no mencionar sino sólo las
más relevantes para el estudio del comportamiento colectivo, estudio que, por tanto, necesita,
inexcusablemente, ser interdisciplinar. Es más, al hablar de esta psicología, colectiva e
interdisciplinar, estoy hablando del modelo de psicología que personalmente creo más
adecuado para trabajar en el campo psicosocial. Porque, a mi entender, la psicología social
debe ser indiscutiblemente colectiva e interdisciplinar si quiere llegar realmente a captar su
objeto: la vida humana.
Vulnerabilidad
El patrón primario de la vulnerabilidad se sigue apoyando en el principio de amenaza.
Teóricamente intervienen en la construcción de la vulnerabilidad psicosocial una serie de
variables: riesgo, afrontamiento, resiliencia, estrés, apego e inteligencia emocional, que
modulan su configuración, consiguiendo que finalmente la vulnerabilidad se transforme en un
factor de riesgo o de protección en función de cómo actúen dichas variables en la fase final. A
partir de este desarrollo se podrá trabajar en la construcción de instrumentos de medida que
puedan cuantificar de una forma objetiva, la cantidad de vulnerabilidad psicosocial de las
personas para poder generar programas preventivos que puedan amortiguar su impacto
como factor de riesgo.
La sociología y el trabajo social, por su parte, introduce el concepto para tratar de estudiar a
los grupos vulnerables ante diferentes contextos sociales y la exclusión social.
La vulnerabilidad se puede confrontar con una gran cantidad de términos con los que se
solapa o se complementa, entre los que podríamos mencionar el riesgo, el afrontamiento, la
resiliencia, el estrés, la adaptación, la susceptibilidad.
Una definición general la propone Wisner, la entiende como aquellas características con las
que cuenta una persona o un grupo de personas en una situación determinada, que tienen la
posibilidad influir en su capacidad de anticipación, resistir y poder recuperarse óptimamente
de una amenaza.
Según Ruiz, desde una vertiente objetiva y global, “la vulnerabilidad se define siempre en
relación con algún tipo de amenaza, sean eventos de origen físico como sequías, terremotos,
inundaciones o enfermedades, o amenazas antropogénicas como contaminación, accidentes,
hambrunas o pérdida del empleo.
Se podría definir la vulnerabilidad psicosocial en el contexto de la salud y las adicciones como
el grado de susceptibilidad que tiene una persona hacia los problemas relacionados con la
salud (Nichiata, Bertolozzi, Ferreira y Fracolli, 2008) y las adicciones. Otra definición es la que
propone Lamas y Murrugarra (2011), como una condición que modula la probabilidad de
padecer enfermedades, accidentes o lesiones auto infligidas.
Una persona cuenta con la información que va almacenando a lo largo de su desarrollo y que
contribuye a la construcción de su percepción de la realidad.
Partiendo de esa premisa, ante una persona ha de presentarse una amenaza, ya sea real, como
por ejemplo una catástrofe natural, una epidemia, etc., o percibida que, aunque se encuentre
en el plano de los subjetivo, puede generar consecuencias negativas.
Esta forma de vulnerabilidad percibida entraría en los supuestos de que una persona se sienta
especialmente vulnerable ante acontecimientos vitales sin que tercie una base real en ellos,
bien porque se encuentra más débil para afrontar los riesgos, bien porque esté pasando un
periodo de mayor estrés y ansiedad, desapego, proceso de enfermedad o por otros motivos
inespecíficos difícilmente clasificables. Tanto la vulnerabilidad real como la percibida, pueden
ser además previsibles o imprevisibles, estas últimas son predictoras de futuras
vulnerabilidades
• Riesgo
• Afrontamiento
• Resiliencia
• Estrés
• Apego
• Inteligencia emocional
Riesgo
La vulnerabilidad real estará más en consonancia con la amenaza real y el riesgo real. La
asunción de riesgos aumenta la vulnerabilidad a ser consumidor de sustancias.
En principio, y desde el plano teórico, la vulnerabilidad que una persona puede acumular en
función del riesgo será directamente proporcional a la cantidad de exposición al mismo. Hay
que tener en cuenta que en este argumento cuenta tanto el riesgo real como el subjetivo.
Linealmente se podría proponer que cuanto mayor sea el riesgo, mayor será el grado de
vulnerabilidad (ver Tabla 1). Cuando el riesgo percibido es alto, conseguirá que la
vulnerabilidad percibida también lo sea, pudiendo reducir el grado de exposición del
comportamiento para amortiguar las consecuencias negativas.
