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INSTITUCIÓN EDUCATIVA PARTICULAR

SAN AGUSTÍN DE OQUENDO

HISTORIA, GEOGRAFÍA Y ECON.


Profesor: Adamo V. Flores Cribillero
EL IMPERIO BIZANTINO
Surgió sobre la base del Imperio Romano
de Oriente en el año 395, al ser dividido
el antiguo imperio romano por el
emperador Teodosio. Debe su nombre a
que tuvo como capital a Constantinopla,
edificada sobre la base de la ciudad de
Bizancio (actualmente se llama Estambul
y es la capital de Turquía).
El imperio Bizantino sobrevivió a las
invasiones bárbaras y logró prolongarse
por más de diez siglos hasta 1453 cuando
se produjo la toma de Constantinopla por
parte de los turcos otomanos.
Dentro de los 109 emperadores que tuvo
el imperio bizantino destacó Justiniano con quien el imperio creció y se apoderó del
imperio vándalo al norte de África, del reino ostrogodo al sur
de Italia, además del extremo sur de España.
En el año 527, al morir el viejo emperador Justino le cede el
poder a su sobrino Justiniano. Justiniano era sumamente culto
y de inclinación artística, aunque carecía de energía suficiente.
No obstante, tuvo la habilidad de escoger una esposa de
extraordinaria personalidad, aunque de fama escandalosa,
llamada Teodora. A ella debió Justiniano gran parte de su
éxito de gobierno.
Justiniano fue quien organizó y estructuró el imperio
bizantino. Pero en donde más destacó fue en su labor
legislativa, ya que, a través de la recopilación del derecho romano, este pudo ser
trasmitido a la posteridad. El año 530 promulgó el código de Justiniano que de inmediato
se transformó en la base jurídica del imperio y de todo occidente.
Justiniano se tiempo para dar un fantástico impulso a las artes. En Constantinopla se
multiplicaron los palacios y los templos más espléndidos del mundo. Su corte imperial
fue la más fastuosa y brillante que hasta entonces se había conocido. Pero entre todas las
obras destacó la Basílica e Santa Sofía. Su lujo y su esplendor en mármoles, mosaicos y
pedrerías constituyeron el símbolo de la gloria del imperio.
Lamentablemente, al morir Justiniano en el año 565, todo el imperio Bizantino comenzó
a derrumbarse y sus sucesores no supieron mantenerlo.

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