Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A lo largo de diez siglos, los bizantinos, que eran en realidad una pluralidad de
pueblos, lograron fusionar la cultura de los griegos y romanos, los elementos
religiosos de cristianos y paganos y las costumbres occidentales y orientales. De
esta manera conservaron los aportes culturales de la antigüedad y los re-
elaboraron bajo nuevas formas. Aunque hablaban griegos, los bizantinos se
llamaban así mismos romanos, pues consideraban herederos de este antiguo
imperio. Por eso a Constantinopla se le conocía también como la nueva Roma
1. CONSTANTINOPLA
Actualmente esta ciudad no existe con este nombre, hoy en día esta antigua
ciudad se llama Estambul. Fue construida por el emperador Constantino en el año
330, se construyó sobre la antigua ciudad griega de Bizancio. En sólo seis años
edificó una ciudad cuyo tamaño y arquitectura eran equiparables a los de Roma y
la llamo Constantinopla. Constantinopla se ubicó entre el Mar Negro y el Mar
Mármaro; estaba rodeado de mar y era el paso obligado de todos los
comerciantes que viajaban por mar o por tierra entre Asia y Europa. Hasta el siglo
XIII fue una de las ciudades más pobladas del mundo: sólo Bagdag la gran ciudad
del Islam la igualó. Para proteger Constantinopla de los germanos, el emperador
Teodosio II, construyo en el siglo V una muralla triple de unos 12 metros de altura
que rodeo la ciudad. Esta muralla recorre unos 19 km y tiene 96 torres, desde las
cuales los soldados bizantinos divisaban al enemigo.
Justiniano, sobrino del emperador Justino, llego al trono en el año 527. Justiniano
era como su tío, hijo de un simple campesino. Sin embargo desde joven, recibió
una excelente formación militar. Al momento de su ascensión al trono, el Imperio
Bizantino incluía la Península Balcánica, Asia Menor, Siria, Palestina y Egipto. Sin
embargo, Justiniano pensaba que el mundo cristiano debía tener una única
autoridad política: el emperador bizantino. Con estas ideas y con la ayuda de los
generales Belisario y Narsés, Justiniano se apoderó de los territorios vándalos del
norte de África, Córcega, Cerdeña y de las Islas Baleares; conquisto Italia y Sicilia,
dominadas por los ostrogodos y por último ocupó el suroeste de la España
visigoda.
Luego Justiniano emprendió la reforma del estado bizantino para renovar las
bases sobre las que se asentaba el imperio. Reorganizó la administración central,
residente en Constantinopla, que supervisaba a los funcionarios de provincias.
Además, decidió clasificar y editar las leyes romanas. Para ello, encargo al jurista
Triboniano la redacción del código Justiniano, que incluyo todas las constituciones
dictaminaras desde la época del emperador Adriano. Por otra parte, mejoro la
situación de la hacienda pública y de la recaudación de impuestos, para sostener
una organización civil y militar más eficiente.
Justiniano murió en el año 565, año en que concluyó uno de los periodos más
brillantes de la larga historia bizantina.
Los persas por su parte de adentraron cada vez más en las provincias orientales
del Imperio Bizantino. Sin embargo, el peligro persa fue sustituido por el árabe,
que se convirtió en el adversario más temible, ya que en el siglo VII ocupo Siria,
Palestina y el norte de África. Entonces, el imperio se redujo a Grecia, Asia Menor
y el sur de Italia. En el siglo XI la situación empeoró, cuando los turcos, en
especial la tribu de los seldjúcidas se apoderaron del Asia Menor. Estos
acontecimientos marcaron el inicio de la decadencia de Bizancio, que concluyo en
1453, cuando otra tribu de turcos, los otomanos, ocupo Constantinopla.
3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA
En contraste con las monarquías germanas, el Imperio Bizantino contó con una
sólida organización política.
El imperio constituía una monarquía teocrática en la que el emperador o basileus
era considerado el delegado de Dios en la Tierra y por lo tanto un personaje
sagrado. Por eso fue el jefe de la Iglesia y com tal podía nombrar a los patriarcas.
Al emperador se lo representó como a los santos con la cabeza rodeada por un
halo de luz.
Con un poder absoluto, el emperador fue también el jefe supremo de la
administración y del ejército bizantino. Para su acción de gobierno contaba con
tres instrumentos.
4. LA RELIGIÓN
En el siglo VIII se originó otra querella promovida por los iconoclastas. Éstos
sostenían que las imágenes religiosas o iconos llevaban a prácticas
supersticiosas, porque se adoraba en ellas a la imagen representada y no al Dios
verdadero. Además, los iconoclastas buscaban disminuir el poder económico y
social de los monjes.
5. LA ECONOMÍA
A lo largo de diez siglos de historia, Bizancio fue uno de los centros económicos
más importantes del mundo medieval. La economía bizantina fue
mayoritariamente agraria.
