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Hechos
El caso trata sobre la defunción por asfixia de una menor de 13 años en un depósito artificial
de aguas, producido como consecuencia de excavaciones realizadas por una firma
concesionaria en terrenos del Ejercito Argentino (Estado nacional).
Los padres de la niña accionan por reclamo de reparación del daño causado, atribuyendo la
responsabilidad al demandado.
La responsabilidad Subjetiva
Los elementos específicos son la antijuridicidad, imputabilidad y culpabilidad. En este caso
sólo aludimos al último ya que resulta puntual para el análisis.
En este caso se trataría de un obrar culpable del dueño del terreno (estado Nacional), basado
en que no existe cercamiento o valla alguna, ni se encuentran carteles indicadores, tampoco
había guardia presente, por lo que evidentemente hay una falta de previsión.
El principio general del art. 1109 del C.C. establece que todo el que ejecuta un hecho que por
su culpa o negligencia ocasiona una daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio.
Este artículo sienta el principio fundamental del sistema de responsabilidad extracontractual:
todo acto de culpa compromete esa responsabilidad y obliga al culpable a indemnizar el daño
que hubiese causado.
El Anteproyecto de Bibiloni establece en su artículo 1384 que “Habrá daño siempre que se
causare a otro algún perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria en su persona, bienes o
derechos”
Por su parte, el Proyecto de 1993 de Unificación Civil y Comercial establece en su art. 1109
que “La adjudicación de un daño al agente que lo causa, puede basarse en factores subjetivos
en grado de dolo o culpa, o en factores objetivos de atribución”. Este artículo destaca en el
primer párrafo que el daño puede adjudicarse al agente en razón del dolo o culpa de éste y,
además, siempre que existan razones de justicia que el ordenamiento contemple a tales fines al
margen de la culpa. El precepto supera las deficiencias técnicas del actual art. 1109 y amplía el
campo de éste, pues alude a los factores subjetivos y a los factores objetivos de atribución.
En la segunda parte del texto, se introduce, junto a la idea de solidaridad de los copartícipes,
la de obligación indistinta o concurrente.
Podemos mencionar el concepto de culpa. Consiste en la omisión de la diligencia exigible al
agente es la conducta contraria al deber de prevenir las consecuencias previsibles del hecho
propio; la impericia, negligencia o imprudencia que impide conducirse de acuerdo con el deber
de respetar las disposiciones jurídicas, según lo dicho por Jorge Mosset Iturraspe; la falta del
deber de atención y previsión al decir de Jiménez de Asúa. Para Chironi culpa es “omisión de
diligencias en el cálculo de las consecuencias injuriosas probables del hecho u omisión propia”.
Para Bustamante Alsina, la culpa se caracteriza por la ausencia de intención maléfica y por la
omisión de la conducta debida, positiva o negativa, para prever o evitar un daño a otro. Por
último Borda define culpa como la omisión de las diligencias que correspondieren según las
circunstancias de tiempo, lugar y medio.
Culpa Concurrente
En muchos casos el daño no obedece a una sola causa sino que deriva de la concurrencia de la
actividad culposa de la victima y del autor.
Se establece la culpa concurrente de ambas partes, en proporción al 80% a la demandada y el
20% restante a la victima y a los actores.
Con respecto a la culpa del demandado, por parte del Estado hay una omisión de alertar a los
terceros acerca de la peligrosidad del lugar donde ocurrió el accidente, hay falta de
cercamientos o vallas, tampoco se encuentran carteles indicadores, la guardia no estaba
presente. Se puede presumir sobre el foso, que de la zona poco profunda a la honda aparezca
una pendiente capaz de provocar una caída También hay que tener en cuenta que en las
proximidades del terreno se levantan dos escuelas primarias.
Con respecto a la culpa de la victima, debemos tener en cuenta que obro con imprudencia,
sabemos que meterse en aguas profundas es correr un riesgo y también hay que tener en
cuenta falta de vigilancia y cuidado por parte de sus padres.
Nuestra jurisprudencia y doctrina ha sostenido que el reparto del perjuicio debe determinarse
con arreglo a la gravedad de la culpa, sabiendo que la mayor es la del propietario del terreno,
es decir del Estado Nacional., por la consecuencia mortal ocurrida, teniendo en cuenta las
características peligrosas detalladas, pero por otro lado, su responsabilidad se ve atenuada por
la conducta de la victima y el incumplimiento por los actores del deber de guarda.
Si el artículo 1109, obliga al agente culpable a indemnizar todo daño que ha ocasionado; y si el
artículo 1111 somete al damnificado a la necesidad de soportar todo el daño que el mismo se ha
causado, es lógico concluir que mediando culpa de ambos, tengan ellos que compartir el peso del
daño en la medida en que cada cual contribuyó a causarlo.
El fallo “Lozano, Juan Emilio c/ Correo y Telecomunicaciones” establece que “corresponde
declarar la existencia de culpa concurrente y responsabilizar al Estado, a raíz del accidente
sufrido por un menor al poner en movimiento una zorra abandonada momentáneamente en una
estación ferroviaria por un empleado de correos y telecomunicaciones, sin seguro que la
inmovilizara ni persona que la cuidara”.
Intereses difusos:
Del Fallo de la “Municipalidad de Tandil c/ La Estrella S.A. y otro s/ Daños y perjuicios” se
desprende la definición de intereses difusos. Son los que pertenecen idénticamente a una
pluralidad de sujetos, como integrantes de grupos, clases o categorías de personas, ligadas en
virtud de la pretensión de goce por parte de cada una de ellas, de una misma prerrogativa. De
forma tal que la satisfacción del fragmento o porción de interés que atañe a cada individuo, se
extiende por naturaleza a todos; del mismo modo que la lesión a cada uno afecta,
simultáneamente y globalmente, a los integrantes del conjunto comunitario.
En el caso estudiado podemos ver la existencia de una situación de peligro común, dada la
presencia de amplias y profundas excavaciones llenas de agua en terrenos urbanos, en cuya
cercanía se encuentran dos escuelas primarias. Por lo que se configura una dimensión social
donde intervienen intereses ajenos pero similares: la zona afectada por las obras causa serios
riesgos para la población del lugar y en especial para los niños.
Según lo establecido en este caso no cabe sostener que cada vez que en una causa individual
aparezcan intereses difusos comprometidos, el juez pueda resolver de oficio, pero si puede y
debe hacerlo cuando la legislación vigente da margen para una actuación de tal tipo.
B) La cuestión a investigar a la luz de la doctrina y jurisprudencia es la extensión del
resarcimiento de los daños y perjuicios ocasionados durante el tiempo en que perduró la mora
del contratante incumplidor cuando se declara la resolución del contrato por el ejercicio del
pacto comisorio.
Podemos empezar definiendo al pacto comisorio. Se llama pacto comisorio la cláusula que
permite a los contratantes reclamar la resolución del contrato cuando una de ellas no ha
cumplido con las obligaciones a su cargo.
Explica Salvat que si la resolución del contrato pudiese ser demandada por quien no lo cumplió,
éste tendría en sus manos el medio de faltar impunemente al contrato y los derechos de la
otra parte podrían ser fácilmente burlados.
El pacto comisorio expreso se presenta inserto en el artículo 1204, en una fórmula donde no se
exigen términos sacramentales: ....”Las partes podrán pactar expresamente que la resolución
se produzca en caso de que alguna obligación no sea cumplida con las modalidades convenidas;
en este supuesto la resolución se producirá de pleno derecho y surtirá efectos desde que la
parte interesada comunique a la incumplidora, en forma fehaciente su voluntad de resolver”...
El Pacto Comisorio Tácito, en cambio, es una cláusula implícita en los contratos con
prestaciones recíprocas establecida por disposición de la ley, en caso de que uno de los
contratantes no cumpliera con su compromiso.
Nuestro artículo 1204 antes de la reforma importaba la aplicación extrema de la máxima pacta
sunt servanda; esto significa que ninguno de ambos contratantes puede desistir del contrato
arbitrariamente. Velez Sarsfield, sin embargo, estructuró por vía de excepción, un complejo
sistema, pues derogó tal principio en numerosos contratos.
Esta dualidad de sistema exigía la reforma que se ha concretado, y que con anterioridad tuvo
realidad legislativa a través de la nueva redacción del art. 216 del Código de Comercio, que es
el texto que se ha adoptado para nuestro Código Civil, por disposición de la ley 17.711.
En conclusión, el sistema adoptado por nuestro Código Civil importa disponer la resolución d
pleno derecho por autoridad propia del acreedor.
Sobre el tema en cuestión podemos comenzar mencionando la clasificación efectuada por
Ihering diferenciando el daño al interés negativo y el daño al interés positivo.
En su opinión la parte perjudicada por la no formalización de un contrato válido, por
retractación de la oferta, nulidad, o anulación, tiene derecho a una indemnización cuyo quantum
está dado por lo que denomina “interés negativo o de confianza”, consistente en el daño
sufrido a raíz de haber creído en la validez del negocio y que no hubiera padecido de haber
sabido que no era válido. En la concepción de Ihering el daño negativo o de confianza se
contrapone al daño positivo o de cumplimiento, que comprende todo lo que el acreedor tendría
si el negocio fuera válido; este interés será exigible sólo en tal hipótesis: negocio validamente
realizado.
Sobre el alcance de los intereses negativos no hay acuerdo en la doctrina, pues mientras para
algunos abarca el daño emergente – gastos, perdida de tiempo- y también el lucro cesante –
ganancias frustradas al no atender otra oferta- para otros, en cambio, se limita al daño
emergente.
Faggella y Saleilles, en sus respectivos trabajos dedicados al tema, se ocupan del interés
negativo de Ihering, al que acuerdan un sentido amplio, comprensivo del daño emergente y del
lucro cesante; a la vez postulan el criterio restrictivo –que lo limita al daño emergente- puesto
que a juicio de ambos, el precontratante perjudicado sólo tiene derecho a que se le indemnicen
los gastos reales efectuados con motivo de las negociaciones.
Por su parte Llambias, en cuanto a la consistencia del daño resarcible opina que en el supuesto
del contrato, es el daño al “interés negativo”
En el fallo “Ayosa, Horacio c/ Piacquadio, Sebastián s/ Resolución de Contrato” apoyándose en
las enseñanzas de Llambías, estableció que de conformidad con lo que prescribe el art. 1204
del C.C ante el incumplimiento de la contraparte, el contratante cumplidor tiene una doble
opción; exigir la ejecución forzada (art. 505, inc, 1 del C.C.) siendo procedente en tal caso
anexar los daños moratorios (art. 508); o por el contrario, resolver el contrato, pudiendo
adicionar a tal acción la de daños compensatorios (arts. 511 y 519) y, en su caso, moratorios
(508). El daño resarcible en el supuesto de resolución del contrato (1204 C.C.) es el daño al
interés negativo que consiste en el resarcimiento de los daños y perjuicios que el contratante
cumpliente no habría sufrido, si no hubiera constituido la obligación. Se mira hacia el pasado,
tratando de restablecer el estatuquo patrimonial anterior a la constitución de la obligación que
ha resultado desvanecida. Entre los posibles daños que puedan representar el interés negativo
del acreedor, cabe mencionar los siguientes: gastos que efectuará con motivo de la esperada
prestación, gastos realizados con motivo de la celebración del contrato, sellados, comisiones
traslados, etc.
Ahora, debemos tener presente el fallo plenario de la Cámara Civil de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires “Civit, Juan c/ Progress S.A. y otro” el cual establece que la distinción del daño
en interés negativo y del daño al interés positivo no es más que una clasificación doctrinaria,
que nació con Ihering y que tuvo por objeto sustentar la teoría de la responsabilidad
precontractual.
El artículo 1204 del Código Civil, no hace distinción alguna y concede al acreedor que ha
cumplido con las prestaciones a su cargo el derecho de exigir, o bien, el cumplimiento del
contrato, o en su defecto, la resolución. En ambos casos le otorga también el derecho a
reclamar el resarcimiento por los daños y perjuicios
Por su parte, el artículo 509 del Código Civil establece que dentro del concepto de daños e
interese se comprende el valor de la pérdida sufrida, es decir, el daño emergente, y también la
utilidad que haya dejado de percibir el acreedor de la obligación por la inejecución de ésta a
debido tiempo, o sea, el lucro cesante.
Por lo tanto, cualquiera sea la posición que adopte el acreedor, tiene derecho a obtener la
reparación de todo menoscabo que haya experimentado en su patrimonio, con la única limitación
impuesta por el artículo 520 en tanto sólo comprende aquellos daños e intereses que fueren
consecuencia inmediata y necesaria de la falta de cumplimiento de la obligación.
El fallo mencionado anteriormente resolvió que al declarase la resolución del contrato por el
ejercicio del pacto comisorio, es viable el resarcimiento del lucro cesante por los daños y
perjuicios ocasionados durante el tiempo en que duró la mora del contratante incumplidor.
Por último podemos mencionar la “recomendación” de la V Jornadas Bonaerenses de Derecho
Civil, Comercial, procesal e Informático, celebrada en Junín en 1992, que fue la siguiente: Son
indemnizables todos los daños patrimoniales y morales, vinculados en relación de causalidad
adecuada con el hecho generador de responsabilidad. El resarcimiento en nuestro Derecho,
debe ser integral y no limitarse al interés negativo en el sentido de Ihering, o sea al daño
emergente. Debe comprender el resarcimiento de los daños que sean consecuencia inmediata y
también mediata cuando el autor del hecho...”las hubiera previsto, y cuando empleando la
debida atención y conocimiento de la cosa, haya podido preverlas”... (Art. 904).
Responsabilidad civil de los padres por los hechos de sus hijos menores
Es un subtipo de responsabilidad por el hecho ajeno o también llamada indirecta o refleja. En
esta clase de responsabilidad se da como característica principal que quién debe afrontar la
indemnización no es el au-tor del daño. La ley brinda varios casos de esa tipo-logía, así : la
responsabilidad del comitente (art. 1113 del C.C.), de los padres, tutores, curadores (arts.
1114,1115,1116 y 1117 del C.C.), de los dueños de establecimientos educativos (art. 1117 conf.
Mod. De la ley 24.830), dueños de hoteles, capitanes de bu-ques, jefes de familia por cosas
arrojadas a la calle o expuestas a caer (art. 1118).
Requisitos
Minoridad: Se remita al punto anterior
Habitación: No debe interpretarse en un sentido literal. Responden si no hay un motivo
serio que impida la convivencia (Machado, Salas, Salvat, Acuña Anzorena, Mazeaud,
Trigo Represas, Bustamante Alsina). Si el hijo se ausenta por razones atendibles, hay
divergencia doctrinaria en la solución: 1) para una corriente, cesa la responsabilidad
paterna por no concurrir el requisito, imposibilidad de vigilancia, cese de la presunta
culpa (Borda, Llambias, Colombo, Bustamante Alsina, Mazeaud- Tunc, Giorgi, Demogue,
Co-lin- Capitant, Peirano Facio). 2) Solo se eximen los padres si la transferencia de la
guarda del menor, lo fue hacia algunos de los sujetos previstos en los arts. 1113 y 1117
del C.C. (Ovejero, Machado, Salas, Trigo Represas, Kemelmajer de Carlucci, Llerena,
Compgnucci de Caso, Josserand, Viney, Simler, Borrel Macia)
Acto ilícito del menor: El problema es su determinación de los menores de 10 años, por
ser impo-sible imputarles culpabilidad (conf. Arts. 897, 898, 900, 921 y 1076). A) Culpa
de los padres (Borda, Bus-tamante Alsina, Mazeaud- Tunc). B) Ilicitud objetiva y su
diferencia con la subjetiva (Orgaz, Trigo Represas, Salas, Kemelmajer de Carlucci,
Compagnucci de Caso, Ovejero). Si el hijo es mayor de 10 años, el problema no se
suscita. Siempre se responde por daños causados a terceros, no a si mismo.
¿Responsabilidad subjetiva u objetiva?: Según el fundamento que se adopte.
Causales de eximición
La falta de culpa, cuya prueba queda a cargo de los padres, y en supuestos específi-cos (arts.
1115 y 1116).
Transferencia de la guarda (Art. 1115): desplazamiento de la guarda hacia otro en
forma “permanente” (sustitución de la autoridad paterna), aunque puede ser
discontinua (En contra: Lafaille).
Vigilancia activa (Art. 1116): Para su apreciación es importante la edad de los menores
(Llambias). También las costumbres, usos, necesidades, carácter del menor,
inteligencia, y demás circunstancias del caso. Asi : cuando los padres no controlan las
amistades, uso de armas, o frecuentar lugares inapropiados, salidas nocturnas, ir de
caza, intervención en carreras de automotores, jugar con hondas, tirar piedras, etc. La
conducción de automoto-res y la autorización administrativa para ello, da lu-gar a
pronunciamientos divergentes. La falta de pre-sencia física de los padres, y la
vigilancia activa.
Acciones recursorias
Entre cónyuges solidarios: la acción se suspende (art. 3969). Es aplicable lo dispuesto
en los arts. 689 y 717, o solo la parte final del art. 689
Acción contra el hijo: Se aplica lo dispuesto en el art. 1123. No cuando el hecho lo
cometió un menor de 10 años.
Rubén H. Compagnucci de Caso. Colegio de Abogados de La Plata (3 de octubre de 2005).
T.S.J., Sala Penal, Sent. n° 92, 24/9/03. "ACHAVAL, María Virginia p.s.a. Homicidio
Culposo -Recurso de Casación-". Vocales: Tarditti, Cafure de Battistelli, Rubio.
Sumarios
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS DAÑOS CAUSADOS POR SUS
HIJOS: Hijos menores adultos con carnet habilitante para conducir.
En relación con la naturaleza y alcances de la responsabilidad de los padres por los daños
ocasionados por sus hijos menores de edad, cuando éstos son menores adultos, corresponde
señalar que, aún cuando pueda discreparse en la naturaleza y alcance de la responsabilidad
dispuesta por el artículo 1114 del Código Civil, cuando se avanza en el análisis de la hipótesis
particular del menor adulto que posee licencia de conducir, esto es, que se encuentra
estatalmente habilitado para hacerlo, la conclusión es unívoca: la exoneración de los
progenitores. El fundamento también es común: no puede en tal caso achacárseles omisión de
vigilancia activa alguna, toda vez que la autorización administrativa desobliga a los padres de
las obligaciones emergentes de la patria potestad (tesis subjetiva) o bien hace desaparecer la
garantía que deben asumir en virtud de su condición de padres (tesis objetiva), ya que no
resulta razonable que, contando su hijo con dicho permiso por haber cumplimentado todos los
requisitos exigidos por la autoridad para obtenerlo, permanezcan responsables de un accionar
en cuya autorización el propio Estado ha decidido prescindir de la voluntad de aquellos y dar
autonomía al joven.
Responsabilidad de establecimientos educativos. Aplicación del artículo 1117 antes y
después de la reforma
NORMATIVA ACTUAL:
La responsabilidad civil de los establecimientos educativos ha sido reformada por la ley 24830.
La modificación introducida establece un cambio radical del sistema de responsabilidad que
nos ocupa, consistente en la liberación de los directores de colegio y de los maestros
artesanos, del peso de la presunción de culpa establecida por el antiguo artículo 1117 del
Código Civil, la objetivación del factor de atribución y la modificación de la legitimación pasiva.
Son también aplicables los artículos 1109; 1111; 1112; 1115; 1116; 1118; 1123; y concordantes del
citado código.
Corresponde transcribir él artículo 1117 en su nueva redacción, para una mejor compresión de
las situaciones que abarca.
EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD
El titular deberá probar el caso fortuito, conforme al Art. 514 del Código Civil, a fin de no
tener responsabilidad sobre el hecho ocurrido.
La enunciación precedente es de mero carácter ejemplifica torio dado que los hechos
que pueden derivar en responsabilidad civil en las escuelas, son innumerables, sin
embargo a los fines de concienciar de la importancia de este tema, nos parece valida,
máxime si se tiene en cuenta el desconocimiento y el temor existente sobre esta
temática en el personal docente.
Por ultimo es aconsejable que toda información de anormalidades (brindadas por
docentes, asistentes sociales, alumnos, etc.) es necesaria y será valedera no-solo por la
potencialidad de un proceso judicial, sino para salvaguardar a los alumnos y al personal
del establecimiento como a los terceros que concurren al mismo, de todo tipo de
perjuicio.
La prevención de accidentes durante la actividad docente debe prevalecer sobre todo
otro recaudo.
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JURISPRUDENCIA DE LA NACION.
Civil y Comercial Federal
12/10/95 MORALEJO, JORGE GERMAN Y OTROS C/ESTADO NACIONAL MIN. DE EDUC. Y
JUSTICIA SECRETARIA DE EDUCACION S/DAÑOS Y PERJUICIOS VARIOS. CAUSA N°
14.909/94.
RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ESTADO: COLEGIO NACIONAL - "SALIDA EDUCATIVA
OFICIAL" - ALUMNOS DE CUARTO AÑO - ROBO Y TENTATIVA DE ABUSO EN EL HOTEL -
LESIONES FISICAS Y PSIQUICAS
El viaje y la estadía en Puerto Madryn formo parte de la labor educativa programada por el
colegio nacional de Vicente López. Trátose de una "salida educativa oficial" para alumnos que
cursaban el cuarto año (y no de un viaje de placer de egresados). Esto tiene especial
trascendencia jurídica para enquiciar la cuestión porque, en tales condiciones, el colegio
conservaba en plenitud las obligaciones de proporcionar cuidado y seguridad a los educandos,
del mismo modo y con no menor intensidad que la debida dentro del propio establecimiento de
Vicente López. Y es que, en definitiva, durante la salida educativa oficial los alumnos estaban
confiados a las autoridades y cuerpo docente cuya responsabilidad no sufría atenuación alguna
-y si, en todo caso, una acentuación (doctrina del art. 902 Del código civil) por la presencia de
nuevos riesgos y potenciales situaciones de peligro- en razón de que la tarea pedagógica
hubiera de ser cumplida fuera de la sede del establecimiento de enseñanza. Dentro de este o
fuera de su superficie, lo que importa es que los alumnos, cumpliendo su rol de aprendizaje,
permanecían bajo el cuidado del personal docente, responsable de su integridad física (arts.
1115 Y 1117 del código civil).
La responsabilidad, por la misión propia del docente y la minoridad de los alumnos, es
insusceptible de ser disminuida por un pacto de dispensa de la culpa -que el representante del
estado pretende hacer valer aprovechando una cláusula de letra pequeña ubicada en el dorso
del contrato-, particularmente cuando por el lugar en que se desempeña la actividad educativa
de vigilancia solo puede ser ejercida, en términos de razonabilidad, por las autoridades
escolares. Y es que es inadmisible, por violentar el orden publico y desnaturalizar por completo
la función del docente, que se lo releve de uno de sus deberes esenciales (obrar con apropiada
diligencia en el cuidado de los pupilos que le han sido confiados, máxime tratándose de
adolescentes). De allí que una cláusula de dispensa total de la culpa sea, en este ámbito de la
actividad humana, absolutamente nula (art. 953 Del código civil).
La invocación del "caso fortuito", que se funda en el hecho de que el agresor estaba armado,
carece de sustento jurídico; ello así, porque el ingreso del delincuente al hotel donde se
hospedaban los alumnos no comporto un hecho inevitable. Hubiera bastado, al efecto, con
disponer una guardia apropiada y clausurar la puerta de acceso para que el intruso no hubiese
podido tener acceso a los pasillos internos y habitaciones del hotel. Tampoco puede ser
afirmado que la presencia de un delincuente no resultaba previsible, pues ello significaria negar
la realidad del auge de la delincuencia que asola nuestro pais. El hecho, en definitiva, pudo ser
previsto y evitado con personal de guardia o custodia suficiente, dotado de elementos de
seguridad adecuados a las circunstancias: el cuidado de 42 adolescentes, en su mayoría
jovencitas. Por lo demas, el personal docente no extremo los cuidados requeridos por las
circunstancias, lo que configura "culpa civil" y compromete la responsabilidad estatal.
Irse a dormir en las circunstancias en que se desenvolvia la vida de p. Madryn, con la
consecuencia de dejar librado a los alumnos a su entera libertad y a una cierta imprudencia
propia de la adolescencia, constituyo un acto de negligencia. De el se han derivado daños que
acosan la vida de dos mujeres recien llegadas a la mayoría de edad, cuya tranquilidad espiritual
aparece gravemente quebrada sin que nadie pueda decir hasta cuando. El daño, pues, ha sido
enorme. Fruto de una irresponsabilidad proporcional. Y por ella debe pagar el estado argentino,
por violación del principio neminen laede. Y aca no hay privilegios para el estado ni para nadie
(arts. 43, 512, 902, 1109 Y 1112 del código civil).
Las victimas no estan totalmente liberadas de culpa, si bien la incidencia causal de su conducta
es muy inferior a la que le cabe al estado por el mal desempeño de sus funcionarios, porque
imprudencia por imprudencia, no es lo mismo la que pueda cometer el personal docente
encargado de un grupo de adolescentes (art. 902 C.C.) Con la imputable a la actividad de
jovenes del 4 año secundario, cuya edad promedio no supera los 17 años. Y es que la culpa debe
ser juzgada en concreto (art. 512 Cc y su nota). Las accionantes recibieron indicación de irse a
dormir (no de ir a la playa en horas nocturnas) y desobedecieron esa indicación de sus
superiores. De todos modos, con la ingenuidad que les es connatural, las jovencitas volvieron al
hotel -cuyas puertas permanecian abiertas, y sin vigilancia; extremos estos que conocian
ciertamente- y se dirigieron a sus habitaciones. Fue entonces cuando se produjo el ataque del
canalla. La inobservancia de las instrucciones recibidas del personal docente y el descuido de
las circunstancias riesgosas: 1) que el hotel carecia de adecuada vigilancia; 2) que el acceso era
practicamente libre porque las puertas permanecian, en la practica, las 24 horas abiertas; 3)
que la zona tenia riesgos por la presencia de cabarets y gente indeseable; 4) que ninguna
vigilancia podia ser esperada del personal docente, que dormia placidamente; y 5) que, en el
fondo, la directiva de las profesoras no habia sido acatada, demuestran que las actoras -que
contaban con suficiente discernimiento para superar peligros, riesgos y conductas sin
problemas- también incurrieron en una conducta no exenta de reproche civil y que tuvo
incidencia causal en la concreción de los daños. Y, sopesando la incidencia causal de cada
conducta, logico es admitir que la responsabilidad del personal docente es de muy superior
entidad con relación a la imputable a jovenes de 16 y 17 años, porque el cuidado y vigilancia
corria por cuenta de ese personal. Por ello, meritando en concreto la culpa de las partes y su
incidencia causal en los daños, es imputable al estado nacional el 85% de los daños y el 15% a
las actoras.
