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78751
Por autoridad minera debemos entender: la repartición del Estado, que en ejercicio de
sus atribuciones, acepta, tramita y resuelve las solicitudes de permisos de exploración
y concesiones mineras de explotación, y vigila el cumplimiento de las condiciones de la
concesión.
En la práctica pude organizarse una sola autoridad minera, que reúna en sí misma esos
3 tipos de atribuciones.
La organización provincial:
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GONZALEZ ROSANA DEL VALLE- LEG. 78751
Segun el Art 72 de C.M. La extension del terreno dentro de cuyos limites puede el
minero explotar su concesion, se llama Pertenencia.
b) Cuando dichas inversiones fueren inferiores a una suma igual a quinientas veces el
canon anual que le corresponda a la mina de acuerdo con su categoría y con el número
de pertenencias.
d) Por falta de presentación de las declaraciones juradas exigidas por el mismo artículo.
GONZALEZ ROSANA DEL VALLE- LEG. 78751
La ley dispone que en los casos señalados en los puntos a), b), c) y d), se otorgara
un plazo de treinta días para que el concesionario salve el error o la omisión. El plazo
resultará en muchos casos insuficiente, ya que el error u omisión pueden significar la
necesidad de un replanteo del programa cuya ejecución llevaría un tiempo muy superior.
Cuando se compruebe, en cambio, que la declaración presentada es falsa, la caducidad
se operará ipso facto.
En los casos de los incisos e), f), g) y h) se dará previa vista de lo actuado al
concesionario por quince días para su defensa.
Art.- 99 del CM. El minero es dueño de todos los criaderos que se encuentren dentro
de los límites de su pertenencia, cualesquiera que sean las sustancias minerales
que contengan. El concesionario está obligado a dar cuenta a la autoridad minera
del hallazgo de cualquier sustancia concesible distinta de las que constaren en el
registro y empadronamiento de la mina, para su anotación en los
mismos y, en su caso, efectos consiguientes en materia de canon y de inversión de c
apital.
El concesionario que no cumpliere esta obligación dentro de los sesenta días del
hallazgo, se hará pasible de una multa de diez a cien veces el canon de explotación
correspondiente a la sustancia omitida.
Por su parte el art. 100 del mismo código establece: El propietario del terreno tiene
derecho a las sustancias correspondientes a la tercera categoría, que el propietario de
la mina extrajere; exceptuando los casos siguientes: Cuando no la ha reclamado ni ha
pagado los gastos de su explotación y extracción treinta días después del aviso que
debe darle el concesionario. Cuando éste los necesita para su industria y cuando estén
de tal suerte unidas las sustancias, que no puedan sin dificultad o sin aumento de
gastos extraerse separadamente. En estos casos no hay derecho a cobrar
indemnizaciones.
Según surge de este artículo, las sustancias de la tercera clase pertenecen al propietario
del suelo y escapan a la regla del artículo 99. El concesionario de la mina debe poner
estas sustancias a disposición del dueño, y dar aviso de forma fehaciente en cada
oportunidad. En este caso se parte del supuesto de que las sustancias de la tercera
categoría no se encuentran en explotación por el propietario al tiempo de otorgarse la
concesión de la sustancia de la primera o segunda categorías.
2.- Nuestro país adopta el sistema mixto simultáneo. En este sistema el amparo se
mantiene abonando el canon anual y cumpliendo simultáneamente con la modalidad de
trabajo o de inversión fijada por la ley. Este sistema es seguido por la ley 10.273 de
reformas del Código de Minería Argentino y que se mantiene en la legislación actual, a
través del pago del canon y de la inversión de capital, esta última como expresión
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sustitutiva del trabajo por operarios. Las minas, dispone al respecto el art. 213, son
concedidas a los particulares mediante un canon anual por pertenencia que será fijado
periódicamente por Ley Nacional y que el concesionario abonará al Gobierno de la
Nación o de las Provincias, según la jurisdicción en que las minas se hallaren situadas
y según las medidas establecidas por este Código. El canon es una prestación
pecuniaria, fija y periódica, establecida por la ley nacional, que grava en forma
permanente la concesión minera por el disfrute que el concesionario hace de ella. Su
monto es de carácter fijo y permanece invariable por toda la vida de la concesión, pero
puede ser periódicamente modificado por ley del mismo origen.
Al respecto dispone el art 217: “Dentro del plazo de un año contado a partir de la fecha
de la petición de mensura que prescribe el Artículo 81, y esté o no mensurada la mina,
el concesionario deberá presentar a la autoridad minera una estimación del plan y monto
de las inversiones de capital fijo que se proponga efectuar en cada uno de los siguientes
rubros: a. Ejecución de obras de laboreo minero. b. Construcción de campamentos,
edificios, caminos y obras auxiliares de la exploración. c. Adquisición de maquinarias,
usinas, elementos y equipos de explotación y beneficio del mineral, con indicación de
su capacidad de producción o de tratamiento, que se incorporen al servicio permanente
de la mina. Las inversiones estimadas deberán efectuarse íntegramente en el plazo de
cinco años contados a partir de la presentación referida en el párrafo anterior, pudiendo
el concesionario, en cualquier momento, introducirles modificaciones que no reduzcan
la inversión global prevista, dando cuenta de ello previamente a la autoridad minera. La
inversión minera no podrá ser inferior a trescientas veces el canon anual que le
corresponda a la mina de acuerdo a su categoría y con el número de pertenencias. Sin
perjuicio de ello, en cada uno de los dos primeros años del plazo fijado, el monto de la
inversión no podrá ser inferior al veinte por ciento del total estimado en la oportunidad
indicada al principio de este artículo. El concesionario deberá presentar a la autoridad
minera, dentro del plazo de tres meses del vencimiento de cada uno de los cinco
períodos anuales resultantes del párrafo segundo de este artículo, una declaración
jurada sobre el estado de cumplimiento de las inversiones estimadas. La autoridad
minera, antes de proceder a la aprobación de las inversiones efectuadas, podrá disponer
que se practiquen las verificaciones técnicas y contables que estimare necesarias. El
adquirente de minas abandonadas, vacantes o caducas, tendrá el plazo de un año para
cumplir o completar, en su caso, las obligaciones impuestas por este artículo”.