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Caso WorldCom

WorldCom fue una empresa importante del sector


de las telecomunicaciones con sede Estados Unidos,
que se declaró en quiebra en julio de 2002. Que ésta
no haya ocurrido antes, fue gracias a los prestamistas que lo mantenían a flote. Entre ellos
estaban J.P. Morgan Chase, Citigroup y General Electric.

Al presentar la quiebra, WorldCom debía 75 mil millones de dólares en intereses vencidos, y


consiguió una línea de crédito de hasta 2.000 millones de dólares de un consorcio de
prestamistas.

Historia

En el año 1983, Bernard Ebbers, dueño de una cadena de hoteles en Mississippi, emprendió un
nuevo negocio en el sector de las telecomunicaciones. Bernard aprovechó la oportunidad de
que la empresa AT&T se segregó en sectores más pequeños. De este modo, durante casi 2 años
adquirió pequeñas empresas de telecomunicaciones para formar una red nacional en todo los
Estados Unidos. A partir de 1984 y 1994 crea LDDS (Long Distance Discount Service) que empezó
a trabajar en Mississipi. Años más tarde, la empresa cambia de nombre a WorldCom y dispuesto
a ganar más participación de mercado en los Estados Unidos se fusiona con la empresa MCI, con
el mando como director ejecutivo de su fundador, Ebbers.

Después de la fusión, la empresa empezó a comprar todas las cadenas más pequeñas de
telecomunicaciones de todos los estados. De esa manera, la empresa pudo aumentar su
participación y en pocos años Bernard pasó a ser una de las personas más influyentes y
poderosas en el mercado de las telecomunicaciones norteamericano. La empresa WorldCom
pasó a estar valorada en 180.000 millones de dólares.

En junio de 1999, la empresa cotizaba ya en la bolsa de los Estados Unidos, entrando con un
valor por acción de 64,5 dólares.

En junio del 2002, el mercado bursátil de todo el mundo bajó enormemente tras la difusión de
un fraude contable cometido por la empresa WorldCom por una suma multimillonaria. En Nueva
York, el índice industrial Dow Jones empezó el día con una caída de 200 puntos
aproximadamente, un margen muy inferior a la caída en el octubre del pasado año (2001).
Además, el índice Nasdaq indicaba para el mes de junio del 2002 una caída del 3%, aunque luego
una subida de solo el 0,38%. Por otro lado, las bolsas de valores de Londres, Frankfurt, Tokio y
París siguieron bajando todo el mes.

Todo ello indicó que la empresa WorldCom, una de las empresas más grande de todo los Estados
Unidos, había “maquillado” sus cuentas para poder tener ingresos de 3.800 millones de dólares,
algo que su auditora Andersen no lo había indicado.

Escándalo contable y quiebra

En el 2002, después de la caída de la empresa Enron, la U.S. Securities and Exchange Commission
(Comisión de mercado de valores de los Estados Unidos) presentó documentos que ponían de
manifiesto un gran fraude contable realizado por la empresa WorldCom. El departamento de
Justicia y dos comisiones del congreso investigaron el caso. Bernard afirmó que no conocía nada
sobre las acciones de sus gerentes y de las movidas y “maquillajes” de los estados contables.
Pero las investigaciones desvelaron que el principal “cerebro” del fraude fue Bernard Ebbers.
Además, dos agencias de análisis de riesgo calificaron las acciones de la compañía como
“basura”. Reflejando así las inevitables pérdidas que ocultaba la empresa WorldCom. Luego de
muchas investigaciones, se logró descifrar el fraude, una pérdida para sus accionistas en más de
180.000 millones de dólares, una mala cuenta de gastos por más de 4 mil millones de dólares y
una cuenta irregular por más de 3 mil millones de dólares.

La pregunta primordial fue como pudo lograr Bernard Ebbers todo esto y porqué. Las
investigaciones establecieron que en el 2000 la compañía ya estaba emitiendo deuda, pero no
se trasladó a los accionistas. Ese año, el mercado de las telecomunicaciones fue muy mal, en el
caso de WorldCom también, pero ellos maquillaron las pérdidas contables como inversiones de
capitales, así pues, sus estado financieros no publicaban pérdidas. Mientras que su flujo de caja
seguía intacto y sin ningún endeudamiento. Se supo que la auditora Andersen y Bernard estaban
asociados a este fraude y que ambos conocían de la acción de “maquillaje” de las cuentas.

Para WorldCom significó el anuncio en bancarrota en el 2002 y el despido de más de 17 mil


personas, Bernard fue enjuiciado y condenado a 25 años en prisión por el fraude. Además, la
compañía auditora Andersen fue cerrada y sus principales ejecutivos fueron enjuiciados en
Estados Unidos por fraude y colaboración en el mal uso de la información contable.