Las grandes propiedades agrícolas estaban en manos de la Iglesia y de la
aristocracia, pero también había pequeños propietarios que con el correr de los
siglos, desaparecieron, incorporándose los grandes dominios como colonos.
Por otro lado, Bizancio no descuido las actividades artesanales ni el comercio.
Este imperio desarrolló un importante comercio internacional. Gracias a esta
actividad, en los mercados de Constantinopla y de otras ciudades del imperio se
podían hallar productos de zonas tan diversas como por ejemplo, China, Persia y
España. Los artesanos bizantinos fabricaban a su vez numerosas piezas que se
vendían al extranjero.
Por ello, la moneda bizantina, el besante, fue aceptada en todos los mercados de
la Edad Media hasta el siglo XI. Se trato por lo tanto de una moneda internacional.
Los mejores ejemplos de esta obra los tenemos en la iglesia de Santa Sofía de
Constantinopla y en Italia en la basílica de San Marcos en Venecia. Los interiores
de las iglesias fueron decorados con hermosos mosaicos que recubrieron con un
lujo y color inusitado, los ábsides y las cúpulas. Por otro lado, la escultura
bizantina produjo bellos relieves en placas de marfil.
7. LA DECADENCIA DE UN IMPERIO
Justiniano I era un hombre muy curioso, así que comenzó a indagar en el campo
de los estudios jurídicos, posteriormente formó una comisión delegada de producir
un nuevo código de las leyes imperiales promulgadas desde el período de
Adriano. El trabajo de este grupo de comisionado, era preparar un manual para el
uso de los estudiantes de leyes, que recibió el nombre de Instituía. Un año más
tarde surgió una edición más completa del Código de Justiniano, que contenía
las propias leyes elaboradas y promulgadas por el emperador. Su trabajo jurídico,
como, por ejemplo, la producción de las nuevas leyes que reflejaron las
necesidades contemporáneas, fueron supervisadas e influidas por Triboniano.
Este sutil jurisconsulto era juez del palacio sagrado, uno de los ministros judiciales
más importantes del imperio.
En la década de los años 540 se propago una terrible epidemia conocida como la
plaga de Justiniano, situación que merma la mano de obra, mata cientos de
personas y genera un estado de inestabilidad, esta causa natural pone en jaque
el esplendor del momento. Hipótesis afirman que esta epidemia fue la peste
negra. El imperio entonces comienza a perder los territorios que ha subyugado,
debido a que los invasores y salteadores aprovecharon la ocasión para quitarle
tierras al imperio hecho que solo se revierte hasta el siglo IX.
Portada de una edición de la Ley de las XII Tablasrecopiladas por Jacques Godefroy en
1641.
La Ley de las XII Tablas (Lex duodecim tabularum o Duodecim tabularum leges) o Ley
de igualdad romana fue un texto legal que contenía normas para regular la convivencia
del pueblo romano. También recibió el nombre de Ley decenviral. Por su contenido se
dice que pertenece más al derecho privado que al derecho público. Fue el primer código
de la Antigüedad que contuvo reglamentación sobre censura (pena de muerte por poemas
satíricos). La ley se publicó al principio en doce tablas de madera y, posteriormente, en
doce planchas de bronce que se expusieron en el foro. Debido a que no queda indicio
alguno de su existencia, algún autor ha llegado a sugerir que no existieron.
No obstante, su desaparición puede explicarse por el saqueo que sufrió Roma hacia el
año 390 a. C. por parte de los galos. Se cree que se destruyeron y, por algún motivo, no
se reprodujeron con posterioridad. Esta última teoría parece estar apoyada por las
abundantes referencias que de ellas hacen los autores antiguos. El historiador Tito Livio
dijo de ellas que eran la fuente de todo el derecho romano, tanto público como privado.
Por su parte, el orador y abogado Cicerón afirmó que los niños aprendían su contenido de
memoria.
Al estar estas leyes expuestas públicamente, estaban libres (al menos teóricamente) de
las malas interpretaciones de sus custodios, pues parece que anteriormente los pocos
que conocían las leyes las interpretaban manipulándolas a su favor. Ya en época imperial,
estas Leyes, pensadas para todos (los ciudadanos), fueron las bases jurídicas del Imperio
Romano, pues todos estaban bajo las mismas en cualquier rincón del Imperio.
Durante los tres primeros siglos de Roma, el derecho privado tenía su fuente única en
usos vigentes entre los fundadores de la ciudad, que había pasado, por tradición, de las
poblaciones primitivas a la nación nueva. A estas costumbres se les conoce como mores
majorum («costumbres de los mayores», o «costumbres de los antepasados»). Se puede
decir que en este periodo, el derecho privado solo tiene una fuente cierta, la costumbre.
La falta de precisión y esclarecimiento de sus reglas favoreció al arbitrio de los
magistrados patricios encargados de la administración de la justicia, y no solamente en el
derecho privado, sino también en la represión de crímenes y delitos. Los tribunos, que
fueron los intérpretes de las reclamaciones de la plebe, pidieron la redacción de una ley
que rigiera igualmente para todos los ciudadanos. Después de diez años de resistencia,
los patricios cedieron: el Senado y los tribunos acordaron redactar una ley aplicable a los
dos órdenes. Esta ley fue la de las XII Tablas.