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La mención en el art. 1117 del cód. civil de los "directores de colegios" sólo comprende en la
presunción legal de responsabilidad a la autoridad que rige el instituto y no a los maestros o
profesores; respecto de éstos se aplica el principio general de la prueba de culpabilidad. La
expresión "maestros artesanos" se refiere a otros supuestos. Es por lo expuesto que el sub
examine, frente a los daños provocados a terceros por alumnos del establecimiento escolar,
cabe liberar la responsabilidad a la profesora a cargo del curso si no se probó su culpa en el
cumplimiento de sus deberes. (CNCiv. y Com. Fed., sala 3, mayo 13-1992). ED, 153-151.
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Es responsabilidad excluyente del instituto educativo en los términos del art. 1117 del cód.
civil, por el hecho del educando que, encontrándose en el establecimiento, arrojó la mochila con
útiles a otro educando que se encontraba en el exterior del mismo, causando daños a la actora
que transitaba por el lugar al hacer impacto contra su físico. (CNCiv. y Com. Fed., sala 3, mayo
13-1992). ED, 153-151.
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Si el art. 1117 del Cód. Civil llega a estatuir - bajo determinadas condiciones - la
responsabilidad de los directores de colegios por el daño causado por sus alumnos en virtud de
la autoridad que su calidad les confiere, resulta natural reconocer la misma autoridad para
precisar las conductas que interfieren el orden disciplinario. (CNCont.-Adm. Fed., Sala I,
Noviembre 5-1991). ED, 145-426. - Con nota de Germ n J. Bidart Campos.
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No se opera presunción que estatuye el art. 1117 del Código Civil si no se invocó ni probó un
hecho concreto imputable a título de culpa a las alumnas de un instituto escolar que asistieron
como ayudantes en la realización del ejercicio físico que provoca el daño a la hija del
accionante; ello es así; por cuanto para actuarse la responsabilidad refleja del Instituto de
enseñanza- como as¡ la responsabilidad de los padres respecto de sus hijos menores es
menester dicha acreditación (CNCiv Sala E, Marzo 11 1987) ED, 124-574.
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Incumplido el deber de custodia que pesa sobre el Instituto escolar (art. 1117, Código Civil)
hecho que facilitó el obrar imprudente del alumno damnificado, resulta indudable la parcial
responsabilidad del establecimiento educacional (CNCiv. y Com. Fed., Sala II, Abril 12 1985,
Gómez Ortega, Alonso y Otra c. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y Otro).
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Al margen de los casos en los que los directores responden en los términos del art. 1117 del
Código Civil - daños que los alumnos causan a otros alumnos o a terceros en general -, la
potencial responsabilidad del director se emplazaría en el art. 1109, de estar referida al
sector hecho propio o en el art. 1113, parr. 1 si estuviera de por medio la culpabilidad de un
dependiente funcional de dicho director (del voto del doctor Bueres) (CNCiv., Sala D, Agosto
29 1983). ED, 106-682.
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SENTENCIA
Morón, 17 de octubre de 2006.-
Cámara de Apelación Civil y Comercial "Sala I" de Morón [17-OCTUBRE-2006] resolvió,
en la causa 53.611, indemnizar al menor por los daños sufridos a causa de su expulsión
del establecimiento educacional quedando desvinculado del ciclo lectivo.
En la ciudad de Morón, Provincia de Buenos Aires, a los DIECISIETE días del mes de octubre
de dos mil seis, reunidos en la Sala I del Tribunal, los señores Jueces de la Excma. Cámara de
Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Morón, doctores Liliana Graciela
Ludueña, José Eduardo Russo y Juan Manuel Castellanos, para pronunciar sentencia en los
autos caratulados: " MEYER, Nélida Beatriz y otro c/ COLEGIO 24 de OCTUBRE S.A.E. y/o
INSTITUTO JOSE MANUEL ESTRADA s/ DAÑOS Y PERJUICIOS ", y habiéndose
practicado el sorteo pertinente ( arts. 168 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y
266 del Código de Procedimientos Civil y Comercial ), resultó que debía observarse el siguiente
orden de votación : Dres. RUSSO – CASTELLANOS - LUDUEÑA, resolviéndose plantear y
votar las siguientes:
AUTOS Y VISTOS: De conformidad al resultado que arroja la votación que instruye el
Acuerdo que antecede, por unanimidad se revoca la apelada sentencia de fs. 505/510
admitiéndose la demanda de daños y perjuicios impetrada, en su consecuencia, se condena a la
demandada Colegio Veinticuatro de Octubre S.A.E. a pagar a los actores, doña Nélida Beatriz
Meyer y don Jorge María Eduardo Sesto, dentro del término de diez días de encontrarse
consentida o firme la liquidación que se practique, la suma de pesos trece mil ($ 13.000.-),
correspondiendo de tal importe la suma de pesos diez mil ($ 10.000.-) al menor L. I. S. y M. y la
de pesos tres mil ($ 3.000.-) a sus progenitores, sin intereses, por no haber sido reclamados
en la demanda incoada y las costas de primera instancia, dejándose sin efecto la regulación de
honorarios oportunamente practicada ( conf. arts. 274 y 68, párr. 1ero., del Código Procesal ).-
Costas de la Alzada a la demandada fundamentalmente vencida en el proceso de apelación ( art.
68, párr. 1ero., del Código Procesal ), difiriéndose la regulación de los honorarios para su
oportunidad.-
_______________
Fallo: A, E y ot. c/Provincia de Buenos Aires s/ daños y perjuicios”, causa nº 100.508, y “A, E H
y ot. c/T, M A s/ Ds. Y Ps.”, causa 100.493 – 12 – 09 - 20006
Cámara Primera de Apelación Civil y Comercial Sala Segunda de San Isidro [22-AGOSTO-
2006] La Cámara Primera de Apelación Civil y Comercial Sala Segunda de San Isidro, en las
causas 100508 y 100493, resolvió sobre la responsabilidad del establecimiento educativo
por un homicidio cometido por un alumno durante el horario escolar pero fuera del colegio
y, habiendo éste cumplido con las normas que regulaban las autorizaciones de los menores
para retirarse del mismo; y la responsabilidad de los padres del homicida en los términos
del art. 1114 del CC
Responsabilidad civil de los padres. Aplicación del artículo 1114. Eximentes arts. 1115 y
1116
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS HECHOS DE SUS HIJOS MENORES.
Es un subtipo de responsabilidad por el hecho ajeno o también llamada indirecta o refleja. En
esta clase de responsabilidad se da como característica principal que quién debe afrontar la
indemnización no es el autor del daño. La ley brinda varios casos de esa tipología, así : la
responsabilidad del comitente (art. 1113 del C.C.), de los padres, tutores, curadores (arts.
1114,1115,1116 y 1117 del C.C.), de los dueños de establecimientos educativos (art. 1117 conf.
Mod. De la ley 24.830), dueños de hoteles, capitanes de buques, jefes de familia por cosas
arrojadas a la calle o expuestas a caer (art. 1118).
REQUISITOS : A) MINORIDAD; B) HABITACION; Y C) ACTO ILICITO DEL MENOR. A)
MINORIDAD : Se remita al punto anterior. B) HABITACION : No debe interpretarse en un
sentido literal. Responden si no hay un motivo serio que impida la convivencia (Machado, Salas,
Salvat, Acuña Anzorena, Mazeaud, Trigo Represas, Bustamante Alsina). Si el hijo se ausenta
por razones atendibles, hay divergencia doctrinaria en la solución: 1) para una corriente, cesa
la responsabilidad paterna por no concurrir el requisito, imposibilidad de vigilancia, cese de la
presunta culpa (Borda, Llambias, Colombo, Bustamante Alsina, Mazeaud- Tunc, Giorgi,
Demogue, Co-lin- Capitant, Peirano Facio). 2) Solo se eximen los padres si la transferencia de la
guarda del menor, lo fue hacia algunos de los sujetos previstos en los arts. 1113 y 1117 del C.C.
(Ovejero, Machado, Salas, Trigo Represas, Kemelmajer de Carlucci, Llerena, Compgnucci de
Caso, Josserand, Viney, Simler, Borrel Macia). C) ACTO ILICITO DEL MENOR: El problema es
su determinación de los menores de 10 años, por ser impo-sible imputarles culpabilidad (conf.
Arts. 897, 898, 900, 921 y 1076). A) Culpa de los padres (Borda, Bus-tamante Alsina,
Mazeaud- Tunc). B) Ilicitud objetiva y su diferencia con la subjetiva (Orgaz, Trigo Represas,
Salas, Kemelmajer de Carlucci, Compagnucci de Caso, Ovejero). Si el hijo es mayor de 10 años,
el problema no se suscita. Siempre se responde por daños causados a terceros, no a si mismo.
REPONSABILIDAD SUBJETIVA U OBJETIVA?. Según el funda-mento que se adopte.
CAUSALES DE EXIMISION. La falta de culpa, cuya prueba queda a cargo de los padres, y en
supuestos específi-cos (arts. 1115 y 1116). Causas: a) Transferencia de la guarda del menor; b)
Vigilancia activa. A) TRANSFE-RENCIA DE LA GUARDA (Art. 1115): desplazamiento de la
guarda hacia otro en forma “permanente” (sustitución de la autoridad paterna), aunque puede
ser discontinua (En contra: Lafaille). B) VIGILANCIA ACTIVA: (Art. 1116). Para su apreciación
es importante la edad de los menores (Llambias). También las costumbres, usos, necesidades,
carácter del menor, inteligencia, y demás circunstancias del caso. Asi : cuando los padres no
controlan las amistades, uso de armas, o frecuentar lugares inapropiados, salidas nocturnas, ir
de caza, intervención en carreras de automotores, jugar con hondas, tirar piedras, etc. La
conducción de automoto-res y la autorización administrativa para ello, da lu-gar a
pronunciamientos divergentes. La falta de pre-sencia física de los padres, y la vigilancia activa.
ACCIONES RECURSORIAS. Entre cónyuges solidarios: la acción se suspende (art. 3969). Es
aplicable lo dis-puesto en los arts. 689 y 717, o solo la parte final del art. 689 ?. Acción contra
el hijo: Se aplica lo dispuesto en el art. 1123 ¿. No cuando el hecho lo co-metió un menor de 10
años.
Rubén H. Compagnucci de Caso. Colegio de Abogados de La Plata (3 de octubre de 2005).
T.S.J., Sala Penal, Sent. n° 92, 24/9/03. "ACHAVAL, María Virginia p.s.a. Homicidio Culposo
-Recurso de Casación-". Vocales: Tarditti, Cafure de Battistelli, Rubio.
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS DAÑOS CAUSADOS POR SUS
HIJOS: Hijos menores adultos con carnet habilitante para conducir
En relación con la naturaleza y alcances de la responsabilidad de los padres por los daños
ocasionados por sus hijos menores de edad, cuando éstos son menores adultos, corresponde
señalar que, aún cuando pueda discreparse en la naturaleza y alcance de la responsabilidad
dispuesta por el artículo 1114 del Código Civil, cuando se avanza en el análisis de la hipótesis
particular del menor adulto que posee licencia de conducir, esto es, que se encuentra
estatalmente habilitado para hacerlo, la conclusión es unívoca: la exoneración de los
progenitores. El fundamento también es común: no puede en tal caso achacárseles omisión de
vigilancia activa alguna, toda vez que la autorización administrativa desobliga a los padres de
las obligaciones emergentes de la patria potestad (tesis subjetiva) o bien hace desaparecer la
garantía que deben asumir en virtud de su condición de padres (tesis objetiva), ya que no
resulta razonable que, contando su hijo con dicho permiso por haber cumplimentado todos los
requisitos exigidos por la autoridad para obtenerlo, permanezcan responsables de un accionar
en cuya autorización el propio Estado ha decidido prescindir de la voluntad de aquellos y dar
autonomía del joven.
Jurisprudencia
“Se entiende por infección intrahospitalaria toda aquella que el paciente adquiere y se manifiesta como
mínimo 72 horas después de haber ingresado como paciente para su internación en una Clínica, Sanatorio u
Hospital que posea dicho servicio, que no estaba incubándose en el momento de su ingreso, y que hubiese
podido ser detectada en ese momento, mediante algún tipo de estudio previo.” (C.N. Civil Sala D – 16/07/01
– Frenquel, Adolfo c/ Centro de Ortopedia y Traumatología)
“Estas consideraciones doctrinarias han sido adelantadas pues las infecciones hospitalarias también
podrían ocurrir por existir una incorrecta limpieza del quirófano, una inadecuada esterilización del material
quirúrgico una incorrecta limpieza de los filtros de aire acondicionado o una desaprensiva preparación del
paciente; así como el desarrollo de esas actividades por personal no idóneo” (Resol. 1292 – Boletín Oficial
de la Ciudad de Buenos Aires, pág. 8340 – 6/10/98 Nº 544 y Decreto 794/2003 – Boletín Oficial
4/4/2003 – Incorporación como actividad de colaboración al Art. 47 de la Ley 17.132 a los técnicos en
esterilización)
“Está comprobado que la interacción en vivo entre las bacterias inoculadas en las heridas con
antimicrobianos administrados profilácticamente es una de las determinantes mas importantes en el éxito
de una herida operatoria, y que en los últimos quince años la eficacia de la profilaxis antimicrobiana en la
cirugía limpia ha sido claramente establecida. Los antimicrobianos en los tejidos del paciente podrían
aumentar los mecanismos naturales de defensa inmunitaria y ayuda a eliminar las bacterias que son
inoculadas en los tejidos de la herida durante el acto operatorio. Hay acuerdo general en que la 1ª dosis de
antimicrobiano debe ser administrada durante la inducción anestésica y continúa con tres dosis más. Asi en
las operaciones de “heridas limpias”, la tasa de infección observada es del 5;1% de no usarse
antimicrobianos, perioperatorios y tan bajo como del 0,8% de utilizarse medidas higiénicas adoptadas”
(CNCiv. Sala M, 18/12/00, Recamato de Mina, Norma B. C/ Sanatorio Quintana)
“Refiere que los arts. 14 y 15 del texto constitucional ante la falta de disposiciones específicas dictadas
por la Pcia., tornan operativa las normas dictadas por la Administración de Medicamentos de la Nación, y
refiere su criterio sobre la aplicación al caso como doctrina legal, del precedente dictado por el STJRN en
re: JOISON (Se. 36/02), en cuanto el mismo señala que el "deber de responder del hospital se origina en
la existencia de una obligación tácita de seguridad -de tipo objetivo-, que funciona con carácter accesorio
de la obligación principal de prestar asistencia médica por intermedio de sus facultativos del cuerpo
médico” (Ortega Luis Oscar c/Hospital Zonal Bariloche y Otro s/Daños Y Perjuicios, Camara de
Apelaciones en lo Civil, Comercial y de Mineria de la IIIa. Circunscripción Judicial, Bariloche, Río Negro)
“Un establecimiento sanitario, asume junto al deber principal de prestar asistencia médica, una obligación
de seguridad que siempre es objetiva. En algunas ocasiones éste va referido a una obligación de medios
(verbigracia: Caso de los actos puros de profesión de los facultativos) y en otras oportunidades está
destinado a afianzar resultados (p. Ej. Las cosas utilizadas: ámbitos físicos, instrumentos quirúrgicos,
aparatos de rayos X, etc.) que pueden ser riesgosos o viciosos” (Barzola Pedro Prudencio c/ Obra Social de
la U.O.M. de la Rep. Arg. y otros s/ Daños y Perjuicios, CNCIV - SALA B - 11/12/2000)
“Si se prueba un contacto físico entre el actuar y el menoscabo que experimenta el enfermo, y no se puede
conocer a ciencia cierta cuál fue estrictamente la causa del daño, ello no será obstáculo para que los
magistrados, a tenor de los elementos de convicción aportados y las circunstancias del caso, puedan dar por
cierta la existencia de la relación causal, ya que por ser en extremo dificultosa la demostración de ella,
toca aligerar o flexibilizar las exigencias probatorias” (RE c/ MCBA s/ daños y perjuicios, ordinario,
Sentencia Definitiva, CNCIV Sala F, Nro. de Recurso: C258234 - Fecha: 17-06-99 - Vocal Preopinante:
GALMARINI)
“En este cuadro de situaciones, cabe poner de resalto, que, a esta altura de la evolución doctrinaria la
responsabilidad del Estado por las acciones u omisiones de sus agentes se reconoce generada en la idea
objetiva de la falta de servicio y se halla comprendida, consecuentemente, en las previsiones de los
artículos 1112 y 1113 párrafo primero, del Código Civil, en que los actores sustentan su reclamo (ver María
Graciela Reiriz, "Responsabilidad del Estado" en "El derecho administrativo, hoy", Ed. Ciencias de la
Administración, 1996, páginas 226 y sgtes. y jurisprudencia de Fallos: 312:1656; 314:661 (voto Dr. Barra);
315:2865; 316:2136 y sus citas. "Cesarín, José Angel y otros s/p.ss.aa. propagación culposa de
enfermedades peligrosas" - CSJN - 30/06/1999”
“Cabe señalar, asimismo, que el adecuado funcionamiento del sistema asistencial médico no se cumple tan
sólo con la yuxtaposición de agentes y medios o con su presencia pasiva o su uso meramente potencial, sino
que resulta imprescindible, además, que todos ellos se articulen activamente en cada momento y en relación
a cada paciente. Porque cada individuo que requiere atención médica pone en acción todo el sistema y un
acto en cualquiera de sus partes, sea en lo que hace a la faz de la prestación médica en sí como a la faz
sanitaria, sea en el control de una y otra, en la medida que pudiera incidir en el restablecimiento del
paciente, demorándolo, frustrándolo definitivamente o tornándolo más difícil, más riesgoso, más doloroso,
necesariamente ha de comprometer la responsabilidad de quien tiene a su cargo la dirección del sistema y
su control” (Schauman de Scaiola Martha Susana c/ Provincia de Santa Cruz y otro s/ daños y perjuicios,
CSJN, 06/07/1999)
También señalo al respecto que aún no pudiendo asegurar la vigencia como norma jurídica en la cuestión
(pero sí como normas del buen arte al respecto), en la red figuran en el sitio
(http://www.cadime.com.ar/pngc/cd/normas/normas_gp.html) normas dictadas por el Ministerio de salud
de la Nación al respecto. Ello es una demostración de la problemática de las infecciones, y la preocupación
por normatizar como normas jurídicas o normas del buen arte en la cuestión, los procedimientos y
estándares en el tema (Ortega Luis Oscar c/Hospital Zonal Bariloche y Otro s/Daños Y Perjuicios, Camara
de Apelaciones en lo Civil, Comercial y de Mineria de la IIIa. Circunscripción Judicial, Bariloche, Río Negro)
Doctrina
“La infección es aquella que, ausente en la oportunidad de la admisión del paciente en el nosocomio, aparece
luego de un lapso de 48 horas de internación” (La Semaine Juridique, Ed.genérale, Juris- Classeur
Periodique, nº30-34,28/7/1999,ps. 1469/1475, rapport de M.Pierre Sargos, consejero de la Corte de
Casación, citado por el preopinante en Fallo de la Sala C)
“Para el derecho civil, independientemente de la responsabilidad directa del médico –en cuestiones de
praxis médica - existe la obligación de la entidad hospitalaria o sanatorial de prestar asistencia médica, la
cual lleva implícita una obligación tácita de seguridad de carácter general y accesoria en ciertos contratos
que requieren la preservación de las personas de los contratantes ( pacientes) contra los daños que pueden
originarse en la ejecución del contrato” (Bustamante Alsina, Jorge “Teoría General de la Responsabilidad
Civil” 1987 – P. 468, en Nº 1431 - quarter)
“El deber de conducta secundario –en relación con la obligación de prestar el servicio de salud - destinado a
evitar que los pacientes sufran daños corporales, ya sea por cualquier otra circunstancia, configura una
obligación de resultado” (Responsabilidad Civil de los Médicos 1992 – Ps 383/384)
“Al considerar que la obligación asumida por el ente asistencial -y por los propios médicos- es de medios,
importa que éstos (hospital y médicos) puedan alegar como causal eximitoria la prueba de la ausencia de
culpa, lo que se traduce en la acreditación de haber cumplido con las normas de asepsia que impone la lex
artis” (Vázquez Ferreyra, R. Un criterio justo en materia de responsabilidad civil médica por infecciones
hospitalarias. “Responsabilidad Civil y Seguros”, 2002 – pág. 350 y sigtes)
“Es decir que, siempre, la institución asistencial (o el médico) deberán demostrar su diligencia, que es lo
contrario a la negligencia” (Responsabilidad civil por infecciones hospitalarias y gestión del riesgo por
Fernando G. Mariona)
“Así, es que vemos a través de la opinión de los expertos en las sentencias, que los factores potenciales de
riesgo más referidos son: fallas en la infraestructura, en los métodos de limpieza, las conductas del
personal, de la no constatación de las condiciones del paciente previas al acto quirúrgico, de la falta de
control según las vías de abordaje, de la presencia o no de tejidos mortificados o coágulos, de la duración
de la intervención, de la falta de control de las condiciones del paciente en el postoperatorio, de la
esterilización del material, del uso de la antibiótico terapia perioperatoria como obligación del anestesista
o del cirujano que no es asentada en el parte de anestesia, o en las hojas de evolución diaria, o en las de
control y balance, o en la hoja preoperatoria, o en el parte quirúrgico o en la ficha de anestesia”
(Responsabilidad civil por infecciones hospitalarias y gestión del riesgo por Fernando G. Mariona)
“De entre todos los factores potenciales de riesgo comentados, resulta obvio resaltar que frente a la
infección intrahospitalaria lo más importante es haber sido diligente y poderlo demostrar. Para ello, es
necesario, independientemente de haber efectuado las prácticas médicas correspondientes, por las
personas obligadas a ello, documentar que han sido hechas” (Responsabilidad civil por infecciones
hospitalarias y gestión del riesgo por Fernando G. Mariona)
“En resumidas cuentas, con una adecuada y proactiva gestión del riesgo, antes que el evento ocurra, y
habida cuenta lo exigido por la jurisprudencia, la doctrina y la opinión de los expertos infectólogos, no será
demasiado complicado para las instituciones médicas exonerar su responsabilidad, en la medida que puedan
demostrar su diligencia” (Responsabilidad civil por infecciones hospitalarias y gestión del riesgo por
Fernando G. Mariona)
“Por consiguiente, todo el riesgo de las infecciones hospitalarias se encuentra bajo la responsabilidad de
los actores del sistema de asistencia, tanto público cuanto privado, teniendo en cuenta que, por un lado es
prácticamente imposible probar que se trata de una causa extraña y que, por otra parte, el riesgo de
contraer una infección es a veces el precio que se debe pagar para salvar una vida” (Responsabilidad civil
por infecciones hospitalarias y gestión del riesgo por Fernando G. Mariona)
“En conclusión, la cuestión de las infecciones hospitalarias resulta una materia de preocupación de la
medicina mundial, que ha merecido desde hace mas de treinta años una permanente evaluación de los
riesgos a los que los pacientes se encuentran expuestos, en alto porcentaje, por el mero hecho de
internarse en un establecimiento médico. Es decir que la magnitud del riesgo se encuentra acreditada
universalmente por la misma comunidad médica” (Responsabilidad civil por infecciones hospitalarias y
gestión del riesgo por Fernando G. Mariona)
el fundamento de dicha responsabilidad contractual residiría, bien en la existencia de una obligación de
garantía por una conducta de los encargados de la prestación, o bien por un deber de diligencia o vigilancia"
(Belluscio..., cit. Bueres..., Responsabilidad civil de los médicos, pág. 379, nota nro. 49)
“Abundando, Stiglitz (Daños y perjuicios, pág. 37) refiriéndose a los factores objetivos de atribución de
responsabilidad, sostiene que tienen en común que prescinden del análisis valorativo de la conducta del
agente que causa un daño y, por tanto, resulta indiferente la voluntariedad y la culpabilidad, señala que en
el marco de la responsabilidad contractual el campo de acción de los factores objetivos de atribución tiene
apoyo en la idea de garantía, que se proyecta en una suerte de obligación tácita o deber de seguridad,
noción entre nosotros inmersa en el manto de protección que fluye del art. 1198 C.Civ” (Ortega Luis Oscar
c/Hospital Zonal Bariloche y Otro s/Daños Y Perjuicios, Camara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y de
Mineria de la IIIa. Circunscripción Judicial, Bariloche, Río Negro)
“Como quiera que sea, aun para los autores que piensan que la responsabilidad de la clínica es subjetiva, lo
real es que funciona como si fuese objetiva, dado que revelada la culpa del médico el deber reparatorio del
ente de salud adviene automáticamente y de forma inexcusable. En definitiva, el titánico esfuerzo
realizado por la doctrina -al cual nos referíamos antes- arrojó el resultado siguiente: 1. La clínica responde
de modo irrefragable; 2. El deber de dicho ente alcanza los actos culposos (o dolosos) de los médicos, y
hasta a aquellos en que el daño sea adjudicable a éstos a base de un criterio legal de imputación de tipo
objetivo. Y en estas conclusiones -más allá de los conceptualismos y del desgaste teórico- hay acuerdo”
(Bueres, Responsabilidad civil de los médicos, ed. Hammurabi, t. 1.,pág. 421; el destacado pertenece al
texto)
El espectáculo deportivo
Al comenzar este trabajo dijimos que el deporte es un elemento característico de nuestro tiempo, el gran
protagonista del siglo XX es el "espectáculo deportivo", un negocio que en torno al deporte moviliza
personas e intereses, haciéndole perder no pocas veces su esencia, su idea de diversión, de esparcimiento,
para transformarlo en un gran show en el cual no dejan de estar presente la publicidad y los medios de
comunicación y el planeta como un gigantesco auditorio.
