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La multa es una pena de carácter pecuniario que se impone por un delito; a veces
como sanción principal y otras veces como accesoria de otra pena y cuyo fin es
prevenir y retribuir “No tiene por finalidad aumentar los ingresos del Estado, sino
simplemente reprimir al autor del delito”.
Sirve para sustituir con eficacia penas privativas de la libertad de corta duración.
Lo que para un hombre rico puede ser una suma insignificante puede significar mucho
para un hombre pobre.
Para poder salvar esta desigualdad, conforme al art.16 de la CN., se aplica la “Igualdad
de sacrificio” en donde el juez va a sancionar el monto de la multa en base a la
capacidad económica del reo.
El art.21 establece “La pena multa obligara al reo a pagar la cantidad de dinero que
determinase la sentencia, teniendo en cuenta además de las causas generales del
art.40, la situación económica del penado”.
El art.21 también establece que “El tribunal, antes de transformar la multa en prisión
correspondiente, procurara la satisfacción de la primera, haciéndola efectiva sobre
los bienes, sueldos u otras entradas del condenado”. El criterio de esta norma es
evitar la prisión cuando se puede obtener el cobro de la multa por vía ejecutiva.
Si mientras está en prisión, el condenado paga la multa, recupera su libertad. Así surge
del art.22 que establece “En cualquier tiempo que se satisfaciere la multa, el reo
quedara en libertad”, y agrega que “Del importe se descontara, de acuerdo con las
reglas establecidas para el computo de la prisión preventiva, la parte proporcional al
tiempo de detención que hubiere sufrido”.
Es decir, el delito debe estar sancionado con pena privativa de la libertad y la multa no
debe estar prevista en forma conjunta, porque si así fuera, se aplicaría la prevista en
De autorizarlo a pagar la multa por cuotas fijando el monto y la fecha de los pagos
según la condición económica del condenado “art.21, 4ª Párrafo”.
La prisión aplicable no podrá exceder de año y medio, cualquiera que sea el monto de
la multa impaga, “art.21, 2ª Párrafo”.
Siendo la multa una pena, participa de las características de toda pena, es decir
consiste en un mal, que priva o afecta bienes jurídicos del condenado y que se aplica
como retribución por haber el delincuente contravenido reglas de conducta impuestas
para lograr una convivencia armoniosa. Además tiene como finalidad conseguir que el
individuo castigado internalice pautas de comportamiento exigidas por la sociedad.
No es vano insistir en que la multa es una pena y la pena es un mal, ocurre que dado el
acelerado proceso de inflación argentino, que ya lleva varias décadas, la moneda va
perdiendo valor de una manera mas rápida que la marcha del proceso de reforma
legislativa, con la consecuencia notoria de que el cabo de unos meses las previsiones
del legislador quedan superadas por la realidad y la multa no afecta en la misma
medida en que podía hacerlo inmediatamente luego de haberse elevado las escalas.
Entonces pierde eficacia y hasta alienta la desobediencia, como es fácil comprobar en
materia de contravenciones cuando alguien que tiene apuro por hacer un trámite
estaciona lo mismo su vehículo en un lugar prohibido sabiendo que la multa que
eventualmente le aplicaran representara un sacrificio mucho menor que el que
provocaría la frustración de la diligencia.
Esta consecuencia podría ser eliminada con el sistema de los días – multa al cual luego
nos referiremos y el que aporta además la ventaja de una menor individualización.
Como todas las penas estas es persona. El principio deriva del art.103 de la CN, que al
definir el delito de traición, dice que la pena “No pasara de la persona del delincuente,
ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado”. Esto marca una
diferencia esencial con la reparación civil en la que, ante la eventual confusión de los
patrimonios del condenado a indemnizar y el de sus herederos, estos tienen que
satisfacer la obligación. El art.70 del C.P., puede generar confusión a raíz de que esta
redactado en forma ambigua, dice “ La indemnizaciones pecuniarias inherentes a las
penas, podrán hacerse efectivas sobre los bienes propios del condenado, aun después
de muerto”. Estrictamente hablando no hay indemnizaciones pecuniarias inherentes a
las penas, lo que hay es indemnizaciones que pueden ser debidas por los daños
causados por el delito. La idea esta mal expresada en la ley, pero no puede existir
De todas maneras la muerte cancela toda pena, incluida naturalmente la de multa, así
como extingue la acción penal “art.59, Inc.1ª”. El legislador de 1921 no juzgo necesario
incluir una norma expresa, como la que contenía el Proyecto Tejedor “La muerte del
delincuente extingue la pena en que hubiere incurrido”, aunque modernamente se
tiende a volver a la previsión especifica. Así el Proyecto de 1960 dice que la pena se
extingue por la muerte del condenado “art.105, Inc.1ª”, lo que repite en idéntico lugar
al Proyecto de 1979.
“El pago de las multas no es prueba, ni nada. Aceptar el pago y dar por extinguida la
acción, aparecería como un rasgo equivoco de condicia fiscal”.