Afrontamiento
Las formas de afrontar los acontecimientos vitales suponen una alternativa fundamental en la
mejora de la calidad de vida. Un buen aprendizaje de las estrategias de afrontamiento desde la
primera infancia, es una garantía de futuro.
Podemos encontrar cuatro estilos parentales, relacionados con el apego, que pueden influir
directamente en la vulnerabilidad (Parker, 1996):
1. Estilo parental del cuidado óptimo, cuyas características principales se orientan hacia
una sobreprotección baja, junto con un alto cuidado.
2. Estilo parental de compulsión afectiva, donde todo es superlativo, con una muy alta
sobreprotección y un cuidado excesivo.
3. Estilo parental de control sin afecto, cuyas características principales se orientan hacia
una alta sobreprotección y unos cuidados bajos.
4. Estilo parental negligente, donde todo se centra en la despreocupación, con una baja
sobreprotección y un bajo cuidado.
Un mayor apego reduciría la vulnerabilidad a los problemas de salud y al consumo y otras
adicciones.
Inteligencia emocional
Es la capacidad de controlar los sentimientos propios y de los otros, discriminarlos y usar esa
información para guiar el pensamiento y las acciones de uno mismo.
La inteligencia emocional implica la habilidad para percibir y valorar con exactitud la
emoción; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos cuando éstos facilitan el
pensamiento; la habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la
habilidad para regular las emociones que promueven el crecimiento emocional e intelectual.
A mayor nivel de inteligencia emocional rasgo, menor vulnerabilidad hacia problemas de
salud y consumo de sustancias y otras adicciones.
RESILENCIA:
DEFINICION, CARATERISTICAS Y UTILIDAD DEL CONCEPTO
BECOÑA, ELISARDO (2006)
La resiliencia, o capacidad de superar los eventos adversos, y ser capaz de tener un
desarrollo exitoso a pesar de circunstancias muy adversas
El mayor problema del concepto de resiliencia es su definición, el cual, es asumido que
implica competencia o un positivo y efectivo afrontamiento contra el riesgo o la
adversidad. Definiciones de diferentes autores:
Bartelt (1996) – Rasgo psicológico que se compone del self.
Richardson, Neieger, Jensen y Kumpfer (1990) – Proceso de afrontamiento.
Garmezy (1991) – La capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa
después del abandono o evento estresante.
Masten (2001) – Fenómeno caracterizado por buenos resultados a pesar de las serias
amenazas para la adaptación o desarrollo.
Luthar, Cicchetti y Becker (2000) – Proceso dinámico que abarca la adaptación
positiva.
Fergus y Zimmerman (2005) – Proceso de superar los efectos negativos (traumas) y la
exposición al riesgo.
Para que aparezca la resiliencia tienen que estar presente tanto factores de riesgo
como de protección que ayuden a conseguir un resultado positivo o reduzcan o eviten
un resultado negativo. Los factores que pueden ayudar a evitar los efectos negativos
de los riesgos pueden ser tanto cualidades o recursos (ayuda parental, de otra
persona, de un profesor o mentor, etc.)
Características de la resiliencia.
El concepto de resiliencia no implica tanto una invulnerabilidad al estrés sino la
habilidad de recuperarse de eventos negativos, un desarrollo normal bajo condiciones
difíciles, un fenómeno común que surge de los procesos adaptativos humanos
ordinarios. Caracterizada por patrones particulares de conducta funcional a pesar del
riesgo y un proceso dinámico de adaptación hacia el riesgo y de protección desde el
individuo hasta lo social.
Los primeros estudios se centraron en cualidades del “niño resiliente” (autonomía,
alta autoestima), en los que se encuentran tres grupos de factores:
Atributos de los niños propios
Aspectos de su familia
Características de su amplio ambiente social
Ego resiliencia: La capacidad dinámica de su control de ego, en demanda del ambiente.
Como un continuo y agregado de recurso, especialmente fuerza del ego, intimidad
social e ingeniosidad.
Un factor que funciona como un mecanismo de protección de factores ambientales y
constitucionales.
Una habilidad de adaptación y equilibrio, compuesta de autoconfianza, curiosidad,
autodisciplina, autoestima y control sobre el ambiente.
Una suma de factores individuales, familiares y sociales.
Una función de factores de protección compuesto de recursos personales y sociales
Polk (1997) elabora 4 patrones para la resiliencia:
El “patrón disposicional”, se refiere al patrón de los atributos del físico (genética) y a
los atributos psicológicos con el ego (competencia personal). Estos factores incluyen la
inteligencia, la salud y el temperamento.