Contrato de espectáculo
Jurídicamente el "espectáculo deportivo" reuniría las características del art. 1143 del Código Civil [7], se
trataría de un contrato atipico puro, es decir constituido por elementos totalmente nuevos a los contenidos
en los contratos típicos [8], es decir los contemplados por el codificador, definiéndose como "aquel
celebrado entre el espectador que paga un precio para poder gozar de un resultado, y el promotor o
empresario de espectáculo que se compromete a brindarlo de conformidad a los anuncios, carteleras,
avisos, etc." [9].
En relación al espectador
Pagar el precio. [13]
Ajustar su conducta al lugar donde se desarrolla el espectáculo, en esto juega mucho la costumbre
y las características de cada deporte, no podemos pedirle al espectador de un partido de tenis que
mantenga idéntica actitud en uno de fútbol
El Deportista
El deportista y la institución
En el caso de los deportistas profesionales hay un "contrato de trabajo", cuestión debatida en un principio,
tanto es así que la Cámara del Trabajo de la Capital Federal en pleno se pronuncio por excluirlo del régimen
de trabajo y entender que allí existía un contrato innominado [22], sin embargo en aquellos días la Suprema
Corte de la Provincia de Buenos Aires se manifestaba en posición contraria [23]. Por lo tanto el marco
regulatorio en caso de accidentes en la actualidad estaría dado por la ley 24.028 [24] de "accidentes de
trabajo" [25].
Partiendo de la base que "todo deporte implica un riesgo para quien lo practica" debemos hacer el análisis
de los deportistas no profesionales que participando en nombre de una institución sufren un accidente, la
doctrina mayoritaria sostiene que el deportista debe soportar los daños ocasionados por su practica, sin
embargo hay autores como Mosset Iturraspe quien apoyándose en Spota [26] sostiene una opinión
contraria, diciendo que el deportista representa al club participando en un "espectáculo deportivo" ya sea
gratuito o no, esta unido a su institución mediante una "dependencia manifiesta", dado que recibe
instrucciones, por lo tanto existiría una responsabilidad en cabeza del Club (comitente) por el daño sufrido
por el deportista (dependiente) [27].
Con respecto al daño sufrido dentro de la institución por la practica de un deporte, cabria responsabilidad
solo en la medida que no cumpla con la obligación de "poner en forma adecuada sus instalaciones a los
socios", hay un deber de seguridad especialmente en aquellos mas riesgosos como ser los que utilicen
medios mecánicos o bien requieran una cierta precaución como ser por ejemplo la natación [28].
Complejo es el caso de los menores ya que existiría en principio una obligación de seguridad, esta
responsabilidad no cabria en principio si realiza deportes bajo la supervisión de los padres, pero podría
existir responsabilidad de la institución si no provee las instalaciones en condiciones adecuadas, habría
responsabilidad conjunta y hasta falta de responsabilidad de la institución si los padres no comunicaron que
el menor padecía alguna enfermedad evitando de esa manera tomar los recaudos necesarios a fin de
prevenir el daño [29].
Bibliografía
[1] Majada A. "Naturaleza jurídica del contrato deportivo" - Barcelona 1948 citado por Alfredo Ruprecht
en Enciclopedia Jurídica Omeba - Tomo VI - Buenos Aires 1979.
[2] Cueto Rua, Julio. "Política y deporte" - Revista de derecho deportivo Vol. 4 Nº 13 - Buenos Aires 1967.
[3] Diccionario de la lengua española - Pag. 482 - 21º edición - Madrid 1992.
[4] Brebbia, Roberto H. "La responsabilidad en los accidentes deportivos" - Ed. Abeledo Perrot - Buenos
Aires 1962.
[5] Ídem Nº 3. - Pag. 630.
[6] Bosso, Carlos Mario - "La responsabilidad civil en el deporte y en el espectáculo deportivo" - Ed.
Némesis - Buenos Aires 1984.
[7] Ha sido calificado de innominado por la jurisprudencia, CCiv. 2º Cap., JA 76-244; LL, 61-385 (citado en
Mosset Iturraspe - "Contratos" - Pag 62 nº 82 - Ed. Ediar - Buenos Aires 1991)
[8] Masnatta, Hector - "El contrato atipico" - Pag. 26 - Ed. Abeledo Perrot - Buenos Aires, 1961.
[9] Mosset Iturraspe, Jorge. ob. cit. nº 7 - Pag. 62.
[10] B.O. 24/6/85 - ADLA XLV-B 1096.
[11] Decreto 307/91 - B.O. 22/2/91 - ADLA LI-A-366.
[12] Ver Diario Clarín 2/4/1995 "Segunda Sección" Nota ¿Se acabo la fiesta? (cada vez va menos gente a
las canchas) donde expresa que "en 1954, con 15.056 entradas por partido, se registro el mayor promedio
de ventas. Paradójicamente, 1978 fue el peor, se vendieron 3.039 entradas por partido. Si se tiene en
cuenta el crecimiento de la población del país, es indudable que la gente va cada vez menos a las canchas.
Aunque en la actualidad, hubo un ligero repunte con respecto a la década del 80".
[13] Argeri, Saul - "Contrato de espectáculo" - LL, 1986-B-1009. - Naymar, Moisés - "Espectáculos
públicos"- Enciclopedia Jurídica Omeba - Tomo X - Pag. 737 - Buenos Aires 1959.
[14] Ghersi, Carlos, "La Responsabilidad deportiva" en obra colectiva "Responsabilidad Civil" - Ed.
Hammurabi - Buenos Aires 1992. Pag 481.
[15] Vázquez Ferreira, Roberto, "La violencia en espectáculos deportivos: Responsabilidad civil en la ley
23.184" - LL, 1985-E-586.
[16] Mazzinghi (h), Jorge - "Un supuesto de responsabilidad objetiva y sus justos limites"- ED 155-125.
[17] CApel. CC. Mercedes, Sala II, febrero 9-1993 - "Asprella c/ Liga Mercedina de Fútbol" - ED, 155-126.
[18] "Las entidades organizadoras de competiciones deportivas, tienen el deber de tomar todas las
medidas necesarias para que el espectáculo se desarrolle normalmente, sin peligro para el publico y los
participantes. En caso contrario incurren en responsabilidad por las consecuencias dañosas que derivan de
su imprevisión" ("Carrillo c/Municipalidad de la Capital" - CNCiv. Sala D, octubre 19-956 - JA. 1957-II-
334)
"La entidad técnica organizadora de una carrera de automóviles, debió advertir o conocer los peligros a que
sometía al publico, empleando los medios necesarios para evitar todo riesgo" (Manzano c/Municipalidad de
la Capital" - CNCiv. Sala E, septiembre 27-968 - ED. 26-318)
"La entidad propietaria del estadio en que se realiza un partido de fútbol, tiene el deber de garantizar la
seguridad de los espectadores, sea vigilando las condiciones en que ellos se encuentran, sea impidiendo el
acceso de un número excesivo de concurrentes por el peligro que ello importa" ("Díaz Ramos c/Club
Atlético River Plate" - CNCiv. Sala E, octubre 29-959 - JA. 1960-I-950)
[19] Comentario a fallo - Gneco, Emilio - "Responsabilidad objetiva por los daños producidos en los partidos
de fútbol" - ED 144-418. "Conforme a las normas que regulan la constitucion, funcionamiento y fines de la
Asociacion de Futbol Argentino, no surge de las mismas que este a su carge el contralor de la seguridad en
el desarrollo del juego; aquella no es la organizadora del espectaculo, ni ejerce un control directo sobre los
espectadores" (SC Pcia. Bs As, diciembre 4-1990 "Brescia c/ Ferrocarril Midland")
[20] Kemelmajer de Carlucci, Aida - Comentarios al art. 1123 - "Codigo Civil Comentado" - Tomo V - Ed.
Astrea - Buenos Aires 1984 - Pag. 667 ver esp. notas 9,10, 22 a 25.
[21] "Si se trata de encuentros profesionales, en los que las entidades deportivas obtienen o pretenden
obtener un beneficio económico, deben ellas cargar con las consecuencias de los actos realizados por
quienes con su actividad hacen posible la utilidad tenida en vista" (1a Instancia Civil Capital firme
noviembre 5-953 JA. 1956-III-372)
[22] "Vaghi c/Club River Plate" CNTrabajo en Pleno, octubre 31-952 - LL, 68-588.
[23] "Villalba c/Racing Club" SC Pcia. Bs. As, febrero 19-952 - LL, 66-245.
[24] Sancionada el 14/11/91. B.O. 17/12/91.
[25] Es interesante ver el trabajo de Pérez, Benito - "El contrato deportivo y sus derivaciones laborales" -
LL, 1980-B-869.
[26] Spota, Alberto G. - "Responsabilidad por accidentes deportivos" - JA. 1942-II-936.
[27] Mosset Iturraspe, Jorge - "El daño deportivo: responsabilidad de su autor y de la institución" - LL,
1983-D-384.
[28] Bustamante Alsina, Jorge - "Un caso de responsabilidad extracontractual de una entidad deportiva" -
LL, 1987-D-266.
[29] Ghersi, Carlos - ob. cit. nº 14.
[30] Rezzonico, Luis M. "Estudio de las obligaciones" Tomo II - Pag. 1529 - Ed. Depalma - Buenos Aires
1961 citado por Trigo Represas, Felix en LL, 1988-A-513.
[31] Llambias, Jorge - "Lesiones deportivas" - ED 47-948.
[32] Brebbia, Roberto - ob. cit. nº 4 - Pag. 36.
[33] Kemelmajer de Carlucci, Aída - Comentarios al art. 1109 - Código Civil comentado - Tomo V - Pag. 350 -
Ed. Astrea - Buenos Aires 1984.
[34] Borda, Guillermo - "Tratado de las obligaciones" Tomo II - nº 1664 - Ed. Perrot - Buenos Aires 1976.
[35] CApel. Civ. San Nicolas, junio 26-951 "Cao H.L." LL 64-705 donde se revocó el sobreseimiento de un
jugador de fútbol que lesionara a dos contrarios.
CApel. CC Mercedes, Sala I, mayo 31-981 "Chabert c/Rodríguez" ED 108-292 por la conducta riesgosa de
un automovilista que en una carrera no disminuye la velocidad de su vehículo al ingresar en una curva
pronunciada, incrementando con su impericia el peligro que normalmente podía existir en la prueba, con
respecto a otros competidores y a terceros.
CNac. Civ. Sala D, diciembre 17-982 "Cotroneo c/Club Atlético Banfield" LL 1983-D-385 hay una actitud
dolosa por parte del arquero que aplica un violento rodillazo en la zona renal a un jugador contrario
destrozándole los riñones, luego de haber estado detenido el juego. (citados por Trigo Represas, Felix en
"Responsabilidad por daños resultantes de competiciones deportivas automovilísticas" - LL 1988-A-509.)
CNac. Crim. en 1941 condenó por homicidio culposo al esgrimista que sostuvo un asalto a florete sin que ni
el ni su adversario tuvieran la careta protectora puesta, por considerar que hubo culpa del imputado.
(citado por Brebbia, Roberto en ob. cit. nº 4 - Pag 41)
[36] Bustamante Alsina, Jorge - "Teoría General de la Responsabilidad Civil" - Ed. Abeledo Perrot - Buenos
Aires 1973 - Pag. 424.
[37] Trigo Represas, Felix - ídem nº 26 ver nota 29.
[38] Ghersi, Carlos - ob. cit. nota 14.
[39] Bustamente Alsina, Jorge ob. cit. nº 35 - Pag. 467; Mosset Iturraspe, Jorge en "Responsabilidad Civil"
- § 15 "El denominado daño colectivo" - Ed. Hammurabi - Buenos Aires 1992; Bosso, Carlos ob. cit nº 6 -
Pag. 186; Llambias, Jorge - "Responsabilidad colectiva o anónima" - ED 83-783; Bustamante Alsina, Jorge -
"La responsabilidad colectiva en el resarcimiento de daños" - LL, 142-976; López Cabana, Roberto -
"Responsabilidad colectiva. Régimen legal en Argentina y Latinoamérica" - LL, 1986-B-931; Zavalia de
González - "El daño colectivo" en la obra colectiva "Derecho de daños" - Ed. La Rocca - Buenos Aires 1989.
[40] Art. 1119 Codidgo Civil Argentino
[41] Es famoso el caso de la jurisprudencia francesa que condeno a todos los participantes de una partida
de caza, por un daño cometido sin llegar a poder precisarse su autor.
Introducción
Dentro de las reparaciones por daños y perjuicios, el daño estético está adquiriendo una importancia cada
vez mayor; Progresivamente se tiende a considerar la necesidad de reparar toda alteración que lo afecte,
bajo el criterio del resarcimiento integral del daño.
El daño estético vulnera el derecho constitucional a la integridad personal y prefigura la necesidad de que
sea indemnizado por el responsable (7)
Debe tenerse en cuenta el creciente cuidado y valorización que se da en nuestros días a los factores
estéticos, dedicando tiempo y dinero al cuidado del cuerpo (14)
Para asegurar la equidad de la indemnización, se hace indispensable medir ese daño estético y saber como
cuantificarlo; Tratando de disminuir en lo posible la presencia de criterios subjetivos de valoración. Medir
es una de las actividades fundamentales del médico valorador, pues tras medir es cuando se puede evaluar,
calificar y dar elementos de juicio para quien tenga que tomar decisiones. El uso de un baremo es un acto
de medir (21) que pretende ofrecer una solución al problema de la cuantificación económica de daños
corporales, cuya reparación sin instrumentos, puede ser causa de arbitrariedades, llevando la cuantía de las
indemnizaciones a variar erráticamente (20). La valuación libre sin un Baremo, puede implicar un peligroso
riesgo de parcialidad (10)
Clasificación
La valoración del daño estético consiste en evaluar la disminución de la capacidad de atracción de la
víctima, por la deformidad que sufre, sin considerar las demás repercusiones que este daño pueda tener.
Dentro de los diferentes intentos de armonización de criterios en Europa, se destacan la Resolución Nº 75
del Consejo de Europa, por ser la que en su momento aportó principios rectores en la valoración y
reparación del daño corporal. Con respecto al daño estético la resolución marca que: “se trata de estudiar y
evaluar la perdida de atracción puramente y no las repercusiones fisiológicas, sociales, morales y laborales,
ya que estas deben ser valoradas no dentro del daño estético, sino dentro de los respectivos daños”
(3)Luego de una tendencia generalizada a incluirlo dentro del daño moral, ese criterio se ha ido
modificando, teniendo en cuenta el perjuicio material que puede acarrear, representado principalmente por
la afectación de la profesión, y por los gastos en tratamientos reparadores (11)
Un amplio desarrollo fue alcanzando en Italia el llamado Daño Biológico (danno a la salute) como tertium
genus, una categoría propia y distinta, frente a la concepción tradicional que distinguía sólo entre daños
patrimoniales y no patrimoniales, que contemplaba en las lesiones corporales sólo el daño patrimonial,
compuesto por el daño emergente y el lucro cesante, y en el daño moral y pretium doloris solo lo hacia con
aquellos casos en que el hecho dañoso fuera de origen delictivo.
Esta situación originaba inequidad en los casos de aquellas víctimas que, debido a su edad, estado de salud o
escasa formación, eran incapaces de generar ingresos de una cierta entidad.
La necesidad de desvincular las indemnizaciones de los lucros cesantes, venía exigida por diversos
principios constitucionales, como el de igualdad, el de respeto a la dignidad de la persona humana y el de
protección a la salud establecido por el Art. 32 de la Constitución italiana.
Esta idea del “daño biológico” como un tercer tipo de daño, independiente del daño patrimonial y del moral,
tiene eco en Portugal y España, y lo va haciendo en Alemania y Francia. (3-17)
El daño biológico (invalidez personal) excluye toda referencia a las repercuciones profesionales (invalidez
profesional) que deben cuantificarse aparte (19)
Desde la perspectiva jurídica, la lesión estética se configura como un daño autónomo, que puede incidir
tanto sobre el daño material, como sobre el daño moral, lo cual cabe distinguir cuidadosamente para
impedir caer en una doble indemnización. (13)
Cuando la lesión estética, en virtud de su ubicación o extensión, altera la armonía del aspecto habitual que
tenía la persona antes del hecho, corresponde tratarla como un tercer género, ya que en definitiva se
encuadra dentro del daño directo a la persona, a sus derechos o facultades (12)
Como daño a la integridad de la persona, independiente de los daños anátomo-funcionales y psíquicos, el
daño estético debe formar parte junto a aquellos, del daño biológico, que es el daño básico, de cuyo
estudio, derivan todos los demás daños, tanto patrimoniales, como extrapatrimoniales, como se representa
en la Tabla 1.
Método descriptivo
Consiste en la exposición minuciosa de las alteraciones, tanto estáticas como dinámicas, que provocan la
pérdida de atracción del lesionado.
El daño estético estático, es aquel que permanece invariable, independientemente de los cambios de
actitud que adopte la persona, como ocurre con las cicatrices y las discromías.
El daño estético dinámico, es apreciable en cambio con los cambios de actitud, como ocurre en una cojera.
En ocasiones ambas situaciones se combinan como una cicatriz que además altera la mímica.
Métodos cualitativos
Consiste en expresar el grado de daño estético mediante un calificativo. Para ello se utilizan escalas
calificativas, que son tablas que constan de una serie gradual de calificativos o de situaciones.
Su uso consiste en hacer corresponder al déficit funcional ocasionado por la secuela, a un determinado
adjetivo de los enumerados en la escala. Un ejemplo de escala cualitativa es la utilizada en el baremo
español para accidentes de tráfico, donde la importancia del déficit se expresa con un adjetivo (ligero,
moderado, medio, importante, muy importante y considerable)
Método Cuantitativo
Consiste en expresar por medio de un porcentaje el grado de déficit funcional del sujeto, partiendo del
principio convencionalmente establecido de que la integridad estética de la persona se corresponde con el
100 %. Se basa en el empleo de los Baremos porcentuales. En la Argentina el baremo de la Ley de Riesgos
de trabajo, valora en forma porcentual las cicatrices, aunque solo aquellas que asientan en cabeza y rostro
(23)
Impedimentos
A la vida de relación: Se define como la pérdida o disminución de los placeres que conlleva la
reducción de la realización de las actividades que practicaba el sujeto en su tiempo libre, sin
considerar las demás repercusiones, económicas y no económicas, que puede tener este daño.
A la vida afectiva y familiar: consiste en valorar la reducción de la capacidad para mantener las
relaciones afectivas y familiares habituales de la persona.
A la vida de formación: es la disminución o imposibilidad de realizar las actividades escolares y de
formación que se estaban realizando considerado desde el punto de vista de la disminución de la
posibilidad de adquirir conocimientos y de formación de la persona.
Daño Sexual: Se entiende exclusivamente como la pérdida del disfrute de la vida sexual.
Parámetros de valoración
Extensión
Resulta de la longitud y el ancho de la cicatriz, y determina a que distancia es visible; Cuando la
observación solo es posible a menos de 50 cm. es considerada una distancia íntima; Cuando puede ser
visible a más de 3 metros, una distancia social (22)
Localización
Es importante describir si la zona es visible de forma permanente o no, ya que la valoración será distinta
según el caso. Si corresponde a la zona de la cara, esta ubicación es la de mayor importancia estética y la
de peor aceptación psicológica por su exposición continua (8). Dentro de la cara hay distintas zonas
claramente diferenciadas respecto de la visibilidad y grado de afeamiento. Pueden originarse también,
complicaciones dependiendo de sí están ubicadas en zonas orificiales o periorificiales, con la posibilidad de
producir alteraciones en la mímica. Las manos, el cuello, y en la mujer el tercio superior del tórax y las
piernas, son consideradas zonas siempre visibles; Mientras solo son ocasionalmente visibles (en la playa o
con práctica de deportes) el tórax, abdomen y en el hombre las piernas; Solo son visibles en caso de
desnudez las nalgas, pubis, caras internas de los muslos, y el pecho en la mujer; y zonas raramente visibles
son las plantas de los pies, huecos axilares y la cabeza oculta.
Morfología
Si bien nunca se produce una restitución “Ad Integrum”, puede considerarse a una cicatriz como normal o
aceptable, cuando presenta un correcto afrontamiento de sus bordes, conformando una cicatriz lineal. El
tegumento se observa plano, sin depresiones o elevaciones, no se advierten cambios significativos de
coloración y no presenta adherencias, manteniendo cierta flexibilidad (7)
Sin embargo cuando esto no ocurre, se da origen a las cicatrices denominadas “viciosas”, que observan
algunas de estas alteraciones:
Aspecto: Puede ser retráctil, cuando la pérdida de piel es extensa, y no hay un adecuado
afrontamiento de bordes, entonces la piel se retrae. También puede presentarse radiada o
estrellada por la formación de fisuras; Esclerosa, adherida a planos profundos, e infinidad de otras
formas anormales.
Superficie: Es deprimida cuando la herida destruye la capa basal de la epidermis y la parte
superficial de la dermis, entonces el epitelio cicatrizal se hunde entre los bordes separados,
muchas veces se torna discrómico. Hipertrófica, por una proliferación anormal de las fibras
colágenas, que no llega a sobrepasar los límites de la cicatriz. Queloide por hiperplasia del tejido
conjuntivo intradérmico que sobrepasa los límites de la herida, de color rojizo, acompañada
frecuentemente de prurito o dolor.
Coloración: Normocrómica ó discrómica (hipo o hipercrómica).
Factores personales
Edad: Rechard (1990) en su método toma como referencia para determinar un coeficiente la edad
de 18 años, por considerarlo la frontera entre el niño y el adulto. Otros autores coinciden con este
concepto, basándose en que el niño en condiciones normales arrastrará el defecto durante más
años. (4-10-11).
Sexo: En nuestra sociedad se considera aún mayor la repercusión del daño estético en la mujer
(22). Sin embargo crece la tendencia a oponerse a este concepto por considerarlo discriminatorio
(7)
Estado anterior: Se ha desarrollado hasta ahora el análisis de parámetros eminentemente objetivos
que el médico valorador obtiene con el examen clínico, lo cual se condice con el enfoque que debe
tener una alteración física de la forma normal, como es la presencia de una cicatriz.
Pero hay criterios subjetivos que deben ser tenidos en cuenta al momento de realizar la valoración, y que
llevaron a Rechard a formularse estas preguntas:
¿Existe alguna diferencia entre la fea cicatriz del muslo de un jardinero de mediana edad, que la
misma cicatriz en una bailarina joven y amateur?
¿Ese hombre, francamente “feo” debe, por una fealdad idéntica, ver evaluado su perjuicio, de
diferente forma que el joven “Apolo”?
Esa mujer soltera que no quiere seguir siéndolo ¿sufrirá más sus cicatrices por quemaduras que las
del viejo, que a pesar de serlo, se encuentra joven?
Estas cuestiones planteadas por el autor le hicieron llegar a considerar tres tipos de factores subjetivos:
Sociales y escolares, Familiares y Estado anterior estético y psíquico. Cada uno de estos tres criterios es
valorado por una escala de 0 a 0,7. Ejemplos
Joven, guapa, bailarina, soltera y sana (0,7 + 0,7 + 0,7)
Vagabundo, sin profesión, afectado de cicatrices anteriores (0 + 0 + 0)
Entre el 0 y el 2,1, se sitúan toda la gama de posibilidades (22)
Los dos primeros criterios del método Rechard, tienen importancia al momento del estudio de las
repercusiones patrimoniales y extrapatrimoniales.
El hecho de tratarse de un vagabundo no incide en sí en el estado estético, pero evidentemente deberá ser
tenido en cuenta al evaluar el lucro cesante ocasionado por cicatrices visibles, que se presenta de manera
muy distinta en comparación con el que afectaría por ejemplo a un actor. Lo propio ocurrirá con el análisis
de la pérdida de chance. Los factores socio-culturales se deben evaluar dentro del daño moral y de los
distintos impedimentos (Vida afectivo-familiar, Chance matrimonial, Disfrute sexual, etc.)
El estado psíquico corresponde ser valorado dentro de dicho daño. Queda entonces el estudio del estado
estético anterior, que representa un criterio de capital importancia en la valoración del daño estético, y
nadie mejor que el perito médico para hacerlo, que es quien conoce los diversos trastornos que inciden en el
patrimonio estético, su evolución, pronostico y posibilidad de tratamiento. No alcanza con una mirada con
cierto criterio esteticista, se deben evaluar cicatrices anteriores, trastornos vasculares, lesiones tróficas
y pigmentaciones anormales de la piel, alteraciones del panículo adiposo, etc.
Si bien es cierto que la cuestión del perjuicio estético cuenta con aspectos de apreciación personal y social
que trascienden el ámbito estricto de la tarea del perito médico, éste por sus específicos conocimientos,
debe completar en su informe una descripción detallada de los elementos que conforman el perjuicio
estético, y debe rematarlo con la expresión de su concreto grado (18)
Patrón de referencia
La valoración médica no se limita a describir el perjuicio funcional de la víctima, sino que además lo mide y
cuantifica de acuerdo con un porcentaje llamado tasa de incapacidad permanente. Para ello se dispone de
baremos en donde se enumeran distintos tipos de secuelas psicofísicas, y se propone para cada una de ellas
un porcentaje de valoración. Posteriormente se multiplica el valor que resulta del baremo médico por el
valor monetario que se atribuye a cada centésima o punto de menoscabo.
Las tablas de valoración de incapacidades de uso habitual en Argentina que contienen una valoración para
cicatrices lo hacen desde una óptica de la afectación económica del lesionado, y no desde lo estético.