Elaboración
Finalmente, para que no se dijera que los patricios usaban a su favor la ignorancia de la
plebe sobre el texto de las tablas, pues esta había sido una de las razones por las que
insistieron en la redacción de las Tablas, éstas fueron colocadas en el Foro romano para
que todos las vieran, por orden de los dos primeros cónsules después de los
decenviratos: Lucio Valerio y Marco Horacio[1]
Influencias
En ellas se recogen por escrito, de manera más o menos ordenada, una serie de
costumbres que tenían carácter de ley, a esto se le denomina derecho consuetudinario e
incluso algunas de las leyes del regnum fueron redactadas por los decenviratos
legislativos (decenviri legibus scribundis).[2] Las influencias externas que pudieron haber
tenido, serían las que viniesen del estudio de las leyes griegas por la comisión que fue a
estudiarlas, a fin de redactar mejor las propias.
Contenido
Aunque no se sabe con certeza el contenido exacto que tuvieron las XII Tablas, gracias a
las referencias que hay de ellas en la historiografía romana se puede decir que
contendrían lo siguiente:
Las acciones de la ley a saber eran inicialmente cuatro: dos declarativas y dos ejecutivas.
Las primeras: acción por apuesta (sacramentum) y acción por petición de un juez o de un
árbitro (postulatio iudicis). Estas se caracterizaban por contemplar el mismo proceso,
iniciado ante los pontífices (quienes indicaban la fórmula solemne) más tarde ante un
magistrado (quien se encargaba de mediar la contienda entre las partes ayudando a
determinar un juez privado) y por último ante un juez (quien recibe la fórmula solemne y
las pruebas preparadas). Las dos restantes o ejecutivas: acción por aprehensión corporal
(manus iniectio) y la acción de toma de prenda o embargo (pignoris capio). Ambas
guardaban resagos pertenecientes a la venganza privada, ya que en ellas se podía aplicar
la fuerza o violencia para recuperar lo debido.
La intervención del poder público era escaso. El pretor era el magistrado que presidía el
proceso, encauzándolo y fijando la controversia, pero el juez que dictaba sentencia era un
ciudadano elegido de común acuerdo por las partes.
Tablas IV, V
Regulan el negocio jurídico del nexum, en la que el deudor asume la obligación de hacer
la prestación al acreedor, en caso de incumplir quedaría sometido a la potestad del
acreedor sin necesidad de sentencia judicial. El nexum fue derogado por la Lex Poeteliae-
Papiliae.
...Si alguien fijara un seto cavando junto a un fundo ajeno, no trapase el lindero; si una
cerca deje un pie; si un edificio dos pies; si cavase un foso o un hoyo deje tanto espacio
como profundidad; si un pozo, un paso; plante el olivo o la higuera a nueve pies de lo
ajeno; los demás árboles a cinco pies...
Digesto 10,1,13
Tablas VIII, IX
Se caracterizan porque contienen tanto normas muy arcaicas como normas modernas, lo
que refleja un periodo de transición.
En estas Tablas aparece implícitamente la distinción entre dos ámbitos del derecho penal,
el derecho público y el derecho privado.
... Nuestras leyes de las Doce Tablas, tan parcas en imponer la pena capital, castigaron
con esa pena al autor y al recitador de versos que atrajera sobre otro la infamia. Esta
disposición fue sabia, porque debemos tener sometida nuestra vida a los fallos legítimos
de los jueces y de los magistrados, más no al ingenio de los poetas, y no debemos oír
cargos sino allí donde la contestación es lícita y podemos defendernos judicialmente.
El público se ocuparía de los crimina o ilícitos penales que eran atentados contra el
pueblo romano, como el perduelio o traición al pueblo romano y de los ilícitos más graves
como el parricidium. Los crimina eran perseguibles de oficio y sancionados con la pena
capital o en su caso el exilio.
Tabla X
Derecho Sacro
Recoge una serie de normas que se refieren al orden de la vida interna de la ciudad. Se
prohíbe la incineración e inhumación de los cadáveres en la ciudad, se intenta así evitar
incendios, o que la presencia de un cadáver atente contra la salubridad pública. Se
prohibía también el excesivo lujo en los funerales.
Lo que contiene este "cajón de sastre" entre otras cosas, es la prohibición del connubium
(matrimonio desde el punto de vista jurídico, entre patricios y plebeyos). Posteriormente
con la Lex Canuleia esta prohibición queda abrogada. Los cónsules eran magistrados.
Estas dos tablas no llegaron a presentarse a los comicios. Las tablas XI y XII no se las
puede agrupar bajo el mismo derecho. La tabla XI se relaciona con el derecho penal, con
especial hincapié en lo criminal, y la tabla XII con el derecho privado.