El “patrón relacional” se refiere a las características de los roles (intrínsecos) y las
relaciones que influencian la resiliencia (extrínsecos). Una profunda confianza en las
relaciones y el desarrollo de la intimidad personal.
El “patrón situacional” se refiere a la aproximación característica a las situaciones o
estresores y se manifiesta como habilidades de valoración cognitiva, solución de
problemas y capacidad para la acción frente a una situación. La habilidad de hacer
una evaluación realista para actuar y de las expectativas o consecuencias de esa
acción. Flexibilidad, perseverancia y disponer recursos son manifestaciones, y también
la búsqueda de novedad, curiosidad, naturaleza exploratoria y creatividad.
El “patrón filosófico” se manifiesta por las creencias personales. La creencia de que el
autoconocimiento y la reflexión sobre uno mismo y los eventos son importante. Una
creencia que la vida vale la pena y tiene significado, la vida tiene un propósito.
Garmezy (1993) Postula tres factores principales en relación con los individuos
El temperamento, la personalidad, nivel de actividad, capacidad reflexiva, las
habilidades cognitivas
Las familias, cariño, cohesión, y apoyo que asume rol parental ante la ausencia de
padres responsivos.
Disponibilidad de apoyo social en sus múltiples formas, madre sustituta, profesor
interesado, una agencia que le ayuda, una institución o la iglesia donde le proveen de
cuidados.
Kumpfer (1998) la define por las siguientes capacidades de los niños:
La capacidad de recuperarse de eventos de vida traumáticos, como la muerte de un
padre, el divorcio de sus padres, abuso sexual, estar sin hogar o un evento catastrófico,
para llegar a un restablecimiento o mejora del funcionamiento competente
La habilidad para resistir el estrés crónico, como la pobreza crónica, padres
alcohólicos, enfermedad crónica, o violencia doméstica o por el barrio donde vive, y
para sostener un funcionamiento competente a pesar de las continuas condiciones de
vida adversas.
Conceptos relacionados con la resilencia
Competencia:
La competencia esta relacionada con el CI y con el rendimiento académico. Un alto CI
es un factor protector y el bajo CI es un factor de vulnerabilidad.
La competencia es un constructo que lleva al niño a ejecutar o a realizar resultados
resilientes y suele considerarse como la salud o la adaptación psicológica.
La competencia se refiere a la efectividad de las acciones de uno en el mundo y aun
sentido personal de bienestar en diversas áreas de funcionamiento, esta puede variar
ampliamente e implica que un individuo ha demostrado su ejecución en una o más
áreas y que continuara teniendo capacidad de éxito en el futuro.
La competencia y resiliencia entre si formarían parte de un constructo mas general de
adaptación.
Diferencia entre competencia y resiliencia:
Resiliencia: Implica riesgo, implica ajustes positivos y negativos, y los resultados son
en índices emocionales y conductuales
Competencia: No implica riesgo, implica ajustes positivos y los resultados implican
conductas manifiestas, observables.
Vulnerabilidad
La vulnerabilidad se refiere a incrementar la probabilidad de un resultado negativo
como un resultado de la exposición al riesgo. La resiliencia se refiere a evitar
problemas asociados con ser vulnerable. Un factor de riesgo depende de su naturaleza
y exposición. De un extremo puede ser riesgo y del otro puede ser de protección.
Locus de control y estilo atribucional
Estos factores protegen de los estresores de la vida. Los niños resilientes tienen una
mayor autoestima y autoeficiencia, pudiendo afrontar adversidades, como errores que
son consecuencia de factores modificables y la de poseer una convicción de sí mismo
competentes.
Dureza
Se la conoce como personalidad resistente, partiendo del hecho de que en situación de
estrés unas personas se enferman y otras no, las cuales tienen formas de afrontar las
mismas de modo adaptativo y luchadora y otras no. Puede estas mediada por
variables de tipo biológico, psicológico y ambiental. La misma puede ser aprendida.
Sus componentes son tres: Compromiso, control y desafío. Los individuos con alta
dureza tendrían dos ventajas:
El nivel de malestar psicológico experimentado se reduce
Que tienen una capacidad de afrotamiento adaptativo al estrés y/o la adversidad.
“El individuo con personalidad resistente ve las situaciones potencialmente estresantes como
interesantes y con significados personal (compromiso), como modificables y bajo su control
(control) y algo normal en la vida y una oportunidad de