Es por eso que se limitan a valorar exclusivamente las cicatrices ubicadas en la cara, ya que en otras partes
del cuerpo (salvo algunas excepciones como modelos, vedette) no se les atribuye la capacidad de generar un
daño económico. Del análisis de estas tablas (2-5-23), puede obtenerse una valoración coincidente: Cicatriz
típica de 1 cm. de longitud ubicada en la cara (zona no periorificial): 1 %
Cada punto asignado a una cicatriz por estos baremos no se distingue del punto por menoscabo psicofísico;
Y se traducen monetariamente de forma equivalente. De esta forma cuando deba fijarse un monto
indemnizatorio puede tenerse presente que el porcentaje del daño estético a sido estimado sobre la base
de valores asimilables económicamente a los utilizados para el daño anátomo-funcional.
Extensión
La extensión es el producto de multiplicar la longitud por el diámetro de la cicatriz. El coeficiente de
longitud, de acuerdo al patrón utilizado, será de:
1 x cm. los primeros 5 cm.
De 0.5 x cm. del 5° al 10° cm.
De 0.25 x cm. del 10° al 15° cm.
Y de 0.1 del 15° cm. en adelante
Localización
Zona A: Cara región periorificial (párpados, nariz, labios): 1.50
Zona B: Cara región interna (frente, pómulos, mejillas, y mentón) región intima en la mujer (nalgas,
pubis, cara interna de los muslos, pecho): 1.
Zona C: Cara región externa (sienes, maxilar inferior, cuello y tercio superior de tórax en la mujer),
cabeza que no esté oculta; región intima en el hombre (nalgas, pubis, cara interna de los muslos)
manos, piernas en la mujer: 0.50
Zonas D: región ocasionalmente visibles (brazos, pecho y piernas en el hombre, abdomen y
espalda): 0.25
Zona E: región raramente visible (cabeza oculta por el pelo, pié, hueco axilar): 0.10.
Superficie
Plana: Coeficiente 1
Deprimida o hipertrófica: Coeficiente 1.25
Queloide: Coeficiente 1.5
Cromia
Normocrómica: Coeficiente 1
Discrómica (hipo o hipercrómica): Coeficiente 1.25
Sexo y Edad
Hasta 18: 0.75
19 a 45 femenino: 1
19 a 45 masculino: 1.2
46 a 65 femenino: 1.3
46 a 65 masculino: 1.5
Mayor de 65: 1.75
Estado anterior: Se propone clasificarlo en 3 grados, de acuerdo a la influencia que tenga sobre el impacto
final de la deformidad. El fin de utilizar una escala gradual reducida (Bueno, Regular y Malo), es con la
intención de limitar en lo posible las variaciones de criterios en un componente tan subjetivo como este.
De manera que la guapa bailarina de Rechard presentará un estado estético anterior bueno, mientras que el
vagabundo afectado de cicatrices anteriores será malo.
Bueno: 1
Regular: 1.25
Malo: 1.50
Visibilidad: Extensión: 24 cm (5 + 2.5 +1.25 + 0.9 = 9.65 ) x 1 cm (1.25) = 14.50 x Localización: zona C (0.5)
= 7.25
Morfología: 1 + aspecto normal (0) + plana (0) + hipocrómica (0.25) = 1.25
Características personales: Estado estético anterior: Malo (1.5) x edad: < 65 (1.75)
Visibilidad: 7.25 x morfología: 1.25 = 9.05
= 3.45 %
Características personales: 2.625
EJEMPLO 2: Joven y bella estudiante de 16 años, soltera, su hobby es bailar salsa, presenta una cicatriz
idéntica a la del ejemplo anterior, por fractura de fémur que requirió el implante de material de
osteosíntesis. (El estado civil y su hobby, no deben evaluarse dentro del daño estético, sino con el daño
moral y los impedimentos provocados por la cicatriz)
Fórmula: Visibilidad: Extensión: 24 cm x 1 cm = 14.50 x Localización: = 7.25
Morfología: 1 + aspecto (0) + superficie (0) + cromia (0.25): 1.25
Características: Estado estético anterior: Bueno (1) x edad: < 18 (0.75)
Visibilidad: 7.25 x morfología: 1.25 = 9.05
= 12 %
Características personales: 0.75
Estos dos ejemplos resaltan la influencia de las características personales en la evaluación de lesiones
similares.
EJEMPLO 3: Varón de 30 años que presenta cicatriz en la región central de la frente de 6 cm. de longitud
y 1 cm de ancho, hipertrófica, hipercrómica y perpendicular a los pliegues.
Ubicación: Extensión (longitud 6 cm: 5 + 0.5 = 5.5 x ancho 1.50 cm): 8.25 x Localización: zona B (1) x
relación con pliegues (1.25) = 10.3
Morfología: 1 + recta (0) + hipertrófica (0.25) + hipercrómica (0.25) = 1.5
Características: Estado anterior: Bueno (1) x edad y sexo: 19 a 45 (1.2)
Visibilidad: 6,9 x morfología: 1.5 = 15.5
= 13 %
Características personales: 1.2
EJEMPLO 4: Varón de 30 años presenta cicatriz en abdomen de 18 cm. de longitud, 2,5 cm de ancho,
deprimida e hipercrómica.
Ubicación: Extensión (longitud 18 cm: 5 + 2.5 +1.25 + 0.3 = 9.05 x ancho: 2.5 cm = 1.5): 13.5
X Localización: zona D (0.25) = 3.4
Morfología: 1 + aspecto normal + superficie plana + normocrómica = 1
Características: Estado estético anterior: Bueno (1) x edad y sexo: (1.2)
Visibilidad: 3,4 x morfología: 1 = 3.4
= 3 %
Características personales: 1.2
Los ejemplos 3 y 4 muestran la influencia de la localización y la morfología de la cicatriz en individuos con
características particulares similares.
CASO SOBRE RESPONSABILIDAD ESPECIAL (ENTIDADES DEPORTIVAS)
Accidente de transito
Art. 1113: Reformado por la ley 17711
Al decir de Karl Larenz, “Desde una perspectiva objetiva, el daño se define como el menoscabo que a
consecuencia de un acaecimiento o evento determinado, sufre una persona, ya en sus bienes vitales
naturales, ya en su propiedad, ya en su patrimonio” (Larenz, Karl, Derecho de Obligaciones, t.I, p. 193)
Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba, Años 1991 a 1996, Sala Primera
3.- ACCIDENTE DE TRANSITO. AUTOMOVIL Y PEATON. APRECIACION DE LA CONDUCTA DE
CADA UNO. (1994) 19-8-94, “T. vs. A.”, SALA I, Fs. 553.
En los eventos dañosos en que resulta víctima un peatón, el conductor del vehículo, por tener a su cargo el
manejo de una cosa peligrosa, está obligado en mayor grado a extremar los cuidados inherentes a su uso y a
mantenerse atento a las evoluciones de la circulación de personas y vehículos, por lo que debe apreciarse
con mayor rigor la conducta del conductor del vehículo que la del peatón (Martinelli - Genovese).
4.- ACCIDENTE DE TRANSITO. CAMION CON ACOPLADO. MAYOR RIESGO GENERADO. (1994) 7-7-
94, “M. vs. C.”, SALA I, Fs. 450.
La presencia de un camión con acoplado en la ruta en la noche, estacionado casi en su totalidad en la cinta
asfáltica, importa un riesgo adicional en el uso normal del camino, que exige -como un mínimo de prudencia-
que se encuentre en condiciones de circular y que lleve las luces reglamentarias (Genovese - Martinelli).
Una cicatriz a la altura de la rodilla constituye daño de carácter material, encuadrable dentro de la norma
del art. 1068 CC., la cual ha sido interpretada en el sentido que comprende -con independencia del daño
moral previsto en el art. 1078 CC- todos los supuestos susceptibles de reparación patrimonial, incluso los
daños a la salud, a la integridad personal, y a las condiciones estéticas de la víctima (Martinelli - Genovese).
El daño moral es una indemnización complementaria que tiene su arraigo legal en el art. 1078 CC. sobre el
cual no se exige prueba de su efectiva existencia y extensión, bastando con su verosimilitud, y debe ser
estimado prudencialmente por el juez al dictar sentencia (Sala Primera, Fallos, 1984, fs. 397) (Genovese -
Koehle).
Procede el daño moral si las lesiones sufridas determinaron la necesidad de practicar un yeso, lo que
provocó sufrimiento físico, padecimientos e incomodidades a la víctima (Genovese - Martinelli).
12.- ACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑO MORAL. TIPIFICACION. (1992) 23-9-92, “L. vs. C.”, Juzg.
11va. Civil, SALA I, Fs. 415.
El daño moral se configura cuando se lesionan los sentimientos o afecciones legítimas de las personas, o
cuando se ocasionan perjuicios que se traducen en padecimientos físicos, o cuando de una manera u otra se
ha perturbado la tranquilidad y el ritmo de vida del damnificado (Martinelli - Genovese).
13.- ACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑOS EN EL VEHICULO. INDEMNIZACION MAYOR AL VALOR
DEL VEHICULO. IMPROCEDENTE (ART. 1083 CC). (1991) 5-12-91, “B. vs. C.”, Juzg. 4ta. Civil, SALA I, Fs.
462.
Una indemnización mayor al valor del vehículo, cuando no se efectuaron las reparaciones, produciría un
enriquecimiento sin causa, y vulneraría lo dispuesto en el art. 1083 CC. Si la reparación del vehículo excede
su precio en el mercado de los usados, significa que habría experimentado un beneficio económico
representado por la diferencia entre el valor del otro coche, y la mayor cantidad que recibiría para realizar
la reparación, lo que -lejos de restablecer el equilibrio patrimonial- produciría un enriquecimiento
injustificado.
Es así que, si bien el art. 1083 CC. deja a opción del damnificado, exigir la reposición de las cosas a su
estado anterior, o reclamar la indemnización en dinero; en principio y salvo que se prueben circunstancias
especiales, este último derecho no debe comportar un exceso con relación al valor de la cosa misma, porque
de lo contrario se agravaría sin justificación alguna la situación del deudor (Genovese - Gómez Augier).
16.- ACCIDENTE DE TRANSITO. DEBER DE PRUDENCIA. ES MAYOR POR LA NOCHE. (1994) 7-7-94,
“M. vs. C.”, SALA I, Fs. 450.
La precaución del conductor en horas de la noche y sin buena iluminación, debe ser mayor aún que en
situaciones normales (Genovese - Martinelli).
19.- ACCIDENTE DE TRANSITO. DOMINIO PLENO SOBRE EL RODADO. (1992), 31-8-92, “P. vs. A.”,
Juzg. 1ra. Civil, SALA I, Fs. 357.
Quien utiliza un vehículo debe tener en todo momento pleno dominio sobre éste para poder evitar y superar
trances provocados hasta por la imprudencia de los demás. (Martinelli - Genovese).
20.- ACCIDENTE DE TRANSITO. EBRIEDAD LEVE. (1992) 22-5-92, “R. vs. C.”, Juzg. 6ta. Civil, SALA I,
Fs. 214, (y 370, 415).
Agrava la situación del conductor el hecho de encontrarse en estado de ebriedad, aunque sea leve, pues
ella afecta necesariamente el estado psicofísico del conductor, e impide el debido control que debe tener
sobre el vehículo que guía; mayor peligrosidad recae precisamente en esos estados donde el conductor se
halla en un período de euforia y valentía, pero de disminución de la velocidad de sus reflejos, de la
atención, y de la capacidad de conducir sin peligro (Genovese - Martinelli).
29.- ACCIDENTE DE TRANSITO. LUZ VERDE DEL SEMAFORO. NO EXCLUYE LAS MEDIDAS DE
PRECAUCION. (1992) 7-9-92, “P. vs. B.”, Juzg. 2da. Civil, SALA I, Fs. 370.
La existencia de semáforos no autoriza a prescindir de medidas de prudencia, manteniéndose la obligación
de vigilancia del conductor que posibilite el pleno y seguro dominio del vehículo, aún frente a alternativas
sorpresivas en la circulación, pues sostener lo contrario sería considerar que dicha señal mecánica implica
la autorización de paso cualesquiera sean las contingencias que existan en el cruce, lo que no es aceptable
(Genovese – Koehle - Martinelli).
33.- ACCIDENTE DE TRANSITO. PEATON DISTRAIDO. (1992) 23-9-92, “L. vs. C.”, Juzg. 11va. Civil,
SALA I, Fs. 415.
Quien tiene a su cargo la conducción de un rodado, asume sobre sí la responsabilidad cierta de la
ocurrencia de sucesos que en el curso ordinario del tránsito puedan presentarse. de manera más o menos
imprevista. Así, la aparición de la figura del peatón distraído es un hecho que se presenta si no
normalmente, al menos ocasionalmente, y el conductor debe estar lo suficientemente alerta como para
sortear esas emergencias, salvo casos excepcionales (Martinelli - Genovese).
34.- ACCIDENTE DE TRANSITO. PEATON DISTRAIDO. MENORES. MAYOR PRECAUCION. (1994) 23-
8-94, “L vs. Q”, SALA I, Fs. 558.
El peatón distraído, incluso el imprudente, es un riesgo común inherente al tránsito, y por lo mismo todo
conductor está obligado a estar atento a las evoluciones de la circulación. Más aún tratándose de menores,
la precaución debe ser mayor, pues la actitud que puede asumir el menor al cruzar o tratar de hacerlo, es
un riesgo que debe prevenir todo conductor (Genovese - Martinelli).
Por vía de mayor jerarquía debe entenderse aquella que es más ancha y que tiene mayor circulación de
vehículos (Martinelli - Genovese).
55.- ACCIDENTE DE TRANSITO. RIESGO CREADO. ART. 1113 CC. (1993) 31-3-93, “M. vs. G.”, Juzg.
12va. Civil, SALA I, Fs. 110.
El art. 1113 cc. sienta el principio del riesgo creado que importa aceptar la responsabilidad con
prescindencia de la subjetividad del agente, y centra el problema en torno a la causalidad material, siendo
suficiente la prueba de la producción del resultado dañoso ante la circunstancia del riesgo creado por la
cosa. El dueño o guardián de la cosa riesgosa sólo se exime de responsabilidad acreditando la culpa de la
víctima o de un tercero por quien no debe responder (Genovese - Koehle).
56.- ACCIDENTE DE TRANSITO. RIESGOS DIFERENTES GENERADOS POR AUTOMOVIL Y
BICICLETA. RESPONSABILIDAD OBJETIVA. (1993) 17-3-93, “T. vs. C.”, SALA I, Fs. 82.
Tratándose de colisión entre automóvil y bicicleta, intervienen dos cosas generadoras de riesgos de muy
distinta entidad, y no rige la interpretación vigente para los supuestos de choque entre dos vehículos,
surgiendo la aplicación del art. 1113 cc. referido a la responsabilidad objetiva (Genovese - Martinelli).
Sentencia numero 2
1º) La maniobra de giro (a la derecha o a la izquierda) para utilizar una vía distinta de aquélla por la que se
circula, crea una situación de riesgo que impone extremar la prudencia en su ejecución. Incumplir esa
conducta constituye obrar culposo con eficacia para interferir en el nexo causal que, objetivamente, surge
cuando el daño es causado por el riesgo o vicio de la cosa (Art. 1113, 2º sup. del 2º parr., Código Civil).
2ª) Para determinar el grado de incapacidad de la víctima de un ilícito civil y a fin del resarcimiento del
daño material, corresponde aplicar el método de la llamada capacidad residual.-
3ª) Cuando la víctima de un ilícito civil padece incapacidad psicofísica, pero ha conservado la actividad
laboral e ingresos que tenía antes del evento dañoso, la reparación debe concederse bajo el concepto de la
pérdida de chance, en tanto sólo implica una disminución de sus posibilidades económicas.-
EXP. Nº594823/36 - "Danelutti, José Ignacio c/. Olmos, Cristina y Otro - Ordinario - Daños y Perjuicios -
Accidentes de Tránsito - Recurso de Apelación" - CAMARA OCTAVA DE APELACIONES EN LO CIVIL Y
COMERCIAL DE CORDOBA - 07/02/2006
Sentencia numero 3
RESPONSABILIDAD. RESPONSABILIDAD CIVIL. ACCIDENTES DE TRÁNSITO. FACTOR DE
ATRIBUCIÓN OBJETIVO. CASCO PROTECTOR. IRRELEVANCIA CON RELACIÓN A LA
ATRIBUCIÓN DE RESPONSABILIDAD. GIRO A LA IZQUIERDA. CONDUCTA EXIGIBLE.-
1ª) El hecho de que la víctima (motociclista) no use casco protector carece de incidencia en la mecánica del
accidente de tránsito y en la determinación de la responsabilidad que corresponde a sus protagonistas. Sí
podrá tener relevancia respecto de la causalidad entre el evento y los daños padecidos por la víctima,
especialmente cuando las lesiones físicas sufridas por aquella están localizadas en su cabeza.-
2ª) Cuando un conductor intenta girar a la izquierda en una avenida de doble mano, debe tomar una serie de
precauciones inherentes a la maniobra, tales como: disminuir la marcha y detenerse dejando paso a los
vehículos que transitan por el carril opuesto; ocupar la parte izquierda de la mano de circulación por lo
menos treinta metros antes de iniciar la maniobra; anunciarla con la señal luminosa del vehículo (guiño).-
SENTENCIA NUMERO: 54 - “RODRÍGUEZ, EDUARDO RUBEN C/ GALLO, ELSIDE SAUL
ORDINARIODAÑOS Y PERJUICIOSACCIDENTES DE TRÁNSITOEXPTE N° 522001/36” - Cámara
Cuarta de Apelaciones en lo Civil y Comercial (CORDOBA) – 12/05/2005
Sentencia numero 4
RESPONSABILIDAD. RESPONSABILIDAD CIVIL. ACCIDENTES DE AUTOMOTORES.
RESPONSABILIDAD POR RIESGO DE LA COSA. SEMÁFOROS CON LUZ INTERMITENTE.
CARÁCTER DE EMBISTENTE. PRIORIDAD DE PASO.
1ª) Para resolver la responsabilidad de los protagonistas de un accidente de automotores en movimiento, es
de aplicación la regla prevista en el art. 1113 (segundo párrafo), CC, atento la intervención de cosas
riesgosas o peligrosas. Resultando dicha regla una atribución objetiva de responsabilidad (por suponer
relación de causalidad entre el riesgo de la cosa y el daño, y no la culpabilidad), para eximirse de la misma
el dueño o guardián deben acreditar con evidencia que los daños fueron causados por hechos ajenos que
interrumpieron el nexo causal presumido por aquella.
2ª) Estando los semáforos que regulan el tránsito en una encrucijada con luz amarilla intermitente, se
impone para todos los conductores realizar el cruce de la misma con precaución y adoptando todas las
medidas que fueren necesarias para evitar la producción de daños.
3ª) El carácter de embistente que tenga uno de los conductores de los vehículos intervinientes en un
accidente de tránsito, genera una presunción hominis de culpabilidad y la inversión de la carga probatoria,
en tanto deberá demostrar que esa condición no fue la causa eficiente del evento.
4ª) La prioridad de paso del automotor que se presenta por la derecha en una encrucijada sin señalización
específica, sólo juega cuando ambos vehículos se han presentado en el cruce en forma simultánea, pero
pierde relevancia si el que avanzaba por la izquierda se encontraba ya considerablemente adelantado en el
cruce. Dicha prioridad debe ejercitarse en forma apropiada y no autoriza a desentenderse de todo
obstáculo que se interponga en el camino, ni transitar confiado en que ese derecha será respetado
prudentemente por los demás.
DATOS
(EXPTE. 549270/36) - "Veron María del Carmen y Otros c/Romero Hector Rolando y Otros Ordinario Daños y Perjuicios
Accidentes de Transito" - CAMARA TERCERA DE APELACIONES CIVIL Y COMERCIAL DE CORDOBA -
27/07/2006
SUMARIOS
RESPONSABILIDAD. CIVIL. ACCIDENTES DE TRÁNSITO. RESPONSABILIDAD OBJETIVA. DAÑO
CAUSADO POR EL RIESGO O VICIO DE LA COSA. PRUEBA DE LA INTERVENCIÓN ACTIVA DE LA
COSA. CARGA PROBATORIA.
1. El funcionamiento de la responsabilidad objetiva establecida por el segundo párrafo del art. 1.113 Cód. Civil requiere la
prueba de la intervención activa de la cosa riesgosa, y esta prueba, [...] está a cargo de los demandantes según las reglas
generales.
2. No hay nada que compruebe que la caída del [ciclista] de su bicicleta haya sido provocada o inducida por la
intervención de la moto. En estas condiciones son datos irrelevantes, por su falta de conexión causal, que el conductor de
la moto fuese menor de edad o que haya sobrepasado a la bicicleta por la derecha. Para que estas infracciones a las reglas
de tránsito puedan entrar en el análisis es menester que se pruebe primero que la circulación de la moto influyó
causalmente en la caída de la víctima.
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Caída de un cable del servicio de alumbrado público.
Responsabilidad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Frente a los daños y perjuicios originados en un accidente derivado a raíz de la caída de un cable
correspondiente al servicio de alumbrado público, que pendía de un artefacto de iluminación ubicado en la
calle y que se enrolló en el manubrio de la motocicleta que conducía la víctima, cabe responsabilizar al
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pues quien contrae la obligación de prestar un servicio público como
lo es el mantenimiento de la vía pública, lo debe realizar en condiciones adecuadas para el que ha sido
establecido y debe responder por los perjuicios causados por su incumplimiento o su ejecución irregular.
FERRAIOLO, Enrique Alberto c/ EDENOR S.A. y otro s/ DAÑOS Y PERJUICIOS (ACC. TRAN. C/LES. O
MUERTE) - SUMARIO
D C.N.Civil Sala F CF F289971 06-09-00 HIGHTON DE NOLASCO.
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0013899
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Colisión plural de automotores. Daños causados a un tercero.
1- Si bien quien resulta damnificado en un accidente no tiene que demostrar la mecánica del hecho, y puede
demandar el resarcimiento a cualquiera de los partícipes, para que se brinde tal posibilidad, resulta
indispensable que ambos conductores tengan algún grado de culpa en la ocurrencia del perjuicio.
2- Más allá del tipo de transporte -oneroso o benévolo- utilizado por quien resultó damnificado en el
accidente, si en la causa ha quedado demostrada la falta de culpa del transportista o la exclusiva
imputabilidad del restante protagonista del hecho, el primero se halla eximido de responsabilidad por la
presencia de un caso fortuito, pues la "culpa de un tercero por quien no debe responder conforma un
eximente previsto en el art. 1113 del Código Civil.
OLIVARES, Flores Haydée c/ RODRÍGUEZ, Indalecio Rómulo y otros s/ DAÑOS Y PERJUICIOS
D C.N.Civil Sala A CF A293389 16-08-00 MOLTENI.
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0014016
0013842
0013996
0013866
0014004
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Muerte de la víctima. Indemnización. Daño psíquico. Legitimación
activa. Conviviente homosexual.
1- Por aplicación de la disposición contenida en el art. 1079 del Código Civil -en relación con la del art.
1083-, los perjuicios ocasionados por una lesión parcial, que deja secuelas, deberán ser reparados si han
sido invocados, descriptos y comprobados sus efectos. Es que no necesariamente la noción de daño
resarcible tiene que estar vinculada a una posible actividad laboral, o generadora de ingresos.
2- En virtud de la disposición contenida en el art. 1079 del Código Civil -la cual no aparece acotada por el
límite que establece el art. 1078-, cabe resarcir el daño psíquico invocado por la accionante, con sustento
en la conmoción que le ha causado la desaparición de su compañera, siempre y cuando tal detrimento haya
sido comprobado.
G., M.L. c/ MENDOZA, Javier Fernando y otros s/ DAÑOS Y PERJUICIOS
D C.N.Civil Sala B CF B302658 28-02-01 SANSO
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0013877
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Responsabilidad. Peatón. Cruce de ruta.
Si bien el conductor de la cosa riesgosa tiene el deber de mantener en todo momento el pleno dominio y
control de su vehículo, no se puede llegar al extremo de exigirle que ante la aparición de un peatón
desprevenido, detenga totalmente el vehículo para evitar la embestida, no sólo por la imposibilidad
material, sino también por el riesgo que implica detener el auto en una ruta, máxime si conforme a las
estimaciones periciales no superaba la velocidad máxima reglamentaria. (En el caso, el peatón inició el cruce
de la ruta Panamericana obviando hacerlo por el puente aéreo).
PÉREZ, Ramón Ignacio c/ TRANSPORTES BORDOY S.R.L. s/ DAÑOS Y PERJUICIOS
D C.N.Civil Sala D CF D108904 26-09-00 MARTÍNEZ ÁLVAREZ.
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0013827
0013944
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Responsabilidad del concesionario vial. Naturaleza jurídica.
Animal suelto.
1- El vínculo que enlaza al usuario con el concesionario vial es una típica relación de consumo, por lo que la
responsabilidad del último frente a los daños sufridos por el primero se ubica en el régimen contractual.
2- El pago del peaje no es un tributo, es un precio que percibe el concesionario y en su monto está incluido
el IVA. Tal circunstancia revela que no puede tratarse de un tributo porque "técnicamente" no podría
aplicarse un impuesto a un tributo y además el usuario es calificado como consumidor final y no como
contribuyente.
3- Corresponde atribuir responsabilidad al concesionario vial, frente a los daños sufridos por el particular,
a causa de la presencia de un animal equino ubicado sobre la cinta asfáltica. Ello independientemente de la
responsabilidad que le pudiera caber al dueño y guardián del animal. CAJA DE SEGUROS S.A. c/
CAMINOS DEL ATLÁNTICO S.A.C.V. s/ COBRO DE SUMAS DE DINERO
I C.N.Civil Sala M CF M305147 30-04-01
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0013954
DAÑOS Y PERJUICIOS. Accidente de tránsito. Rubros. Incapacidad sobreviniente. Prueba pericial. Valoración.