¿Pero quienes más estaban implicados en este caso?. La respuesta es muy simple. No sólo fue
Bernard el encargado de realizar toda la maniobra, sino también tuvo sus colaboradores. El
director financiero de WorldCom, Scott Sullivan, también estaba implicado. Cuando la empresa
inició el negocio mostraba grandes ingresos de cerca de los 1.000 millones de dólares, pero para
inicios del año 2000 la empresa entró en crisis, la empresa estaba adquiriendo grandes pérdidas
en sus estados de resultados y el valor de las acciones estaban bajando. Por ello, Scott Sullivan
empezó a inflar los estados financieros de la empresa reemplazando los gastos por inversiones
de capitales por 3 mil millones a mediados del 2000 y por 800 millones a finales del 2000.

Según las investigaciones de la comisión de justicia, Scott Sullivan estaba siendo presionado por
el director ejecutivo, Bernard, a alterar las cuentas de manera que se vean beneficiados y que
las acciones sigan subiendo. Por ello, Scott realizaba las acciones para maquillar las cuentas.
Aunque en algunos casos se pudieron reconocer en el 2002 algunas transferencias entre Bernard
y Scott por unos 3 mil millones de dólares aproximadamente. Además, Scott comentó que
Bernard presionaba a todas las áreas para llegar a las metas y subir las acciones y presentar
buenos estados financieros a sus accionistas y a Wall Street. Todo indica que las acciones de
manipulación contable eran conocidas por el director ejecutivo, Bernard, y Scott.

El juicio a Bernard Ebbers

Después de la quiebra de la entidad y después de todas las investigaciones realizadas; a


mediados del mes de julio del 2005, su ex director ejecutivo
Bernard Ebbers fue sentenciado a 25 años de prisión por
nueve cargos de conspiración, fraude de valores y
presentación de documentos no veraces ante los
organismos reguladores y controladores de los Estados
Unidos.1 Con más de 65 años, Bernard tendrá que estar en
prisión hasta sus 90 años. Aunque sus abogados estarán
apelando para bajar la sentencia o que le den libertad
condicional, se puede concluir que la sentencia está dada y
que el fraude fue encabezado por Bernard Ebber.

Por otro lado, la sentencia pudo haber sido peor, pero las
Bernard Ebbers en 2001
buenas acciones de la empresa WorldCom y la de su
director, fueron favorables para que Bernard fuera sentenciado a menos tiempo. La juez
neoyorquina, Bárbara Jones le pudo haber impuesto una sentencia de 30 a 80 años prisión.

Las últimas acciones de Bernard para reducir su sentencia, ha declarado que ofrece todas sus
pertenencias valorizadas en más de 30 millones de dólares para reparar y dar en liquidación a la
empresa WorldCom. Además, un dato particular en el juicio a WorldCom es que Bernard es el
único de los 6 directivos de la empresa que mantiene su inocencia desde el inicio del juicio, los
demás se han declarado culpables de las acciones cometidas en WorldCom, pero Bernard sigue
declarando que nunca le llegaron documentos que fueran relevantes para la declaración de
pérdidas de la empresa. Los demás directivos de la empresa que reconocieron su culpabilidad
fueron sentenciados a menos tiempo que Ebbers.

Después de declarar Scott Sullivan, ex directivo financiero, David Mayers ex supervisor, Buford
Yates ex director de contabilidad, y de reconocer su culpabilidad, acusaron a Bernard Ebbers de
que él era la cabeza del fraude y que todas las acciones eran conocidas por él. Según sus
testimonios, Bernard Ebbers ordenó la falsificación de todo los documentos y cuentas de la
empresa. Lo que sin duda para la juez Jones le queda muy claro y declara que puede haber una
conspiración contra Ebbers y dejar que se le baje sentencia a los demás implicados.

Por último, la juez afirmó que el fraude es un escándalo inmenso que no sólo implica a Bernard
Ebber, el ex directivo ejecutivo y fundador, sino que debe de haber más implicados en el asunto.

Después del escándalo

Después del fraude de WorldCom y otras compañías como Enron, El Congreso de Estados Unidos
empezó una serie de aplicaciones para frenar la ola de fraudes millonarios de las empresas
norteamericanas. Por ello, se aprobó La ley de reforma de contabilidad de compañías públicas
y protección al inversionista, que entró en vigencia en julio del 2002. Años más tarde la ley es
conocida como “ley Sarbanes – Oxley”, que lleva el nombre de sus pioneros. Esta ley crea una
supervisión sólida e independiente para auditar a los auditores de compañías públicas y le
permite investigar sobre acciones raras y que puedan influir de manera negativa a sus
accionistas.

Además, sus principales ejecutivos deberán firmar los documentos de los estados financieros y
contables verificando su veracidad y responsabilizando a los mismos ejecutivos por alguna mala
acción. Por otro lado, aquellos que no cumplan o que violen la nueva ley podrán ser sometidos
a juicios y llegar a pasar algunos años en prisión. Además, los empleados están protegidos ante
cualquier presión de sus principales jefes para cometer delitos financieros.
Cronología del caso WorldCom

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