Ante la inmoralidad que representa extinguir la acción penal por el pago voluntario de
la multa, llama la atención la defensa del precepto que hace moreno al recordar el
dictamen de la Comisión de Códigos, que siguió considerando bueno el articulo “Si el
interesado para terminar la cuestión pendiente admite la disposición legal primitiva y
paga el importe, no hay perjuicio para nadie, ni para el mismo desde que la multa no
tiene consecuencias a los efectos de la reincidencia”. Al acusado puede resultarle mas
barato y mas cómodo, pagar y no discutir”.
La multa es pena pública. Parece innecesario recordarlo, porque todas las penas son
publicas, pero estando de por medio el dinero la insistencia no constituye un exceso.
No se trata de un crédito del Estado de características jurídico pública, lo que esta
demostrado no puede perseguirse su cobro sobre la masa hereditaria; aparte que el
condenado no puede compensar su importe con créditos que tenga contra el Estado.
La pena de multa tiene que guardar correspondencia con la índole del hecho ilícito
cometido; en otras palabras; no todos los delitos deben ser reprimidos de esta manera.
El legislador debe conducirse de manera tal que los bienes jurídicos afectados por el
acto y lo mismo tiempo se cumplen los fines de la prevención general. Seria seguir un
poco la idea de Romagnosi sobre el funcionamiento de la spinta criminosa y la
contraspinta morale. La idea de la equivalencia entre el animo con que se cometen los
hechos y el tipo de pena esta presente en la Exposición de Motivos del Proyecto de
1960 “La vida moderna ha llevado a crecientes exigencias económicas y despertado un
afán inmoderado de dinero, y no con un sentido de ahorro y previsión sino de expendio
y aun de lujo. Es manifiesto por lo tanto, que esa realidad debe encontrar su
equivalente en el sistema penal y que el derecho debe echar mano del recurso de
privar de ese bien como medio penal”.
La pena de multa tiene que guardar correspondencia con la índole del hecho ilícito. La
multa debe ser divisible para que pueda proporcionarse al grado de injusto y de
culpabilidad y a los recursos del condenado. Nuestro código penal sigue este sistema,
incluso cuando no establece el mínimo y el máximo en cantidades determinadas sino
que hace depender los topes de otras pautas. El art.262 reprime “Con multa del veinte
al sesenta por ciento del valor sustraído” al funcionario publico que por imprudencia o
negligencia o por inobservancia de los reglamentos o deberes de su cargo, diere
ocasión a que se efectuare por otra persona la sustracción de caudales o efectos cuya
administración, percepción o custodia le haya sido confiada en razón de su cargo.
g. Clases: “Clasificación”
Absolutas “art.19” o Especiales “art.20” según los derechos que afecta;
Perpetuas o Temporales; dependiendo del tiempo por el que se las dicte;
Las inhabilitaciones pueden ser sobre un grupo determinado de derechos, pero dicha
perdida de derechos nunca puede ser total porque significaría la muerte civil.
El tribunal podrá disponer, por razones de carácter asistencial, que la victima o los
deudos que estaban a cargo concurran hasta la mitad de dicho importe o que lo
perciban en su totalidad, cuando el penado no tuviere parientes con derecho a pensión,
en ambos casos hasta integrar el monto de las indemnizaciones fijadas.
Esta inhabilitación se aplica como accesoria de las penas de reclusión o prisión por mas
de 3 años y dura el tiempo de la condena “Y hasta puede extenderse por 3 años mas si
lo dispone el Tribunal, según el art.12”.
a. Prófugo;
b. Internado;
c. Privado de su libertad;
j. Decomiso: “Decomiso (Art.23)”
Estos elementos benefician al Estado Nacional, las Provincias o los Municipios. Si las
cosas son peligrosas para la seguridad común, el decomiso puede ordenarse aunque
afecte a terceros “Pero si son de buena fe subsiste su derecho a indemnización”.
En caso de delitos previstos por el art.213 ter y quáter y en el Titulo XIII del Libro
Segundo de este Código, serán decomisados de modo definitivo, sin necesidad de
condena penal, cuando se hubiere podido comprobar la ilicitud de su origen, o de
hecho material al que estuvieren vinculados y el imputado no pudiere ser enjuiciado
por motivo de fallecimiento, fuga, prescripción o cualquier otro motivo de suspensión
o extinción de la acción penal, o cuando el imputado hubiere reconocido la
procedencia o uso ilícito de los bienes. Todo reclamo o litigio sobre el origen,
naturaleza o propiedad de los bienes se realizara a través de una acción administrativa
o civil de restitución. Cuando el bien hubiere sido subastado solo se procederá
reclamar su monetario.
No se trata de una pena accesoria, sino de incapacidad de carácter civil y cuya finalidad
no es de castigar al delincuente para que no recaiga en el delito, sino suplir su
incapacidad de hecho producida por el encierro.