Los porcentajes de incapacidad fijados por los peritos son meros orientadores para el sentenciante, quien
en definitiva debe convencerse de la índole de las secuelas que afectan al reclamante y sopesar la real
incidencia que éstas podrán tener en todos los aspectos que hacen al vivir de ese damnificado.
LESME, Enciso Antonio Esteban c/ TRANSPORTES METROPOLITANOS GENERAL ROCA S.A. s/ DAÑOS
Y PERJUICIOS
D C.N.Civil Sala M CF M302604 05-02-01 ÁLVAREZ.
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0013962
Doctrina
DOCTRINA
DOCTRINA
DOCTRINA
ACCIDENTE DE TRÁNSITO - RESPONSABILIDAD DEL TITULAR.
Los efectos que el art. 27 de la ley 22997 atribuye a la denuncia no excluyen la posibilidad de acreditar en
juicio de manera fehaciente que el titular registral ha perdido la guarda del vehículo con anterioridad al
suceso que genera su responsabilidad y permiten, por ende, que se evalúe en la causa si subsiste la
responsabilidad que le atribuye la primera parte del mencionado art. 27. Dicha norma consagra como
presunción iuris tantum la falta de responsabilidad de quien cumplimenta la denuncia allí viabilizada, en
tanto la omisión de realizarla permite presumir con el mismo alcance la responsabilidad de quien ha
incurrido en ella, siempre que no pruebe acabadamente el desprendimiento de la posesión y custodia del
vehículo. (doctor ROSAS, sin disidencia).
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SUMARIO:
41.474, 22/08/06, “L., L. C. c/R. H., D. s/Filiación”.
Magistrados votantes: Rosas - Guardiola.
Filiación - Daño moral.
La Cámara de Apelación Civil y Comercial de Junín resolvió sobre las condiciones de procedencia del
daño moral derivado de la falta de reconocimiento del hijo.
DOCTRINA
Jurisprudencia
Accidente de tránsito
“Si se reconoce que en un accidente de tránsito uno de los vehículos fue embestido por otro y no se ha
traído prueba alguna que evidencie la culpa exclusiva o concurrente del conductor de vehículo embestido,
corresponde mantener la presunción de culpa en el evento en contra del rodado que embistió con su parte
delantera al otro en su parte lateral” (Chaneton Jorge Raúl c/ Ávila Osvaldo s/ daños y perjuicios, Juzgado
Civil, Comercial y de Minería nº 5 de la ciudad de Neuquén)
“Las presunciones previstas por el artículo 1113 del Código Civil no se neutralizan en supuestos de colisiones
entre automotores en movimiento, por lo que cada damnificado puede invocarlas contra el generador del
daño propio con la cosa peligrosa, en tanto que para eximirse de responsabilidad el demandado deberá
demostrar que medió culpa total o parcial de la víctima o de un tercero por quien no deba responder”
(Becerra Mercedes c/ CALF y otro s/ daños y perjuicios, Juzgado Civil, Comercial y de Minería nº 1 de la
ciudad de Neuquén
“Siendo ello así, dos presunciones se yerguen para calificar la conducta del demandado Alcázar al guiar el
rodado Fiat modelo Uno: una primera, de culpa atribuible al embistente, que es judicial u hominis, cual es la
del conductor que puso en funcionamiento la norma del art. 1113, segunda parte, que rige en la especie o,
dicho de otra manera, el que se colocó en la hipótesis que conduce a la responsabilidad objetiva que ella
contiene, por haber sido quien, a través del empleo de la cosa riesgosa, ha ocasionado daño al otro. Y una
segunda presunción de reproche que recae sobre quien encara el cruce de una esquina a velocidad excesiva
(arts. 51, inc. e1. y 64, párrafo segundo, de la Ley 24.449)” (Berra Oscar Eduardo C/ Alcázar Ramón y
otros s/ daños y perjuicios, Cámara Civil, sala III de la ciudad de Neuquén)
“Sobre el particular señalaré que tal como lo enseña Zannoni (“El daño en la responsabilidad civil”, 2a. ed.
págs. 291 y sigs.), este daño extrapatrimonial no se mensura sólo, ni fundamentalmente, por las
repercusiones socio-económicas que contiene, sino por el menosprecio que la actividad dañosa en sí misma
denota a la persona, y se estima en razón de la entidad del interés no patrimonial lesionado” (Berra Oscar
Eduardo C/ Alcazar Ramon y otros s/ daños y perjuicios, Cámara Civil, sala III de la ciudad de Neuquén)
“En el caso bajo tratamiento, entiendo que se da el supuesto del resarcimiento distinto del moral, y con el
preciso informe de la Lic. ..., su ampliación y las testimoniales obtenidas, se ha acreditado en sus funciones
cognoscitivas un déficit parcial en la ubicación temporal, y la afectación psíquica exteriorizada por
angustia, miedo sentimientos de minusvalía, que evidencian los efectos traumáticos sufridos por el actor,
excediendo a una simple alteración anímica, e indican que indefectiblemente deberá efectuar tratamiento
psicológico” (Berra Oscar Eduardo C/ Alcazar Ramon y otros s/ daños y perjuicios, Cámara Civil, sala III
de la ciudad de Neuquén)
“En el caso de autos, la afectación y sufrimiento a la autoestima del damnificado y en su vida de relación,
no permanecerá en la órbita del daño moral, sino que, como se lo tuvo por acreditado, ello incidirá en su
patrimonio con motivo de los tratamientos prolongados que deberá seguir realizando” (Berra Oscar
Eduardo C/ Alcazar Ramon y otros s/ daños y perjuicios, Cámara Civil, Sala III de la ciudad de Neuquén)
“Aún en el caso que se estimase encauzable por el artículo 1109 y no por el 1113, ambos del código civil, a la
situación del daño producido en accidente, siendo el dañado transportado benévolamente, el hecho de autos
merecería igual solución. La conductora accionada tuvo en la ocasión un comportamiento al menos imperito
para soslayar la contingencia que le pudo significar la aparición de ese otro vehículo al que se alude.
Imprimir a su vehículo un derrotero, como el antes reseñado a partir de su propia manifestación ante la
autoridad policial, implica por lo menos impericia en el manejo del propio vehículo” (GMC c/ BLV s/ daños y
perjuicios, Cámara Civil, Sala I de la ciudad de Neuquén)
“Este reclamo se hizo en la demanda, con relación a las ganancias concretas que la actora se vio privada de
percibir, diferenciándolo del rubro incapacidad sobreviniente, que evalúa la imposibilidad de la víctima de
producir en el futuro. Ambos conceptos no se subsumen uno en otro” (GMC c/ BLV s/ daños y perjuicios,
Cámara Civil, Sala I de la ciudad de Neuquén)
“La jurisdicción civil se halla subordinada a la penal en todo lo concerniente al hecho principal que
constituye delito (arts. 1102 y 1103 del Código Civil)” (Ruiz Kaiser Débora Cristina c/ Provincia del Chaco s/
daños y perjuicios, 01/12/91)
“La sola circunstancia de un riesgo recíproco no excluye la aplicación de lo dispuesto en la segunda parte
del art. 1113 del Código Civil, que regula la responsabilidad por el hecho de la cosa” (Cueto Adriana Mabel c/
Telias Walter H
ACCIDENTE DE TRANSITO - RESPONSABILIDAD CONCURRENTE. Nada impide en función del tratamiento
de la cuestión de la responsabilidad según lo normado en el art. 1109 del cód. civil, que se aplique en la
consideración de la culpa concurrente toda la doctrina formada al amparo de aquel sistema dentro del cual
siempre se consideró la posibilidad de conocer oficiosamente acerca de la concurrencia de culpabilidades
(doctr. arts. 1109 y 1111 del cód. civil).- CCI Art. 1109 ; CCI Art. 1111 CC0000 TL 9407 RSD-18-146 S 16-11-89,
Juez LETTIERI (SD) Romeu, Luis Alberto c/ Bergues, Marcelo Jorge y otro s/ Daños y perjuicios MAG.
VOTANTES: Macaya - Lettieri – Casarini
ACCIDENTE DE TRANSITO. CULPA. PRESUNCION. Para resolver sobre la culpa de los conductores en un
accidente de tránsito es importante tener en cuenta el lugar de los daños y también la prioridad de paso del que
viene por la derecha. Si de las fotografías agregadas surge que uno de los vehículos que colisionó llegó apenas
en fracciones de segundos antes al centro de la bocacalle, vale decir que pudo ver la circulación a su derecha
del otro vehículo, dado que iba al medio de la calle según la testimonial y croquis construídos, y además acusa
un golpe inicial en el guardabarro y paragolpe delantero. Al comienzo de la parte frontal, no puede decirse, que
había atravesado parte de la calle, sino que apenas comenzaba a hacerlo, desde que la zona de sus daños
impresiona como producida adelante, casi al frente. Distinto sería si ellos estuvieran en la rueda delantera para
atrás, pues entonces sí podría decirse que estaba bastante más adelantado cuando ocurrió el accidente.
Adquiere así relieve la idea de que se adelantó peligrosamente violando el derecho de preferencia en el paso, y
que, realmente iba a mayor velocidad, si después se produjo un trompo tocándose la parte de atrás ambos
automóviles. Civil - Sala C NTOS CIFUENTES Sentencia Definitiva C. 043159 IBAÑEZ RUIZ, MIGUEL
c/MARCELLETTI, HERACLIO JOSE s/SUMARIO.
ACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑOS. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE Aún cuando pueda resultar opinable
el grado de incapacidad laboral, como consecuencia del accidente atribuído por el perito, la decisión judicial no
se encuentra, en definitiva, necesariamente sujeta a la determinación de dicho porcentual, sino que debe
meritarse en qué medida la disfunción puede repercutir patrimonialmente en la situación de la víctima. La
incapacidad física se verifica cuando las lesiones dejan secuelas irreversibles, y se traducen en invalidez total o
parcial para desempeñar cualquier tarea o produce un déficit en la capacidad laboral, en su comparación con la
aptitud completa de la víctima para encarar cualquier actividad en el futuro. Civil - Sala A A LUACES Sentencia
Definitiva C. 052959 PAGANO, ROSA ALICIA c/AUTOLINEAS ARGENTINAS Y OTRO s/DAÑOS Y
PERJUICIOS 19/09/89
ACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑOS. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE Aún cuando pueda resultar opinable
el grado de incapacidad laboral, como consecuencia del accidente atribuído por el perito, la decisión judicial no
se encuentra, en definitiva, necesariamente sujeta a la determinación de dicho porcentual, sino que debe
meritarse en qué medida la disfunción puede repercutir patrimonialmente en la situación de la víctima. La
incapacidad física se verifica cuando las lesiones dejan secuelas irreversibles, y se traducen en invalidez total o
parcial para desempeñar cualquier tarea o produce un déficit en la capacidad laboral, en su comparación con la
aptitud completa de la víctima para encarar cualquier actividad en el futuro. Civil - Sala A A LUACES Sentencia
Definitiva C. 052959 PAGANO, ROSA ALICIA c/AUTOLINEASACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑOS. GASTOS
MEDICOS.
ACCIDENTE DE TRANSITO. DAÑOS. INCAPACIDAD SOBREVINIENTE. El hecho de que la víctima del ilícito
fuera un jubilado no constituye impedimento para reconocer el derecho a ser indemnizado por incapacidad
física, ya que la incapacidad no sólo cuenta desde el punto de vista laboral sino también respecto de las
actividades vitales en general, tanto en la vida de relación como personal, sin perjuicio de tenerse en cuenta el
aspecto laboral para establecer la cuantía del daño. Civil - Sala M RAY Sentencia Definitiva C. 087318 FARIÑA,
Manuel Alberto c/NEME, Juan Carlos y Otro s/SUMARIO 09/11/92
ACCIDENTE DE TRANSITO - COLISION ENTRE AUTOMOTORES. En los casos de colisión entre cosas que
presentan riesgos o vicios, cada dueño o cada guardián deben afrontar los daños causados a otro (art.1113
Código Civil). CCI Art. 1113 SCBA, Ac 33155 S 8-4-86, Juez CAVAGNA MARTINEZ (SD) Sacaba de Larosa,
Beatriz E. c/ Vilches, Eduardo Roque y otro s/ Daños y perjuicios AyS 1986-I-254 - JA t. 1986-IV p. 579 - LL t.
1986-D p. 483 MAG. VOTANTES: Cavagna Martínez - Mercader - San Martín - Negri - Laborde SCBA, Ac
37488 S 2-2-88, Juez SAN MARTIN (SD) Mattarolo, Daniel Enzo c/ Dorrego, Isidoro s/ Daños y perjuicios AyS
1988-I-17 MAG. VOTANTES: San Martin - Laborde - Cavagna Martinez - Negri – Vivanco
DAÑOS Y PERJUICIOS. ACCIDENTE DE TRANSITO. RUBROS. DAÑO MORAL.- El daño moral provocado por
un accidente de tránsito supone la privación o la disminución de los bienes que tienen un valor fundamental en
la vida del ser humano y que son la tranquilidad de espíritu, la libertad individual, los más sagrados afectos, etc.
Su importe es de difícil fijación ya que no se halla sujeto a cánones objetivos sino a la prudente ponderación
sobre la lesión a las afecciones íntimas de los afectados, a los padecimientos que experimentan, es decir que
se configuran en el ámbito espiritual de la víctima y que no siempre resultan claramente exteriorizados,
hallándose así su monto sujeto a una ponderada discrecionalidad del juzgador. (conf. Mosset Iturraspe,
"Responsabilidad por daños", T.I, Parte General, p.150, ap. 61 b).- Civil - Sala H Sentencia Definitiva C.
H134618 BELIERA, María Ernestina y otro c/FRANCES, NESTOR LUIS s/DAÑOS Y PERJUICIOS
DAÑOS Y PERJUICIOS. ACCIDENTE DE TRANSITO. RUBROS. DAÑO MORAL.- El daño moral provocado por
un accidente de tránsito supone la privación o la disminución de los bienes que tienen un valor fundamental en
la vida del ser humano y que son la tranquilidad de espíritu, la libertad individual, los más sagrados afectos, etc.
Su importe es de difícil fijación ya que no se halla sujeto a cánones objetivos sino a la prudente ponderación
sobre la lesión a las afecciones íntimas de los afectados, a los padecimientos que experimentan, es decir que
se configuran en el ámbito espiritual de la víctima y que no siempre resultan claramente exteriorizados,
hallándose así su monto sujeto a una ponderada discrecionalidad del juzgador. (conf. Mosset Iturraspe,
"Responsabilidad por daños", T.I, Parte General, p.150, ap. 61 b).- Civil - Sala H Sentencia Definitiva C.
H134618 BELIERA, María Ernestina y otro c/FRANCES, NESTOR LUIS s/DAÑOS Y PERJUICIOS
ACCIDENTE DE TRANSITO. CULPABILIDAD. SEMAFOROS Cuando ambas partes afirman que en un cruce
hay semáforos y cada una de ellas asevera que le correspondía el paso por indicación de la luz, no juega
presunción de culpa del embestidor sino que corresponde la prueba del libre paso por la luz. De lo contrario
habría una contradicción entre las motivaciones. Se dejarían a un lado las señales lumínicas, que son
prioritarias y se tomaría en consideración la ubicación de los daños en los vehículos. Civil - Sala C. 037452
Federación Patronal Cooperativa de Seguros Ltda. c/Montalbo Carlos Manuel s/Sumario
ACCIDENTE DE TRANSITO - INFRACCION A REGLAMENTOS En lugares donde el tránsito está regido por
semáforos, el acatamiento de tales indicaciones lumínicas priva sobre todo los demás elementos de prueba
entre ellos, presunciones, localización de daños, velocidad, calidad de embistente, etc. . El actor no ha logrado
demostrar que el demandado haya incurrido en infracción de cruzar la bocacalle con el semáforo en rojo y, por
ende, que se haga procedente su declaración de responsabilidad. En efecto, si la parte no prueba sus
afirmaciones (artículo 363 del Código Procesal Civil y Comercial) , debe soportar las consecuencias de tal
omisión. RAUL PRADA c/VICTOR ANIBAL SOLIS Y OTRO s/SUMARIO POR DAÑOS Y PERJUICIOS. I
CCCO02 CO 0000 000627 19-03-92 SD RODRIGUEZ
TEMA
TEMA
El hecho de la víctima, debe ser endilgado proporcionalmente a los padres ante la falta del deber de
vigilancia activa de los hijos que tienen bajo su patria potestad y al demandado por el hecho riesgoso por la
peligrosa desgranadora de maíz instalada en la vía pública de propiedad del mismo.
Otra hubiera sido la situación y la determinación de responsabilidades si la misma máquina se hubiera
encontrado colocada en un sitio inaccesible para el público en general y debidamente resguardada de la
curiosidad natural de los menores impúberes en particular, con lo que se destruye parcialmente el nexo de
causalidad
CAMARA DE APELACIONES DEL TRABAJO , RESISTENCIA, CHACO [Sumarios relacionados]
(Scala Elvira de las M.-Kees Amanda E.)
Acosta, Ricardo Abel y Marastoni, Ana Nelly por sí y en representación de su hijo menor Enzo Javier
Acosta c/ Rodríguez Alicio y/o quien resulte responsable s/ Daños y Perjuicios
SENTENCIA del 24 de Agosto de 2001
TEMA
2. Daño indemnizable: Daño es el menoscabo del acervo patrimonial y moral de una persona.
Clases
*Sobre la naturaleza del bien inmediatamente lesionado puede clasificarse en:
-Directos: Se producen cuando recaen inmediatamente sobre las cosas. Por ejemplo el daño producido en la
carrocería de un automóvil como consecuencia de una coalición.
-Indirectos: Cuando el acto lesivo afecta directamente a la persona, sus derechos o facultades pero tales
lesiones repercuten indirectamente. Por ejemplo las heridas causadas por el cirujano que lo incapacitan para
trabajar.
Requisitos de daño indemnizable: no todo daño es resarcible, para que lo sea debe reunir los siguientes
requisitos:
-Cierto: debe tratarse de un daño real y efectivo.
-Personal: debe afectarse un interés propio.
-Subsiguiente: debe permanecer insatisfecho al momento de la reparación.
-Serio: debe tener entidad económica suficiente como para poner en funcionamiento la actividad jurisdiccional.
No debe ser insignificante.
Prueba y forma de reparación: quien reclama su reparación debe probar todos sus requisitos cuantía. Existen
excepciones en la que mediante presunciones legales se exime de la prueba.
Debe intentarse la reparación del daño jurídico, lo que se busca es volver las cosas al estado anterior. En caso
de no ser posible debe acudirse a la reparación por su equivalente en dinero. El pago puede ser en una sola
suma o en cuotas.
-Daño moral: modificación o disminución disvaliosa de la potencia de las personas en su dimensión espiritual,
en el desenvolvimiento de las capacidades de entender, sentir, querer, que afecta su modo de ser o estar.
Reparación
* El dinero procura aliviar el padecimiento y no estimarlo como bien de cambio, ya que sería ponerle precio al
dolor.
* Tiene particularidades: el daño moral no es exactamente cuantificable, no se borra, no desaparece, no es
posible volver las cosas al estado anterior.
* El dinero es el único medio para compensar el menoscabo sufrido por la víctima del daño moral.
Caracteres
* No es susceptible de cuantificación pecuniaria.
* Posee autonomía conceptual y funcional
* Apunta al restablecimiento integral de la persona y de lo que esta es a través de todas sus proyecciones:
fisiológicas, psicológicas y espirituales.
* La reparación es pecuniaria.
Prueba
* Cualquier medio de prueba que sirvan para introducir en el juez la convicción de la existencia y de la magnitud
del daño moral.
* El damnificado directo: deberá probar las alternaciones o las disminuciones padecidas.
* En el supuesto de muerte de la víctima: los herederos potenciales deberán demostrar mediante pruebas
idóneas la legitimación activa (la relación que los une a la persona sobre la cual recayó la conducta dañosa).
Requisitos: igual daño patrimonial
Clases
*Subjetivo: implica la consideración de la subjetividad del agente y el reproche humano de su conducta. Se
denomina culpabilidad y se manifiesta de dos maneras distintas: culpa y dolo.
-Culpa: consiste en la imprevisión de un resultado dañoso, previsible y evitable de haberse obrado con la
diligencia requerida por las circunstancias. Se funda en la previsibilidad y la evitabilidad del resultado. En este
caso se analizará la conducta del agente que causó el daño y tratará de ver más allá y analizará que hubiera
pasado si el agente hubiera actuado con previsión.
Cuanto mayor es el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación
que resulte.
Modalidades de la culpa
*Negligencia: consiste en omitir una conducta que previsiblemente hubiera evitado el resultado dañoso. Por
ejemplo, maestra jardinera deja abierta una puerta del salón y un niño sale a la calle y es atrapado por un auto.
*Imprudencia: actuar precipitado e irreflexivo. Por ejemplo, cruzar sin mirar una calle con auriculares.
*Impericia: actuar con falta de habilidad específica o con incapacidad técnica. (médico anestesista)
-Dolo: acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar a la persona o los derechos de otro. Para que
se configure hace falta el deseo de causarlo. El sujeto que actúa con dolo será responsable de la totalidad de
los daños producidos.
* Objetivos: ponen el acento en la reparación del daño. No requieren ser probados y se dan en numerosos
supuestos de responsabilidad indirecta.
* Equidad: considera que se indemnicen los daños causados en razón de un acto antijurídico involuntario. Su
aplicación es facultad del juez, quien lo aplicará cuando lo crea conveniente sobre su apreciación de la relación
entre el patrimonio del autor y la condición personal de la víctima.
* Seguridad: se manifiesta en el ámbito de la responsabilidad contractual. Su finalidad es preservar a las
personas y a las cosas de los daños derivados de la ejecución de los contratos. Por ejemplo en el contrato de
transporte de personas, el transportador se obliga a conducir al pasajero sano y salvo a destino.
* Garantía: garantizar a la persona que trabajan en interés de otros una indemnización por eventualidades
dañosas. Por ejemplo obrero de la construcción.
* Abuso de derecho: el titular de un derecho que lo ejerce abusándole sus prerrogativas y causa un daño a
otro esta obligado a reparar el perjuicio que causo.
Delitos
Cuasidelitos
Acto ilícito doloso
Acto ilícito culposo
Responsabilidad por el hecho propio
Responsabilidad por el hecho ajeno
Acción ilícita
Omisión ilícita
El agente del acto causa el daño queriéndolo causar
El agente causa el daño no queriéndolo causar
-Responsabilidad indirecta
Se distingue:
* Responsabilidad indirecta por el hecho ajeno: por los daños causados por los dependientes o subordinados.
* Responsabilidad indirecta por el daño causado por las cosas.
Se distingue entre:
+Responsabilidad por los daños causados por los animales
+Responsabilidad por los daños causados por las cosas inanimadas.
Los padres no serán responsables de los daños causados por los hechos de sus hijos, si probaren que les ha
sido imposible impedírselos, pero no será suficiente como excusa la ausencia de ellos.
Todo tiene que ver con la educación y los valores inculcados correctamente y adecuadamente a sus hijos. Lo
mismo ocurre con la eximente respecto de tutores, curadores, directores de colegio y maestros.
-Daño causado por animales: el propietario de un animal doméstico o feroz es responsable del daño que
causare.
El hecho de la cosa
Responsabilidad que surge de aquel que causa daño sirviéndose de una cosa como instrumento.
El daño resulta de la actividad de la cosa misma, de su mal estado de conservación, del peligro que ella
represente.
Por ejemplo, el barbero que hiere con la navaja en la yugular, hombre que hiere con un bastón.
Por ejemplo incendio que se produce por un cortocircuito como consecuencia de un defecto de instalación
eléctrica, daño que produce la explosión de combustible, maseta que hiere a un transeúnte.
Estamos frente a la responsabilidad por el hecho propio o responsabilidad directa.
Se configura una responsabilidad objetiva o responsabilidad por riesgo.
Advertencia: llevar fallos y resoluciones judiciales al examen final, además de la bibliografía básica y la
opcional sugerida.
El tema preponderante es el de los accidentes de transito, siendo de aplicación el art. 1113 del CC.
Otros temas:
-responsabilidad civil in vigilando de los padres (art. 1114 y 1116)
-responsabilidad civil de las entidades deportivas ( ver ley 23184 –art. 33)
-responsabilidad especial (protección al consumidor – ley 24240)
-responsabilidad de los establecimientos educativos (art. 1117)
. Quantum doloris: Representa el dolor físico que experimenta la víctima como consecuencia de
las heridas sufridas y de los tratamientos recibidos.
2. Daño moral: constituido por los perjuicios que se refieren al patrimonio espiritual, a los bienes
inmateriales de la salud, el honor, la libertad y otros análogos
4 A la vida de relación: Se define como la pérdida o disminución de los placeres que conlleva la
reducción de la realización de las actividades que practicaba el sujeto en su tiempo libre, sin considerar las
demás repercusiones, económicas y no económicas, que puede tener este daño.
4 A la vida afectivo familiar: consiste en valorar la reducción de la capacidad para mantener las
relaciones afectivas y familiares habituales de la persona.
4 Daño Sexual: Se entiende exclusivamente como la pérdida del disfrute de la vida sexual.
En primera instancia debemos considerar que en el infortunado accidente nos encontramos con la
concurrencia de todos los actores, por ende debemos encuadrar Jurídicamente en un caso de
Responsabilidad Civil por Accidente de Tránsito del que se derivaran Daños y Perjuicios además de las
Obligaciones que surgen del acto Ilícito Extracontractual de indemnización.
Son las Normas de aplicación los art. 512, 902, 1068, 1069, 1078, 1082,1083, 1086, 1109,1111, 1113, 1115 y
1116.
Los responsables serían:
1) “CAMPO FÉRTIL S.A.”, como titular del vehículo ante el Registro del Automotor
2) El conductor del vehículo
3) El niño Rodrigo, quien cruzó la ruta con imprudencia
Culpa (Concurrente)
Quienes estaban al cuidado del niño, que por negligencia a su vigilancia no evitaron la actitud imprudente
del mismo.
Factores de Atribución
Se aplicaran al dueño de la Camioneta que figura como titular en el Registro del Automotor, que le
concierne en éste caso el Factor de AtribuciónGarantía, ya que deben garantizar a terceros una
indemnización por el daño eventual de la persona en éste caso dañada y provocado por una persona que
actúa en el interés del otro.
Factores de Atribución Riesgo
Se funda en el Riesgo creado y Riesgo beneficio.
Quien obtiene ganancia o beneficio como consecuencia de una actividad lícita carga con los riesgos que se
generen en el desarrollo de esa actividad, en éste caso un rodado con los riesgos que implica en el traslado
de mercadería provoca daños a una persona.
Al chofer le asiste un Factor de Atribución Subjetivo
El actuar culposo y con modalidad de negligencia. Se le reprocha la falta de previsión de un resultado que
desde el punto de vista del daño es previsible y evitable.
Teniendo en cuenta la Ley 24.449, que establece los deberes del conductor, por un lado uno de ellos es el
que considera el riesgo que emana de la conducción de un automotor y otro el de conservar el dominio del
vehículo en movimiento que se constituye en una cosa riesgosa, y se supone exige conducir de tal manera de
poder evitar cualquier contingencia en la conducción.
C.S.J.N., PAPPIER FEDERICO ROLF. C/ GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SANTA FÉ. S/DAÑOS Y
PREJUICIOS. 14 de Octubre de 1993. T. 316. P. 2344
El artículo 1109 del C.C. establece que el que ejecuta un acto que por su culpa o negligencia ocasiona un
daño a un tercero está obligado a la reparación del perjuicio.
En el caso del menor el Factor de Atribución es Subjetivo, pues actuó con culpa, cruzó intempestivamente
la ruta sin mirar, asumiendo la modalidad de imprudencia. Al estar bajo la custodia de sus mayores
repercutirá en las responsabilidades que les quepa a cada una de las partes involucradas.
Accidente de Tránsito. Conducta de la Víctima. Daños y Perjuicios. Eximición de Responsabilidad.
En los supuestos de Riesgo o vicio de la cosa la culpa o negligencia del dueño o guardián, no constituyen
elementos exigidos por la Norma para Atribuir responsabilidades.
Se deben valorar la totalidad de las conductas de los protagonistas para poder evaluar si la víctima
resultante puede excluirse de responsabilidad y hasta qué punto.
Cámara de Apelaciones Civil, Comercial y Laboral. Gualeguaychú, Entre Ríos. OLIVERA JUAN CARLOS
C/FACELLO MARÍA ELENA. S/Ordinario. Sumario I0078125. Sentencia 30 de marzo de 2012.
Nexo Causal
En relación al nexo causal, el chofer de la camioneta provocó las heridas al menor, en éste caso fue idóneo
para generar los daños sufridos, “El automóvil es una cosa riesgosa, y cuando con él se provocan daños, el
dueño o guardián debe responder objetivamente”. (Art. 1113)
Cámara Civil, Comercial, Laboral y Minería. Chubut, 21 de junio de 2011. Sumario Q0025695. Sala A, V.C. C/
G.S.H. Y Otros S/Daños y Perjuicios. Responsabilidad Civil. Daños y Perjuicios. Relación de Causalidad. Cosa
Riesgosa.
El Código Civil en su art. 901 al 905, establece diferencia de consecuencia, clasificándolas en inmediatas,
mediatas y casuales. Una consecuencia inmediata es la que se sucede en éste accidente, pues habitualmente
acaecen según el curso natural y ordinario de las cosas.
Un vehículo que atropella a una persona en la mayoría de los casos, produce heridas al atropellado.
Con respecto a la responsabilidad del chofer consideramos un “Eximente de Responsabilidad” que atenúa,
valga la redundancia, pues el niño generó el accidente y por ende hay culpas concurrentes, y se considera
que la cuantía de la reparación a cargo del responsable será rebajada proporcionalmente al hecho del
damnificado.
En éste caso hay culpa concurrente, pues existió una falta de diligencia del conductor en cuanto al
atropellamiento y una ausencia de quienes debían ejercer la guarda del niño, y por otro lado su imprudencia
al cruzar la ruta.
Daños
1) Daño Material o Patrimonial. Corresponde al sufrido por el niño en su cuerpo dañado.
2) Daño Emergente. Originado en la sumatoria de gastos médicos y en tratamiento de recuperación.
3) Lucro Cesante. Los responsables de la atención del niño internado interrumpirán sus labores diarias para
atenderlo.
4) Daño Moral. (art. 1.078 del C.C.) secuelas del accidente. Daños estéticos y Psíquicos. Posibles cirugías a futuro.
Los daños morales no se hayan sujetos a un importe pecuniario y son de difícil fijación, pues no es sencillo
ponderar las lesiones íntimas de los afectados y menos espiritualmente.
Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería. Daño Moral. Monto de la Indemnización.
Neuquén, 9 de Agosto de 2011. Sumario H0001079. PEÑA, ROSALES JAVIER ORLANDO C/ LA
MERIDIONAL CIA. ARGENTINA DE SEGUROS.
Conclusión Final
Sr. Sarria
Por lo expuesto ut supra y teniendo en cuenta los hechos acaecidos es factible la obtención de una
sentencia favorable que debido a la concurrencia de culpas seguramente no será satisfecha en su totalidad.
De no existir un posible arreglo extrajudicial, la suma a resarcir será morigerada por el juez, quien tendrá
a su consideración sobre las partes en la producción del hecho.
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS HECHOS DE SUS HIJOS MENORES.
Es un subtipo de responsabilidad por el hecho ajeno o también llamada indirecta o refleja. En esta clase de responsabilidad
se da como característica principal que quién debe afrontar la indemnización no es el au-tor del daño. La ley brinda varios
casos de esa tipo-logía, así : la responsabilidad del comitente (art. 1113 del C.C.), de los padres, tutores, curadores (arts.
1114,1115,1116 y 1117 del C.C.), de los dueños de establecimientos educativos (art. 1117 conf. Mod. De la ley 24.830),
dueños de hoteles, capitanes de bu-ques, jefes de familia por cosas arrojadas a la calle o expuestas a caer (art. 1118).
fue hacia algunos de los sujetos previstos en los arts. 1113 y 1117 del C.C. (Ovejero, Machado, Salas, Trigo Represas,
Kemelmajer de Carlucci, Llerena, Compgnucci de Caso, Josserand, Viney, Simler, Borrel Macia). C) ACTO ILICITO DEL
MENOR: El problema es su determinación de los menores de 10 años, por ser impo-sible imputarles culpabilidad (conf.
Arts. 897, 898, 900, 921 y 1076). A) Culpa de los padres (Borda, Bus-tamante Alsina, Mazeaud- Tunc). B) Ilicitud objetiva
y su diferencia con la subjetiva (Orgaz, Trigo Represas, Salas, Kemelmajer de Carlucci, Compagnucci de Caso, Ovejero). Si
el hijo es mayor de 10 años, el problema no se suscita. Siempre se responde por daños causados a terceros, no a si mismo.
REPONSABILIDAD SUBJETIVA U OBJETIVA?. Según el funda-mento que se adopte.
CAUSALES DE EXIMISION. La falta de culpa, cuya prueba queda a cargo de los padres, y en supuestos específi-cos (arts.
1115 y 1116). Causas: a) Transferencia de la guarda del menor; b) Vigilancia activa. A) TRANSFE-RENCIA DE LA
GUARDA (Art. 1115): desplazamiento de la guarda hacia otro en forma “permanente” (sustitución de la autoridad paterna),
aunque puede ser discontinua (En contra: Lafaille). B) VIGILANCIA ACTIVA: (Art. 1116). Para su apreciación es
importante la edad de los menores (Llambias). También las costumbres, usos, necesidades, carácter del menor, inteligencia,
y demás circunstancias del caso. Asi : cuando los padres no controlan las amistades, uso de armas, o frecuentar lugares
inapropiados, salidas nocturnas, ir de caza, intervención en carreras de automotores, jugar con hondas, tirar piedras, etc. La
conducción de automoto-res y la autorización administrativa para ello, da lu-gar a pronunciamientos divergentes. La falta de
pre-sencia física de los padres, y la vigilancia activa.
ACCIONES RECURSORIAS. Entre cónyuges solidarios: la acción se suspende (art. 3969). Es aplicable lo dis-puesto en
los arts. 689 y 717, o solo la parte final del art. 689 ?. Acción contra el hijo: Se aplica lo dispuesto en el art. 1123 ¿. No
cuando el hecho lo co-metió un menor de 10 años.
Rubén H. Compagnucci de Caso.
Colegio de Abogados de La Plata (3 de octubre de 2005).
T.S.J., Sala Penal, Sent. n° 92, 24/9/03. "ACHAVAL, María Virginia p.s.a. Homicidio Culposo -Recurso de
Casación-". Vocales: Tarditti, Cafure de Battistelli, Rubio.
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS DAÑOS CAUSADOS POR SUS HIJOS: Hijos
menores adultos con carnet habilitante para conducir.
En relación con la naturaleza y alcances de la responsabilidad de los padres por los daños ocasionados por
sus hijos menores de edad, cuando éstos son menores adultos, corresponde señalar que, aún cuando pueda
discreparse en la naturaleza y alcance de la responsabilidad dispuesta por el artículo 1114 del Código Civil,
cuando se avanza en el análisis de la hipótesis particular del menor adulto que posee licencia de conducir,
esto es, que se encuentra estatalmente habilitado para hacerlo, la conclusión es unívoca: la exoneración de
los progenitores. El fundamento también es común: no puede en tal caso achacárseles omisión de vigilancia
activa alguna, toda vez que la autorización administrativa desobliga a los padres de las obligaciones
emergentes de la patria potestad (tesis subjetiva) o bien hace desaparecer la garantía que deben asumir
en virtud de su condición de padres (tesis objetiva), ya que no resulta razonable que, contando su hijo con
dicho permiso por haber cumplimentado todos los requisitos exigidos por la autoridad para obtenerlo,
permanezcan responsables de un accionar en cuya autorización el propio Estado ha decidido prescindir de
la voluntad de aquellos y dar autonomía del joven.
En tanto el art. 1114 del Código Civil, alude a los daños causados por los menores, es decir aquéllos
que éstos provocan, generan o causan, un menor no es imputable por el daño del que ha sido víctima,
ni tampoco se desplaza la autoría ni la relación causal a los padres.
MONTERO, Víctor Hugo y otro c/ RICCA, Juan Pablo María y otro s/ DAÑOS Y PERJUICIOS
NORMATIVA ACTUAL:
La responsabilidad civil de los establecimientos educativos ha sido reformada por la ley 24830. La
modificación introducida establece un cambio radical del sistema de responsabilidad que nos ocupa,
consistente en la liberación de los directores de colegio y de los maestros artesanos, del peso de la
presunción de culpa establecida por el antiguo articulo 1117 del Código Civil, la objetivación del factor de
atribución y la modificación de la legitimación pasiva. Son también aplicables los artículos 1109; 1111; 1112;
1115; 1116; 1118; 1123; y concordantes del citado código.
Corresponde transcribir él articulo 1117 en su nueva redacción, para una mejor compresión de las
situaciones que abarca.
‘Los propietarios de establecimientos educativos privados o estatales serán responsables por los daños
causados o sufridos por sus alumnos menores cuando se hallen bajo el control de la autoridad
educativa, salvo que se probaren el caso fortuito.
Los establecimientos educativos deberán contratar un seguro de responsabilidad civil. A tales efectos
las autoridades jurisdiccionales, dispondrán las medidas para el cumplimiento de la obligación
precedente.
La presente norma no se aplicara a los establecimientos de nivel terciario o universitario.’
A partir de esta modificación legislativa ya no se presume la culpa de los directores de las escuelas y si se
atribuye la responsabilidad al titular del establecimiento educativo al que concurre el alumno. Será
entonces la persona física o jurídica, tanto privada como publica que detente el carácter de
propietario de la institución a la que asista el alumno dañador o damnificado, quien resulta ser el
legitimado para iniciar la acción resarcitoria.
Sin perjuicio de lo antes expuesto, no se encuentran exceptuados los directivos o maestros quienes
pueden ser responsabilizados en forma directa si se demuestra su dolo o culpa, y en tal caso,
deberán reparar el daño causado de acuerdo a los principios generales de responsabilidad civil
subjetiva (Art. 1109 del Código Civil), en este supuesto la responsabilidad es concurrente con la del
titular del establecimiento.
1. Edad del menor: Estarían comprendidos en la norma los daños causados o sufridos por cualquier
menor, aun los menores de 10 años y hasta 21 años, donde se adquiere la mayoría de edad.
2. Actividad escolar: El daño que puede ser físico o moral, debe producirse mientras el menor se
encuentre ‘bajo control de la autoridad educativa’. A tal efecto tal hipótesis comprende toda
actividad estrictamente curriculares, la que se extiende a todas las que se vinculen a ella por el
hecho de encontrarse organizadas y controladas por la autoridad educativa (o a través de sus
dependientes, directores, docentes en general, preceptores, etc.), no se limitan a actividades
desarrolladas en aulas, se incluyen por ende, las deportivas, viajes de estudio o recreación, etc. Con
lo cual los directivos y docentes de las escuelas tienen que cumplir con su obligación de vigilancia
respecto del alumnado en un limite temporal muy amplio.
3.Nivel de enseñanza: Se limita la reparación al titular de escuelas de ciclos inicial, de educación
general básica, educación polimodal, quedando expresamente exceptuado la enseñanza terciaria y
universitaria.
EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD
El titular deberá probar el caso fortuito, conforme al Art. 514 del Código Civil, a fin de no tener
responsabilidad sobre el hecho ocurrido.
El titular del servicio educativo tiene la obligación de contratar un seguro de responsabilidad civil, a fin de
garantizar a la victima del daño una adecuada reparación, de conformidad al nuevo texto del Art. 1117 del
Código Civil.
Las escuelas dependientes de la Dirección General de Cultura y Educación,(en el caso de la Pcia de Bs. As.)
cuentan con un seguro escolar contratado con Provincia Seguros, a través de la cual todos los alumnos
regulares de los establecimientos de la DGCyE (oficiales y privados), se encuentran asegurados contra los
siguientes riesgos:
a) Incapacidad parcial y permanente
b) Incapacidad total y permanente
c) Indemnización por muerte
d) Indemnización por gastos de asistencia medica y farmacéutica.
Constando cada uno de los requisitos y documentación a presentar en la Circular N° 3 de la Dirección de
Cooperación Escolar del 9 de abril de 1977, la que se encuentra vigente.
El procedimiento administrativo para los directivos del servicio educativo ante casos de accidente de
personal docente, administrativo y alumnos que cursen en forma regular en establecimientos educativos es
el siguiente:
1. Se dará urgente comunicación al servicio de emergencia contratado previamente por el
establecimiento educacional, o al servicio de salud publico más cercano.
2. Se informara el hecho acaecido a padres y/o tutores del alumno accidentado.
3. Se efectuara la denuncia policial o exposición civil sobre los hechos acaecidos en la dependencia
policial que correspondiere, según la jurisdicción y ubicación del establecimiento.
4. Se labrara acta del hecho ocurrido en el Libro de Actas de la escuela, detallando fecha, horario,
lugar y circunstancias fácticas del mismo como ser testigos, imputados, agresores, posibles, posible
daño. La misma será firmada por el directivo y el docente a cargo del turno en que el hecho haya
ocurrido.
5. Se notificara a los padres mediante acta, informando además que se encuentra a su disposición la
cobertura del seguro por accidente.
6. Se deberá efectuar la denuncia a la Compañía de Seguros, a fin de tramitar la cobertura del seguro
7. Se deberá dar aviso del hecho a la Inspección de Escuelas.
8. El directivo deberá solicitar a los padres la certificación del medico que asistió al alumno el cual
deberá guardarse en el legajo del mismo
9. En los casos de accidentes de docentes deberán además cumplimentarse las formalidades
requeridas por la ART y las prescripciones existentes en los diferentes Consejos Escolares.
La enunciación precedente es de mero carácter ejemplifica torio dado que los hechos que pueden
derivar en responsabilidad civil en las escuelas, son innumerables, sin embargo a los fines de
concienciar de la importancia de este tema, nos parece valida, máxime si se tiene en cuenta el
desconocimiento y el temor existente sobre esta temática en el personal docente.
Por ultimo es aconsejable que toda información de anormalidades (brindadas por docentes,
asistentes sociales, alumnos, etc.) es necesaria y será valedera no-solo por la potencialidad de un
proceso judicial, sino para salvaguardar a los alumnos y al personal del establecimiento como a los
terceros que concurren al mismo, de todo tipo de perjuicio.
La prevención de accidentes durante la actividad docente debe prevalecer sobre todo otro
recaudo.
Constituye una grave imprudencia permitir que una sola maestra conduzca a veintitres (23) niños
de entre doce (12) y trece (13) años para bañarse en un río que no conocen, situado a bastante
distancia del hotel en el que se alojaban y sin ninguna clase de instalaciones o personal de
vigilancia en las inmediaciones (arts. 1109 y 1112, C. Civil).
Debe considerarse que la única causa del accidente -muerte de un menor ahogado en el río-, fue
la conducta negligente de las maestras, que permitieron que veintitres (23) niños concurrieran con
una sola de ellas a bañarse a un río desconocido, a pocos minutos de haber almorzado, sin
apreciar que se encuentra en el orden natural de las cosas que niños de doce (12) y trece (13)
años de edad carecen del tino necesario para guardar una estricta conducta como si fueran
personas mayores (arts. 1109 y 1112, C. Civil).
La responsabilidad civil indirecta, establecida por el art. 1113, primera parte, C. Civil, se funda en
una doble idea de elección y de vigilancia, y no cabe duda de que la directora del colegio fue
quien eligió a las maestras que acompañaron al contingente de niños, siendo uno de ellos quien
resultó víctima fatal del accidente.
Se encuentra ínsito en las facultades de quien dirige un colegio -público o privado-, el derecho de
impartir órdenes e instrucciones en cuanto a la manera de cumplir las funciones que les ha
confiado al personal a su cargo.
___________________________
El art. 1112 del CC contempla la responsabilidad civil extracontractual de los funcionarios públicos
a raíz de los hechos y las omisiones de éstos, cuando actúan en el ejercicio de sus funciones, que
configuran un cumplimiento irregular de las obligaciones legales que le están impuestas.
El sujeto pasivo de la responsabilidad prevista por el art. 1112 del CC, es el agente de la
administración que, como tal, causa un daño a un tercero y por el que resulta personalmente
responsable, de modo que aquélla no se refiere a ningún caso de responsabilidad refleja, sino que
se trata de una responsabilidad por el hecho propio, en cuya base está la culpa del agente dañoso.
La omitida obligación de prevenir y prever un hecho como el acontecido por la directora del
establecimiento (en el caso un motor encendido sin protección durante el recreo) no es sino
correlato de la que le incumbe al Estado provincial, pues como éste establece, organiza y sostiene
el servicio de la educación común en las escuelas públicas, a fin de asegurar el derecho de
enseñar y aprender que todos los habitantes tienen (arts. 5, 14 Const. Nac.; arts. 31, 189, 190,
Const. Prov.).
No hay duda de que en el servicio oficial de la educación anida una obligación accesoria y tácita
de seguridad, la cual, a la manera de una garantía objetiva de preservación de la vida humana, de
la integridad psicofísica y de los bienes todos, subyace en ciertas figuras contractuales y en
diversas situaciones extracontractuales, como emanación del deber genérico de no dañar
-"alterum non laedere"- y en resguardo de la incolumnidad de las víctimas.
_______________________
El art. 1117 del Código Civil responsabiliza a los directores de colegio por los daños provocados
por sus alumnos mayores de diez años. Se trata de una presunción simple por culpa, desde que
expresamente contempla la liberación de tal responsabilidad si demuestran que "...no pudieron
impedir el daño con la autoridad que su calidad les confería, y con el cuidado que era su deber
poner".
Sobre el Director del Colegio pesa, en principio, la responsabilidad por los daños ocasionados por
alumnos a los cuales no se logró inculcar, a través del personal docente y auxiliar subordinado, las
pautas de disciplina necesarias para un armónico desarrollo del trabajo comúm, o sobre quienes
no se ejerció una adecuada vigilancia tendiente a evitar que el hecho dañoso tuviera lugar.
Para eximirse de responder, el director del colegio debe demostrar: a) la imposibilidad de impedir
el hecho dañoso (casus); b) la existencia de dicha imposibilidad pese a las potestades que ejerce
para vigilar a los alumnos (ausencia de culpa) y c) que observó todos los cuidados que
correspondían a su deber (ausencia de culpa).
JURISPRUDENCIA DE LA NACION.
12/10/95 MORALEJO, JORGE GERMAN Y OTROS C/ESTADO NACIONAL MIN. DE EDUC. Y JUSTICIA
SECRETARIA DE EDUCACION S/DAÑOS Y PERJUICIOS VARIOS. CAUSA N° 14.909/94.
El viaje y la estadia en puerto madryn formo parte de la labor educativa programada por el colegio
nacional de vicente lopez. Tratose de una "salida educativa oficial" para alumnos que cursaban el
cuarto año (y no de un viaje de placer de egresados). Esto tiene especial trascendencia juridica
para enquiciar la cuestión porque, en tales condiciones, el colegio conservaba en plenitud las
obligaciones de proporcionar cuidado y seguridad a los educandos, del mismo modo y con no
menor intensidad que la debida dentro del propio establecimiento de vicente lopez. Y es que, en
definitiva, durante la salida educativa oficial los alumnos estaban confiados a las autoridades y
cuerpo docente cuya responsabilidad no sufria atenuación alguna -y si, en todo caso, una
acentuación (doctrina del art. 902 Del código civil) por la presencia de nuevos riesgos y
potenciales situaciones de peligro- en razon de que la tarea pedagogica hubiera de ser cumplida
fuera de la sede del establecimiento de enseñanza. Dentro de este o fuera de su superficie, lo que
importa es que los alumnos, cumpliendo su rol de aprendizaje, permanecian bajo el cuidado del
personal docente, responsable de su integridad fisica (arts. 1115 Y 1117 del código civil).
Las victimas no estan totalmente liberadas de culpa, si bien la incidencia causal de su conducta es
muy inferior a la que le cabe al estado por el mal desempeño de sus funcionarios, porque
imprudencia por imprudencia, no es lo mismo la que pueda cometer el personal docente
encargado de un grupo de adolescentes (art. 902 C.C.) Con la imputable a la actividad de jovenes
del 4 año secundario, cuya edad promedio no supera los 17 años. Y es que la culpa debe ser
juzgada en concreto (art. 512 Cc y su nota). Las accionantes recibieron indicación de irse a dormir
(no de ir a la playa en horas nocturnas) y desobedecieron esa indicación de sus superiores. De
todos modos, con la ingenuidad que les es connatural, las jovencitas volvieron al hotel -cuyas
puertas permanecian abiertas, y sin vigilancia; extremos estos que conocian ciertamente- y se
dirigieron a sus habitaciones. Fue entonces cuando se produjo el ataque del canalla. La
inobservancia de las instrucciones recibidas del personal docente y el descuido de las
circunstancias riesgosas: 1) que el hotel carecia de adecuada vigilancia; 2) que el acceso era
practicamente libre porque las puertas permanecian, en la practica, las 24 horas abiertas; 3) que
la zona tenia riesgos por la presencia de cabarets y gente indeseable; 4) que ninguna vigilancia
podia ser esperada del personal docente, que dormia placidamente; y 5) que, en el fondo, la
directiva de las profesoras no habia sido acatada, demuestran que las actoras -que contaban con
suficiente discernimiento para superar peligros, riesgos y conductas sin problemas- también
incurrieron en una conducta no exenta de reproche civil y que tuvo incidencia causal en la
concreción de los daños. Y, sopesando la incidencia causal de cada conducta, logico es admitir que
la responsabilidad del personal docente es de muy superior entidad con relación a la imputable a
jovenes de 16 y 17 años, porque el cuidado y vigilancia corria por cuenta de ese personal. Por ello,
meritando en concreto la culpa de las partes y su incidencia causal en los daños, es imputable al
estado nacional el 85% de los daños y el 15% a las actoras.
Como la presunción de responsabilidad a la que alude el art. 1117 del cód. civil es iuris tantum, tal
como se desprende de la parte final de dicha norma, el director del colegio puede demostrar que
ni siquiera incurrió en la culpa mediata. Desde este punto de vista, en el caso, cabe
responsabilizar al Director del Establecimiento, toda vez que de las características del ventanal
desde el cual fue arrojado el bolso causante del daño a la actora, frente a la forma en que
ocurrieron los hechos, debió probar y no lo hizo que los vidrios de la ventana estaban en buen
estado de modo de dificultar esa clase de acciones peligrosas. (CNCiv. y Com. Fed., sala 3, mayo
13-1992). ED, 153-151.
_______________
La mención en el art. 1117 del cód. civil de los "directores de colegios" sólo comprende en la
presunción legal de responsabilidad a la autoridad que rige el instituto y no a los maestros o
profesores; respecto de éstos se aplica el principio general de la prueba de culpabilidad. La
expresión "maestros artesanos" se refiere a otros supuestos. Es por lo expuesto que el sub
examine, frente a los daños provocados a terceros por alumnos del establecimiento escolar, cabe
liberar la responsabilidad a la profesora a cargo del curso si no se probó su culpa en el
cumplimiento de sus deberes. (CNCiv. y Com. Fed., sala 3, mayo 13-1992). ED, 153-151.
_______________
Es responsabilidad excluyente del instituto educativo en los términos del art. 1117 del cód. civil,
por el hecho del educando que, encontrándose en el establecimiento, arrojó la mochila con útiles a
otro educando que se encontraba en el exterior del mismo, causando daños a la actora que
transitaba por el lugar al hacer impacto contra su físico. (CNCiv. y Com. Fed., sala 3, mayo 13-
1992). ED, 153-151.
_______________
Si el art. 1117 del Cód. Civil llega a estatuir - bajo determinadas condiciones - la responsabilidad
de los directores de colegios por el daño causado por sus alumnos en virtud de la autoridad que su
calidad les confiere, resulta natural reconocer la misma autoridad para precisar las conductas que
interfieren el orden disciplinario. (CNCont.-Adm. Fed., Sala I, Noviembre 5-1991). ED, 145-426. -
Con nota de Germ n J. Bidart Campos.
_______________
No se opera presunción que estatuye el art. 1117 del Código Civil si no se invocó ni probó un
hecho concreto imputable a título de culpa a las alumnas de un instituto escolar que asistieron
como ayudantes en la realización del ejercicio físico que provoca el daño a la hija del accionante;
ello es así; por cuanto para actuarse la responsabilidad refleja del Instituto de enseñanza- como
as¡ la responsabilidad de los padres respecto de sus hijos menores es menester dicha acreditación
(CNCiv Sala E, Marzo 11 1987) ED, 124-574.
_______________
Incumplido el deber de custodia que pesa sobre el Instituto escolar (art. 1117, Código Civil) hecho
que facilitó el obrar imprudente del alumno damnificado, resulta indudable la parcial
responsabilidad del establecimiento educacional (CNCiv. y Com. Fed., Sala II, Abril 12 1985, Gómez
Ortega, Alonso y Otra c. Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y Otro).
_______________
_______________
Al margen de los casos en los que los directores responden en los términos del art. 1117 del
Código Civil - daños que los alumnos causan a otros alumnos o a terceros en general -, la potencial
responsabilidad del director se emplazaría en el art. 1109, de estar referida al sector hecho propio
o en el art. 1113, parr. 1 si estuviera de por medio la culpabilidad de un dependiente funcional de
dicho director (del voto del doctor Bueres) (CNCiv., Sala D, Agosto 29 1983). ED, 106-682.
SENTENCIA
Morón, 17 de octubre de 2006.-
Cámara de Apelación Civil y Comercial "Sala I" de Morón [17-OCTUBRE-2006] resolvió,
en la causa 53.611, indemnizar al menor por los daños sufridos a causa de su expulsión
del establecimiento educacional quedando desvinculado del ciclo lectivo.
En la ciudad de Morón, Provincia de Buenos Aires, a los DIECISIETE días del mes de octubre de dos mil seis,
reunidos en la Sala I del Tribunal, los señores Jueces de la Excma. Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial
del Departamento Judicial de Morón, doctores Liliana Graciela Ludueña, José Eduardo Russo y Juan Manuel
Castellanos, para pronunciar sentencia en los autos caratulados: " MEYER, Nélida Beatriz y otro c/ COLEGIO
24 de OCTUBRE S.A.E. y/o INSTITUTO JOSE MANUEL ESTRADA s/ DAÑOS Y PERJUICIOS ", y habiéndose
practicado el sorteo pertinente ( arts. 168 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y 266 del Código
de Procedimientos Civil y Comercial ), resultó que debía observarse el siguiente orden de votación : Dres.
RUSSO – CASTELLANOS - LUDUEÑA, resolviéndose plantear y votar las siguientes:
AUTOS Y VISTOS: De conformidad al resultado que arroja la votación que instruye el Acuerdo que antecede,
por unanimidad se revoca la apelada sentencia de fs. 505/510 admitiéndose la demanda de daños y perjuicios
impetrada, en su consecuencia, se condena a la demandada Colegio Veinticuatro de Octubre S.A.E. a pagar a
los actores, doña Nélida Beatriz Meyer y don Jorge María Eduardo Sesto, dentro del término de diez días de
encontrarse consentida o firme la liquidación que se practique, la suma de pesos trece mil ($ 13.000.-),
correspondiendo de tal importe la suma de pesos diez mil ($ 10.000.-) al menor L. I. S. y M. y la de pesos tres
mil ($ 3.000.-) a sus progenitores, sin intereses, por no haber sido reclamados en la demanda incoada y las
costas de primera instancia, dejándose sin efecto la regulación de honorarios oportunamente practicada ( conf.
arts. 274 y 68, párr. 1ero., del Código Procesal ).- Costas de la Alzada a la demandada fundamentalmente
vencida en el proceso de apelación ( art. 68, párr. 1ero., del Código Procesal ), difiriéndose la regulación de los
honorarios para su oportunidad.-
Fallo: A, E y ot. c/Provincia de Buenos Aires s/ daños y perjuicios”, causa nº 100.508, y “A, E H y ot. c/T, M
A s/ Ds. Y Ps.”, causa 100.493 – 12 – 09 - 20006
Cámara Primera de Apelación Civil y Comercial Sala Segunda de San Isidro [22-
AGOSTO-2006] La Cámara Primera de Apelación Civil y Comercial Sala Segunda de San
Isidro, en las causas 100508 y 100493, resolvió sobre la responsabilidad del
establecimiento educativo por un homicidio cometido por un alumno durante el horario
escolar pero fuera del colegio y, habiendo éste cumplido con las normas que regulaban
las autorizaciones de los menores para retirarse del mismo; y la responsabilidad de los
padres del homicida en los términos del art. 1114 del C.C
Respecto a lo que se entiende por establecimiento educativo, con un criterio amplio, Aída
Kemelmajer de Carlucci (La Responsabilidad de los establecimientos educativos en Argentina
después de la reforma de 1997. LL. 1998-B-1047) sostiene que el mismo se da “en todos los
supuestos en que la enseñanza se imparte a un menor a través de una organización de tipo
empresarial que supone control de autoridad”.
En la materia que nos concierne, Eduardo Loizaga (Responsabilidad Civil de los Establecimientos
Educativos. Eduardo Loizaga. Editorial Abeledo Perrot. Año 2000), sostiene que tampoco se dan los
requisitos en los casos de docentes que, juntamente
con varios alumnos menores de edad, impartan clases de gimnasia, artes marciales, etc. En plazas o
paseos públicos.
Según expresa Ghersi “la tendencia mundial es considerar la responsabilidad de los
establecimientos como objetiva, es decir, probado que el daño ha acaecido en el
establecimiento o fuera de aquél pero durante las horas de enseñanza (es decir hay relación de
causalidad entre el daño y el acto educacional) se atribuye responsabilidad al establecimiento
sin necesidad de la prueba de culpa o dolo. Esto es lo que se denomina la asunción del riesgo
social o empresario Ghersi, Carlos A. Citado por Diputado Enrique Mathov, ob. cit.
Kemelmajer de Carlucci, Aída, La responsabilidad civil de los establecimientos educativos ...”,
p.6. El artículo no menciona la culpa de la víctima como eximente. Se justifica la asunción de la
culpa de la víctima por parte del establecimiento tratándose de menores de corta edad
(inimputables si son menores de diez años) ni tampoco podría ser atribuida a los padres pues el
menor no está bajo la guarda de estos[xxxiv]. La situación es diferente cuando el alumno ha
alcanzado cierta edad. Allí pueden armonizarse los arts. 512 y 1111 y evaluar las conductas de
todas las partes intervinientes en el proceso. En opinión de Kemelmajer de Carlucci la expresión
“caso fortuito” debe ser entendida en sentido amplio, comprensiva de todo hecho que se
presente como imprevisible e inevitable, caracteres que puede tener la conducta de la propia
víctima; es decir debe atenderse a las circunstancias del caso y edad del menor.
I. INTRODUCCIÓN:
Dentro de las reparaciones por daños y perjuicios, el daño estético está adquiriendo una
importancia cada vez mayor; Progresivamente se tiende a considerar la necesidad de reparar toda
alteración que lo afecte, bajo el criterio del resarcimiento integral del daño.
El daño estético vulnera el derecho constitucional a la integridad personal y prefigura la necesidad de que
sea indemnizado por el responsable (7)
Debe tenerse en cuenta el creciente cuidado y valorización que se da en nuestros días a los factores
estéticos, dedicando tiempo y dinero al cuidado del cuerpo (14)
Para asegurar la equidad de la indemnización, se hace indispensable medir ese daño estético y saber como
cuantificarlo; Tratando de disminuir en lo posible la presencia de criterios subjetivos de valoración.Medir
es una de las actividades fundamentales del médico valorador, pues tras medir es cuando se puede evaluar,
calificar y dar elementos de juicio para quien tenga que tomar decisiones. El uso de un baremo es un acto
de medir (21) que pretende ofrecer una solución al problema de la cuantificación económica de daños
corporales, cuya reparación sin instrumentos, puede ser causa de arbitrariedades, llevando la cuantía de las
indemnizaciones a variar erráticamente (20). La valuación libre sin un Baremo, puede implicar un peligroso
riesgo de parcialidad (10)
II. CLASIFICACIÓN
Un amplio desarrollo fue alcanzando en Italia el llamado Daño Biológico (danno a la salute) como tertium
genus, una categoría propia y distinta, frente a la concepción tradicional que distinguía sólo entre daños
patrimoniales y no patrimoniales, que contemplaba en las lesiones corporales sólo el daño patrimonial,
compuesto por el daño emergente y el lucro cesante, y en el daño moral y pretium doloris solo lo hacia con
aquellos casos en que el hecho dañoso fuera de origen delictivo.
Esta situación originaba inequidad en los casos de aquellas víctimas que, debido a su edad, estado
de salud o escasa formación, eran incapaces de generar ingresos de una cierta entidad.
La necesidad de desvincular las indemnizaciones de los lucros cesantes, venía exigida por diversos
principios constitucionales, como el de igualdad, el de respeto a la dignidad de la persona humana y el de
protección a la salud establecido por el Art. 32 de la Constitución italiana.
Esta idea del “daño biológico” como un tercer tipo de daño, independiente del daño patrimonial y del
moral, tiene eco en Portugal y España, y lo va haciendo en Alemania y Francia. (3-17)
El daño biológico (invalidez personal) excluye toda referencia a las repercuciones profesionales
(invalidez profesional) que deben cuantificarse aparte (19)
Desde la perspectiva jurídica, la lesión estética se configura como un daño autónomo, que puede
incidir tanto sobre el daño material, como sobre el daño moral, lo cual cabe distinguir cuidadosamente para
impedir caer en una doble indemnización. (13)
Cuando la lesión estética, en virtud de su ubicación o extensión, altera la armonía del aspecto
habitual que tenía la persona antes del hecho, corresponde tratarla como un tercer género, ya que en
definitiva se encuadra dentro del daño directo a la persona, a sus derechos o facultades (12)
Como daño a la integridad de la persona, independiente de los daños anátomo-funcionales y
psíquicos, el daño estético debe formar parte junto a aquellos, del daño biológico, que es el daño básico, de
cuyo estudio, derivan todos los demás daños, tanto patrimoniales, como extrapatrimoniales, como se
representa en la Tabla 1.
1. Métodos de valoración del daño estético: La metodología utilizada para la valoración del daño
estético comprende tres métodos: A) Descriptivo, B) Cualitativo y C) Cuantitativo.
El daño estético estático, es aquel que permanece invariable, independientemente de los cambios de
actitud que adopte la persona, como ocurre con las cicatrices y las discromías.
El daño estético dinámico, es apreciable en cambio con los cambios de actitud, como ocurre en una
cojera.
En ocasiones ambas situaciones se combinan como una cicatriz que además altera la mímica.
B) Métodos cualitativos: Consiste en expresar el grado de daño estético mediante un calificativo.
Para ello se utilizan escalas calificativas, que son tablas que constan de una serie gradual de calificativos o
de situaciones.
Una vez valorado el daño estético, se evalúan las repercusiones que sobre la esfera patrimonial y la
extrapatrimonial pudiera tener.
En el caso del daño estético la posibilidad de la cirugía reparadora es el daño emergente que
requiere el principal análisis (6)
1. Quantum doloris: Representa el dolor físico que experimenta la víctima como consecuencia de
las heridas sufridas y de los tratamientos recibidos.
2. Daño moral: constituido por los perjuicios que se refieren al patrimonio espiritual, a los bienes
inmateriales de la salud, el honor, la libertad y otros análogos y que, a su vez, puede ser dividido en dos
clases:
4 Según lo sufra la propia víctima, consistiendo en el grado de perturbación que en el área de los
sentimientos y las emociones le provoque esa deformación.
4 Según lo sufran los parientes, derivado de graves lesiones padecidas por la víctima directa (9)
Los tribunales franceses compensan de modo generalizado a las víctimas secundarias (el llamado préjudice
de affection). Si bien ese daño moral a los familiares directos, se compensaba originariamente sólo en el
caso de muerte, en la actualidad se ha extendido también a las lesiones corporales y se ha vuelto
relativamente frecuente que se indemnice, incluso en el grado de tíos y sobrinos (17)
3. Impedimentos:
4 A la vida de relación: Se define como la pérdida o disminución de los placeres que conlleva la
reducción de la realización de las actividades que practicaba el sujeto en su tiempo libre, sin considerar las
demás repercusiones, económicas y no económicas, que puede tener este daño.
4 A la vida afectivo familiar: consiste en valorar la reducción de la capacidad para mantener las
relaciones afectivas y familiares habituales de la persona.
4 Daño Sexual: Se entiende exclusivamente como la pérdida del disfrute de la vida sexual.
3. Parámetros de valoración:
Las manos, el cuello, y en la mujer el tercio superior del tórax y las piernas, son consideradas zonas
siempre visibles; Mientras solo son ocasionalmente visibles (en la playa o con práctica de deportes) el
tórax, abdomen y en el hombre las piernas; Solo son visibles en caso de desnudez las nalgas, pubis, caras
internas de los muslos, y el pecho en la mujer; y zonas raramente visibles son las plantas de los pies,
huecos axilares y la cabeza oculta.
C) Relación con los pliegues y arrugas: Langer (15) describe en 1861, las líneas de mínima tensión
dentro la piel. Estas líneas normalmente corren perpendiculares a los ejes mayores de los músculos. Cuando
una cicatriz esta situada dentro estas líneas no es sometida a la fuerza de los músculos, que pueden
ensancharla. Estas líneas de mínima tensión son reconocidas fácilmente en la cara, porque con la
contracción repetida de los músculos se forman las arrugas de expresión facial, tal como el surco
nasolabial, las arrugas en el lateral externo del ojo y las arrugas de la frente.
Las cicatrices serán menos aparentes si se sitúan dentro o paralelas a estas líneas de tensión.
También son tenidas en cuenta al momento de realizar las incisiones quirúrgicas, si se sitúan dentro o
paralelas a estas líneas tendrán mejor resultado estético, se disimularan mejor en las líneas de unión de la
cara que existen en la base, el ala y el borde de nariz, en la región preauricular, debajo del párpado y las
pestañas en la región subciliar.
Ciertas áreas anatómicas son particularmente propensas para formar grandes cicatrices a causa de
la tensión de piel, como en las zonas esternal, submandibular, clavicular, deltoidea, y pretibial, que tienen
una mayor tendencia a la producción de queloides y cicatrices hipertróficas (15-16)
D) Morfología: Si bien nunca se produce una restitución “Ad Integrum”, puede considerarse a una
cicatriz como normal o aceptable, cuando presenta un correcto afrontamiento de sus bordes, conformando
una cicatriz lineal. El tegumento se observa plano, sin depresiones o elevaciones, no se advierten cambios
significativos de coloración y no presenta adherencias, manteniendo cierta flexibilidad (7)
Sin embargo cuando esto no ocurre, se da origen a las cicatrices denominadas “viciosas”, que
observan algunas de estas alteraciones:
4 Aspecto: Puede ser retráctil, cuando la pérdida de piel es extensa, y no hay un adecuado
afrontamiento de bordes, entonces la piel se retrae.
También puede presentarse radiada o estrellada por la formación de fisuras; Esclerosa, adherida a
planos profundos, e infinidad de otras formas anormales.
Hipertrófica, por una proliferación anormal de las fibras colágenas, que no llega a sobrepasar los
límites de la cicatriz. Queloide por hiperplasia del tejido conjuntivo intradérmico que sobrepasa los límites
de la herida, de color rojizo, acompañada frecuentemente de prurito o dolor.
E) Factores personales:
4 Edad: Rechard (1990) en su método toma como referencia para determinar un coeficiente la
edad de 18 años, por considerarlo la frontera entre el niño y el adulto. Otros autores coinciden con este
concepto, basándose en que el niño en condiciones normales arrastrará el defecto durante más años. (4-10-
11).
4 Sexo: En nuestra sociedad se considera aún mayor la repercusión del daño estético en la mujer
(22). Sin embargo crece la tendencia a oponerse a este concepto por considerarlo discriminatorio (7)
4 Estado anterior: Se ha desarrollado hasta ahora el análisis de parámetros eminentemente
objetivos que el médico valorador obtiene con el examen clínico, lo cual se condice con el enfoque que debe
tener una alteración física de la forma normal, como es la presencia de una cicatriz.
Pero hay criterios subjetivos que deben ser tenidos en cuenta al momento de realizar la valoración,
y que llevaron a Rechard a formularse estas preguntas:
¿Existe alguna diferencia entre la fea cicatriz del muslo de un jardinero de mediana edad, que la
misma cicatriz en una bailarina joven y amateur?
¿Ese hombre, francamente “feo” debe, por una fealdad idéntica, ver evaluado su perjuicio, de
diferente forma que el joven “Apolo”?
Esa mujer soltera que no quiere seguir siéndolo ¿sufrirá más sus cicatrices por quemaduras que las
del viejo, que a pesar de serlo, se encuentra joven?
Estas cuestiones planteadas por el autor le hicieron llegar a considerar tres tipos de factores
subjetivos:
Cada uno de estos tres criterios es valorado por una escala de 0 a 0,7
Los factores socio-culturales se deben evaluar dentro del daño moral y de los distintos
impedimentos (Vida afectivo-familiar, Chance matrimonial, Disfrute sexual, etc.)
Queda entonces el estudio del estado estético anterior, que representa un criterio de capital
importancia en la valoración del daño estético, y nadie mejor que el perito médico para hacerlo, que es
quien conoce los diversos trastornos que inciden en el patrimonio estético, su evolución, pronostico y
posibilidad de tratamiento. No alcanza con una mirada con cierto criterio esteticista, se deben evaluar
cicatrices anteriores, trastornos vasculares, lesiones tróficas y pigmentaciones anormales de la piel,
alteraciones del panículo adiposo, etc.
Si bien es cierto que la cuestión del perjuicio estético cuenta con aspectos de apreciación personal
y social que trascienden el ámbito estricto de la tarea del perito médico, éste por sus específicos
conocimientos, debe completar en su informe una descripción detallada de los elementos que conforman el
perjuicio estético, y debe rematarlo con la expresión de su concreto grado (18)
Las tablas de valoración de incapacidades de uso habitual en Argentina que contienen una valoración
para cicatrices lo hacen desde una óptica de la afectación económica del lesionado, y no desde lo estético.
Es por eso que se limitan a valorar exclusivamente las cicatrices ubicadas en la cara, ya que en
otras partes del cuerpo (salvo algunas excepciones como modelos, vedette) no se les atribuye la capacidad
de generar un daño económico.
Del análisis de estas tablas (2-5-23), puede obtenerse una valoración coincidente:
Cada punto asignado a una cicatriz por estos baremos no se distingue del punto por menoscabo
psicofísico; Y se traducen monetariamente de forma equivalente. De esta forma cuando deba fijarse un
monto indemnizatorio puede tenerse presente que el porcentaje del daño estético a sido estimado sobre la
base de valores asimilables económicamente a los utilizados para el daño anátomo-funcional.
Una vez evaluados todos los parámetros involucrados en el daño estético se podrán obtener tres
coeficientes:
C) Coeficiente por las características personales: con relación a la edad, el sexo y el estado
estético anterior.
Resultando la fórmula:
VISIBILIDAD X MORFOLOGIA
--------------------------------------------------------------------------------
CARACTERISTICAS PERSONALES
4 Zona B: Cara región interna (frente, pómulos, mejillas, y mentón) región intima en la mujer
(nalgas, pubis, cara interna de los muslos, pecho): 1.
4 Zona C : Cara región externa (sienes, maxilar inferior, cuello y tercio superior de tórax en la
mujer), cabeza que no esté oculta; región intima en el hombre (nalgas, pubis, cara interna de los muslos)
manos, piernas en la mujer: 0.50
4 Zona E: región raramente visible (cabeza oculta por el pelo, pié, hueco axilar): 0.10.
4 Disimulada 0.75
4 Indiferente 1
4 Perpendicular 1.25
5. Aspecto:
4 Típico: Coeficiente 1
4 Plana: Coeficiente 1
7. Cromia:
4 Normocrómica: Coeficiente 1
1. Sexo y Edad:
4 19 a 45 femenino: 1
4 19 a 45 masculino: 1.2
4 46 a 65 femenino: 1.3
4 46 a 65 masculino: 1.5
Estado anterior: Se propone clasificarlo en 3 grados, de acuerdo a la influencia que tenga sobre el
impacto final de la deformidad. El fin de utilizar una escala gradual reducida (Bueno, Regular y Malo), es
con la intención de limitar en lo posible las variaciones de criterios en un componente tan subjetivo como
este.
De manera que la guapa bailarina de Rechard presentará un estado estético anterior bueno,
mientras que el vagabundo afectado de cicatrices anteriores será malo.
4 Bueno: 1
4 Regular: 1.25
4 Malo: 1.50
EJEMPLO 1: Mujer de 67 años, por fractura de cadera, requirió reemplazo por prótesis, presenta
una cicatriz en la cara lateral externa del muslo de 24 cm. de longitud y 1 cm. de ancho, recta, plana e
hipocrómica.
Se observa en ambos miembros inferiores estrías violáceas; Várices dilatadas, pigmentación ocre
de la piel y secuelas por antiguas úlceras.
Características personales: Estado estético anterior: Malo (1.5) x edad: < 65 (1.75)
--------------------------------------------------------------------------------
= 3.45 %
Características personales: 2.625
EJEMPLO 2: Joven y bella estudiante de 16 años, soltera, su hobby es bailar salsa, presenta una
cicatriz idéntica a la del ejemplo anterior, por fractura de fémur que requirió el implante de material de
osteosíntesis. (El estado civil y su hobby, no deben evaluarse dentro del daño estético, sino con el daño
moral y los impedimentos provocados por la cicatriz)
--------------------------------------------------------------------------------
= 12 %
Características personales: 0.75
EJEMPLO 3: Varón de 30 años que presenta cicatriz en la región central de la frente de 6 cm. de
longitud y 1 cm de ancho, hipertrófica, hipercrómica y perpendicular a los pliegues.
Ubicación: Extensión (longitud 6 cm: 5 + 0.5 = 5.5 x ancho 1.50 cm): 8.25
--------------------------------------------------------------------------------
= 13 %
Características personales: 1.2
Ubicación: Extensión (longitud 18 cm: 5 + 2.5 +1.25 + 0.3 = 9.05 x ancho: 2.5 cm = 1.5): 13.5
--------------------------------------------------------------------------------
= 3 %
Características personales: 1.2
La valoración de tantos parámetros como los implicados en una cicatriz, hacen complicada y árdua
la metodología. La incorporación en los últimos tiempos de programas informáticos de cálculo en la
valoración del daño corporal han ayudado a simplificar de gran manera la tarea. Para la presente
metodología se ha diseñado con R. Martin, una planilla de cálculo basada en el programa Microsoft Excel,
de manejo muy simple (1)
PAMELA LUQUES.
A)Hechos:
El caso trata sobre la defunción por asfixia de una menor de 13 años en un depósito artificial de aguas,
producido como consecuencia de excavaciones realizadas por una firma concesionaria en terrenos del
Ejercito Argentino (Estado nacional).
Los padres de la niña accionan por reclamo de reparación del daño causado, atribuyendo la responsabilidad
al demandado.
El Fallo “Ida Luisa c/ Estado Nacional s/ daños y perjuicios” establece que la admisión de la
responsabilidad del estado exige demostrar la concurrencia de requisitos ineludibles, tales son: la
existencia de una daño cierto; la relación de causalidad entre el accionar del Estado y un perjuicio y la
posibilidad de imputar jurídicamente esos daños. Y no es posible prescindir de la apreciación de la
influencia causal relativa a la culpa de la victima, si es que ella se verifica.
La responsabilidad Subjetiva.
Los elementos específicos son la antijuridicidad, imputabilidad y culpabilidad. En este caso sólo aludimos al
último ya que resulta puntual para el análisis.
En este caso se trataría de un obrar culpable del dueño del terreno (estado Nacional), basado en que no
existe cercamiento o valla alguna, ni se encuentran carteles indicadores, tampoco había guardia presente,
por lo que evidentemente hay una falta de previsión.
El principio general del art. 1109 del C.C. establece que todo el que ejecuta un hecho que por su culpa o
negligencia ocasiona una daño a otro, está obligado a la reparación del perjuicio.
Este artículo sienta el principio fundamental del sistema de responsabilidad extracontractual: todo acto de
culpa compromete esa responsabilidad y obliga al culpable a indemnizar el daño que hubiese causado.
El Anteproyecto de Bibiloni establece en su artículo 1384 que “Habrá daño siempre que se causare a otro
algún perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria en su persona, bienes o derechos”
Por su parte, el Proyecto de 1993 de Unificación Civil y Comercial establece en su art. 1109 que “La
adjudicación de un daño al agente que lo causa, puede basarse en factores subjetivos en grado de dolo o
culpa, o en factores objetivos de atribución”. Este artículo destaca en el primer párrafo que el daño puede
adjudicarse al agente en razón del dolo o culpa de éste y, además, siempre que existan razones de justicia
que el ordenamiento contemple a tales fines al margen de la culpa. El precepto supera las deficiencias
técnicas del actual art. 1109 y amplía el campo de éste, pues alude a los factores subjetivos y a los
factores objetivos de atribución.
En la segunda parte del texto, se introduce, junto a la idea de solidaridad de los copartícipes, la de
obligación indistinta o concurrente.
Para Bustamante Alsina, la culpa se caracteriza por la ausencia de intención maléfica y por la omisión de la conducta
debida, positiva o negativa, para prever o evitar un daño a otro. Por último Borda define culpa como la omisión de las
a) Durante muchos años aplicó cerradamente el art. 43, declarando la irresponsabilidad del Estado
sea por delitos o cuasidelitos.
b) En 1933 hizo lugar a una demanda por reparación de los daños ocasionados por empleados de la
nación, cuya negligencia al reparar una línea telegráfica había provocado el incendio de un campo
(caso Devoto c/ Gobierno Nacional).
c) La distinción entre actuación del Estado como persona jurídica y como poder público quedó
eliminada en 1938, en que acogió una demanda por daños y perjuicios contra la Provincia de Buenos
Aires, originándose en un informe erróneo del Registro de la Propiedad.
La reforma del año 1968 barrió con la disposición del art. 43, estableciendo la más amplia
responsabilidad de las personas jurídicas ( y el Estado es la primera y más importante persona
jurídica). La responsabilidad civil del Estado por los daños a particulares, constituye actualmente un
principio general receptado por la doctrina y jurisprudencia nacionales.
Podemos decir que bajo la denominación de Estado se comprende Estado Nacional, Provincial y Municipal,
como así también las Entidades Autárquicas.
La responsabilidad civil es susceptible de operarse por la realización de actos de imperio, como por los de
gestión y se rige por los principios generales del sistema estructurado en el Código Civil.
Podemos también tener en cuenta el vicio o riego del terreno. Efectivamente podemos asignar
responsabilidad al dueño y guardián por el “riesgo de la cosa”: el fundo que el estado como dueño ha puesto
en situación objetiva de riesgo.
El riesgo es la eventualidad posible de que una cosa llegue a causar daño. Es simplemente una idea sobre el
peligro potencial de las cosas. Esta responsabilidad se funda en haber creado el riesgo del cual proviene el
daño.
El artículo 1113 abrió las puertas a una responsabilidad con base objetiva, al aludir a las “cosas peligrosas”,
como factor de atribución de responsabilidad, imputación, respecto del dueño y del guardián de las mismas.
Los requisitos de esta responsabilidad son la ausencia de autoría humana con respecto a la acción de una
cierta cosa que no es dable calificar como hecho del hombre o acto; el daño sufrido por el demandante; la
relación de causalidad entre la acción de la cosa y el daño de que se queja el demandante y la calidad de
dueño o guardián de la cosa en el demandado.
Para liberarse el dueño o guardián debe probar el rompimiento del nexo causal, es decir, que el daño no se
ha producido por el riesgo o vicio de la cosa sino por el hecho de la víctima o de un tercero por quien no
debe responder.
El Anteproyecto de Bibiloni establece en su artículo 1425 que “Cuando de cualquier cosa inanimada
resultara daño a alguno, su dueño responderá de la indemnización según sea prevenido en el art. 1415.
Quedan comprendidas en la siguiente disposición: ...inc.8: Obras nuevas de cualquiera especie, aunque sea
en lugar público y con licencia”.
Por otro lado, el Proyecto de 1993 de Unificación Civil y Comercial establece en su art. 1113 que “En los
supuestos de daños causados con las cosas el dueño o guardián, para eximirse de responsabilidad, deberá
demostrar que de su parte no hubo culpa: pero si el daño hubiera sido causado por el riesgo de la cosa, solo
se eximirá total o parcialmente de responsabilidad, acreditando la incidencia de una causa ajena al riesgo
de ella”.
No se incluyó en el texto la responsabilidad por “actividades riesgosas” que contenía el art. 1113 del proyecto del Código
Único de 1987. En un primer momento, la comisión propuso adicionar el agregado por considerarlo justo. Sin embargo,
algunas opiniones pusieron de manifiesto el temor de que la directiva legal se aplicara a algunas actividades respecto de las
cuales no sería procedente o en su caso, deseable, que quedaran gobernadas por los parámetros de la responsabilidad
objetiva. En virtud de ellos, se prefirió prescindir del agregado, no ya por razones jurídicas, sino por motivos de política
legislativa.
El fallo “Alderete, Pedro P. y otra c/ Estado Nacional (Ejército Argentino) s/ Daños y perjuicios” establece que, el Ejército
Argentino es responsable por los daños causados a los padres del soldado ahogado mientras limpiaba una pileta, ya que el
natatorio era potencialmente riesgoso para el conscripto que no sabía nadar, y el Estado Nacional no acreditó la culpa de la
víctima como para eximirlo de responsabilidad a los términos del art. 1113 del Código Civil.
Culpa Concurrente:
En muchos casos el daño no obedece a una sola causa sino que deriva de la concurrencia de la actividad culposa de la
Se establece la culpa concurrente de ambas partes, en proporción al 80% a la demandada y el 20% restante a la victima y a
los actores.
Con respecto a la culpa del demandado, por parte del Estado hay una omisión de alertar a los terceros acerca de la
peligrosidad del lugar donde ocurrió el accidente, hay falta de cercamientos o vallas, tampoco se encuentran carteles
indicadores, la guardia no estaba presente. Se puede presumir sobre el foso, que de la zona poco profunda a la honda
aparezca una pendiente capaz de provocar una caída También hay que tener en cuenta que en las proximidades del terreno
Con respecto a la culpa de la victima, debemos tener en cuenta que obro con imprudencia, sabemos que meterse en aguas
profundas es correr un riesgo y también hay que tener en cuenta falta de vigilancia y cuidado por parte de sus padres.
Nuestra jurisprudencia y doctrina ha sostenido que el reparto del perjuicio debe determinarse con arreglo a la gravedad de la
culpa, sabiendo que la mayor es la del propietario del terreno, es decir del Estado Nacional., por la consecuencia mortal
ocurrida, teniendo en cuenta las características peligrosas detalladas, pero por otro lado, su responsabilidad se ve atenuada
por la conducta de la victima y el incumplimiento por los actores del deber de guarda.
Si el artículo 1109, obliga al agente culpable a indemnizar todo daño que ha ocasionado; y si el artículo 1111 somete al
damnificado a la necesidad de soportar todo el daño que el mismo se ha causado, es lógico concluir que mediando culpa de
ambos, tengan ellos que compartir el peso del daño en la medida en que cada cual contribuyó a causarlo.
El fallo “Lozano, Juan Emilio c/ Correo y Telecomunicaciones” establece que “corresponde declarar la existencia de culpa
concurrente y responsabilizar al Estado, a raíz del accidente sufrido por un menor al poner en movimiento una zorra
abandonada momentáneamente en una estación ferroviaria por un empleado de correos y telecomunicaciones, sin seguro
Intereses difusos:
Del Fallo de la “Municipalidad de Tandil c/ La Estrella S.A. y otro s/ Daños y perjuicios” se desprende la definición de
intereses difusos. Son los que pertenecen idénticamente a una pluralidad de sujetos, en cuanto integrantes de grupos, clases
o categorías de personas, ligadas en virtud de la pretensión de goce por parte de cada una de ellas, de una misma
prerrogativa. De forma tal que la satisfacción del fragmento o porción de interés que atañe a cada individuo, se extiende por
naturaleza a todos; del mismo modo que la lesión a cada uno afecta, simultáneamente y globalmente, a los integrantes del
conjunto comunitario.
En el caso estudiado podemos ver la existencia de una situación de peligro común, dada la presencia de amplias y profundas
excavaciones llenas de agua en terrenos urbanos, en cuya cercanía se encuentran dos escuelas primarias. Por lo que se
configura una dimensión social donde intervienen intereses ajenos pero similares: la zona afectada por las obras causa serios
Según lo establecido en este caso no cabe sostener que cada vez que en una causa individual aparezcan intereses difusos
comprometidos, el juez pueda resolver de oficio, pero si puede y debe hacerlo cuando la legislación vigente da margen para
B) La cuestión a investigar a la luz de la doctrina y jurisprudencia es la extensión del resarcimiento de los daños y
perjuicios ocasionados durante el tiempo en que perduró la mora del contratante incumplidor cuando se declara la
Podemos empezar definiendo al pacto comisorio. Se llama pacto comisorio la cláusula que permite a los contratantes
reclamar la resolución del contrato cuando una de ellas no ha cumplido con las obligaciones a su cargo.
Explica Salvat que si la resolución del contrato pudiese ser demandada por quien no lo cumplió, éste tendría en sus manos el
medio de faltar impunemente al contrato y los derechos de la otra parte podrían ser fácilmente burlados.
El pacto comisorio expreso se presenta inserto en el artículo 1204, en una fórmula donde no se exigen términos
sacramentales: ....”Las partes podrán pactar expresamente que la resolución se produzca en caso de que alguna obligación
no sea cumplida con las modalidades convenidas; en este supuesto la resolución se producirá de pleno derecho y surtirá
efectos desde que la parte interesada comunique a la incumplidora, en forma fehaciente su voluntad de resolver”...
El Pacto Comisorio Tácito, en cambio, es una cláusula implícita en los contratos con prestaciones recíprocas establecida por
disposición de la ley, en caso de que uno de los contratantes no cumpliera con su compromiso.
Nuestro artículo 1204 antes de la reforma importaba la aplicación extrema de la máxima pacta sunt servanda; esto significa
que ninguno de ambos contratantes puede desistir del contrato arbitrariamente. Velez Sarsfield, sin embargo, estructuró por
vía de excepción, un complejo sistema, pues derogó tal principio en numerosos contratos.
Esta dualidad de sistema exigía la reforma que se ha concretado, y que con anterioridad tuvo realidad legislativa a través de
la nueva redacción del art. 216 del Código de Comercio, que es el texto que se ha adoptado para nuestro Código Civil, por
En conclusión, el sistema adoptado por nuestro Código Civil importa disponer la resolución d pleno derecho por autoridad
Sobre el tema en cuestión podemos comenzar mencionando la clasificación efectuada por Ihering diferenciando el daño al
En su opinión la parte perjudicada por la no formalización de un contrato válido, por retractación de la oferta, nulidad, o
anulación, tiene derecho a una indemnización cuyo quantum está dado por lo que denomina “interés negativo o de
confianza”, consistente en el daño sufrido a raíz de haber creído en la validez del negocio y que no hubiera padecido de
haber sabido que no era válido. En la concepción de Ihering el daño negativo o de confianza se contrapone al daño positivo
o de cumplimiento, que comprende todo lo que el acreedor tendría si el negocio fuera válido; este interés será exigible sólo
Sobre el alcance de los intereses negativos no hay acuerdo en la doctrina, pues mientras para algunos abarca el daño
emergente – gastos, perdida de tiempo- y también el lucro cesante –ganancias frustradas al no atender otra oferta- para
Faggella y Saleilles, en sus respectivos trabajos dedicados al tema, se ocupan del interés negativo de Ihering, al que
acuerdan un sentido amplio, comprensivo del daño emergente y del lucro cesante; a la vez postulan el criterio restrictivo –
que lo limita al daño emergente- puesto que a juicio de ambos, el precontratante perjudicado sólo tiene derecho a que se le
indemnicen los gastos reales efectuados con motivo de las negociaciones.
Por su parte Llambias, en cuanto a la consistencia del daño resarcible opina que en el supuesto del contrato, es el daño al
“interés negativo”
En el fallo “Ayosa, Horacio c/ Piacquadio, Sebastián s/ Resolución de Contrato” apoyándose en las enseñanzas de Llambías,
estableció que de conformidad con lo que prescribe el art. 1204 del C.C ante el incumplimiento de la contraparte, el
contratante cumplidor tiene una doble opción; exigir la ejecución forzada (art. 505, inc, 1 del C.C.) siendo procedente en tal
caso anexar los daños moratorios (art. 508); o por el contrario, resolver el contrato, pudiendo adicionar a tal acción la de
daños compensatorios (arts. 511 y 519) y, en su caso, moratorios (508). El daño resarcible en el supuesto de resolución del
contrato (1204 C.C.) es el daño al interés negativo que consiste en el resarcimiento de los daños y perjuicios que el
contratante cumpliente no habría sufrido, si no hubiera constituido la obligación. Se mira hacia el pasado, tratando de
restablecer el estatuquo patrimonial anterior a la constitución de la obligación que ha resultado desvanecida. Entre los
posibles daños que puedan representar el interés negativo del acreedor, cabe mencionar los siguientes: gastos que efectuará
con motivo de la esperada prestación, gastos realizados con motivo de la celebración del contrato, sellados, comisiones
traslados, etc.
Ahora, debemos tener presente el fallo plenario de la Cámara Civil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires “Civit, Juan c/
Progress S.A. y otro” el cual establece que la distinción del daño en interés negativo y del daño al interés positivo no es más
que una clasificación doctrinaria, que nació con Ihering y que tuvo por objeto sustentar la teoría de la responsabilidad
precontractual.
El artículo 1204 del Código Civil, no hace distinción alguna y concede al acreedor que ha cumplido con las prestaciones a
su cargo el derecho de exigir, o bien, el cumplimiento del contrato, o en su defecto, la resolución. En ambos casos le otorga
la pérdida sufrida, es decir, el daño emergente, y también la utilidad que haya dejado de percibir el acreedor de la obligación
Por lo tanto, cualquiera sea la posición que adopte el acreedor, tiene derecho a obtener la reparación de todo menoscabo que
haya experimentado en su patrimonio, con la única limitación impuesta por el artículo 520 en tanto sólo comprende aquellos
daños e intereses que fueren consecuencia inmediata y necesaria de la falta de cumplimiento de la obligación.
El fallo mencionado anteriormente resolvió que al declarase la resolución del contrato por el ejercicio del pacto comisorio,
es viable el resarcimiento del lucro cesante por los daños y perjuicios ocasionados durante el tiempo en que duró la mora del
contratante incumplidor.
Por último podemos mencionar la “recomendación” de la V Jornadas Bonaerenses de Derecho Civil, Comercial, procesal e
Informático, celebrada en Junín en 1992, que fue la siguiente: Son indemnizables todos los daños patrimoniales y morales,
vinculados en relación de causalidad adecuada con el hecho generador de responsabilidad. El resarcimiento en nuestro
Derecho, debe ser integral y no limitarse al interés negativo en el sentido de Ihering, o sea al daño emergente. Debe
comprender el resarcimiento de los daños que sean consecuencia inmediata y también mediata cuando el autor del
hecho ...”las hubiera previsto, y cuando empleando la debida atención y conocimiento de la cosa, haya podido preverlas”...
(art. 904).
RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS PADRES POR LOS HECHOS DE SUS HIJOS MENORES.
Es un subtipo de responsabilidad por el hecho ajeno o también llamada indirecta o
refleja. En esta clase de responsabilidad se da como característica principal que
quién debe afrontar la indemnización no es el au-tor del daño. La ley brinda varios
casos de esa tipo-logía, así : la responsabilidad del comitente (art. 1113 del
C.C.), de los padres, tutores, curadores (arts. 1114,1115,1116 y 1117 del C.C.), de
los dueños de establecimientos educativos (art. 1117 conf. Mod. De la ley 24.830),
dueños de hoteles, capitanes de bu-ques, jefes de familia por cosas arrojadas a la
calle o expuestas a caer (art. 1118).
fue hacia algunos de los sujetos previstos en los arts. 1113 y 1117 del C.C.
(Ovejero, Machado, Salas, Trigo Represas, Kemelmajer de Carlucci, Llerena,
Compgnucci de Caso, Josserand, Viney, Simler, Borrel Macia). C) ACTO ILICITO DEL
MENOR: El problema es su determinación de los menores de 10 años, por ser impo-
sible imputarles culpabilidad (conf. Arts. 897, 898, 900, 921 y 1076). A) Culpa de
los padres (Borda, Bus-tamante Alsina, Mazeaud- Tunc). B) Ilicitud objetiva y su
diferencia con la subjetiva (Orgaz, Trigo Represas, Salas, Kemelmajer de Carlucci,
Compagnucci de Caso, Ovejero). Si el hijo es mayor de 10 años, el problema no se
suscita. Siempre se responde por daños causados a terceros, no a si mismo.
REPONSABILIDAD SUBJETIVA U OBJETIVA?. Según el funda-mento que se adopte.
CAUSALES DE EXIMISION. La falta de culpa, cuya prueba queda a cargo de los padres,
y en supuestos específi-cos (arts. 1115 y 1116). Causas: a) Transferencia de la
guarda del menor; b) Vigilancia activa. A) TRANSFE-RENCIA DE LA GUARDA (Art. 1115):
desplazamiento de la guarda hacia otro en forma “permanente” (sustitución de la
autoridad paterna), aunque puede ser discontinua (En contra: Lafaille). B)
VIGILANCIA ACTIVA: (Art. 1116). Para su apreciación es importante la edad de los
menores (Llambias). También las costumbres, usos, necesidades, carácter del menor,
inteligencia, y demás circunstancias del caso. Asi : cuando los padres no controlan
las amistades, uso de armas, o frecuentar lugares inapropiados, salidas nocturnas,
ir de caza, intervención en carreras de automotores, jugar con hondas, tirar
piedras, etc. La conducción de automoto-res y la autorización administrativa para
ello, da lu-gar a pronunciamientos divergentes. La falta de pre-sencia física de
los padres, y la vigilancia activa.
ACCIONES RECURSORIAS. Entre cónyuges solidarios: la acción se suspende (art. 3969).
Es aplicable lo dis-puesto en los arts. 689 y 717, o solo la parte final del art.
689 ?. Acción contra el hijo: Se aplica lo dispuesto en el art. 1123 ¿. No cuando
el hecho lo co-metió un menor de 10 años.
Rubén H. Compagnucci de Caso.
Colegio de Abogados de La Plata (3 de octubre de 2005).
DATOS
SUMARIOS
RESPONSABILIDAD
CIVIL DE LOS
Al abordar el estudio de la responsabilidad civil se le sugiere hacerlo en el siguiente orden:
En primer lugar analice si es posible verificar la existencia del daño: luego si detenerse aún a determinar la
clase de daño, aborde el tratamiento de cada uno de los presupuestos:
*Antijuridicidad: corresponde evaluar su existe conducta antijurídica.
*Relación de causalidad: analizar si es posible atribuir tácticamente el resultado al agente por su conducta
lesiva o por la relación particular con la cosa o persona agente del daño.
*Factores de atribución: es el caso de que se dieran los presupuestos antes mencionados, deberán analizar si
es posible atribuir objetiva o subjetivamente el daño al agente o autor y, en su caso, si existen responsables
indirectos. Tenga presente los posibles eximentes de responsabilidad de acuerdo al factor de atribución
indicado.
*Daño: Análisis de sus clases. Extensión.
1- Patrimonial:
a) Requisitos (cierto, personal, subsistente)
b) Elementos (daño emergente, lucro cesante, daño futuro, pérdida de chance)
2- Moral:
a) Requisitos (Cierto, personal, subsistente)
b) Legimitimación
*Responsabilidad Civil
El derecho impone a quien ha producido su alteración el deber de dar cuenta de sus actos. Esta facultad se
manifiesta con una doble finalidad:
-Una sancionaria: responsabilidad penal
-Una reparatoria: responsabilidad civil
2. Daño indemnizable: Daño es el menoscabo del acervo patrimonial y moral de una persona.
Clases
*Sobre la naturaleza del bien inmediatamente lesionado puede clasificarse en:
-Directos: Se producen cuando recaen inmediatamente sobre las cosas. Por ejemplo el daño producido en la
carrocería de un automóvil como consecuencia de una coalición.
-Indirectos: Cuando el acto lesivo afecta directamente a la persona, sus derechos o facultades pero tales
lesiones repercuten indirectamente. Por ejemplo las heridas causadas por el cirujano que lo incapacitan para
trabajar.
Requisitos de daño indemnizable: no todo daño es resarcible, para que lo sea debe reunir los siguientes
requisitos:
-Cierto: debe tratarse de un daño real y efectivo.
-Personal: debe afectarse un interés propio.
-Subsiguiente: debe permanecer insatisfecho al momento de la reparación.
-Serio: debe tener entidad económica suficiente como para poner en funcionamiento la actividad jurisdiccional.
No debe ser insignificante.
Prueba y forma de reparación: quien reclama su reparación debe probar todos sus requisitos cuantía. Existen
excepciones en la que mediante presunciones legales se exime de la prueba.
Debe intentarse la reparación del daño jurídico, lo que se busca es volver las cosas al estado anterior. En caso
de no ser posible debe acudirse a la reparación por su equivalente en dinero. El pago puede ser en una sola
suma o en cuotas.
-Daño moral: modificación o disminución disvaliosa de la potencia de las personas en su dimensión espiritual,
en el desenvolvimiento de las capacidades de entender, sentir, querer, que afecta su modo de ser o estar.
Reparación
* El dinero procura aliviar el padecimiento y no estimarlo como bien de cambio, ya que sería ponerle precio al
dolor.
* Tiene particularidades: el daño moral no es exactamente cuantificable, no se borra, no desaparece, no es
posible volver las cosas al estado anterior.
* El dinero es el único medio para compensar el menoscabo sufrido por la víctima del daño moral.
Caracteres
* No es susceptible de cuantificación pecuniaria.
* Posee autonomía conceptual y funcional
* Apunta al restablecimiento integral de la persona y de lo que esta es a través de todas sus proyecciones:
fisiológicas, psicológicas y espirituales.
* La reparación es pecuniaria.
Prueba
* Cualquier medio de prueba que sirvan para introducir en el juez la convicción de la existencia y de la magnitud
del daño moral.
* El damnificado directo: deberá probar las alternaciones o las disminuciones padecidas.
* En el supuesto de muerte de la víctima: los herederos potenciales deberán demostrar mediante pruebas
idóneas la legitimación activa (la relación que los une a la persona sobre la cual recayó la conducta dañosa).
Requisitos: igual daño patrimonial
-Culpa: consiste en la imprevisión de un resultado dañoso, previsible y evitable de haberse obrado con la
diligencia requerida por las circunstancias. Se funda en la previsibilidad y la evitabilidad del resultado. En este
caso se analizará la conducta del agente que causó el daño y tratará de ver más allá y analizará que hubiera
pasado si el agente hubiera actuado con previsión.
Cuanto mayor es el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor será la obligación
que resulte.
Modalidades de la culpa
*Negligencia: consiste en omitir una conducta que previsiblemente hubiera evitado el resultado dañoso. Por
ejemplo, maestra jardinera deja abierta una puerta del salón y un niño sale a la calle y es atrapado por un auto.
*Imprudencia: actuar precipitado e irreflexivo. Por ejemplo, cruzar sin mirar una calle con auriculares.
*Impericia: actuar con falta de habilidad específica o con incapacidad técnica. (médico anestesista)
-Dolo: acto ilícito ejecutado a sabiendas y con intención de dañar a la persona o los derechos de otro. Para que
se configure hace falta el deseo de causarlo. El sujeto que actúa con dolo será responsable de la totalidad de
los daños producidos.
* Objetivos: ponen el acento en la reparación del daño. No requieren ser probados y se dan en numerosos
supuestos de responsabilidad indirecta.
* Equidad: considera que se indemnicen los daños causados en razón de un acto antijurídico involuntario. Su
aplicación es facultad del juez, quien lo aplicará cuando lo crea conveniente sobre su apreciación de la relación
entre el patrimonio del autor y la condición personal de la víctima.
* Seguridad: se manifiesta en el ámbito de la responsabilidad contractual. Su finalidad es preservar a las
personas y a las cosas de los daños derivados de la ejecución de los contratos. Por ejemplo en el contrato de
transporte de personas, el transportador se obliga a conducir al pasajero sano y salvo a destino.
* Garantía: garantizar a la persona que trabajan en interés de otros una indemnización por eventualidades
dañosas. Por ejemplo obrero de la construcción.
* Abuso de derecho: el titular de un derecho que lo ejerce abusándole sus prerrogativas y causa un daño a
otro esta obligado a reparar el perjuicio que causo.
Delitos
Cuasidelitos
Acto ilícito doloso
Acto ilícito culposo
Responsabilidad por el hecho propio
Responsabilidad por el hecho ajeno
Acción ilícita
Omisión ilícita
El agente del acto causa el daño queriéndolo causar
El agente causa el daño no queriéndolo causar
-Responsabilidad indirecta
Se distingue:
* Responsabilidad indirecta por el hecho ajeno: por los daños causados por los dependientes o subordinados.
* Responsabilidad indirecta por el daño causado por las cosas.
Se distingue entre:
+Responsabilidad por los daños causados por los animales
+Responsabilidad por los daños causados por las cosas inanimadas.
Los padres no serán responsables de los daños causados por los hechos de sus hijos, si probaren que les ha
sido imposible impedírselos, pero no será suficiente como excusa la ausencia de ellos.
Todo tiene que ver con la educación y los valores inculcados correctamente y adecuadamente a sus hijos. Lo
mismo ocurre con la eximente respecto de tutores, curadores, directores de colegio y maestros.
-Daño causado por animales: el propietario de un animal doméstico o feroz es responsable del daño que
causare.
El hecho de la cosa
Responsabilidad que surge de aquel que causa daño sirviéndose de una cosa como instrumento.
El daño resulta de la actividad de la cosa misma, de su mal estado de conservación, del peligro que ella
represente.
Por ejemplo, el barbero que hiere con la navaja en la yugular, hombre que hiere con un bastón.
Por ejemplo incendio que se produce por un cortocircuito como consecuencia de un defecto de instalación
eléctrica, daño que produce la explosión de combustible, maseta que hiere a un transeúnte.
Estamos frente a la responsabilidad por el hecho propio o responsabilidad directa.
Se configura una responsabilidad objetiva o responsabilidad por riesgo.
Advertencia: llevar fallos y resoluciones judiciales al examen final, además de la bibliografía básica y la
opcional sugerida.
El tema preponderante es el de los accidentes de transito, siendo de aplicación el art. 1113 del CC.
Otros temas:
-responsabilidad civil in vigilando de los padres (art. 1114 y 1116)
-responsabilidad civil de las entidades deportivas ( ver ley 23184 –art. 33)
-responsabilidad especial (protección al consumidor – ley 24240)
-responsabilidad de los establecimientos educativos (art. 1117)
APENDICE
JURISPRUDENCIA SISTEMATIZADA